Diez con hueco

Freddy Pacheco León

«Un diez con hueco» es lo que nos están ofreciendo con un límite al impuesto único a los combustibles. Se evidencia que la mayoría de los diputados desconocen que tal impuesto a los combustibles ES INDEPENDIENTE DEL VALOR DE ELLOS, por lo que no hay tal techo útil en momentos en que, como ahora, el precio «de guerra» del barril de petróleo es el que predomina en el mercado internacional. Y decimos que es inútil la propuesta por algo muy sencillo: al dispararse el precio de la gasolina, el diésel, el búnker, el gas licuado… automáticamente disminuye la cantidad de litros vendidos, afectando consecuentemente lo recaudado vía impuesto que se determina por el número de litros vendidos. O sea (especial para algunos diputados que creen estar haciendo algo efectivo porque alguien «se los caminó»), al Estado no le conviene que aumente el precio del litro de gasolina, por ejemplo, porque disminuye la demanda y, por ende, la venta y lo recaudado por el impuesto cuando el precio internacional anda volando. ¿Cuál techo?, preguntamos.

La otra propuesta que busca disminuir, por un tiempo circunstancial el valor del impuesto único en ¢100 por litro vendido, sí produciría una disminución automática en el precio final que pagamos en las gasolineras. Para ello, habría que estimar en cuánto se reduciría y cuál sería su impacto positivo sobre actividades productivas que, en la de menos, equilibrará el faltante fiscal resultante.