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Etiqueta: comunidades

¿Hay un después del COVID 19 o deberemos aprender a vivir con él?

Miguel Sobrado

Nuestro sistema de salubridad social ha tenido hasta el momento una capacidad de respuesta, respaldada por la educación y disciplina del pueblo, muy exitosa y ejemplar, a pesar de la inestabilidad amenazante del contexto regional. Se ha logrado mantener aplanada la curva de contagio, aumentar las recuperaciones de los enfermos y un bajo nivel de mortalidad.

Lamentablemente mientras no exista vacuna, si es que algún día se logra tener una que se pueda aplicar a la población mundial (cosa que no se podido hacer con el SIDA), nuestra población seguirá conviviendo con el coronavirus y la economía tendrá que reactivarse progresivamente, procurando que no colapse el sistema de salud. De otra forma el dilema puede llegar a ser morir del coronavirus o morir de hambre y esto puede ser más peligroso para la vida política.

FOCALIZACION DE LOS AFECTADOS Y SUS CONTACTOS EN VEZ DE CUARENTENA GLOBAL

La experiencia de Corea del Sur con el control y aislamiento de los enfermos y sus contactos ha demostrado ser exitosa con el uso de una aplicación que permite el seguimiento, sin tener que recurrir a paralizar la economía. Aquí podríamos hacer lo mismo retomando la participación de las comunidades en los EBAIS, tal como lo hizo en su momento el Hospital sin Paredes de San Ramón, aprovechando la tecnología EDUS de la CCSS e incorporando la aplicación surcoreana.

De tal forma la primera línea de combate se trasladaría a las comunidades, aplicando medidas puntuales preventivas como elevar las defensas, sin afectar el grueso de la economía.

RETOMAR EL EMPLEO DESDE UNA VISIÓN DE PERSPECTIVA ORGANIZACIÓN PARA LA SALUD

No se puede hablar de salud, si la gente no tiene estabilidad emocional ni ingresos para atender sus necesidades. Las comunidades no son entes pasivos, tienen creatividad y buscan en forma individual formas de sobrevivencia, pero sobre todo cuando están organizadas. La asistencia del gobierno central o local, en los momentos difíciles es necesaria y oportuna. La ayuda, sin embargo, dada la magnitud de las afectaciones nunca será suficiente, crea además dependencia, pasividad y reduce la autoestima. La organización de la comunidad para enfrentar el problema genera capacidades, abre senderos y estimula el protagonismo local poniendo en tensión el arco creativo.

Este fenómeno fue muy visible en la experiencia del Hospital sin Paredes, mientras operaron los 151 comités de salud en los cinco cantones (San Ramón, Palmares, Sarchí, Naranjo y Alfaro Ruíz). Los comités no solo establecieron acueductos y letrinas, sino que abrieron caminos, crearon cooperativas y participaron activamente en la vida cívica, siendo semillero de líderes locales y cantonales.

DARLE PROTAGONISMO A LAS COMUNIDADES ORGANIZADAS

Por eso es tan importante, con ocasión del coronavirus, descentralizar la acción de combate trasladándola a las comunidades, para controlar los ´puntos álgidos retomando la experiencia del Hospital sin Paredes y de las cooperativas de autogestión campesina, surgidas como respuesta al calor de una crisis agraria que amenazaba la paz social en los 70s.

Francisco escribe carta a movimientos y organizaciones populares

A los hermanos y hermanas de los movimientos y organizaciones populares

Queridos amigos

Con frecuencia recuerdo nuestros encuentros: dos en el Vaticano y uno en Santa Cruz de la Sierra y les confieso que esta “memoria” me hace bien, me acerca a ·ustedes, me hace repensar en tantos diálogos durante esos encuentros y en tantas ilusiones que nacieron y crecieron allí y muchos de ellas se hicieron realidad. Ahora, en medio de esta pandemia, los vuelvo a recordar de modo especial y quiero estarles cerca.

En estos días de tanta angustia y dificultad, muchos se han referido a la pandemia que sufrimos con metáforas bélicas. Si la lucha contra el COVID es una guerra, ustedes son un verdadero ejército invisible que pelea en las más peligrosas trincheras. Un ejército sin más arma que la solidaridad, la esperanza y el sentido de la comunidad que reverdece en estos días en los que nadie se salva solo. Ustedes son para mí, como les dije en nuestros encuentros, verdaderos poetas sociales, que desde las periferias olvidadas crean soluciones dignas para los problemas más acuciantes de los excluidos.

Sé que muchas veces no se los reconoce como es debido porque para este sistema son verdaderamente invisibles. A las periferias no llegan las soluciones del mercado y escasea la presencia protectora del Estado. Tampoco ustedes tienen los recursos para realizar su función. Se los mira con desconfianza por superar la mera filantropía a través la organización comunitaria o reclamar por sus derechos en vez de quedarse resignados esperando a ver si cae alguna migaja de los que detentan el poder económico. Muchas veces mastican bronca e impotencia al ver las desigualdades que persisten incluso en momentos donde se acaban todas las excusas para sostener privilegios. Sin embargo, no se encierran en la queja: se arremangan y siguen trabajando por sus familias, por sus barrios, por el bien común. Esta actitud de Ustedes me ayuda, cuestiona y enseña mucho.

Pienso en las personas, sobre todo mujeres, que multiplican el pan en los comedores comunitarios cocinando con dos cebollas y un paquete de arroz un delicioso guiso para cientos de niños, pienso en los enfermos, pienso en los ancianos. Nunca aparecen en los grandes medios. Tampoco los campesinos y agricultores familiares que siguen labrando para producir alimentos sanos sin destruir la naturaleza, sin acapararlos ni especular con la necesidad del pueblo. Quiero que sepan que nuestro Padre Celestial los mira, los valora, los reconoce y fortalece en su opción.

Qué difícil es quedarse en casa para aquel que vive en una pequeña vivienda precaria o que directamente carece de un techo. Qué difícil es para los migrantes, las personas privadas de libertad o para aquellos que realizan un proceso de sanación por adicciones. Ustedes están ahí, poniendo el cuerpo junto a ellos, para hacer las cosas menos difíciles, menos dolorosas. Los felicito y agradezco de corazón. Espero que los gobiernos comprendan que los paradigmas tecnocráticos (sean estadocéntricos, sean mercadocéntricos) no son suficientes para abordar esta crisis ni los otros grandes problemas de la humanidad. Ahora más que nunca, son las personas, las comunidades, los pueblos quienes deben estar en el centro, unidos para curar, cuidar, compartir.

Sé que ustedes han sido excluidos de los beneficios de la globalización. No gozan de esos placeres superficiales que anestesian tantas conciencias. A pesar de ello, siempre tienen que sufrir sus perjuicios. Los males que aquejan a todos, a ustedes los golpean doblemente. Muchos de ustedes viven el día a día sin ningún tipo de garantías legales que los proteja. Los vendedores ambulantes, los recicladores, los feriantes, los pequeños agricultores, los constructores, los costureros, los que realizan distintas tareas de cuidado. Ustedes, trabajadores informales, independientes o de la economía popular, no tienen un salario estable para resistir este momento … y las cuarentenas se les hacen insoportables. Tal vez sea tiempo de pensar en un salario universal que reconozca y dignifique las nobles e insustituibles tareas que realizan; capaz de garantizar y hacer realidad esa consigna tan humana y tan cristiana: ningún trabajador sin derechos.

También quisiera invitarlos a pensar en “el después” porque esta tormenta va a terminar y sus graves consecuencias ya se sienten. Ustedes no son unos improvisados, tiene la cultura, la metodología pero principalmente la sabiduría que se amasa con la levadura de sentir el dolor del otro como propio. Quiero que pensemos en el proyecto de desarrollo humano integral que anhelamos, centrado en el protagonismo de los Pueblos en toda su diversidad y el acceso universal a esas tres T que ustedes defienden: tierra, techo y trabajo. Espero que este momento de peligro nos saque del piloto automático, sacuda nuestras conciencias dormidas y permita una conversión humanista y ecológica que termine con la idolatría del dinero y ponga la dignidad y la vida en el centro. Nuestra civilización, tan competitiva e individualista, con sus ritmos frenéticos de producción y consumo, sus lujos excesivos y ganancias desmedidas para pocos, necesita bajar un cambio, repensarse, regenerarse. Ustedes son constructores indispensables de ese cambio impostergable; es más, ustedes poseen una voz autorizada para testimoniar que esto es posible. Ustedes saben de crisis y privaciones… que con pudor, dignidad, compromiso, esfuerzo y solidaridad logran transformar en promesa de vida para sus familias y comunidades.

Sigan con su lucha y cuídense como hermanos. Rezo por ustedes, rezo con ustedes y quiero pedirle a nuestro Padre Dios que los bendiga, los colme de su amor y los defienda en el camino dándoles esa fuerza que nos mantiene en pie y no defrauda: la esperanza. Por favor, recen por mí que también lo necesito.

Fraternalmente, Ciudad del Vaticano, 12 de abril de 2020, Domingo de Pascua.

Fuente: http://radioencuentro.org.ar/carta-del-papa-a-los-movimientos-populares-del-mundo/

Catedrático llama a dar estabilidad a Programa Kioscos

Mediante una nota, el doctor Jorge Lobo, catedrático de la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica solicita a la Rectoría asegurar la estabilidad del Programa Kioscos Ambientales y su personal.

Lobo señala en su mensaje: “Me preocupa las noticias sobre el manejo que la VAS ha hecho del programa de Kioskos Ambientales, en particular la inestabilidad laboral en que se encuentran los profesores y administrativos a cargo del programa. Siento que el debilitamiento de este programa será un duro golpe para los esfuerzos que la UCR está haciendo en el área de extensión”.

“He trabajado con ellos varias veces, agrega el docente, con muy buenas experiencias. En esas ocasiones promovieron y divulgaron información científica sobre amenazas ambientales que preocupaban a las comunidades, cumpliendo con los objetivos esenciales de la Universidad. Puedo citar los casos del TLC, la minería en Crucitas, la especulación inmobiliaria en la Fila Costeña de Osa, la lucha contra el proyecto de Aeropuerto Internacional de Osa y el caso de proyectos hidroeléctricos como Diquís y Reventazón. Eso solo para mencionar los casos en que trabajé con ellos, el proyecto de Kioskos Ambientales ha interaccionado con comunidades en decenas de lugares de nuestro país y sobre muchos temas ambientales. En particular se han destacado en la lucha contra la expansión piñera, de primerísima importancia en la realidad ambiental de Costa Rica”.

“En mi experiencia personal, dice Lobo en su nota, de nada sirve el conocimiento científico y académico si no es llevado a las comunidades en forma práctica y didáctica. También la Universidad debe nutrirse de las experiencias y del conocimiento comunitario. Esta fue la esencia del mensaje que Boaventura de Sousa Santos expuso recientemente en la UCR”.

 

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Ferias interactivas UCR: un espacio de educación para las comunidades de Puntarenas

Las comunidades de Barranca y Chacarita de Puntarenas ampliaron sus conocimientos en sexualidad, salud bucodental, autoestima, manejo de límites, relaciones impropias, manejo adecuado de desechos, economía familiar y derechos de las personas menores de edad mediante ferias educativas que se realizaron durante el mes de julio.

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La UCR en el sur ¡Impulsamos el desarrollo en la región Brunca!

A pesar de su riqueza natural, con 22 áreas protegidas, la Región Brunca, conformada por los cantones de Osa, Golfito, Corredores, Coto Brus y Buenos Aires en la provincia de Puntarenas, y Pérez Zeledón en la provincia de San José, es una región que vive condiciones de mayor desventaja social que el resto de las regiones del país, según el Ìndice de Desarrollo Social 2017 del MIDEPLAN.

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Comunidades de Turrialba rechazan hidroeléctricas de H. Solís

El pasado 20 de julio de 2019, miembros de diversas organizaciones sociales y comunales del cantón de Turrialba, en conjunto con un grupo de estudiantes, profesionales, ciudadanos y ciudadanas de diferentes partes del país, nos reunimos en la comunidad de Torito, con el fin de discutir sobre la amenaza que representa la construcción de nuevas represas hidroeléctricas en este cantón, así como definir acciones para enfrentar dicha amenaza en defensa de nuestros ríos y nuestras comunidades.

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Sin este poder desde la ciudadanía no hubiésemos logrado impedir PH San Rafael

Luis Monge, Ríos Vivos

En el año 2013, iniciamos una lucha que nos vaticinaban perdida: detener 17 proyectos hidroeléctricos, planteados al amparo de las leyes de apertura del mercado eléctrico; aprobadas en los gobiernos de José Ma. Figueres y Oscar Arias, casualmente ambos pertenecientes a familias que participan de la generación privada. Estos proyectos además serían desarrollados por grandes empresas y grupos familiares poderosos. Teníamos en contra el marco legal, a grupos política y económicamente poderosos y a la misma institucionalidad, como la SETENA, que históricamente había cumplido un papel de “facilitador” para este tipo de proyectos, al igual que la ARESEP, el ICE, las Municipalidades. Muchos nos auguraban un rotundo fracaso: “ustedes no tienen recursos, no tienen capacidades técnicas, ni legales, no tienen “patas” políticas”.

Bajo un discurso de “desarrollo”, de progreso, se justificaban estos proyectos, a las pocas personas que se les presentaron inicialmente en las comunidades. Sin embargo 6 años después somos testigos del cierre del último proyecto hidroeléctrico en la Zona Sur, el PH San Rafael. Poco a poco, gracias a la resistencia que ofrecieron las comunidades, que, integradas junto con estudiantes, artistas, profesionales, ciudadanos y ciudadanas en general, en el Movimiento Ríos Vivos, logró articular la lucha para vencer a estos proyectos.

Poco a poco, basado en la experiencia que iba desarrollando cada grupo de resistencia que se constituía en las comunidades, y con el apoyo de aliados, como Kioscos Ambientales de la UCR, la FECON, la Asociación Voces Nuestras y en un inicio incluso la Pastoral Social de la Iglesia Católica. A punta de ejercicio se tejieron músculos de resistencia: aprendimos a presentar oposiciones en la SETENA; a hurgar en estudios técnicos para ubicar la información biológica, a desarrollar herramientas de comunicación tanto a lo interno como a lo externo del Movimiento; a realizar movilizaciones en los ríos, en las calles, en la ciudades, para llamar la atención de la ciudadanía, a realizar cabildeo político con los candidatos, a presionar a las Municipalidades para lograr las moratorias, a ser expertos en tramitologías, para descubrir las múltiples irregularidades con las que se iban aprobando los avances en los proyectos hidroeléctricos; a constituir células de resistencia independientes, pero al mismo tiempo capaces de aprovechar el conocimiento y experiencia adquiridos por el Movimiento en su totalidad. Se construyeron también hermandades, nuevas amistades, relaciones que antes no existían entre personas y comunidades distintas.

Este proceso desnudó los niveles de injerencia y de corrupción que se promueve desde las empresas privadas, tramitando proyectos con estudios de impacto ambiental superficiales, sin consulta a las comunidades, e incluso manipulando con su capital a algunos vecinos; logrando permisos irregulares en las Municipalidades y la aprobación en la ARESEP y SETENA de procesos que indican claramente que dio una colusión entre las empresas y estas entidades. Lo último que nos enteremos, cuando se solicitó información respecto a lo actuado, es que no se “puede adelantar información, hasta que sea oficialmente comunicada a los interesados”; refiriéndose a la empresa: para las autoridades las comunidades, los vecinos que defendemos los ríos, no somos “parte interesada”.

Todo este conocimiento y capacidades, construido por cientos de personas, es el que permitió que hoy se nos anuncie que el gobierno decidió no otorgar la conveniencia nacional al último proyecto en ciernes, el PH San Rafael; sin esta presión social, sin este ejercicio del poder y la gobernanza que emergió de la ciudadanía, no lo hubiésemos logrado.

 

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UCR: Acción Social apunta a la divulgación de resultados de proyectos de acción social

Desde el mes de mayo más de 20 personas vinculadas con proyectos inscritos en la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) de la Universidad de Costa Rica (UCR) se están capacitando para generar artículos científicos a partir de sus experiencias de trabajo en comunidad. Esta iniciativa surge en conjunto con el Instituto de Investigación en Educación (INIE) y pretende crear nuevo conocimiento y visibilizar la labor de las universidades públicas en el trabajo colaborativo a lo largo del país.

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