En defensa de las y los hermanos del Territorio Indígena Kekoldi

María Elena Fournier Solano

La falta de información y la ignorancia confunden a las personas que toman posiciones equivocadas, lo cual es sumamente peligroso, sobre todo, en estos momentos, cuando estamos hablando de que indígenas hombres y mujeres del T.I. Kekoldi con frecuencia reciben insultos, amenazas de parte de sikuas; hasta de los y las que se dicen defensoras y defensores de los Derechos Humanos y del ambiente.

Son muchísimas las denuncias que han tenido que presentar, por muchos años, la ADI del T.I. Kekoldi ante diferentes organismos como la Fiscalía Indígena, SINAC-MINAE, Fiscalía ambiental, etc., por invasión de tierras, tala de árboles y cacería, entre otros delitos.

Lo más inaceptable sucedió recientemente, durante la administración Solís Rivera, cuando el SINAC-ACLAC-MINAE de la región, extendió permisos de tala de árboles, (aquello fue una verdadera masacre de árboles maderables… ¡por supuesto!), ¿Cuál fue su argumento ante la denuncia?, ¡ah que ellos desconocían que esa zona era el Territorio Indígena Kekoldi! Nos dimos cuenta a través de la viceministra del MINAE.

Hay historias que todavía no se han contado y que hay que valorar antes de llegar a conclusiones precipitadas. Me contaban recientemente unos indígenas que en los años 30, a un tío de ellos un afrodescendiente le puso una cerca en la propiedad y el afrodescendiente le indicó al familiar indígena: hasta aquí puede llegar… O sea, no podía pasar por la «propiedad» del afrodescendiente para ir a la costa. Así muchas historias más se han invisibilizado y faltan por contar y escribir. Este relato no ha terminado, apenas comienza.

Ante la corrupción, la impunidad, la violación, las constantes humillaciones, la violencia estatal y la de grupos de diferentes sectores con intereses mercantilistas, surge la valentía de la comunidad de caminar dos veces desde la zona sur, Conte Burica hasta la Casa Presidencial, más de 300 kilómetros para luchar por su cedulación como costarricenses. Todavía recordamos la forma en que fueron golpeados y sacados por la policía en la Asamblea Legislativa, en años pasados, por exigir la aprobación de la Ley Indígena entre otros derechos. Precisamente hoy una buena amiga lideresa indígena Ngäbe Luisa Bejarano Montezuma, me decía: «continuaremos nuestra lucha como lo hemos hecho durante más de 500 años, si nos matan, quedan muchos más para seguir luchando».

Comparto, adicionalmente, un comentario que realicé en el año 2017 respecto al famoso colonialista e irrespetuoso decretazo de Figueres Olsen junto con el ministro de Gobernación y Policía de entonces don Juan Diego Castro, y un artículo que escribí en Surcos respondiendo a la señora Cristina Zeledón vecina del T.I. Kekoldi.

Enviado a SURCOS por la autora.

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