Ir al contenido principal

Espacios de confinamiento y sacrificios humanos: los impactos de la pandemia en las movilidades humanas. Una rápida mirada regional

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Raúl, un empresario centroamericano de élite se apresa a tomar un vuelo comercial reprogramado tan pronto se reestablecieron las comunicaciones aéreas internacionales. Se dirige a otro país centroamericano, donde debe trabajar en la reactivación económica bajo la premisa de que el resguardo de la salud es importante, pero también lo es la tan instalada idea que los sectores económicos, ciertos sectores económicos, deben contar con los apoyos gubernamentales regionales como requisito indispensable para garantizarles el re-despegue.

Antes que su vuelo parta, desde su teléfono inteligente, coordina reuniones, movimientos financieros, inversiones urgentes. Ha debido cumplir con todos los protocolos sanitarios para movilizarse con toda naturalidad, en medio de un contexto que todavía dibuja la excepcionalidad como principal concepto explicativo.

Sin embargo, A Raúl no lo alcanzan las limitaciones ni las expresiones de rechazo que predominan para otro tipo de movilidades, las que no se dan en las alturas, las que se producen a ras de suelo, entre las fronteras terrestres, donde la «inmovilidad de la movilidad» para diversas poblaciones se ha instalado como política migratoria planteada por los Estados.

Estamos claros. Existen movilidades legítimas, permitidas, tanto en los discursos como en las prácticas de relación entre las elites de los países regionales. Son las que representa Raúl y su movilidad higiénica, esa que de acuerdo con las agendas de los medios de comunicación son las necesarias, las que están bien y deben potenciarse.

Otras movilidades, sin embargo, pasan por el filtro de la construcción de percepciones en que la relación entre movilidad y enfermedad es casi obligatoria. Son las que están representadas por esos, los otros sujetos y sujetas a quienes se debe exponer, testear en público, aislar en sitios que no cumplen con las especificaciones de salud mínimas requeridas porque representan el peligro. Como hemos dicho en otro momento: son armas de destrucción biológica. Ejemplos de esta práctica se han reproducido en toda la región desde que la emergencia sanitaria inició en 2020.

En este contexto, la formación de «espacialidades del miedo» ha tomado fuerza. Lo hemos dicho ya: son las fronteras en la región centroamericana, por ejemplo. En particular tres puntos calientes: la frontera México-Guatemala, la frontera entre Costa Rica y Nicaragua y la espacialidad conformada por las fronteras entre Costa Rica y Panamá y Panamá y Colombia, con el Tapón del Darién como una auténtica geografía del riesgo para las movilidades humanas.

Pero también en el sur de la región la relación entre espacialidad-movilidad-enfermedad, ha devenido en la construcción de respuestas afincadas en un enfoque securitario y militar. Países como Perú, Chile y Colombia, han transversalizado una respuesta estatal prohibitiva, casi punitiva, cerrando sus fronteras y brindando tratamiento criminalizante a cientos de personas migrantes, muchas de ellas de origen venezolano, pero también extracontinental y caribeño.

Otro tipo de espacialidades de la incertidumbre también han sido expuestas en el año de la pandemia. Los albergues, los sitios de aseguramiento, los espacios de habilidad para personas migrantes (cuarterías en Costa Rica, pensiones en otros sitios), los lugares de trabajo. En todos los casos la sacrificialidad de la persona se produce y reproduce de forma cotidiana.

Sobre esta condición que avanza y no cesa, conversamos ampliamente el pasado 19 de marzo en un espacio transnacional de reflexión organizado por la Noda Chile del Proyecto regional (In) movilidad en las Américas en tiempos de COVID, denominado tal y como hemos titulado esta columna.

Junto a Cecile Blouin (Perú), Nanette Liberona (Chile), Gabriela Cano (Colombia) Felipe Vargas (México), moderados por la colega y amiga Carolina Stefoni (Chile) concordamos que existe una matriz autoritaria, discriminatoria y excluyente hacia las múltiples formas que ha tomado la persona que se moviliza en los actuales contextos. La realidad es un espejo, dijimos. También dijimos que la complejidad toma formas diversas y múltiples y que las personas en contexto de movilidad deben ser visibilizadas en sus condiciones reales de existencia. Dijimos que es urgente cambiar este estado de situación.

Frente a los devueltos, los varados, los deportados, los inmovilizados, los sitiados en espacios de confinamiento formal e informal, los obligados a trabajar en espacios laborales plagados de malas condiciones higiénicas (los delivery workers, los trabajadores agrícolas, las personas dedicadas a los servicios domésticos) la respuesta estatal ha sido común: aplicar medidas migratorias restrictivas, estrictos monitoreos, controles administrativos bajo la mampara de una supuesta tarea sanitaria. Son ellos, los otros, los que traen el virus que acabará con nosotros.

Siendo así, la época de excepcionalidad vivida solo potencia condiciones ya existentes. Las potencia y las agrava. Ante su funcionamiento, las respuestas desde quiénes las experimentan provienen de un verdadero espíritu de reconocimiento de la condición humana, la solidaridad circular y horizontal, el rostro de la mujer tras los mecanismos de afrontamiento, la movilidad como un acto de resistencia en sí mismo.

Raúl, nuestro empresario centroamericano exitoso, ha llegado ya a su destino tras una hora de vuelo. El trámite migratorio ha sido expedito: una rápida toma de temperatura, la revisión de su documento médico que confirma el resultado negativo de la prueba y un lavado de manos antes de salir de la zona de aduanas. Todo según lo previsto.

A algunos kilómetros de esa escena, una familia afectada por la pobreza, la inseguridad y los embates de los eventos naturales de noviembre anterior, toma la decisión de marcharse en una nueva estrategia colectiva. Les espera una férrea respuesta militar en cada frontera por cruzar. Les espera una política de la hostilidad que les confinará de nuevo, quizá para siempre, a sus condiciones reales de existencia. El ciclo de la incertidumbre volverá a abrirse. Una vez más.

Imágenes: https://la.network

ASOCIACIÓN TRANSVIDA: No somos peligrosas, estamos en peligro

SURCOS comparte el comunicado oficial de Asociación Transvida

Nosotras, una docena de mujeres trans, fuimos parte de la comitiva que se plantó en la Defensoría de los Habitantes.

Tenemos nombres, números de cédula y ningún reparo en dar la cara.

Nuestras voces suenan más graves, más grave es también muchas veces nuestra realidad, nuestro día a día, nuestra noche tras noche.

Ayer queríamos hablar con usted, doña Catalina Crespo, con usted y no con sus asesores.

Queríamos oírla a usted, para que nos contara si entre aquello que la alarmó y que hizo no solo que la Defensoría se saliera del Proyecto VIH-Costa Rica sino que elevara al Ministerio Público documentos y la petición de Investigar, había alguna irregularidad que nos competiera a nosotras.

A nosotras, es decir a la Asociación Transvida que desde el 2009 y hasta la fecha hace abordajes nocturnos en las principales ciudades del Área Metropolitana, para hablarles a las compañeras que a la intemperie ejercen el comercio sexual de la necesidad de que se cuiden… de la posibilidad de que estudien (desde el 2016, en el Programa De las calles a las aulas que fue premiado por la Defensoría de los Habitantes y el Conesup), de que pidan ante el TSE la rectificación de sus nombres acorde a su identidad, de que denuncien la violencia sea de los clientes, de los policías, de quienes pasan nomás y las agreden para entretenerse, para humillarlas.

Damos condones y lubricantes también, gracias a un acuerdo con la CCSS (que luego formó parte del Proyecto VIH-CR), acompañamos a quienes necesitan tamizarse o recibir un tratamiento por una ITS o por VIH+…

Les hablamos de adherencia, de reducción de daños, de apoyo psicológico…. las acompañamos a morir, las enterramos.

Muchas veces, cómo a Morelia o a Natascha en fosas comunes en el Cementerio Calvo; con Alondra, en el 2019 tuvimos suerte: pudimos ponerle una lápida con su nombre en su tumba.

No tenemos la dicha de que dejen de morir; de que consigan empleo (el 95% ejerce el comercio sexual porque clientes aparecen pero ofertas laborales muy pocas, casi ninguna).

Y es que el 98% de las mujeres Trans en Costa Rica (incluyendo a quienes emigran de los países del Triángulo del Norte o de Nicaragua o Venezuela) tiene estudios incompletos y mal vive como puede.

Queremos saber, doña Catalina… si nuestros nombres o el de la Asociación se relacionan con algún pago «millonario», algo ilícito… nos auditó el Fondo Mundial y podemos dar fe de que eso no es con nosotras… ¿cierto?

Queremos además que nos garanticen que las mujeres Trans no seremos moneda de cambio… que si un proyecto se cierra o se va no vamos a quedar como siempre: jodidas, re jodidas…. olvidadas, muertas…

Que no hablarán de nuestra realidad identificándonos como «grupos LGTBIQ» sino que nos distinguirán del resto, podrán nombrar a nuestra Asociación y su quehacer, sabrán que nuestra vivencia es distinta.

Que cuando hablen de nosotras, de nuestra salud no dirán que es «un interés particular el que nos mueve» como hacen en la gacetilla que publicaron hoy. Porque la vida, el acceso a la salud, la profilaxis, la dignidad, el trabajo y el estudio, no son intereses particulares.

Queremos transparencia y ofrecemos lo mismo.

Queremos saber qué pasaría con nosotras si se cerrara un proyecto con fondos mundiales que facilitó lo que las instituciones públicas por décadas habían negado. Necesitamos ayuda y brindamos la nuestra también y de buena gana. No somos peligrosas -ninguna de la que estaba ayer ahí tiene siquiera la hoja de delincuencia manchada-… estamos en peligro.

Usted: ¿doña Catalina puede defendernos? ¿Está comprometida? ¿Le interesa escucharnos? ¿Visitarnos?

La invitamos a nuestra Asociación, le serviremos café, con mucho gusto…

Usted diga cuando, es bienvenida, garantizamos su seguridad y la trataremos con respeto.

 

Imagen tomada de: https://transvidacr.org/

El mitin de hoy ante la Defensoría

Comunicado recibido en SURCOS:

Hoy (10 de marzo de 2021) en un mitin pacífico nos apersonamos ante las oficinas de la Defensoría para oponernos al anuncio de la Defensora de que hoy abandonaría el convenio con HIVOS «Costa Rica: transitando hacia la sostenibilidad de la respuesta al VIH con financiamiento doméstico». Convenio financiado por el fondo mundial de lucha contra la epidemia del vih y los derechos de las personas que podrían contaminarse. El Proyecto VIH-Costa Rica ha brindado al país herramientas de prevención, atención y organización para las poblaciones históricamente excluidas en miras a una respuesta sostenible del VIH.

La señora Crespo ha difundido una cortina de humo, con acusaciones falsas contra participantes de este convenio.

Nos reunimos unas 70 personas. Ante el mitin dijo que aceptaba el diálogo. Se nombraron cinco delegados para la conversación, pero para sorpresa de quienes estábamos ahí, la señora Crespo huyó por atrás y dejó plantada a la comisión nombrada. Entonces parte del grupo ingresó pacíficamente a las oficinas de la Defensoría con consignas a favor de los derechos de las personas que quedarían fuera del programa abandonado.

Más grave entonces se ha puesto la situación ante esa actitud de decir que aceptaba el diálogo y luego abandonar subrepticiamente las oficinas de la Defensoría.

Patrimonio / patriarcado

Dr. Pablo Bonilla Elizondo. 10 de marzo del 2021

No es casualidad que la raíz de la palabra patrimonio sea la misma que la de patriarcado.

Ya lo decía Walter Benjamin, en la introducción a La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica (2012) nociones heredadas (y añado rancias) de las artes como “genio” “legado” y “valor de eternidad” son comúnmente instrumentalizadas por el fascismo y las ideologías dominantes.

Esto lo demuestran la mayoría de monumentos conmemorativos y la arquitectura patrimonial, que, aunque se supone cumplen la función de guardar “la memoria nacional” o hacer presente relatos o valores que como sociedad requerimos para constantemente repensarnos, en cambio se levantan incuestionables e irreflexivos, siendo las más de las veces producto de decisiones políticas unilaterales, con nula participación ciudadana y escaso criterio profesional o técnico.

Todos esos dispositivos situados arbitrariamente en el espacio público y sacralizados, en realidad tienen una función muy distinta: legitiman un poder, un relato histórico o una cultura de clase. Más cuando vemos como el poder político o económico los utiliza como arma arrojadiza para desviar y deslegitimar los reclamos necesarios y justos de las manifestaciones del 8 de marzo. Bajo el pretexto de la defensa del patrimonio en realidad se defiende una hegemonía patriarcal, se exculpa una deuda histórica del estado por la equidad y de la responsabilidad institucional por violencia y asesinatos que tienen una causa estructural.

Es claro que la mayoría de esos “indignados” que replica esa instrumentalización patriarcal (desde los que se sitúan en la sombrita del poder, hasta los robots de redes sociales) no les interesa la memoria, el carácter intangible de lo patrimonial, por eso lo instrumentalizan dañándolo aún más que un grafiti que se borra en una mañana.

Pero, además, nadie se indigna por la mala gestión del mismo ni por los anuales recortes al sector cultura ni la precarización de los y las artistas, menos porque se roben las placas de monumentos o los orinemos “los maes”.

Mucho menos les interesa preguntarse por la naturaleza del patrimonio y llegar a la raíz del asunto: ¿Quién lo puso ahí? ¿qué representa? ¿qué valores transmite? ¿por qué debemos mantenerlo? En países con pasados dictatoriales estas preguntas han sido urgentes y han desembocado en una consecuente remoción de muchos “legados”, en realidad símbolos de opresión. También lo hemos visto de forma reciente en las reivindicaciones raciales en toda América. Esos monumentos, las más de las veces se constituyen en símbolos déspotas de una violencia sistemática reacia a exprimirse: ha sido necesario el enojo para señalar su presencia.

Aquí, en el nuestro país, no ajenos a pasajes oscuros en nuestra historia, esas preguntas no se hacen y hemos presenciado sin alterarnos, al contrario, como se sepulta la acción valiente de los y las estudiantes que se levantaron en contra de la dictadura de Tinoco con un ocurrente y especulativo Barrio Chino. Vemos como Diputados de la República legitiman el fascismo de León Cortés filmándose orgullosos a sus pies o la inoperancia de un Ministerio de Cultura que no le preocupa que un monumento a Vázquez de Coronado se levante a escasos metros de sus instalaciones…. incluso la ministra le dejó flores a Isabel la Católica el 12 de octubre de espalda a nuestras culturas prehispánicas.

Lo cual me hace pensar que en realidad no molesta el daño al patrimonio, les molesta el mensaje subrayado en su justo emplazamiento: en la apropiación de estos dispositivos simbólicos que hace de ese necesario e inevitable reclamo una evidencia contundente de las raíces patriarcales de nuestra sociedad y las deudas históricas del estado.

La defensa de la patria y la búsqueda por silenciar las reivindicaciones coinciden bajo interés muy claro de perpetuar un dominio, un colonialismo interno que encuentra un justo desafío en la deconstrucción de sus símbolos.

Dr. Pablo Bonilla Elizondo.
Doctor Cum Laude en Arte: Producción e Investigación de la Universidad Politécnica de Valencia. Profesor e investigador de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica en las áreas de arte público, semiótica y teoría del arte.

Referencias.

Benjamin, W. (2012). La obra de arte en la época de su reproducción técnica. En Obras Libro /vol 2. Madrid: Abada Editores.

Imágenes: compartidas en redes digitales.

Mensaje de Aida Alvarado de la Red de Mujeres Rurales

SURCOS comparte el mensaje de Aida Alvarado González de la Red de Mujeres Rurales: «… nos recuerda el dolor de cuarenta mil mujeres costureras que por declararse en huelga hubo una gran masacre… ahí comenzó la pelea por los derechos y como nuestra organización es en base a los derechos, nos marca muy bien la cancha…»

UNA: COMPROMISO CON LA IGUALDAD Y EQUIDAD DE GÉNERO

Conmemoración del Día Internacional de las Mujeres

Este 8 de marzo, una vez más, conmemoramos el Día Internacional de las Mujeres, bajo el lema: “Mujeres líderes”: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19. Si bien es cierto se han tenido avances para el logro efectivo de la igualdad de género y la erradicación de las distintas formas de violencia y discriminación de género y hacia las mujeres en particular, aún se tienen muchos desafíos y acciones por ejecutar para el logro de la igualdad real.

La Master Marcela Jager Contreras, coordinadora del Programa de Política de Igualdad y Equidad de Género, PIEG-UNA, indicó que, en el marco de este día, la Universidad Nacional-UNA presenta la campaña institucional de promoción de la igualdad y la no violencia de género: «Esta iniciativa, cuenta con la participación de personas académicas, administrativas y estudiantes de todas las Sedes Universitarias quienes invitan a la reflexión y la acción. En este sentido, como parte de esta campaña a cargo del PIEG-UNA, a partir de hoy, se estarán presentando videos cortos e información que nos invitan a ir construyendo la igualdad de género”, manifestó Jager.

Cabe mencionar que la UNA cuenta con una Política de Igualdad y Equidad de Género (PIEG-UNA), aprobada en el año 2010, y un plan de acción 2016-2021, lo que permite plantear su trabajo a mediano plazo (5 años). Para la Master Carmen Ulate Rodríguez, quien fuera coordinadora de la PIEG-UNA y académica IEM-UNA, ha sido muy importante la inserción de la PIEG-UNA en la planificación institucional y su acertada inclusión en el Plan de Mediano Plazo Institucional para el periodo 2017-2021, dentro de los ejes de “superación de las desigualdades y erradicación de cualquier forma de discriminación” y el de “defensa de los derechos humanos”, cuya implementación dentro de la UNA se realiza desde la Rectoría, en coordinación con académicas del Instituto de Estudios de la Mujer-IEM-UNA:

El rector de la Universidad Nacional, Máster Francisco González Alvarado, manifestó que este 8 de marzo, se puede reafirmar que la PIEG-UNA, se constituye en un compromiso de todos los estamentos, facultades, centros, sedes y sección regional, así como de las unidades académicas: “La política es, no sólo orientativa, sino también nuestro marco de acción en materia de igualdad de género, invitándonos a proponer y generar los cambios que se requieren”.

En la UNA estos años han sido arduos en el desarrollo de acciones de cabildeo, sensibilización, capacitación, investigación, propuesta y desarrollo de acciones afirmativas, así como modificaciones reglamentarias: “Todas ellas, que apuntan a tener una “masa crítica” a lo interno de nuestra institución, que, desde distintos lugares, generan acciones y demandas hacia la igualdad de género, indicó la coordinadora de la PIEG-UNA.

Para la Dra. Marianela Rojas Garbanzo, Rectora Adjunta, entre los retos, se plantea a nivel institucional caminar hacia la paridad en los espacios de toma de decisiones, avanzar en la transversalización de género en la acción sustantiva, continuar procesos de sensibilización y profundización en la teoría de género y su obligada vinculación con otras áreas del conocimiento, así como la implementación de acciones afirmativas que vayan eliminando brechas entre mujeres y hombres en nuestra comunidad: “ Desde el convencimiento de que, a mayor igualdad de género, seremos una mejor institución, tanto en nuestros espacios universitarios como en nuestro aporte a la sociedad en su conjunto”, acotó la Rectora Adjunta.

Les compartimos el enlace del video que forma parte de la campaña de promoción de la igualdad y la no violencia de género:

 

Por: Marcela Jager Contreras-PIEG-UNA
Efrain Cavallini Acuña-UNA

Enviado por M.Sc. Efraín Cavallini Acuña.

#8M2021 ¡Contra el virus del patriarcado y el capitalismo, la vacuna del feminismo y la solidaridad!

8 de marzo de 2021 – Día de las Mujerxs Trabajadoras – Llamado de Acción Global de La Vía Campesina

(Harare 25 de febrero 2021)

Este 8 de marzo 2021, articuladxs en nuestra diversidad, y en una sola voz, afirmamos ¡Contra el virus del patriarcado y el capitalismo, la vacuna del feminismo y la solidaridad!, a la vez que resaltamos el rol fundamental de las mujerxs del campo, y del campesinado en su conjunto, como primera línea en la producción de alimentos agroecológicos y saludables que sustentan la vida, y representan entre el 60 y el 70% de la producción mundial.

Al cumplirse 25 años de la construcción colectiva de la Soberanía Alimentaria, ésta es nuestra vía concreta y sostenible frente a las distintas crisis que hoy vivimos, necesitamos acabar con la violencia sistémicamente del capitalismo y del patriarcado, que hoy vulneran principalmente los derechos de las mujerxs, diversidades, de la niñez, y la clase trabajadora, excluyéndolos incluso, del acceso público y gratuito a una vacuna, que debería ser considerada así como la alimentación un derecho humano. Tal como lo defendemos en nuestro llamado internacional ¡Por el Derecho a la Salud pública y gratuita para todas las poblaciones!

En el mundo el rol político, social y económico de las mujerxs es vital, más aún en medio de esta pandemia, y seguimos recibiendo salarios más bajos, estamos en la informalidad, precarizadas, explotadas, somos migrantes, madres solteras, trabajadoras agrícolas, pescadoras, pastoras, que tenemos menor acceso a la tierra, a la tecnología, y a políticas públicas de salud, protección contra la violencia, educación y cultura. El mayor obstáculo al que nos enfrentamos en el campo es la falta de acceso a medios de producción como la tierra. En el mercado, las mujeres apenas poseemos el 1% de las tierras y aun así tenemos el reto de seguir garantizando la alimentación y cuidado de comunidades, familias y del mundo en condiciones de desigualdad política, económica y social.

En ese sentido, en esta jornada también exigimos a los Estados implementar la Declaración de la ONU sobre Derechos Campesinos y de otras personas que trabajan en zonas rurales (UNDROP, por sus siglas en inglés). Donde se reconoce a las mujeres y al campesinado como «sujetxs de derecho. Esta Declaración de las Naciones Unidas es un instrumento estratégico para fortalecer las luchas y propuestas de los movimientos rurales. Además, sienta una jurisprudencia y una perspectiva jurídica internacional para orientar la legislación y las políticas públicas en todos los niveles institucionales en beneficio de quienes alimentan al mundo.

El modelo del agronegocio imperante está estandarizado por el poder económico de la agroindustria, son las grandes corporaciones multinacionales las que controlan que se va a producir, qué comemos, cuánto comemos y el precio de lo que comemos, hacen lobbys con gobiernos, e incluso con organismos multilaterales, tal como hemos venido denunciando con la Cumbre de la Alimentación organizada por la FAO para este año, y cuyo objetivo es seguir acaparando aún más el mercado de la alimentación. Esta dinámica genera altas ganancias para las corporaciones, y costos gravísimos para la salud de las sociedades y del planeta.

A lo largo de la historia las mujerxs luchamos por ser sujetas de transformaciones, de movilización y concientización, es así que como La Vía Campesina saludamos todas las luchas y compañeras que resisten en la India, Colombia, Chile, Venezuela, Cuba, Kurdistán, Palestina, las zapatistas, las mujeres diversas organizadas en la Marcha Mundial de Mujeres y otras redes amigas, que están participando activamente de los cambios que precisan nuestras sociedades, por justicia y dignidad para las mayorías.

Movilízate:

Este 8 de marzo, como cada Día de las Mujeres trabajadoras, llamamos a nuestras organizaciones miembros, aliados y amigxs a conspirar desde todos los espacios donde estemos, en nuestras comunidades, calles, plazas, mercados, escuelas y trabajos, cuidando de la vida, sigamos denunciando y movilizando conciencias, presionando para que los estados se comprometan con las luchas históricas de las mujerxs de los campos y las ciudades.

¡Contra el virus del patriarcado y el capitalismo, la vacuna del feminismo y la solidaridad!

Envíen sus comunicados, fotografías, videos a lvcweb@viacampesina.org.

¡Amplifica nuestra voz, reproduce y comparte nuestros materiales!

Para descargar afiche oficial 2021 y materiales de comunicación para redes sociales, también puedes hacer tu afiche en tu lengua local encontrarás una versión en blanco, todo disponible aquí.

¡Síguenos también en redes sociales!
#8M2021 #MujerxsEnLucha #SoberaníaAlimentariaY
Via-info-es@viacampesina.org
http://viacampesina.org/Via-info-es/