La fecha gloriosa que nos reúne es la derrota de los filibusteros en Rivas

(Intervención de la Diputada María Marta Padilla de Jiménez, en la sesión parlamentaria, solemne, conmemorativa de la Batalla del 11 de abril de 1856 en la ciudad de Rivas, en Nicaragua, contra los filibusteros norteamericanos comandados por William Walker.)

Celebramos y recordamos una de las fechas más gloriosas de nuestra Historia Patria, el 11 de abril. Fue la batalla más cruenta que se dio contra la tropa filibustera norteamericana, comandada por William Walker, quien se había establecido en Nicaragua, amenazando gravemente la Soberanía y la Independencia de nuestras jóvenes repúblicas centroamericanas y la Libertad de nuestros pueblos.

El 11 de abril fue la tercera Batalla en importancia, luego de las Batallas de Santa Rosa, del 20 de marzo y de Sardinal, del 10 de abril, unas horas antes de la Batalla de Rivas.

En estas batallas, Santa Rosa, Sardinal y Rivas, nuestras tropas y heroicos combatientes infligieron a los filibusteros tres derrotas, demostrando la entereza de un pueblo movilizado para afianzar sus valores e identidad nacionales, su Libertad, su Soberanía y su Independencia.

La lucha prevista, estratégicamente diseñada, por el presidente, Juan Rafael Mora Porras, jefe y estratega militar, era muy clara. La amenaza a Costa Rica estaba en Nicaragua. Allí estaba Walker. Había que enfrentarlo y sacarlo de Nicaragua.

El presidente Mora en la frontera se dirigió a los nicaragüenses indicándoles que iba a luchar por su libertad, contra la opresión que tenían; que no buscábamos dejarnos ni un milímetro de sus tierras; que íbamos a luchar para asegurar la Libertad de los pueblos centroamericanos. Y así fue.

Walker inició los combates el 11 de abril, al despuntar la mañana, provocando un enfrentamiento que se prolongó por 20 horas, con casi 1000 muertos. Escenas heroicas y sacrificios extremos se vivieron.

Importante fue la decisión de quemar el sitio donde se había afincado Walker, el Mesón de Guerra. Tres intentos se hicieron para quemarlo. El Capitán cartaginés, Luis Pacheco Bertora, el soldado Joaquín Rosales, de origen nicaragüense que peleaba con nuestra tropa y, finalmente, Juan Santamaría, alajuelense, quien lo logra, a quien honramos especialmente en este día.

La fecha gloriosa que festejamos es la derrota de los filibusteros en Rivas. La conducción majestuosa del Ejército y de los combates por el presidente Mora, los generales José Joaquín Mora y José María Cañas, el resto de los oficiales y soldados que combatieron y dieron sus vidas en esas batallas.

De Rivas siguió la peste del cólera, el regreso de nuestros combatientes, la superación de la peste; el regreso de nuevo al combate, lo que se conoce como la Segunda Campaña, que culmina el 1 de mayo de 1857 con la rendición de Walker y su expulsión de Nicaragua y de Centroamérica.

Información compartida con SURCOS por Vladimir de la Cruz.