Dr. Fernando Morales: »Las personas adultas mayores no la están pasando nada bien»

Ante los desafíos que viven las personas adultas mayores en Costa Rica, la UCR inaugura un nuevo Observatorio del Envejecimiento que trabajará para incidir en política pública

“A propósito de la pandemia en el 2020, hace un año yo comenté una situación de una adulta mayor, de 86 años, que me llama y me dice: mis familiares me dejan la comida en una palangana”.

De esa manera el rector de la Universidad de Costa Rica (UCR), el Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta, retrató uno de los escenarios de violencia y maltrato que viven muchas personas adultas mayores en Costa Rica, mismos que hoy siguen pasando desapercibidos entre el desconocimiento, el desinterés y la falta de datos actualizados, suficientes y confiables.

En ese sentido, el decano de la Facultad de Medicina de la UCR, el Dr. Fernando Morales Martínez, no tardó en coincidir con el rector y, además, enfatizó que en estos momentos “las personas adultas mayores no la están pasando nada bien”, poseen “una inseguridad financiera fatal”, de la mano con una serie de situaciones vinculadas “al abuso, maltrato, abandono y negligencia que son parte de un capítulo abandonado por el país”.

Ante esa situación, y para afrontar esa compleja realidad, nace por primera vez en Costa Rica el Observatorio del Envejecimiento, una iniciativa creada desde la Cátedra “Envejecimiento y Sociedad” (de la Facultad de Medicina) en conjunto con el Observatorio del Desarrollo (CIOdD); ambas de la UCR.

De acuerdo con el Dr. Carlos Murillo Zamora, director del CIOdD-UCR, los observatorios son modelos que surgieron como instancias para la gestión, el análisis, la generación y la presentación de información a los tomadores de decisiones y a la comunidad en general sobre una temática específica.

Uno de los objetivos es incidir en política pública mediante la formulación de planes y programas. También, proponer temas de investigación, servir como una herramienta de seguimiento y monitoreo de las diferentes acciones que el país adopta, así como evidenciar los vacíos de información. Vacíos que, en el caso del tema de vejez y envejecimiento en Costa Rica, están muy presentes. Para comprobarlo, solo basta con echarle un vistazo a las actuales políticas públicas.

“La estrategia nacional para un envejecimiento saludable basado en el curso de vida venció hace tres años y a la fecha no se ha generado una nueva estrategia. El reciente Plan Nacional de Desarrollo de Inversión Pública 2023-2026, Rogelio Fernández Güell, solo aborda la población adulta mayor en dos metas. Una es disminuir el plazo promedio de días de espera para cirugías de catarata en la Caja Costarricense de Seguro Social; y dos, mejorar la cobertura de la población económicamente activa para su protección económica y social ante los riesgos de invalidez, vejez y muerte. Y no hay otras metas en el Plan Nacional de Desarrollo”, comentó el Dr. Murillo.

La principal meta del Observatorio consiste en suministrar evidencia veraz, oportuna y confiable que permita promover políticas públicas que favorezcan una vida digna, autónoma e independiente para todas las personas adultas mayores de Costa Rica.

Deudas pendientes

Para el director del CIOdD-UCR es claro que Costa Rica “tiene grandes rezagos y deudas con esta población que crece cada vez más en número, en cantidad y en años para disfrutar de la vida”. Dicho crecimiento es fácilmente verificable al leer las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

Según ese Instituto, para el año 2025, el 79 % de las personas adultas estará en proceso de envejecimiento y un 13 % estará en la categoría de vejez. Además, se espera que para el año 2050 la población adulta mayor represente el 20 % de la población total del país, lo que implica retos importantes en la formulación de políticas públicas y de servicios de salud adecuados para atender las necesidades de este grupo etario.

Con esos datos disponibles la pregunta ahora es: ¿se ha hecho lo suficiente para afrontar esa explosión sociodemográfica que se avecina? Para los especialistas la respuesta es clara: no. No se ha hecho todo lo necesario y falta más para afrontar el escenario que se aproxima, si lo que se busca es no exacerbar los desafíos que hoy se ven.

¿Algunos de esos desafíos? La violencia, el maltrato y el abandono, acompañado de una serie de brechas relacionadas con la dependencia, la necesidad, las pobres relaciones familiares, los pocos espacios de convivencia, las desigualdades y las condiciones de vida poco dignas, muchas veces, ocasionados por ingresos mínimos e insuficientes.

En esos ámbitos, el Observatorio del Envejecimiento de la UCR dará un aporte invaluable para analizar la situación del país y proponer soluciones ante una etapa de la vida que, como bien lo dijo el Dr. Morales, “todos vamos a llegar. La juventud no es eterna”.

“Costa Rica se caracteriza por ser un país con un significativo registro de información estadística. Esto es fundamental para la toma de decisiones en todos los ámbitos, tanto públicos como privados. Sin embargo, en el caso de las personas adultas mayores, esas estadísticas están dispersas en numerosas instituciones públicas, lo cual agrava el problema de las brechas que mencioné. Por eso se requiere sistematizar toda esa información dispersa, analizarla y presentar informes que contribuyan a la formulación de políticas públicas apropiadas”, manifestó el director del CIOdD-UCR.

“Esas políticas públicas son necesarias para que guíen las acciones nacionales en pro de una sociedad más sensible y propositiva en el abordaje de los problemas prioritarios relacionados con el envejecimiento poblacional y del bienestar de la población adulta mayor. Pero, sobre todo, que se contemple una nueva visión del envejecimiento, de tal manera que se promueva la inclusión de las personas adultas mayores en las sociedades, se ofrezcan bienes y servicios de calidad, y se dé cuenta de su contribución al desarrollo”, amplió el Dr. Morales.

El plan de trabajo

El Observatorio del Envejecimiento procurará abordar las aristas más importantes que en este momento exige el país. Uno de ellos es el tema de la inseguridad alimentaria, un elemento que se vio fuertemente reflejado en la pandemia del COVID-19.

“¿Por qué este tema? Porque la pandemia hizo evidente que la alimentación fue una experiencia realmente dramática. Muchas personas no tenían quién le llevara los alimentos a la casa, cómo tenerlos a mano y, muchas veces, no tenían cómo pagarlos. Imagine lo que es no tener cómo alimentarse adecuadamente. Esto es una Costa Rica desconocida y aquí el Observatorio tiene una tarea muy grande. No le podemos quedar mal al país ni a los adultos mayores”, exaltó el Dr. Morales.

En este marco, ya se han mantenido reuniones técnicas de trabajo con diferentes autoridades para avanzar en distintos procesos que ayuden a contribuir en ese y otros campos más. Entre esos está la meta de generar más conocimiento sobre los determinantes del envejecimiento y las condiciones de vida a las personas adultas mayores en Costa Rica. El segundo es analizar las categorías asociadas al envejecimiento activo y saludable exitoso.

El tercero se enfoca en promover que el país continúe con los procesos iniciados en el 2015 y 2016 relacionados con la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.

El cuarto punto es monitorear el proceso de envejecimiento de la población costarricense. Este es especialmente importante porque, desde la opinión del Dr. Morales, desde la pandemia hubo un importante desmejoramiento de las condiciones de vida de esta población.

“Antes de la pandemia no era que las personas mayores estaban en una posición de flores, pero ahora se disparó. Por lo tanto, se debe poner el acento en las acciones que vienen, así como generar respuestas urgentes y oportunas a sus múltiples necesidades”, dijo el Dr. Morales.

Tanto el rector de la UCR como el decano de la Facultad de Medicina están seguros de que el Observatorio se constituirá muy pronto como un punto de referencia nacional e, incluso, internacional. El tan solo hecho de tener un espacio de análisis y de discusión científica que antes no existía en nuestro país, abre una puerta trascendental hacia la generación de nueva información.

“Aprovechemos esta enorme oportunidad que tenemos para mejorar las condiciones de vida de las personas adultas mayores, así como para transmitir a los más jóvenes la enorme necesidad de prepararse para la vejez, sobre cómo vivir más pero también mejor, mediante un envejecimiento activo con hábitos, actitudes y comportamientos que propicien no solo una vida más larga, sino también una vida de bienestar. Debemos celebrar en grande este paso firme que estamos dando por el bien de las personas adultas mayores en nuestro país. Yo agradezco profundamente a todas las personas implicadas que, en tan poco tiempo, hicieron de esto una realidad”, concluyó el rector de la UCR.

 

Jenniffer Jiménez Córdoba

Periodista, Oficina de Divulgación e Información