Día Mundial de los Derechos del Consumidor

José Luis Pacheco Murillo

El Día Mundial de los Derechos del Consumidor se celebra el 15 de marzo.

Esta fecha fue establecida en el año 1962, gracias al presidente John F. Kennedy que decretó que todas las personas sin distinción de clases tuvieran derecho a disfrutar de ciertos beneficios como consumidor.

A partir de 1983, se instituyó este día y dos años después, se establece en las Naciones Unidas un decreto para la protección de los consumidores, logrando de esta manera reivindicar, reconocer y legitimar los derechos de estas personas a nivel internacional.

Todos al fin y al cabo somos consumidores, pero lo cierto del caso es que, a pesar de los pronunciamientos por parte de organismos internacionales, no siempre se han defendido los derechos del consumidor. Los precios de los productos en ocasiones no se ajustan a lo que se establece por ley y hay un abuso de quienes venden los productos elevando los precios sin control alguno, el ejemplo más cercano que tenemos es precisamente en la venta de la lotería y chances, que en virtud del premio acumulado que llega a casi millón y medio de dólares, los consumidores desean adquirir los enteros o pedacitos y se topan con un aumento desmedido, es decir, una especulación y las autoridades nada hacen.

Los consumidores también tenemos que actuar responsablemente. El comercio se ha encargado de crear necesidades en los consumidores y además ha habido una falta de educación en los consumidores y por ello desde hace algunos años el consumo se ha convertido en consumismo excesivo y eso implica muchas cosas y no todas positivas.

Esta bien que requerimos satisfacer nuestras necesidades con bienes de primera necesidad como alimentos, vestimenta, medicinas, vivienda y otros más, sin embargo, el abuso en el consumo no solamente afecta las condiciones económicas de los usuarios y consumidores sino que se extiende a un daño ambiental importante. Todos somos testigos de la cantidad de residuos contaminantes que quedan en virtud de ese consumismo excesivo.

Dios quiera que seamos más responsables a la hora de consumir productos de cualquier clase que sea y que esa responsabilidad nos lleve a tener mejor calidad de vida y a ser más amigables con el ambiente.