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Etiqueta: costo de la vida

No es sólo un cambio de gobierno, es el inicio de un cambio social que podría cambiar el rumbo del país

German Masís Morales

La llegada al poder del nuevo partido Progreso Social Democrático y con él un nuevo grupo político y económico, la alianza de éste con otros partidos nuevos o emergentes, el desarrollo de la Administración Chaves en un año de su gestión y los cambios institucionales impulsados, el respaldo sostenido de buena parte de la población y las posiciones y el discurso polarizante de los nuevos líderes políticos, no son elementos casuales del acontecer político y económico del país, sino un fenómeno de cambio social que ha iniciado, impulsado por ciertos sectores sociales y económicos con propósitos muy definidos, que es necesario analizar y esclarecer en la coyuntura actual.

De acuerdo con la teoría y el desarrollo histórico del cambio social, del que se ha ocupado la Sociología, existen razones sociohistóricas objetivas, factores explicativos, características particulares y agentes de cambio que están interviniendo en el cambio social de la II década del siglo XXI en nuestro país.

Frente a la realidad actual, nos preguntamos si estamos ante un verdadero proceso de cambio social, surgido de contradicciones propias de la sociedad costarricense y de la lucha entre sus clases sociales y en particular del deterioro de los partidos políticos tradicionales y los sectores que los han apoyado.

El tipo de cambio social se origina en la pugna social entre un grupo económico y político nuevo y los grupos de la política y la economía tradicional, donde aquellos quieren imponer su visión de la sociedad mediante el impulso de cambios significativos a pesar de la oposición de otros sectores de la sociedad.

Los factores de cambio predominantes son factores político-ideológicos que responden a la aparición de nuevas corrientes de pensamiento político y económico, que se han manifestado en partidos políticos nuevos y emergentes en ascenso, que han aprovechado el vacío político dejado por los partidos tradicionales y por los gobiernos del PAC.

Se mencionan como agentes de cambio personas que han tenido la capacidad de incidir en la manera en que la sociedad costarricense está estructurada, porque poseen poder económico o han tenido capacidad de convocatoria política en las últimas elecciones nacionales, como los líderes y dirigentes surgidos en los partidos emergentes, encabezados por un político tecnócrata y antisistema y los empresarios que financiaron la campaña política de esos partidos.

De manera evidente, la ciudadanía votó por el cambio político, representado por esos partidos y esos líderes, pero ya en el poder la Administración Chaves, ha ido mostrando las propuestas del cambio, a saber:

-una lucha contra la corrupción y contra los sectores que el nuevo partido y los nuevos líderes identifican como responsables: los partidos tradicionales y el PAC

-la reducción en el costo de la vida, que según los nuevos grupos, se encuentra elevada por la acción de grupos económicos tradicionales e instituciones que se han favorecido de los altos precios de los productos.

-la reactivación de la economía, luego de la pandemia y de la crisis económica en que se encuentra el país, resultado según ellos, del mal manejo de la economía y de las instituciones por parte de los grupos tradicionales.

Pero esas fueron las razones aparentes o explícitas del cambio que se divulgaron en la larga carrera de la campaña política y que sedujeron a buena parte de los votantes a apoyar al nuevo partido y a los nuevos dirigentes.

Sin embargo, en el transcurso de la gestión de la Administración actual, han venido quedando en evidencia las verdaderas razones o las razones no explícitas del cambio propuesto, entre ellas:

-el cuestionamiento y las acciones desestabilizadoras contra el Estado Social de Derecho, surgido de la II República y de los gobiernos de los últimos 70 años, en sus postulados, en el irrespeto a las potestades de los otros 2 poderes (el Legislativo y el Judicial) y en los intentos de reducir la institucionalidad, que según sus detractores ha crecido de manera desmedida y distorsionada.

-la arremetida contra el sistema de partidos políticos y el golpe de gracia a los partidos tradicionales para lograr su desaparición definitiva y la de sus líderes históricos e invisibilizar los logros de estos partidos en el pasado.

-el recambio de los grupos económicos tradicionales, por grupos económicos emergentes, interesados en un mayor protagonismo y en aumentar sus ganancias, en actividades principalmente dedicadas a la importación, transporte e internalización de mercancías, como productos agrícolas, insumos, medicamentos, entre otros

-la nueva generación de políticas públicas, expresadas en las Rutas de la Educación, del Arroz, de la Seguridad, del Empleo, junto al cuestionamiento y redireccionamiento de los ministerios e instituciones autónomas, como el Ministerio de Salud, el de Vivienda, el de Ambiente, el de Obras Públicas, el de Agricultura y Ganadería e instituciones como la Caja, el ICE, el INS, Ay A, el INA, Recope, ya sea mediante modificaciones de sus leyes constitutivas o en sus estructuras de funcionamiento.

-la reducción del tamaño del Estado, a partir de la modificación de esas instituciones, en sus funciones esenciales, en la conformación de las juntas directivas, en la toma de decisiones y en los activos pertenecientes a todas ellas, incluyendo los bancos estatales.

-el aprovechamiento y profundización de las políticas aprobadas por gobiernos anteriores que podrían ir en la dirección de los intereses que convienen a los nuevos grupos políticos y económicos, como la reforma fiscal, la regla fiscal, la ley de empleo público, la ley antihuelgas, la ley de educación dual, la ley de jornadas extraordinarias, la reforma a la ley de la Caja, la reforma a la ley del INA, la reforma a la ley de pensiones del Magisterio y hasta la ley para modificar las fechas patrias y los feriados.

-la promoción de medidas liberalizadoras y desreguladoras de actividades económicas, productivas o de servicios, como la eliminación de restricciones o “cuellos de botella” en las gestiones institucionales, el cuestionamiento de la ARESEP por la aplicación de tarifas, la reducción del precio de la revisión técnica, la ampliación de los años de vigencia del transporte público, la modificación de las plataformas de transporte para favorecer a sectores económicos específicos.

-el nombramiento discrecional de autoridades de instituciones y diplomáticos cercanos a los líderes del grupo político y económico que manejó la campaña política o de sus aliados políticos durante la gestión, que justifica su defensa incondicional o su remoción según los resultados definidos por esos líderes.

-el cuestionamiento y restricción a los derechos humanos de sectores particulares de la sociedad, como población LGTBi, feministas, ambientalistas, pensionados y sindicalistas, que según los nuevos grupos y sus líderes, habían venido obteniendo logros en la reinvindicación de sus derechos.

-la descalificación y debilitamiento de la educación, la cultura y el conocimiento y de las institucionales encargadas de ejecutar esas actividades públicas, como los Ministerios de Educación, de Cultura y las Universidades Públicas.

-el discurso grandilocuente del Presidente y de las Autoridades institucionales en sus conferencias de prensa y actos gubernamentales, reiterando que todas las acciones son en beneficio del pueblo y sus necesidades, referencia innecesaria pero muy efectiva en la intención de mantener su popularidad.

Si algunos ciudadanos distraídos siguen pensando que este es un gobierno más, que lo que ha ejecutado en este año de gestión, no tiene gran trascendencia, debieran comenzar a entender que la Administración Chaves tiene una orientación definida y que los elementos antes mencionados son parte de un cambio social acorde con los intereses de determinados grupos económicos y políticos, que podría consumarse plenamente en los próximos 3 años.

Es innegable que hay un cambio social en marcha y que este cambio podría modificar seriamente la estructura social y económica del país, hacia una menos democrática, menos incluyente, menos equitativa y menos respetuosa de los derechos humanos.

¿Quién se está comiendo el queque?

Luis Paulino Vargas Solís

Supóngase que agarramos la serie de datos de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del INEC, desde la primera vez que se publicó hasta la más reciente que se hizo pública. Supóngase que nos interesan los datos de ingresos de la población y, con ese fin, comparamos el primer dato registrado con el más reciente. En tal caso, miraremos el dato del trimestre julio-agosto-septiembre de 2010 y el del trimestre octubre-noviembre-diciembre de 2022. En total, habrán trascurrido algo más de 12 años entre el primer dato y el segundo. Supongamos, además, que vamos a considerar los precios, medidos según el Índice de Precios al Consumidor, de modo que consideraremos el nivel de precios promedio que ese Índice nos reporta para cada uno de los dos trimestres mencionados. De esa manera, trataremos de expresar el poder adquisitivo real de los ingresos, una vez hemos descontado el aumento de precios registrados a lo largo de esos 12 años y pico.

Hecha esa operación, la conclusión que resulta se resume en lo siguiente: en el trimestre octubre-noviembre-diciembre de 2022, el ingreso promedio en el sector privado es inferior en -15,3% respecto de nivel que tenía en el trimestre en julio-agosto-septiembre de 2010, más de 12 años atrás. En el sector público hay apenas un pequeño aumento de 3%. Eso sí, debemos indicar que, si hacemos la misma operación a fin de comparar lo ocurrido entre mediados de 2019 y finales de 2022, encontraremos que el ingreso en el sector público, descontada la inflación, se desplomó un -18,4%. El mismo dato para el sector privado fue de -7,4%. O sea: los últimos tres años y unos meses, registran un desbarranco generalizado y catastrófico.

Supongamos que ahora revisamos los datos del Banco Central sobre el Producto Interno Bruto (PIB) y, en particular, el PIB por habitante. Resulta que ese dato, tomado en términos “reales”, o sea, descontando la inflación, aumentó nada menos que un 29,1% entre 2010 y 2022. Inclusive en el período 2019-2022 se incrementa un 4,5%, no obstante que de por medio está la crisis pandémica. Ya vimos que, en este último período, los ingresos de la gente -en el sector privado y más agudamente en el público- sufren una fuerte contracción.

Compare la evolución del dato del PIB por habitante con los de los ingresos promedios de la población ¿cómo entender el abismo que se abre entre una cosa y otra?

Aquí hay anomalías diversas. Una de ellas se relaciona con el PIB, un indicador que ha perdido representatividad, y cada vez resulta más falaz y engañoso. Otra tiene que ver con el propio modelo de desarrollo. Algunos “alguienes” -tan privilegiados que las propias estadísticas del INEC no logran registrarlos- se están quedando con una tajada enorme del queque. Pero, la verdad, seguramente una parte sustancial de ese queque se va hacia el exterior.

Subvencionar para detener el aumento del costo de la vida

Oscar Madrigal

El ministro del MOPT anuncia que el Gobierno se propone subvencionar los pasajes de buses. La medida me parece bastante positiva ya que iría en beneficio del más de millón de personas que cotidianamente se movilizan en trasporte público. Además, si esa subvención va acompañada por la transformación de los buses de gasolina a eléctricos y a un cambio organizacional del trasporte (sectorización o centros modales), bien vale la pena. Es cierto, también, que el trasporte público en casi todo el mundo es subvencionado. Será un alivio para los consumidores.

La subvención es una forma de control de precios, porque se propone que los servicios y los bienes no aumenten de precios o lo hagan de forma controlada o racional.

Como la inflación es un aumento general de la gran mayoría de los precios de los artículos y servicios, el mecanismo de subvencionar es una excelente medida para controlar la inflación y con ello el aumento en el costo de la vida. Es lo que están haciendo en muchos países de Europa como Alemania o Suiza.

El control de precios mediante la subvención debería ser la medicina que utilice el gobierno para controlar el aumento de los precios y la especulación. Para eso es el Estado aunque a los neoliberales les pare los pelos.

El gobierno podría subvencionar los artículos de la canasta básica, los precios de la gasolina o los medicamentos más populares, lo cual frenaría la inflación y con ello defendería el valor adquisitivo de los salarios.

¿De dónde saldrían los recursos para ello? Puede haber dos caminos: un tributo solidario de los grandes capitales y grandes empresas como está proponiendo actualmente el gobierno de Chile o tomando los créditos aprobados para subvencionar a los productores nacionales. Estas medidas aumentarían la producción y aliviarían la situación acongojante de miles de familias costarricenses.

Solo falta voluntad política y decisión.

UNA PASIVIDAD PASMOSA

Óscar Madrigal

El país está viviendo una situación que asusta a la mayoría de costarricenses, principalmente a las capas medias por lo que veo en mi entorno. Sobre todo, la incertidumbre es inmensa; la gente no sabe que pasará en un futuro muy cercano, tal como la semana entrante.

La creciente devaluación del colón, el hackeo a Hacienda, la Caja y hasta a las municipalidades, el aumento desmesurado de precios todos los días, la gasolina desbocada, el pago de la hipoteca y del carro y hasta las inundaciones, nos tienen al borde del pánico. Es evidente que los costarricenses estamos viviendo tiempos de inseguridades, de no saber lo que nos esperaba a la vuelta de la esquina.

Mientras la gente está desconcertada, el Presidente Chaves no reacciona, se muestra apático, sin ideas o propuestas que permitan conocer cuáles son las medidas que está pensando en implementar para detener o sobrellevar la congoja de los altos precios. Lo que parece es que el Presidente Chaves y su Gobierno no saben qué hacer. Es una pasividad pasmosa.

El aumento del precio del dólar beneficia solo a los exportadores, que según dicen constituye como un tercio de los ministros de Chaves, encabezados por la ministra de Agricultura. Por supuesto que este grupo no tiene interés en que se logre contener la desvaloración del colón: está haciendo clavos de oro.

Podemos estar en presencia de una gran debacle ecónomica y social y el Presidente Chaves está paralizado.

Debería salir con una cadena de televisión a tranquilizar a la gente, a proponer medidas urgentes de contención del costo de la vida y de la continuidad de los servicios públicos. Pero su inactividad, solo deja margen a las ocurrencias. La verdad es que del Presidente no hemos oído una sola propuesta interesante de fondo que pretenda resolver los problemas del pueblo.

Lo grave es que las declaraciones de algunos ministros se orientan, nuevamente, a cargar sobre las espaldas de los trabajadores y trabajadoras el peso de la crisis.

Es el momento de la solidaridad de los empresarios. Podría pensarse como se hizo en el pasado en un gravamen tributario extraordinario de un 10% sobre las grandes rentas de capital o una contribución solidaria, como se le pidió a algunos pensionados, de un 20% sobre los salarios superiores a los 8 millones de colones, o una contribución solidaria de un 20% a los exportadores cuando el dólar suba más allá de los ¢670, o una contribución solidaria, única y excepcional, de un 20% a los pagos de los intereses de la deuda pública.

Es tiempo de solidaridad empresarial.

En el pasado cuando distintos grupos empresariales estuvieron en problemas, los costarricenses los subsidiamos, tal como ocurrió con los banqueros, los bananeros, los hoteleros, los dedicados al turismo, los ganaderos, los arroceros con los Cats, y muchos otros más. Es el momento que ellos arrimen el hombro.

Esperamos que el Presidente se compre la bronca. Que tranquilice a los asalariados, a los que menos tienen, que nos diga que tomará medidas urgentes para ayudar y apoyar a los trabajadores. Que nos diga que inmediatamente ordenará -como le gusta a él- un aumento de salarios para todos los trabajadores de un 10%. Esto tranquilizaría mucho.

Que alguien nos diga que el mes entrante estaremos mejor.

¡O todo se irá al carajo!

Las organizaciones de mujeres ante la situación nacional

Las organizaciones de mujeres ante la situación nacional

Foro de Mujeres del Instituto Nacional de las Mujeres

ANTE LA SITUACIÓN NACIONAL

El Foro de Mujeres del INAMU, integrado por alrededor de 36 organizaciones de mujeres y mixtas, ante la situación nacional desatada en el marco de la discusión del Expediente 20.850, relativo a la Reforma Fiscal

Manifiesta:

1. La necesidad de que los representantes políticos en la Asamblea Legislativa y el Poder Ejecutivo, tengan la voluntad política de aprobar legislación y mecanismos que permitan sacar al país del déficit fiscal en que se encuentra por manejos económicos inadecuados de gobiernos anteriores, de manera que se detengan sus efectos nefastos en la calidad de vida de las grandes mayorías de la población costarricense.
2. La responsabilidad ética y política que les corresponde a dichos representantes de diseñar y aprobar una reforma fiscal que promueva la justicia tributaria que se ha venido deteriorando en el país, permitiendo que sectores económicos y empresariales con grandes ingresos, evadan y eludan sus responsabilidades fiscales.
3. La urgencia de aprobar una reforma fiscal que impida que el costo de la crisis fiscal recaiga sobre los sectores más vulnerables económicamente, en donde se encuentran quienes tienen los más bajos ingresos de nuestro país y especialmente las familias en pobreza y pobreza extrema.
4. La consternación por el aumento de impuestos a la canasta básica y la disminución de recursos con el consecuente debilitamiento de programas sociales de bienestar, lo cual provoca un impacto negativo en la vida de las grandes mayorías de mujeres costarricenses.
5. La indignación ante la persistencia de propuestas basadas en impuestos regresivos, que no solo son injustos por afectar a las personas más necesitadas, sino que se convierten en un caldo de cultivo para el aumento de la violencia en contra de las mujeres, puesto que a nosotras la sociedad nos ha asignado un papel central para garantizar la salud, educación y el acceso a la alimentación y a todos los extremos de una vida digna.
6. Una preocupación especial porque este proyecto profundice la situación tan grave que ya enfrentan las mujeres trabajadoras, especialmente las campesinas y productoras rurales, las mujeres indígenas y las pescadoras.

Condena:

1. El uso de la violencia por parte de las fuerzas policiales para limitar el ejercicio del derecho a la protesta, dado que la policía debe dar el ejemplo en el respeto a la ciudadanía.
2. Los actos de vandalismo que han puesto en riesgo la vida de las personas y las familias, llevando al lamentable fallecimiento de una persona joven en Limón, poniendo de manifiesto la realidad de esta provincia.

Demanda:

1. A las diputadas y diputados, retirar el Expediente 20.850 de la corriente legislativa, como una muestra de buena voluntad para que se abran espacios de diálogo y negociación.
2. Al Poder Ejecutivo, abrir una mesa de diálogo y negociación en la que participen los diversos actores sociales y económicos. Entre ellos las y los trabajadores de los distintos sectores de la economía, las y los pequeños y medianos empresarios, las y los empleados públicos y privados, en sus distintas expresiones.

Respalda y acompaña la actitud honesta y de gran autonomía y compromiso puesta en evidencia por Patricia Mora, Presidenta Ejecutiva del INAMU y Ministra de la Condición de la Mujer ante el Expediente 20.850. Su llamado vehemente a la tradición costarricense del diálogo transparente debe ser oído por el Poder Ejecutivo y Legislativo.

Para salir de esta crisis nuestro país requiere de personas capaces de deponer sus intereses personales en beneficio de los intereses de las grandes mayorías.

Dado en San José, Costa Rica el 15 de setiembre de 2018.

Agenda de Mujeres de Upala
Agenda Regional de Mujeres del Norte
Agenda de Mujeres de Alajuela
Agenda de Mujeres de Guanacaste
Alianza de Mujeres Costarricenses
Agenda de Mujeres Desamparadeñas
Foro Autónomo de Mujeres
Asociación de Trabajadoras Domésticas
Asociación de Mujeres Afro del Caribe
Asociación de Mujeres en Cooperación para el Desarrollo
Red de Mujeres Rurales de Costa Rica
Asociación para el Liderazgo y el Ascenso Social de la Mujer ALAS
Centro de Investigaciones en Estudios de la Mujer – UCR
Centro Feminista de Investigación y Acción – CEFÉMINA
Mujer No Estás Sola
Red Feminista contra la Violencia hacia las mujeres
Asociación de Mujeres de La Montaña de Coyolito
Cooperativa Autogestionaria de Mujeres de Manzanillo
Federación de Mujeres del Golfo de Nicoya
Asociación de Mujeres de Costa de Pájaros, Golfo de Nicoya
Colectiva por el Derecho a Decidir

Compartido en redes digitales por Xinia Astorga, maestra de preescolar e integrante de ANDE.