Áreas silvestres reactivarían turismo y economía

Mediante encadenamientos productivos

La crisis generada en el sector turismo debido al impacto de la Covid-19, tiene a empresarios, trabajadores y sus familias al borde de la calamidad, pues a la fecha no se vislumbra la mínima apertura de dicho sector. Ante esta difícil situación el Centro Internacional de Política Económica de la Universidad Nacional (Cinpe), identificó en las Áreas Silvestres Protegidas (ASP) el potencial para estimular la demanda y dinámica del turismo en el corto y mediano plazo, siempre y cuando se acoja al turista nacional y se generen encadenamientos productivos.

Marco Otoya, docente e investigador del Cinpe-UNA, explicó que las ASP por su naturaleza y la diversidad de encadenamientos productivos que genera su existencia, son una oportunidad para mitigar los efectos del COVID-19 en el sector turismo. Al mismo tiempo, el mercado nacional es una oportunidad para estimular la demanda y dinámica del sector en el corto y mediano plazo, sobre todo porque en 2018 las ASP recibieron más de dos millones de visitantes, de los cuales el 54% fueron visitantes nacionales.

Costa Rica cuenta con un 25% de su territorio bajo la categoría de ASP, conformadas por Parques Nacionales, Reservas Biológicas y Reservas Forestales, entre otras. En total 145 ASP, de las cuales solo 40 recibieron visitación en el 2018; No obstante, esto generó ingresos importantes para el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) y para las comunidades cercanas a estas zonas.

Otoya agregó que los parques nacionales y en general otras ASP, provocan un efecto positivo y una serie de encadenamientos productivos en las áreas geográficas donde se ubican. “Esto implica la creación de una serie de actividades generadoras de empleo como hoteles, restaurantes, tour operadores, venta local de artesanías y productos propios de la zona”, indicó el investigador.

Recalcó además que muchos son los ejemplos en donde la visitación a un Parque Nacional se asocia a la compra de otros productos como fresas, flores y quesos, o bien a la realización de una actividad recreativa particular como la visita a un mirador, pesca recreativa o canopy. También, restaurantes y hoteles requieren productos agrícolas o insumos que se producen en áreas geográficas distintas. La visitación y el transporte se organiza desde operadores ubicados otras zonas, incluso cuando la visita se organiza por cuenta propia requiere del consumo y disfrute de bienes o servicios que no son necesariamente locales.

Acciones en cifras

En cuanto a cifras el Cinpe estimó que el aporte a nivel nacional de los parques nacionales y reservas biológicas por los servicios ecosistémicos que generan fue de aproximadamente ¢1 billón de colones para el año 2016, donde las empresas dedicadas a actividades relacionadas con el turismo fueron las más beneficiadas con la existencia de los parques nacionales y reservas biológicas con aproximadamente ¢809.478 millones, representando el 78.73% del aporte total generado. En el 2018 el fondo de parques nacionales, cuyo principal ingreso es la cuota que se cobra por visitación se estimó en ¢18.350 millones y para este año los ingresos por visitación estaban estimados en ¢13.510 millones.

Otoya expresó que lo anterior muestra el potencial de las ASP para generar ingresos y contribuir a nivel local en la generación de empleo y al desarrollo socioeconómico de las comunidades. “Dado que las ASP generan empleos directos e indirectos, permiten el desarrollo de la actividad turística y la actividad comercial en general, parte de las medidas y estrategias para mitigar la crisis del COVID-19.

Aseveró que el sector turismo debería enfocarse de inmediato a estimular la demanda interna, ya que el estímulo de la demanda nacional puede ser una estrategia que proporcione al sector los primeros recursos para su reactivación.

Papel del Estado

Al respecto, Otoya comentó que el SINAC debe jugar un papel fundamental en la atracción de la demanda interna a las ASP, pero también debe mejorar sus condiciones de acceso, infraestructura y servicios, principalmente de aquellas ASP menos visitadas pero que se ubican en zonas rurales con un potencial de estimular su actividad socioeconómica y productiva.

En cuanto al Instituto Costarricense de Turismo (ICT), a nivel internacional deberían vincular el concepto de ecoturismo con el turismo de salud, paz, meditación y espiritual, de modo que se aprovechen los relativamente buenos resultados por la forma cómo se enfrentó la pandemia en nuestro país, combinado con la fama de ecoturismo. Evidentemente esta estrategia debe posicionar las ASP en el ámbito internacional y en la mente del costarricense.

Otoya concluyó aseverando que “las campañas dirigidas al sector deben ser innovadoras y efectivas pues de acuerdo con datos del propio ICT, en la decisión de vacacionar del costarricense la publicidad en la televisión influye muy poco (5%) y la internet medianamente (28%).

****Mayor información con: M.Sc. Marco Otoya, investigador del Cinpe (8315-2771) o con la Oficina de Comunicación de la UNA, con el periodista Johnny Núñez (8674-8535).

Imagen ilustrativa.

Enviado por UNA Comunicación.

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