Investigación señala diferencias entre el cerebro del ser humano moderno y el de los neandertales

La extinción de los neandertales (Homo neanderthalensis), ha sido un gran tema de estudio para la Biología, la Antropología, la Historia, la Genética, entre muchas otras disciplinas. El “hombre neandertal” es una especie, ya extinta, del género Homo y que durante milenios ocuparon Europa, Asia y Oriente Medio. Los sapiens, por su parte, a pesar de ser menos robustos y no estar tan adaptados al frío, llegaron a Europa desde África y allí, lograron imponerse.

En este caso, toma relevancia una investigación llevada a cabo en el Instituto Max Planck de Biología Celular Molecular y Genética (Alemania) y en la que participa Felipe Mora Bermúdez, biólogo costarricense, galardonado con el Premio Nacional de Ciencia Clodomiro Picado Twight 2007. Este es el primer estudio que apunta a una diferencia en el comportamiento de las células cerebrales que generan las neuronas entre los Sapiens y los Neanderthalensis.

En otras ocasiones se ha señalado a los cambios climáticos, la endogamia y la presión de los humanos modernos como parte de las razones para explicar su extinción. Sin embargo, en este estudio, las personas investigadoras sugieren que “el cerebro del ser humano moderno crece más lentamente que el del neandertal y, en ese proceso, comete menos fallos de herencia cromosómica”

Para sustentar su hipótesis, estos científicos (as) realizan tres experimentos: En el primero, introdujeron variantes humanas modernas en ratones transgénicos, idénticos a los neandertales en esas seis posiciones de aminoácidos. En segundo lugar, introdujeron la variante neandertal en ‘minicerebros’ cultivados en laboratorio a partir de células madre humanas. Y por último, la tercera prueba utilizó células de chimpancé

Este trabajo investigativo representa un gran aporte para robustecer teorías de la evolución, además de que abre camino para futuras investigaciones en temas de información y evolución genética y molecular. Además, es de gran renombre que un costarricense sea parte de los principales autores de este estudio.

«A pesar de que el cerebro de los ratones es más pequeño que el nuestro, también tiene muchas similitudes y puede ser muy informativo, lo que nos permite, en cierto modo, rastrear y recrear lo que hizo la evolución» (Felipe Mora Bermúdez, 2022).

Usted puede acceder a la investigación completa por medio del siguiente enlace:

https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.abn7702