¿Qué nos detiene?

José Luis Callaci.

José Luis Callaci

La América Latina sufrida que reclama victorias celebra con gran entusiasmo el resultado de las recientes elecciones en la hermana México. Una mujer defensora y luchadora progresista las ha ganado con un amplio margen de diferencia con sus inmediatos contrincantes.

Enorme contraste con lo sucedido en Argentina en donde un desequilibrado mental se ha hecho de la Presidencia. A cinco meses de esa monstruosidad sobran las razones para un Juicio Político de destitución. A alguien que, con sus temerarias acciones, está poniendo en grave riesgo la Paz Social de los argentinos y la propia Soberanía del país.

Ante esta cruda realidad nos surgen las siguientes preguntas:

¿Cuál es la razón por la cual no se somete ya a ese Juicio Político a alguien que no solo avergüenza a los argentinos sino a la gran mayoría de los Latinoamericanos que ven el fenómeno como algo inexplicable, un sinsentido total?

¿O es que el consabido orgullo argentino nos impide reconocer que permitimos tener un loco como presidente que un día sí y otro también habla barrabasadas, incluso en la materia que pregona dominar? (Opinión de destacados economistas en el mundo).

¿Masoquismo político?

Lo cierto es que se le está legitimando en el cargo al reducir la crítica solo a aspectos ideológicos y partidistas. Vergüenza no solo para Argentina sino para toda la América Latina y Caribeña.

En cuanto a las quejas constantes y a esas repetitivas expresiones de ánimo futbolero, que no van con la seriedad de la política, plagadas algunas de plañideras expresiones, ya cansan.

Bueno sería ante estas crudas circunstancias que los argentinos nos discutamos, tan siquiera un poco a nosotros mismos, poniéndole tal vez más atención a cómo nos ven los demás.