Los BRICS y las Zedes

Marlin Ávila

23 de septiembre de 2024

Es de mucha satisfacción ver a la población hondureña celebrando un año más de independencia, el 14 y 15 del presente mes. Esta celebración coincidió con el haber abortado la denunciada conspiración de un golpe de estado contra el gobernante partido Libre. Aun no estamos seguros si esa fue una verdadera conspiración o fue un autogolpe táctico que hiciera mover todas las fuerzas sociales y políticas del pueblo, que consolidara el poder de la presidenta Xiomara Castro de Zelaya, luego de doce años de gobierno del Partido Nacional de oposición. Si este fuese el caso, no cabe dudas en que el partido Libre logró con creces el cometido.

Si el Partido Nacional hubiese seguido al mando de los destinos de Honduras, es muy dudoso que este país hubiese quedado como uno de los cinco que conforman la región centroamericana (sin incluir a Belice) dado el proyecto de las ZEDES (Zonas de Empleo y Desarrollo Económico) o “ciudades modelo” que el Partido Nacional tenía pendiente de implementar sí seguía gobernando. Con este proyecto se pretendió dividir la administración del país en zonas independientes, para atraer inversión extranjera, aprobadas por la Corte Suprema de Justicia en junio de 2021, sin embargo, el gobierno de Xiomara la derogó por considerar que cedía soberanía al extranjero dentro del territorio hondureño. Después de constituir una ZEDE, estaría a un paso la separación y división del territorio nacional en pedazos.

No cabe duda de que después de las grandes concentraciones en las calles de la capital y en el estadio nacional, el gobierno de Libre se consolidó. A 16 meses por concluir su período.

No obstante, el asecho existente para cambiar el poder político en Honduras está latente. No se puede confiar de la amistad en Washington quien ve con recelo la autonomía con que actúa la presidenta Xiomara y, sus acercamientos con el grupo de BRICS, acercamiento que cada día son más los países del sur global que buscan unirse.