Dierckxsens y Formento: Golpe de Estado en Bolivia

Wim Dierckxsens y Walter Formento

El departamento de estado en la planificación del golpe

El analista internacional Alfredo J. Rahme, dio a conocer el texto del sitio ´Behind Back Doors´ en el que se explicaron con varias semanas de anticipación los detalles, con nombres y apellidos de los involucrados, de la planificación desde los Estados Unidos del golpe en Bolivia que esta ya expuesto ante nuestros ojos. El plan se desarrolló desde abril y julio de 2019, y tenía disposiciones para la “creación” de la ruptura y la división del ejército boliviano y la policía nacional, logrando que estas fuerzas estén en disposición para rebelarse contra el gobierno del presidente Evo Morales. Funcionarios del Departamento de Estado (a cargo de Mike Pompeo) acreditados en el país, como Mariane Scott y Rolf A. Olson, se han reunido con funcionarios diplomáticos de alto nivel de Brasil, Argentina y Paraguay, a fin de organizar y planificar acciones de desestabilización contra el gobierno boliviano que partan desde cada uno de estos países.

Las evaluaciones y predicciones hechas por el Departamento de Estado de EEUU, y otras agencias, sobre los resultados probables de las elecciones presidenciales a realizarse el 20 de octubre de 2019, dan indicios fuertes que el presidente Evo Morales ganaría las elecciones con claridad y superaría el 10% de ventaja sobre el segundo. En vista de este escenario, la Embajada de los Estados Unidos se preparó para ir creando en secreto, las condiciones objetivas y subjetivas para la proclamación e imposición de un fraude electoral “hecho” por ellos pero adjudicado al Gobierno del presidente Evo Morales. Además, la embajada de EEUU se centró también en el seguimiento orientado a los detalles del Tribunal Supremo Electoral (TSE), buscando documentar supuestas irregularidades de esta agencia del gobierno electoral, que sirvan para poder instalar/imponer la denuncia del fraude.

Se decidió incluso adquirir «máquinas para el conteo rápido de votos» para las elecciones presidenciales, en aras de poder manipular a la opinión pública sobre los resultados electorales. Estas máquinas tendrían un costo total de 300 mil dólares. La Embajada de los EEUU, y la representación de la Unión Europea en el país, contribuirían a financiar la compra de las maquinas, que proporcionarían a través de la Fundación Jubileo y la Iglesia Evangélica. En esta etapa, la Unión Juvenil Cruceñista desempeñaría un papel fundamental para imponer acciones violentas, una vez que se publiquen los resultados electorales finales, para lo cual han reclutado criminales.

Las elecciones y el golpe posterior

Bolivia ha sufrido un golpe de Estado de manual: El presidente del Gobierno Evo Morales ha sido obligado a dejar el gobierno de Bolivia por un acto de fuerza final del ejército, al desconocer éste la institucionalidad vigente y manifestar que le quitaba el apoyo y ya no obedecería las ordenes que daba su comandante en jefe democráticamente elegido. Incluso planteando que: le “sugieren al Presidente renunciar”[1]. Por otro lado, además, buena parte de la Comunidad Internacional y sus medios de comunicación trabajan afanosamente maquillando lo que es un auténtico atentado al orden jurídico y a la justicia social. El pasado 20 de octubre, Evo Morales ganaba las elecciones en Bolivia. Obtenía la mayoría en el Senado y el Congreso, y ya rozaba superar los 10 puntos de ventaja que según la Constitución son necesarios para evitar una segunda vuelta. Nadie duda que las ganó, la cuestión se circunscribía exclusivamente a si efectivamente superaba los 10 puntos o no los alcanzaba.

En la noche del 20 de octubre, el Tribunal de Electoral comenzó a cargar los datos de las ciudades y localidades, en las que históricamente Evo Morales ha obtenido resultados similares a los de la oposición, al contrario que en la Bolivia rural, en la que Evo arrasa a la oposición. Por este “manejo” del Tribunal Electoral en la apertura de urnas seleccionadas y del conteo de votos, estos mostraban en las primeras horas de la tarde el “escenario de paridad y lejano a los 10 puntos de ventaja” que planificaron y, por tanto, creaban en la oposición la “falsa ilusión”, que reforzaba su sueño, de imponer una segunda vuelta electoral en la que podrían sumar candidaturas divididas y así “derrotar” a Evo Morales. La fantasía lejana de la segunda vuelta se transformó en euforia y esta se propagó rápidamente por todos los medios de comunicación entre sus seguidores creando una falsa-verdad (FakeNews). Mientras tanto, en la residencia presidencial se extendía la sospecha que algo no andaba bien. Además, Marcel Guzmán de Rojas, el dueño de Neotec, la empresa encargada de realizar la asistencia al Tribunal de Elecciones[2], era un seguidor confeso de Carlos Mesa, el principal candidato opositor.

El sitio digital Primera Línea indica en su portada del 11 de noviembre que un informe de inteligencia demostró que el sistema cibernético electoral boliviano sufrió un ataque por parte de hackers de Estados Unidos la noche del 20 de octubre[3], o sea, el día de las elecciones generales en Bolivia. La intromisión de hackers tenía como objetivo distorsionar los resultados de las elecciones, validar un presunto fraude y con ello causar confusión y caos en la población, factores que fueron inducidos desde Estados Unidos con el fin de empañar, ensuciar y sembrar la sospecha sobre la reelección de Evo Morales. Es más, las elecciones fueron intervenidas cibernéticamente a solicitud de varios diputados nacionales bolivianos que firmaron una carta dirigida al Departamento de Estado, en complicidad con el candidato de Comunidad Ciudadana Carlos de Mesa, para que “intervenga” en las elecciones[4], porque conocía de antemano su inminente derrota en las urnas.

Llegado este momento no fue posible seguir con el conteo rápido y se decide entonces pasar al conteo manual tradicional. Esta decisión hace cambiar de sede la ´sospecha´, catapultándola a los búnkeres electorales de la oposición. Entonces, en las calles empezaban a agolparse los seguidores de la oposición anti-Evo y sus principales voceros comenzaron a llamar al desconocimiento de los resultados, resultados “manipulados” que para esas horas aún les garantizaban una segunda vuelta, en la que tenían muchas oportunidades de obtener una victoria. Es en ese punto y momento en el que entra en juego la Organización de Estados Americanos (OEA) “lanzando el último fosforo”: “hubo fraude”, dice en la mañana del 10 de noviembre, a pesar de solo haber encontrado 78 errores entre su muestreo de las 33.043 actas totales, es decir nada.

En resumidas cuentas, no encontraron evidencia de fraude en las elecciones del 20 de octubre, pero los medios de comunicación repitieron la acusación tantas veces que ya parecía «verdadera», en este mundo ya inundado por la “pos-verdad”, donde a nadie ya le importa “la verdad”, sino solo lo que la comunicación digital instala repitiéndolo hasta el hartazgo como “la” verdad, que en realidad lo que se repite es solo su interés, es decir “lo que mí me conviene”. Las plataformas de comunicación digital, inteligencia artificial, siembran la “sospecha” sobre todo el proceso electoral, la “certeza” sobre quién no ha ganado y la rebelión “estalla”. La policía y las fuerzas armadas se incorporan como cómplices pasivos y “dejan hacer” las barbaridades ya programadas. En síntesis, una operación sicológica de alta inteligencia militar, llamada “Primaveras Árabes”[5] o “Tiananmen”[6].

En el contexto del acalorado momento político que el país atravesaba, ya no había ninguna duda sobre un sabotaje al helicóptero que cayó el 4 de noviembre con el presidente Morales a bordo. Es decir, que el primer plan era matar al Presidente Evo Morales. En medio de las protestas que denuncian fraude en las recientes elecciones nacionales que lo dieron ganador, Evo Morales debe desplazarse en helicóptero para esquivar a los manifestantes que exigen su renuncia. Es por eso que la Fuerza Aérea Bolivariana dispuso que su traslado por vía aérea para su seguridad, decisión que por poco termine costándole la vida. El helicóptero “habría” presentado una falla en el rotor de cola, que es la pieza mecánica que le permite cambiar su dirección. Entre tanto la FAB emitió, entonces no sin cinismo,  un comunicado: La Fuerza Aérea Boliviana de acuerdo a las normas procederá a activar la Junta Investigadora de Accidentes, mayores detalles referentes al hecho se los dará de acuerdo a los avances de la investigación.

Retomando, ante el seguro baño de sangre de un conflicto civil entre seguidores de ambos bandos, Evo Morales primero trata de conducir los hechos convocando a nuevas elecciones generales. La oposición golpista las rechaza. No aceptaran unas elecciones con Morales de candidato, porque se saben seguros perdedores y, por ello, “pre-fabricaron” este escenario de duda-confusión-desestabilización. Los intereses financieros transnacionales y locales golpistas, sabían de antemano que la solución democrática nos les servía, porque que no tenían probabilidades de ganar en el terreno democrático institucional, donde el pueblo plurinacional boliviano se impone por mayoría y unidad.

A las puertas de un escenario planificado e impuesto de guerra civil, Evo Morales toma la decisión más sabia y estratégica para preservar a su comunidad organizada como pueblo, presenta la renuncia él y su vicepresidente, para frenar la masacre entre bolivianos y así preservar la organización, y por ello plantea su renuncia a la Presidencia pero denunciando el Golpe de Estado. Sabiendo que mantiene la mayoría en el poder legislativo. Lo cual obligara a las oligarquías golpistas a asumir sin legitimidad formal institucional.

El Oriente de Bolivia: un país dentro de otro país

El candidato opositor Carlos Mesa entre tanto desaparece de la escena política, no por decisión propia, sino porque pasa a estar “copada” por el protagonismo de la oligarquía “ultraderechista sojera” del oriente boliviano (Santa Cruz de la Sierra) que toma las riendas del país. Sus primeras decisiones, tras jurar ante la Biblia, son para establecer con el Estado Profundo Republicano de Estados Unido y el comando sur, no la “Paz Boliviana” sino, lo que describen en Santa Cruz de la Sierra, el “COCAine-EVANGELIStan”.

Ejecutado operativamente a través de terroristas y movidas de bandera falsa, teniendo como referencia el modelo ISIStan[7] de medio oriente: el cual fue, en un principio, resultante de un plan de articulación de partes “separadas” por la fuerza del actual territorio de Siria-Irak-Turquía, para conformar el califato del ISIS. Plan este que fue diseñado y comandado por las “agencias” globalistas CIA-MI6-Mossad y la OTAN como su brazo operativo. Este plan fue derrotado por la acción conjunta y combinada de los gobiernos nacionales de Siria-Turquía-Rusia-China más los aportes de las religiones de raíz humanista en modo de Dialogo de Civilizaciones, bajo asedio del unipolarismo financiero transnacional global.

Fue un golpe de estado que uso lo militar, paramilitar-mercenario, policial-parapolicial, etc., en Bolivia para alcanzar sus objetivos, respaldado por el poder financiero, comunicacional y con mercenarios del terror a sueldo, soldados de la fortuna con discurso de “extrema derecha”, con cuartel en la oriental patria-chica-narco-sojera-portuaria de Santa Cruz de la Sierra, base de la oligarquía local financiero-sojera-portuaria. El oriente boliviano es un país dentro de otro país y un país hecho a sí mismo.

En un país con Estado debilitado o en reconstrucción, los Orientales Cruceños se organizaron desde siempre a sí mismos y lo hicieron en logias que aún hoy rigen la vida social de la élite cruceña. Los Toborochi y Los Caballeros del Oriente son las más representativas de estas agrupaciones socio-financieras racistas. Dos características unen a esta región: son blancos de ascendencia étnica europea y están asentados en la zona más rica en recursos naturales del país. Nunca aceptaron ni aceptaran que un campesino indígena de pueblo originario los gobierne, por más que su gobierno sea institucionalmente legal. En este punto encontramos el hilo conductor operativo del movimiento golpista, que lo une con otros dos sectores levantados hoy contra Evo Morales: el sur de la Paz, blanco y económicamente poderoso y la élite de las fuerzas armadas que, al contrario del resto de la fuerza y tropa en Bolivia, no solo no es mayoritariamente indígena sino que, al igual que la mayoría de las elites de las fuerzas armadas latinoamericanas, es profundamente anti-popular.

Pero un dato debería tenerse muy presente, el elemento aglutinante que hace de argamasa para la unidad es el continentalismo-financiero-norteamericano-en-declive-de-su-poder-internacional, que tiene la necesidad de controlar una Sudamérica clave para forzar una negociación y ganar tiempo estratégico. La decisión de hacerlo, apremiado por su acelerada pérdida de poder internacional frente a los tres actores internacionales ascendentes (Globalistas, BRICS y el Dialogo Interreligioso de Civilizaciones), habla de la agresividad que nace de su caída inminente bajo de la forma de “perestroika norteamericana” en contexto de una súper-burbuja financiera por explotar y con la complicidad de estas oligarquías locales que fueron socias suya en todo terreno y ocasión desde 1950.

Pero estas oligarquías locales que hoy hacen cada vez más negocios con los oponentes estratégicos al poder-norteamericano-en-declive, necesitan imperiosamente retomar el control del gobierno nacional para asegurarse controlar la negociación institucional con los nuevos actores internacionales en ascenso (China-Rusia-India), para poder asegurarse la mayor apropiación de riquezas, y no perderla en impuestos y financiación de “otros” proyectos para Bolivia que fortalezcan otros intereses. Que amplié haciendo más heterogéneo entre que quienes se reparte la riqueza social producida. Pero además, que ponga también en crisis quién tiene el control de las fuerzas armadas, de seguridad y policiales y, con ello, la capacidad para la desarticulación de toda organización popular y la coordinación entre sí, para asegurarse que los objetivos no se van a ir de sus manos.

Como podemos ver, no solo ocurrió un golpe continental oligárquico-militar-y-paramilitar, sino que estuvo precedido por lo que probablemente fue el inicio no oficial de una guerra civil de baja-intensidad. Por la cual las fuerzas armadas rompieron con la cadena de mando institucional-legal (considerando que todavía tenían tiempo para exigir su renuncia en ese momento) con el fin de «confrontar a la gente, al común» a pesar de negar previamente que tenían tal intención.

Los motivos de fondo del golpe de estado oligárquico financiero en Bolivia

Bolivia es el único país suramericano de clara mayoría indígena y era de esperar que Evo Morales pudiera ganar nuevamente. Los números estaban a su favor: no solo la intención de voto estaba a su favor lo cual se manifestó en el conteo de los votos hasta la interrupción del proceso por una operación de guerra electrónica, sino que en ambas cámaras del poder legislativo tiene mayoría propia y estructuralmente la población boliviana adhiere a su política de gobierno, porque consiguió reducir el índice de pobreza en un 25% y la pobreza extrema en un 23%.

Mientras, la economía de Bolivia fue una de las que experimentó mayor crecimiento en Sudamérica, rondando el 5%, los segmentos de la población olvidados se vieron reconocidos viendo como el analfabetismo descendía de tasas cercanas al 15% al actual 2,4%, algo que nunca ha interesado a la derecha financiera golpista, pues una población formada e informada es una sociedad que se plantea objetivos superiores de industrialización sumando educación, ciencia y tecnología a la producción. Y, además, consolida su capacidad de discernir y cuestionar, y no acata sin más. Las poblaciones indígenas adquirieron mayor relevancia, con una de las mayores revalorizaciones culturales jamás vistas en el continente.

La nacionalización de los hidrocarburos en 2006, realizada por Evo Morales, fue un soplo de aire fresco para las políticas sociales en el país, porque permitió impulsar la redistribución de la riqueza. Que expuso profundamente las políticas excluyentes y empobrecedoras neoliberales aplicadas por los gobiernos pro oligarquías financieras locales (con monopolio de explotación de bienes primarios: soja, minería, gas natural, petróleo, etc.) y continental norteamericana.

El líder indígena de un gobierno nacional, popular y sud-americano que ha sacado con éxito a las grandes mayorías sociales-populares de la pobreza extrema, en una Bolivia que controla las mayores reservas de litio del mundo (más del 60%, solo el salar de Uyumi concentra el 60%[8]). Litio que algún día podría reemplazar al petróleo como recurso energético crucial, debido a su uso para alimentar baterías de teléfonos inteligentes, computadoras portátiles, autos híbridos y eléctricos, que tiene una historia extensa y bien documentada de ser objeto operaciones golpistas para interrumpir su gobierno por parte de los EEUU.

De hecho, esta es la única razón económico-estratégica por la que el unipolarismo norteamericano puede emprender su campaña interminable de agendas de cambio de régimen en contra de gobiernos no subordinados, que además apuntan claramente a una agenda internacional multipolar. Bolivia y China sellaron un acuerdo para invertir unos 2.300 millones de dólares en proyectos de explotación e industrialización de litio y otros productos de dos salares del país sudamericano, profundizando una alianza estratégica de alcances económicos y políticos. Tras la firma del acuerdo entre la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) y el consorcio de firmas chinas Xinjiang Tbea Group y Boacheng, YLB y sus socios chinos explotarán los salares de Coipasa y Pastos Grandes, donde en cuatro o cinco años estaría montada una cadena de fábricas de sulfato de potasio, hidróxido y carbonato de litio, ácido bórico, bromuro de sodio y litio metálico. Con EEUU la Bolivia de Evo Morales no firmó ningún proyecto en este campo estratégico.

Otro socio destacado de Bolivia en el litio es Alemania, a través de la empresa ACI Systems, que participa en una inversión de poco más de 1.300 millones de dólares en proyectos en el salar de Uyuni, el más grande del país, que incluye la fabricación de baterías de ion-litio para la industria automotriz germana. El acuerdo se firmó en diciembre de 2018. Sin embargo Evo Morales decidió de cancelar el acuerdo con ACI Systems a raíz de fuertes protestas de la población en Potosí. Menos de una semana después se dio el golpe de Estado en Bolivia.

En síntesis, Evo Morales administraba proyectos opuestos a los intereses norteamericanos, que beneficiaban a los intereses multipolares opuestos a los norteamericanos, y  por ello estos actores e intereses planificaron e impusieron el golpe de estado. No es extraño en este contexto que dos de los principales actores en la geopolítica mundial  multipolar, Rusia y China, sentaron posición de forma contundente posicionándose en contra de la avanzada de ultraderecha que derrocó a Evo Morales.

Un Golpe de Estado contra Sudamérica en Bolivia

Asistimos en estas horas a presenciar el golpe continentalista financiero-sojero contra Bolivia. Los intereses y fuerzas continentalistas desde Washington han coordinado y planificado este golpe de Estado que tiene objetivos que van más allá de Bolivia y el derrocamiento de Evo Morales. Operación golpista aún en proceso, porque aún no logro imponerse ni institucionalizarse. Por otro lado, las oligarquías locales sojeras-gasíferas-mineras, y sus facciones asociadas de fuerzas policiales, parapoliciales, militares y paramilitares bolivianas y extranjeras, son la base de apoyo en el terreno de esta oligarquía financiera continental norteamericana cuya referencia es el estado profundo oligárquico en el Partido Republicano, auto-nombrados como: Tea Party[9].

Esta Oligarquía Continentalista norteamericana en proceso de declive estratégico desde 1994-2001, se encuentra ella misma en una situación de pérdida de poder internacional. Que monopolizo en el área occidental del Bipolarismo que se impuso desde el fin de la segunda guerra mundial en1950. Esta situación de declive estratégico en lo económico y cultural, lleva a que haga uso de la fracción del poder militar –en sentido extenso- que aún controla en EEUU, para forzar de modo militar y paramilitarmente, lo que no puede ganar en el terreno de la competencia económica ni en el terreno de la democracia política.

Teniendo en claro lo anterior, es muy importante tomar nota de estas oligarquías locales, en el marco del esquema continentalista norteamericano, por su capacidad económica y agresividad contra la vida humana y de la naturaleza para defender su posición de privilegio. Esta agresividad por la acumulación de dinero, por consolidar su posición financiera y defender sus intereses frente a los pueblos, incluso hoy aún más frente a las amenazas de la oligarquía global, y de otros actores estratégicos como son las inversiones chinas, alemanas y rusas en Sudamérica. Una amenaza que apunta más a la oligarquía norteamericana que para las oligarquías locales, pero dan muestras que aún siguen atadas a sus viejos patrones y acuerdos. La amenaza que significan los primeros pasos en la consolidación del gobierno de López Obrador, el triunfo electoral de Alberto Fernández en Argentina y la libertad de Lula en el Brasil, encendió las alarmas financieras, el miedo y el odio, lo cual movilizó y aglutinó a estas oligarquías detrás de la estrategia golpista norteamericana.

Tomar el control de Bolivia es clave por su posición de centro geográfico en Sudamérica. Además Evo, había avanzado en la recuperación de soberanía militar cuando cerró las bases militares y expulsó a los Organismos-ONG´s paramilitares de Bolivia, ambos financiados y bajo control dominante del continentalismo norteamericano con centro en Washington.

Bolivia también es clave porque posee grandes reservas de gas natural que es la energía barata y limpia que Argentina y Brasil necesitan para hacer funcionar sus usinas generadoras de energía eléctrica, para los secaderos de semillas, las empresas industriales, universidades, escuelas y para la calefacción de las casas de familia, etc. El golpe impacta en Argentina y Brasil y en los actores económicos estratégicos que tienen sus inversiones realizadas: Shell, Chevron, China, Rusia, locales, etc. Sin embargo más clave aún es el litio, un mineral clave para el desarrollo de baterías y en todas las nuevas tecnologías de comunicación, transporte y banca.

Por todo esto, el Continentalismo norteamericano-Washington en declive estratégico, desde su perspectiva, no tuvo otra opción que usar todo su poder, poner todo lo que tiene para volver a controlar Sudamérica. Porque retomando el control de Sudamérica desde México (donde fue responsable de la operación de falsa bandera con el asesinato de las familias mormonas que ingresaban de Estados Unidos a México, para justificar una intervención directa militar contra “los narcos”, que es la bandera-falsa que legitimaria que México no controla el problema y que Trump es incapaz de resolver ejecutivamente) hasta Brasil y Argentina puede retomar el control directo sobre las reservas estratégicas de petróleo y gas, además de hacerlo también con la producción de agro-alimentos, subordinando la gran producción de soja y carne porcina a su decisión. Porque al lograr el control de la Energía y los agro-alimentos puede “jaquear” a China, Rusia, India, Alemania, Francia y vale subrayarlo también a los globalistas de Nueva York, Londres, y Hong Kong.

Los puede condicionar porque controlaría las principales reservas de energía subordinando a México y Venezuela, las principales producciones de soja y carne de cerdo al controlar desde Brasil y Argentina pasando por Bolivia, Paraguay y Uruguay. Sin embargo, también porque controlaría los pasos bioceánicos por Panamá y por el Sur el de Argentina-Chile (acá aún necesitaría la caída de Piñera–Luksic) y los diferentes canales secos de transporte por trenes bioceánicos.

Esto le daría al Continentalismo Norteamericano márgenes de fuerza para negociar y ganar el tiempo que no tiene, pero corre el peligro de que su fuerza basada en las oligarquías locales (sojera, gasífera, litio, cobre, etc.) se des-conecten. Porque estas oligarquías locales quieren dólares y, por ello, luego van o no a la guerra. Y el dólar tiene un futuro muy incierto ante el avance de la desdolarización en el mundo y sobre todo en Oriente. Las oligarquías locales de Sudamérica son heterogéneas en su constitución e intereses y todas buscan maximizar sus negocios y EEUU como su socio tiene cada vez menos que ofrecer.

Hoy Washington, la oligarquía continental norteamericana, por la fuerza trata de ser garante-Leviatán de que van a poder enriquecerse las oligarquías locales que lo sigan. Pero Washington es una oligarquía en declive, que pierde poder porque en su capacidad económica-tecnológica-científica ya quedo debilitada y por ello retrasada. Esto sucedió entre 1970-2008 cuando las principales transnacionales norteamericanas se fueron de EEUU, se deslocalizaron al Asia ya desde hace más de 30 años y la producción mundial ya no tiene centro en EEUU sino en Asia, y desde allí se exporta al mundo. Washington sí puede hacer un acto de fuerza, golpes de estado por medios militares, paramilitares, policiales y parapoliciales; pero ya no puede imponer por mucho tiempo su dominación. Porque no puede poner fuerza, diversidad y continuidad a su dominación, sumándole desarrollo económico, político, cultural y estratégico a nadie.

Esto sí puede hacerlo el Globalismo financiero desde los gobiernos financieros de las cities financieras en los Bancos Centrales en el Asia pacifico con centro en Hong Kong y Shanghái, más la red global de cities financieras como Nueva York, Londres, Bombay, Tokio, Seúl, San Pablo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, etc. Y también puede hacerlo el multipolarismo estatal-industrial nacional-en-lo-pluriversal desde los gobiernos políticos elegidos democráticamente de China, India, Rusia, Sudáfrica y la Unión Africana, y Brasil-México-Argentina Unasur/Celac.

El continentalismo norteamericano sí puede imponer actos y movidas de fuerza (Militar/Paramilitar-Policial/Parapolicial) pero ya no tiene el poder económico-científico-tecnológico, ni el poder estratégico para poder imponerse legítimamente desde lo económico, político y cultural.

Washington no puede ya irradiar o exportar democracia, ideales, bienes, tecnologías, ciencia, cultura y paz. Hoy solo puede exportar golpes, muerte, miedo, guerra, peligro, desocupación, drogas, incluso dentro de EEUU. Su declive ya es claro cuando su caída y descomposición es cuestión de tiempo y no mucho tiempo, proceso que llamamos perestroika norteamericana que ya comenzó.

Bibliografía consultada

Alfredo Jalife Rahme, Revelan plan de Estados Unidos para el golpe en Bolivia: nombres y apellidos, rol de la Embajada y países vecinos, www.contrainfo.com 13 de noviembre de 2019

Caitlin Johnstone, MSM Adamantly Avoids The Word Coup In Bolivia Reporting, Zero Hedge, 11 de noviembre de 2019.

GOLPE EN BOLIVIA, China y Rusia salieron a repudiar el golpe de Estado en Bolivia, www.eldestapeweb.com 11 de noviembre de 2019

Bolivia y China se asocian en proyecto de litio que profundiza alianza estratégica, Sputniknews, 6 de febrero de 2019

Marco Teruggi, US backed coup Deposes Evo Morales in Bolivia, Global Research, 11 de noviembre de 2019

David Bollero, Golpe de Estado de manual en Bolivia, https://blogs.publico.es/, 12 de noviembre de 2019

Sergio Pascual, Bolivia, chispa y gasolina para un Golpe de Estado, www.blogs.publico.es, 12 de noviembre de 2019

Denuncian que Estados Unidos hackeó Sistema Electoral de Bolivia, http://www.radioreloj.cu/es/ 11 de noviembre de 2019

Andrew Korybko, El golpe militar contra Morales no pondrá fin a la guerra híbrida en Bolivia, Global Research, 11 de noviembre de 2019

Eoin Higgins, Bolivian Coup Comes Less Than A Week After Morales Stopped Multinational Firm’s Lithium Deal, www.silverdoctors.com, 14 de noviembre de 2019


[1] El alto mando militar de las Fuerzas Armadas de Bolivia leyó un comunicado en el que sugieren al presidente constitucional de Bolivia, Evo Morales, renunciar a su cargo obtenido a las urnas electorales en 2014. https://www.telesurtv.net/news/fuerzas-armadas-sugiere-renuncia-evo-morales-bolivia–20191110-0026.html

[2] El candidato opositor Carlos Mesa exigió nuevos comicios, a partir del informe que compartió el Tribunal Supremo Electoral. https://viapais.com.ar/argentina/1397337-la-auditoria-oficial-califico-a-las-elecciones-en-bolivia-como-viciadas-de-nulidad/

[3] informe revela que EEUU hackeó sistema electoral el 20 de octubre. https://www.primeralinea.info/informe-revela-que-eeuu-hackeo-sistema-electoral-el-20-de-octubre/

[4] https://www.primeralinea.info/informe-revela-que-eeuu-hackeo-sistema-electoral-el-20-de-octubre/

[5] http://www.ojosparalapaz.com/sobre-los-ciberactivistas-y-la-primaveras-arabes/ ; https://www.globalresearch.ca/libano-2005-2015-de-una-revolucion-de-colores-a-otra/5483189

[6] Diez reglas básicas para toda buena revolución pacífica. https://elpais.com/internacional/ 2015/05/26/actualidad/1432630424_103333.html

[7] El Estado Islámico, ISIS o Daesh, fue creado por la CIA, el MOSSAD y el MI6 para reventar a Siria. Ver mas: http://iela.ufsc.br/noticia/24-cosas-sobre-isis-y-al-qaeda-que-no-quieren-que-sepas

[8] Las estimaciones preliminares establecen que el inmenso mar de sal de Uyuni concentra más del 60% del litio que existe en el mundo, al recordar que tiene 10.000 kilómetros cuadrados en la región andina de Potosí (suroeste). La empresa SRK concluyó el estudio del «modelaje numérico hidrogeológico» del salar de Uyuni, para lo cual se realizaron perforaciones de pozos de 50 metros de profundidad en una extensión que alcanza al 64 por ciento de la planicie del desierto salado. https://www.americaeconomia.com/negocios-industrias/bolivia-consolida-su-posicion-como-la-mayor-reserva-de-litio-del-mundo

[9] GEOPOLíTICA DE LA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL – Clacso; https://www.clacso.org.ar › contador › sumar_pdf,  http://209.177.156.169/libreria_cm/archivos/pdf_1686.pdf