Come chocolate niña, come,
mira que caen las bombas sobre Bagdad.
Hazle caso al Poeta de Lisboa
mira que el incendio te ilumina
en las pantallas granizadas de la peste.
Los halcones alzan el vuelo
desde El Capitolio hasta la arena.
Come chocolates niña, come,
los marines entre los cadáveres y la ceniza
reparten chocolates del Poj Wuj
con sus Siete Cerbataneros
y el bastón de La Calavera:
Chocolaya, Harricks, Nestlé, toffe stars…
Sobre las cúpulas palestinas
El Ángel de la Muerte.
¡Come carita sucia, come!
¡Come chocolates Poeta, come chocolates!
Del libro Caza del Poeta de Adriano de San Martín (Costa Rica)
Enviado a SURCOS por Adriano Corrales Arias.
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