Estos dos seres anticubanos, osaron hablar en el contexto de la Cumbre de las Américas, el senador norteamericano Marco Antonio Rubio García, primero se alegra de que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador no asistiera a la Cumbre y, además, lo acusa de ser un “apologista de la tiranía”.
Indicando, además, que López Obrador, “ha entregado secciones de su país a los cárteles de droga”.
Por su parte, el igualmente senador estadounidense Rafael Edward “Ted” Cruz, algunos meses atrás, dijo que el mandatario mexicano “es una amenaza para la seguridad nacional de EEUU”.
Ante tales acusaciones, el mandatario mexicano, López Obrador, responde a ambos senadores anticubanos, anti venezolanos y anti nicaragüenses: “Yo les digo a los dos que presenten pruebas, porque yo sí tengo pruebas de que el señor Ted Cruz, senador de Texas, de origen hispano, que obtiene sus votos por los hispanos”. “Yo sí tengo pruebas de que a él le han dado dinero los que están a favor de la fabricación de armas en EE. UU. y de que no haya ninguna prohibición para la venta de armas”.
Creemos que el presidente mexicano, se quedó corto al responderles a los senadores Rubio y “Ted”, ya que sus perfiles revelan que son mucho más funestos, veamos:
Marco Antonio Rubio García
Sin duda alguna, el senador republicano Marco Rubio García, en EEUU, se ha convertido en el estratega de presión contra Cuba y Venezuela. Su verborrea barata, repetitiva, politiquera, lo hace ser un monomaníaco y mentiroso.
Nos sumamos a las denuncias del compañero, Tony López R., periodista, politólogo y analista internacional, quien señala: Además de los adjetivos señalados contra Rubio García, debemos enfatizar que es un Señor de la Guerra, al desear borrar las ideas y ejemplos de Bolívar y Martí, que guiaron a los dos grandes líderes de esta época, Fidel Castro y Hugo Chávez, y que protagonizaron esta gesta libertaria en los albores del Siglo XXI frente al imperialismo yanqui.
En este sentido, Marco Rubio (cabeza política e ideológica) es el alfil más importante en este ajedrez político, para manejar el tema cubano- venezolano, el senador cuenta con el respaldo de la mafia cubana-americana y venezolana de Miami, además tiene estrechas relaciones con el colombiano senador Álvaro Uribe Vélez y el actual presidente Iván Duque, cuyos vínculos con el narco paramilitarismo ha sido públicamente denunciado por la revista Semana y los destacados periodistas Gonzalo Guillen en Nueva Prensa y Julián Martínez.
No es extraño, entonces, estas relaciones de Marco Rubio con la dirigencia narco paramilitar de Colombia, y los lazos, actualmente, ocultos o censurados por los medios de Miami, y el escándalo que se produjo en 1987, por la relación familiar de Marco con su cuñado Orlando Cicilia de Paula, perteneciente a la poderosa banda de narcotraficantes dirigida por Mario Tarrau.
Este escándalo, relacionado con el narcotráfico, ocultado por Rubio en su currículo cuando aspiraba a un escaño al Congreso, norteamericano, lo marcó como mentiroso por su sospechosa omisión y fue objeto de diversos comentarios.
También, desde hace algunos años, Marco Rubio, se vinculó a la tarea de provocar el derrocamiento del gobierno de Maduro, lo hizo siempre. A su vez, el senador Rubio fue uno de los promotores del Concierto Aid Live Venezuela. Esta actividad, tenía el propósito tratar de ingresar, ilegalmente, una supuesta ayuda humanitaria a Venezuela.
A todo lo anterior se suma, los esfuerzos y trabajos de Rubio, que realizo con delegaciones miembros de la OEA, para lograr la condena del gobierno venezolano y así poder justificar, legalmente, una intervención militar a través del TIAR y respaldo de la OEA, las condenas nunca fueron logradas, a pesar de que, junto al Secretario General de la OEA, el mercenario Luis Almagro, presionaron y chantajearon a muchos gobiernos.
En diferentes ocasiones ha mentido sobre la llegada de sus padres a EEUU, para buscarse la simpatía de los que odian visceralmente al gobierno cubano. Según el “Ilustre Senador” sus padres llegaron a la Florida después de 1959, huyendo del régimen comunista de Cuba, cuando la verdad es que aún Fidel Castro no había salido de México, para desembarcar en la isla, cuando ya los progenitores de Rubio, habían aplicado por una visa de inmigrante permanente en la embajada norteamericana, en el Malecón habanero.
El demócrata Dan Gelber, califica a Rubio como peligroso, y cuenta que el día que este asumió el cargo como Presidente de la Cámara de Representantes de Florida, tomó el micrófono y pidió a los congresistas se acercaran a su estrado, les mostró un libro azul, con un gran 100 en la portada. Cuando Gelber y sus compañeros, lo abrieron para hojearlo, un murmullo recorrió la sala, pues, todas las páginas estaban en blanco. Un libro en blanco, Rubio, lo había mandado a hacer, pero solo había redactado el título: “100 ideas innovadoras para el futuro de Florida”.
En 2016, el congresista republicano Marco Rubio mencionó que Cuba estaba utilizando ataques sónicos para afectar la salud de los diplomáticos de EEUU, residentes en la Habana llamando a las ondas el “rayo de la muerte”.
Estas son nada más, algunas muestras, de la mitomanía y lo monotemático de Rubio García, quien ha labrado su carrera política con base en estas prácticas.
Rafael Edward “Ted” Cruz
En la investigación acerca del senador norteamericano Rafael Cruz, lo primero que resaltamos es que pertenece a lo más prestigioso del lobby anticubano en Estados Unidos. Se destacó en el periodo de gobierno del expresidente Donald Trump, por ser el artífice de muchas de las medidas coercitivas que se aplicaron contra Cuba y Venezuela.
Defensor de las políticas antinmigrantes, siendo precandidato republicano a la Casa Blanca, en 2016, prometió deportar a todos los inmigrantes indocumentados de Estados Unidos.
También se le recuerda por votar en contra de la ayuda federal, para enfrentar los destrozos del huracán Sandy.
Aunque ha tratado de desmarcarse de los sucesos del Capitolio, decenas de organizaciones cívicas entregaron un documento, con más de 25.000 firmas de ciudadanos que demandan la renuncia del senador, y de otros 17 legisladores, por complicidad en la insurrección del 6 de enero en Washington DC.
Aunque las organizaciones cívicas, la integran grupos aliados de los demócratas, como Voto Latino y Move On, ya una organización llamada Republican Accountability Project, instaló en San Antonio carteleras callejeras con el texto: “Usted mintió acerca de la elección. Y el Capitolio fue atacado. Renuncie”.
“El senador Cruz tiene sangre en sus manos. Ha perdido el derecho de representar a Texas en el Senado de Estados Unidos”, dice la declaración en referencia al asalto al Congreso que dejó al menos cinco personas muertas y decenas de heridos.
Encabezó los intentos de presentar un Proyecto de Ley, para sancionar a países que contraten a médicos de la nación antillana Cuba.
Es un político ampliamente repudiado. A lo largo de su carrera ha suscitado el disgusto de una amplia gama de políticos, desde el expresidente George W. Bush, hasta el senador Rand Paul.
Mañoso e inescrupuloso, acostumbrado al juego sucio electoral, aspira a presentarse como candidato a las elecciones de 2024, para lograrlo tiene que paliar las consecuencias de lo que algunos nombran el “Cancúngate” y atraer a las bases que le dieron la presidencia a Donald Trump en 2016.
Su actitud antipática, por decir lo menos, sentencia compartida por el Nuevo Herald, que lo calificó, además, como “peor que Marco Rubio”, y usual en políticos mediocres, se muestra y evidencia cuando instó a sus electores a “quedarse en casa” y advirtió que el clima invernal que azotaba a Texas podría ser mortal. Al día siguiente, usó un emoji de encogimiento de hombros y declaró que la situación “no era buena”. Luego, se marchó con su familia a un resort Ritz-Carlton, en la soleada Cancún, y escapó de su casa helada.
Lo anterior, provocó que muchos estadounidenses texanos, afectados por la mortífera tormenta invernal, además de la pandemia de casi un año, encontraron por un motivo para reunirse y alzar la voz en un coro unido por la rabia.
Por otro lado, “Lucifer en persona”, dijo John Boehner, el expresidente de la Cámara de Representantes, sobre Cruz en 2016. Incluso los satanistas no pudieron soportar la comparación; un portavoz del Templo Satánico emitió rápidamente un comunicado diciendo que el grupo no quería “tener nada que ver” con políticos como Cruz.
Otra información, verdadera o falsa, provino del expresidente Donald Trump, cuando vinculó al padre de Ted Cruz con el presunto asesino del presidente John F. Kennedy.
Trump repitió una historia de la publicación National Enquirer, según la cual Rafael Cruz, padre del senador Cruz, aparece fotografiado con Lee Harvey Oswald, durante una actividad en Nueva Orleans en 1963.
Reiteramos que Ted Cruz, llamado por Trump en 2016 mentiroso, es repudiado por sus conciudadanos, tanto los demócratas como por miembros de su partido, lo consideran un oportunista inescrupuloso y se preparan para cerrarle el paso en su pretendido camino a la Casa Blanca en 2024.
Hay muchos otros datos negativos de este nefasto ser, pero solo incluimos esta muestra, de personas que son malos políticos y, además, se aventuran en planes contra la Cuba heroica y América Latina.
El análisis de lo que pasa en Ucrania y las palabras del presidente Biden, pronunciándose sobre lo que pueda suceder entre la República Popular China, la República de Taiwán y el involucramiento de Estados Unidos, en esos asuntos, deja claro, que las Relaciones Internacionales, son relaciones de poder entre estados para procurar sus intereses.
La marcha de tales acontecimientos, evidencia que hay ordenamiento y organismos internacionales, que pasaron a un plano, que no es de la primera importancia. Conclusión lamentable. Se hace necesario reflexionar, por ejemplo, sobre el actuar de la Organización de Naciones Unidas: El ejercicio de su misión. Esas son razones para tener claridad sobre un reordenamiento en el plano internacional.
En el plano académico, la realidad obliga, con madurez y seriedad, a replantearse los estudios sobre las Relaciones Internacionales: objetivos, escenarios, modelos de análisis y la gestión de los asuntos de ese orden, entre otros. Se confirma que el recuento y memorización de fechas y datos (“Educación bancaria”) o los anacronismos de la “etiqueta”, por ejemplo, es parte del contexto de estudio, pero no es parte de lo importante.
Los sucesos se han basado en acciones guiadas por la fuerza, el irrespeto, la mentira, el engaño, las verdades a medias, la desinformación.
Juan Carlos Monedero. “… ¿Quién va a creer…Quién va a confiar…?”
Este analista español, hace algunas reflexiones, de las que a continuación cito algunas:
“… Estados Unidos ha abierto una carrera que parece apuntar inevitablemente… con la expansión de la OTAN hacia el este, con una guerra finalmente contra China… Medio mundo lo ha apoyado en las sanciones a Rusia… lo que da miedo son los Estados Unidos, porque es el imperio que ha asesinado o permitido asesinar a dictadores, de Indonesia a Vietnam… de Egipto a Sudáfrica… quién va a creer a Estados Unidos, el país que juró que no se iba a expandir con su organización militar hacia el este… Estados Unidos, quién le va a creer, un país que ha robado las riquezas a tantísimos otros países… la red de gasolineras a Venezuela, o su oro… o el petróleo en Iraq, o los minerales en Libia… quién va a creer a un país como Estados Unidos, que hace y deshace con el código Swift… que dice a los bancos, gestionad conmigo todas vuestras necesidades y cuando le viene bien, resulta que te desenchufa… Quién va a confiar en un país que cierra canales de televisión cuando no le conviene lo que dicen… o que alberga la posibilidad de desconectarte de todas las redes sociales más importantes del planeta… quién va a confiar en Estados Unidos, un país que dice que el mundo es unipolar, es decir, que solamente gira en torno a él…”.
En este orden, también se ubican hechos, como el “fuck EU” de Victoria Nuland, en el contexto de los sucesos en Ucrania.
Vistas, así las cosas, uno de los principales problemas para la convivencia pacífica mundial, es lo que subyace en el “Destino Manifiesto” y el “American Way of Life”, lo cual es la base de la voracidad de Estados Unidos hacia las riquezas mundiales.
Intervenciones de Estados Unidos en el mundo, entre 1945 y 2020.
Más o menos por el año 1968, siendo niño, gran parte de las noticias diarias empezaban así: “Saigón, Vietnam Tropas estadounidenses al mando de…”
La primera guerra televisada. Mi primo pequeño me preguntaba: “porqué son tan malos ahí primos? Ya va allegar Super Man y les va a ganar”. Claro, en la mente nuestra resonaba el poderoso grito: “A luchaaar por la justicia”.
El duelo: Con el tiempo me enteraría de la realidad de las cosas y con costos la iría aceptando.
Por otro lado, es claro que en los acontecimientos actuales hay tres actores principales: Estados Unidos, la República Popular China y la Federación Rusa. Cada uno tiene claro las potencialidades de cada cual y sus conveniencias de unirse a otro.
Estados Unidos tiene claro que los asuntos principales con la Federación Rusa son de orden militar y de “guerra de desgaste”, ya lo dijo el secretario de defensa de EE. UU. Lloyd Austin: “Queremos ver una Rusia debilitada…”
Con la República Popular China, por ahora, los asuntos son de orden económico/comercial, aunque ya empiezan a dibujarse también los asuntos de orden militar.
La República Popular China, está claro que por ahora la Federación Rusa está conteniendo a Estados Unidos hacia el este, hacia Eurasia, en el orden militar, pero sabe que está en la mira de éstos, y une esfuerzos con aquella.
Además, luego de haber pasado “el siglo de la humillación” (1850-1950), sumida en la “guerra del opio” por Inglaterra, atacada por Japón, entre otros hechos, en sus planes está arribar al año 2049, al cumplirse un siglo de la constitución de la República Popular China, como un país con presencia fuerte en el concierto de las naciones.
La Federación Rusa, después de mostrar disposición a contribuir con la seguridad de Europa, y a colaborar con la seguridad de Estados unidos, al recibir una negativa por parte de éstos, intensifica sus relaciones con China, que, al parecer, junto con India, ofrecen comprarle lo que la Unión Europea no esté dispuesta, así también, está decidida ponerle freno a la agresión a su seguridad nacional.
La República Popular China y la Federación Rusa le plantan cara a Estados Unidos y propugnan por otra reconfiguración del ordenamiento mundial, con base en la negociación de intereses nacionales y regionales.
Es lamentable que en Ucrania estén muriendo personas ucranianas y rusas.
Es lamentable que Estados Unidos esté usando a Ucrania como un “ariete” (José Antonio Zorrilla) para debilitar a la Federación Rusa, con la complicidad de algunos sectores ucranianos y el beneplácito de otros países.
Una parte del mundo engañada
Es lamentable también, que empresas de desinformación y propaganda, hagan el actual manejo de sucesos, con miras a la manipulación de la opinión pública.
Hechos y posibles escenarios futuros
El orden internacional instaurado luego de la segunda guerra mundial está terminando.
El peso relativo de Estados Unidos en el mundo se está modificando. Ya no son más los tiempos de la potencia todopoderosa. Intenciones y nostalgias deben ponerse en análisis. El “Make America Great Again”, de Donald Trump: eso ya se acabó, debe verse con ojos realistas, cabe la consideración de ponerla en el lente del título “Gone with the wind”.
El ordenamiento y funcionamiento de algunos organismos internacionales instaurado a partir de la segunda guerra mundial, como hasta ahora, en su totalidad, ya no es operante.
En la economía mundial, organismos como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, así como la supremacía del dólar y el sistema swift, están cuestionados: el yuan y el rublo, reclaman otros manejos. Ya antes Libia e Irak intentaron introducir modificaciones al poder del dólar, con finales conocidos.
El enfrentamiento es entre potencias, ya no es entre sistemas ideológicos, ya no es como en la “guerra fría”, ya no es entre capitalismo y socialismo, por mucho que algunos “rusófobos” y anticomunistas no lo tengan claro.
No se avizora un enfrentamiento nuclear masivo, pues tendría costos altísimos para todos, con base en su actual capacidad destructiva.
El escenario inmediato más alarmante, es lo que sucede en Ucrania y la política de Estados Unidos, de mantener la vía del conflicto armado. Esto toma cuerpo en la decisión de continuar el enfrentamiento bélico, debido a que lo más previsible es que lleve a forzar a la Federación Rusa a tomar medidas contundentes, como redoblar o triplicar sus acciones para parar esta agresión y la insistencia de Estados Unidos en debilitarla. Esto puede llevar a una escalada militar imprevisible.
Es necesario no perder de vista este escenario, tomando en cuenta la decisión del Congreso de Estados Unidos de aprobar otros 40 mil millones de dólares (esta cifra tiene un valor simbólico: en mi opinión, hace referencia al Plan Marshall) así como nuevos aparatos militares, para continuar las acciones bélicas por parte de los que optan por la confrontación armada, siendo que el presidente Zelenski, abre la posibilidad de la negociación.
La República Popular China, seguirá con su empuje económico en el mundo, según se lo permitan sus contradicciones internas y el balance de poder mundial. En el contexto, también hay un alarde entre potencias que lo ideal, es que pase de allí a la negociación. Los conflictos localizados, son más del orden “disciplinario” que ideológico. La política de agresión militar entre potencias y los hechos en consecuencia, no debe tener lugar, por los riesgos que implica.
En cuanto a las potencias de segundo orden, la Unión Europea ha decidido plegarse a Estados Unidos y un hecho en el que se refleja esta decisión es descartar el “Nord stream 2” como opción de abastecimiento energético. Habrá que valorar el peso que jugaron las presiones de Estados Unidos en esta decisión, si es que las hubo y venderle su gas llevado en barcos.
América Latina:
América Latina debe tener integridad y claridad para visualizar la disyuntiva entre “patio trasero” y parte de la “política doméstica”, de Estados Unidos o tomar otra partida en los potenciales escenarios mundiales. En lo local, pasa por el balance de poder entre ciudadanía y gobernantes; en lo regional, por la relación entre países y en el plano continental y mundial, por los factores de balance de poder con Estados Unidos. En ese sentido, el ingreso de Colombia a la OTAN no es nada halagüeño.
En cuanto a este balance, cito un hecho que demuestra la posición de algunos sectores en Estados Unidos:
María Elvira Salazar, política y periodista estadounidense de origen cubano, integrante de la cámara de representantes de Estados Unidos, republicana, se refirió con las siguientes palabras al proceso electoral para la presidencia de Colombia: “Nosotros en el sur de La Florida, como acaban de decir mis colegas, estamos muy conscientes que los colombianos están en este momento, en posiblemente el peligro más grande que ha enfrentado el país, en la historia moderna. Petro (se refiere con desdén e irrespeto, al candidato que quedó en primer lugar en la primera vuelta electoral), que en este momento está arriba en las encuestas presidenciales, es ladrón, es terrorista y es marxista, tres cosas que no pueden permitir los colombianos llevar a la presidencia… Cómo es posible que un tipo que tiene esas características esté primero en las encuestas… imposible… los colombianos necesitan algo mejor que eso. Por eso… nosotros en el comité de relaciones exteriores hablamos muy alto, se lo estamos diciendo a la administración del presidente Biden… al resto de los hermanos latinoamericanos… el comunismo amenaza y la amenaza más grande… es Colombia… esto se trata de americanos que quieren la libertad… y que lo que quieren es defender a otros pueblos que quieren la libertad. Colombia está en nuestro corazón”.
Palabras llenas de irrespeto y anti-soberanía que indignan, utilizando de nuevo la “demonización” en lo personal, el desprecio y la desvalorización por los actos soberanos del pueblo colombiano, refiriéndose al candidato Gustavo Petro, como “un tipo”.
Dice la representante: “… que no pueden permitir los colombianos…” ¿Serán los colombianos los que no pueden permitirlo?
¿Qué está proponiendo esta persona, otra intervención, para engrosar la lista anterior, otro ataque a la soberanía?
El pasado 02 de junio, el profesor de sociología de la Brown University y autor de diversos libros sobre racismo y discriminación, José Itzigsohn participó en una entrevista con el investigador de la UNTREF y del CONICET, Daniel Mato.
El racismo es un fenómeno que se manifiesta en la vida cotidiana y en las diversas instituciones de nuestras sociedades. José Itzigsohn plantea que este sigue presente en la educación superior norteamericana. Sin embargo, hoy toma la forma de racismo institucional, es decir, mecanismos que reproducen la desigualdad y que crean experiencias distintas para blancos y para gente de grupos racializados.
La teoría de Itzigsohn plantea tres formas en las que se expresa el racismo institucional: la subrepresentación, la experiencia dentro de la universidad que tienen los estudiantes y los profesores racializados, y las consideraciones de metodologías y temas legítimos de conocimiento.
Durante la entrevista se resalta que, pese a que sí ha habido un avance en contra del racismo, es incorrecto considerar que aún no se presenta en la educación superior. Es importante señalar otras formas en las que el racismo, ahora institucional, se desarrolla actualmente para poder enfrentarlo. Además, se desarrolla una descripción del sistema universitario en Estados Unidos, donde se resalta que no es gratuito; lo cual limita el acceso para muchos de los sectores minoritarios y discriminados.
Las políticas dentro de las universidades han cambiado de “reparar injusticias históricas”, a una “noción de diversidad”. El problema de este sistema es que se pierde la perspectiva de las injusticias, previas y aún vigentes. Además, plantea el debate de que puede originar “racismo inverso”, es decir, que se discrimina a los grupos blancos históricamente más privilegiados.
Para evitar este conflicto, y que no se acepten individuos en las universidades con menos méritos, las cortes en Estados Unidos han usado una metodología de “bien común”. En esta, la “raza” u origen del individuo es una de muchas variables a considerar; junto con notas académicas, actividades extracurriculares, recomendaciones, entre otras.
Es de alta importancia que estos grupos posean a sus propios profesionales con capacidades, conocimientos y recursos para defender sus derechos. La formación de profesionales indígenas, latinos, afroamericanos u otros grupos racializados tienen efectos sociales que inciden sobre la perspectiva de vida de estas comunidades.
Todos estos conceptos y perspectivas fueron discutidos en detalle por José Itzigsohn y Daniel Mato. Puede ver la entrevista completa en:
La UNTREF, desde la Cátedra UNESCO de Educación Superior y Pueblos Indígenas y Afrodescendientes en América Latina del Centro Interdisciplinario de Estudios Avanzados (CIEA), realiza una serie de acciones tendientes a visualizar y erradicar el racismo en la educación superior. Para informarse sobre el tema, puede seguir sus redes y programas.
Por Memo Acuña (sociólogo y escritor costarricense)
Son niños muy pequeños. Entre los dos no alcanzan siquiera 5 años, pero ahí están jugando a las escondidas detrás de las piernas de sus madres. Sus madres tampoco tendrán mucha edad, a lo sumo 24, 25 años cada una.
Observo lo que puedo observar, que es todo y nada a la vez. Minutos antes era tan sólo un salón dispuesto para esperar uno de los tres vuelos diarios que en promedio están llegando a Ciudad Guatemala con personas deportadas. Me comentan que la intensidad de estas llegadas ha crecido en las últimas semanas.
Son vuelos clasificados: unidades familiares, los que vienen de la ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EUA) y un tercero en el que devuelven, por decir lo menos fuerte, a aquellas personas migrantes interceptadas en el tránsito, generalmente en el desierto fronterizo entre Estados Unidos y México.
Se trata de vuelos comerciales en los que vienen en promedio 135 personas. Una y otra vez. Uno tras otro. Observo de nuevo a los niños que juegan y que a tan corta edad ya han sido categorizados por un régimen de administración migratoria, que los ha marcado con figuras jurídicas como si fueran adultos: son deportados.
Me encuentro en el Centro de Atención para Migrantes Retornados (CAMR) ubicado en las oficinas de la fuerza aérea guatemalteca, ubicadas en el lado opuesto a las instalaciones habituales donde llegan, transitan y se van cientos de miles de pasajeros diariamente, pero en otras condiciones. Yo soy uno de ellos.
Para aquellos habrá una salida dirigida, marcada con rótulos que la comunicación internacional aeroportuaria ha dispuesto en todos los aeropuertos del mundo: exit, custom, conexions. Las personas pasajeras se dirigirán a las bandas respectivas a retirar su equipaje luego de haber sorteado con éxito los trámites migratorios. Compraran algún obsequio. Llegarán.
Pero para quienes llegan de otra manera en los vuelos de los deportados no habrá más señalización que varios protocolos que deberán cumplir en los servicios de migración y salud, antes de cruzar por una única puerta que les indicará la entrada a una sociedad de la cual salieron semanas antes buscando un futuro mejor.
Tampoco pasarán por una sala a recoger su equipaje, porque no lo hay. Son llamados por número y sus pertenencias, reducidas a una bolsa negra, son entregadas sin demora.
Es una mañana fría y oscura. Le pregunto a Cynthia Loría, costarricense radicada en Guatemala hace muchos años y coordinadora de la organización Avina, que procura entre otras cosas la reinserción laboral de esta población retornada, si es posible hablar con una de las personas. Me dice que sí. Pero no me atrevo. No es el momento, pienso.
Es que llegan con sentimientos de frustración y desesperanza que se les ve y les cruza por el cuerpo. Por eso no considero oportuno interrumpirles. Pero si seguir observando imágenes fuertes como la de niños, niñas y mujeres calzarse sus zapatos a los que las autoridades migratorias estadounidenses les han quitado los cordones. “Los han despojado de su dignidad” pienso en voz baja mientras sigo observando a los dos niños jugar con total y absoluta seguridad. Ajenos a su condición y la de sus madres.
Semanas antes iniciaron una travesía vía terrestre con la esperanza de llegar y establecerse en Estados Unidos. No dimensiono su caminar, su travesía. No es posible para mi pensar que niños y niñas tan pequeños deban inscribir en sus biografías la narrativa de la movilidad como único proyecto posible.
Es una mañana fría de junio de 2022. A la pista del aeropuerto La Aurora en Guatemala ya han bajado dos vuelos “malditos”: el de las llamadas unidades familiares, en las que observo solo dos familias completas. Son en total 45 unidades de las cuales 43 son formadas por madres e hijos.
El otro vuelo, al que le llaman “el de la ICE” viene compuesto por 132 hombres y únicamente 3 mujeres. Son alineados en la pista antes de ingresar a cumplir los protocolos. En ese momento su desparpajo combinado con enojo por el proyecto fallido los hace un grupo intimidante: ¡Viva Guatemala! Gritan de forma Irónica; ¡tenemos hambre! Dicen algunos con total honestidad.
En este vuelo vienen varios hombres uniformados con vestimentas que la administración migratoria estadounidense les ha provisto, en una especie de acción correctiva que empieza por despojarles su identidad, su subjetividad.
Esa mañana en el vuelo de las unidades familiares el número de niños y niñas que ingresan es superior al de personas adultas: 68 y 57 respectivamente. Lo que significa no más ni menos la fractura absoluta que nuestras sociedades centroamericanas están presentando, hipotecando un incierto futuro.
Pocas observaciones participantes me han golpeado tanto como esta que comparto. Quisiera haber visto algo distinto pero la realidad es otra.
Me quedo con la imagen de los niños que juegan porque eso es lo que deben hacer los niños en un mundo como hoy. La esperanza en sus juegos debería ser declarada como tantas otras cosas intangibles un asunto de política pública.
Abogo por eso.
Imagen del Centro de Atención para Migrantes Retornados (CAMR), Fuerza Aérea de Guatemala. 2 junio 2022.
Imagen del Centro de Atención para Migrantes Retornados (CAMR), Fuerza Aérea de Guatemala. 2 junio 2022.
Fotos: archivo personal con imágenes del Centro de Atención para Migrantes Retornados (CAMR), Fuerza Aérea de Guatemala. 2 junio 2022.
El anacrónico Bloqueo de Estados Unidos contra Cuba instaurado por Kennedy en 1.962 aunado con la irrupción de la pandemia del coronavirus habría abocado al pueblo cubano a una asfixia económica sin precedentes desde la crisis vivida en el llamado “período especial” de inicios de los 90.
Cuba y la Guerra Fría 2.0
Los cambios propuestos por la Administración Trump tenían la intención de aumentar las regulaciones y la supervisión para dificultar a las empresas estadounidenses rubricar acuerdos con Cuba y que los ciudadanos estadounidenses continúen viajando al país. Estas decisiones fueron fruto de la extenuante presión de los destacados representantes cubanoamericanos Marco Rubio y Mario Díaz-Balart, ambos republicanos. Según un estudio realizado por Engage Cuba, la nueva política “le costaría 6.600 millones de dólares a la economía estadounidense y afectaría 12.295 empleos durante el primer mandato de Trump”. Por su parte, el exvicepresidente Mike Pence anunció la implementación de nuevas medidas contra dos compañías que transportan crudo venezolano hasta Cuba así como contra los 34 buques que utiliza PDVSA para tal cometido, con el objetivo confeso de provocar la “asfixia energética de Cuba” mediante la amputación del cordón umbilical que unen a Venezuela y Cuba, siguiendo la teoría kentiana del “palo y la zanahoria”, expuesta por Sherman Kent en su libro “Inteligencia Estratégica para la Política Mundial Norteamericana” (1949) y como traca de despedida, Trump volvió a incluir a Cuba en la lista de “Estados Patrocinadores del Terrorismo” hasta completar la cifra récord de 243 sanciones contra la Isla.
El objetivo confeso de EEUU era que la Isla se viera abocada a una asfixia de resultados imprevisibles tras el hundimiento del turismo provocado por la irrupción en la Isla de la pandemia del coronavirus. Así, en el paroxismo de la insolidaridad, EEUU bloqueó las compras y entregas de mascarillas, jeringas, ventiladores pulmonares y demás insumos sanitarios básicos para el tratamiento de pacientes con Covid-19, pues el objetivo último de EEUU sería conseguir el desabastecimiento total de petróleo, alimentos e insumos sanitarios vitales para hacer tambalear el actual status quo de la Isla.
Cambio geopolítico de la Administración Biden
A pesar de las esperanzadoras declaraciones de Joe Biden sobre su intención de reconducir las relaciones con Cuba, en una entrevista concedida a la CNN, el asesor de Joe Biden para América Latina, el colombiano Juan González , descartó un nuevo deshielo con Cuba y aseguró que “Joe Biden no es Barck Obama en la política hacia la Isla” al tiempo que añadió que “el momento político ha cambiado de forma importante”. Dichas afirmaciones se habrían visto corroboradas con el apoyo expreso de Biden a las recientes asonadas populares que serían la punta del iceberg de la nueva Revolución de Colores impulsada por la CIA al declarar que “nos unimos al pueblo cubano y a su clamoroso llamado por la libertad”, asonadas que terminaron diluyéndose en la nada.
La decisión de Biden de continuar con el endemismo del Bloqueo e imponer nuevas sanciones a destacados dirigentes cubanos podría generar un vacío de resultados imprevisibles en plena Guerra Fría 2.0 entre EEUU y Rusia que podría terminar por dibujar una nueva cartografía geopolítica en el Caribe y el conflicto en Ucrania habría sido el detonante del cambio de la percepción geopolítica de la Administración Biden para descartar una posible reedición de la Crisis de los misiles en Cuba y podríamos estar en la antesala de un nuevo período histórico en el que el papel geopolítico de la Isla se vería reforzada.
Así, asistimos al inicio de una época de deshielo en las relaciones Cuba-EEUU que aunque no alteran la cruda realidad de un embargo anacrónico, significan la flexibilización de ciertas medidas implementadas por la Administración Trump, como la reanudación de vuelos comerciales a varias ciudades cubana, la suspensión del límite de 1.000 dólares en el envío de remesas así como la ampliación de visas y el apoyo a un amplio acceso universal de Internet en la Isla, medidas calificadas pro el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano como “ un paso limitado en la dirección correcta” y se verán reforzadas por la pronta salida de Cuba de la Lista de “Estados Patrocinadores del Terrorismo” que impedían al Gobierno cubano acceder a ayudas económicas de organismo internacionales como el Fondo Monetario Internacional.
El viernes seis de mayo pasado, ocurre una explosión en el hotel Saratoga de Cuba, e inmediatamente al hacerse noticia viral e internacional, comienzan las especulaciones en torno al suceso.
La intención de este escrito es, evidenciar que la oposición cubana inmediatamente la catástrofe, conociendo su maldad, vomita, según la escritora cubana Arleen Rodríguez Derivet en su artículo “Chapeando: El odio no perdona ni las tragedias”, “Indigna mucho, pero no sobra saber qué dicen los odiadores en circunstancias tan terribles, porque muestran su desprecio profundo por el dolor del pueblo. Son los mismos que cuando aún no se conocía la causa, comenzaron a diseminar en las redes la idea de que había sido un atentado con bomba a modo de protesta”.
Ellos y ellas, hubieran deseado fuera un atentado, de los muchos que se han sucedido en Cuba y que ellos han apoyado. Atentado que quizás, ellos hubieran respaldado, o quizás, (y lo dudo) los hubiera tomado de sorpresa.
Otros más enfermos, como lo señala el abogado y periodista Michel E. Torres Corona, en su artículo “Saratoga”, menciona “Si alguna lección se puede extraer de esa desgracia, si algo podemos aprender de esos días terribles, es que son momentos para la definición de aquellos dos bandos en los que Martí dividió al mundo. Mientras en Cuba se lloraba por aquel fatídico accidente, y hombres y mujeres de bien, sobre todo muchos jóvenes, se aprestaban a ayudar de cualquier forma posible, el bando enemigo, el bando del odio, mostró su peor rostro.
Tuiteros que se creen comediantes tratando de atacar a los que donaban sangre, o difundiendo disparatadas y malintencionadas hipótesis sobre un autosabotaje; dizques intelectuales que no pudieron ocultar su enfermiza satisfacción ante tamaña tragedia, que “dañaba al régimen”; personas que alguna vez fueron cineastas devenidos tristes payasos a golpe de chistes cínicos y abyectos.
También están los que hicieron caso omiso de la tragedia para impulsar sus agendas personales. Solo un mínimo de decencia hubiera hecho falta para que, al menos, guardaran respetuoso silencio. Sin embargo, ni a ese mínimo llegan”.
Lo que sí han proliferado, son noticias falsas, como lo hace usualmente la oposición cubana en EEUU y dentro de la isla caribeña heroica.
No obstante, sí recalcamos son los atentados verificables, causados por ellos, como el descrito por la escritora Rosa Emilia Elizalde, en su artículo “los héroes de Saratoga”, “decenas de muertos durante el sabotaje de la CIA al vapor La Coubre en el puerto de La Habana en 1960, la voladura de un avión civil con 73 pasajeros en 1976, una cadena de bombas en hoteles y restaurantes en la década del 90, el bloqueo sempiterno del gobierno de Estados Unidos –“acción canallesca”, lo llama el Presidente Andrés Manuel López Obrador”.
Algunos de estos atentados fueron financiados desde Estados Unidos y organizados por el salvadoreño Francisco Chávez Abarca, quien a su vez fue reclutado en 1996 por el anticastrista, el cubano Luis Posada Carriles. Chávez Abarca, junto con otro salvadoreño y cuatro guatemaltecos, sistemáticamente colocó bombas en discotecas, hoteles y clubes turísticos de Cuba. Chávez Abarca fue extraditado desde El Salvador a Cuba en 2010, donde fue juzgado por terrorismo y condenado a 30 años de prisión por terrorismo.
Obviamente, lo que continúan haciendo es, según el blog cubano “La niña de Guatemala”, en su artículo “Chapeando: los buitres y el duelo”, con relación al accidente del Saratoga, “cuando, desde sus plataformas de youtubers, algunos odiadores profesionales intentaron menospreciar y ofender los gestos profundamente humanos de los transeúntes casuales que terminaron siendo rescatistas en el momento justo”.
También citando al Guerrero Cubano, “Porque se advierten líneas de mensaje, casi idénticas, tratando de sacar provecho del dolor para acusar al gobierno cubano de estado fallido, de incapaz de lidiar con el accidente y, finalmente, insistir en el boicot al turismo. Se trata de acusar a la dirección del país de cualquier cosa, aunque las noticias generadas desde Cuba los desmientan minuto a minuto”.
Finalmente, señala el blog, “Los odiadores han tratado de conformar un escenario virtual, plagado de supuesta ineficacia, errores y miedo, totalmente de espaldas y en negación de la actitud del gobierno cubano, que ha ido dando, una tras otra, pruebas constantes de trabajo, de preocupación, de búsqueda de salvación o de alivio. Lo vimos aquel triste mediodía mientras se tomaban las decisiones, se reunía a los expertos, se apuraban las soluciones”.
Todo lo anterior, obviando que ya fue probado con creces, fue un escape de gas, un accidente. De igual modo, señalar lo escrito por Elizalde, en relación con el protagonismo del pueblo cubano y sus instituciones públicas para emergencias, “En Los soldados de Salamina, el novelista español Javier Cercas nos recuerda que “en el comportamiento de un héroe hay casi siempre algo ciego, irracional, instintivo, algo que está en su naturaleza y a lo que no puede escapar”. Es el que mira de frente el absurdo y la crueldad de la vida para hacernos más humanos, el que nos advierte que de la desesperación nace la lucha”.
Reseñamos, a su vez, el vómito detestable de la oposición cubana, reflejándose en lo anotado por Rodríguez Derivet, “Lo mismo asegura que desde el día anterior se esperaba la explosión, que más adelante afirma que no hubo reacción oportuna ni medidas de seguridad en la zona y que no había ni bomberos ni ambulancias para socorrer a las víctimas”.
De igual modo, Derivet señala que Alex Otaola, “llama a sus seguidores a boicotear el turismo y no viajar a Cuba, prueba que el propósito final es atacar la principal fuente de ingresos del país. Lo demás no importa. Ni siquiera el dolor que en numerosas familias y en todo el pueblo provoca una tragedia de esas dimensiones”.
Añadiendo, además, “La falta de seriedad y de respeto a sus propias audiencias, de la que hacen gala los odiadores, aflora en la absurda pregunta de Otaola sobre por qué extraen el camión pipo de gas, antes de escombrear totalmente el lugar”.
Obvio, que se deben buscar indicios de un posible atentado, utilizando el camión de gas, como lo señala Gerardo Moyá Noguera, en su artículo “Accidente en Hotel Saratoga”, “Ahora, por supuesto, vendrán las investigaciones de dicho escape de gas que ha sido mortífero para los cubanos fallecidos. El tiempo corre, pero los cubanos investigadores deben actuar con toda prudencia e investigar hasta las últimas consecuencias este maldito escape de gas”.
Finalmente, el portal opositor Cubanet, en el artículo de Ana León, “Explosión en el Saratoga: de la tragedia a la paranoia”, señalando, “Ya la prensa oficialista había declarado en reiteradas ocasiones que lo ocurrido fue producto de un lamentable accidente; pero la gente evocaba al fantasma del enemigo, la posibilidad de la bomba, del terrorismo, de la guerra. Aparte de los detalles escabrosos del siniestro, abundaban las especulaciones en torno a esa enorme bala de gas que milagrosamente no explotó, y que a esta hora tiene a media Cuba dudando de la versión oficial sobre los hechos”.
Y es lo único que vamos a citar de este medio opositor, ya que es la muestra más nefasta de lo que es manipulación, tergiversación, fake news, odio desmedido y muy lejano a la verdad, entre otros calificativos; manejados estos medios por seres sin escrúpulos y capaces de decir lo inimaginable.
La vida solo se puede entender mirando hacia atrás, pero se debe vivir mirando hacia adelante.
(Soren Kierkegaard)
El auge del capitalismo liberal y su globalización con la apertura mundial de mercados, por un lado, había provocado un crecimiento económico con progreso social muy importante para sectores de la población de Occidente como los Estados Unidos, Canadá y los países del centro de Europa, además, de Japón, Corea del Sur, Filipinas, Singapur y Hong Kong, entre otros, en Asia. Así mismo, parte de la población de algunos países de América Latina se habían beneficiado con dicha globalización, aunque existía el serio problema de un sector pobre marginado de ese progreso.
Por otro lado, teníamos la impresión de que, poco a poco, en este siglo XXI, el capitalismo liberal por necesidad se humanizaría perdiendo el aspecto de salvaje, y China con su apertura mundial al capital, a la empresa privada y a los mercados (con un gobierno de partido único marxista), las dos fuerzas que dominaban económica y militarmente al mundo se lograrían entender.
Los norteamericanos habrían aceptado que China no se volvería democrática, y, esta, no trataría de que los países que comerciaban con ella fuesen influenciados por el marxismo, por lo menos eso se pretendía.
La espectacular productividad de la industria, el desarrollo de los medios de comunicación partiendo de Internet y las redes sociales, y el crecimiento del comercio, harían que a la larga el beneficio llegara por fin a los pobres.
Nadie se acordaba ya las dos grandes crisis del siglo XX, la Primera y Segunda Guerras Mundiales y sus horribles secuelas de destrucción de la infraestructura de Europa y, sobre todo, la miseria y sufrimiento que causaron a decenas de millones de personas, con la muerte de sesenta millones de inocentes seres humanos.
Las grandes diferencias entre el comunismo y el capitalismo parecían haberse acabado con la globalización de los mercados. Parecía que la democracia podría continuar expandiéndose y los derechos humanos serían reconocidos por todo el mundo, y, los países se volvían muy interdependientes económicamente hablando.
Y si bien, la sociedad del siglo XXI aún seguía llena de problemas, la creciente prosperidad de un sector llenaba la atmosfera de un optimismo sin precedentes que se respiraba en todos los continentes a finales del siglo XX. Existía, pues, una visión optimista de que el mundo estaba avanzando para mejorar; pero lamentablemente no fue así, el proceso de la globalización ya no progresa y la economía mundial se está ralentizando, han surgido toda clase de movimientos contra la globalización. Las empresas de occidente se han retirado de Rusia y comienzan a dar pasos para atrás en China y esta a mostrarse hostil contra los Estados Unidos por las restricciones que pone a sus importaciones. Como consecuencia de ello, la economía mundial parece estar dividiéndose en una occidental y en otra China, debido a que a las rivalidades económicas se le han mezclado rivalidades políticas e ideológicas y, por ello, hasta las cadenas de suministros se ven amenazadas por la incertidumbre política.
Ahora, nos hemos dado cuenta de que la conducta humana en las altas esferas de los gobiernos del mundo obedece no solo a imperativos políticos o económicos, sino también a motivaciones más profundas, tal parece ser el caso del autócrata presidente Putin de Rusia, quien aparte de desear ser temido, también quería ser respetado y hasta apreciado. No sucedió así, y al no tenérsele en cuenta, su odio a Occidente (ya existente antes por haber este causado la humillación de la disolución de la Unión Soviética) ha aumentado, en especial cuando ofreció que Rusia podría permanecer a la OTAN y fue rechazado, con cosas tan despectivas como que, sería meter el zorro el gallinero. Putin con la invasión a Ucrania ahora quiere para Rusia un papel protagónico en la historia mundial y al parecer lo está logrando.
China y los países con religión del islam (y ahora también Rusia), rechazan el sistema de vida norteamericano y de Europa central, señalando que Occidente en forma arrogante trata de imponer su sistema democrático al mundo, y que, para ello usa la globalización con su sistema de mercado, su publicidad, su sociedad de hiperconsumo. Tampoco lo aceptan por considerarlo muy materialista, así mismo manifiestan que sus costumbres son excesivamente liberales y su sistema de valores muy individualista e inconformista. Además, señalan que, el exceso de libertad de prensa genera desorden y, finalmente, rechazan las ideas de igualdad de la mujer, de género, de orientación sexual, de los derechos LGBTQ, ya que, no lo aceptan ni su religión ni sus costumbres. Incluso responsabilizan a Occidente por el narcotráfico existente y su ascenso.
Visto así ya no solo la economía no parece estar convergiendo sino divergiendo, al igual que las costumbres. A lo anterior se suma el grave problema de que las religiones protestantes y sus pastores desean adquirir poder político (de hecho, ya lo tienen) En Estados Unidos Donald Trump se apoyó en ellos para triunfar en las elecciones del 2016, lo mismo ha sucedido en Latinoamérica, y eso choca con algunos aspectos de la democracia existente y las libertades adquiridas.
Antes parecía que las democracias eran estables y los regímenes autoritarios se acabarían con el tiempo, ahora hay desilusión, porque las democracias no han resuelto muchos de los problemas existentes, en especial la pobreza extrema y, en cambio, han permitido el enriquecimiento de unos pocos millonarios en cientos de miles de millones de dólares, incluso, en el periodo de estos dos últimos años donde debido a la pandemia viral, el 99% de la gente vio disminuir sus ingresos. A lo anterior se suma el exceso de burocracia privilegiada a que da lugar la democracia y a la corrupción demostrada que la acompaña desde sus inicios en la Grecia antigua.
El peor golpe dado a la democracia se lo propinó Donald Trump, un ególatra y autócrata presidente de los Estados Unidos. Habiendo perdido las elecciones ante Joe Biden, declara que se las robaron, que hubo sinvergüenzada, y, más de 50 millones de sus partidarios republicanos le creen. El 6 de enero del 2020, incita a una masa enardecida de fanáticos, que él llamó a una concentración (el día en que el Congreso de ese país reconocía al nuevo presidente), para que asalten el Congreso, lo que hacen sin que él como presidente llame al ejército para que la controle. El asombro y la decepción del mundo son terribles, no podían creer lo que se oía y veía. La democracia más respetada, estaba en entredicho y, lo peor, eso desprestigiaba y debilitaba este sistema político a nivel mundial. De hecho, persiste el temor de que los norteamericanos, cansados por los problemas tenidos por los demócratas en el periodo presidencial (2020-2024) de Joe Biden, muy bajo en las encuestas de popularidad debido entre otras cosas a la desastrosa partida del ejército de Afganistán, la falta de presupuesto para cumplir con las promesas de campaña y la alta inflación que afecta los bolsillos de los estadounidenses, vuelvan a elegir a Trump, terminando así de destruir la democracia en los Estados Unidos y los acuerdos hechos con la OTAN y el resto del mundo.
Recordamos cómo en diciembre del 2020, el optimismo reinante, recibió una ruda y horrible sacudida, debido a la aparición de una pandemia viral, que a abril del 2022, ha causado la muerte a 6 millones de personas y contagiado a más de 500 millones, amenazando al mundo entero, sanitaria, social y económicamente con una debacle y contribuyendo a la aparición o agravar, la crisis existencial contemporánea de incertidumbre, ansiedad, temor y tristeza que millones de personas sufren en todo el mundo.
Como ya señalamos, el autócrata presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien debe ser un admirador del filósofo Thomas Hobbes, el cual consideraba que el autoritarismo y el absolutismo son la única forma de gobierno que garantiza el orden, ante el temor de que su vecino Ucrania se alíe con la OTAN, pero sobre todo temeroso del ejemplo que una Ucrania democrática puede darle a su país, invade primero la península de Crimea sin qué Ucrania o la OTAN reaccionen y, siguiendo una línea ya acostumbrada, como hizo con Chechenia y Georgia, en marzo 2022, le declara la guerra a Ucrania con una invasión aterradora que está destruyendo toda la infraestructura de ese país y asesinando con bombardeos por aire y tierra a miles de personas inocentes. Ahora Putin, con su rigidez totalitaria y al causar tal destrucción hace correcta la famosa frase de Hobbes: «Lupus est homo homini» («El hombre es un lobo para el hombre»).
Los efectos negativos de dicha guerra repercuten en el mundo entero. Se eleva rápidamente el valor de la gasolina, el gas y el carbón, el valor de los granos (maíz y arroz) que produce el granero que era Ucrania, se encarece el transporte, la inflación mundial se dispara, comienza una guerra cibernética de hackers a favor y en contra de Rusia, lo cual pone el peligro al resto de las redes de los negocios ya sea de tipo bancarios, sanitarios, militares y muchos otros más. Finalmente se inicia una escalada para militarizar a los Estados Unidos y los países de la OTAN, lo mismo a Rusia y China, en detrimento de gastos en salud o para disminuir la pobreza.
Ahora no solo el sufrido pueblo de Ucrania, sino todo el orbe se lamenta: qué mala suerte, no hemos salido de la pandemia viral mundial, que a ratos parece cobrar nueva vida, y sufriendo aún las consecuencias de esta, tenemos que cargar con los problemas que la guerra en Ucrania nos causa.
Las personas se preguntan: ¿cuándo terminará la pandemia viral? ¿Por qué la guerra? ¿Que nos va a pasar? ¿Cómo enfrento los problemas que están apareciendo? ¿Cuál es el futuro mío y sobre todo de mis hijos? ¿Habrá trabajo para ellos? ¿Continuaré trabajando virtualmente o volveré al trabajo presencial? ¿Cómo nos van a afectar los grandes cambios tecnológicos, incluyendo a Internet y sus redes sociales, sumado a ello el uso creciente de inteligencia artificial en el trabajo? ¿Estará asegurada mi pensión? ¿Los trabajos serán permanentes o transitorios?, ¿presenciales o virtuales o ambos?, ¿parciales o a tiempo completo? ¿Se podrá frenar la violencia criminal que nos afecta? ¿Cuánto durara la guerra y sus consecuencias? ¿Se podrá controlar esta pandemia viral?
A lo anterior se suman los problemas del narcotráfico que afectan a el mundo, dando lugar a una gran cantidad de crímenes provocados en diferentes países por jóvenes sicarios de edad entre 15 y 10 años, a quienes nos les importa matar ni que los maten, todo ello por asuntos de drogas. Y, para finalizar, la gente teme que un holocausto nuclear borre de la faz de la Tierra a la especie humana.
Es así como millones de personas en todo el mundo están llenas de dudas, pesimismo y profundos cuestionamientos acerca de los actos y decisiones que deben tomar en su existencia. Esta crisis, aunque debería afectar más al pobre, en realidad afecta a ricos y pobres, mujeres y hombres, jóvenes y viejos, de sociedades democráticas o de dictaduras de personas o partidos. Pero como ya hemos visto, el ser humano es gregario por naturaleza y no puede vivir sino es en sociedad, surge por eso, a la vez, una serie de interrogantes sobre si la crisis afecta ya no solo a personas, sino a una parte importante de la sociedad contemporánea como conjunto.
La crisis existencial se refiere al periodo en la vida de una persona, caracterizado por grandes cuestionamientos acerca de la razón de vivir y actuar en relación, a las experiencias y problemas que en un momento dado está sufriendo o pasando y lo tienen angustiado. Pero en estos últimos tiempos, esta ansiedad es generada no solo por lo que le sucede a él, sino por lo que él ve está sucediendo y sufriendo la sociedad que lo rodea, lo cual se suma o precipita su crisis existencial. Nadie es frío ante el conocimiento de que millones de pequeños negocios han quebrado durante la pandemia viral, y peor, si uno trabaja o depende de alguno de esos. Aparte de que la economía de cada uno y de todos los países se ha visto afectada y eso causa problemas a todos. A lo anterior se agregan las secuelas serias en la salud que han quedado a los contaminados con el virus, y, a los millones de trabajadores de la salud que atendieron a enfermos graves en las unidades de cuidados intensivos, con gran riesgo para ellos y sus familias, y el terrible trauma emocional de ver morirse a miles de ellos sin poderlos ayudar. Ya, Soren Kierkegaard (1813-1818) señalaba:
El hombre, como individuo se plantea el problema del misterio de la existencia, a través del cual pretende comprender la realidad del mundo en que vive, al encontrarlo problemático eso lo afecta emocionalmente por el temor al futuro desconocido en época de crisis y que él cree no va a lograr superar.
Por supuesto no todas las personas sufren este tipo de crisis, pero quienes la experimentan pueden padecerla durante semanas, o meses o años. Ahora bien, como seres humanos tendemos muchas veces a culpar a otras personas de nuestros problemas, y la realidad es que, siempre estaremos buscando una respuesta mejor a la que existe. Jean Paul Sartre, uno de los filósofos del existencialismo de la década de los 40 del siglo pasado dice, «todo lo que hacemos parte de una decisión personal y, por consiguiente, somos completamente responsables por nuestro estado».
Uno de los problemas de la sociedad es que, la gente se angustia porque habiendo puesto su fe en la ciencia, «creen» que esta tardó mucho en producir una vacuna, y aún no se ha producido un medicamento curativo o preventivo. No se acuerda que antes el tiempo para producir una vacuna era de varios años y ahora se produjo en menos de un año. Pero en todo caso, la ciencia no tiene respuesta para todos los problemas humanos.
A lo anterior se agregan los otros peligros que se ciernen sobre la Tierra con el cambio climático generado en primer lugar por los cambios cíclicos de la naturaleza en ese sentido, como son las erupciones volcánicas, agravado ahora con la deforestación de bosques y selvas, la contaminación de ríos y mares, la emisión de gases procedentes de la combustión de motores, causando el efecto invernadero, con calentamiento de los mares y los trastornos secundarios a la fauna marina y a los seres humanos.
La sobrepoblación, es indudablemente otro problema serio. Hay ya 7,500 millones de personas, que claman por tener derecho a los recursos mínimos para poder sobrevivir, en el campo alimentario, educativo, de trabajo y hasta de diversión; las estadísticas señalan que por lo menos cuatro mil millones de esos seres humanos viven en la pobreza.
Nuestra especie ha destruido por diferentes causas a cientos de otras especies de animales, y en la actualidad estamos acabando con la fauna marina, en especial por la pesca indiscriminada de tiburones, ballenas, el bacalao, el salmón y muchas otras más. Al talar bosques y selvas para usar esos espacios para áreas de cultivo, carreteras, y la ampliación o fundación de pueblos y ciudades, aumentamos el problema de la muerte de muchos animales silvestres y el calentamiento global.
Jamás pensamos que en el siglo XXI se podría producir una guerra entre dos países como Rusia y Ucrania y menos con el ensañamiento y la maldad vista al presente.
Una pregunta que la gente se hace es, si las diversas democracias de Europa y la de Estados Unidos, Canadá, Australia, etc., serán capaces de enfrentar unidas al absolutismo ruso o el comunismo de China. Lo anterior, cuando se aprecia la división político militar que parece estar surgiendo entre Rusia y China, además, de Corea del Norte-Vietnam-Cuba-Nicaragua-Venezuela, por un lado; contra los Estados Unidos, Canadá, Australia y la Europa de la OTAN. La duda para los países pobres se debe a que han visto cómo el humanismo de esos pueblos ha sido enterrado ya sea por el culto al Estado o bajo el culto al mercado, la pregunta es: ¿qué pasara?
Por lo menos en cuanto a política, en Latinoamérica la gente ha perdido la confianza en los políticos de los partidos tradicionales debido a los actos de corrupción que la prensa da descubierto entre muchos de los gobernantes y la empresa privada, e incluso entre el narcotráfico y las autoridades de diversos niveles del gobierno. Lo anterior debilita a la democracia, amén de que la globalización de la economía y de los capitales y la apertura mundial de mercado, al dejar a una parte de la población latinoamericana en la pobreza causa disgusto y rechazo. Ya los países no parecen confiar en los economistas, ni el Fondo Monetario Mundial ni el Banco Mundial, que ha sido los que han fomentado lo anterior.
No existe una institución supranacional que nos garantice la paz mundial, las Naciones Unidas (ONU) lo son solo de nombre no de hecho, su organismo de salud la OMS, no fue capaz de organizar adecuadamente al mundo para combatir la pandemia viral, nunca tuvo la suficiente autoridad para ello. Se vio cómo los países ricos cada uno jaló por su lado. Tenemos en este momento que, mientras en los Estados Unidos, Canadá, los países de Europa Central y nórdicos, su población esta vacunada en un 70% o más, en África apenas un 10% ha recibido la vacuna. Además, en pleno siglo XXI varios países están llenos de violencia y hasta terrorismo sin que la ONU los haya podido ayudar. Lo mismo sucedió ahora cuando las Naciones Unidas no pudo lograr un acuerdo para impedir la invasión a Ucrania por Rusia.
Y ni qué decir sobre la generalización del narcotráfico, la «peste social» del presente. Los Estados Unidos, padre de las estadísticas, nos relata la muerte de cientos de miles de personas ahí, aparte de la violencia que generan, y hay el temor bien fundado de que esté destruyendo la juventud de ello y de otros países. Y todo esto sin que las autoridades de salud como al FDA de Estados Unidos intervinieran a tiempo ya que permitieron la venta de productos adictivos por años.
Cuando pensábamos que Internet y sus redes sociales que habían convertido el mundo en una aldea de comunicación, resolverían el problema de la información mundial haciéndola asequible y dando lugar a una comunicación veraz para todos, no ha sucedido así. Para comenzar, han influenciado más a la población aumentado el consumismo desenfrenado. Nos encontramos pues, ahora inmersos en una sociedad de desinformación. Las redes sociales, manipuladas por el partido republicano desprestigiaron a Hillary Clinton en las elecciones del año 2016 para presidente de los Estados Unidos y como resultado fue electo por dicho partido Donald Trump.
Las noticias falsas están de moda y trastornan la forma en que los jóvenes ven al mundo. Incluso han servido para «reclutar» a algunos fanáticos creyentes del islam para los grupos establecidos de Al Queda, y otros más, que pretenden imponer por la fuerza (yihad) sus creencias y modo de vida. Otros grupos de religiosos protestantes cristianos están ahora participando en política y hacen adeptos por este medio, con el fin de influenciar las votaciones a favor de determinado candidato y así adquirir poder político más el religioso.
Preocupa que Putin dice que no parara la guerra que él ha iniciado por considerarla «justa» hasta liberar ciertas regiones de Ucrania, él piensa que al final, en Europa los consumidores no aguantarán el sacrificio económico (de comprar a mayor precio el gas y el petróleo de otros países), y no dejaran de consumir el gas y petróleo ruso, y esto será considerado por encima del sacrificio que el pueblo de Ucrania hace para enfrentar a los rusos, con lo cual se debilitan más los valores morales que dice tener la democracia. Por otro lado, China cree firmemente que para el 2050 ella será la primera potencia militar y económica del mundo y que, por ello, dictará los pasos a seguir a las democracias. Sin embargo, para finales de abril del 2022 está sufriendo de la pandemia viral con sus consecuencias económicas, la cual señalaba haber evitado y que, antes, azotó al resto del mundo.
El pueblo de Ucrania nos está dando un enorme ejemplo de valor, de amor por su tierra y por la dignidad humana, al preferir soportar una injusta guerra y morir que perder la libertad. Ese logro moral debe ser una fuente de inspiración para el mundo occidental.
Así pues, la crisis existencial afecta la libertad y responsabilidad de cada uno para tomar decisiones y afectan a la personalidad (emociones). Martin Heidegger afirmaba:
El ser humano no nace como un individuo apartado del resto del mundo, sino que ya desde el principio posee una dimensión social, pues la existencia humana viene marcada precisamente por la coexistencia con otras personas. Continuamente nos vemos obligados a encarar un más que incierto futuro, tomando decisiones sin saber exactamente qué consecuencias tendrán, de ahí que nuestra existencia se vea continuamente asediada por la culpa y la ansiedad.
En Costa Rica, hemos visto como la pandemia viral y sus restricciones y temores han causado tensión y ansiedad entre la población, ejemplo de esto es que se han visto triplicados los enfrentamientos entre estudiantes de colegios, dejando heridos de cierta gravedad, y los problemas mentales han aumentado importantemente según relatan las autoridades de salud, algo que parece ser universal.
El lector tal vez coincidirá conmigo sin ser pesimista, pero sí honestos, en que nuestra sociedad contemporánea, con todos sus sobresaltos y presiones ya enumerados, provoca que muchos de los seres humanos que la componen sufran individualmente o como conjunto de la crisis existencial ya señalada.
Pese al pesimismo expresado anteriormente sobre la impredecibilidad de nuestro futuro, la verdad es que nuestro mundo ha estado en grave crisis y al borde del desaliento en más de una oportunidad; tenemos el ejemplo de haber podido superar dos guerras mundiales y nos levantamos mejor y más desarrollados. Lo anterior pone en evidencia que, gracias a nuestra bien demostrada capacidad de lucha, a nuestra inteligencia y creatividad, sí logramos que en los políticos y dirigentes mundiales prive la razón sobre la pasión, es posible que los humanos logremos sobreponernos a la actual crisis y salgamos adelante.
Para que apareciera el Homo sapiens en la Tierra, fue necesario que se dieran una serie de condiciones casi improbables, aunado a dificultades que fue necesario superar; por ello, es factible que en el universo solo haya seres inteligentes en nuestro planeta. Somos una especie extraña en peligro de extinción, pero tenemos la esperanza de que eso no suceda jamás.
Shakespeare, por boca de un asustado Enrique IV expresa el miedo y la impotencia del hombre debido a la ausencia de certezas ante el caos de la mudanza : “¡Dios mío, si tuviésemos la opción de leer en el libro del destino y ver del tiempo las revoluciones, ver cómo la ocasión se burla y cómo llena el cambio la copa de Mudanza con diversos colores”.
Por caos entendemos algo impredecible y que se escapa a la miope visión que únicamente pueden esbozar nuestros ojos ante hechos que se escapan de los parámetros conocidos pues nuestra mente es capaz de secuenciar únicamente fragmentos de la secuencia total del inmenso genoma del caos, con lo que inevitablemente recurrimos al término “efecto mariposa” para intentar explicar la vertiginosa conjunción de fuerzas centrípetas y centrífugas que terminarán por configurar el puzzle inconexo del caos ordenado que se está gestando.
El citado” efecto mariposa” trasladado a sistemas complejos tendría como efecto colateral la imposibilidad de detectar con antelación un futuro mediato pues los modelos cuánticos que utilizan serían tan sólo simulaciones basadas en modelos precedentes, con lo que la inclusión de tan sólo una variable incorrecta o la repentina aparición de una variable imprevista provoca que el margen de error de dichos modelos se amplifique en cada unidad de tiempo simulada hasta exceder incluso el límite estratosférico del cien por cien, de lo que sería paradigma el Brexit, el triunfo de Donald Trump, la irrupción de la pandemia del COVID y la invasión rusa en Ucrania.
El biológo francés Jacques L. Monod en su ensayo “El azar y la necesidad” (1.970) explica que las variables del logos y el azar de la evolución humana serían aspectos complementarios de la necesaria adaptación evolutiva de los seres vivos ante los cambios drásticos para asegurar su éxito reproductor (supervivencia) con lo que asistiríamos a la irrupción de un “escenario teleonómico” en contraposición al llamado “escenario teleológico” vigente en las sociedades occidentales. El Brexit y el triunfo de Trump marcarán pues el finiquito del “escenario teleológico” en el que la finalidad de los procesos creativos eran planeadas por modelos finitos que podían intermodelar o simular varios futuros alternativos y en los que primaba la intención, el propósito y la previsión y su sustitución por el “escenario teleonómico”, marcado por dosis extremas de volatilidad que afectarán de manera especial a sistemas complejos como el Cambio Climático, la Detección y Prevención de Epidemias, los Flujos Migratorios, la Bolsa de Valores y el Nuevo Orden Geopolítico Mundial.
Así, tras la guerra de Ucrania, asistiremos al finiquito de la Unipolaridad de Estados Unidos y de su papel de gendarme mundial y su sustitución por la nueva doctrina de la Multipolaridad o Geopolítica Inter-Pares, formado por la Troika EEUU, China y Rusia (G3) así como a la irrupción en el escenario geopolítico de la nueva ola desestabilizadora mundial. Dicha ola involucionista estaría originada por causas económicas (el ocaso de la economía global); culturales (el declive de las democracias formales occidentales debido a la cultura de la corrupción); políticas ( tras la pérdida de credibilidad democrática de incontables gobiernos de países occidentales y del Tercer Mundo) y geopolíticas (la irrupción de un nuevo escenario geopolítico mundial tras el retorno al endemismo recurrente de la Guerra Fría entre EEUU y Rusia).
Desde hace varias décadas, al menos, se vienen anunciando, desde distintos sectores del orbe, la caída del imperio estadounidense. Algunos con una ansiedad notable y otros, observando algunos signos en la caída.
Según el profesor de historia en la Universidad de Wisconsin-Madison, Alfred W. McCoy, en su artículo, “La decadencia y caída del Imperio Estadounidense”, “Vista históricamente, la cuestión no es si EE.UU. perderá su poder global indiscutible, sino cuánto de precipitada y desgarradora tendrá la decadencia”. Según el historiador, “en lugar de las ilusiones de Washington, utilicemos la propia metodología futurista del Consejo Nacional de Inteligencia para sugerir cómo, estrepitosamente o con un quejido, el poder global de EE.UU. podría llegar a su fin en los años veinte de este siglo, futuro que se aproxima rápidamente”. El mismo autor propone que, “la decadencia de EE.UU. se encuentra en realidad en una trayectoria de 22 años de 2003 a 2025”.
Y es que, igualmente históricamente, McCoy señala, por ejemplo, que, algunos imperios han durado poco, iniciada su decadencia, “solo un año en el caso de Portugal, dos años, la Unión Soviética, ocho años, Francia, 11 años en el caso de los otomanos, 17 años para Gran Bretaña, y es muy probable que sean 22 años para EE.UU., a contar desde el crucial año 2003”.
De igual modo, el escritor Kirk Patrick Sale, indica “Todos los imperios terminar por derrumbarse: Akkad, Sumeria, Babilonia, Ninevah, Asiria, Persia, Macedonia, Grecia, Cartago, Roma, Mali, Songhai, mongol, Tokugawa, Gupta, Jemer, Habsburgo, Inca, Azteca, español, holandés, Otomano, Austriaco, francés, británico, Soviético, todos, todos cayeron, y la mayoría en unos pocos siglos”.
En términos generales, la caída del imperio estadounidense, ya se viene vislumbrando, “Pero, desde 2003, el sistema económico de EE.UU. ha dejado de ser lo que pretendía ser. Oficialmente, EE.UU. seguía siendo un país de “economía liberal”, pero todos podemos ver que ya no produce los alimentos que necesita, ni sus propios productos de primera necesidad y que además vive solo del saqueo”, según el artículo, “Nadie previó que EE.UU. se aislaría para morir: el fin de la dominación occidental”, del medio digital Cronicón.
Así mismo, los escritores Amy Goodman, Nermeen Shaikh, en su artículo “El imperio estadounidense está implosionando”, en una entrevista hecha a Cornel West, profesor de Práctica de la Filosofía Pública en la Universidad Harvard y activista afroamericano, expresa “los fallos que tiene la economía capitalista depredadora para satisfacer las necesidades básicas de comida, asistencia sanitaria y educación de calidad, de trabajos con un salario digno y, por otra parte, la desintegración de la clase política, la desintegración de la clase profesional… revela “como el imperio estadounidense está implosionando, de cómo se están tambaleando sus cimientos”.
En este sentido, el ya citado autor Alfred W. McCoy, en su artículo, “La decadencia y caída del Imperio Estadounidense”, dice “Simón Jenkins del Guardián británico, resumió la situación como sigue: “El derroche de dinero es asombroso. Los pagos de ayuda (estadounidenses) nunca se controlan, nunca se auditan, nunca se evalúan. La impresión es que la superpotencia mundial deambula inerme por un mundo en el cual nadie se comporta como debe… Washington reacciona como un oso herido en sus instintos imperiales, pero su proyección del poder es improductiva”.
Observemos el plano militar decadente-desventura de EEUU, donde el escritor Alfred W. McCoy, en su artículo, “La decadencia y caída del Imperio Estadounidense”, enfatiza al respecto, “En contra de la intuición, a medida que se debilita su poder, los imperios caen a menudo en imprudentes aventuras militares. Este fenómeno es conocido entre historiadores del imperio como “micro-militarismo” y parece involucrar esfuerzos psicológicamente compensatorios para salvar el escozor de la retirada ocupando nuevos territorios, por breve y catastrófico que sea. Estas operaciones, irracionales incluso desde un punto de vista imperial, producen frecuentemente gastos que desangran la economía o humillantes derrotas que solo aceleran la pérdida de poder”.
“En 2001 y 2003, EE.UU. ocupó Afganistán e invadió Iraq. Con la arrogancia extrema que ha marcado a los imperios durante milenios, Washington aumentó sus tropas en Afganistán a 100.000, expandió la guerra a Pakistán, y extendió su compromiso hasta 2014 y más allá, exponiéndose a desastres grandes y pequeños en ese cementerio de imperios infestado de guerrillas y con armas nucleares”.
Otra perspectiva de este asunto la plantea, el escritor James Petras, en su artículo “Cinco mitos y realidades del imperio estadounidense”, en su mito número dos “El imperio estadounidense se ha extendido con éxito debido a sus actividades militares, guerras, invasiones y equipos especiales para realizar asesinatos”, señalando, “En realidad, las guerras e intervenciones militares de EEUU han sido las armas menos apropiadas para construir un imperio, de lo que dan testimonio las prolongadas y costosas guerras en Iraq y Afganistán, así como la resistencia popular en Haití. Los avances imperialistas han ido por mejor camino a la hora de conquistar países a través de la menos costosa vía civil, intervención política, elecciones fraudulentas, organización y financiación de dirigentes de paja y de “fachadas” de organizaciones no gubernamentales, y sobornos a partidos políticos. Los casos de Ucrania, Georgia y Kirguizistán son ilustrativos. Otros éxitos anteriores incluyeron a Nicaragua y El Salvador en Centroamérica. En Sudamérica, la influencia económica, política e ideológica de EEUU y las alianzas estratégicas con supuestos partidos y regímenes de “centro-izquierda” han convertido con éxito a Brasil, Argentina, Bolivia, Perú y Ecuador en clientes libre-mercado del Imperio”.
No obstante, Petras concluye diciendo, “La debilidad estratégica del imperio de EEUU está en sus fracasadas intervenciones militares y en la destrucción sistemática de su estructura productiva y tecnológica dentro de EEUU. Mientras que la «superestructura» del Imperio sigue creciendo, la “base doméstica” de la República se derrumba con rapidez; políticos demagógicos promueven el fundamentalismo místico religioso, el chauvinismo militar y la especulación masiva en el terreno inmobiliario. El Imperio se derrumbará no por la competición con Asia o Europa sino porque ha llegado ser demasiado competitivo y ha destruido sus cimientos domésticos en el camino”.
Veamos el plano actual de la economía hacia abajo en EEUU, en este aspecto citamos nuevamente al autor Alfred W. McCoy, en su artículo, “La decadencia y caída del Imperio Estadounidense”, “Actualmente existen tres amenazas principales a la posición dominante de EE.UU. en la economía global: la pérdida de influencia económica debido a la disminución de su parte en el comercio mundial, la decadencia de la innovación tecnológica estadounidense y el fin del estatus privilegiado del dólar como moneda mundial de reserva”.
“En 2020, como se esperaba desde hace tiempo después de años de crecientes déficit nutridos por incesantes guerras en tierras distantes, el dólar estadounidense termina por perder su estatus especial como moneda de reserva del mundo. Repentinamente, el coste de las importaciones se dispara. Incapaz de pagar los crecientes déficit mediante la venta en el extranjero de valores devaluados del Tesoro, Washington acaba viéndose obligado a reducir su inflado presupuesto militar. Bajo presión dentro y fuera del país, Washington retira lentamente las fuerzas estadounidenses de cientos de bases en ultramar a un perímetro continental. Pero ahora, sin embargo, ya es demasiado tarde”.
Otro aspecto mencionado por McCoy es, “Una víctima del poder económico debilitado de EE.UU. ha sido su control sobre los suministros globales de petróleo. Acelerando por delante de la economía sedienta de gasolina de EE.UU., China se convirtió en el primer consumidor de energía durante este verano, una posición que EE.UU. ha mantenido durante más de un siglo. El especialista en energía Michael Klare ha argumentado que este cambio significa que China “fijará el ritmo de nuestro futuro global” “.
En el mismo tema económico, otro error garrafal camino a su destrucción, es el planteado por el analista Basem Tajeldine, quien subraya en su artículo “El declive del imperio financiero estadounidense”, “A las puertas de la tan esperada Cumbre de las Américas, Estados Unidos vuelve a recibir nuevos golpes que tienden a resquebrajar, aún más, su hegemonía en la arquitectura financiera global. Esta vez, el bofetón provino de sus propios aliados europeos. Las presiones y los chantajes del arrogante imperio estadounidense no pudieron impedir que países como Gran Bretaña, Alemania, Francia e Italia entren a formar parte al Banco Asiático de Inversiones para la Infraestructura (AIIB, por sus siglas en inglés) creado por la República Popular China”. Así mismo señala, “Las viejas e infames instituciones financieras internacionales: el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) dirigidas por las grandes bancas financieras privadas estadounidenses, que son responsables de las políticas económicas neoliberales impuestas en muchos países del mundo (para impulsar la globalización y asegurar la hegemonía estadounidense) están presenciando su propio ocaso”.
Para ir concluyendo este apartado, el autor Anneken Tappe, en su escrito “La economía de EE.UU. se contrae drásticamente en el primer trimestre de 2022”, informa citando a CNN, “La economía de EE.UU. se desaceleró en el primer trimestre de 2022, según revelaron datos de la Oficina de Análisis Económico. El producto interno bruto del país (PIB) (la medida más amplia de actividad económica) se contrajo a una tasa anualizada del 1,4% entre enero y marzo, en una reversión abrupta del fuerte crecimiento que registró el año anterior. Aunque un solo trimestre no marca una tendencia, sí representa una señal de advertencia sobre cómo va la recuperación: dos trimestres consecutivos de crecimiento a la baja cumplen la definición de recesión que comúnmente se utiliza”.
Para ir finalizando, deseamos reseñar lo que señala el ya citado autor, Kirpatrick Sale, en su artículo, “El colapso del imperio estadounidense”, al proponer cuatro motivos que explican el colapso de los imperios, incluido el de EEUU.
“La degradación medioambiental. Los imperios siempre terminan destruyendo las tierras y las aguas de las que dependen para su supervivencia, sobre todo porque construyen, cultivan y crecen sin límites, y el nuestro no es una excepción, incluso si aún nos queda por vivir la peor parte de nuestro ataque contra la naturaleza”.
“La sobrecarga económica. Los imperios siempre dependen de una excesiva explotación de los recursos, derivados generalmente de colonias que se hallan más y más alejadas del centro, y en su momento se derrumban cuando los recursos se agotan o cuando se hacen demasiado caros para todos, con la excepción de la elite. Es exactamente el camino en el que nos encontramos: se predice que el pico de la extracción de petróleo, por ejemplo, ocurrirá en uno o dos años, y nuestra economía se basa enteramente en un frágil sistema en el que todo el mundo produce y nosotros, en general, consumimos (la producción de EE.UU. es solo un 13 por ciento de su PIB)”.
“La sobre-extensión militar. Los imperios, porque son colonizadores por definición, se ven obligados a extender el alcance de sus fuerzas armadas más y más lejos, y a ampliarlas cada vez más contra colonias mal dispuestas, hasta que las arcas del estado se agotan, las líneas de comunicación se sobren-extienden, las tropas se hacen poco fiable, y la periferia resiste y termina por sublevarse. El imperio estadounidense, que comenzó su alcance mundial mucho antes de Bush II, tiene ahora unos 446.000 soldados activos en más de 725 bases reconocidas (y un sinnúmero secretas) en por lo menos 38 países en todo el mundo, más una «presencia militar» formal en no menos de 153 países en todos los continentes con la excepción de la Antártica – y casi una docena de flotas perfectamente armadas en todos los océanos”.
“El disenso y la agitación interiores. Los imperios tradicionales terminan derrumbándose desde adentro así como a menudo son atacados desde afuera, y hasta ahora el nivel de disenso dentro de EE.UU. no ha llegado al punto de rebelión o secesión, gracias a la creciente represión del disenso y a la escalada del miedo en nombre de la “seguridad de la patria” y al éxito de nuestra versión moderna de pan y circo, una combinación única de entretenimiento, deporte, televisión, sexo y juegos por Internet, consumo, drogas, alcohol, y religión, que insensibilizan efectivamente al público en general, llevándolo al aletargamiento”.
Para ir concluyendo, deseamos hacer referencia a, lo indicado por el medio digital Cronicón, cuando alude a la idea de encierro de EEUU, “Más que enfrentar a Rusia y China, Washington ha optado por replegarse hacia su imperio, por aislar a Occidente del resto del mundo para mantener la hegemonía de EEUU.”.
“Sabiéndose, supuestamente, inferior en el plano militar, pero económicamente superior, por ejemplo, en el caso ruso, “En otras palabras, en la práctica EEUU no está aislando a Rusia, sino que aísla a Occidente (el 10% de la humanidad) del resto del mundo, o sea del 90% de la humanidad”.
“Estamos siendo testigos de un fenómeno tremendamente sorprendente. EE.UU. logró que una mayoría de Estados se pusiera de su parte… pero son los Estados menos poblados del mundo. Todo parece indicar que Washington se ha quedado sin medios de presión sobre los países realmente interesados en ser independientes”.
“En la práctica, estamos siendo testigos del fin de cuatro siglos de dominación occidental y de los imperios instaurados por las naciones de Occidente. Estamos viendo el enfrentamiento entre maneras de pensar muy diferentes”.
Finalmente, señala, “Desde el año 2001, todos los dirigentes mundiales ven a los occidentales, y sobre todo a EE.UU., como una peligrosa fiera herida. No se atreven a enfrentarla y buscan la manera de dirigirla cuidadosamente hacia el matadero. Nadie previó que la fiera se aislaría para morir”.
Esta guerra entre Rusia y Ucrania es la última guerra preventiva en pleno siglo XXI. Fuente: https://wsimag.com/
A propósito de la invasión de Rusia a Ucrania
7 ABRIL 2022,
Juan Jaramillo Antillón
Abraham Lincoln, habiendo sido elegido presidente de los Estados Unidos, pero iniciándose en su periodo una guerra civil, entre los estados del norte y del sur (esclavista), decía:
Nosotros rezamos al Señor para que sea nuestra la victoria, porque creemos tener la razón. Pero los del bando contrario le rezan también pidiéndole la victoria, porque creen estar en lo justo. ¡Qué pensará el Señor de nosotros!
La guerra en la sociedad es la más cruel de las violencias, ya que no respeta edad, sexo, discapacidad, religión, ideología, trabajo y, además, destruye la infraestructura de los pueblos o países, y, sobre todo, lesiona la identidad que se estaban forjando los niños; figuras inocentes dentro del juego de la maldad de destrucción político militar de los hombres.
Desde la antigüedad remota al presente el hombre se dio cuenta de que, mediante la agresión que poseía como carácter innato para defenderse, si esta la ejercía en forma violenta, ya sea individual o en grupo, contra otros seres humanos podría obtener cosas como: alimentos, tierras, riquezas, esclavos, espacios naturales para usufructuarlos, etc. Esa actitud de violencia llevó a los humanos a atacar a otros humanos, conquistando así lo anterior, pero destruyendo y matando sin una verdadera necesidad y solo por el provecho que obtenía con esa conducta violenta.
Primero fabricaron armas con piedras y lanzas usando palos de los árboles, luego arcos y flechas, posteriormente hachas y mazos con los que lograban matar con mayor eficacia a los oponentes. Al aparecer los sumerios, en la Mesopotamia hace unos 6,000 años y en otros lugares, se agruparon en poblados y luego en ciudades, y, para proteger sus cultivos de las hordas nómadas que se los querían robar, organizaron grupos de personas para cuidarlos y defenderse de ellos. Con el tiempo a esos grupos se les llamó policías, y luego tropas o ejércitos.
Pero, al tener un ejército protector, surgió la tentación de conquistar otros pueblos o ciudades-estados y, desde entonces esto ya no nunca paró. Las herramientas para uso individual mediante la fuerza física pasaron a segundo plano al inventarse la pólvora, los rifles, los cañones y las bombas y entonces cada pueblo (si podía) y para no estar indefenso se dedicó a buscar cómo obtener las mismas y, armarse hasta los dientes para defenderse según se decía.
Fue así como comenzó desde hace siglos una carrera armamentista que persiste en la actualidad y que eufemísticamente las autoridades civiles y militares de cada país señalan es solamente para obtener el respeto y el temor a una represalia de un «probable agresor o enemigo». Pero, lamentablemente, el marco de la lucha violenta se fue ampliando hasta llegar a la Primera y Segunda Guerras Mundiales de inicio en los años de 1914 y 1939, donde los cultos y cristianos pueblos de Europa se enfrentaron destructivamente, extendiendo la guerra al Asia y haciéndola general. Lo peor es que los pueblos de Alemania e Italia y Japón fueron inducidos mediante el engaño a ir a la guerra sin una justificación adecuada.
No se entiende como los gobiernos de Europa cuando Hitler se anexó Austria, y luego Checoslovaquia, continuaron creyendo en sus cantos de paz, si, este megalómano dictador nazi había escrito lo siguiente:
La naturaleza no ha reservado el suelo europeo para su posesión para ninguna nación en particular, por el contrario, este suelo existe para el pueblo que tenga la fuerza para expropiarlo (Mein Kampf).
Después de un inicio triunfal del grupo nazi-japonés, los llamados «aliados», los Estados Unidos, Canadá, Rusia, e Inglaterra, y otras naciones devolvieron con sus armas la destrucción creada por los otros, dejando devastada la infraestructura de los invasores y devolviéndoles así todo el daño que habían provocado y dejándolos en ruinas con una pérdida de vidas humanas estimada en 60 millones de personas, quedando al final Europa y Japón destruidos.
Quedaron vencedores en 1945, dos grupos antagónicos ideológicamente hablando. Por el área del liberalismo, el capital y la democracia, los Estados Unidos, Canadá y los países del centro de Europa. Y la Unión Soviética y los países europeos adyacentes, así como China, Vietnam, y otros con ideología comunista. De todos es conocido cómo la Unión Soviética, con el ascenso en 1985 de Mijaíl Gorbachov, con el tiempo se fragmentó en Rusia y diversos países, quedando Rusia muy debilitada militarmente en cuanto a la división clásica de marina, ejército de tierra y aire, si se compara con la época recién pasada, pero infinitamente superior militarmente por ser una de las tres grandes potencias nucleares, junto con los Estados Unidos y China. Entre los tres pueden destruir varias veces a la humanidad.
Debemos apuntar que quien recurre a la guerra, se justifica aduciendo que lo hace por un motivo justo y señala que fue provocado por el contrario que traicionó su confianza de alguna manera. Para ello poseen sistemas de propaganda con expertos para convencer a las masas de su país de apoyar su decisión de hacer una guerra (mediante la violencia armada), y usualmente logrando que su pueblo se entere de lo sucedido, únicamente mediante sus medios de prensa.
Siempre existe un país agresor y uno agredido, al agresor no le agrada que lo señalen así. Al final solo los vencedores son los que pueden justificar su manera de actuar.
Debemos subrayar que ni Rusia ni los Estados Unidos son santos para confesarse con ellos, pues ambos representan a naciones que en diplomacia se dice que «no tienen amigos, solo intereses» y para demostrar eso voy a señalar los prolegómenos de esta guerra de Rusia contra Ucrania, cuyos antecedentes se remontan a antes de la Primera Guerra Mundial. En esa época Ucrania era un país independiente, pero, al formarse la Unión Soviética, esta la absorbió, pese a no desearlo ella, ya que, era el granero de Europa y Stalin les quitaba sus cultivos y aterrorizó y masacró esa nación por años.
Al desintegrarse la Unión Soviética en 1989 quedó como Rusia y una serie de países que conformaban la Federación Rusa, quedando Ucrania independiente, pero supuestamente bajo el amparo de Rusia y con presidentes prosoviéticos. Sin embargo, en el 2014 el pueblo derrocó al último de esos presidentes (según Putin, con ayuda de EE.UU.) y fue elegido en su lugar un «comediante» llamado Volodimir Zelenski (durante esta guerra ha demostrado ser todo un valiente señor) quien, escuchando el clamor de democracia de su pueblo, estaba tratando de lograr que su país entrara a la organización militar europea y de Estados Unidos, la OTAN. Putin no acepta el expansionismo de la OTAN, pues se acercaba a su país, y por ello esta invasión, que de todos modos era esperada, ya que en el 2014 se había anexado la península de Crimea aduciendo que el 60% era una etnia rusa que hablaba dicha lengua, además de estar una base naval de Rusia. Por otra parte, una Ucrania democrática era un mal ejemplo para Rusia.
De última hora y debido a la tremenda destrucción de su nación, hoy 15 de marzo, Zelensky dice a la prensa que él promete que Ucrania no entrará a la OTAN.
Esta guerra entre Rusia y Ucrania es la última guerra preventiva en pleno siglo XXI; lamentablemente, según la prensa, se está cometiendo un genocidio con el pueblo de Ucrania, ya que hay un exterminio sistemático no solo de la infraestructura, sino de vidas en las ciudades de Mariúpol y Kiev. Ahora todo depende de la capacidad para infligir daño al ejército ruso de parte de los militares ucranianos, y de la resistencia del pueblo.
Antes de hablar de la otra injusta guerra preventiva en este siglo, pero, en este caso, provocada por los Estados Unidos y otros países contra Irak, paso a señalar lo siguiente.
De 1979 a 1992 existió una guerra entre la Unión Soviética —luego Rusia— en contra Afganistán, donde el ejército soviético apoyó a la fracción socialista gobernante de ese país, que estaba enfrentado a los muyahidines, un grupo de guerrilleros afganos islámicos que pretendían el poder. Estos pudieron resistir a los rusos, debido a que los Estados Unidos, Inglaterra, Arabia Saudita e Irán (increíble la asociación) apoyaron con armas y dinero por años a esos guerrilleros de Afganistán. Rusia abandonó esa guerra después de 9 años de lucha y se retiró en 1992. Y Afganistán paso a ser un estado islámico.
Al desintegrarse la Unión Soviética, se formó la República de Chechenia por grupos de separatistas chechenos que declararon la independencia dejando de lado a los políticos prorrusos, por lo que, en 1994 el ejército ruso trató de recuperar esa República peleando (la primera guerra) sin lograrlo hasta el año 1996, fecha en que el ejército ruso dejó ese país. Sin embargo, las luchas entre facciones socialistas y de partidarios del islam, creaban gran inestabilidad, por la que Rusia amenazaba con invadir. Por esos tiempos un grupo de separatistas terroristas del islam provocaron atentados con muertes de ciudadanos soviéticos en varias ciudades rusas. Aunado a eso un grupo checheno proislamita y separatista invadió a su vecino Daguestán prorruso, y, entonces en 1999 Vladimir Putin ordenó un nueva la invasión rusa a Chechenia (la segunda guerra) para debilitar sus defensas. Después de un asedio feroz de varios meses de su capital Grozni, fueron vencidos. He señalado lo anterior para que no espere el pueblo de Ucrania una paz con Rusia, lamentablemente, van a ser masacrados por el ejército de esta nación quienes están ya bombardeando sin piedad a las ciudades de Mariúpol y Kiev, bajo la estrategia del terror acostumbrada ya por Putin en Chechenia, y ahora los habitantes de Ucrania viven bajo sus escombros, sin agua, luz, calefacción y alimentos y sus calles llenas de muertos, provocado todo ello para que se den por vencidos.
No olvidamos también que, después de la disolución de la Unión Soviética en el año 1991, Georgia había conseguido la independencia de Rusia (Moscú), pero, en el 2018 Rusia le hizo la guerra a Georgia al apoyar a dos separatistas y autoproclamadas Republicas, Osetia al sur y Abjasia (ambas siempre habían sido prorrusas, aunque pertenecían a Georgia). El ejército ruso aplastó al de Georgia y esta perdió la guerra y las regiones.
En septiembre del 2001 el pueblo de los Estados Unidos vio con horror cómo su país, el más fuerte del mundo militarmente hablando, fue atacado en su propia tierra por un grupo de terroristas islamista que destruyeron dos edificios de Nueva York, llamados las Torres Gemelas, asesinando a tres mil personas. La respuesta fue un justo y contundente ataque contra Afganistán (país al que habían ayudado a combatir contra Rusia), y gobernado por los talibanes que albergaba al grupo terrorista de Al Queda cuyo cerebro era Osama bin Laden, un rico terrateniente de Arabia Saudita. Muy rápidamente los estadounidenses derrotaron a los talibanes y los exilaron. Después de 20 años de ocupación y habiendo fracasado en democratizar esa nación, salieron a toda velocidad en septiembre del 2021.
En el presente siglo XXI la otra guerra «preventiva» injusta ha sido la Invasión de Irak en el 2003, por los Estados Unidos y otros países, aduciendo que Sadam Husein, su presidente, tenía armas de destrucción masiva, pese a que, las Naciones Unidas (ONU) había señalado que no era cierto, lo que en realidad se deseaba era el control de su petróleo y tener un país supuestamente democratizado en el Medio Oriente. Nunca se demostró la existencia de esas armas; al final los norteamericanos dejaron Irak varios años después en el 2011. Esta guerra tuvo un gigantesco costo en dinero y vidas, que, como siempre, lo pagó el pueblo norteamericano, dejando a Irak muy destruido, con un gobierno poco popular y lleno de terrorismo entre las facciones chitas y sunitas de ese país.
Recordemos también que, para el pueblo de los Estados Unidos, el abandono de Afganistán significó no solo una derrota militar, sino sobre todo una sangría económica, ya que mantener una guerra como esa por 20 años, tuvo un costo de $2.3 billones. Pero, sí hubo ganadores, ya que fue un gran negocio para la industria de guerra de ese país donde varias empresas privadas se llenaron los bolsillos con miles de millones de dólares gracias a contratos con el Pentágono.
Lo que es difícil de entender, es, cómo es posible que la «inteligencia militar» de los Estados Unidos haya podido creer que Afganistán e Irak, pueblos cuya religión es el islam puedan ser adoctrinados ideológicamente tratando de hacerlos democráticos, ya que para eso deberían dejar su religión donde el Corán rige todas las actividades de la vida de los pueblos. Por cierto, ni siquiera Alejandro Magno, que conquistó Persia (que incluía a Irak) y el resto del mundo conocido, quiso conquistar Afganistán ya que consideraba esas inhóspitas montañas y a sus guerreros, difíciles de dominar.
Sigmund Freud, escribió a propósito de la guerra:
La evolución no hace más dóciles y humanas las técnicas bélicas, sino que las convierte en más crueles e insoportables… Nos sentimos confundidos al no poder reconocer la diferencia entre el extranjero y el enemigo, se descubre que la rivalidad y la enemistad están dentro de nosotros mismos… Esto se deriva del hecho de que ser hombre no equivale para nada a tener humanidad; además, la guerra marca el final del sueño de una existencia pacífica.
Se ha señalado que para evitar las guerras tiene valor la frase si vis pacem para bellum: «si quieres la paz, prepara la guerra», como una primicia preventiva para evitar un conflicto, supuestamente del famoso general y filosofo chino Sun Tzu, quién en el año 544 a. C., señaló que lo anterior puede dar resultados. Sin embargo, hay muchos ejemplos a través de los siglos que contradicen esto, ya que en la antigüedad al armarse un país con el correr del tiempo atacaba a otros.
Ejemplo de esto, las constantes guerras entre las ciudades/Estados de las civilizaciones sumerias, acadias, babilonias, asirias, Persia contra los griegos, Esparta vs Atenas, esta contra Tebas, Macedonia contra todas las griegas, Alejandro conquistando Persia, los romanos conquistando el mundo, y peleando entre sí y por las provincias y mucho antes, las luchas de los cananeos contra los israelitas y estos contra los filisteos y luego contra los palestinos; los mongoles descendientes de Gengis Khan invadiendo China y luego el Oriente Medio y hasta Europa y lo mismo los hunos de Atila; el profeta Mahoma después de apoderarse de Medina y la Meca, sus seguidores los musulmanes conquistando tierras en el Medio Oriente y hasta España y la actual Turquía.
La guerra de los Estados Unidos contra España por Cuba y Filipinas. La invasión del ejército norteamericano contra México, perdiendo este parte de su territorio. Las luchas entre la India y Pakistán por Cachemira. La invasión de japón a China. La guerra entre las dos Coreas. Las innumerables guerras entre los pueblos africanos. Las guerras ya descritas de Afganistán, Chechenia y Irak, y para no llenar páginas y páginas de las guerras habidas entre otros pueblos y países, finalmente llegamos a la invasión y guerra de Rusia contra Ucrania del momento actual. Lo raro es pues que el mundo tenga momentos de paz duraderos, hasta hoy el «hombre ha sido el lobo del hombre» como señalaba el filósofo Hobbes.
Por cierto, la sentencia latina citada antes y achacada a Sun Tzu, al parecer, en realidad pertenece al escritor romano de temas militares del siglo IV, Flavio Vegecio. Y subrayamos que a fin de cuentas no parecía estar equivocado, si un país se prepara para la guerra, evita esta. Pues desde 1948 al 2021, aunque ha habido muchas guerras y enfrentamientos entre países, sin embargo, no se ha presentado otra guerra mundial, debido al carácter disuasorio de las armas nucleares en posesión especialmente de los Estados Unidos, Rusia, China, la India y Pakistán e incluso Israel; esto ha evitado que los países árabes y musulmanes veinte veces más numerosos y que lo rodean, no la hayan vuelto a atacar.
La razón para evitar una guerra entre naciones con armas atómicas que podría dar como resultado la aniquilación total de los países enfrentados es precisamente ese elemento disuasivo. Ahora bien, en este momento hay el gran peligro de si Rusia continúa avanzando más allá de Ucrania hacia los países de la OTAN, o si esta y los Estados Unidos deciden, debido al genocidio a que Rusia está sometiendo a Ucrania, darle protección aérea o militar por tierra, la Tercera Guerra Mundial puede estallar.
El general prusiano Karl von Clausewitz decía que la guerra era la continuación de la política por otros medios y que usualmente los contendientes recurrían a esta cuando se estimaba que las ganancias superarían a las perdidas potenciales. Según él, este era el elemento racional de una guerra; los otros eran el odio, la enemistad y la violencia primitiva. Maquiavelo señalaba que, las causas que impedían la unificación entre las ciudades-estados de Italia eran diversas y complejas y generaban odios y pasiones entre facciones, pero había que llegar a un acuerdo al inicio buscando comprender las causas del enfrentamiento, y hacerles saber las consecuencias de una guerra con pérdida de vida y bienes materiales para disuadirlos de una guerra, ya que una vez que esta se inicia es casi imposible detenerla.
Albert Einstein, después de ver como su fórmula matemática E=mc2 había dado lugar a la bomba atómica, se volvió un pacifista fanático y luchó toda su vida para tratar de crear una institución supranacional más poderosa que la ONU, con el fin de que esta impusiera la paz y prohibiera la creación y uso de armas atómicas. Algo que no se ha logrado aún. Él decía «si surge una tercera guerra mundial, los pocos hombres que quedarán, harían una cuarta guerra solamente con piedras, pues serían las únicas armas que conseguirían».
Finalmente, a propósito del empleo de armas atómicas, voy a dar a ustedes un resumen de un discurso que Gabriel García Márquez envió para ser leído al inaugurarse la Universidad de la Paz en Costa Rica.
Un minuto después de la última explosión, más de la mitad de los seres humanos habrá muerto, el polvo y el humo de los continentes en llamas derrotarán a la luz solar, y las tinieblas absolutas volverán a reinar en el mundo. Un invierno de lluvias anaranjadas y huracanes helados alterará el curso de los océanos y los ríos, cuyos peces habrán muerto de sed en las aguas ardientes y los pájaros no encontrarán el cielo, las nieves perpetuas cubrirán el desierto del Sáhara, la vasta Amazonia desaparecerá de la faz del planeta… Los pocos seres humanos que sobrevivan al primer espanto, y los que hubieran tenido el privilegio de un refugio… solo habrán salvado la vida para morir después por el horror de sus recuerdos. La Creación habrá terminado. En el caos final de la humedad y las noches eternas, el único vestigio de lo que fue la vida serán las cucarachas.