Ir al contenido principal

Etiqueta: Costa Rica

Reflexiones de fin y principio de año: Gobierno sin logros, partidos sin brújula, Costa Rica sin norte

Por Guido Mora

Este 2024 se inicia el proceso de renovación de la dirigencia política con miras, no sólo a la elección de las autoridades locales, sino también de las nacionales en el proceso electoral de febrero de 2026.

Como muchos amigos y contertulios, me veo en la obligación de externar una profunda preocupación por el rumbo que ha tomado la política costarricense y, por consiguiente, el país en general.

Por una parte, tenemos un gobierno débil, incapaz de negociar, promover metas y fraguar soluciones. La prepotencia; la presencia impositiva y predominante del presidente y la falta de liderazgo de quienes lo acompañan impide la construcción de los consensos imprescindibles para enfrentar los desafíos impuestos por la actual situación económica, política y social.

Las acciones destinadas a ocultar esta incapacidad condujeron a algunos funcionarios del Poder Ejecutivo, a promover una narrativa orientada a profundizar la polarización social, utilizando un discurso incendiario -este ha sido el instrumento favorito del presidente y su jefa de fracción legislativa Pilar Cisneros-; atentando incluso contra la institucionalidad costarricense. La estrategia procura hacer creer a grupos de ciudadanos, que la ausencia de logros es el resultado de un “complot político” o de una “conspiración, articulada por sus enemigos”: señalando, entre otros, a los mandos medios, los políticos tradicionales y los jerarcas de la institucionalidad costarricense.

Resulta imperativo, frente a esta estrategia, denunciar ante los costarricenses, que la ausencia de logros a nivel gubernamental; la imposibilidad de inscribir las precandidaturas de sus partidos o los múltiples fracasos que caracterizan el quehacer de los jerarcas gubernamentales, son el resultado de la más profunda incapacidad de negociación con los diversos grupos que conforman el espectro sociopolítico costarricense; de su incompetencia en el manejo de los asuntos públicos y políticos, y del desconocimiento del marco institucional costarricense, construido a través de años de ejercicio democrático. Son ellos, los actores políticos vinculados a Rodrigo Chaves, los únicos responsables de sus fracasos.

Esta situación irrefutable, ha conducido a amigos y conocidos -militantes de algunos partidos políticos tradicionales-, a lanzar campanas al vuelo, señalando que esta situación abrirá una oportunidad para que sus partidos vuelvan a triunfar en los próximos procesos electorales, sobre todo los programados para el año 2026, en que se eligen los diputados y el presidente de la República.

El optimismo expresado, me ha conducido a consultarles: ¿en que sustentan sus expectativas? Responden: en la incapacidad de la propuesta chavista de hacer realidad las transformaciones que prometieron a sus votantes.

Considero que estos amigos y sus partidos – representantes de la política tradicional-, lucen como antiguos faros, con vetustas estructuras carentes de luces, ya que, en mi perspectiva, no ofrecen a los costarricenses alternativas y propuestas, orientadas a atraer el interés político de los electores.

La desafección a lo político y la política; la desazón y la desesperanza que priva en los miles de ciudadanos de nuestro país y la ausencia de credibilidad frente a las manifestaciones y promesas de los políticos tradicionales, son el resultado de la incapacidad de un modelo económico y político de satisfacer las necesidades de amplios sectores sociales. Lamentablemente, en los meses transcurridos de la administración Chaves Robles, esta situación no sólo se ha mantenido, sino que se ha profundizado.

El -hasta ahora- penoso resultado obtenido por el presidente Chaves y sus jerarcas, podría convertirse en un detonante para que se fortalezca y entronice el discurso populista dentro de otros grupos sociales, políticos y económicos, llegando al extremo de hacer realidad otra pesadilla: que en el 2026 se elija un “nuevo mesías” que, recurriendo al uso de mentiras y medias verdades, satisfaga las expectativas políticas cortoplacistas de indignados e insatisfechos; pero que en el mediano y largo plazo, sólo provoque la agudización de la problemática prevaleciente y profundice las brechas económicas y políticas que caracterizan a la Costa Rica de hoy.

Hace unos días, conversando con un amigo economista, me indicaba que desdichadamente a la gente adinerada no le importaba fortalecer el sistema democrático y que, la misma realidad, era válida para los más pobres. Apuntaba que esto se debía a dos factores: para los más afortunados lo que realmente interesa es incrementar su riqueza, independientemente del sistema político de que se trate. Y a los más pobres, lo que preocupa es vivir bien, así sea en un sistema populista o autoritario.

Agregaba que, para fortalecer el sistema democrático, era imprescindible revitalizar la clase media, porque es este sector social –cuya presencia caracterizó el tejido social costarricense y que está en vías de extinción-, la que se beneficia con un sistema democrático, que posibilite la movilidad social, política y económica.

Personalmente considero que los partidos políticos tradicionales siguen sin ofrecer un mensaje innovador, destinado a fortalecer a esos sectores medios y a cautivar otros sectores sociales, de manera que no sólo posibilite el triunfo electoral, sino que también sea el motor que potencie la impostergable renovación de la política y el Estado costarricense.

Adicionalmente, en el juego de “lo político”, el objetivo no es sólo que un partido gane un proceso electoral, sustituyendo a quienes ostentan puestos de poder. En el fondo, de lo que se trata es de que ese partido o ese grupo de actores políticos puedan concebir, planificar y ejecutar las decisiones y las acciones, orientadas a transformar el orden de las cosas existentes, de manera tal que frenen los procesos de generación de pobreza y desigualdad, consumados en los últimos lustros del Siglo 20 y principios del 21.

Por eso es qué, cuando converso con personas vinculadas a partidos políticos y me dicen que están organizándose para ganar las elecciones, de inmediato consulto: ¿y para qué quieren ganar las elecciones?

Paso seguido cuestiono su posición política y les interrogo: en caso de ganar las elecciones ¿podrían explicarme cuál es el modelo de democracia que quieren impulsar?

Y continúo: ¿tienen claro cuál es la concepción del Estado que puede conducirles a alcanzar ese modelo de democracia? Y en ese marco, en relación directamente con el aparato de Estado: ¿cuál va a ser el papel de las instituciones públicas, de manera que puedan concretar ese “modelo de estado”?

¿Cuál es el modelo educativo que debe caracterizar a la sociedad del Siglo 21 o el modelo de las instituciones que promuevan y se preocupen por la salud pública o de la infraestructura para lo que resta de este Siglo?

¿Cuáles las políticas para los niños, los jóvenes o los adultos mayores, en el inicio y el final de su vida?

¿Para qué queremos el poder?, porque ante los peligros del populismo, manifiesto en el espectro político actual, el objetivo debería de ir más allá que obtener un pírrico triunfo electoral: deberíamos de planificar las acciones que permitan profundizar la democracia económica, política y electoral, que exige y requiere la sociedad costarricense.

Mi impresión es que las élites políticas han acometido esta reflexión con poca disciplina y seriedad, sigue siendo una tarea inconclusa y requiere de un esfuerzo intelectual mayor, al que deberíamos dedicar horas de discusión y análisis, para conferir un sentido más profundo a las luchas y los triunfos electorales.

No se trata sólo de ganar una elección y que prevalezca la vacuidad en la propuesta. Es imprescindible e impostergable proporcionar sentido a ese triunfo, un sentido social, político y económico, que abone a la transformación del “modelo de Estado” y a la construcción de una sociedad de oportunidades, tal y como en su momento lo dimensionaron los actores que integraron la Generación de 1948.

Concluye este año 2023 y lamentablemente tengo que externar mi pesimismo: considero que pocos actores políticos están reflexionando seriamente sobre el futuro de Costa Rica y que, lamentablemente, su interés se centra únicamente en el resultado de las elecciones, con el único propósito de ocupar un cargo político, desprovisto de la concepción que nos oriente sobre el camino que tenemos que emprender para fortalecer y profundizar la democracia costarricense.

Compartido con SURCOS por el autor.

Presentación de la obra del creador y fundador del solidarismo costarricense

Personas universitarias y solidaristas presentaron al país la Proyección del Pensamiento y las Obras Selectas, del ilustre costarricense, abogado, pensador económico y social, fundador y padre del Solidarismo en Costa Rica, Alberto Martén Chavarría, declarado Benemérito de la Patria por la Asamblea Legislativa en el año 2009.

El 7 de noviembre del 2023 en el Auditorio Clodomiro Picado Twigth, de la Universidad Nacional en Heredia, se llevó a cabo una ceremonia en la que participaron autoridades universitarias, académicos, estudiantes, representantes de asociaciones solidaristas y dirigentes de organizaciones del solidarismo costarricense, de esta manera, compartir la presentación y entrega oficial de la obra editorial producida en conjunto por la Editorial de la Universidad Nacional-EUNA, la Academia Solidarista Alberto Martén Chavarría, la Cátedra Solidarista Alberto Martén Chavarría de la Escuela de Planificación y Promoción Social–EPPS-UNA, la Rectoría UNA  y la Asociación Solidarista de Funcionarios de la Universidad Nacional-ASOUNA, en el marco del Ideario Costa Rica Bicentenaria-Diálogo Nacional.

En el 2023 las Asociaciones Solidaristas celebran 76 años de un movimiento que inició el licenciado Alberto Martén Chavarría, un 15 de setiembre de 1947, en donde planteó las primeras ideas de su plan de ahorro y capitalización, conocido como “Plan Martén” que trataba sobre un sistema de ahorro y educación, que procuraba formar personas cultas y solventes.

Este trabajo académico fue presentado al país en una fecha muy simbólica: Dia del Solidarismo Costarricense y el Dia Nacional de la Democracia, que busca, recordar la importancia de promover pautas de convivencia democrática y propiciar la reflexión sobre el coste histórico para llegar a un sistema democrático consolidado.

En mesa principal estuvieron presentes:  Marianela Rojas Garbanzo, rectora adjunta de la UNA, Ángel Ortega Ortega, director de la Escuela de Planificación y Promoción Social de la UNA, Iliana Araya Ramírez,(presidenta de la Editorial de la UNA, Álvaro Villalobos Garro, presidente de la Academia Solidarista Alberto Martén Chavarría, Federico Martén Sancho, hijo de Don Alberto Martén, Efraín Mejía Vindas, editor, Adrián Zamora Quesada, presidente de la Asociación Solidarista de Funcionarios de la Universidad Nacional ASOUNA y Efraín Cavallini Acuña, coordinador Cátedra Solidarista Alberto Martén de la Escuela de Planificación y Promoción Social de la UNA).

“En esta investigación académica que dio como resultado el poder sistematizar el pensamiento, el actuar, las teorías, y propuestas conceptuales del fundador del Solidarismo Costarricense, adquieren gran utilidad en momentos de crisis como el que vivimos hoy en nuestro país y en el mundo, porque la crisis económica genera un sin número de interrogantes sobre las cuales se debe pensar el rumbo a seguir por la sociedad, para reconstruir una economía basada en una ética de sana y responsable convivencia para el bien común, donde la solidaridad es la señal que guíe para una mejor economía, que marque el rumbo para la construcción de un proyecto de alcances superiores que favorezca a todas y todos los ciudadanos”.
Máster Francisco González Alvarado
Rector UNA

Máster Francisco González Alvarado-Rector UNA.

El máster Francisco González Alvarado, Rector UNA, quien compartió su mensaje por medio de un audiovisual en virtud de estar fuera del país, destacó que el hecho de que el Solidarismo Costarricense se originó en el solidarismo académico europeo, y con base en el establecimiento de un mecanismo financiero sencillo y eficaz, su fundador Alberto Martén Chavarría, lo adaptó a la sociedad costarricense y con ello contribuye a resolver situaciones de conflicto entre patronos y trabajadores al final de la década de los años cuarenta del siglo anterior, promoviendo el ahorro, las buenas prácticas y relaciones y la igualdad mediante el progreso sobre la base del trabajo realizado: “ En la presente obra encontraremos las explicaciones sobre el desarrollo que ha tenido este movimiento de la economía social nacido en Costa Rica, en la cual se puntualiza la doctrina, los hechos, así como las nuevas ideas propuestas que avizoraban el crecimiento del Solidarismo Costarricense”.

El rector hizo referencia a que se rescata en este valioso documento, la forma como expuso y llevó a la práctica el señor Alberto Martén Chavarría el modelo del Solidarismo a partir de 1947, desde el cual siempre buscó la paz, la armonía, la cooperación, la estabilidad entre patronos y trabajadores, que genere beneficios justos para ambas partes y con ello propiciar la asociación ético-económica en las empresas y organizaciones, de tal manera, que los principios filosóficos del Solidarismo Costarricense pudieran extenderse a toda la población y eliminar la práctica de que solo las minorías sacarán provecho del esfuerzo del trabajador y el empresario. Asimismo, ratificó el apoyo de la Rectoría en este proyecto académico y agradeció a las instancias y personas que se unieron para poder producir y entregar esta obra con ocasión de la celebración de los 50 años de la Universidad Nacional.

“El contenido de la obra se proyecta para que ilumine y profundice un ambiente de cooperación y solidaridad en nuestra sociedad, que permita aumentar al máximo la productividad de las empresas bajo consignas de equidad y respeto a los derechos humanos y beneficio de los trabajadores y patronos”.
Dra. Marianela Rojas Garbanzo.
Rectora Adjunta UNA.

Dra. Marianela Rojas Garbanzo. Rectora Adjunta UNA.

La Dra. Marianela Rojas Garbanzo, rectora adjunta de la Universidad Nacional-UNA, expresó que el señor Alberto Martén ha sido un faro de inspiración para muchas personas en nuestro país, un referente que ha dejado huella en cada rincón del movimiento solidarista costarricense y sus contribuciones han dejado una huella imborrable en la historia de nuestro país: “ Su legado ha florecido en Costa Rica, su visión de una sociedad basada en la solidaridad y la justicia social han marcado un hito en el desarrollo de nuestro país, transformando no solo el entorno laboral sino también la manera en que concebimos nuestras responsabilidades mutuas como ciudadanos. Don Alberto fue un arquitecto social, enseñó a construir puentes entre empleadores y trabajadores, promoviendo un diálogo constructivo y forjando un espíritu de colaboración que ha trascendido las fronteras del ámbito laboral para convertirse en un pilar fundamental de nuestra sociedad”.

Don Alberto Martén, demostró que la verdadera grandeza reside en la capacidad de unir, de construir puentes en lugar de barreras, de buscar soluciones que beneficien a todos. Su labor incansable ha inspirado a generaciones a seguir sus pasos y a contribuir al bienestar común, señaló la Rectora Adjunta de la UNA, quien agregó que, con el propósito de difundir la visión, misión, principios y los valores del Solidarismo Costarricense, la Rectoría de la Universidad Nacional ha contribuido, para que las propuestas del señor Alberto Martén Chavarría sean compartidas por medio del presente escrito.

“Esta Obra ofrece por primera vez al país, el resultado de la producción intelectual del Lic. Alberto Martén Chavarría, junto a la influencia de su pensamiento y la visión integral orientada a consolidar y modificar una propuesta de modelo económico y social en Costa Rica.
Dra. Iliana Araya Ramírez, presidenta EUNA

En su mensaje la Dra. Iliana Araya Ramírez, presidenta de la Editorial de la UNA, todas las presentaciones de libros de este año son conmemorativas del 50 aniversario de la UNA, y la presentación del libro Proyección del Pensamiento y las Obras Selectas de Alberto Martén es la penúltima que se entregará este año.

La editorial de la UNA (EUNA) fue fundada en 1976, tres años después de creada la Universidad Nacional y publica temas universitarios, estudios científicos y tratados en los ámbitos de Ciencias Exactas, Ciencias Naturales, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales,  Ciencias del Movimiento Humano, Educación, Humanismo,  Filosofía, Lingüística, Estudios Literarios, Cultura y arte; “ La obra que hoy se presenta forma parte de la colección de Ciencias Sociales que es la más numerosa  dentro de la colección”.

La EUNA forma parte de la Comisión de Editoriales Universitarias Públicas Costarricenses, que es dependiente del Consejo Nacional de Rectores-CONARE, concluyó la presidenta de la EUNA.

“Nuestro anhelo es que esta producción editorial sea un vehículo para contribuir a que el Solidarismo Costarricense sea estudiado y enseñado desde la educación primaria, secundaria y universitaria en nuestro país, como una forma de promover justicia, paz social, la sana convivencia entre los patronos y sus colaboradores, así como el desarrollo integral de sus familias”
Dr. Ángel Ortega Ortega-
Director EPPS-UNA

Dr. Ángel Ortega Ortega- Director EPPS-UNA

Para el Dr. Ángel Ortega Ortega, director de la Escuela de Planificación y Promoción Social-EPPS-UNA, el señor Alberto Martén Chavarría, fue un pensador económico y social, miembro de la Junta Fundadora de la Segunda República de Costa Rica, promotor en 1948 del decreto de la nacionalización bancaria y creador del movimiento solidarista costarricense, condecorado como Benemérito de la Patria, en marzo del 2009: “Muchos son sus proyectos, pero es la fundación del movimiento solidarista uno de los aportes de mayor trascendencia, el cual representa una forma de organización social que actualmente aglutina a 365 000 familias del país, el 25% del total de las personas trabajadoras del sector público y privado, contribuyendo con esto en el ahorro familiar, la solución a necesidad de vivienda, educación, salud, etc».

Ortega, señaló que este movimiento está sustentado en dos principios; la solidaridad y la economía asociativa, esto en el tanto, desde la organización y la asociatividad se lograría generar una cultura de ahorro, con el aporte de las personas empleados y sus patronos, el cual podría eliminar la pobreza del país, pero sin lugar a dudas, es una forma de organización que, por sus principios de solidaridad, búsqueda de la paz, equidad y crecimiento económico de las familias, representa una forma de organización que contribuye en mucho, en ese anhelo de la sociedad costarricense.

El director de esta unidad académica señaló que: “Hoy, el mundo habla de la necesidad de una renta básica universal, como medida ante los altos niveles de desempleo en los países y sobre todo anticipándonos a una condición que sin duda permanecerá en el tiempo, pero, aunque con un enfoque diferente, ya había sido planteado por el señor Alberto Martén en Costa Rica, al crear el proyecto de capitalización Laboral. Es clara la visión de futuro que tenía don Alberto”.

El señor Ortega destacó la importancia para la Escuela de Planificación y Promoción de la UNA de apoyar y promover desde la Cátedra Solidarista la producción de estas Obras, que sin lugar a duda ilustrará a las personas lectoras sobre el punto de giro propuesto por el distinguido costarricense Alberto Martén al impulsar el solidarismo en nuestro país, cuyo legado permanecerá en el tiempo.

“Se requiere continuar con el estudio de la obra intelectual de don Alberto, recordando que inició con la propuesta de creación de asociaciones solidaristas, pasando por la Capitalización Universal y llegando a proponer un capítulo constitucional de Garantías Económicas con su respectivo Código Económico como complemento de las Garantías Sociales, pensando particularmente en la superación de la pobreza y en mejores condiciones de vida para toda la población”.
Máster Álvaro Villalobos Garro, presidente
Academia Solidarista Alberto Martén Chavarría

Máster Álvaro Villalobos Garro Presidente Academia Solidarista Alberto Martén Chavarría.

Por su parte el Máster Álvaro Villalobos Garro, presidente de la Academia Solidarista Alberto Martén Chavarría, expresó que  el señor Alberto Martén Chavarría, en su época como estudiante y viviendo en Francia, conoce la teoría del Solidarismo, basada en el principio de solidaridad humana, la adapta para Costa Rica y en 1947 en momentos de convulsión social y de enfrentamiento entre empresarios y trabajadores, expone sus primeras ideas sobre el Solidarismo Tico, cuya singularidad es el manejo adelantado de la cesantía en favor de los trabajadores, eliminando de esa forma la discordia y su diputa prevalecientes sobre el particular: “ La persona afiliada a una asociación solidarista, interioriza uno de los principios básicos de esta organización como es la solidaridad, donde la comprensión mutua, la cooperación y el respeto hacia los demás, será siempre una prioridad, y en forma conjunta, la búsqueda del desarrollo de la asociación estará dada en la medida en que se adquiera un crecimiento, no solo del patrimonio, sino en forma individual de cada persona asociada».

Villalobos indicó que, con los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social sobre las cifras de personas solidaristas registradas, solamente el 2% de las empresas inscritas en el seguro de salud de la Caja Costarricense del Seguro Social cuenta con una asociación solidarista. En este sentido, si se amplía el análisis a una serie cronológica de doce años con información disponible, se nota que el Solidarismo Costarricense se encuentra estancado, tanto en su nivel de afiliación como de empresas con asociación solidarista, es decir, se encuentra distante de alcanzar su universalización para los trabajadores del país: “Esta realidad, aunada a prácticas abusivas de algunos patronos, así como a la desnaturalización de las asociaciones solidaristas al calificarlas como entidades financieras y, el abandono a los postulados que le dieron su origen, la ausencia de educación solidarista, sus fundamentos, la carencia de formación para una cultura de paz y del ahorro, de educación financiera y de emprendedurismo, plantean la urgente necesidad de la existencia de una entidad nacional que contribuya en su fortalecimiento, así como en la superación de las limitaciones y afectaciones apuntadas”.

“Con la publicación de las Obras, las instituciones y profesionales comprometidos y responsables de la investigación, sistematización y producción, coadyuvan con la preservación y conservación del patrimonio intelectual de este ilustre pensador y humanista costarricense, quien vivió la filosofía íntimamente ligada con la vida de las personas. Sus obras son puestas a disposición de las generaciones actuales y futuras, con lo cual se contribuye también a la conservación del patrimonio cultural de nuestro país”.
Msc. Efraín Cavallini Acuña
Coordinador Catedra Solidarista
Alberto Martén-EPPS-UNA

Máster Efraín Cavallini Acuña Coordinador Cátedra Solidarista Alberto Martén-EPPS-UNA

EL Máster Efraín Cavallini Acuña, Coordinador de la Cátedra Solidarista Alberto Martén de la Escuela de Planificación y Promoción Social de la UNA, manifestó que el interés por llevar a cabo la recopilación de la producción intelectual del señor Alberto Martén Chavarría nació a lo interno del Programa “Cedes Asouna Educa” de la Asociación Solidarista de Funcionarios de la Universidad Nacional de Costa Rica-ASOUNA en el año 2013.  Luego el proyecto es retomado e incluido en el Plan de Trabajo de la Academia Solidarista Alberto Martén Chavarría en el 2015, año de su fundación, con el propósito de reunir su obra y publicarla, lo que permite conocer de los principios y la filosofía del Solidarismo Costarricense y la restante producción literaria del pensamiento perteneciente a su fundador y Benemérito de la Patria.

A partir del año 2018 se une a este esfuerzo, la Cátedra Solidarista Alberto Martén Chavarría, de la Escuela de Planificación y Promoción Social de la Universidad Nacional -EPPS-UNA, quien ofrece su visión académica y de investigación, en el marco del Ideario Costa Rica Bicentenaria Diálogo Nacional y del convenio marco sostenido en esta fecha por la Rectoría de la Universidad Nacional con la Academia Solidarista Alberto Martén Chavarría. Asimismo, se suma a este esfuerzo en el 2020 la Asociación Solidarista de Funcionarios de la Universidad Nacional de Costa Rica ASOUNA y la Editorial de la UNA.

Cavallini, expresó su agradecimiento a muchas personas quienes han colaborado durante estos años en este esfuerzo: “ A Federico Martén Sancho, hijo de Don Alberto Martén, por creer en las iniciativas impulsadas por un grupo de personas solidaristas, creyentes de la importancia por difundir el aporte al pensamiento latinoamericano mediante esta publicación, por abrirnos las puertas y archivos de la casa de Don Alberto, lo cual permitió el acceso al material documental, gracias por su guía, asesoría,  apoyo y confianza depositada de manera desinteresada e incondicional, así como a Carolina Martén hija de Don Federico y Nieta de Don Alberto”.

El Coordinador de Cátedra Solidarista-EPPS-UNA, puntualizó su gratitud y reconocimiento a las personas autoras quienes de manera ad honoren, compromiso, dedicación y visión prospectiva, pusieron todo su empeño a lo largo de varios años.

…” Hoy, por eso, no estamos ante una despedida, sino más bien ante una bienvenida a la publicación de su obra literaria y, en nombre de toda la familia Martén Sancho y su descendencia, agradezco a todas las personas que han hecho realidad este momento.
Lic. Federico Martén Sancho,
Hijo de Alberto Martén Chavarría

Lic. Federico Martén Sancho, Hijo de Alberto Martén Chavarría

El Lic. Federico Martén Sancho, hijo del señor Alberto Martén Chavarría, puntualizó que el “Plan Martén” es un modelo simple, pero a la vez lleno de sensibilidad humana y profunda filosofía, logra la armonía y la solidaridad entre trabajadores y patronos, pero a la vez también como efecto directo, los trabajadores puedan ir acumulando un ahorro que les permitirá formar un capital para su retiro con la ventaja adicional de disfrutar grandes beneficios, no solo económicos durante el tiempo que trabajen asociados a una organización solidarista: “Al principio no fue fácil, recuerdo la frustración de mi padre al no poder abrir el corazón de un patrono para que entendiera las ventajas que su empresa obtendría constituyendo una asociación solidarista a cambio de un pequeño desprendimiento que sería su aporte a la asociación, aporte que además sería descontado de las eventuales prestaciones laborales de sus empleados”.

Hoy día, la idea original ha rendido frutos y son miles de asociaciones y centenares de trabajadores beneficiados por el plan Martén: “Mi padre, siempre buscó la paz, la cooperación, la estabilidad entre patronos y trabajadores, que genere beneficios justos para ambas partes y con ello, propiciar la asociación ético-económica en las empresas y organizaciones, de tal manera, que los principios filosóficos del Solidarismo Costarricense pudieran extenderse a toda la población y eliminar la práctica de que solo las minorías sacaran provecho del esfuerzo de la persona trabajadora y empresarias”, concluyó el señor Federico Martén.

¿CUÁL ES EL APORTE AL PRESENTAR AL PAÍS LAS OBRAS SELECTAS
1.        Ofrecer por primera vez al país el resultado de la producción intelectual del Lic. Alberto Martén Chavarría junto a la influencia de su pensamiento y la visión integral orientada a consolidar y modificar una propuesta de modelo económico y social en Costa Rica.
2.        Resaltar la importancia de impulsar el estudio del Solidarismo Costarricense en el Sistema Educativo de nuestro país, porque además de propuesta social y económica lleva inmerso una forma de ser el costarricense y es un producto de creación totalmente nacional.
3.        Ofrecer a los lectores un grupo de fuentes documentales primarias que coadyuven con la enseñanza, la investigación, capacitación, reflexión, el impulso de iniciativas, la difusión del Solidarismo Costarricense y además coadyuvar a conservar su patrimonio literario.
Lic. Efraín Mejía Vindas- Editor

Lic. Efraín Mejía Vindas- Editor

El Lic. Efraín Mejía Vindas- vicepresidente de la Academia Solidarista Alberto Martén Chavarría y editor de las obras, expresó que lo más importante de la producción intelectual del ilustre costarricense Alberto Martén Chavarría, es difundir el pensamiento dándole realce a su obra, la cual se encuentra en todas sus intervenciones enmarcada por un ser humano inspirado en los valores de la solidaridad, honestidad y siempre dispuesto a entregarse por los demás.

Mejía señaló que la obra consta de cuatro tomos, aproximadamente mil seiscientas páginas, estructurada en cinco ejes temáticos:  1. Teoría económica, 2. Capitalización Universal, 3. Solidarismo Costarricense, 4. Garantías Económicas y 5. Vivencias del autor.

El editor general de esta obra dijo que al cumplir 76 años de vigencia del Solidarismo Costarricense y en un contexto de múltiples cambios políticos, económicos, sociales en el ámbito nacional, se requiere una constante forma de refrescar las definiciones y principios solidaristas, para evitar que se desvirtúen en las prácticas diarias de las asociaciones solidaristas y buscar que se rijan con las normas de eficiencia y de justicia social. En este sentido, reiteró que con base en las propuestas del señor Alberto Martén Chavarría el Solidarismo Costarricense para el siglo XXI, debe estar orientado a lo siguiente:

  • Que esté presente el ser humano.
  • Que se retomen las raíces del solidarismo y que se corrijan los desvíos del mismo y que se incorporen las tecnologías nuevas, rigiendo las normas de eficiencia y justicia social.
  • Coadyuvar con el desarrollo de los trabajadores y de las empresas, para que la riqueza del país pueda ser adecuadamente distribuida.
  • La propuesta del Modelo Solidarista del 2000 debe mantener los principios filosóficos del Solidarismo Costarricense, pero con la pretensión de extender los beneficios a toda la población, pasando de un esquema distributivo a un planteamiento desarrollista.
  • Además, tal y como lo conceptualizó el señor Martén, incluir y fortalecer el concepto de SOBERANIA ECONÓMICA DEL PUEBLO, reforma del Estado y las empresas, para la obtención de un auténtico modelo de Solidarismo Costarricense con vocación social y con visión para el siglo XXI.

Esta producción se constituye en el resultado de un esfuerzo interinstitucional, que tuvo como aliados estratégicos a entidades afines al solidarismo, la Universidad Nacional de Costa Rica, familiares del señor Alberto Martén y de personas comprometidas con los retos de una Costa Rica Solidaria.
Msc. Sylvia Arredondo Guevara
Coordinadora General Ideario
Costa Rica Bicentenaria-Diálogo Nacional

Msc. Sylvia Arredondo Guevara Coordinadora General Ideario Costa Rica Bicentenaria-Diálogo Nacional

La Msc. Sylvia Arredondo Guevara, Coordinadora General Ideario Costa Rica Bicentenaria-Diálogo Nacional y autora de la obra, destacó el hecho de que por primera vez en un Ideario Costarricense se incluye la reflexión de un tema tan importante y de plena vigencia como el Solidarismo Costarricense: “Es en este marco y al cumplir 76 años de vigencia del Solidarismo Costarricense, en un contexto de múltiples cambios políticos, económicos, sociales tanto  en el ámbito nacional como internacional, se tuvo la oportunidad de reflexionar ampliamente sobre la vigencia de los valores, el ingreso y salud económica de las familias costarricenses y la oportunidad de impulsar una agenda prospectiva, para profundizar las virtudes de la democracia, la pluralidad y la equidad en los nuevos escenarios”.

“Estimado lector, estimada lectora, la obra que ha llegado a sus manos le transportará a una época de la historia de Costa Rica que puede resultarle ajena y faltante en el contexto nacional actual. Cuando usted termine de leer su contenido, quizás desee conocer sobre qué otros grandes aportes y creaciones pudieron haber gestado las personas próceres de este país, anteriores y contemporáneas a esta obra”.
Presidentes de Asociaciones Solidaristas de las universidades estatales.

Máster Adrián Zamora Ugalde Presidente Asociación Solidarista de Funcionarios de la Universidad Nacional-ASOUNA

El Máster Adrián Zamora Ugalde, presidente de la Asociación Solidarista de Funcionarios de la Universidad Nacional-ASOUNA, es un orgullo para quienes integran esta organización solidarista de la UNA, ser parte de esta investigación académica, dado los alcances positivos y prospectivos que tienen para el país las propuestas del señor Alberto Martén Chavarría.

Zamora, mencionó la importante colaboración en estos proyectos de las presidencias de las Asociaciones Solidaristas de las Universidades Estatales, quienes consideran que esta obra transportará a la persona lectora a una época de Costa Rica, donde el esfuerzo y el respeto a la identidad nacional generaron grandes obras, sin duda alguna de exportación todas ellas, así como de la creación de un modelo de salud sorprendente e imitable, de garantías sociales y laborales envidiables o de universidades que han contribuido al desarrollo del país, entre otras.

El presidente de ASOUNA, junto a los presidentes de asociaciones solidaristas de las universidades públicas, les invitan por medio de la obra a sumergirse en esta parte de la historia y atesore su herencia: “Pero también, descubrirá un legado único en el mundo, una creación netamente tica, plasmada en el Solidarismo Costarricense. Si usted experimenta algún sentimiento de orgullo por alguna marca, producto o creación costarricense, esta obra le mostrara una alternativa con la que podría replantearse el foco de esos sentimientos”.

En la segunda parte de la ceremonia la Editorial de la Universidad Nacional-EUNA, hizo la entrega oficial de la Proyección del Pensamiento y las Obras Selectas de Alberto Martén Chavarría, de esta manera, la señora Ileana Araya Ramírez, presidenta del EUNA junto con el señor Efraín Cavallini Acuña Coordinador de la Cátedra Solidarista de la EPPS-UNA, concedieron un ejemplar de la Obra, a las autoridades que integraron a mesa principal.

Los organizadores de esta actividad hicieron entrega de manera simbólica a entidades solidaristas, por su esfuerzo constante y compromiso en la promoción y practica de las ideas sobre el solidarismo costarricense. La entrega estuvo a cargo de las autoridades de la mesa principal, quienes compartieron los cuatro tomos de la obra, a las siguientes personas representantes de organizaciones solidaristas de nuestro país:

  • Guido Alberto Monge Fernández. Vice-Presidente de la Asociación Movimiento Solidarista Costarricense. Esta Asociación agremia en su seno a las Asociaciones Solidaristas de todo el país en procura de la representación, promoción, fortalecimiento y desarrollo del sector.
  • Gonzalo Delgado Leandro- Presidente de la Asociación Solidarista de Empleados del TEC -ASETEC y Presidente de la Red de Asociaciones Solidaristas de las Universidades Públicas. ASETEC fue creada el 3 de diciembre de 1981, al amparo de la Ley de Asociaciones y cuenta con más de 1000 afiliados.
  • Diego Espinoza Madrigal, Presidente de la Asociación Solidarista de Colaboradores de la ASADA de Horquetas de Sarapiquí. Organización conformada por 16 trabajadores, es la primera asociación solidarista constituida en una ASADA del país, de 1500 existentes.
  • Gerardo Salas Alpízar, Presidente: Asociación Solidarista de Empleados Sánchez Cortés Hnos. Esta organización nació en julio de 1957, con sede en San Francisco de Heredia.  Ante el respaldo que le dio el señor Carlos Manuel Sánchez Cortés al Plan Martén, convirtió a esta organización en la primera Asociación Solidarista de la Provincia de Heredia. Actualmente está conformada por 50 afiliados dedicados al ahorro, crédito y creación de su patrimonio personal, así como a la prestación de los servicios a favor de los asociados y sus familiares.

Como parte de esta ceremonia se presentó un acto cultural a cargo del cuarteto de voces Telire integrado por: Tamara Redondo Rodríguez-Soprano, Ruth Ariza Yanarella-Mezzo, Randall González González-Tenor y Gabriel Alvarado Villalobos-Bajo.

Este grupo de estudiantes de la Escuela de Música del Centro de Investigación Docencia y Extensión Artística-CIDEA de la Universidad Nacional, interpretó: “La maza” de Silvio Rodríguez y “Juramento” de Miguel Matamoros.

Las personas responsables de la producción de estas Obras expresan su agradecimiento, por el apoyo de las personas e instituciones, que de manera desinteresada les han respaldado para que este valioso trabajo sea puesto a disposición del sector solidarista y de la sociedad costarricense.

Los autores de este libro: Sylvia Arredondo Guevara, Efraín Cavallini Acuña, Ángel Ortega Ortega, Efraín Mejía Vindas, Daniel Cavallini Espinoza, Juan Rafael Espinoza Esquivel,  Adrián Zamora Ugalde, Álvaro Villalobos Garro, Oscar Chavarría Torres y Marianela Camacho Alfaro, directora editorial, han realizado esta obra intelectual, para buscar un acercamiento más profundo a temas y contenidos asociados con los fundamentos del Solidarismo Costarricense, a partir de su naturaleza y vocación social establecidos desde su fundación. De esta manera, se busca que sirva de base para provocar el estudio, reflexión y el análisis del solidarismo costarricense con mayor impacto, en aras de alcanzar su mejor comprensión, aplicación y desarrollo para el bienestar de la sociedad.

La idea de que todos somos responsables unos de otros, de que el éxito compartido es el verdadero éxito, ha permeado nuestra cultura gracias al trabajo incansable y la visión vanguardista del señor Alberto Martén Chavarría.

Enlaces:

Video sobre importancia de la Proyección del Pensamiento y las Obras Selectas de Alberto Martén Chavarría. https://www.facebook.com/AcademiaSolidaristaAlbertoMartenChavarria/videos/846974643638046

Transmisión en Directo de la presentación de la obra:

https://www.youtube.com/live/_KygodCIXBw?si=gphE7r-YbS1LWDu2

Video: Acto presentación de las Obras. Producción UNA Comunica:

https://youtu.be/_DTbaI7tjIE

Nota de Prensa UNA Comunica:  Presentan obras de Alberto Martén, padre del solidarismo en Costa Rica:

https://www.unacomunica.una.ac.cr/index.php/noviembre-2023/4981-presentan-obras-de-alberto-marten-padre-del-solidarismo-en-costa-rica

Por:
Efraín Cavallini Acuña. Académico EPPS-UNA
Sylvia Arredondo Guevara. Académica RI-UNA
Daniel Cavallini Espinoza. Académico EPPS-UNA
Leni Corea Rivera. Estudiante RI-UNA
Diseño Gráfico: Rodrigo Valverde Naranjo
Fotografía: Minor Solís Calderón
Guillermo Solano Gutiérrez-UNA Comunica

Finaliza gira de mensajeros Buen Vivir Costa Rica por Argentina, Chile, Perú y Bolivia

Édison Valverde Araya, miembro del Movimiento Buen Vivir Costa Rica

Luego de dos meses, los caminantes costarricenses reciben un sentido homenaje en el Centro Alternativo de Desarrollo Integral -CADI- Inti Watana de La Paz, Bolivia.

Sonaron tambores, quenas y tarcas, versos y cantos, abrazos y regalos.

Hubo palabras de amor y solidaridad latinoamericana. Juntos marcharán los proyectos del Vivir Bien boliviano con el Buen Vivir Costarricense y de la Patria Grande.

*Las fotos corresponden al homenaje del 19 de diciembre 2023.

Gracias, hermanas y hermanos de Inti Watana Bolivia

María Rebeca Álvarez Ramírez, integrante del Movimiento Buen Vivir Costa Rica

Gracias, compañeros, compañeras, hermanos y hermanas del Inti Watana por tanto amor, lucha, solidaridad, arte y enseñanza compartida.

El Centro Alternativo de Desarrollo Integral Inti Watana es una organización que orienta sus acciones hacia la promoción de la participación y actoría social de adolescentes y jóvenes de sectores populares, a través de la formación del liderazgo comunitario, el fortalecimiento y articulación de las organizaciones juveniles, fomento a las expresiones artísticas y de reafirmación de la identidad cultural andina, así como el impulso de emprendimientos económicos juveniles.

Ha venido fortaleciendo lazos de trabajo más allá de Bolivia mediante la Escuela Latinoamérica para la Actoría Social Juvenil, y muchas actividades están enfocadas en las temáticas del vivir bien, buen vivir, crisis climática, participación, liderazgo comunitario, descolonización e interculturalidad.

El camino para seguir aprendiendo hacer tejido en Buen Vivir Costa Rica lo recibimos de seres como ustedes activos y conscientes.

Gracias por esa despedida llena de consciencia, música y poesía, ya van 4 años de mi vida aprendiendo de cada Inti.

Amor, lucha, libertad y esperanza les sigan acompañando por siempre.

Entrevista con la jueza Rosaura Chinchilla-Calderón. Revista Espiga, UNED

Por Mauricio Bonilla Blanco

La jueza Rosaura Chinchilla-Calderón aborda en la entrevista la situación crítica que atraviesa Costa Rica, destacando el deterioro social y económico, así como la afectación a la imagen internacional del país. Se critica la corrupción en la política, la falta de un proyecto país y la sustitución de la idoneidad por vínculos políticos en cargos de poder. La jueza y docente de la UCR también señala la falta de participación ciudadana, lo que propicia intereses partidarios. Advierte sobre crisis en educación, empleo, cultura y salud, así como una profunda inseguridad ciudadana que alimenta divisiones sociales.

Chinchilla-Calderón menciona el «derecho penal del amigo» y sus consecuencias radicales. La entrevista ofrece una radiografía crítica del país desde la perspectiva de la jueza, quien cuenta con una sólida base en su carrera judicial y docente.

Para abordar la temática de la entrevista se le realizaron una serie de preguntas, aquí un resumen de las estas:

Desde su experiencia ¿Podría analizar la evolución y estado actual de los derechos humanos en Costa Rica? ¿Cuáles son los principales retos que afrontamos?

La jueza enfatiza la interconexión, interdependencia, irrenunciabilidad, inalienabilidad y progresividad de los derechos humanos, subrayando que todos tienen igual valor y están universalmente conectados. La evolución de los derechos humanos, según la jueza y profesora, refleja la lucha dispar de diversos grupos por el reconocimiento de la dignidad humana como condición básica de vida. 

Destaca la Revolución Francesa como un punto de referencia, pero señala que la evolución de los derechos ha sido dispar, beneficiando inicialmente a ciertos grupos, como la burguesía, excluyendo a mujeres, esclavos y otros sectores. En el contexto costarricense, la independencia de 1821 marcó el inicio de la obtención de algunos derechos para ciertos sectores, pero no incluyó a todos los habitantes de la tierra.

¿Cuáles son nuestros principales desafíos en la igualdad de género y la no discriminación desde la perspectiva normativa nacional e internacional?

Rosaura Chinchilla-Calderón aborda los desafíos en la igualdad de género y la no discriminación en Costa Rica desde una perspectiva normativa nacional e internacional. A pesar de la firma de convenios como Convención Belem Do Pará, destaca la falta de acciones sistemáticas para modificar prácticas y normas que perpetúan la discriminación y violencia contra las mujeres.  Señala además áreas de mejora, como superar las brechas de género en el empleo, lograr acceso paritario a altos cargos públicos, combatir la feminización de la pobreza y promover políticas públicas que reduzcan la violencia contra las mujeres. Aunque Costa Rica mostraba un índice de desarrollo humano «muy alto» en 2019, al desagregar por género, se revelaron importantes desigualdades.

¿Cómo ubica usted a Costa Rica en relación con la protección de los derechos humanos?

Ofrece una crítica contundente sobre la situación de Costa Rica en relación con la protección de los derechos humanos. Señala un retroceso visible en el liderazgo que el país ostentaba en este ámbito, resaltando que, anteriormente, Costa Rica ratificaba numerosos tratados de derechos humanos, siendo esto una especie de «marca país».  Sin embargo, la jueza y docente indica que la globalización política y económica, a partir de 1989, llevó a cambios sustanciales en los sistemas jurídicos. Destaca la transición del sistema dualista al monista, donde los instrumentos internacionales suscritos por cada Estado conforman un solo bloque con la legislación interna, lo que implica mayores niveles de exigibilidad.

Menciona también la importancia de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, que contribuyó a modificar el panorama legal. Subraya el principio pacta sunt servanda, que establece que los Estados no pueden desconocer las obligaciones internacionales aduciendo el respeto a su propio derecho interno.

Actualmente hay muchas personas detractoras de las penas alternativas, así como la presión a penas de prisión más altas y penalizar más conductas ¿Qué avances o retrocesos ha podido identificar en esos aspectos?

Describe a Costa Rica como una sociedad carcelaria, señalando un creciente autoritarismo y populismo punitivo en la población. Destaca la contradicción entre el discurso oficial de derechos humanos y la realidad discriminatoria y xenófoba hacia ciertos sectores de la sociedad. 

Critica la falta de análisis racional en la posición ante el castigo, describiendo la tendencia a buscar la cárcel como única solución, renunciando a esfuerzos estatales por disminuir la violencia social y responsabilizando al Estado por generar condiciones que pueden llevar a la comisión de delitos.  

La jueza y profesora resalta que esta tendencia no es nueva y menciona un intento en 1994 de crear un catálogo de penas alternativas, el cual fue rechazado en favor de duplicar penas máximas y aumentar sanciones. Advierte sobre discursos vacíos que buscan consolidar proyectos autoritarios, eliminando garantías, debilitando el sistema de justicia y silenciando opositores políticos bajo la apariencia de endurecer el sistema penal.

¿Cuáles son las características disfuncionales que usted ha logrado identificar, desde su experiencia y conocimiento en derecho penal, en la aplicación de la prisión preventiva en nuestro país?

La jueza y profesora resalta los niveles crecientes de encarcelamiento en Costa Rica, incluida la población juvenil, con el país siendo el que encierra a la niñez a una edad más temprana en América Latina. Además, destaca las tasas elevadas de hacinamiento penitenciario, superando los límites aceptables establecidos por las Naciones Unidas. Subraya que el castigo, en un Estado de derecho, no debe constituir tortura ni trato inhumano, cruel o degradante. 

Subraya la importancia de respetar los derechos humanos y el debido proceso en la aplicación de castigos por delitos. Enfatiza que, en una democracia, el castigo debe seguir un proceso legal que incluya pruebas incriminatorias, un juicio justo y una sentencia después de agotar los recursos disponibles, todo dentro de plazos razonables.

La respuestas completas a estas preguntas y demás información útil referente a esta entrevista la pueden conseguir descargando el PDF de la entrevista.

El contrato que no fue

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

La viralización de dos hechos violentos en los últimos días en Costa Rica confirma el emplazamiento de una nueva forma de interacción en la que los golpes y la ausencia de diálogo prevalecen como organizadores de lo social.

Más que los hechos en sí, sorprende la normalización, la naturalización y hasta el humor en uno de ellos. Me refiero al hecho ocurrido en un restaurante de comidas rápidas, en el que una numerosa cantidad de personas, todos hombres, se lían en una batalla campal no tanto por obtener su hamburguesa y sus papas, sino por demostrar cuál de ellos (parafraseando a Joan Manuel Serrat) “la tiene más grande”.

“Resulta bochornoso verles fanfarronear”, dice uno de sus estribillos. Pero más bochornoso resulta que como sociedad no podamos entrar al fondo del asunto y preferimos entonces acudir al humor como una forma de invisibilizar, no ver el hecho como expresión del deterioro paulatino de las pautas de convivencia colectiva.

El otro hecho nos muestra a otro hombre haciendo gala del poder que le confiere un arma en plena vía pública. Ese espacio (la calle) se ha convertido (lo hemos convertido) en un campo minado de competencia e individualismo. En particular en épocas de mucha afluencia vehicular, la norma del más fuerte impera.

Es frecuente ver el irrespeto a las largas filas. Usted seguro ha sido testigo o testiga y víctima a la vez, de la forma como algún avezado conductor se salta filas interminables producidas por un semáforo, para quedar de primero al cambio. En realidad, no es avezada la palabra: irrespeto, bravuconada y falta de sentido común para convivir con las normas básicas de cortesía en carretera. De la convivencia pasamos a la competencia.

No es de extrañar esta actitud en la Costa Rica de la postpandemia. Si desde la figura central que nos gobierna se envían mensajes con estilo autoritario, irrespetuoso y hasta vulgar, el modelaje está siendo bien introyectado por amplios sectores de la población.

Hubo una vez un contrato social posible que hemos borrado a pasos agigantados en los últimos años. Ya no fue. No será. Y no pareciera emerger algo medianamente cercano de esta sanguasa de proyecto de país en que nos hemos convertido.

“Costa Rica en Cifras” por INEC 2023

“Costa Rica en Cifras» es una recopilación estadística que presenta indicadores sociales, demográficos, ambientales y económicos de manera gráfica y accesible. El folleto, basado en datos del período 2022 y algunas cifras del 2023, utiliza información oficial del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y otras instituciones. Con representaciones visuales, ilustraciones y mapas, ofrece una visión general del país en diversos campos, como agricultura, ciencia, comercio, educación, empleo, medio ambiente, entre otros.

“Costa Rica en Cifras» se convierte así en una valiosa herramienta para la toma de decisiones, abriendo una ventana informativa sobre la realidad costarricense. 

UCR: CINE UNIVERSITARIO PRESENTA “ROMPOPE Y GALLETAS”: UN NUEVO CICLO DE CINE AL AIRE LIBRE EN LA UNIVERSIDAD DE COSTA RICA

Sumérgete en películas con mensajes esperanzadores propios de esta época del año.

Rompope y Galletas, es el nombre para este nuevo ciclo de proyecciones al aire libre, que Cine Universitario estará realizando este mes de diciembre en diferentes localidades de la Universidad de Costa Rica.

Desde 2014, en la plaza 24 de abril, con el fin de llevar el séptimo arte a otros espacios y diversas poblaciones, Cine Universitario comenzó y ha ido consolidando temporadas de Cine al Aire Libre en los meses de diciembre, febrero y marzo. Con el tiempo, a cada película proyectada asisten entre 120 y 150 personas espectadoras.

Una de las particularidades del cine al aire libre, es que se ofrece un refrigerio gratuito, que en esta temporada decembrina será rompope y galletas, de ahí el nombre de este ciclo de cine. Además; después de finalizadas las películas, se abren espacios de conversación para que el público espectador, pueda expresar sus impresiones acerca del filme.

Cine Universitario también cuenta con dos espacios complementarios, que son abiertos al público a lo largo de todo el año. Uno de ellos es el Cine Presencial en el Auditorio de Derecho todos los jueves, donde cada mes hay un ciclo temático y en algunas sesiones se organizan conversatorios con personas especialistas. Y el otro es el que nace a raíz de la pandemia en 2020, Cine por Zoom, donde todos los viernes se transmiten películas de manera virtual, esta iniciativa fue gestionada por uno de los colaboradores de Cine UCR, el estudiante de computación Christian Torres, quien hasta la fecha se encarga de las transmisiones por Zoom.

El cine al aire libre que normalmente se realiza en espacios como plazas, parques, campos, tiene sus inicios en 1907 con el Sun Pictures in Broome, en Australia y en 1916 se consolida en Alemania, pasando por la etapa de apogeo del autocine en Estados Unidos, hasta llegar a ser en la actualidad una actividad clásica para realizarse en las tardes y noches cálidas del verano. Después del confinamiento producto del COVID-19, adquirió un valor más significativo en cuanto a la recuperación de espacios públicos de forma más consciente.

En el caso de este proyecto de enfoque cultural, impulsado por la Universidad de Costa Rica, desde Cine Universitario se busca llevar el séptimo arte de forma accesible a las diferentes regiones del país. Por lo que todos los años cine al aire libre se traslada de manera presencial a diferentes partes de Costa Rica, en los últimos años se ha visitado Garabito, Liberia, Santa Cruz, Alajuela, Limón, en busca de acercar a la población a estos espacios llenos de cultura que promuevan la reflexión crítica de diversos temas.

En esta línea, Christian Torres, enfatiza que la importancia y la principal diferencia del cine al aire libre al cine convencional es que “se lleva el cine a la gente en lugares accesibles para que tenga las ganas de ir (…) Es importante porque actualmente se ha reducido el presupuesto destinado al sector cultura y desde la UCR como institución autónoma, desde distintos proyectos se busca el acercamiento a las comunidades”.

Por otra parte, el cine virtual resulta accesible para aquellas personas que por algún motivo no pueden movilizarse o que se encuentran fuera del país, lo que también genera un mayor alcance del proyecto.

Samantha Carrillo Arroyo coordinadora de Cine Universitario, comenta que “algo fundamental del proyecto, es que busca democratizar el cine, llevar propuestas de películas con gran calidad estética, narrativa y originalidad que no todo el mundo tiene la posibilidad de acceder, además de proponer películas que por medio del disfrute también permitan la reflexión y crítica del mundo en que vivimos”.

Otra característica de Cine Universitario, es que aunque el público principal al que van dirigidas las funciones son estudiantes universitarios de todas las carreras, se abre también al público en general, para que puedan disfrutar de una actividad creativa y de manera gratuita.

LA CARTELERA

El ciclo de “Rompope y Galletas” que se realiza siempre en diciembre, tiene como objetivo compartir películas con mensajes esperanzadores o que tengan que ver con la unión familiar, “entendiendo familia como algo más allá de lazos de sangre, me refiero a la red de personas que consideramos nuestra familia”, señala Samantha Carrillo. “No solemos proyectar películas que popularmente se encasillan con la típica historia de navidad, ya que estas siempre están disponibles en la televisión y otros tipos de cine, entonces buscamos dar una propuesta diferente pero que rescata los valores típicos de esta época del año”, añadió Carrillo.

En este 2023, Cine Universitario en conjunto a la Feria de las Artes y el Planetario de San José tiene planificado proyectar 3 funciones del ciclo de Cine al Aire Libre “Rompope y Galletas”. Cada función empieza a las 6:30 p.m. en las siguientes fechas:

Viernes 08 de diciembre, Parqueo de la Facultad de Educación:

El Gran Pez (Big Fish). 2003. EE. UU. Drama/Fantástico. Director: Tim Burton.

Sábado 09 de diciembre, Parqueo de la Facultad de Educación:

Isla de Perros. 2018. EE. UU. Animación-aventura. Director: Wes Anderson

Jueves 14 de diciembre, en el patio del Planetario de San José:

Sergio & Serguéi. 2017. Cuba. Ficción. Director: Ernesto Daranas

Alisson Chévez Avilés (Asistente Unidad de Comunicación), UCR

Mercado Eléctrico en Costa Rica: Hacia la imposición del reinado del cortoplacismo

Dictamen del proyecto de ley
Expediente N.° 23.414
“Ley de armonización del Sistema Eléctrico Nacional”

Dr. Luis Paulino Vargas Solís
Catedrático Jubilado UNED
10 de diciembre de 2023

Este documento se elaboró, inicialmente, a fin de atender -cosa que hice con mucho gusto- la solicitud que me formuló el master José Eduardo Gutiérrez Durán, director del Centro de Investigación en Cultura Desarrollo (CICDE) de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), quien, a su vez, recibió una solicitud en el mismo sentido, por parte del Consejo Universitario de la UNED, para que el CICDE dictaminara el proyecto de ley, expediente número 23.414,”Ley de Armonización del Sistema Eléctrico Nacional”. La versión de este escrito que aquí presento difiere ligeramente de la que fue presentada para consideración del mencionado Consejo Universitario, en la medida en que procuré ampliar y afinar algunos conceptos, e incorporar algunas pocas referencias bibliográficas.

1.Un mercado regido por criterios de competencia y rentabilidad

Es un proyecto de ley que, claramente, busca reestructurar los sistemas regulatorios que rigen en el mercado de la electricidad de Costa Rica, a fin de priorizar criterios de competencia y, por lo tanto, criterios de rentabilidad. Se despoja al ICE de la función de liderazgo estratégico, con mirada de largo plazo, que tradicionalmente ha cumplido, y se lo convierte en un actor más, a la par de los posibles competidores privados que deseen participar en este mercado. Esto último comporta desechar el conocimiento y la experticia que el ICE ha acumulado a lo largo de décadas. Como veremos más adelante, y una vez descartado ese valiosísimo activo, se recurrirá en su lugar a mecanismos institucionales débiles y una regulación sumamente confusa, sujeta a criterios cortoplacistas.

Esta lógica de fondo que inspira el proyecto, orientada a privilegiar los mecanismos del mercado, se percibe con mucha transparencia, a lo largo del texto del proyecto. Lo ejemplifico con dos referencias puntuales:

a. En el artículo 4, en el punto d), se indica que el concepto “competencia”, hace referencia a “libertad en el desarrollo de las actividades de generación y comercialización con base en reglas objetivas, transparentes y no discriminatorias que permitan una participación en condiciones de igualdad entre los actores”.

Es, claramente, el presupuesto de base en que se fundamenta el mecanismo del mercado al que se apela, donde la “igualdad” queda definida a partir del establecimiento de reglas homogéneas, prescindiendo de cualquier consideración atinente a las posibles diferencias entre los distintos actores participantes.

b. El artículo 29 indica: “Créase el Mercado Eléctrico Nacional, este será un mercado eléctrico mayorista, en el cual los agentes contratan libremente en un entorno en el cual se realizan las transacciones de bienes, servicios, activos financieros y otros recursos entre empresas, generadoras, comercializadoras y consumidores” (énfasis agregado).

Se reitera aquí el mismo principio ideológico: las reglas son las mismas, indistintamente de que los agentes pudieran ser diferentes. Pero, además, los criterios de base son los de la rentabilidad, y, por lo tanto, son criterios de corto plazo, o, en todo caso, de alcances relativamente estrechos, incapaces de reflejar intereses y conveniencias sociales más amplias y estratégicas.

No se niega, en lo anterior, que las empresas privadas no tengan capacidad de planificar más allá del horizonte de la pura inmediatez. En especial las grandes corporaciones planifican para plazos medios o, incluso, relativamente largos. Pero lo hacen desde sus estrategias corporativas, y con arreglo a sus objetivos corporativos. No es esperable que tomen en cuenta -y de hecho no lo harán- objetivos de amplio interés social y colectivo.

2. Ausencia de criterios de justicia social

En todo el texto, la palabra “equidad” aparece mencionada una sola vez: en el inciso b del artículo 25. Ahí se indica lo siguiente: “Cuando la regulación por actividad involucre varias empresas, la distribución del canon seguirá criterios de proporcionalidad y equidad”. Esta es, nuevamente, la noción de “equidad” propia de los mercados capitalistas: no como equidad social, sino como equidad en cuanto a la vigencia de las mismas reglas para todos los competidores, indistintamente de las diferencias que pueda haber entre estos u otros agentes, de una u otra manera involucrados en este mercado.

La palabra “igualdad” aparece varias veces, pero en todas las ocasiones hace referencia a la “igualdad” dentro de las condiciones del mercado, o sea, en el marco de las reglas de competencia que lo rigen. Así, por ejemplo, en el inciso g del artículo 4, se ofrece la siguiente definición: “Igualdad y No Discriminación:  brindar un tratamiento igual para todos los actores del sector eléctrico que se encuentren dentro de las mismas condiciones diferenciándose únicamente en cuanto a características técnicas de la prestación del servicio”.

O sea, el proyecto descarta que el desarrollo de los mercados de la electricidad, deba tener en cuenta valores sociales y democráticos, atinentes a la equidad en el acceso al servicio, o relacionadas con una regulación de ese servicio que, de alguna forma, procure contribuir a la inclusión de los sectores socialmente más desfavorecidos y la protección del medio ambiente.

El artículo 34 corrobora esta opción política, pero la formula como al modo de un reflejo en el espejo, en el que se ofrece una imagen invertida. Dice ese artículo: “En todo momento se deben asegurar costos más bajos para los sectores de consumo nacional que permitan impulsar la competitividad…” (énfasis agregado). O sea: la regulación del mercado de la electricidad no debe contemplar “costos más bajos” para los sectores sociales que viven situaciones de carencia y desventaja, sino solo para aquellos que permiten “impulsar la competitividad”. En general, estos últimos son los consorcios empresariales de mayor poder.

3. Competencia, sí, pero sin excluir el subsidio y la redistribución invertida del ingreso

Como he indicado, el proyecto es reiterativo en su opción a favor de un mercado que se rija por criterios de competencia y, por lo tanto, de rentabilidad. Sin embargo, el texto contempla también formas de subsidio a favor de los actores o agentes “en competencia”.  Eso resulta especialmente claro en lo que indican los artículos 23 y 51. Este último, lo plantea en estos términos:

“Los contratos se firmarían entre los agentes generadores o productores y el ECOSEN. La compensación por este servicio se recibe independientemente de si la capacidad se utiliza o no, ya que esta remuneración tiene como objetivo cubrir los costos de la inversión en la construcción de nuevas plantas de generación y el mantenimiento de las instalaciones existentes” (énfasis agregado).

Esa misma obligación, y con la misma justificación, aparece formulada en el artículo 23:

“La compensación por este servicio se recibe independientemente de si la capacidad se utiliza o no, ya que esta remuneración tiene como objetivo cubrir los costos de la inversión en la construcción de nuevas plantas de generación y el mantenimiento de las instalaciones existentes”.

Estos enunciados demandan una lectura crítica. Primer punto: si en un determinado momento hay una capacidad no utilizada, ha de ser, obviamente, porque la oferta es excedentaria respecto de la demanda que en ese momento se registra. No se está vendiendo electricidad en cantidad suficiente, y no se están recogiendo los ingresos provenientes de tal venta. En tal caso, y como segundo punto, es necesario preguntarse: ¿cómo podría entonces cubrirse “la compensación por este servicio” según se ordena en los artículos citados? Pareciera que solo hay una forma: cargándolo a las tarifas. Tercer punto: si, como ya vimos, el artículo 34 ordena que se debe “…asegurar costos más bajos para los sectores de consumo nacional que permitan impulsar la competitividad”, o sea, para el sector empresarial ¿quiénes entonces pagarán esas mayores tarifas? Probablemente la gente común y corriente, incluyendo los hogares más pobres. Esto tiene una implicación adicional importante: las empresas quedan exentas de los riesgos propios del negocio, y ese riesgo se socializa y pasa a ser asumido por la sociedad en su conjunto. Así, uno de los principios fundamentales a los que se apela para justificar la ganancia capitalista -la asunción de riesgos- queda desactivado.

O sea: estamos en presencia de un proyecto de ley que no solo descarta cualquier compromiso con la equidad y la justicia social, sino que, todavía más, parece introducir mecanismos invertidos de redistribución del ingreso: de abajo hacia arriba; de los pobres hacia los sectores económicamente más poderosos, dentro de una propuesta que -según ya es usual en los contratos de concesión de obra pública- socializa los riesgos, y, por lo tanto, garantiza, si o si, la rentabilidad privada: si las cosas van bien, las ganancias van al capital invertido; si las cosas van mal, la sociedad asume las pérdidas.

4. La planificación como aporía

En el texto se insiste en la importancia de lo que el proyecto designa como “planificación indicativa”. El inciso x del artículo 3, la define en los siguientes términos:

“La planificación indicativa se refiere a la identificación y evaluación preliminar de las opciones de desarrollo de recursos e infraestructuras de generación que podrían considerarse para cubrir la demanda futura de energía eléctrica… Sin embargo, no establece decisiones finales ni compromisos vinculantes, ya que su objetivo principal es brindar una base sólida para una planificación más detallada y precisa” (énfasis agregado).

Este concepto -el de “planificación indicativa- se reitera varias veces a lo largo del texto. Ese tipo de planificación tiene sentido -y, de hecho, históricamente ha logrado éxitos importantes-[1] a condición de que incorpore mecanismos complementarios de premio y castigo, que promuevan comportamientos privados propicios a los objetivos planteados. No es, en modo alguno, el caso presente. De hecho, aquí el carácter “indicativo” de este tipo de planificación no comporta obligaciones para nadie, porque está despojado de cualquier política que genere los estímulos necesarios, acordes a lo planificado. O sea, funciona como al modo de una excitativa moral y no más que eso. Obviamente, y contrario a lo que postula el texto citado, eso no ofrece ninguna “base sólida” para la planificación.

Por su parte, el artículo 8 está encabezado por un título que habla de “tipos de planificación”, e identifica dos clases de planes: el “Plan Nacional Indicativo de la Generación y de la Transmisión”, y el “Plan Nacional de Expansión de la Generación y la Transmisión Nacional”. El primero, a cargo del MINAE, se supone que es un plan a largo plazo (artículo 9). El segundo, a cargo del “Ente Coordinador del Sistema Eléctrico Nacional” (ECOSEN), se le conceptualiza como “…una planificación de corto, mediano y largo plazo que identifica requerimientos específicos de generación y transmisión”.

Teniendo presente lo anterior, y en conjunto con lo que otros artículos plantean, se detectan diversos elementos que tornan incierta, débil y confusa la “planificación” de la que se habla:

  1. El artículo 6, coloca en manos del Ministerio de Ambiente y Energía la “rectoría del subsector eléctrico”. El 8, como ya indiqué, le asigna a ese Ministerio la formulación de los planes de “largo plazo” (el “Plan Nacional Indicativo de la Generación y de la Transmisión”), pero sin aclarar en ninguna parte, qué significa “largo plazo”. Por lo tanto, estas funciones clave quedan básicamente en manos del respectivo jerarca de ese Ministerio, el cual, como bien se sabe, es nombrado por la persona que ocupe la presidencia de Costa Rica. Estará en el cargo a lo sumo cuatro años, pero, además, ese jerarca será portador y representante de la visión política del gobierno de turno, lo cual imprimirá un componente cortoplacista y muy oscilante, en la definición de las políticas en esta materia. Esto convierte en un oxímoron las evocaciones a una presunta planificación de “largo plazo” a que se hace referencia en el artículo 9. Puesto de otra forma: la planificación no podría no tomar en cuenta las prioridades de cada gobierno, pero siendo estas tan cambiantes como son los gobiernos mismos, necesariamente deberían quedar subordinadas a objetivos y estrategias proyectadas más allá del horizonte temporal de cada uno de esos gobiernos. O sea: debe primar una “visión país”, integral y de largo plazo, y no tan solo la visión coyuntural cambiante, asociada a los cambios cuatrienales de gobierno.
  2. Por su parte, el “Plan Nacional de Expansión de la Generación y la Transmisión Nacional” queda a cargo del ECOSEN, cuya junta directiva será presidida (artículo 21) por el jerarca del mencionado Ministerio de Ambiente y Energía. Aquí, de nuevo, cobra vigencia la preocupación sobre las influencias políticas coyunturales, en las decisiones que se tomen. Tómese en cuenta, además, que el ECOSEN cumpliría funciones muy importantes, tal cual se indica en el inciso h del artículo 3, donde se le define como la “entidad autónoma con capacidad de derecho público responsable de supervisar, operar, planificar y administrar el Sistema Eléctrico Nacional y el Mercado Eléctrico Nacional (MEN), con independencia técnica especializada y organizacional”. Como es obvio, el oxímoron se reitera en este caso: ¿qué tan independiente puede ser una entidad presidida por un ministro o ministra de gobierno?
  3. Debe también mencionarse que hay ambigüedades e imprecisiones sobre los alcances del “Plan Nacional de Expansión de la Generación y la Transmisión Nacional” a cargo del ECOSEN. El artículo 10, le asigna el carácter propio de una “planificación de corto, mediano y largo plazo”, con lo que podría traslaparse con el “Plan Nacional Indicativo de la Generación y de la Transmisión”, que, se supone, es de largo plazo. Esta confusión se refuerza, al constatar que, en otras partes, se le asigna a ese “Plan Nacional de Expansión…”, la naturaleza propia de un plan de largo plazo. Es lo que se observa en el artículo 15, y, más claramente, en el inciso w del artículo 3, en el cual se indica que el Plan de Expansión de la Generación (PEG) “…se desarrolla a largo plazo, considerando un horizonte temporal que puede abarcar varios años o incluso décadas”. Y, sin embargo, el artículo 12 le asigna “una periodicidad mínima bianual”, pero dejando abierta la puerta para reducir los plazos, al indicar que “…el Operador, podrá realizarla con un periodo menor si por las condiciones de la Industria Eléctrica lo requieren (sic), mediando la justificación correspondiente”. Todavía queda otra duda: el “Plan de Expansión de la Generación” de que habla el articulo 3 en su inciso w, ¿es el mismo “Plan Nacional de Expansión de la Generación y la Transmisión Nacional” que se postula en el artículo 9? Se podría razonablemente suponer que sí, pero no lo sabemos con certeza.
  4. Téngase en cuenta, además, que el mismo texto del proyecto deja acotada la planificación como un ejercicio cuya fuerza pareciera residir tan solo en la persuasión moral. Ya el inciso x del artículo 3, deja claro que la planificación indicativa no “establece decisiones finales ni compromisos vinculantes”, cuando, por su parte, el artículo 13 autoriza para que los “proyectos no aprobados y cualquier otro proyecto renovable que quiera desarrollar un interesado podrán desarrollarse directamente”. Y, como ya he indicado, el proyecto no contempla ningún mecanismo complementario que de fuerza y viabilidad a la planificación. En realidad, nada impide que se desarrollen proyectos no contemplados en la planificación, o que no se desarrollen otros que esta consideró importantes, con lo que esa planificación no pasará de ser un “saludo a la bandera”, con valor puramente testimonial.
  5. Por otra parte, los artículos 33 y 37 autorizan para que “los excedentes de energía eléctrica” puedan ser comercializados en el “Mercado Eléctrico Regional”, o sea, vendidos a otros países del área centroamericana. Esto introduce un elemento adicional de incertidumbre en los procesos de planificación, primero, porque seguramente será difícil estimar la demanda que, originada en otros países de la región, podría ser atendida por empresas costarricenses; segundo, porque el existir esta posibilidad, las proyecciones de demanda a nivel nacional dejan de ser un límite para las capacidades instaladas que se desarrollen, ya que podrá apelarse a la justificación de que cualquier excedente se colocará en otros países centroamericanos.
  6. En resumen: aparte el condicionamiento derivado del predominio de los intereses de rentabilidad y de la contaminación política que inevitablemente sufrirían los procesos de planificación, también es claro que esa planificación está formulada en términos sumamente imprecisos y confusos, y que carece de cualquier herramienta de política, más allá de la pura excitativa moral, que le permita tener una incidencia efectiva. Todo esto advierte que, con seguridad, será un ejercicio de planificación sumamente débil, donde esa planificación tendrá un valor simbólico y testimonial, cuando, en la práctica, tenderá a prevalecer una mezcla inestable y poco clara, de criterios políticos y criterios de rentabilidad, donde tanto los unos como los otros, son de naturaleza cortoplacista y cambiante.

[1] Véase, por ejemplo, de Ha-Joon Chang, “23 cosas que no te cuentan sobre el capitalismo” (Barcelona: Penguin Random House Grupo Editorial, 2020), y de Mariana Mazzucato: “Misión Economía: una guía para cambiar el capitalismo” (Barcelona: Penguin Randoma House Grupo Editorial, 2021) y “El Estado Emprendedor: mitos del sector público frente al privado”, Barcelona: RBA Libros S.A., 2019).

5. Dogmatismo de mercado

Como advertí desde el inicio, la regulación que este proyecto propone asigna al mercado un papel central. Para operacionalizar ese principio se apela a una fórmula que, por su importancia, conveniente citarla in extenso:

“ARTICULO 23- Forma de contratación de capacidad.

Luego de aprobada la capacidad que es necesario agregar al SEN, por parte del Regulador, el Operador deberá llevar a cabo una subasta en la que los agentes generadores o productores de energía eléctrica compiten por contratos de capacidad. En esta subasta se determinarán los precios de contratación de este servicio. Para llevar adelante el proceso de contratación de capacidad, la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos, establecerá un procedimiento que deberá seguir el Ente Coordinador del Sistema Eléctrico Nacional (ECOSEN). Los contratos se firmarían entre los agentes generadores o productores y el Ente Coordinador del Sistema Eléctrico Nacional (ECOSEN). La compensación por este servicio se recibe independientemente de si la capacidad se utiliza o no, ya que esta remuneración tiene como objetivo cubrir los costos de la inversión en la construcción de nuevas plantas de generación y el mantenimiento de las instalaciones existentes.”

O sea, el asunto se resuelve por medio de subastas[1], para de esa forma hacer efectiva la idea de mercados competitivos, donde habría de imponerse quienes mejores precios ofrezcan, todo lo cual, sin embargo, queda envuelto en una sombra de duda, en vista de la debilidad del marco regulatorio creado.

Confluyen en esto varios elementos problemáticos:

  1. Las decisiones de inversión se basarán en procesos de planificación, cuya única fuerza, si es que podemos llamarla así, reside en la excitativa moral, los cuales, como hemos visto, estarán sometidos a influencias políticas coyunturales, y subordinados a los criterios cortoplacistas de rentabilidad y competencia en el mercado. Esto seguramente debilitará gravemente la planificación, ya que esta estará sometida a cambios frecuentes y a intereses de alcance muy estrecho, y carecerá de instrumentos que le posibiliten tener alguna incidencia relevante. En relación con un asunto clave como es la energía eléctrica, este aspecto cobra especial relevancia.
  2. Los mercados capitalistas, que operan en un contexto de incertidumbre sobre el futuro y están generalmente regidos por criterios cortoplacistas de rentabilidad, tienden a generar excesos de capacidad y, por lo tanto, problemas de sobreproducción. La fantasía walrasiana -tan cara a la corriente económica neoclásica o marginalista, incluso en sus versiones contemporáneas más sofisticadas- de mercados autorregulados que establecen equilibrios virtuosos y estables, ha demostrado ser teóricamente insostenible, e histórica y factualmente falaz. Claramente ese mito circula a lo largo de todo el texto del proyecto y es su más poderosa inspiración.
  3. El problema de la sobrecapacidad y, por lo tanto, de la sobreproducción, muy probablemente se haría también manifiesto en este caso, porque el marco regulatorio que esta ley establecería (supuesto que se apruebe) lo propicia de formas diversas.
  1. Todo se basa en procesos de planificación de carácter puramente testimonial, contaminados por influencias políticas coyunturales y consideraciones económicas de corto plazo.
  2. Implícitamente se crea un subsidio que garantiza que la rentabilidad se mantenga incólume, incluso aunque la capacidad instalada no se utilice, o sea, se seguirán percibiendo los mismos ingresos, incluso aunque haya problemas de sobrecapacidad instalada y, por lo tanto, de sobreproducción, lo que de paso, anula todo el riesgo en el negocio y obliga a que ese riesgo sea asumido por la sociedad.
  3. La expectativa generada por el potencial acceso al mercado centroamericano, lo cual seguramente inducirá procesos de inversión que excedan de la demanda previsible originada en la economía costarricense.

[1] Con seguridad, la noción de subasta, tal cual aquí se plantea, revisita, aunque de forma muy posiblemente inconsciente, los planteamientos del economista francés León Walras (1834-1910), acerca del equilibrio general desarrollado en su obra clásica “Elementos de Economía Política Pura”, originalmente publicada en 1874. Walras es, junto a Stanley Jevons y Carl Menger, uno de los fundadores de la teoría económica neoclásica o marginalista.

6. Otras importantes debilidades del proyecto

  1. Casi total ausencia de mecanismos de participación y auditorías ciudadana.

Escasamente el artículo 11, establece un “…proceso de consulta pública, donde se invita a los; agentes, actores interesados y al público en general a que realicen observaciones, sugerencias o comentarios sobre el plan propuesto”. Los términos son evidentemente imprecisos, y sus alcances muy limitados. Si, por otra parte, examinamos la composición de la Junta Directiva del ECOSEN (artículo 21), confirmaremos esa grave omisión. Esa Junta incluye a dos jerarcas políticos (el del MINAE y la presidencia ejecutiva del ICE); representantes de diversos sectores: de las empresas distribuidoras y cooperativas de electrificación rural; de productores de energía y generadores distribuidos; de los “grandes consumidores” (cuyo representante será propuesto por la UCCAEP); del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos; y de la Comisión para Promover la Competencia (COPROCOM). No hay representación de las personas usuarias ni de los hogares usuarios, tampoco de las pequeñas y medianas empresas, ni del sector de economía social y solidaria, ni de otros sectores -incluidas las universidades, el movimiento ambientalista, el movimiento comunal y los pueblos indígenas- que podrían tener interés en estos asuntos. Tampoco representación sindical que les dé voz a las personas trabajadoras que se desempeñan en los distintos tipos de empresas que participan en el mercado de la electricidad.

Esto claramente reafirma el enfoque centrado en criterios de mercado, y subordinado a influencias políticas coyunturales, sin consideración a criterios de más amplio alcance y mirada más larga y estratégica.

b. La ausencia de cualquier objetivo vinculado con la investigación científica y tecnológica en relación con el desarrollo de nuevas fuentes de energía.

Este aspecto está totalmente ausente del proyecto. Es una omisión que, posiblemente, tiene varias causas. Una, inherente a la lógica misma del proyecto, la cual gira casi enteramente alrededor de los criterios de rentabilidad, según estos se expresan en el mercado, lo que hace difícil prestar atención a cuestiones que la mayoría de las veces no son rentables a corto plazo. También podrían incidir ciertos rasgos característicos del empresariado costarricense y de la modalidad de capitalismo predominante en nuestro país, sobre todo en relación con su poca o nula capacidad de innovación, y su cada vez más agudizada tendencia a tratar de ganar competitividad (o recuperarla) con base en técnicas de dumping social (reducir salarios, incrementar la intensidad del trabajo, alargar jornadas laborales, evadir impuestos, reducir cuotas de la seguridad social, etc.).

c. ¿Conviene promover que haya muchos actores en competencia?

Aunque el texto del proyecto no lo dice explícitamente, se entiende que está inspirado en un imaginario walrasiano que supone la concurrencia, en el mercado eléctrico, de un número indefinido de actores o agentes en competencia.[1] Téngase en cuenta que, además, el mercado costarricense es pequeño, si bien la posibilidad de exportar a Centroamérica ofrece una potencial ampliación. En todo caso, la base primigenia está dada por el mercado nacional, y el resto jugaría seguramente un papel complementario. Cabe entonces suponer que serían empresas relativamente pequeñas, con escalas de producción relativamente limitadas.

Esto hace necesario interrogarse acerca de la posibilidad de que existan economías de escala, en cuyo caso esta atomización de los actores en el mercado, podría implicar menos eficiencia, costos más altos y tarifas más elevadas. Una muy rápida revisión bibliográfica en Google, incluso en Google Académico, sugiere que los estudios empíricos realizados dan resultados mixtos, con resultados que pueden diferir según que se considere la generación o la transmisión.[2] En algunos casos se concluye que sí existen economías de escala, lo cual propicia la aparición de monopolios o, por lo menos de oligopolios, en la medida en que un mercado atomizado, con muchos actores participantes sería menos eficiente, y promovería, bien que un actor más grande acapare progresivamente el mercado y elimine competidores, o que se den procesos de fusión que sustituyen un grupo más o menos grande de empresas por una sola empresa grande o, en el mejor de los casos, por un pequeño número de empresas relativamente grandes. Otros estudios concluyen que no existen economías de escala, o, por lo menos, no economías de escala significativas, en cuyo caso podría funcionarse apropiadamente con un mercado compartido por cierto número de empresas. Los resultados, como ya indiqué, pueden diferir según que se considere la generación o la transmisión.

El asunto amerita un estudio más en profundidad, aunque, en todo caso, siguen siendo válida la observación -teóricamente bien sustentada y empíricamente demostrada- en el sentido de que los mercados capitalistas no son capaces, por sí solos, de desarrollar una visión estratégica y de largo plazo, como tampoco pueden garantizar equidad social ni cuido del medio ambiente, cuando, por otra parte, son estructuralmente proclives a la generación de sobrecapacidad. Dadas las considerables debilidades y las importantes omisiones que caracterizan el marco regulatorio que esta ley eventualmente establecería, puede anticiparse que todas estas tendencias problemáticas se manifestarían en el mercado eléctrico costarricense.

[1] Este imaginario seguramente surge y se inspira en el modelo o teoría del equilibrio general de Walras y, antes que él, en la noción de mano invisible que Adam Smith dejó formulada -aunque el concepto lo mencionó una sola vez- en su gran obra La Riqueza de las Naciones (“An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations”) de 1776. Al respecto, comentan Frank Ackerman y Alejandro Nadal: “la mayoría de economistas…sigue creyendo que se ha demostrado de manera decisiva que el equilibrio general existe y que efectivamente las fuerzas del mercado conducen a él. Esa creencia carece de fundamento” (“Ensayos críticos sobre la teoría del equilibrio general”. México: Siglo XXI Editores, 2013, p. 11). No solo ocurre que es una teoría que, por su altísimo nivel de abstracción, resulta económicamente irrelevante, sino que, desde el punto de vista teórico, enfrenta serios problemas, los cuales jamás se han resuelto, lo que la convierte en una teoría insostenible.

[2] Véase, por ejemplo: 1) Molina, Alejandro. “Las economías de escala en la industria eléctrica ¿Es la electricidad un monopolio natural”? Revista Tiempo Económico. UAM-Azcapotzalco, División de Ciencias Sociales y Humanidades, s.f., pp. 27-43; 2) Díaz Bautista, Alejandro y Agustín Romero Patiño. “Economías de escala en el sector eléctrico mexicano”. Comercio exterior, vol. 57, núm. 9, septiembre de 2007, pp. 724-731. 3) Marins Machado, Mauricio, Maria Conceição Sampaio de Sousa, Geoffrey Hewings. “Economías de escala y progreso tecnológico en producción de energía eléctrica: el caso de los servicios públicos brasileños”, s.f.

7. Conclusiones generales

  1. Este proyecto de ley tiene por objetivo establecer una regulación del mercado eléctrico, centrada en la vigencia de los principios de la competencia capitalista, el cual deviene criterio organizador general de esa actividad económica. Así, se priorizan objetivos de rentabilidad, al tiempo que se desecha y despilfarra el valioso legado de décadas de exitoso trabajo del ICE.
  2. Los mecanismos de planificación a los que se apela -la llamada “planificación indicativa”- operarían sobre la base de un diseño débil, sumamente confuso y seguramente ineficaz. Todo queda formulado como un ejercicio puramente testimonial, basado en la persuasión moral y, por lo tanto, de muy improbable eficacia.
  3. La fuerte influencia que, en todo esto, se les concede a los intereses políticos del gobierno de turno, junto con la centralidad que adquieren los principios de la rentabilidad privada, impone un enfoque cortoplacista y muy inestable, lo que, inevitablemente, implicarían que el desarrollo del mercado eléctrico tienda hacia la generación de problemas de sobrecapacidad, así como al olvido de cuestiones atinentes a la equidad social, el cuido del medio ambiente y la innovación.
  4. Aparte la influencia política coyuntural, el proyecto promueve que el poder económico incida fuertemente en el proceso de toma de decisiones. En cambio, se excluye cualquier mecanismo relevante de participación ciudadana.
  5. De diferentes formas, el proyecto prioriza el favorecimiento de los intereses empresariales, incluso mediante mecanismos de socialización de los riesgos, que podrían implicar movimientos de redistribución regresiva (de abajo hacia arriba) de los ingresos, mientras descuida totalmente cualquier consideración atinente a criterios de justicia social. Es evidente que se proponen socializar los riesgos del negocio, lo que debilita los principios de competencia en que dice basarse la propuesta.
  6. No se asigna ningún papel a la investigación científica y tecnológica, como asimismo son muy débiles y dispersas las consideraciones que se introducen en relación con temas de medio ambiente. La centralidad que se le concede a los criterios de rentabilidad seguramente incide en la omisión de este tipo de asuntos, de importancia fundamental desde una perspectiva de largo plazo.

Dr. Luis Paulino Vargas Solís
Economista, Catedrático jubilado UNED

Alajuela, Costa Rica, 10 de diciembre de 2023.

Este documento lo puede descargar en formato PDF con este enlace, desde el sitio Academia.edu