Oscar Madrigal
Me pregunto a dónde irá a parar todo el desbarajuste que vive el país en el campo político, social o cultural. La situación nacional es más caótica que de crisis, porque el desorden es monumental en todos los campos del país. Es caótica porque no hay un horizonte o una perspectiva más o menos clara en nuestro futuro.
El chavismo ha producido un desorden tal en el tablero del juego nacional, que no parece haber fuerzas para enmendarlo en poco tiempo, ni el sujeto político capaz de enfrentarlo.
Los partidos de la oposición navegan en un mar de incertidumbre, dando palos de ciego, sin poder articular una oposición seria, donde se vea una alternativa real para recuperar las instituciones y enrumbar el país por otros senderos.
El futuro no está en Liberación Nacional que no encaja ningún cambio al estado chavista y que cada vez se aleja más de poder ser opción de triunfo; aunque solo podrían jugar a que Chaves es más malo que cualquiera. Un gobierno de Liberación sería tan nefasto para el pueblo como uno de la Unidad.
Las políticas del gobierno de Chaves son, objetivamente, las de un incapaz, arropadas en un mensaje pachuco, que lo que pretenden es desmantelar el estado del bienestar y acabar con lo que queda del país de las reformas sociales.
El desmadre de la oposición es tal que lo único que puede impedir una repetición del chavismo reaccionario, sea su propia incapacidad para unirse.
Resulta que el caos, el desmadre, es lo que le beneficia a Chaves porque no tiene alternativas serias para enfrentar los problemas nacionales. Chaves vive del caos.
Por otro lado, el Frente Amplio por sí solo, no tiene la fuerza o el músculo, tanto política como ideológicamente, para presentarse como la alternativa de gobierno ante el chavismo reaccionario. Sin embargo, es la única fuerza organizada que puede coadyuvar a crear una opción política para las elecciones del 2026.
¿Qué esperan? Que convoquen los que pueden convocar, que promuevan el diálogo para un programa, que se unan todos aquellos que deseen derrotar al chavismo reaccionario sin volver al pasado nefasto del ayer.