Los “dimes y diretes” de Cisneros

Freddy Pacheco León

Los «Dimes y diretes» no los dejan trabajar en las cosas esenciales, dice Cisneros. «Dimes y diretes», con mucho de muletilla, que falsamente critica sin reconocer que son de su autoría. Que no son más que FALSAS PROMESAS, que se lanzan al viento y luego se olvidan. Que son creados semanalmente, desde Zapote, para desviar la atención de la crónica incompetencia gubernamental de Chaves y compañía. «Dimes y diretes» que, con poses histriónicas, se anuncian con ruidosos megáfonos, para enredar a la ciudadanía, que, más bien, espera soluciones y no insultos ni descalificaciones, desde la Presidencia. Esos son los «dimes y diretes» que, como estrategia perversa, se inventan como cortinas de humo salidas de leña húmeda.

Nuestro pueblo merece gobernantes decentes, estudiosos, responsables, mentalmente equilibrados, dispuestos a aprender, si fuere necesario. Lo que menos sirve a Costa Rica, es, cual, si fuesen parte de una vulgar barra futbolera, atacar soezmente desde el Poder Ejecutivo, a los representantes de los otros poderes del Estado, incluyendo al Tribunal Supremos de Elecciones, cual si estuviesen pintados en una mohosa pared. Maltratos gratuitos, desabridos, indebidos, usados como instrumentos innobles, para erosionar la estructura constitucional, que tanto ha costado construir. «Dimes y diretes» con los cuales, además, se distorsiona, peligrosamente, el ejercicio vital de la función de la Contraloría General de la República, que busca garantizar el mejor uso de los recursos del Estado. Ello, para, por ejemplo, promover el malogrado proyecto Ciudad Gobierno, con el argumento del pago de costosos alquileres para instituciones del Estado, justificar que empresas constructoras, escogidas «a dedo», sin las licitaciones de ley, se encarguen de gastar US$450 millones, que, así admitido por el ministro de Hacienda, no alcanzan ni para una tercera parte de los edificios que se construirían.  Por lo cual, es previsible que sigamos pagando los mismos alquileres, mientras se esperaría qué hacer, con los edificios “a medio palo”, producto de la deficiente planificación, que no previó la necesidad de otro préstamo por, al menos, US$900 millones, para concluir las obras mostradas en la atractiva maqueta.

«Dimes y diretes», que la diputada Cisneros sabe, también son parte de proyectos obstaculizados sin razón, como el ansiado, por necesario, Agua para Guanacaste, que además del aprovechamiento que eficientemente hace el ICE, del agua del embalse Arenal, serviría para regar 17.000 hectáreas para producción agropecuaria, y abastecer de agua potable a la sedienta población guanacasteca, al tiempo que permitiría un uso más eficiente del agua, en proyectos turísticos, varios de ellos detenidos por escasez de agua potable.

«Dimes y diretes», que, repetidos irracionalmente por la presidente ejecutiva de la CCSS, han impedido avanzar en la atención de la deuda del Estado, que está golpeando a los pacientes, principalmente adultos mayores, que tienen que sobrevivir las angustiantes listas de espera, que no son más, que torturas inmerecidas, infringidas por el Estado a los ancianos que merecen todo apoyo posible y comprensión de sus necesidades. Son los mismos «dimes y diretes» que Esquivel y Chaves han usado, para negarle a los cartagineses, el hospital al que tienen derecho esos hermanos compatriotas. «Dimes y diretes», que Pilar alega no los dejan trabajar como se debe, cuando más bien es al revés, pues son inventados por ella misma, para uso del poder ejecutivo, como el grave problema del agua potable para la zona metropolitana. Ejemplo fue el haber engavetado el proyecto de abastecimiento de agua Orosi II, para 800.000 habitantes, así como para avanzar en el diseño y ejecución, en el también proyecto imprescindible, de sustituir las destrozadas cañerías de agua potable del AyA, desde las cuales la institución pierde, por fugas, agua para más de dos millones de personas. Así como, la muy bien sustentada iniciativa, surgida para construir una pequeña cañería de un kilómetro de longitud, hasta el campo de pozos de Puente de Mulas, para saciar la sed de los habitantes de Hatillo, San Sebastián, Alajuelita, Paso Ancho, y demás comunidades del sur de San José, aprovechando, por las noches, un tercio del agua pura que brota desde el acuífero Barva, en la naciente del balneario de Ojo de Agua; igualmente engavetado por órdenes del presidente Chaves, cuando ya estaba listo para arrancar. Tres proyectos vitales a desarrollar por el AyA, que, paradoja de paradojas, en lugar de constituir tareas prioritarias del Instituto, se han dejado de lado, mientras sus varios presidentes ejecutivos, lo que proponen como “solución”, es un brutal recorte de personal, que, al no tener sustento técnico, afectaría sensiblemente las trascendentales tareas que cumple, por todo el país, directamente y por medio de sus contratos con las ASADAS, el descuidado, desde hace años, Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados.

No son tampoco «dimes y diretes» venidos de quién sabe dónde, el que algunos se mueren por COMPRAR, instituciones estatales exitosas, como el Banco de Costa Rica, el Instituto Nacional de Seguros, la Fábrica Nacional de Seguros, el Instituto Costarricense de Electricidad, Recope, así como, mientras tanto, erosionar la fortaleza del ICE, en el 75 aniversario de su fundación, ¡desde su misma jerarquía interna!, al quitarle la estratégica función de orientar y supervisar el mercado eléctrico nacional, reafirmada en la Estrategia de Conservación del Desarrollo Sostenible (ECODES) y los planes energéticos nacionales. Objetivo del gobierno de Chaves, con la clara intención de, mientras amarran las manos del ICE con imposiciones avaladas por el presidente ejecutivo Acuña Mora, ponerlo a competir con corporaciones privadas extranjeras, ávidas de controlar el mercado de la electricidad en Costa Rica. Actitud que se evidenció, asimismo, con el decreto ejecutivo que, por aceptar ser parte de la “guerra comercial” del gobierno de los EUA, contra China, específicamente contra la tecnología 5G desarrollada por la empresa Huawei, con la oferta de productos más desarrollados y, especialmente “preocupante” para corporaciones occidentales, más baratos, Chaves y Acuña Mora, le colocaron una “camisa de fuerza” a nuestro ICE, sin importar cuánto afectan al desarrollo de Costa Rica.

Aunque la diputada Cisneros, pareciere usar la expresión “dimes y diretes” cual muletilla instintiva difícil de controlar, lo cierto es que ello refleja un intento inútil por repartir culpas, por justificar la incompetencia gubernamental, por hacer que la ciudadanía desvíe su mirada, hacia puntos alejados de donde se evidencia el mal gobierno que sufre la nación.

22.4.24