Reunión Figueres Olsen-ANEP/Albino Vargas: «nos jalamos del moño y nos hicimos muecas»

Comunicado Político Nº 51

Experiencias y aprendizajes de la huelga magisterial2

El magisterio nacional ha luchado por conservar sus derechos laborales. En 1995 debió enfrentar una fuerte represión de parte del gobierno de Figueres Olsen. La imagen tiene carácter ilustrativo.

La Comisión Nacional de Enlace considera que las declaraciones de la ANEP/Albino Vargas, a raíz de la reunión que sostuvieron con el expresidente José María Figueres, en el sentido de que «nos jalamos el moño y nos hicimos muecas», reflejan, no solo un desconocimiento de la historia reciente, sino que igual, un marcado irrespeto a los luchadores (as) que se enfrentaron a la administración Figueres Olsen (1994-1998) que se caracterizó como una de las más agresivas en cuanto a sus políticas de implantación del modelo económico neoliberal. Reflejan también las declaraciones de la ANEP/Albino Vargas un profundo reduccionismo de la historia reciente y la decadencia política por la que transita esa organización, cosa que no es nueva, porque los “rebeldes” de la ANEP/Albino Vargas son como los antibióticos de amplio espectro, pasan de la rebelión a la democracia de la calle y al diálogo nacional en un abrir y cerrar de ojos.

Decimos que esas declaraciones de la ANEP/ Albino Vargas son irrespetuosas y reduccionistas porque en la administración Figueres Olsen se aprobó el Tercer Programa de Ajuste Estructural (PAE III) con el cual esa administración impulsó medidas políticas y económicas, todas ellas vinculadas a la transformación del Estado y orientadas a la privatización y venta de activos del Estado, a políticas de reducción del empleo público y de las pensiones, a políticas fiscales regresivas y a la liberalización financiera. El PAE III entró en vigencia en abril de 1995. Ese mismo mes se concretó el Pacto Figueres-Calderón para favorecer la aplicación de las imposiciones establecidas por el PAE III. Entre otras cosas ese Pacto favorecía la liberalización bancaria y la reforma a la Ley de Pensiones del Magisterio Nacional, asuntos medulares para esa administración.

Concretamente, en el plano de la resistencia y de la lucha social, en 1995, se dieron hechos muy relevantes, que no fueron precisamente «jalarnos del moño y hacernos muecas». Uno de ellos fue la huelga contra la transnacional Millicom (mayo 1995), esto a raíz de la intentona del gobierno de mantener a esa empresa operando ilegalmente en Costa Rica mediante la firma de un contrato con la empresa RACSA. La empresa Millicom finalmente, por la presión de los trabajadores (as) de ICE en huelga (mayo 1995), fue expulsada del país. El otro fue la huelga de los educadores a raíz de la reforma a la Ley de Pensiones, que fue uno de los primeros ataques directos a la clase trabajadora, en este caso a los trabajadores (as) de la educación. La huelga lamentablemente no logró el objetivo de parar las intenciones del gobierno, por la traición de una buena parte de los dirigentes sindicales que respondían a los intereses del PLN y del PUSC.

Mientras eso sucedía, a lo largo de 1995 y parte de1996, se montó una campaña de terror político con el objetivo de hacer potable la venta de activos del Estado más rentables. Los sectores privatizadores del Partido Liquidación Nacional (PLN) utilizando el argumento de la «deuda interna» hostigaban a la opinión pública para convencerla de que la mejor manera de pagar la «deuda interna» era con la venta de los activos, entre ellos, el ICE, el INS, RACSA, las playas, etc. La reacción no se hizo esperar. En abril de 1996 se conformó el Consejo de Defensa de la Institucionalidad (CDI), presidido por el expresidente Rodrigo Carazo, que le plantó una resistencia sin cuartel a la administración Figueres Olsen, que se vio obligada a abandonar la idea de la venta de activos del Estado, como pretendía la cúpula neoliberal que ya había tomado la estructura del PLN. No fue entonces que «nos agarramos del moño y nos hicimos muecas», como interpreta la ANEP/Albino Vargas, de manera reduccionista e irrespetuosa. No fueron así las cosas, todo lo contrario, fue una lucha consecuente, dura, frontal y prolongada; contra una de las administraciones más neoliberales de la década del noventa.

No podemos por tanto reír esas «gracias» de la ANEP/Albino Vargas en el marco de la conversación con el expresidente José María Figueres porque como se manifestó, esas declaraciones representan una gravísima falta de respeto a los luchadores (as) que se plantaron a los intentos privatizadores y a la corrupción de la administración Figueres Olsen. ¿O pasamos la página y nos olvidamos del Banco Anglo, de Global Energy, de los cogeneradores privados, de Bernardo Arce y el Tajo Don Jaime, de las escuchas telefónicas ASTUR-DIS, del cierre de los ferrocarriles, del cierre de FERTICA, Cementos del Pacífico, de la apertura bancaria, del ataque al ICE y a los educadores? Perdón y olvido en aras del «diálogo nacional», en otras palabras: «jalémonos del moño y hagamos muecas».

Comisión Nacional de Enlace

 

Enviado a SURCOS Digital por Comisión Nacional de Enlace.

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