«Brujo que no cree en su brujería es mal brujo»

Freddy Pacheco León

En la Asamblea Legislativa, los que no creen en los beneficios de las vacunas anti-Covid, pero por alguna razón se han vacunado (por ejemplo para subir a un avión) «juegan» de no ser antivacunas pero repitieron información tendenciosa propia del grupito antivacunas nacional, como lo hizo Fabricio Alvarado.

Pilar no se atrevió pero no olvidamos aquél «son experimentales». Lo hicieron así ante la ministra de Salud, quien al sentirse acuerpada por los diputados evangélicos y oficialistas, se olvidó de su investidura y del lugar donde estaba, para acusar al señor diputado Óscar Izquierdo de ser machista y contrario a ella por ser joven y estar haciendo las cosas bien.

Lo cierto es que esperábamos ver y oir a la jerarca del sector Salud, resaltando información científica necesaria y, más importante, mostrando una clara disposición a proteger por todos los medios a los niños, a esos seres vulnerables que tenemos el deber de defender frente a ese fatal virus. Pero no fue así; la señora ministra Chacón Madrigal obvió hablar con la vehemencia necesaria a favor de las urgentes campañas de vacunación que extrañamos, y que no dependen de unos colones más o menos, sino de aprovechar los formidables medios de propaganda que tiene la Casa Presidencial, para algo tan fundamental como lo es la guerra contra el Sars-Cov-2.

Su actitud hizo recordar aquel adagio de que «el brujo que no cree en su brujería es mal brujo».

Y es que si antes estábamos preocupados por ver cómo se había bajado la guardia frente a la pandemia, que se puede medir en las 140 personas que lamentablemente fallecen mensualmente, ahora nos dejó profundamente frustrados, pues se percibe que los criterios políticos han desbancado a los criterios científicos.