ASOCIACIÓN TRANSVIDA: No somos peligrosas, estamos en peligro

SURCOS comparte el comunicado oficial de Asociación Transvida

Nosotras, una docena de mujeres trans, fuimos parte de la comitiva que se plantó en la Defensoría de los Habitantes.

Tenemos nombres, números de cédula y ningún reparo en dar la cara.

Nuestras voces suenan más graves, más grave es también muchas veces nuestra realidad, nuestro día a día, nuestra noche tras noche.

Ayer queríamos hablar con usted, doña Catalina Crespo, con usted y no con sus asesores.

Queríamos oírla a usted, para que nos contara si entre aquello que la alarmó y que hizo no solo que la Defensoría se saliera del Proyecto VIH-Costa Rica sino que elevara al Ministerio Público documentos y la petición de Investigar, había alguna irregularidad que nos competiera a nosotras.

A nosotras, es decir a la Asociación Transvida que desde el 2009 y hasta la fecha hace abordajes nocturnos en las principales ciudades del Área Metropolitana, para hablarles a las compañeras que a la intemperie ejercen el comercio sexual de la necesidad de que se cuiden… de la posibilidad de que estudien (desde el 2016, en el Programa De las calles a las aulas que fue premiado por la Defensoría de los Habitantes y el Conesup), de que pidan ante el TSE la rectificación de sus nombres acorde a su identidad, de que denuncien la violencia sea de los clientes, de los policías, de quienes pasan nomás y las agreden para entretenerse, para humillarlas.

Damos condones y lubricantes también, gracias a un acuerdo con la CCSS (que luego formó parte del Proyecto VIH-CR), acompañamos a quienes necesitan tamizarse o recibir un tratamiento por una ITS o por VIH+…

Les hablamos de adherencia, de reducción de daños, de apoyo psicológico…. las acompañamos a morir, las enterramos.

Muchas veces, cómo a Morelia o a Natascha en fosas comunes en el Cementerio Calvo; con Alondra, en el 2019 tuvimos suerte: pudimos ponerle una lápida con su nombre en su tumba.

No tenemos la dicha de que dejen de morir; de que consigan empleo (el 95% ejerce el comercio sexual porque clientes aparecen pero ofertas laborales muy pocas, casi ninguna).

Y es que el 98% de las mujeres Trans en Costa Rica (incluyendo a quienes emigran de los países del Triángulo del Norte o de Nicaragua o Venezuela) tiene estudios incompletos y mal vive como puede.

Queremos saber, doña Catalina… si nuestros nombres o el de la Asociación se relacionan con algún pago «millonario», algo ilícito… nos auditó el Fondo Mundial y podemos dar fe de que eso no es con nosotras… ¿cierto?

Queremos además que nos garanticen que las mujeres Trans no seremos moneda de cambio… que si un proyecto se cierra o se va no vamos a quedar como siempre: jodidas, re jodidas…. olvidadas, muertas…

Que no hablarán de nuestra realidad identificándonos como «grupos LGTBIQ» sino que nos distinguirán del resto, podrán nombrar a nuestra Asociación y su quehacer, sabrán que nuestra vivencia es distinta.

Que cuando hablen de nosotras, de nuestra salud no dirán que es «un interés particular el que nos mueve» como hacen en la gacetilla que publicaron hoy. Porque la vida, el acceso a la salud, la profilaxis, la dignidad, el trabajo y el estudio, no son intereses particulares.

Queremos transparencia y ofrecemos lo mismo.

Queremos saber qué pasaría con nosotras si se cerrara un proyecto con fondos mundiales que facilitó lo que las instituciones públicas por décadas habían negado. Necesitamos ayuda y brindamos la nuestra también y de buena gana. No somos peligrosas -ninguna de la que estaba ayer ahí tiene siquiera la hoja de delincuencia manchada-… estamos en peligro.

Usted: ¿doña Catalina puede defendernos? ¿Está comprometida? ¿Le interesa escucharnos? ¿Visitarnos?

La invitamos a nuestra Asociación, le serviremos café, con mucho gusto…

Usted diga cuando, es bienvenida, garantizamos su seguridad y la trataremos con respeto.

 

Imagen tomada de: https://transvidacr.org/