La guerra Rusia – Ucrania hoy puede tener cambios trascendentales y podrían suponer esos cambios el inicio de una escalada en la intensidad de la misma.
La OTAN ha solicitado a sus miembros que se requiere ayudar a Ucrania en su defensa, y países como Estados Unidos y Alemania ya han dado claras muestras de responder a ese llamado enviando a Ucrania tanques pesados de fabricación occidental.
La respuesta rusa no se ha hecho esperar en el sentido de mencionar que recurrirá a armas más sofisticadas y de mayor alcance, incluso de características nucleares.
Es decir, estamos a las puertas de una tercera guerra mundial con todas las desgracias que eso significa.
Hoy Alemania tomará la decisión de cuántos tanques Leopard 2 enviará a Ucrania, pero esa decisión depende de la de Estados Unidos de cuántos tanques Abrams. Además otros países como Polonia e Inglaterra están atentos para también tomar decisiones similares.
Una guerra cuyo inicio fue motivado por las presiones de Estados Unidos y la OTAN haciendo que Ucrania hiciera lo que deseaban, para que Rusia respondiera como lo hizo y hoy el negocio de esa guerra sigue adelante con el envío de armamento pesado cuyos costos son de miles de millones de dólares que sirven para ayudar a una economía decadente como la de Estados Unidos.
Estas decisiones traerán consecuencias muy graves para el mundo entero, y es que posiblemente los aliados a Rusia también tomen decisiones para contrarrestar esa ofensiva occidental.
Debemos estar atentos a lo que está por definirse a partir de hoy y las autoridades de países de nuestra región tomar medidas para una posible recesión por la guerra que se convertirá, de una entre dos países almenos en teoría, en una donde muchos países serán actores.
Dios quiera que las decisiones que se tomen hoy y en adelante se encaminen a buscar la paz, y que quienes tienen poder político para tomarlas sepan que serán millones de muertos los que tendrán que cargar en sus conciencias. La humanidad ha aprendido poco sobre la solidaridad, el amor y la paz a pesar ONU, OEA y todas las demás organizaciones multilaterales.
La extinción de los neandertales (Homo neanderthalensis), ha sido un gran tema de estudio para la Biología, la Antropología, la Historia, la Genética, entre muchas otras disciplinas. El “hombre neandertal” es una especie, ya extinta, del género Homo y que durante milenios ocuparon Europa, Asia y Oriente Medio. Los sapiens, por su parte, a pesar de ser menos robustos y no estar tan adaptados al frío, llegaron a Europa desde África y allí, lograron imponerse.
En este caso, toma relevancia una investigación llevada a cabo en el Instituto Max Planck de Biología Celular Molecular y Genética (Alemania) y en la que participa Felipe Mora Bermúdez, biólogo costarricense, galardonado con el Premio Nacional de Ciencia Clodomiro Picado Twight 2007. Este es el primer estudio que apunta a una diferencia en el comportamiento de las células cerebrales que generan las neuronas entre los Sapiens y los Neanderthalensis.
En otras ocasiones se ha señalado a los cambios climáticos, la endogamia y la presión de los humanos modernos como parte de las razones para explicar su extinción. Sin embargo, en este estudio, las personas investigadoras sugieren que “el cerebro del ser humano moderno crece más lentamente que el del neandertal y, en ese proceso, comete menos fallos de herencia cromosómica”
Para sustentar su hipótesis, estos científicos (as) realizan tres experimentos: En el primero, introdujeron variantes humanas modernas en ratones transgénicos, idénticos a los neandertales en esas seis posiciones de aminoácidos. En segundo lugar, introdujeron la variante neandertal en ‘minicerebros’ cultivados en laboratorio a partir de células madre humanas. Y por último, la tercera prueba utilizó células de chimpancé
Este trabajo investigativo representa un gran aporte para robustecer teorías de la evolución, además de que abre camino para futuras investigaciones en temas de información y evolución genética y molecular. Además, es de gran renombre que un costarricense sea parte de los principales autores de este estudio.
«A pesar de que el cerebro de los ratones es más pequeño que el nuestro, también tiene muchas similitudes y puede ser muy informativo, lo que nos permite, en cierto modo, rastrear y recrear lo que hizo la evolución» (Felipe Mora Bermúdez, 2022).
Usted puede acceder a la investigación completa por medio del siguiente enlace:
Esta breve investigación me la ha facilitado un muy buen amigo, Rodolfo Jiménez Solé, quien envió al chat de Madre Tierra que compartimos, algunos buenos artículos, que emanan de prestigiosas universidades estadounidenses, del medio informativo la DW, así como de medios nacionales, un prestigioso investigador de la Universidad Nacional y una excelente comunicadora costarricense. Por supuesto de las aseveraciones que ha hecho el que escribe este artículo, Rodolfo queda eximido de todos los yerros o inexactitudes en que pueda haber incurrido. Espero, eso sí, no sean muchas y que el artículo resulte esclarecedor.
Costa Rica es un país que ha logrado bastante éxito en la ruta de convertirse en un territorio con un grado importante de desarrollo ecológico. En el concierto internacional, nuestro terruño ha adquirido la fama de ser un país verde. Además, de acuerdo con el Centro Nacional de Control de Energía (CENCE), el país ha conseguido la generación eléctrica prácticamente en su totalidad, a base de recursos limpios tales como el agua, el viento, la geotermia, la biomasa y el sol.
En lo que a mí concierne, me vanaglorio de ello ante parientes y amigos del extranjero, porque comparto este aserto; aun más, considero que el desarrollo apegado a una orientación ecologista es algo que se ha venido consolidando, mediante el esfuerzo de casi todos los gobiernos y contando con el apoyo de buena parte de la sociedad civil, desde los años setenta del siglo pasado, principiando con la acertada política de creación de los parques nacionales. Aunque, como es sabido, siempre tenemos que lidiar con personas inconscientes, carentes de visión, que incursionan ilegalmente en los parques nacionales con el objeto de cometer toda clase de tropelías contra el medio ambiente, talando y deforestando el bosque. En este aspecto, contradictoriamente, considero que por lo general los gobiernos no han sido suficientemente estrictos con los malhechores.
Hoy, voy a remarcar un caso, aparte del que acabo de señalar, que va a contrapelo de las buenas prácticas ecológicas que por lo general nos distinguen. Lo hago, porque contrario a lo que alguien pudiera creer, no es ser patriota callar nuestros yerros, sino todo lo contrario. La actitud patriótica distingue a aquellas personas que, defienden con espíritu crítico las conquistas alcanzadas en todos los campos y denuncian con pelos y señales las malas artes de los que, en cambio, con egoísmo y vasta sed de enriquecimiento fácil e ilícitamente se arrogan la potestad de atropellar lo que con tanto costo se ha obtenido.
En uno de los documentos investigados, me topé frontalmente con que las universidades de Yale y de Columbia, dos de las más prestigiosas en los Estados Unidos, incluyeron a Costa Rica entre los peores países en materia de uso de agroquímicos. La verdad es que no necesitaba el documento para saber que en nuestro país se usa desde hace bastante tiempo agroquímicos altamente tóxicos. Lo particular del hallazgo radica en que, en el reporte del índice de “Desempeño Ambiental” (EPI por sus siglas en inglés), Costa Rica se sitúa en la posición 68, entre 180 naciones sometidas a examen en materia de cambio climático, salud ambiental y vitalidad de los ecosistemas. El índice reporta 40 indicadores de desempeño en más de 11 categorías. La calificación de Costa Rica nos deja bastante mal parados en cuanto a la efectividad de las políticas ambientales.
Hay más, ocupamos el lugar 96 sobre el manejo de los riesgos agrotóxicos y el 156 en eficiencia de uso de fertilizantes. Entre los datos se señala que tenemos la deshonra de aparecer posicionados entre los 30 países en los cuales la biodiversidad está sujeta a alto riesgo de contaminación por mezclas de plaguicidas; asimismo estamos en la posición 11 entre los países con mayor riesgo de extinción de especies nativas amenazadas por el uso de agroquímicos que llegan a afectar sus ecosistemas. Además, en determinadas localidades de San Carlos, Siquirres y la provincia de Cartago el riesgo de contaminación se extiende a los mantos acuíferos.
El informe de las prestigiosas universidades señala que se usan 133 agrotóxicos que son considerados altamente peligrosos para la salud humana, animal y el medio ambiente en general. Por añadidura, un reciente informe del PNUD afirma que el 93% de los “agrovenenos” que se emplean en Costa Rica están clasificados como “Pesticidas Altamente Peligrosos” (PAP). Entre muchos otros acota el investigador Fernando Ramírez, del IRET-UNA, “… el clorpirifós es un insecticida organofosforado; es decir, que posee fósforo en su molécula, es muy tóxico y sobre todo tiene efectos crónicos. Su uso -agrega- está registrado para alrededor de 12 cultivos en Costa Rica, entre ellos algodón, arroz, banano, chile dulce y cebolla. Se usa para granos almacenados, para control casero de hormigas, para control de mosca blanca en el tomate, y en las bolsas plásticas celestes que se usan en las bananeras. La mayoría de estas bolsas -acentúa Ramírez- son untadas con clorpirifós y siempre hay bolsas en el campo; lo que significa que lo hacemos persistente en el ambiente. […] El Clorpirifós -se añade- es conocido por sus efectos sobre el sistema nervioso humano, especialmente para los niños.” (Cfr. Costa Rica, “Environmental Performance Index.” https:// epi.yale.edu/epi-results/2022/country/cri y Semanario Universidad. Ramírez, Fernando. Investigador IRET-UNA. Citado por Pomareda G. Fabiola. pomaredafabiola@gmail.com).
Agrotóxicos y buenas prácticas para la fertilidad del suelo
El problema ocasionado por los agrotóxicos es muy generalizado en todo el mundo. Un informe de la “Deutsche Welle”, agencia alemana de comunicación considera que una tercera parte de la tierra fértil del planeta está contaminada por los agrotóxicos, o sea veneno para los seres humanos, plantas y animales en general. Originalmente, tanto los suelos en tierra como los océanos eran los mejores protectores del clima, ya que en ellos cabía todo el CO2 del Planeta.
En las ciudades, muchas de las mejores tierras han quedado sepultadas bajo el hormigón producto de las, con frecuencia no planificadas y, por tanto, innumerables e indeseables construcciones masivas de edificios. Los océanos no han escapado a esta impronta de la intervención del “homo económicus” especialmente por el plástico que los inunda.
En la llamada República Democrática Alemana (hoy integrada en un solo país con Alemania Occidental), desde 1949 se instalaron fábricas para extraer uranio que se exportaba a la Unión Soviética destinado a las industrias armamentísticas. En los países del occidente capitalista ocurrió y sigue ocurriendo todavía otro tanto. De tal manera, en Alemania Oriental por más de 40 años se extrajeron del subsuelo metales pesados altamente tóxicos, los cuales se subsumían en los suelos y también se liberaban a la atmósfera. La ciencia ha demostrado que metales como el uranio provocaron enfermedades en animales, plantas y en los seres humanos, tales como el cáncer y la “silicosis”, una enfermedad que afecta severamente los pulmones.
La investigación científica, puesta al servicio del saneamiento de la atmósfera, ha permitido planificar la demolición de muchas de estas edificaciones que se construyeron sobre terrenos de alta vocación agrícola. Aunque en muchas ocasiones no se han podido eliminar los metales pesados, se logró implementar un procedimiento mediante el cual los residuos tóxicos de los metales fueron “fijados” en el suelo. Significa que los metales ya no pueden continuar deslizándose hacia las aguas profundas del subsuelo, tampoco discurrir hacia la madera, ni a las hojas de los árboles. O sea, los metales quedan paralizados. Igualmente se ha procedido con otros metales que se han usado en todo el mundo contaminando la tierra, los ríos y el agua de los mares y océanos. Entre los metales más contaminantes que han contribuido enormemente a sobrecalentar el planeta se citan los siguientes: el uranio ya mencionado, el litio, el cobalto y el níquel.
La ciencia y tecnología más moderna empleada por los científicos que trabajan por combatir la enfermedad del calentamiento global y el cambio climático, el envenenamiento de la atmósfera, de las tierras de vocación agrícola y los ecosistemas marinos, ha conseguido poner en manos de la producción que utiliza energías limpias, procedimientos para inocular la tierra con cultivos bacterianos, especiales para rescatar el suelo. Es una práctica muy antigua que, en la era preindustrial, la tierra la hacía por su propia cuenta. Pero hoy está puesta al servicio de la agroindustria mediante alta tecnología. Esto nos llena de esperanza, no obstante que los desafíos continúan siendo descomunales, puesto que el calentamiento global avanza más rápidamente de lo que se había supuesto. La lección que extraemos es que no estamos inermes frente a la enfermedad planetaria.
Estudiantes en todo el mundo trabajan junto a la investigación científica, para experimentar la inoculación con cultivos bacterianos especiales y así, examinar si los “pequeños ayudantes bacterianos” se han multiplicado hasta el punto de lograr fijar los contaminantes en la forma en que lo hemos explicado. La DW ha informado que se empezaron a realizar experimentos en antiguas zonas mineras, en las que en un inicio no crecía absolutamente nada. Se sabe que en regiones donde la contaminación ha sido excesiva, por efecto de los metales pesados, los microorganismos no pueden subsistir porque las bacterias aerobias no pueden respirar el O2 y las anaerobias que, utilizan otros compuestos, tampoco lo consiguen. Tras la rehabilitación de la tierra, empieza la tarea de sembrar miles de árboles maderables como abedules y sauces en Europa, de manera que se ha logrado rescatar en países como Alemania, Francia y Austria, enormes extensiones de terrenos para proveer productos diversos para la sociedad. Aunque, se sabe que se requerirán en unos casos entre 30 ó 40 años e incluso 100 años en otras ocasiones, para que la tierra pueda recuperar su facultad de restauración de los suelos por sí sola, no cabe duda de que se ha abierto un ancho camino en la lucha contra la enfermedad del planeta.
Es un derecho de la humanidad tener esperanza en que otro mundo es posible, si somos capaces de colaborar, juntarnos y apoyarnos entre todas las naciones, en lugar de continuar impulsando guerras fratricidas. Estamos ciertos que, en cuanto el suelo, otrora contaminado, recupera su verdor, crecen plantas y aparecen nuevos ecosistemas, una “bomba de carbón” descenderá desde la atmósfera, en lugar de mantenerse en ella, para proveer el hidróxido de carbono que capturan las plantas para iniciar su proceso de vida y emanar de vuelta oxígeno. Se reanudará así, en mayor medida el ciclo de la vida como lo hemos conocido. Se almacena en el suelo el dióxido de carbono, retornará la producción de “humus” que es 58% carbono, en la cantidad necesaria para la vida. Si logramos regenerar las tierras, desterrar y “fijar” una gran parte del hormigón que se le plantó encima, se podrá absorber todo el CO2 que produce la especie humana. De acuerdo con los reportes científicos, para que ello sea una realidad, necesitamos que el contenido de carbono aumente cada año un 0.4%, o sea como lo ha propuesto el gobierno francés un 4 por 1.000; lo que se conseguirá a condición de que millones de agricultores en todo el mundo se sumen a la tarea.
Pocas veces en la historia de la humanidad, en un lapso de 365 han ocurrido tantos y tan variados acontecimientos. 1933: Dos estilos de gestión, dos mandatarios, y los dos elegidos según la Constitución Política vigente en cada uno de esos países. Alemania y Estados Unidos.
En Estados Unidos resultó airoso Franklin D. Roosevelt. País sumido en la depresión que devoró miles de empleos, muchas empresas pequeñas desaparecieron, muchos suicidios, aumento de violencia, ruptura del tejido social, miles de desahucios en pequeños departamentos, pérdidas y remate de granjas agrícolas, aumento de la desintegración familiar, violencia familiar y asombroso aumento del alcoholismo. Lo más grave, el alma rota de un pueblo y con una gran desesperanza ante el futuro y el porvenir.
En Alemania, Hitler es declarado Canciller, es quemado deliberadamente el parlamento, culpándose de ello a otros – cuál quema de Roma por la megalomanía de Nerón -, los nazis se hacen del poder y de las estructuras del estado con el compadrazgo de otros partidos que pagaron caro su silencio, indiferencia e inoperancia. Se emiten leyes restrictivas y se prohíben los partidos políticos, se emiten leyes depurando el aparato público en contra de funcionarios de origen judío, o que piensen diferente o critiquen el régimen. Se emiten disposiciones para fomentar una cultura que exalta a unos grupos humanos sobre otros, mirando con desprecio a quienes son diferentes, por sus orígenes, sus creencias, su color de piel u orientaciones sexuales.
Sobre este periodo oscuro en la historia de Alemania, en el período entreguerras, cuando un grupo de forajidos y gamberros, o se hicieron del poder construyendo un discurso sólido y quimérico, que ante el silencio y complicidad de muchos que pagaron el precio hasta con la vida, condujo hacia el sometimiento de un pueblo y uno de los episodios más horrendos de la historia, pues el ascenso de un régimen déspota, ruin y autoritario, condujo hacia la perdida de libertades y a fraguar una sociedad inviable. Para ello les invito, a todos y especialmente a quienes aman la lectura les recomiendo el libro El lenguaje de los Nazis de Viktor Kempleler.
La sociedad alemana pagó caro su indiferencia, al ser avasallados por un régimen que poco a poco comenzó a sacar las uñas y cercenó las libertades públicas, los derechos humanos e inspiró la instauración de un camino amalgamado sobre las armas y la violencia.
El presidente Roosevelt sabía que no había tiempo que perder, se arremangó la camisa y se dispuso a trabajar desde un inicio.
Sabía que toda iniciativa para crear y recuperar empleos requería de un amplio y riguroso plan de infraestructura, donde Estado y sector privado jugaban un papel muy importante, complementario, no antagónico.
Estados Unidos vivió en verdadero crecimiento económico y muchos de los beneficios fueron trasladados al sector laboral. No solo se habló de reactivación económica, de creación de riqueza, sino que dichas acciones fueron acompañadas de mecanismos eficaces de distribución de la riqueza. Se crearon aeropuertos, autopistas, nuevos puertos y ampliación de los existentes, construcción de hospitales, escuelas, colegios, edificios federales, ampliación de la red ferroviaria y la construcción de miles de obras civiles para dotar de vivienda en las grandes ciudades a los desfavorecidos y el embellecimiento de parques. O sea, el bienestar y protección del ámbito laboral nunca estuvo ausente. La generación de nuevos empleos lo permitió, pues los trabajadores pusieron pan a sus mesas, y su orgullo y dignidad fueron justamente reestablecidas.
En Costa Rica, hoy el presidente Chaves y su equipo se enfrentan ante la disyuntiva de tomar las mejores decisiones. No sé si su programa gobierno incluye el concepto de Bien Común. Pero sí lo hace nuestra Constitución Política. Habrá que tomar decisiones en torno a frenar y combatir la desigualdad, así como el aumento en el costo de la vida, empujado por el precio de los combustibles y por el creciente valor de los alimentos; sobre esto último, si no hacemos nada, empezaran a escasear. Estos y otros problemas agobiantes no serán resueltos por las fuerzas del mercado o la mano invisible de Adam Smith.
El presidente, y el bloque hegemónico en la Asamblea Legislativa pueden optar por escuchar el pueblo y gobernar al lado de él, o profundizar la altisonante e inmoral desigualdad y brechas existentes entre la GAM y regiones periféricas. Ya el hambre y la desnutrición empujan y tocan la puerta de muchos hogares costarricenses.
Curioso, dentro de los países de la OCDE, Costa Rica es uno de los países donde la fuerza laboral destinó más horas al trabajo, pero también es uno donde la relación entre generación de riqueza y participación de trabajadores en la creación de la misma es uno de las más desiguales. A nivel mundial lo viene advirtiendo la OIT y el Papa Francisco.
Para muchos…. la herradura es símbolo de buena suerte, sinónimo de bienestar, felicidad y poder. Confío en que como pueblo aún no hemos perdido la capacidad de que podamos salir del atolladero en que la clase política tradicional nos ha sumido desde décadas atrás. Ojala hubiese una herradura sobre el marco de la puerta de Casa Presidencial y de la Asamblea Legislativa.
El Partido Socialdemócrata está a la cabeza con un 1% o menos sobre la Unión Demócrata Cristiana.
Así, la carrera está muy cerrada como para asegurar un ganador pues el que ocupe el 1er lugar aún deberá asociarse con otros partidos para formar un gobierno. Y en la compleja ecuación que tiene Alemania, es posible que si el partido ganador no logra que otros se sumen, el que quedó segundo podría terminar liderando el país. Sin embargo, con las encuestas a boca de urna, poco tiempo después, los socialdemócratas izquierdistas aplaudieron y corearon “¡Olaf! ¡Olaf! » cuando Olaf Scholz apareció en un escenario. Sin embargo, el candidato conservador, Amin Laschet, declaró en la sede de su partido que el resultado era “poco claro” y prometiendo intentar formar un gobierno aunque su partido quedara en segundo lugar. En dos platos, todavía NO se sabe quién será el sucesor de Ángela Merkel, si el conservador apoyado por ella o el socialdemócrata. Si ganara la izquierda, Alemania estaría siguiendo el camino que ya han tomado los cinco países nórdicos (Suecia, Noruega, Dinamarca, Islandia y Finlandia) que podría inspirar a otros pueblos como los latinoamericanos.
Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)
Un conjunto de materiales agolpados y escombros apilados yacen en el centro del barrio. Son desechos de lo que ha quedado luego de la correntada convertida en inundación que se llevó todo a su paso.
Hombres y mujeres captados por la televisión internacional tratan de recuperar lo que les quedó de sus pertenencias luego de la crecida. Lo que antes eran sus viviendas ahora es un depósito amalgamado de barro mezclado con agua. Lo perdieron todo. Los desaparecidos se cuentan por centenares. Las personas fallecidas identificadas hasta ahora sobrepasan la centena y media.
Esta es una escena común en un barrio clase mediero en cualquier país centroamericano donde los inviernos, las ondas tropicales y los huracanes hacen su agosto.
Pero estos impactos no solo se experimentan en un barrio clasemediero, sino en aquellos centros de población caracterizados por la exclusión, la segregación territorial y la segmentación, combinaciones poderosas para experimentar los efectos devastadores de la mala planificación territorial y la intensidad de los eventos naturales, que por sí solos no afectan pero son parte del entorno que los vuelve amenaza.
Lo que se narra en las imagenes que vemos, sin embargo, deja de ser común si las escenas son ubicadas en Alemania, si los hombres y mujeres que se agolpan como hormigas construyendo eso que hasta ahora estaba reservado como destino exclusivo del sur global y que se llama resiliencia, son justamente hombres y mujeres alemanes damnificados (otra categoría exclusiva reservada al sur global).
Miran fijamente a la cámara, lloran con desespero porque no encuentran explicación posible a lo que les acaba de ocurrir. En eso, como en tantas otras cosas, nos recuerdan su humanidad falible, ligera, vulnerable.
Tanta es la imposibilidad de encontrar posibles causas, que una mujer en medio de su desolación al ser entrevistada por la DW local señaló con cierta resignación: “Uno no espera que la gente muera por inundaciones en Alemania, uno espera que eso pase en los países pobres».
No deja de ser cierta la frase lapidaria de la señora. El centro, el norte, tan preparado siempre, tan previsor y tan ajeno a estas categorías reservadas para el sur global, no sabe qué hacer cuando le alcanzan las tragedias. Y dice cosas como estas.
Lo que ocurre ahora no es ni más ni menos que la instalación planetaria de un conjunto de dimensiones de quiebre civilizatorio. Por ello, la idea sobre los ríos que también crecen en el norte es certera y absoluta. Pero no son solo corrientes de agua que se desbordan. Son, como lo ha dicho Ramón Mejía (Perrozompo en su nombre artístico) hace ya muchos años, “Ríos de gente que cruzan la selva de los pavimentos y llevan heridas en el corazón”.
Nos encontramos ante la irreversibilidad de procesos en transcurso sobre la relación entre clima y desplazamiento humano. En 2015 cerca de 1.600.000 personas experimentaron desplazamientos al interior de sus países en América Latina como consecuencia de una variable ambiental. Se estima que hacia el año 2050 cerca de 200 millones de personas en el mundo serán declarados como “migrantes ambientales” (Rubio, 2017).
Aún más, cuando estas reflexiones están siendo editadas en su versión final, la región atlántica y la zona norte costarricense están siendo golpeadas por las inclementacias de una onda tropical que no ha detenido sus lluvias en 24 horas. Más de 200 incidentes han sido contabilizados entre los que se cuentan deslizamientos, desbordamientos de ríos e inundaciones. No deja de preocupar que todavía estas lluvias no sean las de la temporada invernal con toda su fuerza. El escenario se avizora, entonces, complicado.
Si las condiciones imperantes, los modelos de desarrollo y el descuido basado en un consumo rampante y desinteresado continúan, las previsiones para años futuros podrían adelantarse al corto plazo, con las consecuencias devastadoras que ya hemos observado a nivel planetario.
Los desafíos para esta generación que somos son enormes. No son del norte y del sur, solamente. Son globales. La gestión de los territorios con un enfoque consciente de la relación entre seres humanos y ambiente, el cambio en el modelo económico y la modificación absoluta de la forma como consumimos, son requeridos con urgencia.
Pero sobre todo, la ruptura de los esquemas dominantes de pensamiento que han partido el mundo en dos espacios diferenciados, para que manifestaciones como las emitidas por la señora afectada en las inundaciones en Alemania, sean transformadas por el reconocimiento de que todos, absolutamente todos, formamos parte de este planeta y que es con actitud solidaria y sensible del otro y la otra, que saldremos adelante. Esa debería ser la consigna.
SURCOS comparte el texto del académico alemán, Dr. Jochen Fuchs, escrito durante su última estadía en Costa Rica. Fuchs trabaja en la Universidad de Magdeburgo en Alemania, cuenta con doctorados en Derecho y en Ciencias Políticas, y además es autor de libros de guías turísticas de Costa Rica.
La armada costarricense, la Guerra de Coto y buques de guerra extranjeros en las aguas territoriales de Costa Rica
Hoy Costa Rica no tiene ejército, ni armada. En vez de una armada o por lo menos buques de guerra, Costa Rica tiene barcos armados ––regalitos de los EE.UU.–– como las patrulleras de la clase Libertador (34 metros, 168 toneladas, sin cañón de 25 mm, pero con ametralladoras), entre tanto para fortalecer el “liderazgo de Costa Rica en la región en la incautación de drogas” según presidente Solís.
Bueno, hasta ahora, la guardacosta del líder en la región no ha hundido ninguno de los (al menos) tres submarinos frente a la costa de la península de Osa y a veces tampoco una armada costosa es un garantía para un suceso deseable, porque los elementos pueden ser más poderosos como capitanes (recuerdo a Felipe II, quien, según la leyenda dijo: “No envié mis naves para luchar contra los elementos” al recibir la noticia de la derrota de su “Grande y Felicísima Armada”) – y los elementos no se pueden sobornar (pero esa es otra historia).
Costa Rica muchas veces no tuvo experiencias buenas con buques de guerra durante su historia. Los piratas llegaron en buques de guerra a Matina no para transportar cocaína, sino cacao desde allí a costas más ricas que las de Costa Rica.
Y en el año 1666, cuando otros piratas, ahora bajo el mando de Eduard Mansvelt y Henry Morgan llegaron en sus buques de guerra a Costa Rica, no había armada que pudiera salvar a la provincia de ellos, solo gracias a un milagro y gracias a la Virgen de Rescate (hoy patrona de la Fuerza Pública – y, por lo tanto, también de la guardacosta de Costa Rica) ellos regresaron a sus barcos sin saquear y devastar la provincia pobre.
No todos los buques de guerra vinieron a robar a Costa Rica. En la segunda mitad del siglo XIX un buque de guerra alemán llegó para una visita de cortesía a Puntarenas.
Muy culto, muy educado, según las costumbres tradicionales y reglas alemanes, el capitán ordenó a sus marineros saludar al país con 21 tiros de saludo; los marineros obedecieron, disparando los 21 tiros de saludo para demostrar que no habían venido a robar los sacos de café ni de los ricos cafetaleros costarricenses ni de los comerciantes alemanes sino a tomar cafecitos, parlar con la chicas, etc. Según las costumbres tradicionales ahora el comandante del puerto tuvo que ordenar a sus súbditos contestar el saludo del buque de guerra alemana también con 21 tiros de saludo. El comandante costarricense ordenó, sus súbditos tiraron una vez, tiraron otra vez y tiraron también por tercera vez… y fin. El cañón no funcionó más, el cañón se rompió y el capitán se ofendió. El comandante del puerto estaba consternado e invitó al capitán, los oficiales y la tripulación a una fiesta. El cañón debió repararse y los 21 disparos de saludo compensados después de la fiesta. La fiesta fue agradable, se reparó el cañón, el comandante del puerto dió a sus súbditos la orden de disparar los 21 tiros de saludo. Sus gentes obedecieron, dispararon una vez, dispararon dos veces, tres veces, cuatro veces, cinco veces – y fin. El cañón estaba roto. El capitán estaba aun más ofendido. ¿Solo el capitán? ¡No! Alemania estaba ofendida. El comandante del puerto estaba más consternado. ¿Solo el comandante del puerto? ¡No! Todo Costa Rica ––o por lo menos el presidente del país–– estaba consternado e invitó al capitán y a los oficiales a un gran baile en San José, donde se iban a compensar los tiros de saludo, 21 tiros de saludo naturalmente. El baile fue hermoso y el cañón de San José funcionó. ¿Bien está lo que los súbditos bien acaban? ¿Estaba satisfecho el capitán? No del todo, porque no todo empezó bien. El capitán informó al Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania sobre los insultos de Alemania en Puntarenas – la carta todavía está en el archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores (“Auswärtiges Amt”) de Alemania en Berlín. Alemania no olvida.
Costa Rica sí – al menos a veces. ¿Quién sabe hoy, fuera de las cátedras de historia, que Costa Rica, un país que se enorgullece de tener más maestros que soldados (incluso antes de que se prohibiera el ejército), ha invadido un país sin ejército ni armada tres veces?
En 1900, el entonces presidente francés Loubet decidió, en virtud de una convención de 1896 entre Costa Rica y Gran Colombia, poner fin a las disputas sobre la frontera entre los dos países y que Costa Rica, insatisfecho con el resultado, no había firmado. Según el Fallo Loubet, todo el territorio en el sur de Punta Mona, incluida Gandoca, debe pertenecer a Colombia, el Río Sixaola debe ser enteramente un río colombiano y no un río que marque la frontera.
Un año después de la separación de Panamá de Colombia (y después de la proclamación de la República de Panamá) en 1903 el ejército nacional de Panamá, bajo el mando del General Esteban Huertas, héroe de la independencia, intentó un golpe de estado, pero fracasó. Por el miedo a que él u otro militar intentaran intervenir nuevamente en la política, el gobierno disolvió el ejército – también una solicitud de los Estados Unidos, que quería un Panamá débil, para garantizar su proprio dominio sobre la zona del canal (entonces en construcción).
Y ahora era el momento de Costa Rica. Su ejército glorioso (al menos desde la batalla de Santa Rosa) capturó a Gandoca maravillosamente – de hecho, el gobierno envió menos de 20 soldados para ganar esta batalla contra el país joven, su nuevo país hermano en el sur. El gobierno panameño protestó – nada más.
Y nuevamente (cinco años después): Costa Rica conquistó toda el área hasta el río Sixaola. Y otra vez: El gobierno panameño protestó – nada más.
En el año 1914 el entonces presidente, no de Francia (él no tuvo tiempo debido a la Primera Guerra Mundial) pero el de la Corte Suprema de los Estados Unidos, Edward Douglass White, decidió que la frontera “es una línea que, partiendo de la desembocadura del río Sixaola en el Atlántico, sigue el canal de dicho río aguas arriba hasta llegar al río Yorkin o Zhorquin; luego sigue el canal del río Yorkin – thalweg – aguas arriba hasta aquellas de sus cabeceras hasta que está más cerca del contrafuerte que es el límite norte del área de drenaje del río Changuinola o Tilorio, de allí siguiendo el canal que contiene dicha cabecera hasta dicho contrafuerte, de allí a lo largo de dicho contrafuerte que separa las aguas que van al Átlántico de las que van al Pacífico; de allí a lo largo de dicho contrafuerte hasta el punto cerca del noveno grado de latitud norte más allá del cerro Pando que es el punto al que se refiere el artículo primero de la convención del 17 de marzo de 1910” (Laudo White) – pero ahora Panamá no firmó (Costa Rica sí). No hubo cambios reales. El statu quo se mantuvo. Los costarricenses quedaron en Sixaola y los panameños en la zona sur en los alrededores del Golfo Dulce.
Diario de CR, 26 de enero de 1937.
En 1917, el Congreso confirió al ministro de Guerra José Joaquín Tinoco (golpista del estado contra el presidente Gonzales Flores debido a su veto contra al contrato petrolero Pinto – Greulich (ver: Carlos Cortés, El año de la ira, p. 140 ff.) y hermano del entonces dictador Tinoco), no solo el grado de general de brigada, sino también una concesión de cocales en la zona del Golfo Dulce. Debido a la intervención del pueblo (ver: Alejandro Bonilla Castro, Movimientos sociales y represión del Estado en la dictadura de Tinoco, 1918-1919.), de los Estados Unidos (“USS Castine” en Limón y “USS Machias” en Puntarenas) y la bala de la esquina calle 3/avenida 7 en San José, José Joaquín Tinoco no pudo utilizar la concesión, sin mencionar que el rea estaba bajo jurisdicción panameña. Pero sus actividades en la zona también sentaron las bases para un conflicto ‘caliente’ un poco más tarde.
Después de la caída forzada de la dictadura en 1919, la sociedad costarricense no estaba unida, había muchas diferencias no solo sociales sino también políticas (los seguidores de la dictadura todavía estaban presentes y activos); el 15 de septiembre de 1919 solo hubo una quema pública de los cepos y no de los hombres, que eran leales a Tinoco ( = ver: “La Tribuna” 19 de febrero de 1921 p.1: “Los tinoquistas regresan” versus “La Tribuna” 20 de febrero de 1921, p. 6: hoja suelta firmada de Sr. Jiménez “de estilo enarderido de patriota ante el arribo de los tinoquistas”) y como reacción a un rumor sobre la publicación de un libro de la esposa de Tinoco bajo el título “El Mesías que llegará” (“La Tribuna” 22 de febrero de 1921: “Aquí los pillos que mataron y robaron sin freno van cobrando nuevamente prestigio. Muchos que eran figuras insignificantes antes de la tiranía, ahora se levantan hechos personajes, teniendo por base un pedestral de deshonra y de descredito.”) y en esta situación un conflicto pequeño ––no necesariamente sangriento–– con los vecinos, los invasores, a los ojos no solo del gobierno pero de muchos ticos, permiten la unidad del pueblo o, en las palabras de Ronald Díaz, “una mayor cohesión entre sus habitantes” , especialmente si los vecinos no tienen un ejército y Costa Rica buenas experiencias en ganar juegos de este tipo contra ellos.
¿Y cómo se hizo? Al principio, nadie dijo nada en público. Hubo discusiones en el Congreso sobre problemas y cuestiones no relacionadas con el plan de invasión (ver “La Tribuna” 22, 23, 24 y 25 de febrero de 1921). Por primera vez “La Tribuna” del 24 de febrero de 1921 informó en la página 5 bajo el título “El Gobierno envió tropas a la región del sur”, que “fueron reclutados unos pocos individuos (…) no a apagar desórdenes en las Minas de Abangares” ni “con motivo de los movimientos obreros (de Limón, J.F.), pero: “todo este movimiento tiene origen en ciertas incursiones que han estado haciendo al territorio costarricense, por la región del Golfo Dulce, individuos de otras nacionalidades que llegan hasta a causar daño; y para contener ese mal es que han enviado el número de individuos (cincuenta, J.F.) de tropa que se creyó necesario.” El día siguiente, el 25 de febrero de 1921, “La Tribuna” informó (p. 2 bajo el título “Como nos juzgan en Panamá”: subtítulo: “Limón y Puntarenas son barracones y los costarricenses un saco de vanidades”) sobre un artículo de “La Estrella de Panamá”. Según “La Tribuna”, el periódico panameño había escrito sobre Costa Rica que “en las ciudades del interior falta la higiene. Por lo mismo, no deben pensar los yanquis en venir de vacaciones a nuestro suelo porque ellos necesitan ciudades limpias.” Por primera vez, el tema de la invasión se puede encontrar prominentemente en la primera página de “La Tribuna” del 26 de febrero de 1921 bajo el título “Ejerciendo actos de soberanía”: “Panamá ha mantenido dentro del territorio nuestro, autoridades suyas, ejerciendo toda clase de actos de soberanía, sin respeto por lo ajeno (…) ha otorgado concesiones, disfrutando él de todos los tributos correspondientes. Para la vecina República fue, pues, la resolución del Juez Americano (Laudo White de 1914, J.F.), un pedazo de papel”. Luego “La Tribuna” se quejó del insulto a la bandera costarricense, el insulto al honor nacional: “algunos panameños patrioteros acudieron a la forma canallesca de patear nuestra bandera. (…) El rastacuerismo de los panameños que causaron agravio a nuestra bandera es anemia en el torrente del patriotismo.” Al final del artículo había un resumen de los periodistas que trabajaron para crear una mayor cohesión entre los ticos: “Como ciudadanos del país libre y como periodistas honrados, hacemos vibrar la cuerda más sonora de nuestro patriotismo y echamos nuestra protesta a que vuele por todos los àmbitos donde se agiten vientos de libertad y de decoro.” El día siguiente (“La Tribuna” 27 de febrero de 1921, p.1) un Sr. Philos escribió ¡Iremos! ¡La sangre joven, honrada y de puro costarricense que ama a su Patria y que a ella dedica su vida, sin más fin que hacerle todo bien, como una madre, nos buye, nos exalta, nos obliga a gritar, con todas las fuerzas del alma costarricenses! (…) Todos debemos luchar y si es el caso, morir. Seremos vencidos, pero no olvidemos que puede venir un gran conflicto que convierta a los que quieren esquilmar en esquilmados. Mi vida toda está para servir a Costa Rica y todos los jóvenes de este Patria deben unirse.”
Y la estrategia funcionó bien: En Cartago hubo manifestaciones patrióticas, “el cuartel (…) es visitado por numerosos grupos de los diferentes categorías sociales y bandos políticos, que acuden presurosos a ofrecer sus servicios militares, (…) están llegando grupos de campesinos de Orosí, Arenilla, Tejar, Agua Caliente y otros lugares, a ponerse a las órdenes de la Comandancia” y “el »Centro Internacional de Trabajadores« tomó un acuerdo y envió al Gobierno un voto de adhesión” (“La Tribuna” 1 de marzo de 1921, p. 2).
Los trabajadores del Ferrocarril al Pacífico hicieron una contribución para la Cruz Roja (“La Tribuna” 2 de marzo de 1921, p. 6), las Srtas. telefonistas hicieron lo mismo (“La Tribuna” 4 de marzo de 1921, p. 5) y el Teatro Variedades anunció una “función a completo beneficio de la Cruz Roja costarricence con película de Guerra” (“La Tribuna” 3 de marzo de 1921, p. 5). Don Paco Amerling organizó un batallón de voluntarios. Ellos “han dado en llamarlo »Batallón de la Muerte«” (“La Tribuna” 3 de marzo de 1921, p. 1). Todos los días un comerciante colocaba un anuncio en “La Tribuna”: “Don Calixto Madrigal está decidido a prestar su contingente a los clientes, dado que no puede por su excesiva gordura trasladarse donde quisiere a estar en el pueblo de Coto, viendo negros panameños.” (ver por ejemplo 3 de marzo de 1921, p. 4). Los hombres de la “facultad de Dentistería ofrecen sus servicios” (“La Tribuna” 4 de marzo de 1921, p. 3) 500 carretoreros de San José (“La Tribuna” 4 de marzo de 1921, p. 5) y “la señora doña Liduvina de Madrigal, obstetra graduada de la Escuela de Obstetricia, ofreció sus servicios aquí en San José gratuitos a las esposas de los militares en Campaña” (“La Tribuna” 6 de marzo de 1921, p. 1).
Y no solo los ticos sufrieron la fiebre del patriotismo: La colonia española “se ofrecía a hacer los servicios de policía” (“La Tribuna” 2 de marzo de 1921, p. 1), la colonia china de Puntarenas recolectó 3.000 Colones – la colonia suiza solamente 500 Colones (“La Tribuna” 5 de marzo de 1921, p. 5) “la colonia alemana ha puesto a disposición del Gobierno el edificio del Club Alemán, para un hospital de sangre” (“La Tribuna” 3 de marzo de 1921, p. 1), la colonia americana “la existencia total de abastecimientos de cirujía” (“La Tribuna” 6 de marzo de 1921, p. 1) y “se alistan varios nicaragüenses” (“La Tribuna” 4 de marzo de 1921, p. 2) [wegen der zitate stimmen die zeiten nicht!]
¿Qué había pasado mientras tanto en el frente? El gobierno costarricense envió a Héctor Zúñiga Mora como comandante militar al sur, el comandante envió un telegrama a Panamá informándoles que estaban actuando de acuerdo con el Laudo White y que van a enarbolar la bandera costarricense en el Pueblo Nuevo de Coto. El 21 de febrero de 1921, el coronel Zúñiga y un teniente con 100 soldados llegaron a bordo de una ‘gasolina’ – como vanguardia de la armada costarricense – a Pueblo Nuevo de Coto e informaron al jefe policial panameño del sitio sobre sus planes. El jefe de policía local, como sus colegas años antes en Gandoca y Sixaola, protestó, se retiró e informó a sus superiores.
Y ahora ha sucedido algo diferente, ahora Panamá se ha movilizado. Porque Panamá no tenía ejército, los policías fueron movilizados y en vez de los policías, los bomberos realizaron las tareas de la policía. (No es una excepción extraordinaria en ese tiempo, en el año 1919 los bomberos de San José lucharon junto con la policía contra los manifestantes usando su ‘bomba Knox’ para dispersarlos.) También hubo voluntarios y veteranos de la guerra de mil días. Como no había ejército, ni los policías ni los voluntarios ni los veteranos tenían armas adecuadas. El gobierno compró armas de tiendas en la capital y tomó los 50 rifles de un escondite secreto en el sótano de la sede del presidente. Luego marcharon hacia el norte – contra el enemigo.
¿Y el enemigo? ¿Qué hizo el enemigo? El enemigo estaba esperando, el enemigo esperaba refuerzos, el enemigo esperaba a la armada. ¿Y el comandante militar? ¿Qué hizo el coronel Héctor Zúñiga Mora? El coronel estaba cazando junto con el coronel González. Es aburrido esperar, así que el coronel Zúñiga y el coronel González no solamente esperaron, sino que fueron a cazar.
Los coroneles encontraron al enemigo mientras cazaban. Eran solo dos coroneles y los enemigos eran muchos. No todos tenían armas, pero eran muchos. Como comandante militar, el coronel era un experto en estrategia y también un experto en tácticas militares. Por lo tanto, no luchó como un león, ni como un gallo, ni como un toro bravo, no fue valiente hasta la muerte. Se rindió (el Presidente Acosta: “él ha muerto por la Patria” – “La Tribuna” de 1 de marzo de 1921, p. 6). El coronel González como experto militar se rindió también. Los subordinados siguen el ejemplo dado por los superiores. Los soldados del coronel también se rindieron y ahora todos los panameños tuvieron armas buenas.
¿Y los refuerzos, la armada? ¿Qué estaban hacienda los panameños? Ahora los panameños estaban esperando a la armada. En la Guerra hay que esperar a muchos. Todos.
Pero valió la pena. Primero vino “La Sultana”, un buque insignia con más soldados. Bueno, no el buque insignia de la armada, sino el buque insignia de la colonia española de Puntarenas, donde “La Sultana”, que transportaba a la colonia española, participó en la procesión marítima en honor a La Virgen del Carmen ( = ver: Luz Mary Arías Alpízar/ Oriester Abarca Hernández: Acerca de los orígenes de las festividades de la virgen del mar en la ciudad de Puntarenas. Diálogos Vol. 16 No. 1 <2015>). Como ni la tripulación ni los soldados sabían que ahora panameños y no ticos estaban esperando a la “La Sultana”, la resistencia de los soldados de la ‘gasolina’ “La Sultana” no era muy fuerte y los panameños captuaron 25 rifles, una ametralladora nueva y 6 mil tiros más. “La Estrella” llegó el 1 de marzo y después de una breve lucha el arsenal panameño tenía suficientes armas para una compañía de voluntarios nuevos. El destino de “La Esperanza”, que llegó como el último barco de la armada, fue similar. Sola hubo una diferencia: No tenía una nueva ametralladora, sino solamente un fonógrafo. Al llegar, el fonógrafo tocaba el himno nacional costarricense. El himno nacional tampoco salvó a “La Esperanza” y los panameños le dispararon al hombre que operaba el fonógrafo.
Costa Rica perdió una armada y una batalla, la batalla de Coto. El ejército de tierra costarricense tuvo más éxito en la costa atlántica, donde no tenía armada pero tomó el tren de la United Fruit Company. El 4 de marzo, el acorazado “USS Pennsylvania” y un día después el barco de cañón “USS Sacramento” llegaron a las costas y terminaron la Guerra de Coto estableciendo el límite entre Costa Rica y Panamá según el Laudo White. Los panameños perdieron Coto y los ticos perdieron el área al sur del río Sixaola. La decisión del Juez americano se hizo cumplir – firma de Panamá o no. Mao Zedong dijó: “El poder nace del fusil” – no siempre, a veces el poder nace también de los cañones.
El “USS Pennsylvania” no fue el último acorazado en las aguas territoriales de Costa Rica. En 1937, el “Schleswig-Holstein” hizo una visita amistosa (21 – 26 de enero). Era más pequeño y no tan rápido como el “USS Pennsylvania” (la finalidad de ambos barcos era algo similar, el buque norteamericano era uno de los buques objetivos en las pruebas nucleares de los Estados Unidos cerca de la isla Bikini en 1946 y el buque alemán sirvió para la Flota Roja entre 1948 y 1966 cerca de la isla Osmussaar como buque objetivo), pero la recepción del buque de guerra “Schleswig-Holstein” se asoció con una alegría mucho mayor que la visita de su homólogo “Pennsylvania”.
En Limón “el muelle cubrióse a los pocos minutos de enorme cantidad de público” (“Diario de Costa Rica” 22 de enero de 1937, p. 4). La comisión de la colonia alemana estuvo presente no solo con el señor Fuhrmann, el representante del partido nazi en Costa Rica, sino también con el Príncipe Segismundo de Prusia (“Diario de Costa Rica” 22 de enero de 1937, p. 4) que vivió desde 1928 hasta su muerte (1978) en Costa Rica.
Unos días antes, el Gobierno había expulsado un grupo jamaicanos – según el secretario (= ministro) de relaciones exteriores “elementos indeseables” – (oficialmente “por ejercer prácticas de hechicería y ritos seudoreligiosos”) – según el periódico “The Daily Cleanrer” de Jamaica (19 de enero de 1937) “con crueldad y dureza” – tal vez para salvar a los alemanes verlos, o simplemente para ahorrar dinero (para obras públicas más importantes que negros enfermos o locos?), porque “un considerable número de jamaicanos de la raza de color está asilados en los hospitales y el Chapuí, constituyendo un problema económica para nuestro país” como informó “La Tribuna” (26 de enero de 1937, p. 4).
El 22 de enero de 1937, los alemanes llegaron a San José en tren especial. En la estación los esperaba una enorme concurrencia, hubo vivas y aclamaciones (ver “Diario de Costa Rica” 23 de enero de 1937, p. 5), “numerosísimo público hizo objeto de cordial recibimiento a los distinguidos huéspedes” (“La Tribuna” 23 de enero de 1937, p. 5). La “fachada de las oficinas de Hapag Lloyd en esta capital <estaba> magníficamente adornada con el pabellón alemán y la svástica [sic], en honor de los visitantes” (“La Tribuna” 23 de enero de 1937, p. 1), los “marinos de la Alemania rubios como el Rhin [sic]” (“La Tribuna” 23 de enero de 1937, p. 2). “La Tribuna” informó (23 de enero de 1937, p. 5) que ”muchos han enarbolado ambas banderas y entre otros, la casa Bayer ha colgado en la esquina de los altos del Royal Bank, además de las que ya tiene en sus oficinas, un hermoso pendón de la Cruz Bayer, artísticamente bordado en seda el cual resulta una verdadera obra de arte que con justa razón está llamando la atención de todos los que por allá transitan.” y que en la “Librería Alsina” de Josef Sauter “se exhiben tres planos a colores en los cuales se puede apreciar la maravillosa estructura interior de este hermoso buque, el »Schelewig [sic] Holstein«” (22 de enero de 1937, p. 2). El “Gran Hotel” anunció en dos idiomas: “Das Gran Hotel Costa Rica ladet hiermit die deutsche Kolonie zu einem Marimba Tanzvergnuegen, welches zu Ehren der Offiziere und Mannschaften des Linienschiffes »Schleswig Holstein« am 23. Januar im Dachgarten des Hotels stattfindet, herrlich [sic] ein. Eintritt frei: fuer die deutsche Kolonie, Offiziere und Mannschaften. 9 P.M.“ y “GRAN HOTEL COSTA RICA – SABADO 23 DE ENERO – GRAN BAILE CON MARIMBA – en el ROOF GARDEN – en honor de la oficialidad y tripulación del barco SCHLESWIG-HOLSTEIN y de la colonia alemana con asistencia del turismo americano” (“La Tribuna” 22 de enero de 1937, p. 6). (No todos se anunciaron en dos lenguas, el anuncio a “Señores Viajeros” del “SALON LINDY”, un “RESTAURANT ESPECIAL PARA PERSONAS DE GUSTO REFINIDO” con “servicio día y noche”– “Diario de Costa Rica” 24 de enero de 1937, p. 2 o el anuncio de la “FARMACIA QUIROS” de su producto “HEIDISAN – para curar LA GONORREA” – el último casi cada día durante la visita del acorazado “Schleswig Holstein” ver por ejemplo “LaTribuna” 26 de enero de 1937, p. 6 y “Diario de Costa Rica” 22 de enero de 1937, p. 2, solo se podía leer solo en Castellano).
Hubo más invitaciones, por ejemplo del “Teatro Palacio” (“regia función de Gala en honor del Comandante Guenter Krause” – “La Tribuna” 22 de enero de 1937, p. 8), del Club Rotario (“La Tribuna” 26 de enero de 1937, p. 6) o para un pic-nic a la finca “Heinrichshof” de Hans Rudolf Heinrich al norte de Barva (“La Tribuna” 26 de enero de 1937, p. 7) y para un “koctel en el Europa” (“La Tribuna” 26 de enero de 1937, p. 7). Por supuesto, el Club Alemán también invitó: el Club Alemán invitó dos veces, por primera vez a una recepción el 22 de enero (según el “Diario de Costa Rica” del 23 de enero de 1937, p. 5 “una enorme concurrencia, tanto de miembros de la colonia alemana como de nuestra sociedad, asistió”) y por segunda vez a un baile en la noche del 25 de enero de 1937 “después de la boda de los jóvenes Niehaus-Siebe” (“Diario de Costa Rica 23 de enero de 1937). Sobre el último evento “La Tribuna” (27 de enero de 1937, p. 6) informó a sus lectores bajo el título “Ecos del gran baile del Club Alemán en honor del capitán de navío, Gunther Krause, y de la oficialidad del crucero »Schleswig-Holstein« casi solamente sobre los ojos y la figura de la Sra. doña Agmes [sic] Hammelstein de Cubero: “Distinguida y bella dama de la colonia alemana, en cuyos ojos, serenamente azules, se refleja toda la poesía del Rhin [sic], corriente cristalina que copia la gloria del hermoso cielo de su patria, y que prestigió con su elegante figura, el opulento sarao del domingo en el Club Alemán, en honor del capitán de navío Gunther Krause y de la oficialidad del crucero Schleswig Holstein”.
Diario de CR, 27 de enero de 1937.
Para el 26 de enero, el exclusivo Club Unión anunció una “GRAN COMIDA DANZANTE (…) MENU NETAMENTE ALEMAN” (“Diario de Costa Rica” de 24 de enero de 1937, p. 2 y “La Tribuna” 24 de enero de 1937, p. 6) y a “este acto asistió una gran concurrencia, encontrándonos entre ellos el señor presidente de la República y su señora esposa, los secretarios de estado, representantes de otras naciones y elementos de nuestra sociedad y de la colonia alemana” (“Diario de Costa Rica” de 27 de enero de 1937, p. 2) y – quizás por gratitud por el “menú netamente alemán” – hubo un saludo netamente alemán: un saludo hitlerista o “saludo Heil Hitler” (ver foto: “Diario de Costa Rica” de 27 de enero de 1937, p. 2).
Hubo más saludos hitleristas, por lo menos un saludo más. Hay una foto de este saludo nazi (“Diario de Costa Rica” 26 de enero de 1937 p.1). Los marinos no tenían fiestas, bailes, recepciones, pic-nics, funciones de gala, etc. todo el tiempo. También trabajaban:
“Una compañía (…) desfiló (…) por las calles (…) dando la magnífica impresión de la educación (…)” (“La Tribuna” 26 de enero de 1937, p. 2). Y el periodista estaba entusiasmado, estaba más que entusiasmado, elogió y vitoreó a los marinos: “Hombres rítmicos, que forman con una correción impresionante, que se mueven como por medio de resortes de acero, como los autómatas a los que basta apretarles un botón para que inmediatamente se desarrollen en sus movimentos precisos, isocronos, maravillosos” (“La Tribuna” 26 de enero de 1937, p. 2). El Comandante tenía que trabajar también, no tenía que desfilar ni marchar, sino depositar al pie del Monumento Nacional una corona – un “homenaje de la marina alemana a la gloria nacional” (“La Tribuna” 26 de enero de 1937, p.1) – y al final un saludo hitlerista como un homenaje más – un homenaje más a un mulato, al Juan Santamaría, al héroe de Rivas, que se puede ver muy bien en una de las placas conmemorativas del Monumento Nacional. Esa fue ciertamente la única vez que un representante de la marina alemana, un representante de la Alemania nazi, un representante de la raza aria honró a un mulato, a un medio negro.
Para resumir la visita, un periodista escribió en la “ENGLISH SECTION” del periódico “La Tribuna” (26 de enero de 1937, p.3): “we have truly heard nothing else but praise for all of those who came to San José”.
No escribió toda la verdad, no escribió sobre los peligros en las calles de San José para los “mocetones de caras frescas, hombres fuertes” (“La Tribuna” 26 de enero de 1937, p.2), para “los guapos y frescos cadetes que llegan con un caudal de ilusiones a nuestras playas” (“La Tribuna” 23 de enero de 1937, p. 2). Ese periodista no escribió sobre que los “individuos de filación comunista pisotearon la bandera hitlerista frente a los marinos que en aquellos momentos pasaban” (“Diario de Costa Rica” 24 de enero de 1937, p. 1) ni escribió sobre los “piloncito[s] con labios pintados” que “van por las calles sobre un par de zapatillas y que son capaces de dispararle siete miradas por segundo” (“La Tribuna” 23 de enero de 1937, p. 2). Y el periodista en particular no informó sobre las armas secretas, sobre la armada secreta, que tenía Costa Rica: acorazados, barreminas, cazatorpederos, destroyers, submarinos y crucero auxiliares – entre otros.
Un colega de ese periodista ha publicado esta información como advertencia a los marinos: “Deben además estar muy enterados estos marinos de que aquí hay suegras que parecen acorazados, maridos que son como barreminas, padres que resultan excelentes cazatorpederos y cuñados que suelen ser destroyers de alta mar (…) sin hablar de uno que otro submarino que se desliza por las aguas procelosas de nuestro océano y de alguno que otro crucero auxiliar [sic] o de algún barco pirata” (“La Tribuna” 23 de enero de 1937, p. 2).
*Imagen de portada: Diario de CR, 27 de enero de 1937.
Hace unas semanas, una cadena de televisión alemana proyectó un reportaje sobre la piña costarricense denominada «Sweet Gold» o MD-2 (también conocida como “Dorada” o “Golden”) que se importa y consume en grandes cantidades en Alemania. El reportaje se encuentra disponible en este enlace en You Tube y se titula «Costa Rica: el precio de la piña | DW Documental«).
Como bien es sabido, el consumidor alemán se muestra cada vez más sensible a formas de producción sostenibles y respetuosas del ambiente de los productos que ingiere, y ha desarrollado una actitud un poco más crítica que los demás consumidores europeos.
La variedad de la MD-2 o «Sweet Gold» que se consume en Alemania y en el resto de Europa se ha impuesto en el mercado mundial a partir de mediados de los años 2000, sustituyendo a otras variedades de piña, como la «Hawaiana» o la «Cayena». En Costa Rica la «piña criolla«, con una pulpa clara y muy ácida – cuyo recuerdo persiste en la memoria gustativa de muchos – ha prácticamente desaparecido de anaqueles y góndolas, ocupados por la «Sweet Gold«. Nótese que gran parte del mercado local es abastecido por piñas que, por alguna razón, no califican para ser exportadas fuera de Costa Rica.
El contenido del documental en breve
En menos de 26 minutos, el reportaje presenta una imagen pocamente divulgada sobre lo que se denomina en algunos sectores económicos como el «dulce orgullo» costarricense, en referencia precisamente al sabor extremadamente dulce de la «Sweet Gold» o MD-2.
Denuncias de activistas pocamente atendidas por las autoridades, contaminación de suelos y de aguas de años que se mantienen sin sancionar a las empresas responsables, explotación laboral que se desprende de varios valientes testimonios de operarios en fincas piñeras, efectos negativos del cultivo en la ganaderia circundante (proliferación de la mosca de establo), y opciones alternativas a la piña convencional pocamente apoyadas por las autoridades constituyen el menú del reportaje.
Este último es completado de forma muy interesante con muestras analizadas en un laboratorio alemán independiente (a partir del minuto 22:36): entre varios hallazgos, el técnico de laboratorio recomienda tener extrema precaución a la hora de manipular la fruta en una cocina, al contener sus hojas sustancias químicas sumamente dañinas para la salud humana que se desprenden (y que no impregnan la pulpa ni la cáscara de la fruta exportada a Alemania).
¿Análisis de laboratorio que puedan dar pie para una controversia? No sería la primera vez que sector productivo y autoridades estatales no detectan lo que sí detectan laboratorios independientes cuando de piña costarricense se trata: se leyó en un informe del Estado de la Nación que: “En mayo del 2014 el Laboratorio Nacional de Aguas del AyA recomendó suspender el abastecimiento por camiones cisternas, ya que desde el 2012 los laboratorios privados contratados no han encontrado residuos de plaguicidas en las fuentes de agua para consumo humano en las comunidades involucradas. Sin embargo estudios efectuados por el Laboratorio de Análisis de Residuos de Plaguicidas (Larep) del IRET-UNA, en marzo del 2014, detectaron concentraciones de 2,8 Mg/L de bromacil, 0,1Mg/L de triadimefón y otros plaguicidas” (XX Informe del Estado de la Nación (2014), p. 192).
Foto extraída de nota de prensa del Tico Times (2017) titulada «Environmentalists demand halt to pineapple expansion».
A partir del minuto 15:09 del reportaje de la DW, se documenta cómo el sector productivo (Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña o CANAPEP) es solicitado para una entrevista, la cual al final no se logró materializar con el equipo de periodistas alemanes.
Un ministro extremadamente hacendoso
Extremadamente llamativo resulta lo que se observa a partir del minuto 16:10, en el que los periodistas reproducen un documento suscrito por el máximo funcionario del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) enviado en agosto del 2017 solicitando a la Embajada de Costa Rica en Alemania proceder a «arreglos» (sic.) antes de la difusión de dicho documental en Alemania. Se desconoce si este tipo de misivas constituye (o no) una «première» por parte de un titular a cargo de la cartera de agricultura y ganadería en Costa Rica.
Más allá de lo hacendoso que puede resultar a veces un jerarca, es de destacar en contraposición la omisión del Estado costarricense con relación a aspectos y efectos relacionados a la piña desde varios años: una ponencia preparada por tres investigadores para el Estado de la Nación del 2016, titulada precisamente «La expansión por omisión: territorios piñeros en los cantones Los Chiles, Upala y Guatuso, Costa Rica (2004-2015)» (véase texto completo) explica el beneficio que algunos sacan ante esta actitud omisa por parte de varios entes estatales.
En este artículo publicado en la Revista Vacio en el 2017 y titulado «Las múltiples realidades de la piña«, la politóloga Alexa Obando Campos precisa que: «… se nota una gran debilidad de gestión pública en instituciones fundamentales como la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA), el Tribunal Ambiental Administrativo a escala nacional y las Municipalidades a nivel local. Aquí se comprueba la poca capacidad de control previo, nulas interrelaciones entre escalas para dar un seguimiento necesario a las tareas que les competen, falta de información y de coordinación para que exista una correspondencia entre iniciativas, políticas o acciones concretas».
Un documental crítico antecedido por varios cuestionamientos previos
No es la primera vez que la piña costarricense es cuestionada en el ámbito internacional, tal y como lo veremos a continuación.
En el 2009, desde la perspectiva de los derechos humanos, la relatora especial de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos, Agua y Saneamiento, Catarina Albuquerque, visitó Costa Rica (véase texto de su informe). En el informe que presentó en Naciones Unidas – y pocamente divulgado en Costa Rica – indicó que: «71. La Experta independiente desea expresar su preocupación respecto del empleo de Bromacil, Diurón y otros plaguicidas en las explotaciones agrícolas, en especial en las plantaciones de piña tropical, habida cuenta de que esos productos han sido relacionados con diversas formas de cáncer en caso de ser consumidos en grandes cantidades durante un período prolongado» (p. 22, punto 71)».
Figura sobre valores de Bromacil en el agua destinada al consumo humano en Milano de Siquirres, extraída de esta nota titulada “Piña y sistemas hídricos: relación delicada. Especialistas analizan fenómenos ambientales, sociales y económicos del cultivo” (sitio oficial de la UCR, 2013).
En octubre del 2010, un artículo publicado en The Guardian titulado «Bitter fruit: The truth about supermarket pineapple» ya advertía al consumidor británico sobre algunos aspectos pasados por alto por las autoridades y por el sector productivo costarricense, desde la perspectiva laboral esta vez. Un documental fue también realizado en el 2010 por Consumers International titulado «Piñas: el precio oculto de la fruta tropical» (véase documental disponible en este enlace) sobre aspectos ambientales de la piña costarricense.
En el 2015, cansadas de promesas incumplidas desde el 2007, las comunidades del Cairo y Milano (región de Siquirres) cuyas aguas fueron contaminadas por empresas piñeras, lograron que la piña costarricense fuera objeto de una audiencia ante la misma Comisión Interamericana de Derechos Humanos / Com IDH (remitimos a nuestros estimables lectores a nuestra nota titulada «La piña de Costa Rica ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos«, editada por el OPALC el 7/04/2015).
Con relación a los empleos generados por la actividad piñera en Costa Rica (presentados por el sector productivo y por las autoridades costarricenses como una justificación incuestionable para expandir la producción) en el 2016, la ONG Oxfam implementó una campaña en Europa contra la comercialización de la piña de Costa Rica por los supermercados alemanes con base en un informe que detalla las condiciones inhumanas que prevalecen («inhumane conditions which prevail«) en las plantaciones de piña (véase informe en inglés titulado «Sweet fruit, bitter truth«). No se tiene conocimiento de drásticas medidas legales de control / prevención tomadas desde el 2016 para erradicar las prácticas laborales denunciadas por los integrantes de Oxfam en fincas piñeras.
En este artículo del 2015 de la autora Laura Flores titulado «Piña dorada: una pesadilla a cuatro voces«, publicado en la Revista Paquidermo en Costa Rica se indica el tipo de empleo que se observa en muchas piñeras de Costa Rica: «Don Gerardo nos explica que más del 90% de los trabajadores que contratan las piñeras son nicaragüenses. Se los traen en camiones de ganado todos los días y les pagan 5 mil colones la jornada. Comen tres veces al día y las tres veces comen exactamente lo mismo: arroz y yuca. Nada de carne, nada de frijoles y nada de garantías sociales«.
Volviendo a la esfera de Naciones Unidas, esta vez con relación al supuesto «desarrollo» que aporta la piña a las comunidades, al medirlo recurriendo a indicadores internacionales validados por Naciones Unidas, los cantones piñeros de Costa Rica aparecen entre los cantones con el menor Indice de Desarrollo Humano (más conocido como IDH).
Problemas detectados ante un parco aparato estatal
Es de notar que durante su segunda estadía en Costa Rica en el 2016, se pudo leer por parte de los investigadores de Oxfam su asombro al ver la ausencia de cambios en Costa Rica para remediar los problemas que provoca la piña detectados ocho años antes: «Nos impresiona mucho ver que desde la primera investigación que hicimos hace ocho años, casi no han cambiado las cosas. Igualmente, en marzo vinimos a hacer una segunda indagación y todo sigue igual: problemas de salud como cáncer y enfermedades de la piel, contaminación de acuíferos y faltas a las garantías laborales de las personas que trabajan en estas fincas» (véase artículo de DiarioExtra titulado «Alemanes denuncian malas prácticas en piñeras ticas. Advierten a consumidores sobre hallazgos» del 25/10/2016).
El drama humano vivido por más de 6000 personas en el Cairo y Milano de Siquirres desde julio del 2007 debido a la contaminación de los acuíferos pareciera ahora replicarse en la zona de Veracruz de Pital de San Carlos (véase nota sobra contaminación de aguas subterráneas de Elpais.cr del 2016 y nota del Semanario Universidad de enero del 2018 titulada «Asada de zona Norte denuncia contaminación con bromacil. Herbicida presente en todas las fuentes de agua en Veracruz de Pital«).
Es muy posible que muchas otras comunidades aledañas a plantaciones de piña estén consumiendo agua declarada potable cargada de sustancias químicas: los estudios físicos químicos no se realizan con la regularidad con la que se efectúan los estudios bacteriológicos por parte de las autoridades a cargo de confirmar la potablidad del agua.
En un artículo de opinión de setiembre del 2017 titulado «El costo del sacrificio ambiental. Piña vs agua«, publicado en DiarioExtra (véase texto completo), se pudo leer que el Dr. Allan Astorga, geólogo, lleva seis años esperando respuesta a una pregunta hecha públicamente a las autoridades: «En el 2011 tuvimos la oportunidad de plantear al siempre Director de Aguas del MINAE las siguientes preguntas, sin respuestas a la fecha: “¿Podría tal vez don José Miguel explicarnos, por ejemplo, qué ha hecho su Ministerio, para, en coordinación con el MAG y el Senara, evitar que se repita el desastre ocurrido con los acuíferos en el Cairo y Milano de Siquirres debido a la contaminación de plaguicidas por las plantaciones de piña alertada desde el 2005 por la UNA y confirmada en julio del 2007 por el Ministerio de Salud? ¿Dónde consta algún protocolo MAG/Minae/AyA/Senara al respecto para evitar, a modo preventivo, que se repita esta tragedia en otras partes del país?”
Siendo el silencio una sútil manera de comunicar a veces, se podría inferir – pero no estamos seguros de ello – que poco (¿nada?… ¿algo?) se ha hecho por parte de los entes a cargo de las aguas subterráneas para protegerlas de las sustancias químicas requeridas para producir la «Sweet Gold», en coordinación con las autoridades ambientales. Ante la duda, el señor José Miguel Zeledón, Director de Aguas del MINAE, tiene (aún…) la palabra.
El auge de la piña costarricense en el mercado mundial
Según un informe de la UNCTAD del 2014, Costa Rica lidera la exportación de piña a nivel mundial con 2.126.929 toneladas métricas exportadas, seguida en América Latina por Panamá con tan solo 67.038 toneladas y Ecuador con 57.380 (véase gráfico Table 3 ubicado en la página 13): hemos revisado detenidamente esta tabla para detectar algún error de dígitos. Al parecer, Costa Rica es el único Estado en el mundo cuyas autoridades se muestran dispuestas a favorecer y a expandir el cultivo de la piña de exportación en esas proporciones.
En un reciente reportaje se indicó que en los últimos 4 años, las exportaciones de piña en Costa Rica aumentaron en un 19% (véase nota de La Nación).
Foto extraída de artículo de prensa de la agencia EFE de noticias, titulado «Costa Rica revisará permisos otorgados en el último año para siembra de piña» publicado por Elpais.cr (edición del 17/05/2017).
Nótese que durante la última contienda electoral vivida por Costa Rica en los primeros meses del 2018, el tema ambiental no pareció ser tema de campaña. Precisamente en un artículo publicado en Pagina Abierta (DiarioExtra) y en el sitio de Hablando Claro (Radio Columbia) el 24/10/2017, titulado “Candidatos y ambiente: ¿Cuándo se va a hablar en serio?”, su autor, el Dr. Allan Astorga, ex Secretario General de la SETENA y connotado especialista en evaluación ambiental escribe con relación a la piña (véase texto completo del artículo):
“El censo agropecuario del 2015 del MAG indicando la existencia de 37.200 hectáreas de piña debe contraponerse a un estudio reciente con fotos satelitales en las que ascienden a más de 58.000: una diferencia que hace ver el poco control y fiscalización del Estado, y el alcance de un monocultivo implantado con fuerza a partir del 2007 y que debe ser considerado como una verdadera vergüenza social y ambiental”.
La piña MD-2 de Costa Rica, ¿»vergüenza nacional» o bien «orgullo nacional«?
No cabe duda que el tema de la piña en Costa Rica requiere de una discusión nacional que se ha pospuesto desde hace mucho tiempo por parte de las autoridades. El aumento exponencial de este monocultivo en tan pocos años constituye un hecho notorio pocamente analizado. La ausencia de sanciones a empresas responsables de contaminar aguas y suelos es otro dato que llama poderosamente la atención.
Desde el 2007, Costa Rica lidera el mercado mundial de la piña fresca de exportación, importando grandes cantidades de sustancias químicas, varias de ellas prohibidas por la misma Unión Europea (UE), como por ejemplo el Paraquat – prohibido en la UE desde el 2007. Estos y otros argumentos han sido objeto de numerosas publicaciones y artículos de opinión en medios de prensa. Un artículo de El Financiero del 2009 ya advertía del carácter insensato del crecimiento de la piña (véase artículo titulado «Insensatez piñera. Miopía empresarial y estatal abonaron graves secuelas«).
¿Cómo explicar tan vertiginoso aumento pese a la existencia de normativa ambiental como la vigente en el ordenamiento jurídico costarricense? La respuesta está en la SETENA (Secretaría Técnica Nacional del Ambiente), en la que se originan la mayor parte de los grandes escándalos en materia ambiental en Costa Rica, en particular los «orquestados» durante el periodo 2006-2010. Fue precisamente en el año 2009 que la SETENA optó por eximir a las piñeras de un Estudio de Impacto Ambiental (EIA). En setiembre del 2011, se leyó en un artículo publicado en La Nación titulado «La cuestionable sostenibilidad ambiental de la piña» y escrito por el mismo Dr. Allan Astorga que: «La sustitución operada en la resolución 2286 – 2009 Setena del 25 de setiembre del 2009 del EDA por el EIA (por una Setena intervenida, como bien se sabe, por el Ministerio de la Competitividad) contradice nuestro ordenamiento jurídico y los principios de prevención que incluye nuestra normativa. Tratándose de un estudio «expost» no se entra a valorar elementos esenciales, como por ejemplo si el sitio seleccionado para el cultivo era el apropiado, ni tampoco puede valorar si al momento de desarrollar del cultivo se afectaron biotopos sensibles que no debieron haberse afectado«. Nótese que ninguna de las aseveraciones hechas en este artículo fueron objeto de alguna solicitud de rectificación y/o aclaración por parte de alguna autoridad estatal.
En octubre del 2017, ni el sector productivo ni tampoco las autoridades accedieron a un foro al que fueron invitados a debatir públicamente, convocado por la Universidad de Costa Rica / UCR (remitimos al lector a nuestra breve nota titulada «A propósito de un reciente foro sobre la expansión piñera en Costa Rica» publicada en Elpais.cr el 29/10/2017).
A modo de conclusión
Por alguna razón, este documental difundido en Alemania y en el resto del mundo a través de la plataforma de DW ha sido objeto de muy escasas referencias en la prensa costarricense. Encontramos una de ellas en la parte final de esta nota del medio digital del comunicador Diego Delfino del 4/4/2018 (véase enlace) y en la parte final de esta nota del Semanario Universidad (UCR) sobre posible fraude con piña orgánica (véase nota del 16/05/2018).
Una de las pocas notas periodísticas publicadas en la prensa costarricense sobre el documental alemán como tal (véase nota de AMPrensa del 6/05/2018) se titula: «Reportaje europeo deja por el suelo imagen de Costa Rica por cultivo de piña«.
Además de la imagen de Costa Rica en el exterior seriamente cuestionada en este reportaje, la piña pone en entredicho los esfuerzos oficiales de Costa Rica en materia de cambio climático: precisamente, de cara a los efectos del cambio climático, un reciente artículo de Ojo al Clima, advierte desde su mismo título que «Cultivo de piña quiebra los escudos contra cambio climático«.
(*)Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR).
En las últimas semanas hemos venido escuchando diversas opiniones en torno a la temática de la Educación Dual, lo que despierta preocupación en el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense, SEC.
La Educación Dual forma parte del Sistema Educativo de Alemania y, de manera mecánica y ortodoxa, se pretende imponer en nuestro país, aspecto que nos parece en extremo riesgoso. Para ponerlo en práctica en nuestro país, ésta debe responder a los elementos de identidad cultural, idiosincrasia de nuestras tradiciones y a tenor de las más caras tradiciones democráticas de nuestra sociedad.
Para el SEC en nuestro país lo que se requiere, por la forma y por el fondo, es una profunda revisión del Sistema Educativo Nacional, desde la calidad de la enseñanza, hasta profundos problemas como el interinazgo, la infraestructura y la capacitación docente, entre otros.
El Consejo Nacional de Representantes del SEC, se abocó el sábado 13 de junio 2015, analizar concienzudamente los proyectos del ley N° 19019 de Administración de Laura Chinchilla y el N° 19378 del diputado Otto Guevara Guth.
Llama poderosamente la atención, aunque no es de extrañar, que el Movimiento Libertario arrastre y se haga eco de un proyecto de esta naturaleza, que viene del Partido Liberación Nacional. Ambos, entre otros elementos, lo que pretenden es formar simples aprendices, como si estuviéramos en la edad media.
El proyecto del PLN fue consultado a la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada (UCCAEP), la cual lo avaló en todos sus términos, porque es lo que ellos desean, que el Estado les forme gratis los cuadros que se incorporarán al mercado laboral con salarios nada dignos.
Si el proyecto del Gobierno de Chinchilla es nefasto, el del Movimiento Libertario es digno de los mejores tiempos de la esclavitud.
Se propone en esto de la Educación Dual, que se creen centros académicos y que en común acuerdo con empresas nacionales o extranjeras, se formen aprendices. Éstos deben tener la edad de 15 años, para que terminen su formación a los 19 años. No obtienen bachillerato ni el título de técnico, sino el de aprendiz, lo cual les impide continuar estudios en la educación superior.
Cuando las y los jóvenes están cursando el plan de estudios, se les envía a realizar una práctica a una empresa, donde por realizar las mismas labores que un empleado de planta, obtienen una remuneración de apenas el 30%. Además, no cuentan con ninguna garantía social ni derecho laboral. Tampoco se garantiza que se les ponga a trabajar en lo que estudian ni se les da estabilidad laboral a futuro.
Si eso no es explotación, dentro del marco del capitalismo salvaje, entonces ¿cómo se llama esto?
Se dice en el texto del proyecto de Otto Guevara, que la formación no se hará en los colegios técnicos profesionales, sino en centros académicos privados que lleguen a un acuerdo con una determinada empresa.
Será una enseñanza para aprendices, pero en “centros de garaje”, eso sí, con financiamiento del Estado.
Ahora bien, lo que realmente sorprende es la conducta de la actual Administración, quien llegó a un acuerdo con el Gobierno de Alemania, de la Canciller Merkel, sin consultar a estudiantes, padres de familia, docentes de colegios técnicos profesionales, y lo más grave, al Ministerio de Educación Pública.
Nos preocupa el comportamiento asumido por el Presidente de la República, Luis Guillermo Solís, porque no debe perderse la perspectiva que la Canciller Merkel, es la representante de la banca sangrienta que tiene en crisis a España y a Grecia, de las nefastas políticas neoliberales en Europa y de toda una política económica de exclusión social.
Exigimos explicaciones claras y contundentes de esas conductas inconsultas.