Ir al contenido principal

Etiqueta: Vladimir de la Cruz

Remembranzas fúnebres que me evocan los partidos Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana

Vladimir de la Cruz

Mi bisabuelo materno Adolfo De Lemos vivió en la avenida 10, a 200 metros del Cementerio General, a 300 del Cementerio Obrero y a 100 metros de la Iglesia de las Animas. La casa estaba donde ahora hay un enorme templo religioso cristiano no católico.

El Cementerio Obrero fue el resultado de una lucha social, de la década de 1910, cuando los trabajadores fortalecían su conciencia social y de clase, e iniciaban sus luchas sindicales y del Primero de Mayo. Como resultado de todo esto se estableció dicho camposanto a la par del Cementerio General, Heredia.

La vía de autos y de buses en las décadas del 1950, 1960 y 1970, en lo que recuerdo, porque visitaba con frecuencia los domingos a mi bisabuelo, era de este a oeste, de manera que los entierros, todavía con carruajes tirados por caballos, acompañados por autos, o simplemente a pie, se dirigían hacia el oeste, en ruta a la Iglesia de Las Animas o directamente al cementerio que correspondiera, y pasaban obligadamente al frente de la casa de mi bisabuelo.

Mi tío abuelo Carlos, que allí vivía, ya mayor y soltero, quien me enseñó a manejar a los 18 años, usualmente se paraba en la puerta para ver el movimiento callejero, pero, especialmente, los entierros que por ahí pasaban. Cerca de mi actual casa, en San Ramón de Tres Ríos, hay personas mayores que también se sientan en las orillas de sus casas, frente a la carretera, para ver el movimiento callejero de autos y autobuses, que es intenso.

Frente a la casa de los De Lemos pasaban entierros de ricos y entierros de pobres. Los de ricos eran grandes numéricamente, con muchos dolientes, y acompañantes, con trajes oscuros en ocasiones con filas de carros. Los de pobres eran de pocas personas, sencillamente vestidas, evidenciando su dolor o luto, generalmente todos a pie, y muchas veces, así los vi, tan pocas personas que seguramente eran sus más cercanos parientes, que no pasaban de una fila de caminantes detrás del féretro, que también muchas veces se llevaba en hombros.

Mi tío abuelo Carlos de Lemos, cuando había estos entierros de pobres, se sumaba solidariamente a los dolientes o pocos caminantes. Un día le pregunté por qué lo hacía. Sencillamente, me dijo que le daba lástima que el fallecido tuviera tan pocos acompañantes en ese último paso hacia la Iglesia, y hacia el cementerio, para su descanso eterno y en paz, según las tradiciones religiosas.

Los cementerios antes de 1884 eran administrados por la Iglesia y en ellos no se podían depositar cuerpos de no creyentes, de creyentes de otras religiones, ni de suicidas o muertos en duelo, entre otras razones. Las Leyes liberales de 1884, en razón de que la Iglesia no quiso enterrar a un Ministro muerto en duelo, y a un agente diplomático no católico fallecido, pasaron la administración de los cementerios a la administración pública no religiosa, de manera que en ellos se pudiera enterrar personas de cualquier credo religioso, sin tomar en cuenta la religiosidad o no de los fallecidos.

En el Cementerio General se usaba, a modo de una Necrópolis, o una ciudad de muertos, poner monumentos, bustos, o hacer criptas grandes y lujosas, que exhibían el valor simbólico político, económico y social de los fallecidos y sus familias.

No hay en Costa Rica un Panteón Nacional, un Cementerio Nacional donde reposen los restos de las grandes personalidades políticas y culturales de la nación costarricense, como hay en algunos países. En el Cementerio General hay un espacio que así se desarrolló. Cuando se creó uno de los primeros cementerios privados que se establecieron se trató de hacer algo parecido con algunos expresidentes.

Las necrópolis surgieron desde la época antigua, con motivo de las prohibiciones que se iban estableciendo de no enterrar muertos o cadáveres en áreas urbanas. Por ello se establecieron los cementerios en los suburbios urbanos, fuera de las ciudades. El de San José, por ejemplo, se empezó a mediados del siglo XIX, al sur de la ciudad, un poco alejado del Hospital san Juan de Dios que se estaba construyendo e inaugurando a mediados de ese siglo. En general, todos los cementerios en el país, especialmente los del Valle Central, se hicieron al sur de las ciudades; además por el movimiento de los vientos, para evitar seguramente “malos olores”, por la descomposición de los cuerpos, en caso de que no se enterraran bien. Las necrópolis antiguas lo fueron para reyes, faraones, emperadores, gobernantes, con sus grandes edificios o galerías subterráneas, o para los enterramientos de algunos caciques en la América Antigua.

Esta traída a la memoria de aquellos días de infancia y adolescencia, ligada a estos entierros, cuando visitaba en compañía de mi madre, a mi bisabuelo Adolfo, me trae al presente el estar casi viendo, a la par de mi tío abuelo, Carlos, como llevan al cementerio político los entierros de los partidos Liberación Nacional y de la Unidad Social Cristiana, dos personajes políticos muy importantes en la historia del país, uno más viejo que otro. Liberación Nacional con 72 años y la Unidad Social Cristiana, con 40 años.

Hay cementerios de distinto tipo. Los hay nacionales, municipales, privados, públicos, religiosos, históricos, de extranjeros, de judíos. Privados o públicos, todos bajo controles legales públicos. Administrados por personas jurídicas, sociedades anónimas, juntas administrativas institucionales. También los hay Políticos.

Los cementerios políticos son aquellos que recogen en el olvido a partidos políticos, a dirigentes políticos, a gobernantes que pasan desapercibidos para la memoria histórica, líderes y partidos políticos de distinto tipo, líderes culturales, de asociaciones, de dirigentes sociales en general.

Podemos entender que por la edad y la decrepitud de sus facultades físicas, mentales y sicológicas, Liberación Nacional ya no tiene nada que ofrecer a la familia costarricense. No tiene que ver solo con la edad. A los 72 años muchos ciudadanos son muy activos intelectualmente, y algunos muy políticamente activos.

En la familia liberacionista, en su hogar, en lo que significa su Partido, en el Balcón Verde, al oeste de la ciudad, cercano al Cementerio General, hay gente que tiene suficiente capacidad; que fueron los que le dieron pensamiento a ese Partido, que todavía no han muerto, pero ya los tienen en capilla ardiente, como cadáveres “vivos” sin ninguna honra ni tributo, metidos en un columbario político.

Sin embargo, desde hace ya bastante tiempo este partido ha bajado sus banderas socialdemócratas de lucha, ha bajado sus banderas sociales y democráticas, ha dejado de lado sus sectores sociales antes organizados por sindicatos, cooperativas, jóvenes, mujeres. Igualmente ha colocado en el osario del Balcón Verde las figuras socialdemócratas sin ninguna placa que los recuerde y exalte en su pensamiento y obras.

Su decadencia y ruina política no es solo la que se exhibe por tres derrotas electorales, después de haber realizado 9 gobiernos desde 1953. Es la ruina intelectual de haber perdido sus capacidades mentales, su memoria histórica y la memoria de sus principales progenitores y gobernantes.

La gente joven que se ha elegido para dirigir ese partido, tratando de dar una nueva imagen, es lo más falso que se haya hecho. Jóvenes por edad, pero sin ideas jóvenes, ni siquiera socialdemócratas. Mentalmente sin ideario político. Pareciera que padecen de Alzheimer político, con una memoria política destruida y sin capacidad de pensar para este tiempo que vivimos. El Alzheimer que es una enfermedad cuyos síntomas aparecen a edades avanzadas, en la juventud y en algunos sectores liberacionistas pareciera que les ha aparecido tempranamente.

Los aniversarios del partido, cada 12 de octubre, han dejado de recordarse, de exaltarse. La última celebración importante que se hizo fue cuando el entonces Secretario General, Luis Guillermo Solís Rivera, en el año 2003, publicó una página completa de periódico haciendo público jolgorio de los 50 años de realizaciones por el país.

A ello ha contribuido que en ese partido se hayan desarrollado clanes políticos de menor jerarquía, que se han enfrentado a los líderes históricos, desautorizando su papel. Clanes que más parecen tribus, como reunión de grupos internos, alejados de esos dirigentes históricos a quienes desprecian y hacen responsables de la mala imagen que tiene el partido. Igualmente, que se hayan desarrollado sindicatos, a modo de los de la mafia en Estados Unidos, y no de los trabajadores, que han hecho de ese partido un escenario de lucha por cuotas, por puestos, por intereses personales, y por control de espacios que generen mejores dividendos no solo políticos, ha sido el resultado de disminuir el peso del Comité Político del partido, de hacer que este comité no trace ninguna línea sobre sus adherentes ni sus diputados, y que éstos de hecho, dirijan fragmentariamente desde sus curules la vida interna y pública del partido.

En estos últimos 20 años, algunas de sus principales figuras políticas internas han sido un desastre, hasta vinculadas a redes de narcotráfico. Recientemente, el Presidente Chaves la relaciona a escándalos de corrupción o mala administración en instituciones del Estado, con lo cual el Presidente Chaves trata de doblegar el ánimo y el espinazo, del actual dirigente liberacionista Ricardo Sancho. Ni que decir del anterior, Viales. Los principales dirigentes partidarios y políticos de Liberación Nacional se vinculan más a los intereses neoliberales y a las políticas antinacionales.

Las fracciones parlamentarias de Liberación Nacional han venido debilitando el Estado Social de Derecho que se desarrolló, en mucho, con la participación de Liberación Nacional hasta 1990.

Tampoco Liberación Nacional recuerda la muerte de sus principales líderes políticos y expresidentes de la República. Se han ido desvaneciendo en el ideario político nacional, han ido pasando a personajes sin pena ni gloria…

En los cementerios existe lo que se llama el columbario, que son los espacios o nichos donde se depositan las cenizas en un muro, que se asocia a la imagen de los palomares; de allí su nombre; donde si acaso se les pone una plaquita con su nombre, o se escribe el nombre del ocupante de ese nicho. En el Balcón Verde el columbario está en el retrato de algunos de sus principales dirigentes. Todo el Balcón Verde hoy es un columbario y un osario a la vez. Muertos vivientes son los que lo dirigen… Deberían verse en los partidos políticos europeos y cómo sus principales figuras participan de la vida política y el debate nacional.

En la Asamblea Legislativa su actual jefe parlamentario, el pasado primero de mayo dio lástima en su discurso. Refleja muy bien lo que representa hoy ese partido político.

Los costarricenses, los sectores populares y de trabajadores poco pueden esperar del Partido Liberación Nacional si por este camino continúa. Creo que muy poco puede dar…

En el caso del partido Unidad Social Cristiana, con 40 años de fundado, ya entró en artículo mortis. Está a punto de fallecer. Fundado en 1983 con 10 campañas electorales, y tres gobiernos en su espalda, ha perdido los últimos 5 procesos electorales.

Sin dirigentes históricos asociados a las grandes reformas sociales hicieron de estas sus banderas, rescatando por la forma, nada más, la imagen del Dr. Calderón Guardia, y al hijo del Dr. Calderón Guardia como una señal lejana de aquella reforma social. Exceptuando al Gobierno de Miguel Ángel Rodríguez Echeverría, 1998-2002, que desarrolló y fortaleció en el campo laboral esa reforma social, el partido Social Cristiano no tiene casi nada que exhibir. Ahora, ni siquiera el ideario social cristiano.

Políticamente, el partido Unidad Social Cristiana se ha colocado a la derecha del espectro político nacional, es decir se ha colocado con los grupos más conservadores, los más enfrentados a los intereses sociales de los trabajadores y los intereses populares. Más vinculado a las políticas neoliberales.

El partido Unidad Social Cristiana, desdibujado de su antagónico Liberación Nacional, compite por ver cuál se presenta como más conservador, más a la derecha, más antinacional y al servicio de los intereses extranjeros, por ver cual alquila mejor el país y sus instituciones. En este último sentido el actual gobernante lleva la delantera en ver cómo les gana en alquilar el país a intereses extranjeros.

El actual jefe parlamentario, el pasado primero de mayo muy claramente dijo que él representa al Partido Unidad Social Cristiana como un partido de “centro derecha”. Lo de “centro” fue como un adorno en su dicho. E hizo alarde de que ese conjunto de partidos son los que están ahora en forma mayoritaria en la Asamblea Legislativa, donde no tienen en nada de qué distinguirse con el actual gobierno, a cuya cola van en los principales proyectos de ley que se impulsarán, entre ellos el de las jornadas de trabajo de 12 horas diarias, enfrentándose a la Reforma Social del Dr. Calderón Guardia y a la Ley del Trabajador de Miguel Ángel Rodríguez.

También se enfrentan a la Reforma Social y al ideario del Dr. Calderón Guardia en debilitar la Caja Costarricense del Seguro Social, en intentar privatizarla por la forma como se está tratando el tema de seguridad social, y de debilitar las universidades públicas que se deben al Dr. Calderón Guardia y al Partido Liberación Nacional, en los gobiernos de 1970 a 1978.

La nueva dirección política, del Partido Unidad Social Cristiana, ha tratado de recuperar la organización interna del sindicato municipal que se había impuesto como grupo director. Todavía les falta. Sin embargo, han empezado a hablar de la nueva organización política que tratan de lanzar o de presentar. La llaman Nuevo Partido UNIDAD, casi recordando la coalición que llevó a Rodrigo Carazo a la Presidencia de la República.

Lo que queda claro es que, con esta nueva definición del Partido, han renunciado a su condición “social cristiana”.

Con la renuncia al socialcristianismo, los nuevos dirigentes del partido lo que han hecho es evidenciar su gran viraje hacia la derecha más recalcitrante. El socialcristianismo como concepto les vinculaba a la tradición social cristiana de la Iglesia Católica, que viene desde 1891, con la Encíclica Rerum Novarum…

Han renunciado con ello también a entender, como parte de esa doctrina, al ser humano como el centro de su quehacer y de su preocupación. Es claro. Los intereses actuales de la Unidad Social cristiana son los del gran capital transnacional en el país. No los intereses nacionales. No los intereses de los trabajadores a quienes quieren poner a trabajar 12 horas diarias, violando la Constitución Política, el Código de Trabajo y las Reformas Sociales que el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia contribuyó a impulsar, en un pacto verdaderamente nacional, con Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez y con Manuel Mora Valverde.

Asistimos a la marcha que lleva a Liberación Nacional y a la Unidad Social Cristiana a depositar sus restos mortales, o sus cadáveres políticos, al panteón nacional del olvido político. Tal vez los entierren con un tubito y un hilo, atado a una campanita afuera, por si sufrieran una muerte catatónica. En ese estado biológico se produce una aparente muerte, debido a la inmovilidad, la no apariencia de signos vitales, mudez, tiesura o rigidez muscular, cuerpos sin reacción alguna, pero con conciencia, lo que en algún momento los puede hacer reaccionar. Y allí, en el sarcófago, bajo tierra, con el hilito pueden mover y hacer sonar la campana, con lo cual podrían exclamar sus seguidores… “Los salvó la campana…!!!”

Orígenes y significado del 1° de mayo

El próximo jueves 04 de mayo del 2023, a las 2:00 p.m, en el marco del ciclo: “Costa Rica: historia, cultura y democracia», se llevará a cabo el conversatorio: “Orígenes y significado del 1° de mayo”, con la participación del historiador Vladimir de la Cruz.

Dicha actividad es organizada por la Benemérita Biblioteca Nacional, la Escuela de Estudios Generales, UCR y el Instituto de Formación y Estudios en Democracia (IFED), y se transmitirá por el Facebook del Tribunal Supremo de Elecciones.

1 de Mayo en Costa Rica

SURCOS comparte este documento formativo enviado a SURCOS por el historiador Vladimir de la Cruz. Hace referencia al centenario celebrado hace una década.

Centenario del 1 de mayo en Costa Rica 1913-2013
Día Internacional de la Clase Trabajadora.
Raíces y significado de su acontecimiento.

Doble significado costarricense del Primero Mayo

El 1 de mayo en Cota Rica tiene un doble significado, el de la rendición del filibustero William Walker, en 1857, que después de dos años de guerra en Centroamérica vio frustrada su acción militar, con el propósito de anexar estos territorios a los intereses sureños de los Estados Unidos, y de someter a los pueblos centroamericanos en mano de obra esclava de esos Estados.

La gesta heroica de esta epopeya  estuvo a cargo del Ejército Nacional de Costa Rica, su Presidente Juan Rafael Mora Porras y el General José María Cañas Escamilla, con el concurso, especialmente en la Segunda Campaña militar, después de la Batalla de Rivas, de fuerzas militares de centroamérica.

A pesar de ello Walker no acabó con sus anhelos expansionistas y esclavistas. Intenta de nuevo en 1860 reanudar sus objetivos y fue capturado en Honduras donde fue fusilado.

Igualmente, se celebra desde 1913 el Día Internacional de la Clase Trabajadora y de los trabajadores costarricenses, que recuerda la gesta heroica de 1886 de los trabajadores de Chicago con su gran huelga que impuso la jornada de 8 horas de trabajo máximo diario.

¿Qué origina al 1 de mayo como día internacional de los trabajadores?

Durante el Siglo XIX, con el desarrollo del industrialismo y de la segunda Revolución Industrial, los trabajadores fabriles, proletarios, de las ciudades, irrumpieron como actores sociales, preocupándose por su situación socioeconómica y laboral, desarrollando luchas para llamar la atención por las pésimas condiciones de vida y de trabajo, y luchando contra ellas, enviando cartas a los Parlamentos, que originó los movimientos cartistas, destruyendo máquinas cuando consideraron que eran las causantes de sus explotación y malas condiciones de existencia, originando los movimientos ludistas, impulsando a nivel de productores y trabajadores los primeros movimientos cooperativistas, así como proponiendo salidas utopistas, y luego surgiendo los movimientos socialistas de diversos tipos, anarquistas y los comunistas a partir de 1848 para distinguirse de aquellos.

Las condiciones de trabajo extensas, que cubrían hombres, mujeres y niños, jóvenes y ancianos, eran brutales e inhumanas. Luchas contra el trabajo de niños limpiadores de chimeneas empezaron a darse así como las que se orientaron a disminuir la jornada de trabajo, que literalmente no tenía límites, siendo muchas de ellas hasta de 20 horas diarias, como lo llegaron a ser en algunas panaderías en Costa Rica en 1920. Eran luchas también orientadas a mejorar las condiciones de vida y de trabajo en los centros fabriles. Igualmente, luchas orientadas a obtener legislación laboral que protegiera a los trabajadores en su condición.

Estas luchas se daban en Europa, en los Estados Unidos y en otros países.

Las que se orientaban más políticamente luchaban por cambiar el orden social capitalista, el orden político, la explotación económica y social y enfrentaban, sin despreciarlas, la viejas prácticas de lucha de los trabajadores en sus concepciones ludistas o cartistas.

A finales de la década de 1830 la jornada de 12 y 10 horas de trabajo se había empezado a obtener y en Massachusetts lograron por primera vez la jornada de 8 horas, generalizándose el sistema a los astilleros a principios de los 50. En Melbourne, Australia, los obreros de las explotaciones de oro obtuvieron la jornada de 8 horas, jornada que se hizo obligatoria en Australia en 1885 para mujeres y niños. En 1850 en New York los carpinteros llevan a cabo una huelga por la jornada de 8 horas. Durante 1851-52, en Filadelfia, operó una organización en pro de la jornada de 8 horas.

Desde 1860 se constituyeron en Estados Unidos las Ligas de las 8 horas, organizadas por Ira Steward, llamado «El padre de las ocho horas». En 1866 se habían constituido organizaciones en todo Estados Unidos que luchaban por las 8 horas. En apoyo de esta demanda también se desarrolló la prensa y algunos sindicatos.

Este mismo año en el Congreso de Ginebra, de la Asociación Internacional de Trabajadores, Primera Internacional, fundada por Carlos Marx en 1864, resolvía agitar en todo el mundo la demanda de las ocho horas de trabajo. La Internacional se organizó en respuesta al carácter internacional del capitalismo y su clase social dirigente, de modo que de esa manera también se pudieran articular luchas unitarias internacionales de la clase obrera, por la liberación mundial de la explotación capitalista mundial.

En 1867, en los Estados Unidos, en el Congreso de los Trabajadores del Este, celebrado en Chicago, discuten ardientemente la reducción de la jornada a 8 horas, destacándose nuevamente Ira Steward.

También el 1º de mayo de 1867 se celebraron en Chicago varias manifestaciones, de grandes proporciones por la jornada de 8 horas.

En 1869 se fundó en Filadelfia la «Noble Orden de los Caballeros del Trabajo», influida e inspirada por los anarquistas. La Orden de los Caballeros del Trabajo hasta la fundación de la Federación de los Trabajadores de los Estados Unidos y Canadá, en 1881, dirigió las principales acciones de masas y al movimiento obrero norteamericano

En 1881 se constituyó en Pittsburg la American Federation Labor (AFL) que agrupó trabajadores de los Estados Unidos y el Canadá. En su Congreso constitutivo exigió el cumplimiento de la jornada de 8 horas en obras públicas. En 1882, en su segundo congreso, realizado en Cleveland, la delegación obrera de Chicago propuso extender el beneficio de la jornada de 8 horas a todos los trabajadores sin distinción de sexo, edad u oficio.

¿Por que se  escogió el 1 de mayo?

Los  Congresos Obreros de la AFL de 1881, 1882, 1883 y 1884 se pronunciaron de igual manera, preparando para el 1 de mayo de 1886 una gran huelga en todos los Estados Unidos para que ese día, que se discutían los contratos de trabajo anuales, en todas partes se tuviera como consigna única la jornada de 8 horas de trabajo.

Desde finales de 1885 hasta mayo de 1886 se pusieron en movimiento, en estado de huelga, más de 600.000 trabajadores que logran el 1 de mayo en un 80% obtener la jornada de 8 horas.

Unos días después, en Chicago se produjo un incidente con la policía que da origen a la captura de los líderes de la huelga, miembros, principalmente, de la Orden de los Caballeros del Trabajo, a quienes les siguen un juicio que los condena a la pena de muerte. Unos años más tarde la Corte de Justicia de Illinois reconoció la falsedad de este proceso judicial.

En 1889 el movimiento obrero de los Estados Unidos de nuevo reanuda la lucha para que el 1 de mayo de 1890 se movilicen los trabajadores para obtener la jornada de 8 horas, allí donde no se había obtenido.

Mientras, en 1889 en Europa los movimientos socialistas y anarquistas continuaban en esta lucha. Un Congreso Socialista en París, ese año, toma el acuerdo de sumarse a la lucha y declarar  a perpetuidad esta jornada cada primero de mayo, a partir de 1890, para que cada año los trabajadores movilizados, en lucha, hicieran un balance de las luchas transcurridas y logros obtenidos, y propusieran para el año venidero una plataforma de metas a obtener, estableciéndose desde entonces esta fecha, con estos contenidos políticos, como día internacional de lucha, no de fiesta.

Desde entonces empezó a generalizarse por los trabajadores, en los distintos, países esta fecha de organización, movilización y lucha.

¿Qué hace posible que se celebra en Costa Rica?

Primero, un desarrollo de la clase trabajadora, obrera y artesanal que se reconocía a sí mismo como tal, desde el último tercio del siglo XIX. Obreros, Artesanos y Trabajadores eran los adjetivos con los cuales las personas así mismas con orgullo y dignidad se distinguían. Era la época en que la sociedad costarricense empezaba a diferenciarse social y económicamente en el plano de la conciencia. Frente a estos, la clase política gobernante y dominante económicamente empezaba a ser llamada Levitas y el Olimpo. Los sectores populares, Chaquetas, Descalzos y Descamisados. Era en esencia el reconocimiento de una sociedad dividida en clases.

Segundo, durante la segunda mitad del siglo XIX, surgen sociedades mutualistas, de socorros mutuos y de mutuo auxilio, dominantes ellas hasta 1901, donde podían agruparse de una manera poli clasista trabajadores, obreros, artesanos, estudiantes, mujeres y patronos con la finalidad de ayudarse económicamente, mediante unfondo que reunían con cuotas, en determinadas situaciones, debido a la ausencia de seguridad social y leyes laborales protectoras.

Hacia 1873, el sacerdote Francisco Calvo, Capellán del Ejército Nacional durante la Campaña contra los filibusteros, fundador de la Masonería costarricense en 1865, impulsa la creación de Sociedades de Trabajadores, Sociedades de Artesanos y Sociedades de Obreras, con un contenido clasista afirmando la división social existente. Aunque por sus objetivos estas sociedades estaban dentro del mutualismo, su organización clasista era la antesala de los Sindicatos y Ligas de Obreros que a partir de 1901, con los cambios industriales que sufre la sociedad costarricense, va a operar en la organización laboral.

Tercero, desde inicios de la década de 1870 empezaron a darse luchas de trabajadores defendiendo sus derechos laborales, como fue la huelga de telegrafistas.

Durante esta década hasta 1884 se lleva a cabo la construcción del ferrocarril al Atlántico donde fueron traídos trabajadores migrantes negros, primero de Panamá y luego de Jamaica, italianos y chinos.

En su construcción el incumplimiento de los contratos laborales produjo que estos grupos sociales llevaran a cabo levantamientos  laborales, de resistencia y una gran huelga de italianos, que generó movimientos de solidaridad en las ciudades de Cartago y San José.

Resultado de la construcción del  ferrocarril  se amplió el marco de las inversiones extranjeras originando las explotaciones agrícolas de banano, de minería en Abangares  y Tilarán, el desarrollo de las actividades eléctricas desde 1880 y el inicio de la iluminación pública de San José en 1884, y en 1896 de Cartago, Alajuela y Heredia, el desarrollo del industrialismo y del capitalismo urbano a finales del siglo XIX, con industrias cerveceras, de refrescos, jabonerías, tipografías, la construcción de grandes edificios Como el Teatro Nacional o la entonces Penitenciaría Central, el Edificio de Correos en San José y Heredia, la construcción de los barrios Aranjuez y Amón entre 1890 y 1912, generando una explosión de nuevos empleos urbanos, asalariados, también el desarrollo desde 1880 del Mercado Central, que potenciaba el trabajo agrícola, y las actividades portuarias en Limón, la construcción del malecón, los talleres del ferrocarril.

Todo esto provocó un cambio muy importante en la organización empresarial que dio origen a las medianas y grandes empresas, desapareciendo muchos pequeños  talleres artesanales, y obligando también a la transformación y desaparición de las sociedades mutualistas y de trabajadores y hacer surgir Ligas de Obreros y Sindicatos tal y como ahora existen, y con ellas el planteamiento de los nuevos problemas de demandas laborales, donde empiezan resaltar los salarios, las jornadas, el ambiente laboral y los problemas sociales de los trabajadores, como su vivienda y los vicios que los afectan como sus preocupaciones.

Durante la década de 1890-1900 se producen huelgas en la incipiente actividad bananera, una inmensa de más de 5000 españoles y otras intensas en el Valle Central y en Puntarenas y el Golfo de Nicoya, con distintos sectores involucrados.

A principios del siglo XX, en 1901 y 1903 huelgas de panaderos, dirigidos por el español Juan Vera, de orientación anarquista, mueven el país, y dan nuevas pautas de organización y lucha, provocando huelgas en toda la rama de producción, enseñando la unidad de acción sindical, huelgas reprimidas, y sus dirigentes expulsados del país. Su efecto político, la prohibición de la circulación por el correo de literatura anarquista, socialista y comunista por el correo. Su efecto organizativo fue el impulso a la creación en 1905 de la primera Federación de Trabajadores de san José y seguidamente en las provincias hasta 1910, lográndose así nuevos niveles de organización y de lucha.

En la primera década del siglo XX de nuevo se intensifican las huelgas, produciéndose un gran movimiento huelguístico entre 1907 y 1911 en distintas partes del país.

Cuarto, la Iglesia Católica con su Encíclica Rerum Novarum había emergido al mundo social y obrero. El Obispo de Costa Rica, Monseñor Bernardo Augusto Thiel, vinculado a la masonería, con base a la Encíclica había provocado un pronunciamiento social, su Carta Pastoral No. 30,  a favor de la organización sindical, la huelga y la mejora de los salarios, que ocasiona un conflicto con el Gobierno y  da origen al desarrollo de las corrientes socialcristianas en el país, que encuentra eco en un grupo de ciudadanos que impulsan el Partido Unión Católica, ilegalizado en 1898, y en 1901 impulsan el periódico La Justicia Social, y uno de ellos, Jorge Volio Jiménez, evoluciona más tarde a la fundación del partido Reformista en 1923, que hasta 1928 se proclamó como un partido de la plebe y eligió un diputado obrero, Julio Padilla.

Quinto, desde finales del siglo XIX con el desarrollo de los partidos políticos en el país surgen agrupaciones orientadas a representar los intereses de las clases trabajadoras. Así, el Partido de Obreros y Artesanos en 1886, el Independiente Demócrata en 1893, los Partidos Obreros de las ciudades de Grecia, Limón y San José en 1913. Los primeros provocaron que los partidos oligárquicos impulsaran como parte de su organización las Secciones de Trabajadores, de Artesanos y de Obreros de cada partido con al fin de atraer a sus filas a estos ciudadanos. La Presencia de martí y su seccional costarricense del Partido Revolucionario Cubano fue también un instrumento de agitación obrera.

Predominaba en la época una concepción parlamentarista que consideraba que la presencia de trabajadores en el Congreso podía impulsar la gestación y aprobación  de leyes y con ellas la mejoría social de las clases trabajadoras, sin  ningún propósito de llevar a los trabajadores al poder, al gobierno. Un partido de estos eligió un diputado, un obrero, de apellido Gólcher. Era una lucha muy limitada pero predominó hasta 1919 cuando el Dr. Aniceto Montero con su Partido Socialista empezó a agitar la idea de los trabajadores al Poder y de establecer, al estilo de la joven Revolución Rusa, una Dictadura del proletariado.

Sexto, una prensa social desarrollada desde 1886 hasta 1914, con más de 100 periódicos que tratan problemas sociales, de dificultades de los trabajadores, especialmente Hoja Obrera, entre 1909 y 1914, que discute sobre el partido Obrero, con objetivos más clasistas.

¿Cual es la importancia de la prensa social y obrera? En ese momento agitar y discutir sobre las condiciones sociales de los trabajadores costarricenses.

Más adelante, van a plantearse tres objetivos políticos, agitar y debatir problemas, movilizar y organizar trabajadores, en la solución de esos problemas y organizarlos políticamente en los sindicatos y más tarde en partidos obreros o de trabajadores. Hoja Obrera cumplía en cierto modo ese papel.

No hubo un movimiento aglutinador en un solo periódico como sucedió con ISKRA en la Revolución Rusa para unificar los intereses de todos los trabajadores en sus objetivos políticos de lucha.

Sétimo, el surgimiento del imperialismo como fenómeno económico del desarrollo de la sociedad capitalista, que en Costa Rica empieza a manifestarse en 1901 cuando provoca  que un grupo de cafetaleros nacionales que habían invertido en banano chocaran con la United Fruit Company, que había surgido en 1899, y levantan banderas anti imperialistas de rechazo de cláusulas contractuales con esta empresa. En el período 1906-1910 el diputado Ricardo Jiménez Oreamuno hace incendiarios discursos contra esta Compañía y la presencia imperialista “que nos carcome».

Octavo, las relaciones internacionales que poco a poco empezaba a tener el movimiento obrero nacional. Así por ejemplo, trataron de traer a Costa Rica a Pablo Iglesias, el líder obrero español aprovechando una gira que hacía a Sur América, vínculos con Luis Emilio Recabarren líder obrero y socialista chileno, relaciones con el movimiento mutualista y sindical centroamericano que intenta organizar una Confederación obrera Centroamericana en 1911 con un Congreso convocado a ese efecto. Más tarde, en 1919, con Joaquín García Monge representando al movimiento sindical del país se participa en la constitución de la Confederación Obrera Panamericana.

Noveno, el desarrollo de un grupo muy importante de  intelectuales antioligárquicos, con gran sensibilidad social, que empieza a gestarse desde 1890, y adquiere su mayor grado de expresión en 1909 cuando Joaquín García Monge, José María Zeledón Brenes, Omar Dengo, Carmen Lyra, entre otros, fundan el Centro de Estudios Sociales Germinal, algunos de ellos vinculados al anarquismo de los grandes escritores Zolá, los hermanos Reclús o Dovstoievsky, fotos que colgaron en su local, además de usar la bandera roja y negra, símbolo de lucha de los anarquistas y del movimiento obrero, el rojo por la lucha, el negro por los caídos en ella.

Ellos, incluso, durante los días de la Revolución Mexicana se vinculan al Confederación Revolucionaria Obrera de México, CROM, que dirigían los hermanos Flores Magón, anarquistas. Igualmente propician la llegada de antiimperialistas al país como Manuel Ugarte a dar conferencias. El nombre Germinal en recuerdo de las luchas obreras dentro de la Revolución Francesa durante los meses de Germinal y Pradial de 1893.

El Centro Germinal tenía dos objetivos políticos, educar y organizar a los trabajadores, educar con cursos de economía política y sociología política, enseñando como funcionaba la sociedad capitalista y como explotaban en ella a los trabajadores en el capitalismo, y cómo organizarse contra dicha explotación, no en un partido político, sino en en el sindicalismo, por lo que impulsan la fundación de la primera Confederación General de Trabajadores en enero de 1913, que existió hasta 1923, y preparando, para ese año, la convocatoria a la celebración del Primer Primero de Mayo en Costa Rica como día internacional de lucha de los trabajadores, acto muy celebrado durante ese día con distintos actos, movilizaciones y discursos.

Así surgió esta fecha en la vida y en la lucha de los trabajadores costarricenses. Desde entonces se celebra en el país. De excepción pocos años no se realizaron desfiles.

La jornada de 8 horas se estableció en costa Rica en 1920, resultado de una lucha iniciado en el Estado y generalizada durante todo ese año, a distintos sectores, hizo que el gobierno emitiera un decreto en diciembre de 1920 reconociendo la organización sindical, la huelga, aumentado salario y estableciendo la jornada de 8 horas.

Cuando se fundó el Partido Reformista en 1923, en su programa, exigió el cumplimiento de dicha jornada. Igual sucedió  cuando se fundó el Partido Comunista de Costa Rica, en 1933.

En 1943 quedó establecida como parte de la reforma social en el Capítulo de Garantías Sociales que se incorporó ese año a la Constitución Política vigente, que luego la Revolución de 1948 y la Constituyente de 1949 mantuvieron.

Los primeros de mayo no han dejado de ser una expresión de esperanzas y demandas de los trabajadores frente a las diferentes situaciones sociolaborales y económicas que los afecta, de crítica a los gobiernos por sus débiles o ausentes políticas sociales o por el incumplimiento efectivo de la legislación laboral, que hace que los últimos dos ministros de trabajo de la Administración Chinchilla Miranda reconozcan que a más de 300.000 trabajadores no se les pagan los salarios mínimos y otro tanto carece también de los pagos de la  seguridad social.

Durante muchos años esta fecha era conmemorada especialmente por los comunistas, socialistas y la izquierda política. En la década de 1960 el Partido Liberación Nacional, con sus organizaciones sindicales, se sumó a su celebración, lo mismo que las corrientes socialcristianas que empezaron a surgir en esos años.

La división política sindical no permitió marchas unitarias. En 1968 la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica propició esta unidad de acción y en 1969, la misma Federación participó activamente en ese desfile.

Unitariamente los trabajadores no han logrado hacer de esta fecha y conmemoración un verdadero instrumento de lucha, y organización, con una estrategia y táctica clara de objetivos a lograr año a año. Sin embargo, cada año, de nuevo, los trabajadores se expresarán en esta Historia.

Bibliografía básica

Abarca, Carlos.- Luchas populares y organización obrera en Costa Rica 1950-1960. En: Revisa de Ciencias Sociales UCR, No. 15-16

Aguilar, Marielos.- Carlos Luis Fallas, su época y sus luchas. Editorial Porvenir, San José, 1985, p. 272

De la Cruz, Vladimir.- Las luchas sociales en Costa Rica. Editorial Costa Rica. Editorial Universidad de Costa Rica, San Jose, Costa Rica, 1980 , p. 304

De la Cruz, Vladimir.- Los orígenes del movimiento obrero y popular. En:  Historia de Costa Rica, Tomo 7, Producciones Talamanca Verde, La Nación, San José, Costa Rica 2010, p. 123-157

De la Cruz, Vladimir.- Los mártires de Chicago y el 1 de mayo de 1913. Editorial Costa Rica, San José, Costa Rica, 1985, p. 185

De la Cruz, Vladimir.- Editor. El Primero de mayo en Cota Rica. Discursos y poemas. Omar Dengo, José María (Billo) Zeledón y Joaquín García Monge. IESTRA, UNA, Heredia, 1981, p. 28

De la Cruz, Vladimir.- Día Internacional del Trabajador en Costa Rica. Publicado en el periódico La República, columna Pizarrón, el  01 de mayo del 2013, p.18

De la Cruz, Vladimir.- Origen y significado del 1º de Mayo, Publicado en el periódico Al Día, 1º de mayo 1998 p. 6)

De la Cruz, Vladimir.- Tetralogía del 1º de Mayo. Publicado en la columna Pluma en ristre, periódico Al Día 1º de mayo 1998 p. 14

De la Cruz, Vladimir.- Consideraciones sobre el origen, desarrollo y luchas del Movimiento Obrero y Popular Costarricence. Antología de Historia de las Intituciones de Costa Rica, Escuela de Historia, Universidad de Costa Rica, Ciudad Universitaria Rodrigo Facio 1982, p. 21-31

De la Cruz, Vladimir.- En: Libro Pobreza e Historia en Costa Rica. Determinantes estructurales y representaciones sociales del siglo XVII a 1950. Edit. de la UCR, Colección Nueva Historia, 2005, pags. 53-69

De la Cruz, Vladimir.- Tendencias en el movimiento obrero costarricence en el período 1870-1930. En: Antología de Historia de las Instituciones de Costa Rica, Escuela de Historia, Universidad de Costa Rica, Ciudad Universitaria Rodrigo Facio 1982

De la Cruz, Vladimir.- Consideraciones sobre el origen, desarrollo y luchas del Movimiento Obrero y Popular Costarricence. En: la Antología de Historia de las Intituciones de Costa Rica, Escuela de Historia, Universidad de Costa Rica, Ciudad Universitaria Rodrigo Facio 1982, p. 21-31

Oliva, Mario.- El 1 de mayo en Costa Rica 1913 – 1986. Servicios Litográficos Comarfil.

¿Debe estar Taiwán en el SICA?

El primer ministro de Belice, John Briceno, y la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, firman un acuerdo de cooperación técnica durante la visita de Tsai el 3 de abril de 2023

Fundamentos históricos y prácticos

Vladimir de la Cruz de Lemos

Los países actualmente denominados centroamericanos, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, remontan una historia común desde los días en que pertenecieron unitariamente a la Capitanía General de Guatemala, dentro del Virreinato de Nueva España, durante el período de dominación colonial española, hasta los días en que declararon la Independencia en los meses de septiembre y octubre de 1821.

El impulso inicial al declarar la Independencia fue agregarse al Imperio mexicano de Agustín de Iturbide, lo que resultó un fiasco por la muerte misma de Iturbide y la desintegración de ese intento de constituir un imperio.

En ese escenario, siguiendo la misma Declaratoria de Independencia de Guatemala, se convocó al Congreso Constituyente Centroamericano, que terminó impulsando, primero, las Provincias Unidas de Centroamérica y, unos meses después, la República Federal de Centro América, proceso histórico que funcionó desde 1824 hasta 1838, con un intento de volver integrarse en 1842, cuando Francisco Morazán gobernó por unos meses Costa Rica. Con su fusilamiento en Costa Rica ese sueño se apagó.

En la segunda mitad del siglo XIX hubo intentos integracionistas, que no sumaron más de tres países, y uno grande de Justino Rufino Barrios, presidente de Guatemala, que quiso integrar a la fuerza a los países centroamericanos, muriendo en combate en El Salvador, y con su muerte su proyecto integracionista.

Al amparo de las nuevas políticas internacionales del siglo XX, y bajo el manto de la presencia cada vez más importante de los Estados Unidos en el continente, en el Caribe y en Centroamérica, nuevos esfuerzos se impulsaron en ese afán integracionista, sin buen suceso.

Al término de la Segunda Guerra Mundial y la constitución de las Naciones Unidas en 1945 el escenario de la segunda mitad del siglo XX cambió. Integraciones políticas, militares y económicas regionales empezaron a surgir en distintas partes del mundo.

En América, en 1948, se impulsó la creación de la Organización de Estados Americanos y el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, tratado militar del TIAR, de ese año.

Políticamente en 1951, el 14 de octubre, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, impulsaron la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), que fue presidida por el costarricense Marco Tulio Zeledón.

Con ODECA se hicieron esfuerzos para sentar las bases para una integración económica, social y política de la región, cuando un proceso similar empezaba en Europa.

Los diez años de ODECA fueron fructíferos en temas importantes para la región, como la unificación de las señales de tránsito, de los procesos aduanales, la unificación de los programas educativos. En políticas educativas, además, se impulsó la publicación de los libros de texto ODECA-ROCAP, sumamente criticados en Costa Rica, por el carácter antinacional que tenían, no solo para Costa Rica, sino para toda la región. Igualmente promovió el Convenio sobre el Régimen de Industrias Centroamericanas de Integración, y el Tratado Multilateral de Libre Comercio e Integración Económica Centroamericana, de Tegucigalpa, de 1958, que fueron los antecedentes directos del Tratado General de Integración Económica Centroamericana, suscrito en Managua, el 13 de diciembre de 1960, donde se crea el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

En 1962, reforzando este proceso integracionista, los gobiernos centroamericanos suscribieron la Carta de San Salvador, como un nuevo tratado.

Los años que siguieron fueron críticos para la región centroamericana por los conflictos de guerra, y de guerrillas, que se dieron en Centroamérica, y por los gobiernos militares y antidemocráticos que existían, exceptuando Costa Rica. En 1991, después de los Tratados de Esquipulas, entró en vigor el Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la ODECA, suscrito en la capital hondureña el 13 de diciembre de 1991, creando el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), que representa el marco político e institucional de la integración, que es de los organismos regionales uno de los que mejor ha operado. El SICA actualmente está conformado por Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y la República Dominicana.

Como práctica internacional se ha venido acostumbrando que, en organismos regionales como este, se inviten a países, en condición de Observadores Regionales. Así al SICA fueron invitados en esa condición los Estados Unidos, México, Argentina, Chile, Brasil, Perú, Ecuador, Colombia y Uruguay; y como Observadores Extra Regionales España, China (Taiwán), Alemania, Japón, Australia, Corea del Sur, Francia, Italia, la Santa Sede, el Reino Unido, Unión Europea, Nueva Zelandia, Marruecos, Qatar y Turquía.

Recientemente, se han suscitado problemas con el SICA. El primero, cuando este año asumió la Dirección el Representante de Nicaragua, lo que le correspondía por los acuerdos de rotación al frente de la organización. En Costa Rica se produjo un desacuerdo con el presidente Rodrigo Chaves por parte de sectores políticos, que no estaban de acuerdo en apoyar a Nicaragua por la falta de democracia interna que está evidenciando y por la represión a distintos grupos políticos y opositores. Finalmente, Costa Rica apoyó a Nicaragua al frente del SICA por el siguiente año, siendo esa decisión del poder Ejecutivo, como establece la Constitución y por razones de oportunidad y estratégicas, siendo Nicaragua vecino fronterizo y el paso obligado del comercio hacia Centroamérica.

En este momento, se produce una nueva situación, cuando Nicaragua objeta la presencia de Taiwán como país Observador, y propone que en su lugar sea la República Popular China.

Desde 1964, cuando el General Charles De Gaulle, presidente de Francia, reconoció internacionalmente a la República Popular China y promovió su ingreso en la ONU, como la única República representante del pueblo chino, la situación de Taiwán, que en ese momento jugaba un peso muy importante en ese organismo, se vino al suelo.

Expulsada Taiwán de las Naciones Unidas, rápidamente empezó a perder reconocimientos diplomáticos. Actualmente le quedan una docena de países que la reconocen, entre ellos dos de Centroamérica.

A su vez, la República Popular China avanza en esos reconocimientos. De ellos últimamente el de Nicaragua y el de Honduras. Este es el motivo por el cual Nicaragua hoy presenta la objeción de la presencia de Taiwán en el SICA.

Es lógico que así sea. Si se trata de la representación de la nación china, y del país que mejor la represente, no hay duda de que debe ser la República Popular China la que debe llegar a ocupar esta silla de país Observador en el SICA.

El impacto económico que ha tenido, la República Popular China en la región es cualitativa y cuantitativamente más importante que lo que ha significado Taiwán si tan solo se tratara de esto. Taiwán debe salir del SICA.

Otra discusión que vendrá es el posible ingreso de Rusia como Observador en el SICA, sobre todo por la guerra que se libra en Ucrania. Quizá la situación de Rusia altere la discusión sobre Taiwán, pero no veo que pueda impedirse su salida del SICA.

 

Publicado en https://www.meer.com/es y compartido con SURCOS por el autor.

Los chantajistas del Gobierno y de Zapote

Vladimir de la Cruz

Vladimir de la Cruz

Es claro a toda la ciudadanía que el residente de Zapote actúa constantemente intimidando, amenazando, descalificando, burlándose de la gente, de los periodistas, de los analistas y críticos políticos, de sus opositores. Para ello había montado, como parte de su argucia a las baterías de troles.

Sus poses normales son del bravucón, del presionador, del amenazador, del extorsionista, del que espera controlar comportamientos sin dar posibilidad de elección. Por eso intimida procurando disminuir la autoestima y el valor de sus “contrincantes”, los que él escoge para atacarlos exhibiéndolos de mala forma, y manipulando, de esa manera, sus imágenes públicas, casi reduciéndolas a cosas para tratar de lograr sus propósitos. En esto hay que reconocerle al mandamás de Zapote que es eficaz y eficiente, sabiendo sacar provecho de esas situaciones, que le provocan una imagen pública fuerte, de autoridad necesaria que faltaba en el país, y bastante simpatía en las encuestas, cuando en el entorno nacional se ha venido socavando, desde hace mucho tiempo, todo lo que es “político”, la misma democracia y sus instituciones, de modo que el gobernante aprovecha la situación para presentarse como el salvador. Poco falta para que se le vea como el “Amado Líder”. Ya empezaron a soltar sus jaurías políticas en las calles alabando y ladrándole salameramente al líder.

Su intimidación, sus amenazas, su forma de extorsionar a la gente, aparte del temor reverencial que provoca, lo hace sin ofrecer compensaciones positivas. Al contrario, ofrece la violencia, la destrucción moral de su atacado y difamado, por la forma que lo hace, procurando que se actúe de una determinada forma.

Es claro que no ha entendido, hasta hoy, cuál es el papel del gobernante frente a la ciudadanía y frente a los grupos organizados, que no son parte de su argolla. Desconoce lo que es la tolerancia en todo sentido, pero especialmente la tolerancia política, que es la que debe primar en un régimen democrático y con gobernantes democráticos. Y, carece, en ese sentido de esa inteligencia política que debe adornar a cada gobernante.

Los actos del gobierno son por su esencia políticos, realizados o impulsados por el gobernante. No puede un gobernante esperar que todo se le acepte a ciegas, sin lectura de sus propuestas, sin analizar los efectos de las mismas.

Toda la vida política de Costa Rica se ha construido y desarrollado a base de conversaciones políticas, de pactos, de acuerdos, de convencimientos políticos. Desde el Pacto Social Fundamental Interino de Costa Rica o Pacto de Concordia, del 1 de diciembre de 1821, se trazó la idea del Pacto, del Acuerdo, como conceptos para hacer caminar la nación costarricense al momento de la Independencia. Hoy tenemos su resultado enriquecido con 13 Constituciones y una inmensa cantidad de acuerdos y pactos políticos, en las más duras condiciones, que permitieron dar pasos de gigantes. Justamente en estos días podemos recordar algunos de esos Pactos, el de Ochomogo, el de la Embajada de México, el Figueres Ulate, que se firmaron hacer 75 años, que modelaron la Costa Rica actual, surgidos esos acuerdos de las balas, del humo de los fusiles y de los 3000 muertos que cayeron en aquellos difíciles días.

El Presidente de Zapote frente a la ausencia de una guerra como la de 1948, sin contexto de ella, como Don Quijote, ha visto molinos frente a él que debe enfrentar. Dinamitar puentes, ha dicho, y todo lo que se le enfrente y obstaculice en sus propósitos y luchas es lo que amenaza hacer.

En ese afán carece el Presidente de una Dulcinea a su alcance inmediato, y ni siquiera imaginario, a quien le pueda ofrecer sus hazañas gubernativas, que no se ven. Más que una Insula Barataria quizá sueña con su Insula Zapotaria, donde él es el Gobernador nombrado, donde ejerce su gobierno como si fuera el Gerente moderno de ese feudo, en la práctica más asimilado en el ejercicio gubernativo a Sancho Panza que al propio don Quijote.

Pues bien, nuestro gobernador de Zapotaria, ha propuesto, junto con sus escuderos parlamentarios un chantaje, una extorsión, una amenaza a los diputados. Ha propuesto en la Comisión de Seguridad del Poder Legislativo que se eliminen las objeciones, que diputados del Frente Amplio han puesto al Proyecto de Ley que tiene que ver con el aumento de jornada a 12 horas diarias, a cambio de aprobar los proyectos de ley que tienen que ver con la seguridad ciudadana, hoy tan amenazada, tan frágil, por las acciones del crimen organizado, por la posible liberación de jefes de bandas criminales en los próximos días.

Estos proyectos de ley no se pueden mezclar porque responden a realidades y valores sociales diferentes. Urge atender la seguridad ciudadana. No urge resolver lo de aumentar las jornadas de trabajo a 12 horas diarias. Con la extensión de las jornadas la inseguridad de la vida de los trabajadores va a aumentar porque estarán en las calles hasta 14 o 16 horas diarias, por el desplazamiento, de ida y vuelta, a sus trabajos, oportunidad ideal para que sean asaltados, secuestrados o asesinados mientras esperan los buses a esas horas de la madrugada o de la noche.

Si el gobierno no atiende la urgencia de la aprobación de la Ley del Crimen Organizado, en las discusiones parlamentarias que inician en mayo, es porque al Gobierno no le interesa, como parece ser, atender el problema de la seguridad ciudadana, porque el miedo y el temor que la inseguridad produce le favorece al gobierno para ejercer su autoritarismo, su militarismo, sus desplantes de acciones gorilescas de la policía sobre la población y periodistas. O, en el peor, y extremo de los casos, porque desde Zapotaria hay coordinación con los líderes de esos grupos delictivos, como hacen los líderes autoritarios en algunos países cercanos, para que sus actuaciones, no del todo reprimidas ni controladas, permitan alentar el ambiente de miedo y de terror, que el gobernante autoritario de Zapotaria usa y aprovecha para ejercer su dominio institucional con temor, con intimidación, como se está ejercitando en el país.

La urgencia en Costa Rica es detener el crimen organizado. Esta es la prioridad nacional en cuanto a las leyes que estarán en discusión a partir de mayo.

La forma en que los representantes del Presidente y el mismo Presidente presionan a los diputados, con el chantaje de la aprobación de los dos proyectos, los coloca en la misma situación de esos líderes criminales delictivos, que de esa forma presionan en las comunidades a ciudadanos, a trabajadores, a pequeños empresarios para pagar peajes o pagar seguridad, para asegurarles su vida o sus bienes.

El chantaje que se está proponiendo a los diputados con el trámite simultáneo de las dos leyes, en la forma que lo quiere hacer el gobierno, es un delito de amenazas, que viola un bien jurídico fundamental, el de la libertad y la intimidad de los diputados en este caso, y el de las personas en general, ya que se atenta contra el normal desarrollo de la vida de las víctimas del crimen organizado y las de sus familiares.

Ese chantaje emocional y político que se impulsa por el Gobierno y sus voceros parlamentarios es una forma inadecuada, irrespetuosa y agresiva de comunicación, como suele hacerlo el Presidente.

Los diputados no deben caer en la trampa, en el engaño del trámite de los dos proyectos de ley, el de seguridad y el de jornadas de 12 horas, como si estuvieran en una balanza. El que cae por su peso, por su importancia, el que debe discutirse separada y exclusivamente es el de la Ley del Crimen Organizado.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

El azar, la suerte, la invocación divina, el Destino, es lo que más juega en estos días

Vladimir de la Cruz

Escribo este artículo sin saber, obviamente, si anoche “salió” el Premio “acumulado” que promueve la Junta de Protección Social, asociado a las ventas ordinarias de los chances y de la lotería, sorteos que se realizan martes, viernes y domingos respectivamente.

El premio adicional de los Chances y de la Lotería nacional, que llaman “Acumulado”, ha desatado un estado de efervescencia, de excitación y agitación que abarca a toda la población.

Que el premio del acumulado ronde los MIL millones de colones rompe los récords de venta y de compra.

A nivel de compra, los consumidores de chances y de la lotería, han roto parámetros. En los puestos de venta oficiales, o bajo su amparo, de la Junta de Protección Social, al abrir los lunes en la mañana, ya se encuentran vendidos los sorteos prácticamente de los chances del martes y del viernes de la semana, e incluso pocos para la lotería del domingo.

Pocos números sueltos quedan en esos puestos de venta. Se dice que el éxito de esa venta “anticipada” se produce, en parte, porque la Junta de Protección Social ha abierto la venta en línea, es decir electrónicamente, lo que favorece a un gran público que puede acudir, por este medio, a comprar sus pedacitos o sus enteros de chances y de lotería.

A nivel de venta, entiendo que la Junta de Protección Social se ha visto obligada a lanzar al juego una tercera emisión de billetes. En la compra de calle, los vendedores y revendedores, de chances y lotería, desatan y se aprovechan de la especulación de precios de venta, incluso algunos de los vendedores que están en los sitios aledaños al edificio de la Junta de Protección Social, sin control eficaz de esa institución Benemérita.

El “acumulado” es proporcionalmente más barato de comprar, en sus unidades de “chances” o “lotería”, que lo que cuestan las unidades o pedacitos, o enteros, de la Lotería del Premio Mayor de Navidad, cuyo Premio Mayor es de 1600 millones de colones por entero, de 40 unidades que, proporcionalmente, por este bajo precio de venta con vistas al acumulado, por unidad o enteros, da más posibilidad de obtener un mayor premio, en caso de salir favorecido, con el resultado que paga el “acumulado”.

En el sorteo de Navidad, una fracción produce una ganancia, de 40 millones de colones. En el momento actual, una fracción de chances o lotería, en caso de salir favorecido, produce un premio que ronda entre los 50 y 100 millones de colones, y el precio de compra del chance o de la lotería, es muchísimo más bajo y accesible al gran público, que lo que valen los pedacitos de lotería del premio navideño.

En el caso de los ludópatas, las personas que tienen el impulso patológico, a modo de enfermedad, de no resistir el atractivo que les provoca el alto premio, que sienten que no pueden dejar de jugar, que se sienten compelidos a hacerlo, y que compran chances y lotería por adicción a los juegos semanales y dominicales, estos días deben ser de gran intensidad y estrés. La preocupación de poder adquirir números sueltos o enteros, de asegurar el dinero de compra, a cualquier precio que sea, y de comerse la uñas al momento que están pasando en vivo el resultado de los chances o de la lotería, debe ser de tremenda angustia, y de satisfacción, si se ven favorecidos por el resultado.

Los ludópatas que no salen favorecidos probablemente aumentan sus cambios de conducta en su irritabilidad, agresividad, incluso doméstica, su capacidad comunicativa, y en sus emociones. Conozco una persona que cuando perdía su equipo de fútbol preferido, cuando llegaba al trabajo los lunes era insoportable. Con los chances y la lotería sucede igual.

El “chance”, como lo llama la Junta de Protección Social, es curiosamente la oportunidad o posibilidad de conseguir algo, en este caso el premio del dinero que se sortea. “Chance” como se titula el juego está bien denominado. La Junta de Protección Social vende oportunidades de salir ganador.

La Lotería es un juego donde se ofrecen premios. Se le llama “sorteo” por la “suerte” de salir favorecido que está contenida en el juego.

En ambos juegos, los chances y la lotería, se venden “billetes” que constan de cinco unidades, o por unidad. De esos billetes hay dos emisiones normalmente. Pueden emitir varias. Lo corriente es que sean dos, que a los efectos de venta los llaman “gemelos”, cada tira de billetes, de cinco números cada una, en estos sorteos ordinarios semanales. En el sorteo extraordinario de navidad alcanzan a cinco las emisiones. Con motivo de esta efervescencia, la Junta de Protección Social está lanzando “trillizos”, tres emisiones de una misma serie.

El máximo de series que participan en cada juego es 1000, de la 000 a la 999. La Junta de Protección Social define cuántas series pone en juego en cada sorteo. Los números que juegan por serie son cien, del 00 al 99. Si juegan todas las series, la posibilidad de salir ganador del número con mayor premio es UNA entre CIEN MIL posibilidades ¿Es difícil acertar? Sí, es difícil, pero se acierta. Si el número y su serie con el mayor premio no se “pega”, como ha sucedido con el Premio Acumulado, no se lo ganan, la Junta de Protección Social lo mantiene y sobre él sigue creciendo, con lo que le agregan en cada sorteo. Eso es lo que ha provocado la fiebre de compra en estos días, que se mantendrá en crecimiento, en los próximos días, de seguir sin resultar alguien victorioso de ese voluminoso Premio.

El juego de chances y lotería la Junta de Protección Social lo hace públicamente, bajo gran rigurosidad en sus controles. A la vista están las tómbolas donde se depositan los números, las series y los premios que se ofrecen en cada sorteo, las de los premios que se van sacando a medida que van jugando. Los números y las series se mantienen, lo que permite la posibilidad de que se puedan repetir, en un mismo sorteo, lo que ha sucedido.

La Junta de Protección Social, en esta responsabilidad, nunca, que yo sepa, ha tenido un escándalo por algún vicio o fraude que se haya provocado, por lo que goza de gran confianza y seguridad en el manejo de los sorteos y de sus premios. No ha evitado que en el pasado haya habido intentos de falsificación de loterías y chances.

Como juego público, participa el que quiera y el que tenga el dinero para comprar un pedacito del billete o todo el billete, de cinco unidades, de dos o tres emisiones según se ofrezcan, por parte de la Junta de Protección Social.

El lunes me presenté temprano en la mañana, en el puesto oficial de la Junta de Protección Social, donde compro regularmente, a adquirir el número que normalmente juego. Una fila interminable, grande, lenta, porque solo había una persona atendiendo y vendiendo y mucha gente, de distintos estratos sociales, esperando su turno de compra o de cambio de premios, que también se podía hacer. De pronto, la encargada avisaba, a los que estábamos en fila, “ya no hay chances para el martes” … “ya no hay chances para el viernes”. Algunas personas se retiraban de la fila y otros permanecíamos en ella.

Yo estaba a la par de una colega universitaria, ella también pensionada. Compartimos la experiencia de ser compradores de chances y de la lotería. No nos sentíamos ni considerábamos ludópatas por comprar chances y lotería con la frecuencia de sus sorteos.

En mi caso juego chances y lotería desde hace muchos años. Mi abuelo materno, Jacobo de Lemos Rodríguez, en los últimos años de su vida, para ayudarse en sus ingresos y mantener su segunda familia, de varios hijos menores de edad, y menores que yo, quien era su nieto mayor, se había convertido en un “vendedor” de calle de chances y lotería. Mi madre y yo, que lo visitábamos, en Heredia, para almorzar, casi todos los domingos, a finales de década de 1950, y en la década de 1960, hasta su muerte, teníamos que esperarlo hasta alrededor de la una de la tarde, en esa época, cuando ya había terminado de vender su lotería o de devolver lo que le había quedado, para compartir el rato del almuerzo. En mi época infantil y juvenil, y adultos también lo hacíamos, visitábamos a nuestros abuelos. Hoy son los abuelos los que tienen que ir a buscar a los nietos para verlos…

Muchas veces mi abuelo vendía su lotería en compañía de sus hijos mayores, que eran tíos míos, pero menores que yo. Eso me impactaba emocionalmente porque yo no tenía una situación de vida como esa, pero aprendí desde pequeño a valorar a esos “vendedores” de calle, como mi abuelo, y a mis “tíos” menores, de cuyo trabajo dependían ingresos para aliviar sus gastos de familia.

De mi abuelo conservo siempre una imagen agradable, de un ser bondadoso, de pocas palabras, de buena gente, pero sobre todo de una persona cariñosa, honrada, honesta. De su segunda esposa, Rosario Carmona, más gruesa físicamente que mi abuelo, igualmente cariñosa conmigo, siempre expresando una gran simpatía, una risa contagiosa; de voz gruesa, de dichos y frases populares campesinas, era una gran cocinera…

La condición de “vendedor” de chances y lotería de mi abuelito Jacobo nos marcó a mi madre y a mí. Mi madre compraba regularmente chances o lotería. No era de comprar muchos números. Lo era de pedacitos. Excepcionalmente compraba su “entero” y seguía, regularmente, el resultado del sorteo por la radio. Ella, como yo después, compraba sus chances y lotería, seguramente en solidaridad con esas familias que dependían de sus “vendedores”, como mi abuelo Jacobo. Mi querida tía materna Enid juega chances y lotería, de vez en cuando, quizá por las mismas razones.

En la familia De Lemos existía la leyenda familiar, así lo oí, de que el bisabuelo Adolfo de Lemos había “pegado” el premio mayor de la lotería, en dos ocasiones, a principios del siglo XX, cuando tenía un premio de DIEZ MIL COLONES. Igualmente, se decía, que esos dineros se los había ido a gastar a Europa.

Años después, mi abuelita paterna, Carmen de la Cruz, pegó un número, una fracción del Premio Mayor de Navidad, cuando tenía un premio de medio millón de colones, ganándose de esa manera ¢50.000, que se los administró un tío, durante el resto de su vida, sin que le faltara nada de aquel premio, que se le reprodujo con el tiempo.

En 1986, ya casado, me atreví a hacer un esfuerzo enorme de comprar trillizos del Premio Mayor de Navidad. Almorzábamos en casa de mis suegros el día que se jugó el sorteo, al tiempo que se trasmitía. Anunciaron el Premio, el 90 con la serie XXX. Inmediatamente anuncié que había salido favorecido con la serie. Nadie me dio pelota, o no me lo creyeron, ni mi esposa puso atención. Había ganado ¢300.000 (tres cientos mil colones). Ante tan importante silencio, al día siguiente, le dije a mi hijo varón, el mayor, Lautaro, de 13 años, que me acompañara. Lo llevé a la Junta de Protección Social a cambiar el Premio. De allí salimos a La Sabana, donde estaba la agencia de las computadoras Apple o Mac y allí compré mi primera computadora personal. Acababa de salir la MAC SE, que era muy moderna y estaba de moda para hacer trabajos de diagramación de revistas, libros y periódicos. En esos días se me había propuesto hacer y dirigir la Historia General de Costa Rica, que salió publicada en cinco tomos, en 1989. La MAC SE la había conocido por mi querida amiga y compañera de trabajo en la UNA, Odalía Calderón, que también colaboró en la edición de esta Obra. Desde entonces me quedé con las computadoras MAC.

Mi suegra, Marta Lagos Aquino, mujer muy especial que nos ayudó mucho en el cuido y crianza de mis hijos varones, en su etapa infantil, era jugadora de lotería y de chances. No compraba “enteros”. Como mi madre compraba pedacitos. Curiosamente tenía una gran suerte de juego, de posibilidad de pegar algo, especialmente con el número, lo que le permitía con su premio repetir su compra. En un sorteo de Navidad, comprando pedacitos, nos sorprendió a todos. Algo realmente inusitado, raro, sorprendente. Había acertado tres pedacitos, con sus respectivas series, de premios de bajo monto. Tres pedacitos con serie, en el sorteo mayor del año, era realmente asombroso, era casi increíble, pero así sucedió.

He narrado estas experiencias familiares y personales porque son reales y, porque el lunes cuando estaba tratando de comprar algo de chances y lotería para esta semana, se me acercó una persona a decirme que era muy difícil ganar algo. Le conté esta experiencia y se sorprendió. Le dije que efectivamente es difícil pegar o ganar, pero que quien no juega del todo no tiene ninguna oportunidad ni posibilidad de ganar.

La oportunidad y posibilidad de ganar o pegar un premio es simplemente eso, oportunidad o posibilidad. ¿Azar o suerte? Así también puede interpretarse. Esa es la posibilidad de pegar el número o la serie, que ambos pagan, o de los dos juntos, número y serie, que pagan un premio alto en correspondencia a lo que se ha pagado por esos billetes, enteros o pedacitos.

El azar en los chances y la lotería es una casualidad que no es predecible. Es fortuito, inesperado. Es positivo si favorece en el resultado esperado. Es negativo ni no produce nada. Aquí no interviene nada humano ni divino, aunque mucha gente compre chances y lotería depositando su suerte, su azar, su posibilidad y oportunidad, de salir favorecido a una Deidad, a Dios, o a alguna personalidad especial religiosa, o del santoral religioso…

Tampoco juega en los chances, y la lotería, el destino, lo que supondría que ya existe una causa predestinada que provocará el resultado que uno espera, o la existencia de una supuesta fuerza sobrenatural que determina nuestras vidas, a quien habría que agradecerle el Premio obtenido.

Lo que seguramente más pesa, en este momento, para la pasión desatada en la compra de chances y lotería, y de la posibilidad y oportunidad de pegar el Premio Acumulado, es la situación económica difícil que estamos pasando los costarricenses, en la estrechez de los salarios, el congelamiento de los mismos por los próximos cuatro años, en el anuncio de las nuevas plazas con bajos ingresos que se están ofertando en el sector público, en la desocupación y desempleo que alcanza casi el 13% de la población, en la no recuperación de empleos perdidos por la pandemia, que pasa de los 250.000, en el alto costo de la vida, en la extrema pobreza y pobreza que ha aumentado, en la existencia de una población que hoy pasa del 50% en trabajos informales, en el futuro oscuro que ven los jóvenes, donde ha aumentado el suicidio…entre otras razones.

El premio del acumulado, indudablemente, es el atractivo más grande para resolver cualquier problema al menor costo posible… Así se percibe.

Si no hay trabajo, el azar, la suerte, la invocación divina, para superar la crisis y las necesidades básicas no satisfechas, la posibilidad de que el Destino esté a favor de uno juegan en estos días con más fuerza…

¿Cuál es la reforma electoral que más urge?

Vladimir de la Cruz

Se ha anunciado que el Presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias Sánchez, solicitó a la Presidenta del Tribunal Supremo de Elecciones, TSE, Eugenia Zamora, apoyo para promover e impulsar reformas a la legislación electoral nacional con ánimo de fortalecer los sistemas de financiamiento de los partidos políticos, y atender también, entre otros aspectos, lo relacionado con la regulación de las redes sociales en las campañas.

El Presidente legislativo se preocupará de buscar el mecanismo que facilite el mejor trámite rápido a las reformas que corresponda impulsar y aprobar, integrando una Comisión Especial que, de manera exclusiva, atienda el estudio de estas reformas electorales, que comprende, además, el estudio de más de 50 Proyectos de Ley, en trámite legislativo, que tienden a producir reformas en el sistema electoral.

Sugiero que públicamente el Tribunal Supremo de Elecciones, por medio del Instituto de Formación en Democracia, IFED, bajo su potestad, en coordinación con la Presidencia Legislativa, desarrolle, un ciclo de Foros continuos, todos los días de ser necesario, de 4 a 8 p.m., en el Auditorio del Tribunal Supremo de Elecciones, o en la Sala de Jefes de Estado y de Presidentes de la República, de la Asamblea Legislativa, donde con analistas, comentaristas, periodistas del ámbito político, gestores de opinión, representantes de los partidos políticos, de los sindicatos y otras organizaciones sociales interesadas, y los proponentes de los Proyectos de Ley, entre otros, se analicen y discutan esos proyectos, y esas posibles reformas, que se quieren introducir en la legislación electoral, con el propósito de que ese esfuerzo, que se va a realizar, se enriquezca con otras opiniones.

Estos Foros, pueden ser transmitidos por las redes sociales que ya usa el IFED, a las cuales puede añadirse la de la Biblioteca Nacional, que realiza una excelente labor con ese trabajo de divulgación de sus actividades culturales.

Todavía hay tiempo para cualquier modificación de leyes, o de la misma Constitución, que se pueda tramitar para que entre en vigencia a partir de los comicios nacionales del 2026. Queda todo lo restante del año 2023 y todo el año 2024, ya que, en el año 2025, en enero debe estar aprobado el Calendario Electoral de las elecciones que iniciarían en noviembre, de ese año, para concluir en febrero o en abril del 2026. Hay tiempo si se sabe aprovechar y si se pone la voluntad política para actuar.

Se le está dando prioridad, en la antesala de esta discusión, que debe ser nacional, y no solo de un petit comité parlamentario, al aspecto de financiamiento y el manejo de redes.

Si del financiamiento electoral se trata, lanzo un primer dardo. Espero afinar mi puntería.

Lo primero que hay que entender en materia de financiamiento de las campañas electorales a cargo del Estado, es que cuando se aprobó esa legislación, hace ya varias décadas, se hizo con sentido democrático muy certero. Garantizar el financiamiento de los partidos a cargo del presupuesto público, para quitar, del proceso electoral, el control que personas, o pequeños grupos de personas, financiando partidos, los controlaran, o pudieran tener tal nivel de poder en ellos, para imponer los candidatos a su antojo en los distintos órdenes de elección.

Junto al financiamiento electoral nacional se permitió el financiamiento privado, al que se le han metido ciertos candados, pero no se ha prohibido del todo, o no se ha regulado de manera más precisa. Veamos.

El Presupuesto Nacional que se destina al financiamiento electoral de las campañas descansa en el 0.17% del PIB, del período fiscal tras anterior a la campaña electoral. Eso es hoy, y desde hace algunas campañas electorales atrás, un montón de millones de colones. Por eso es que demagógicamente, al filo de cada campaña, se aprueban reformas legales para que ese 0.17% no se aplique todo, y lo rebajan al 0.11%, como se ha venido haciendo. Demagógicamente anuncian esa disminución como un triunfo democrático en el ahorro del gasto público. Aun así es mucho dinero. Cualquier rebaja o corte le debería quedar al TSE para su misión de educar electoralmente en democracia. Hay que entender que la democracia hay que pagarla, y los procesos electorales también. Si no los paga el Estado, a los partidos les pueden llegar fondos no muy sanos, que pueden ser de la narco política, que se está organizando, de grupos mafiosos o de personas que han entendido que con el tipo de financiamiento público, pueden hacer clavos de oro, porque la legislación permite que los partidos contra sus presupuestos de gastos electorales, y préstamos que consiguen, puedan vender bonos con altos descuentos. República Dominicana y Colombia son ejemplos de estas mala influencias en procesos electorales pasados. Todo el dinero que se mueve de los presupuestos que están obligados a presentar todos los partidos políticos, sobre los gastos de su participación en la campaña electoral a la que van, no alcanza ni al 60% de ese 0.11%.

Esto es lo que hay que controlar. ¿Cómo? La fórmula más democrática que yo veo es la siguiente.

1.- Hay que garantizar legalmente que todos los partidos tengan igual acceso al financiamiento electoral público. Actualmente solo tienen acceso los partidos que sacan más del 4% de votos o eligen un diputado. Esto no es nada democrático porque a todos los partidos, que se inscriben, les dan la misma posibilidad de participar, y todos los electores nacionales valen, para todos los partidos, de igual forma. Sin embargo, en la realidad no opera así. Los electores de los partidos que no llegan al 4% de votos, o no eligen un diputado, no se reconocen como iguales en su resultado, castigando a estos partidos con no recibir nada, absolutamente nada, de sus gastos electorales, que también realizan al igual que los partidos que sacan más del 4% de votos o eligen un diputado. Y, el valor económico, de estos votantes, se distribuye entre los votantes de los partidos que sacan el 4% o eligen diputado, dándoles más valor económico cuando desde el origen de la campaña, todos los ciudadanos, todos los electores, teóricamente valen igual.

Si se diera, en posibilidad, para todos los partidos, este financiamiento se resolverían prácticamente todos los problemas que esto causa actualmente.

2.- Si se asegurara este financiamiento, de esta manera, se podría prohibir totalmente cualquier financiamiento privado a los partidos, y no habría posibilidad alguna que puedan endeudarse extraoficialmente porque no se podría justificar ese endeudamiento, ni venta de bonos, porque los partidos tendrían asegurado su financiamiento. Aquí se acabarían los negocios, y negocitos, que se hacen, con estos financiamientos, a los partidos políticos desde el sector privado, y desde los bancos, que prácticamente financian campañas casi completas… a ciertos partidos, o a los que estudian que pueden asegurar, por sus resultados, las inversiones que en ellos hacen, sin importar ya el color o la ideología que se les imputen. Lo que interesa es hacer dinero…con el sobre pago de los bonos de la campaña electoral.

3.- El Tribunal Supremo Electoral puede asegurar el buen uso del dinero que se destine a cada partido, en correspondencia al financiamiento nacional disponible. ¿Cómo? Se abrirían cuentas oficiales, en bancos autorizados, pueden ser todos los del sistema bancario nacional, cuentas bajo estricto control del Tribunal Supremo de Elecciones, que colocará allí los dineros públicos que le correspondan a esos partidos, contra el giro autorizado de los contratos que esos partidos hagan para sus respectivos gastos de la campaña electoral.

Igual que ahora, todos los gastos deben someterse por contratos debidamente hechos, que se presentarían ante del Tribunal supremo de Elecciones, para su respectivo control de legalidad. Si son contratos, por ejemplo, con empresas o medios de comunicación, debidamente inscritos, como se acostumbra, con sus tarifas autorizadas, las empresas tendrían mayor garantía de pago, porque la plata está en las cuentas de los partidos, la que se giraría contra la pauta contratada. Les llegaría el mismo dinero a esas empresas y medios de comunicación al 100% de su valor y no con bonos de posible recuperación, como sucede en muchos casos. Les llegaría, igualmente, dinero seguro a todos los medios, grandes y pequeños, y a los programas de opinión, que también se inscriben en las campañas electorales, favoreciendo de esta manera la democracia informativa y formativa nacional de los ciudadanos. Bien podría establecerse que ese financiamiento publicitario es para divulgar los programas electorales y las calidades de los candidatos. Igual podría regularse la crítica pública entre partidos. Quedaría, prácticamente, por fuera el uso de medios indecorosos, fraudulentos, de troles, y otras especies similares porque no podrían pagarse a cargo del presupuesto público electoral. El partido que hiciere esto podría ser castigado severamente, en lo civil y en lo que penalmente correspondiere.

Si se abriere el portillo del financiamiento privado, en esta fórmula de financiamiento, esos financiamientos privados entrarían obligatoriamente a las cuentas públicas, abiertas por el Tribunal Supremo de Elecciones, bajo la forma de donación, que se sumaría al resto del dinero que en esas cuentas haya del financiamiento que corresponda, sin que generen obligaciones con esos donantes, ni posibilidad de recuperación de dineros, porque lo que no se gaste en la campaña, contra los presupuestos presentados, quedaría a fondo, siempre bajo control del TSE, para las campañas municipales, o para garantizar el uso permanente de instalaciones partidarias en la capital, o en ciudades, donde los partidos puedan mantenerlas en actividad político formativa y organizativa de sus propios cuadros políticos.

4.- ¿Cómo asegurar una distribución equitativa del presupuesto nacional electoral, del 0.17%, o del 0.11%, o del porcentaje que se disponga, para los partidos políticos que van a participar en una elección? En el supuesto que se destine todo, solo para facilitar esta explicación, se procedería así. Todo el presupuesto se divide en dos partes iguales de 50%. La primera mitad se distribuiría entre los partidos políticos que participaron en la campaña pasada y repiten en la nueva campaña electoral, en proporción a los votos que obtuvieron en esa campaña anterior. Con eso aseguran un porcentual de dinero para su campaña. La otra mitad, el otro 50% disponible, se divide en partes iguales proporcionales a todos los partidos que se inscriben para la siguiente campaña. Así, los partidos que repiten aumentan un porcentaje más su disponibilidad de gastos y, los nuevos partidos, los que por primera vez participan, aseguran un gasto electoral, cuyo porcentaje asegurará, sin dudas, la posibilidad de que puedan realizar una mínima campaña electoral decorosa, digna y decente.

5.- La clave de todo este proceso está en las cuentas oficiales que abra el TSE a cada partido, donde se depositará el dinero que les corresponda, contra los contratos de gastos hechos y aprobados por el TSE. En la práctica este trabajo lo hace el TSE cuando acaban las elecciones y se liquidan los gastos para ver si se procedió bien o no. Este proceso evitaría, en mucho, que tesoreros, y personeros de los partidos, puedan verse involucrados en procesos fraudulentos de financiamientos y en posibilidad de verse involucrados en denuncias penales y encarcelamientos como ya ha sucedido.

Esta es una primera opinión mía sobre esta temática. Abramos o iniciemos un debate, una discusión, un análisis sobre esta temática, que ya van a empezar a cuajar entre la Asamblea Legislativa y el Tribunal Supremo de Elecciones. Que se discuta de cara al público, a los ciudadanos, al electorado y a los interesados en los asuntos políticos del Estado, del Gobierno, de la Democracia y de la Democracia Electoral costarricense, que es lo que a todos nos interesa salvo guardar.

Orígenes y significado del Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo

Vladimir de la Cruz

(Conferencia realizada en la Biblioteca Nacional, el miércoles 8 de marzo del 2023, en el Ciclo Historia, Cultura y Democracia organizado por la Benemérita Biblioteca Nacional, la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica y el Instituto de Formación en Democracia del Tribunal Supremo de Elecciones)

Hoy vamos a hablar, a reflexionar, a analizar algunos datos y eventos, a hacer algunos comentarios de la fecha que el 8 de marzo se celebra, desde 1975, por impulso de la Organización de las Naciones Unidas, como Día de la Mujer, y, como Día Internacional de la Mujer, en tanto los 195 países que integran este alto organismo mundial, en sus agendas nacionales, han establecido esta celebración.

Sin embargo, los acontecimientos que tienen que ver con esta fecha, y la forma cómo se celebra, no son solo de la ONU, ni tampoco solo de las sufragistas, las mujeres que recogen la tradición de la lucha por el voto de la mujer. Es el resultado de un proceso ligado a las luchas obreras del siglo XIX, orientadas a lograr mejores condiciones de vida y de trabajo, bajo las condiciones del desarrollo de la Revolución Industrial de aquella época.

Desde mediados del siglo XVIII, con el desarrollo de las máquinas de vapor se avanzó, rápidamente, a transformar las relaciones de producción de aquellos años, preparando el gran desarrollo industrial de todo el siglo XIX, para introducir al mundo, bajo los estandartes de los ideales de la Revolución Francesa y de la Independencia de las 13 colonias inglesas, de los Estados Unidos, en el desarrollo de la sociedad capitalista, caracterizada por sus regímenes republicanos y liberales, y por las nuevas relaciones de producción industrial y de las técnicas innovadoras del maquinismo aplicado a la producción, que descansaba principalmente, a principios del siglo XIX, en el hierro y el carbón mineral, y en la segunda mitad de ese siglo al cobre, el petróleo, la electricidad, la plata, el oro, el zinc, el plomo, que fue muy útil para el desarrollo de la industria tipográfica hasta avanzado el siglo XX. Con ello también se impulsaron las industrias del acero laminado, el hormigón armado, el vidrio.

El industrialismo impulsó la máquina de vapor en barcos y la industria de los ferrocarriles, impulsando las vías de comunicación, internas en los países, y hacia el exterior ampliando los mercados y generando nuevas riquezas.

Todo este proceso se vio favorecido por el desarrollo de los bancos y los centros financieros, que también fue una base muy poderosa para el impulso industrial, la proyección del llamado capital financiero, y el desarrollo de las nuevas relaciones capitalistas internacionales desde finales del siglo XIX.

En general, los metales llamados preciosos fueron la mercancía más codiciada de los países, que como centros industriales empezaron a surgir, algunos de ellos fortaleciendo sus sistemas coloniales para dominar las regiones de materias primas fundamentales para ese proceso industrial al tiempo que, con ese sistema de dominación colonial, garantizaban la explotación humana de forma barata y en las condiciones de una nueva esclavitud moderna, la de la clase obrera. Del mismo modo, esas regiones explotadas por el colonialismo las convertían en áreas de colocación de las materias primas transformadas en productos u objetos de venta caros.

A finales del siglo XIX y principios del siglo XX surgieron, de esa manera, las grandes empresas de ese proceso industrial financiero, las empresas que hacen surgir la sociedad imperialista como una forma desarrollada del capitalismo, los monopolios, los oligopolios, los trusts y los carteles, que de distintas maneras llegan hasta el día de hoy, en las condiciones internacionales de una nueva etapa de la producción mundial, con base en el alto grado de desarrollo de la ciencia, la tecnología y las ciencias informáticas, bajo el manto de la Globalización y de los Tratados de Libre Comercio, procesos que han roto las fronteras, las han ampliado y han impuesto otros modelos de dominación internacional.

A la par de ese proceso industrial se desarrollaron nuevos grupos sociales, especialmente urbanos, los trabajadores fabriles, los de la industria, en todas sus formas, así como los trabajadores del desarrollo urbano, de las ciudades en el siglo XIX, de los nuevos medios de trasporte y de la modernización de puertos.

Las fábricas se convirtieron en la expresión más dura del trabajo, para quienes laboraban en ellas, por las condiciones de trabajo brutales que existían en su interior. Hombres, mujeres y niños tenían pequeñas diferencias en el duro trabajo, en sus jornadas, y grandes diferencias en el pago que recibían. Los niños, por ejemplo, eran usados para limpiar el interior de las chimeneas de las fábricas, sus paredes, de la acumulación de carbón, hollín, cenizas y otros restos tóxicos que quedaban en su interior, materiales que impedían la circulación del aire por las chimeneas. Su trabajo les dañaba seriamente su salud, con diversas enfermedades, e infecciones, y les perjudicaba en su expectativa de vida. La vida de estos niños era infernal. Su trabajo iniciaba entre los tres y cuatro años y duraba hasta los diez o doce, si lograban sobrevivir. Desde 1817 se conocen denuncias en el parlamento inglés sobre estos trabajos. En las fábricas no importaba quien hiciera el trabajo, hombres, mujeres o niños, jóvenes o adultos. En 1833 se prohibió que los menores de 9 años trabajaran en las fábricas y factorías textiles, y en 1842 se aprobó que los menores de 10 años no bajaran a laborar en el interior de las minas.

En el caso de las mujeres, en su condición de trabajadoras, eran obligadas a probar el maltrato físico a que se les sometía, a las condiciones de acoso o abuso laboral y sexual que les imponían, bajo diversas formas de violación. En 1847, con el decreto de “Ten Hours”, en Inglaterra se redujo la jornada prohibiéndose que las mujeres y los niños trabajaran, en cualquier labor, más de 10 horas al día, leyes que en la práctica no se cumplían.

Las condiciones de trabajo, por jornada o a destajo, eran muy precarias, afectando a los trabajadores con enfermedades, accidentes de trabajo, o por su vejez. Los trabajadores no tenían ningún amparo ni protección. No había seguros médicos ni estatales. Los llamados males sociales, como se les decía en Costa Rica, abundaban entre los trabajadores, alcoholismo, prostitución, drogas, malas y pésimas viviendas, “chinchorros” como se les decía a finales del siglo XIX en el Costa Rica, poca educación y un alto porcentaje de analfabetismo.

La exclusión, la discriminación y la marginación social, y los métodos y prácticas de explotación laboral, eran símbolos evidentes en la sociedad industrial y capitalista que empezaba en el siglo XIX. En aquellos años apenas se descansaba laboralmente medio día, o un día a la semana.

Los sistemas republicanos con sus leyes, sin legislación social importante, afirmaban los valores del proceso político y económico que surgía. Dentro de los sistemas republicanos, se exaltaban los Derechos del Hombre y del Ciudadano de la Revolución Francesa, con sus sistemas electorales que excluían y marginaban amplios sectores de la población, entre ellos las mujeres, de cualquier participación y representación política.

Durante la Revolución Francesa la mujer tomó conciencia, por primera vez y de manera colectiva, de su condición y situación social. Marchando hacia Versalles, junto a los hombres, las mujeres parisinas reclamaron la igualdad social bajo el lema «libertad, igualdad y fraternidad». Las mujeres también tomaron conciencia que, en aquel momento, la lucha de clases no contemplaba la lucha de género, esto es, la plena igualdad social de la mujer por la que debían luchar.

Durante la Revolución Francesa se produjeron las primeras peticiones formales de los derechos políticos y de la ciudadanía para la mujer.

Los salarios eran altamente diferenciados en estos grupos sociales, con relación a lo que se pagaba a los hombres por las mismas tareas y la misma jornada de trabajo. Las fábricas eran insalubres, con poca ventilación, oscuras, sucias, lo que producía, al mismo tiempo, un deterioro importante de la salud de los trabajadores.

Estas condiciones de vida y de trabajo, son las que van a impulsar los Seguros Sociales, como una institución orientada a proteger a los trabajadores, como mano de obra, en la salud, a cargo del Estado, a finales del siglo XIX, por el Canciller Otro von Bismark, Ministro entonces de Prusia, considerado el fundador de la Alemania Moderna, para asegurar la reproducción de ellos como trabajadores, señalando que la gente sana trabaja y produce mejor, y puede reproducirse como clase trabajadora.

Dentro de ese proceso de producción y de organización política republicana empezaron a surgir corrientes políticas, ideológicas, con distintos intereses y grados de organización.

En la producción empezaron a desarrollarse, al calor de Roberto Owen, las cooperativas como la forma revolucionaria alternativa, en ese momento, de organizar los factores de la producción, los medios de producción y los factores humanos, los trabajadores y los dueños del capital, para mejorar los procesos productivos y evitar ser aniquilados por el desarrollo de las empresas capitalistas en el mercado de la competencia. Entre las cosas que impuso Owen, en su modelo de trabajo, fueron jornadas de trabajo de 10 horas, lo que se consideraba en Inglaterra un privilegio. En Francia, en la industria de la seda se trabajaba desde las 5 de la mañana hasta las 11 de la noche.

Con el maquinismo, en las fábricas y en el proceso industrial, el trabajo se dividió más y se especializó, debilitando a los trabajadores como grupo social.

Florecieron en el campo político teorías políticas que justificaban el naciente capitalismo industrial del siglo XIX, así como los que lo criticaban. Junto al liberalismo político clásico que venía desde la Revolución Francesa, hasta las distintas corrientes de socialismos utópicos, y a mediados el siglo XIX, el socialismo científico, el socialismo cristiano y el anarquismo fueron también banderas en esos años.

A mediados del siglo XIX se reconocían las siguientes corrientes socialistas: el reaccionario en sus formas de socialismo feudal, socialismo pequeño burgués, el socialismo alemán o verdadero” socialismo, el socialismo burgués o conservador y el socialismo y el comunismo crítico utópico.

Los planteamientos socialistas, entre otros planteamientos, empezaron a agitar la igualdad social, la superación de la división social, la participación electoral de los trabajadores. También, surgió la idea de la toma del poder para los trabajadores.

Los trabajadores empezaron a movilizarse, organizarse y a luchar contra esa explotación social, las malas condiciones de trabajo y de vida, por la higienización de las fábricas, por la seguridad laboral y social.

Especial bandera de lucha durante todo el siglo XIX fue la lucha para rebajar la extensa jornada de trabajo, que podía llegar en algunas ocasiones hasta las 20 horas de trabajo diario. Lo usual eran jornadas que gravitaban entre las 12 y las 16 horas. A mediados del siglo XIX el promedio era de 14 horas diarias en la mayoría de las fábricas.

A la lucha por la reducción de la jornada se ligó la del aumento del salario. Desde entonces, esos han sido los ejes más importantes de las luchas obreras, reducir la jornada y aumentar los salarios. Los patronos y los empresarios, al contrario, su lucha ha sido por disminuir los salarios y aumentar las jornadas.

Aparecieron las organizaciones de defensa de los intereses de clase, de los trabajadores, los sindicatos, las federaciones y confederaciones sindicales, de la mala situación de los trabajadores. A uno de esos movimientos se le llamó cartista por las cartas que enviaban los trabajadores a los diputados y parlamentarios, informándoles de su situación, especialmente entre 1838 y 1848. El cartismo fue un antecedente importante de los sindicatos.

Al surgimiento, en el plano nacional de cada país, luego se impulsaron las organizaciones internacionales, y las movilizaciones internacionales con igual propósito, sobre la consideración de que si las clases industriales y dominantes políticamente, se relacionaban y actuaban solidariamente internacionalmente, así también tenían que hacerlo los trabajadores para la mejor defensa de sus intereses. Una lucha muy importante, en este sentido, como experiencia de lucha y de organización, fue la realización, organizada desde 1890, de los Primeros de Mayo, en recuerdo y solidaridad con los Mártires de Chicago, de 1886, como un día de lucha, de balance de las luchas realizadas en el año trascurrido hasta el primero de mayo, y de plataforma de nuevas luchas a partir de esa fecha.

En este momento, hoy, se está viviendo una situación tensa en este extremo. En algunos países europeos los trabajadores han logrado una jornada semanal de 35 y 36 horas, superando las jornadas de 48 horas semanales, rebajando de esa manera también la jornada diurna de trabajo. En otros países, Costa Rica, es uno de ellos, se trata de imponer un régimen de trabajo de 48 horas semanales divididas en 4 días de 12 horas de trabajo diario y no, como existe oficialmente la jornada, desde 1920, de 8 horas diarias siguiendo la tradición histórica, de las luchas, de los obreros de Chicago de 1886 y 1890, que impusieron esta jornada, que se generalizó en todo el mundo, adoptada por los Convenios Internacionales de la OIT desde 1919. Hoy la OIT también apoya la reducción de las jornadas semanales a 36 y 35 horas, según lo dispongan los países que así lo establezcan.

Durante los días de la Revolución de 1848, en París, las mujeres se sumaron a las luchas populares, junto a los trabajadores de las fábricas, en las barricadas, demandando igualdad de derechos sociales y laborales, y abanderadas de las corrientes del socialismo utópico, enarbolaban la emancipación de la mujer, realizando intensas labores de agitación y propaganda de sus demandas.

A finales del siglo XIX habían surgido nuevas situaciones políticas importantes para los trabajadores en general, como fueron la Comuna de París, de 1871, cuando los trabajadores parisinos dieron una gran batalla, por casi 75 días, que se hicieron del poder, resultado de la miseria y explotación que vivían y contra la cual protestaron y se sublevaron.

Durante los días de la Comuna de París, 1871, en la lucha política que ella significaba de toma del poder para los trabajadores, las mujeres reivindicaron el derecho de voto, el derecho de desempeñar cargos públicos, exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

Otro suceso fue el desarrollo de la Asociación Internacional de Trabajadores, de 1864, conocida como I Internacional, y la II Internacional que le siguió, desde 1889, hasta el inicio de la I Guerra Mundial. Estas organizaciones internacionales fueron originadas por Carlos Marx y Federico Engels, con el propósito de darle unidad internacional a las luchas de los trabajadores por un nuevo régimen social.

Posteriormente, al calor de la Revolución Rusa, impulsada por Lenin, surgió la llamada III Internacional, con el propósito de fortalecer los sindicatos, como instrumentos de lucha de los trabajadores, y de impulsar partidos comunistas, como su máxima expresión de organización para la toma del poder. De los siete Congresos que realizó la III Internacional, en los primeros cuatro se tomaron importantes acuerdos por las luchas de las mujeres, destacándose como tema la “Cuestión de la Mujer”.

En 1938 se creó una nueva organización de este tipo, la IV Internacional, impulsada por León Trotski, un importante líder bolchevique obligado a salir de la Unión Soviética a finales de la década de 1920.

Las luchas obreras y políticas de los trabajadores hicieron que a finales del siglo XIX se empezaran a aprobar leyes que reglamentaban el trabajo de las mujeres y de los niños, especialmente asociadas a la reducción de jornadas e igualdad de salarios.

Las mujeres estaban marginadas de la vida política y social en general. La mujer era considerada más como un objeto que como un ser humano, no podía tomar ciertas decisiones por cuenta propia, puesto que tenía que requerir aval de su esposo, no podía participar de procesos electorales cuando estos sistemas se fueron ampliando a los hombres y trabajadores. A la mujer se le considera más como una ama de casa, una esposa obediente, una mujer que debía cuidar de su familia, de su esposo y de sus hijos debiendo estar a su servicio.

Esta idea se defendió, por parte de la Iglesia Católica, a principios del siglo XX, en Costa Rica, cuando se impulsó la coeducación, de niños y niñas, en el aula escolar. La Iglesia se enfrentó a esa política educativa, diciendo que ese proceso educativo llevaría a la masculinización de las mujeres y a la feminización de los hombres, porque el verdadero sitio de la mujer era cuidar el corazón del hombre. En este sentido, cuando la mujer se fue abriendo camino en labores productivas se destacó su participación en la educación. El impacto de su inserción en el proceso educativo hizo surgir en 1919, en Europa, la Federación Internacional de Mujeres Universitarias.

Desde la Revolución Francesa se habían levantado las banderas por la igualdad de mujer. A la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en 1789, le siguió la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, de 1791, proclamada por Olympe de Gouges, revolucionaria de esos días, filósofa, importante precursora y defensora de los derechos de las mujeres, curiosamente era una Declaración, que en su texto es idéntica a la de 1789, pero que no se le da el vuelo y altura que tiene la de 1789. Es uno de los primeros documentos históricos que propone la emancipación femenina en el sentido de la igualdad de derechos o la equiparación jurídica y legal de las mujeres con relación a los hombres así como el sufragio femenino.

La Declaración, de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, dirigida a las madres, las hijas, las hermanas, representantes de la nación, era contundente. Destacaba, entre otros aspectos, el olvido o el desprecio de los derechos de la mujer como las únicas causas de las desgracias públicas y de la corrupción de los gobiernos, que no reconocían los derechos naturales, inalienables, y sagrados de la mujer.

Entre los Derechos que exalta la Declaración están la igualdad con el hombre, la libertad, la propiedad, la seguridad, y sobre todo, la resistencia a la opresión, que soberanía, la cual reside esencialmente en la Nación, no es más que la reunión de la Mujer y del Hombre, todas las ciudadanas y los ciudadanos deben participar personalmente, o por sus representantes, en su formación: todas las ciudadanas y todos los ciudadanos, siendo iguales ante sus ojos, deben tener el mismo acceso a todas las dignidades, puestos y empleos públicos, según sus capacidades, y sin otras distinciones que aquellas de sus virtudes y sus talentos, que las mujeres tengan libertad de opinión puesto que si tiene el derecho de subir al cadalso; ella debe tener igualmente el derecho de subir a la Tribuna. Se enfatiza que la libre comunicaci6n de pensamientos y de opiniones es uno de los derechos más preciados de la mujer, ya que esta libertad asegura la legitimidad de los padres con los hijos, del mismo modo, el derecho de pedir cuentas, a todo agente público, de su administración.

En el Epílogo de la Declaración se afirma: “Mujer, despierta, el arrebato de la razón se hace escuchar en todo el universo; reconoce tus derechos”.

En el siglo XIX con las organizaciones de trabajadores surgieron las luchas obreras de las mujeres, palmo a palmo, a la par, de igual a igual, sobre la visión de que para alcanzar la igualdad de la mujer había que luchar por una sociedad plenamente igual y justa, sin separar las luchas de las mujeres de las de los hombres, ni de hacer las luchas de las mujeres unas luchas contra los hombres. Este planteamiento lo sostuvo, en la década de 1920, en Costa Rica, Carmen Lyra.

Se conocen huelgas de mujeres, las cigarreras, en España desde 1830, por salarios, por mejores condiciones de trabajo y por la readmisión de mujeres despedidas. La huelga de la Fábrica de Tabacos de la Coruña, en 1857, marca las luchas emancipadoras de la mujer en España. Otros hitos fueron las ebanistas en 1880 y en 1902, las cigarreras de Gijón en 1903, la marcha de más de 20.000 mujeres en Barcelona, el 10 de julio de 1910, encabezada por las pioneras feministas españolas Concepción Arenal, Emilia Pardo Bazán, Ángeles López de Ayala y Rosalía de Castro.

Así, desde 1857, un 8 de marzo, en New York, las mujeres de la industria textil, que eran conocidas como las “garment workers” hicieron una huelga reclamando salarios justos, condiciones laborales más humanas. Fueron brutalmente reprimidas, con un saldo de 120 mujeres fallecidas. Su lucha, por igual salario que los hombres y por condiciones más humanas de trabajo, en ese momento no se logró. Diez años después formaron un sindicato para pelear por sus derechos, considerado el primer sindicato de mujeres.

En 1867, en marzo, se llevó a cabo una huelga de planchadoras de cuellos en New York, que ya estaban sindicalizadas, pidiendo aumento de salarios.

En Inglaterra fueron las mujeres que trabajaban en la industria de cerillos o fósforos, en 1888, quienes protestan contra las malas condiciones de trabajo.

Con el desarrollo de los movimientos y partidos socialistas, y recién fundados partidos comunistas, a principios del siglo XX, las luchas de las mujeres adquirieron una dimensión mayor.

A principios del siglo XX creció la organización sindical de mujeres y el movimiento sufragista, que enfrentaba a los socialistas, en Europa, Estados Unidos y en América Latina. Los socialistas y comunistas comenzaron a demandar protección especial para el trabajo de las mujeres, seguros para las madres y sus hijos, derechos políticos para las mujeres y la defensa de sus intereses.

En los partidos socialistas y comunistas la dicotomía o dialéctica mujer/trabajadora se interiorizaba como parte de su conciencia e ideario político, lo que llevó a apreciar más el papel de los partidos políticos y de la organización política como partidos defensores de la clase trabajadora, y de la mujer trabajadora, como parte de ella, para luchar por sus necesidades. Eso impulsó que otros partidos dentro de sus organizaciones crearon frentes o comités femeninos bajo sus banderas. En Costa Rica diversos partidos políticos desarrollaron, como parte de sus estructuras organizativas, frentes o secretarías femeninas.

A las peticiones laborales se dieron las demandas por legislación del trabajo femenino, contra la prostitución y el trabajo infantil, la demanda por los derechos políticos para las mujeres, la campaña contra la subida del costo de la vida, por un salario para las amas de casa o las trabajadoras domésticas, se empezó a distinguir entre el doble y triple trabajo de la mujer como trabajadoras, esposas y madres.

En Costa Rica desde 1889 se empezó a plantear la necesidad de “reconocer” el voto de la mujer, por iniciativa de quien ejerció la Presidencia de la República, José Joaquín Rodríguez, con motivo del papel de las mujeres en las movilizaciones políticas en defensa del resultado electoral de 1889. Interesante es llamar la atención de que señaló la necesidad de “reconocer” el voto, partiendo de la idea que ese derecho existía y lo tenían las mujeres pero no se les “reconocía”.

En 1903 se fundó en Estados Unidos la Liga Nacional de Mujeres Sindicalistas.

El 8 de marzo de 1908, una marcha de 15.000 mujeres, en New York, exigen aumento de salarios, disminución de las jornadas de trabajo, prohibición del trabajo infantil y derecho al voto.

El 3 de mayo de 1908, en el teatro Garrick, de Chicago, el Partido Socialista de los Estados Unidos, encabezado, en estas luchas, por sus dirigentes Corinne Brown y Gertrude Breslau-Hunt, organizan un acto que llamaron “Día de la Mujer”. En este día, entre otros temas, se agitó la necesidad del sufragio, la lucha contra la esclavitud sexual y la defensa de los derechos laborales de las trabajadoras.

Pocos meses después, el 28 de febrero de 1909 las mujeres socialistas del Partido Socialista de los Estados Unidos, realizaron en New York, una celebración en honor a la huelga de trabajadoras textiles de 1908, reclamando reducción de jornadas, mejores salarios y derecho al voto. Ese 28 de febrero de 1909 se celebró en todos los Estados Unidos. Por iniciativa del Partido Socialista así se siguió celebrando hasta febrero de 1913.

En noviembre de 1909 la huelga de las trabajadoras de la industria de camisas, de New York, dirigida por Clara Lemlich, fue apoyada por la Liga Nacional de Sindicatos de Mujeres. 20.000 mujeres dieron apoyo a las huelguistas, que desde el 28 de setiembre estaban en la lucha, huelga que se extendió, sin éxito, hasta el 15 de febrero de 1910. El incumplimiento de lo pactado, se dijo, había sido la causa del incendio del 25 de marzo de 1911, que produjo 146 fallecidas.

Al mismo tiempo, la II Internacional Socialista, que había sido fundada por Carlos Marx, con gran número de sindicatos y partidos obreros ya existentes, reunida en Dinamarca, en Copenhague, en 1910, con participación de más de 100 delegadas, de 17 países, principalmente europeos, proclamó el Día de la Mujer, con un carácter internacional.

En esta Conferencia de Mujeres Socialistas la dirigente comunista Clara Zetkin propuso que se estableciera el 8 de marzo, como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, con el objetivo de promover y exaltar la lucha de las mujeres por sus derechos, qué se venía dando, y para contribuir a conseguir el sufragio femenino universal.

En esta Conferencia se destacaron, en igual sentido, otras dirigentes comunistas como fueron Rosa Luxemburgo, Alexandra Kolontai, la esposa de Lenin, Nadezhda Krupskaya y la francesa Inessa Armand.

En 1911 empezó a celebrarse el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Ese año se celebró el 19 de marzo en Alemania, Austria, Dinamarca, Suiza y Prusia, donde se movilizaron casi dos millones de personas bajo las demandas del derecho de voto, el de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, el derecho a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

El 25 de marzo de 1911 en la fábrica de camisas de New York, Triangle Shirtwaist, se produjo un incendio que provocó la muerte de 146 mujeres, y de 71 mujeres heridas, la mayoría eran migrantes. El incendió, que conmocionó a los Estados Unidos, provocó modificaciones en las leyes laborales de ese país.

Con motivo de la crisis europea de 1913 y 1914, en vísperas de la I Guerra Mundial, las mujeres de Rusia, en 1913, realizaron la celebración de esta fecha y, en 1914, de nuevo en Rusia, Suecia y Alemania se celebró esta fecha, el 8 de marzo, protestando contra la guerra y por la paz, reivindicando también los derechos de las mujeres. Las demandas que se agitaban eran contra la guerra, el militarismo, la paz y el derecho al sufragio.

En 1915, en Dinamarca, se realizaron movilizaciones de mujeres contra la Primera Guerra Mundial.

En 1917, ante la nueva situación política que se producía en Rusia, las mujeres impulsadas por el Partido Comunista, Bolchevique, el último domingo de febrero, el 23, de acuerdo con el viejo Calendario Juliano, correspondiendo con el Calendario Gregoriano al 8 de marzo, se lanzaron a las calles, en huelga, demandando “pan y paz”, dos de las consignas políticas que Lenin agitaba, por la situación de hambre que había y por la muerte de más de dos millones de soldados rusos, innecesariamente enviados a la guerra.

En febrero de 1917 se produjo en Rusia un momento político que se conoció como la Revolución de Febrero, impulsada por los comunistas bolcheviques, que marcó decisoriamente los pasos que siguieron hasta octubre cuando finalmente triunfaron. En estos días del mes de febrero dada la intensidad de luchas sociales y política el Zar abdica y se integra un Gobierno Provisional.

El 23 de febrero, o el 8 de marzo, según estos calendarios de 1917, se llevaron a cabo una serie de actos y manifestaciones con el motivo del Día Internacional de la Mujer, momento que aprovechó Lenin para proclamar este día en su dimensión internacional con que se siguió celebrando.

Ese 8 de marzo de 1917, según León Trotski, fue el “día de las obreras, una fecha memorable en la historia. Ese día las mujeres rusas levantaron la antorcha de la revolución”.

En la Constitución Política de Rusia, y en la de la Unión Soviética, desde su primera Constitución, se estableció el derecho al sufragio y otros derechos de las mujeres.

En 1921, se realiza, en Moscú, la Conferencia de las Mujeres Comunistas que acuerda instituir el 8 de Marzo como Día de la Mujer Comunista. Esta fecha tendrá un gran auge en la Rusia soviética y en el resto de los países del socialismo real, que surgieron con la constitución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y luego con los países que surgieron con carácter socialista al terminar la II Guerra Mundial.

La dirigente comunista Alejandra Kolontai, como parte de esas luchas, y como Comisaria del Pueblo, en la Revolución Rusa, logró que se aprobara en Rusia el voto para la mujer, que el divorcio fuera legal lo mismo que la interrupción del embarazo, y que se estableciera el 8 de marzo como fiesta nacional oficial de la Unión Soviética, desde 1922. En China ese mismo año se comenzó a celebrar.

Con el desarrollo de los partidos comunistas, a partir de la III Internacional, en 1919, se estimuló esta celebración en aquellos países donde habían partidos comunistas, al principio como una fecha que solo la celebraban y recordaban los comunistas y socialistas en general. A partir de esta proclamación del Día Internacional de la Mujer, por Lenin, los partidos comunistas empezaron a convocar esta celebración, que durante muchos años solo ellos la convocaban.

Durante el período de la II Guerra Mundial, 1939-1945, con el desarrollo del nazifascismo en Europa, estas celebraciones del Día Internacional de la Mujer, se paralizaron. Durante ese período sobresalió la alianza internacional contra el nazifascismo y la lucha por la paz.

Después de la II Guerra Mundial, con la Federación Democrática Internacional de Mujeres, impulsada por el movimiento comunista internacional, se retoma la celebración del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer.

Al sobrevenir la derrota del nazifascismo, en 1945, cuando se constituyó la organización de las Naciones Unidas, con nuevos países socialistas, además de la URSS, se empezó a dar la lucha en el interior de las Naciones Unidas para que se reconociera esta fecha dentro de celebraciones internacionales. Así, en 1975, la ONU empezó a conmemorar esta fecha como Día Internacional de la Mujer, mismo año que la ONU, denominó Año Internacional de la Mujer.

En 1977 la ONU proclamó esta fecha, el 8 de marzo, como como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional, con lo cual también se oficializó para los países integrantes de la ONU, que la fueron estableciendo como parte de sus celebraciones nacionales. Los Estados Unidos celebra y reconoce este día desde 1994.

En 1985, las Naciones Unidas, en la Declaración y Plataforma de Beijing, impulsó una hoja de ruta, que aprobaron 189 gobiernos en ese momento, para materializar los derechos de las mujeres.

En el año 2011 se celebró el Centenario del Día Internacional de la Mujer. También comenzó a operar la Entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer, organización conocida como ONU Mujeres.

En el 2014 la 58 Sesión de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW58), que es la reunión anual de Estados para abordar cuestiones relativas a igualdad de género, se centró en los «Desafíos y logros en la aplicación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para las mujeres y las niñas».

En el 2015, la ONU, celebró este día Día Internacional de la Mujer bajo el llamado de «Empoderando a las Mujeres, empoderando a la Humanidad: ¡Imagínalo!» 

En el 2020, la ONU, llamó a la movilización para lograr la igualdad de género.

Los orígenes del Día Internacional de la Mujer están ligados a los partidos socialistas de Estados Unidos y Europa, en particular al protagonismo de las mujeres del Partido Socialista Norteamericano que, desde 1908, instauraron unas jornadas de reflexión y acción denominadas Woman’s Day.

La historia del 8 de marzo se mezcla por situaciones y hechos que muestran un escenario más complejo y rico en acontecimientos marcados por la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la lucha por el sufragio femenino, las pugnas entre socialistas y sufragistas, y el creciente auge del sindicalismo femenino durante las primeras décadas del siglo XX en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica, por la luchan por la paz y contra el militarismo.

El Día Internacional de la Mujer surge para defender los derechos laborales de las trabajadoras y manifestarse contra la guerra, y para hacer propaganda y luchar a favor del sufragio femenino.

Dentro de las luchas de la mujeres trabajadoras, por sus derechos, por el sufragio y por la paz, han surgido otras corrientes organizadas de mujeres, que se reconocen por los llamados movimientos feministas, donde otros temas se han establecido como parte de la agenda de las mujeres. Entre ellos, los 17 objetivos del desarrollo hasta el año 2030, por construir condiciones efectivas de igualdad de género, porque se legisle contra la violencia doméstica e intrafamiliar, contra la violación, torturas, asesinatos, mutilaciones de las mujeres por sus parejas, exparejas, familiares y desconocidos, porque se proteja su vida, su libertad, su dignidad, contra el abuso sexual realizado contra niñas en edad escolar y colegial, contra la trata de mujeres destinada al tráfico sexual, por mayor protección de la mujer embarazada, contra el matrimonio de mujeres menores de edad e infantes, contra la mutilación genital que se realiza en más de 30 países, por el derecho a decidir de las mujeres, contra el mal uso y abuso de las mujeres en la publicidad gráfica, televisiva y en redes sociales y en plataformas informáticas, contra las formas patriarcales y machistas que aún existen, así como la eliminación de jerarquías y desigualdades entre los sexos. para hacer propaganda a favor del sufragio femenino.

Me permito hacer un repaso cronológico básico de algunas de las luchas organizadas de las mujeres trabajadoras, de sus luchas y de las luchas feministas en diversos países.

En cuanto al sufragio femenino en América Latina en 1929 Ecuador fue el primer país que puso en práctica el sufragio femenino en unas elecciones. para hacer propaganda a favor del sufragio femenino.

En 1930, en Uruguay, mujeres sindicalistas realizan actividades el 8 de marzo para enviar ayuda a los republicanos españoles.

En 1931, en Cuba, a propuesta de las activistas Panchita Batet y Josefina Madera, tuvo lugar la celebración del primer Día Internacional de la Mujer, para hacer propaganda a favor del sufragio femenino. 

En 1931, ya fundado el Partido Comunista de México, se convoca a celebrar el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora, día de las mujeres en el frente de lucha del proletariado.

En 1935, en México, las mujeres del Partido Nacional Revolucionario (PNR), actual Partido Revolucionario Institucional (PRI), y el Partido Comunista, celebraron el 8 de marzo, para hacer propaganda a favor del sufragio femenino. 

En 1936, en Chile, el movimiento Pro Emancipación de la Mujer (Memch) realiza un homenaje por el Día Internacional de la Mujer.

En 1944, en Venezuela, se realizó la primera celebración del 8 de marzo. En Chile, a su vez, la celebración del día Internacional de la Mujer originó la Federación Chilena de Instituciones Femeninas (FECHIF), bajo la dirección de Amanda Labarca.

En 1945, en Inglaterra, el 8 de marzo, bajo la presidencia de Lady Megan Lloyd George, se reunieron delegadas de 20 países en el Albert Hall de Londres, y aprobaron el proyecto de la Carta de la Mujer que se presentaría en la Conferencia de las Naciones Unidas en San Francisco, que dio origen a la ONU.

En 1946, en Uruguay, la Unión Femenina, se responsabilizó de organizar las actividades del 8 de marzo.

En 1964, en México, el 8 de marzo, se divulgó el “Llamamiento a la Mujer Mexicana” para crear una organización unitaria de mujeres.

A principios de la década de 1970 empezaron a aparecer nuevas corrientes de organización de mujeres, especialmente las que se agruparon alrededor de las llamadas luchas feministas. Su impacto ha sido tan fuerte que el 8 de marzo empezó a asociarse más a sus temas centrales, que a los histórico laborales, entre ellos el tema de la sexualidad, que no formaba parte de las luchas obreras, ni de las mujeres sindicalizadas y militantes de los partidos socialistas y comunistas, de la II y III Internacional.

En 1972 el Partido Independentista de Puerto Rico, con su Frente Femenino, realiza la primera celebración del 8 de marzo en la Isla.

En 1974, en Uruguay, se realiza la celebración del 8 de marzo en la clandestinidad, en casas particulares.

En 1975, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en New York, establece el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer.

En 1976, en Puerto Rico, mediante una ley, el gobierno oficializa el Día Internacional de la Mujer, declarándolo día festivo.

En 1976, en Bélgica, en el Palacio del Congreso de Bruselas, se lleva a cabo, del 4 al 8 de marzo, el I Tribunal Internacional de Crímenes contra las Mujeres, en el que participa activamente la Liga de Derechos de la Mujer, de Simone de Beauvoir, quien en su discurso destacó la trascendencia del Tribunal, considerándolo como “el inicio de la descolonización de la mujer”.

En 1978, en Chile, en el teatro Caupolicán de Santiago, diversas organizaciones de mujeres se reúnen para conmemorar el 8 de marzo, acto que constituye la primera celebración bajo la dictadura de Augusto Pinochet.

En Brasil, Sao Paulo, durante el Día Internacional de la Mujer se realiza el Congreso de la Mujer Paulista, que permite la creación del Frente de Mujeres y la Casa de la Mujer Paulista.

En 1980, en Roma, Italia, se realiza la celebración del 8 de marzo, de manera unitaria entre mujeres de los movimientos feministas y las militantes de la Unión de Mujeres Italianas, dirigidas por los comunistas.

En Islandia se realiza por primera vez una huelga general bajo la consigna de que “cuando las mujeres paran, todo para”.

En 1982, en Francia, bajo el Gobierno de François Mitterand se establece como fiesta nacional el 8 de marzo.

En 1983, en Perú, en Lima, se realizó el Festival Canto a la Vida, en su primera versión, que reunió miles de personas en torno a una gran feria de arte y exposición, que mostró el trabajo activista de las diferentes organizaciones feministas y del movimiento social de mujeres, además de presentarse un espectáculo de fuegos artificiales y la actuación de cantantes, bailarinas y una exposición de artistas plásticas. El festival se ha continuado realizando hasta el presente.

En 1984, en Argentina, en Buenos Aires, por primera vez, después de la apertura democrática, un conjunto de organizaciones sociales de mujeres, de partidos políticos, sindicatos y núcleos feministas autónomos, reunidos en la Multisectorial de la Mujer, realizaron a una manifestación unitaria en la plaza de los Dos Congresos, para celebrar el Día Internacional de la Mujer.

En Uruguay, en Montevideo, en 1984, la Coordinadora de Mujeres, integrada por representantes de los partidos políticos, los sindicatos, los grupos feministas, las organizaciones estudiantiles, entre otros, convocaron a marchar de forma silenciosa lo que fue prohibido por la policía. Ante esta prohibición, la Coordinadora escribió y publicó una carta abierta de protesta. Como demostración de rechazo depositaron flores ante la Estatua de la Libertad.

En Brasil, en 1984, en Sao Paulo, 300 mujeres de diversos sectores del movimiento social de mujeres y feministas se reunieron a la entrada de la Cámara municipal para exigir «elecciones directas ya», y sanciones para los maridos golpeadores.

En 1985, en Uruguay, en el primer año de la apertura democrática, miles de mujeres celebraron el Día internacional de la Mujer bajo el lema: «Las mujeres no sólo queremos dar la vida, queremos cambiarla».

En México, en 1987, el 8 de marzo aparece el primer número de Doble Jornada, un suplemento feminista ideado por un grupo de mujeres periodistas del diario La Jornada, del Distrito Federal.

En 1987, en Brasil, desafiando la prohibición del gobierno de San Paulo de celebrar el Día Internacional de la Mujer, mujeres de diversas organizaciones y feministas realizan un mitin en la plaza central de la ciudad, que es cercada por la policía.

En 1989, en Francia, los movimientos feministas realizan una marcha y una asamblea para analizar la Condición de la Mujer, convocada por la Alliance des Femmes pour la Démocratie.

En 1989, en Holanda, se organiza el Partido de las Mujeres, “un partido de las mujeres para todos, y no un partido de las mujeres para las mujeres”. En Brasil, en Río de Janeiro, los actos de celebración terminaron con una liturgia, al estilo de una misa católica, en donde uno de los cánticos decía: “Gloria a Dios en las alturas y a la madre de Dios en la cocina”.

En 1990, en Costa Rica, en el marco del Día Internacional de la Mujer, el presidente Oscar Arias Sánchez firma, en la Plaza de la Cultura, y bajo la presencia de organizaciones de mujeres, la Ley de Promoción e Igualdad Social de la Mujer. Desde entonces el país ha impulsado una serie de medidas, leyes, decretos, actos administrativos y políticas de Estado que han fortalecido la igualdad real de la mujer en toda la vida social y política. Desde entonces, en Costa Rica, se han dictado más de 25 Leyes y Decretos relacionados directamente con las mujeres y sus diversas temáticas, procurando entre otros aspectos la mayor igualdad y equidad jurídica, sobresaliendo, especialmente, las del campo político electoral y las de igualdad, en la paridad, de representación en las distintas instancias.

En 1992, en Francia, la dirigente feminista Antoinette Fouque funda el Club Paridad 2000, durante el foro sobre mujeres y política realizado en Marsella.

En 1992, en EE.UU, en Nueva York, un grupo de funcionarias de las Naciones Unidas declara que el 8 de marzo no puede ser motivo de celebración, dentro de ese organismo, porque incumple “los principios de igualdad en el proceso de selección de los cargos”.

En 1993, en Camboya, en Phonm Penh, la capital, la organización de mujeres Khemara, durante la marcha del Día Internacional de la Mujer, pide a los partidos políticos mayor participación y reconocimiento de sus derechos como mujeres y como ciudadanas.

En 1993, en Suiza, mujeres protestan delante del Palacio de Naciones Unidas por las violaciones a las mujeres de Bosnia-Herzegovina, cometidas por los ejércitos serbios y croatas, solicitando que esos actos sean considerados “crímenes contra la humanidad”. Igual petición se hizo por mujeres en Alemania, Italia y Argelia.

En 1994, en Alemania, se realiza la primera huelga de mujeres protestando por la política discriminatoria del gobierno respecto de la crisis del desempleo femenino.

En 1995, en Dinamarca, en Copenhague, durante la Cumbre sobre Desarrollo Social, de las Naciones Unidas, y en el Día Internacional de la Mujer, organizaciones de mujeres de diferentes países del mundo lanzan la campaña “180 Días/180 Vías de Acción”, como antesala a la IV Conferencia Internacional de la Mujer a realizarse en Beijing, China.

En 1995, en Argelia, la Unión de Mujeres Demócratas organiza, en el Día Internacional de la Mujer, un tribunal contra el integrismo musulmán.

En 1997, en EE.UU, la Coalition for the Women´s Peace Petition, impulsa una campaña de firmas y una declaración denominada Petición de las Mujeres del Mundo a los Gobiernos a favor de la Paz, para que anualmente, en los siguientes cinco años, hasta el 2002, al menos el 5 por ciento de los gastos militares nacionales sea orientado a programas de salud, educación y empleo.

En 1998, el Parlamento Europeo hace un llamado a la comunidad internacional en apoyo a las mujeres afganas, bajo la consigna “Una flor para las mujeres de Kabul”.

En 1998, en Perú, con el lema “Mujer, dale poder a tu firma”, como iniciativa del grupo Mujeres por la Democracia, se realiza una jornada nacional de búsqueda de adhesiones con el fin de lograr un referéndum para oponerse a la reelección del Presidente Fujimori.

En 1998, en Chile, miles de mujeres desfilan por el Día Internacional de la Mujer, repudiando el acceso de Pinochet a una senaduría vitalicia.

En el 2000, bajo el nombre de Marcha Mundial de las Mujeres, «Dos mil razones para marchar», organizaciones sociales de mujeres y feministas de más de 90 países del mundo lanzaron una campaña internacional para demandar la eliminación de la pobreza y la violencia contra ellas.

La Campaña Internacional por un Salario para el Trabajo en el Hogar convoca a la Primera Huelga Mundial de Mujeres el 8 de marzo 2000, bajo la consigna «Paremos el mundo para cambiarlo». Participaron mujeres de 64 países del mundo.

Desde el año 2011 las Naciones Unidas comenzó a poner consignas dedicadas a las jornadas del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Así denominaron los siguientes años:

1996 Celebrating the past, planning for the future 

1997 Women and the peace table 

1998 Women and human rights 

1999 World free of violence against women 

2000 Mujeres uniéndose para la paz

2001 Derechos de la mujer y la paz internacional

2002 La situación actual de la mujer afgana: realidades y oportunidades

2003 La igualdad de géneros y los objetivos de desarrollo del milenio

2004 La mujer y el VIH/sida

2005 La igualdad entre los géneros más allá de 2005: construyendo un futuro más seguro

2006 La mujer y la toma de decisiones: enfrentar los retos y generar el cambio

2007 Poner fin a la impunidad de la violencia contra las mujeres y las niñas

2008 Invertir en las mujeres y en las niñas

2009 Las mujeres y los hombres unidos para eliminar la violencia contra la mujer y la niña

2010 La igualdad de derechos, igualdad de oportunidades: progreso para todos

2011 La igualdad de acceso a la educación, la capacitación y la ciencia y la tecnología: Camino hacia el trabajo decente para la mujer

2012 Habilitar a la mujer campesina: acabar con el hambre y la pobreza

2013 Una promesa es una promesa: Acabemos con la violencia contra la mujer

2014 «Igualdad para las mujeres: progreso para tod@s»

2015 «Empoderando a las Mujeres, empoderando a la Humanidad: ¡Imagínalo!»

La celebración del día Internacional de la Mujer, durante años, solo la realizaron movimientos anarquistas, socialistas, comunistas y algunos sectores identificados con las luchas sociales, en los diversos países. Su sola celebración muchas represiones y persecuciones causó.

Poco a poco el significado de las luchas de las mujeres de todo el mundo, ya no solo por la paz, sino también por el reconocimiento de sus derechos políticos, económicos, laborales, ciudadanos y humanos, caló en la conciencia universal. Ello fue lo que hizo que la ONU en el año de 1975 lo declarara Año de la Mujer, a partir del cual la celebración de la fecha se institucionalizó en sus países miembros. Luego vinieron el Decenio de la Mujer y las conferencias internacionales de México, Copenhague, Nairobi, entre otras, hasta Beijin.

Sin embargo, en la realidad de muchos países, esos derechos son letra muerta en el papel, a pesar de la Convención, de la ONU, sobre la eliminación de todas formas de discriminación contra la mujer, aprobada en 1979, ratificada por Costa Rica en 1984.

Permitió esta lucha que todos los problemas de nuestra cotidianidad, en Costa Rica, se vean desde la perspectiva de las mujeres y se valore, cada vez más, su presencia en la sociedad de un modo visible.

En este sentido desempeña importante papel la legislación nacional que se ha ido adoptando y el notable desarrollo de organizaciones de mujeres, encabezadas por el Centro Nacional para el Desarrollo de la Mujer y la Familia, y el actual Instituto Nacional de las Mujeres. Junto a éste, las oficinas ministeriales especializadas, como son las acciones, entre otras, del Despacho de la Primera Dama y los encuentros regionales en que participa, la Defensoría de la Mujer, la presencia de más de 30 ONGs que llevan a cabo inmensa cantidad de acciones y proyectos. Igualmente, la existencia de gran cantidad de organizaciones locales, desde sus precursoras, y las más importantes, para mí, por sus luchas políticas, como la Unión de Mujeres Carmen Lira y la Alianza Nacional de Mujeres, la Agenda Política de Mujeres Costarricenses las Socias de la Liga Internacional de Mujeres pro Paz y Libertad-Costa Rica.

Actualmente, en Costa Rica hay más de 30 organizaciones, agrupaciones y colectivos femeninos que se preocupan y sostienen actividades sobre diversos temas de la mujer, y de las llamadas agendas femeninas.

La distinción que se hace con la celebración del Día Internacional de la Mujer, en esta fecha 8 de marzo, debe servir para hacer un balance de las luchas y de los logros obtenidos en el año transcurrido, y debe servir para hacer un planteamiento de luchas y logros que deben continuarse, lo que no se acostumbra realizar.

Hoy es un día de lucha en todo el mundo. No es de fiesta. Es para exigir, para demandar, para luchar por mejores condiciones de equidad, de derechos y de libertad para las mujeres como personas, para tratar de superar las desigualdades que por su condición de mujeres sufren o se les imponen. Es un día por la igualdad de derechos y oportunidades. No es solo para lograr más leyes, es para lograr en la práctica su plena emancipación e igualdad social y política. Es también un día de solidaridad internacional por las mujeres en sus diferentes luchas, en sus distintos países. Hoy de nuevo adquiere un valor la lucha por la paz y por detener la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial, como pareciera pintarse en el escenario europeo y medio oriental, y por los distintos conflictos militares que hoy se dan en diversas regiones.

La celebración simplona del Día de la Mujer, como un día para festejar el amor por ellas, o su “felicidad”, no debe servir para celebrarlo como una droga, como un narcótico, como el opio, como el adormecimiento suyo, y del conjunto social, proponiendo con ese tipo de celebración un mundo ilusorio, de sueño, de fantasía, sustitutivo de la realidad de violencia, discriminación, desigualdad, de desempleo que viven las mujeres.

La Celebración y Conmemoración que se realiza debe servir para elevar la conciencia de las mujeres trabajadoras, y de todas la mujeres, para que se incorporen organizadamente en la lucha por un mundo y un futuro mejor para todos y para todas.

La celebración debe contribuir a unir a todas las mujeres, y a todos los hombres, bajo las banderas de la causa común de las clases trabajadoras, y de las mujeres como parte esencial de ellas, y de la humanidad, siendo las mujeres la mitad de la población, para lograr una plena emancipación femenina, sí, pero sobre todo, una verdadera liberación política y social, con un mundo y un futuro mejor, donde se aseguren para las mujeres los derechos a la Educación, a la Salud, al Desarrollo, al Trabajo, a la Participación Política, a una Vida Libre de Violencia, sus derechos Sexuales y Reproductivos.

Termino, con un fragmento de uno de los poemas de mi gran amigo, de juventud, Jorge Debravo:

Mujer, toda mi sangre está presente
contigo en esa lucha que sostienes.
Contigo está mi amor incandescente
y en tu llanto y tu duelo me contienes.
Es un día de lucha