Cosas veredes,
amigo Sancho, en el
trajinar que nos va deparando
este nuevo planeta,
hoy con esa forma de
corona con patas.
Resulta que ahora
nosotros, modelo
cincuenta de probada
calidad, resultamos ser
ciudadanos de alto riesgo.
Y tienen toda la razón
esos fondillos monetarios
del Banco Mundial usurero:
somos realmente de alto
riesgo porque
tenemos memoria
de paquidermos y no
comemos cuento ni
tragamos sus aldabas.
Somos un riesgo para
sus planes totalitarios
de continuar sin estorbos
con la destrucción del planeta
que estiman exclusivamente
propio y privado para
su zángana política
económica. Claro
que somos población
de alto riesgo para
refrescarles la memoria
a quienes hoy abogan
por destruir el Estado
Social de Bienestar y
arrodillar a la clase trabajadora
para que viva sumida
en ese pestilente pantano
de las migajas que caen
de sus mesas de ébano.
Población de alto riesgo
hemos sido desde
nuestros años escolares,
cuando nuestros Maestros
y Maestras en la Escuela
Pública, nos enseñaron
a distinguir claramente
entre la justicia
y la injusticia. Y
además,
nos instruyeron para
que anheláramos ser
Juan Santamaría
en las veladas del 11 de Abril;
o don Juanito proclamando
sus manifiestos de libertad
y patriotismo. Entonces
claro que somos de alto riesgo;
de altísimo digo con certeza,
porque ya lo verán que
no habrá nueva figura
de planeta con patas
que impida a esta
GENERACIÓN
salir a enfrentar a los
filibusteros criollos
y malinches que hoy
pretenden embucharse
los tesoros del Estado
solidario y seguir hartándose
con el pan ajeno como
virus antisociales ciegos
de codicia y avaricia.
Somos de alto riesgo,
y sabemos plenamente
que no pasarán,
y que con Alberti,
los echaremos al mar
con cepo y cadena
al cuello.
ClaMo
Toyopán, ZURQUÍ