David y Goliat

La historieta «David y Goliat» de Olman Bolaños Vargas presenta una alegoría moderna del conflicto entre Israel y Palestina. En esta versión, David es un palestino llamado Dawud que enfrenta a un Goliat representado por un soldado israelí. La narrativa se desarrolla en un escenario de ocupación y destrucción, donde Dawud reclama su derecho a la tierra y a la dignidad.

La trama se centra en el diálogo entre Dawud y el soldado, quien le informa que su barrio ha sido destruido y que debe abandonar la zona. Dawud argumenta que los palestinos han sido despojados de sus tierras y que él no tiene a dónde ir. El soldado insiste en que la tierra pertenece a Israel, respaldado por la interpretación de las Escrituras judías.

Dawud, sin embargo, señala que tanto árabes como judíos son semitas y comparten raíces culturales y religiosas. La historieta resalta las contradicciones y la hipocresía del soldado, quien usa la religión para justificar la ocupación y la violencia, mientras Dawud invoca los mismos textos para defender la justicia y la paz.

El conflicto se intensifica cuando Dawud menciona la Shoá (Holocausto) y cómo los palestinos también enfrentan un genocidio a manos de los sionistas. La narrativa destaca el sufrimiento de los palestinos, con estadísticas sobre las muertes y destrucción causadas por la invasión israelí.

Finalmente, Dawud reafirma su determinación de reconstruir su hogar y su vida, simbolizando la resistencia palestina. La historieta concluye con un mensaje sobre la dignidad humana, la valentía y la lucha por la justicia, más allá de la violencia y la opresión. La historieta es una poderosa crítica a la ocupación israelí y un llamado a la resistencia pacífica y la dignidad del pueblo palestino.

Según datos de Las Naciones Unidas, a menos de un año de la invasión militar Israelí a la Franja de Gaza han sido asesinadas más de 30 mil personas palestinas, la gran mayoría civiles: alrededor de 15.000 niñas y niños y 10.000 mujeres. A estos datos se suman más de 85 mil personas heridas y se calculan unas 10.000 desaparecidas bajo los escombros de edificios. También han sido asesinadas alrededor de 300 personas entre periodistas y voluntarias de ayuda humanitaria. El ejército israelí ha sufrido unas 1.200 bajas. El genocidio de Gaza es parte del proceso de colonización realizado por los grupos sionistas que viene desde el siglo XX y se ha convertido en asedio constante hasta el día de hoy.

Compartido con SURCOS por Alberto Rojas.