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Etiqueta: elecciones municipales

Libro: “Las Cinco Elecciones Populares de Alcaldías e Intendencias 2002-2020”

En un detallado viaje por las sendas de las elecciones locales en Costa Rica, el autor Jorge Hernández Tercero nos presenta su obra «Las cinco elecciones populares de alcaldías e intendencias 2002-2020«. Publicado por la editorial EDINexo, este libro emerge como un faro analítico que ilumina los resultados de las cinco trascendentales elecciones que dieron forma al paisaje político local en las últimas dos décadas.

La crónica comienza recordándonos el hito histórico que marcó el camino hacia la democracia local en Costa Rica: la entrada en vigor del Código Municipal el 18 de julio de 1998, bajo la Ley 7794, un texto legislativo que no solo aprobó el código actual sino que, al mismo tiempo, derogó su predecesor. Sin embargo, la verdadera innovación surgió con la disposición de que, a partir del año 2002, la dirección de las Alcaldías e Intendencias sería encomendada a aquellos que lograran el respaldo popular mediante elecciones generales.

Este texto, estructurado en 10 capítulos, es mucho más que un recuento de eventos electorales; es una inmersión profunda en la maquinaria democrática costarricense. El capítulo inicial establece el marco jurídico que gobierna las Alcaldías, explorando con detalle los requisitos, impedimentos, atribuciones, obligaciones, prohibiciones, la pérdida de credencial y hasta la destitución aplicable a alcaldes y alcaldesas.

El capítulo 2 sirve como prólogo, esbozando un resumen de los temas que se explorarán en los siguientes siete capítulos, cada uno dedicado a una de las siete provincias costarricenses y sus respectivos cantones. Este análisis se desglosa en secciones que abarcan desde partidos políticos inscritos, número de candidaturas, dominio partidario y personal en alcaldías, hasta votos válidos, legitimación porcentual, abstencionismo y la inevitable presencia de votos nulos y en blanco.

El capítulo décimo y último tiene la mira puesta en las elecciones de las Intendencias durante el periodo 2002-2020. Se destaca la importancia de secciones específicas del libro que se centran en votos válidos, legitimación porcentual y abstencionismo. El autor revela cómo un bajo porcentaje de participación electoral, especialmente en lo que respecta a los votos válidos, junto a la multiplicidad de candidaturas, puede generar una baja legitimación porcentual.

Es crucial destacar que los números presentados en este documento han sido procesados de acuerdo con las cifras oficiales proporcionadas por el Tribunal Supremo de Elecciones, respaldando la autenticidad de la información a través de resoluciones, publicaciones y su presencia en la página digital.

El autor subraya que las cifras electorales presentadas en este texto no llevan consigo juicios ni valoraciones políticas o sociales. Deja la tarea de interpretar y evaluar estas cifras a aquellos lectores que se otorguen el favor de adentrarse, total o parcialmente, en este esclarecedor documento.

La presentación concluye con una visión anticipada hacia las próximas elecciones de alcaldías e intendencias programadas para el 4 de febrero de 2024. La entrada en vigencia de la Ley N.° 10183, que limita la reelección indefinida de las autoridades locales, se vislumbra como un catalizador que modificará significativamente el panorama político y partidario en estas esferas, cuestiones cruciales cuantificadas con minuciosidad en este documento.

En resumen, «Las cinco elecciones populares de alcaldías e intendencias 2002-2020» no solo es un registro histórico, sino una herramienta para la comprensión profunda de la democracia local en Costa Rica. Bajo la pluma analítica de Jorge Hernández Tercero, este libro se erige como un faro de conocimiento en el vasto océano de la política costarricense.

Información compartida con SURCOS por Jorge Hernández Tercero.

Aspirantes a la alcaldía de San Carlos responden – lucha contra la corrupción

Por Marco Tulio Araya Barboza
Periodista

PREGUNTA 2

¿Qué medidas concretas tomará para evitar la corrupción en el gobierno local?

Juan Carlos Quirós
Partido Agenda Democrática Nacional (ADN):

Aplicar medidas drásticas y de acuerdo a la ley para despedir a los funcionarios que participen en actos de corrupción. Denunciar ante quien corresponda a regidores, síndicos o concejales que incurran en situaciones de corrupción.

Realizar capacitaciones en el personal sobre la importancia de la función pública, los deberes y por qué se debe actuar acorde con lo establecido por la ley.

Fortalecer el departamento legal para que los acuerdos y gestión municipales sean transparente y según la legislación existente.

Nelson Ugalde
Partido Liberal Progresista:

Primero: cambiar la Alcaldía.

Segundo: se implementará un sistema de denuncias anónimas sobre irregularidades en los servicios, obras y otras acciones municipales que resguarde la seguridad de los ciudadanos denunciantes, con un sistema de intervención, y seguimiento.

Luis Fernando Solís
Partido Unidos Podemos:

Reestructuración Organizacional Administrativa, que incluye principalmente revisión y reorganización de la Auditoría Interna y los Departamentos de Control Interno y Contraloría de Servicios.

Jessica Miranda Méndez
Partido Unidad Social Cristiana:

Rendición de cuentas mensuales por medio de conferencias de prensa con la invitación de al menos un ministro de la República, publicación de acuerdos, proyectos, presupuestos y actas en las redes y páginas, visitas a los diferentes distritos al menos una vez al año para rendición de cuentas, reuniones con las diferentes asociaciones y comités de forma mensual.

Juan Diego González
Partido Liberación Nacional:

Es fundamental establecer una política de cero tolerancias a la corrupción y empieza por la alcaldía, es el primer funcionario llamado a dar el ejemplo en tener un comportamiento transparente y honesto. Adicionalmente, se deben digitalizar muchos procesos para que se pueda dar trazabilidad a los procesos y esto desaliente la corrupción. Además, creo fundamental fomentar la participación ciudadana y el acceso a la información para que los ciudadanos también sean vigilantes de la forma en que se están utilizando los recursos públicos.

Marvin Castillo
Partido Nueva República:

Según las cosas que últimamente han salido a la luz en cuento a la corrupción que se ha dado en los altos mandos de la municipalidad de San Carlos, podemos ver que lo principal ha sido el beneficiar a unos pocos en licitaciones, contrataciones y proyectos, nuestro principal objetivo es trabajar por el pueblo de San Carlos, incluyendo a los que no tienen amistades o intereses en conjunto, por esta razón garantizamos una gestión transparente sin favoritismos y con un control minucioso en contratación, licitación y aprobación de proyectos, no es por un partido, es por nosotros, es por San Carlos.

Vanessa Ugalde
Partido Progreser:

Creando un modelo de gestión municipal que permita llevar la trazabilidad de los trámites solicitados por los usuarios, esto dará rapidez, eficiencia y facilidad porque se podrían realizar trámites a través de la plataforma municipal que deberá modernizarse. Denunciando las irregularidades comprobadas ante el ministerio público y/o ejecutando lo que la ley me faculte.

SURCOS ofrece, como aporte el proceso democrático y a una elección consciente, una serie de entrevistas con las candidaturas a la elección municipal de febrero del 2024.

SURCOS explora la diversidad de candidaturas a la alcaldía de Alajuela de cara a las elecciones municipales de febrero 2024

Por Ihann Paniagua

En la antesala de las elecciones municipales que definirán el rumbo de Alajuela, SURCOS se adentra en el complejo entramado político presentando una variada gama de perfiles y trayectorias entre las personas que buscan ocupar la silla de la alcaldía.

Arturo Campos aspira por la Unidad Social Cristiana, destacándose como abogado con especialización en derecho notarial y registral, y estudios en administración de aduanas, además de su incursión en el ámbito empresarial en el cantón de Alajuela. Su cargo actual como secretario general del partido subraya su adhesión política, tras su intento previo como candidato a vicealcalde en el 2020.

José Luis Pacheco Murillo, representa a Renovemos Alajuela, primer partido cantonal del cantón de Alajuela. Es un conocido abogado y ex regidor municipal en el periodo 2016 – 2020. Busca la alcaldía, tras su postulación en el 2010. Pacheco muestra un fuerte compromiso con el combate a la corrupción y la promoción de la transparencia en la gestión municipal.

Max Mena, postulante por Progreso Social Democrático, combina sus roles como abogado y meteorólogo, destacándose en esta última profesión.

La candidata de Despertar Alajuelense, Patricia Guillén, abogada y actual regidora, persiste en su objetivo por la alcaldía después de su intento en el 2020.

Roberto Thompson, en representación de Liberación Nacional, ha sido dos veces alcalde, diputado de la República y viceministro de la presidencia, respaldado por su formación como abogado.

Kattia Arroyo, del partido Liberal Progresista, se presenta con formación en Ciencias Políticas. Asimismo, Rodolfo Martén, abogado y ex regidor municipal por la Unidad Social Cristiana, con experiencia diplomática como cónsul en Italia, ahora se postula por Unidos Podemos.

José Zumbado, postulante de Nueva Generación, se desarrolla como agente inmobiliario.

Juan Diego López, representa a Nueva República, aporta desde su experiencia como periodista especializado en investigación.

María José Fallas, es la representante del Republicano Social Cristiano, y a la fecha de publicación de esta nota no se ha logrado tener contacto con ella o su equipo de trabajo.

Humberto Soto, educador, actual alcalde municipal y ex regidor, expulsado por el comité de ética del partido Liberación Nacional, busca la alcaldía por el partido Nuestro Pueblo.

Pamela Mora, del Frente Amplio, destaca por su formación en ingeniería mecánica y ética de la investigación.

Con esta diversidad de perfiles y experiencias, la contienda por la alcaldía de Alajuela promete ser un campo competitivo y variado, reflejando la riqueza y pluralidad de visiones para el futuro de la localidad.

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Aspirantes a la alcaldía de San Carlos responden – proyectos estrella

Por Marco Tulio Araya Barboza
Periodista

PREGUNTA 1

¿Cuál es el proyecto estrella de su partido que lo ejecutaría sí o sí, si ganara las elecciones?

Vanessa Ugalde
Partido Progreser:

Tenemos varios:

  • En el área social, el «Proyecto Sebas» y la creación de un Centro Regional Integral Social e Inclusivo CRISI
  • En lo económico atracción de inversión para generar empleo, crear la ventanilla única.
  • En seguridad, fortalecer la policía municipal con la creación de la unidad canina y la colocación de cámaras de seguridad.

Juan Carlos Quirós
Partido Agenda Democrática Nacional (ADN):

Seguridad Alimentaria. Garantizarle un plato de comida a cada persona que vive en el cantón mediante coordinación interinstitucional liderar el proyecto. Realizar ferias del agricultor en cada distrito y en comunidades que las organicen. Para ello se aprovechará salones comunales, cocinas comunales, espacios públicos o municipales donde se instalará la Feria del agricultor.

Planificación estratégica para apoyar los emprendimientos y la incubación de proyectos que a futuro serán medianas y grandes empresas. Aprovechar el valioso recurso del INA, IINFOCOP, Instituto Tecnológico y la UTN para impulsar la creación de Cooperativas de Autogestión y Cogestión que serán fuente de la economía social solidaria. Apoyar y flexibilización de la tramitología municipal para el pequeño productor (artesanal, agricultor, ganadero, de maquila etc).

Nelson Ugalde
Partido Liberal Progresista:

Reestructuración Interna para beneficio del sancarleño para mejorar los servicios y obras en general.

Luis Fernando Solís
Partido Unidos Podemos:

Devolverle el poder de participación a las Comunidades mediante el fortalecimiento de los Concejos de Distrito.

Jessica Miranda Méndez
Partido Unidad Social Cristiana:

Liderar propuestas de atracción de inversión y reactivación económica para brindar mejores oportunidades de empleo.

Juan Diego González
Partido Liberación Nacional:

Seguridad, debemos ejecutar el proyecto del Centro de Monitoreo y Cámaras de Seguridad del cantón de San Carlos, usar la tecnología es fundamental para combatir la delincuencia. Adicionalmente debemos invertir en prevención, esto lo haremos con los jóvenes en las escuelas y colegios, también mediante programas de participación comunitaria.

Marvin Castillo
Partido Nueva República:

No podría limitarme a mencionar un solo proyecto ya que realmente nuestro proyecto estrella es trabajar por San Carlos, girar la llave de arranque de forma inmediata a una municipalidad q ha estado apagada y ejecutar los proyectos de suma importancia para los sectores más necesitados del cantón.

SURCOS ofrece, como aporte el proceso democrático y a una elección consciente, una serie de entrevistas con las candidaturas a la elección municipal de febrero del 2024.

Diversidad y Trayectorias: Candidaturas a la Alcaldía de Montes de Oca en el Radar de SURCOS

Por Ihann Paniagua Porras

En la ruta hacia las elecciones municipales de febrero 2024, SURCOS se sumerge en el entramado político de Montes de Oca, presentando perfiles diversos y experiencias singulares de las candidaturas a la alcaldía.

Gabriela Bolaños Gamboa, del Partido Liberal Progresista, emerge con una licenciatura en Comunicación y un bagaje de más de 25 años en la Administración Pública y destacada como Asesora Legislativa. Actual presidenta municipal, destaca por su habilidad para tejer alianzas cruciales para el cantón.

Por otro lado, Domingo Arguello, del Partido Unidad Social Cristiana, trae consigo una sólida formación en Administración de Empresas y es conocido como el rostro de «Domingo entre semana». Ya en 2020 se aproximó a la silla de la alcaldía bajo el estandarte del Partido Republicano Social Cristiano.

Julio Andrés Telles Madrigal, del Partido Liberación Nacional, se presenta con estudios en Ciencias Políticas y Derecho, desempeñándose como abogado.

La Coalición Gente Montes de Oca apuesta por Ana Lucía González, arquitecta y actual primera vicealcaldesa, mientras que la Coalición Somos Montes de Oca confía en José Rafael Quesada Jiménez, administrador de empresas con certificaciones en desarrollo social, productivo y ambiental, quien ocupa el puesto de segundo vicealcalde actualmente.

Rodolfo Villalobos, ingeniero, representa al Partido Unidos Podemos, mientras que el Partido Nueva República cuenta con Marco Quesada en sus filas.

Mario Ruiz, del Partido en Común, se ha destacado en ámbitos variados: desde artes gráficas, publicidad y música hasta una carrera jurídica con enfoque en el derecho administrativo, laboral y municipal. Además, fue regidor municipal en el periodo 2016-2020.

La diversidad de visiones y experiencias de estos candidatos refleja la riqueza de opciones para los votantes. SURCOS persistirá en proporcionar detalles y contexto para empoderar a los ciudadanos en este trascendental proceso democrático.

En la nota faltan María Barboza del Partido Justicia Social Costarricense y Eugenia Mora del Partido Nuestro Pueblo, ellas son candidatas a las que no pudimos contactar. Les extendemos una invitación abierta para que se comuniquen con el periódico SURCOS.

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Llamado a las personas luchadoras sociales y políticas progresistas y de izquierdas

El domingo 4 de febrero de 2024 son las elecciones municipales. Se eligen alcaldías, regidurías, sindicaturas y consejos de distrito.

Durante los últimos 30 años las Municipalidades han sido gobernadas por los partidos tradicionales. Los alcaldes diamante del PLN y PUSC han gobernado para beneficio personal y de esos partidos, favoreciendo unas pocas empresas y sus socios. Son los mismos de siempre. Huelen igual que las ciudades, feo, a corrupción, a negocios turbios y mal gobierno.

Tampoco son opción los partidos de alquiler, partidos taxi, partidos de rejuntados o partidos tureca. Esos buscan el mejor postor y no para beneficio de la ciudadanía. Llegan al poder local ya comprados.

En este panorama el Frente Amplio es la opción electoral para el electorado progresista, de izquierdas, que repudia la corrupción en las Municipalidades y que cree que los gobiernos locales pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de la población y a resolver problemas urgentes como la falta de agua y de vivienda, las carreteras y aceras en mal estado y la inseguridad.

El Frente Amplio es un partido político con candidaturas honestas que proponen un cambio verdadero en la gestión municipal: gobernar sin robar, gobernar con la gente y gobernar eficientemente. Los programas de gobierno elaborados con participación de la comunidad son la mejor carta de presentación del Frente Amplio.

El Frente Amplio está participando con su propia bandera amarilla y negra, en los siguientes cantones: San José, Pérez Zeledón, Desamparados, Goicoechea, Moravia, Vázquez de Coronado, Curridabat, Santa Ana, Aserrí, Acosta, Mora, Puriscal, León Cortés Castro, Alajuela, San Ramón, Palmares, Cartago, La Unión, Paraíso, Turrialba, Oreamuno, Heredia, Barva, San Rafael, San Pablo, San Isidro, Liberia, Cañas, Coto Brus, Montes de Oro, Limón y Siquirres. En coalición en los cantones de Montes de Oca y Belén.

El Frente Amplio agradece el apoyo electoral crítico a todas las candidaturas del Frente Amplio por parte del Partido Revolucionario de las y los Trabajadores (PRT), así como las muestras de simpatía de personas luchadoras sociales por la vivienda y colectivas feministas. Nos parece una posición constructiva, en condiciones donde se valora la unidad en la acción para enfrentar la ofensiva neoliberal de la nueva casta que encabezan Chaves-Cisneros, articular luchas político-sociales y cuestionar el patriarcado.

Creemos también en la capacidad de análisis de la coyuntura y el entendimiento de las personas luchadoras de los movimientos sociales alternativos y de la intelectualidad progresista, por eso les llamamos a votar por las papeletas del Frente Amplio a las personas ambientalistas, feministas, LGTBIQ+, sindicalistas, comunalistas, agraristas, indigenistas, estudiantes y jóvenes, mujeres que luchan por vivienda digna, personas trabajadoras de la cultura, defensoras de los DDHH, organizadas por los derechos de las personas con discapacidad, con pequeñas empresas y emprendimientos o de la economía social-solidaria.

No podemos ofrecerles transporte por lo que les pedimos movilizarse por sus propios medios hasta las urnas el domingo 4 de febrero de 2024. Salgan a votar y no dejen en manos de otros las decisiones del poder local. Que los muevan sus conciencias y su deseo de mejorar los cantones donde viven, trabajan y luchan. A todas les decimos que las personas que resulten elegidas por el Frente Amplio quedarán comprometidas a luchar por todos los derechos para todas las personas y por el programa de gobierno local ofrecido al electorado.

Comisión Política del Partido Frente Amplio, enero de 2024.

Reflexiones de fin y principio de año: Gobierno sin logros, partidos sin brújula, Costa Rica sin norte

Por Guido Mora

Este 2024 se inicia el proceso de renovación de la dirigencia política con miras, no sólo a la elección de las autoridades locales, sino también de las nacionales en el proceso electoral de febrero de 2026.

Como muchos amigos y contertulios, me veo en la obligación de externar una profunda preocupación por el rumbo que ha tomado la política costarricense y, por consiguiente, el país en general.

Por una parte, tenemos un gobierno débil, incapaz de negociar, promover metas y fraguar soluciones. La prepotencia; la presencia impositiva y predominante del presidente y la falta de liderazgo de quienes lo acompañan impide la construcción de los consensos imprescindibles para enfrentar los desafíos impuestos por la actual situación económica, política y social.

Las acciones destinadas a ocultar esta incapacidad condujeron a algunos funcionarios del Poder Ejecutivo, a promover una narrativa orientada a profundizar la polarización social, utilizando un discurso incendiario -este ha sido el instrumento favorito del presidente y su jefa de fracción legislativa Pilar Cisneros-; atentando incluso contra la institucionalidad costarricense. La estrategia procura hacer creer a grupos de ciudadanos, que la ausencia de logros es el resultado de un “complot político” o de una “conspiración, articulada por sus enemigos”: señalando, entre otros, a los mandos medios, los políticos tradicionales y los jerarcas de la institucionalidad costarricense.

Resulta imperativo, frente a esta estrategia, denunciar ante los costarricenses, que la ausencia de logros a nivel gubernamental; la imposibilidad de inscribir las precandidaturas de sus partidos o los múltiples fracasos que caracterizan el quehacer de los jerarcas gubernamentales, son el resultado de la más profunda incapacidad de negociación con los diversos grupos que conforman el espectro sociopolítico costarricense; de su incompetencia en el manejo de los asuntos públicos y políticos, y del desconocimiento del marco institucional costarricense, construido a través de años de ejercicio democrático. Son ellos, los actores políticos vinculados a Rodrigo Chaves, los únicos responsables de sus fracasos.

Esta situación irrefutable, ha conducido a amigos y conocidos -militantes de algunos partidos políticos tradicionales-, a lanzar campanas al vuelo, señalando que esta situación abrirá una oportunidad para que sus partidos vuelvan a triunfar en los próximos procesos electorales, sobre todo los programados para el año 2026, en que se eligen los diputados y el presidente de la República.

El optimismo expresado, me ha conducido a consultarles: ¿en que sustentan sus expectativas? Responden: en la incapacidad de la propuesta chavista de hacer realidad las transformaciones que prometieron a sus votantes.

Considero que estos amigos y sus partidos – representantes de la política tradicional-, lucen como antiguos faros, con vetustas estructuras carentes de luces, ya que, en mi perspectiva, no ofrecen a los costarricenses alternativas y propuestas, orientadas a atraer el interés político de los electores.

La desafección a lo político y la política; la desazón y la desesperanza que priva en los miles de ciudadanos de nuestro país y la ausencia de credibilidad frente a las manifestaciones y promesas de los políticos tradicionales, son el resultado de la incapacidad de un modelo económico y político de satisfacer las necesidades de amplios sectores sociales. Lamentablemente, en los meses transcurridos de la administración Chaves Robles, esta situación no sólo se ha mantenido, sino que se ha profundizado.

El -hasta ahora- penoso resultado obtenido por el presidente Chaves y sus jerarcas, podría convertirse en un detonante para que se fortalezca y entronice el discurso populista dentro de otros grupos sociales, políticos y económicos, llegando al extremo de hacer realidad otra pesadilla: que en el 2026 se elija un “nuevo mesías” que, recurriendo al uso de mentiras y medias verdades, satisfaga las expectativas políticas cortoplacistas de indignados e insatisfechos; pero que en el mediano y largo plazo, sólo provoque la agudización de la problemática prevaleciente y profundice las brechas económicas y políticas que caracterizan a la Costa Rica de hoy.

Hace unos días, conversando con un amigo economista, me indicaba que desdichadamente a la gente adinerada no le importaba fortalecer el sistema democrático y que, la misma realidad, era válida para los más pobres. Apuntaba que esto se debía a dos factores: para los más afortunados lo que realmente interesa es incrementar su riqueza, independientemente del sistema político de que se trate. Y a los más pobres, lo que preocupa es vivir bien, así sea en un sistema populista o autoritario.

Agregaba que, para fortalecer el sistema democrático, era imprescindible revitalizar la clase media, porque es este sector social –cuya presencia caracterizó el tejido social costarricense y que está en vías de extinción-, la que se beneficia con un sistema democrático, que posibilite la movilidad social, política y económica.

Personalmente considero que los partidos políticos tradicionales siguen sin ofrecer un mensaje innovador, destinado a fortalecer a esos sectores medios y a cautivar otros sectores sociales, de manera que no sólo posibilite el triunfo electoral, sino que también sea el motor que potencie la impostergable renovación de la política y el Estado costarricense.

Adicionalmente, en el juego de “lo político”, el objetivo no es sólo que un partido gane un proceso electoral, sustituyendo a quienes ostentan puestos de poder. En el fondo, de lo que se trata es de que ese partido o ese grupo de actores políticos puedan concebir, planificar y ejecutar las decisiones y las acciones, orientadas a transformar el orden de las cosas existentes, de manera tal que frenen los procesos de generación de pobreza y desigualdad, consumados en los últimos lustros del Siglo 20 y principios del 21.

Por eso es qué, cuando converso con personas vinculadas a partidos políticos y me dicen que están organizándose para ganar las elecciones, de inmediato consulto: ¿y para qué quieren ganar las elecciones?

Paso seguido cuestiono su posición política y les interrogo: en caso de ganar las elecciones ¿podrían explicarme cuál es el modelo de democracia que quieren impulsar?

Y continúo: ¿tienen claro cuál es la concepción del Estado que puede conducirles a alcanzar ese modelo de democracia? Y en ese marco, en relación directamente con el aparato de Estado: ¿cuál va a ser el papel de las instituciones públicas, de manera que puedan concretar ese “modelo de estado”?

¿Cuál es el modelo educativo que debe caracterizar a la sociedad del Siglo 21 o el modelo de las instituciones que promuevan y se preocupen por la salud pública o de la infraestructura para lo que resta de este Siglo?

¿Cuáles las políticas para los niños, los jóvenes o los adultos mayores, en el inicio y el final de su vida?

¿Para qué queremos el poder?, porque ante los peligros del populismo, manifiesto en el espectro político actual, el objetivo debería de ir más allá que obtener un pírrico triunfo electoral: deberíamos de planificar las acciones que permitan profundizar la democracia económica, política y electoral, que exige y requiere la sociedad costarricense.

Mi impresión es que las élites políticas han acometido esta reflexión con poca disciplina y seriedad, sigue siendo una tarea inconclusa y requiere de un esfuerzo intelectual mayor, al que deberíamos dedicar horas de discusión y análisis, para conferir un sentido más profundo a las luchas y los triunfos electorales.

No se trata sólo de ganar una elección y que prevalezca la vacuidad en la propuesta. Es imprescindible e impostergable proporcionar sentido a ese triunfo, un sentido social, político y económico, que abone a la transformación del “modelo de Estado” y a la construcción de una sociedad de oportunidades, tal y como en su momento lo dimensionaron los actores que integraron la Generación de 1948.

Concluye este año 2023 y lamentablemente tengo que externar mi pesimismo: considero que pocos actores políticos están reflexionando seriamente sobre el futuro de Costa Rica y que, lamentablemente, su interés se centra únicamente en el resultado de las elecciones, con el único propósito de ocupar un cargo político, desprovisto de la concepción que nos oriente sobre el camino que tenemos que emprender para fortalecer y profundizar la democracia costarricense.

Compartido con SURCOS por el autor.

Algunas reflexiones sobre las elecciones municipales del 4 de febrero

Vladimir de la Cruz

La próxima semana, el año 2024 nos recibe con una elección especial en el país, las elecciones municipales; una en cada cantón del país, para un total del 84 procesos donde los ciudadanos y las comunidades se movilizan por integrar sus Alcaldías, sus Concejos Municipales y Distritales, las Intendencias. De los 84 cantones 82 tiene una municipalidad que los dirige o gobierna.

Hay territorios cantonales pequeños de 7 km cuadrados y los hay gigantescos, como San Carlos, de la Provincia de Alajuela, con casi 3400 km cuadrados. En las elecciones últimas hubo 82 cantones, para ésta hay 84. Existe una tendencia en los diputados por estar creando cantones pequeños. Así ha sucedido con los dos últimos.

Las elecciones municipales son una prueba de participación ciudadana, de espíritu cívico, de responsabilidad política.

Los territorios cantonales son, comparativamente, como el territorio nacional. Cada Cantón es una unidad política. Tiene su territorio bien delimitado, está bien demarcado. Es independiente uno de otros. Tiene su propio gobierno municipal, su propia administración, su propio presupuesto. Definen sus propias políticas cantonales y planifican, elaboran y gestionan los llamados planes reguladores locales. Los cantones se dividen en distritos. Nacionalmente hay casi 500 distritos, que son las circunscripciones más pequeñas territoriales que tenemos.

Es en cierta forma cada cantón es soberano en todo lo que le atañe de políticas cantonales.

La referencia de un ciudadano costarricense se da por su referencia de nacimiento y de ubicación geográfica. Así, por ejemplo, Vladimir de la Cruz es ciudadano costarricense, nacido en Costa Rica, en mi caso de madre y padre costarricense. Soy costarricense tanto por el ius solis como por el ius sanguinis, el derecho del sol que me vio nacer y el derecho de sangre dado por mis padres. Nací en la Provincia de San José, en la Maternidad Carit, por lo que mi cédula inicia con el número 1. La Provincia número 2 es Alajuela, la 3 Cartago, la 4 Heredia, la 5 Guanacaste, la 6 Puntarenas y la 7 Limón. Los otros números de la cédula corresponden al Tomo de inscripción en el Registro Civil y al número de Asiento en que consta esa inscripción. Estos son datos que no se pueden alterar ni cambiar.

Todos los ciudadanos costarricenses en nuestra carta de identidad iniciamos con el número de la Provincia. Le siguen el del tomo y el del asiento de inscripción. Hay otros números de inicio para nacionalizados y nacidos en el exterior, por ejemplo.

Todos los ciudadanos independientemente de la provincia en que nacimos, vivimos o moramos en un barrio, en una localidad, que pertenece a un distrito, y este distrito pertenece a un cantón de una provincia. Así, por ejemplo, Vladimir de la Cruz, nacido en San José, vive en el distrito de San Ramón, del cantón de la Unión, de la Provincia de Cartago. Esta condición hace residente a Vladimir de esta comunidad, y lo puede hacer ciudadano de esta comunidad si en el Registro Civil, a la hora de solicitar o renovar su cédula, cambia el lugar de residencia. En mi caso nunca lo he hecho. Sigo siendo ciudadano inscrito, para todos mis derechos electorales y cívicos, en el distrito y en el cantón de San José, donde fui inscrito al momento de solicitar mi cédula. Mi esposa y un hijo cambiaron su dirección a la Provincia de Cartago, votan, y son ciudadanos activos, del cantón de la Unión.

Cuando un ciudadano renueva su cédula, y coincide esa renovación, con un cambio de dirección habitacional, el Registro Civil y Electoral, automáticamente le cambia el lugar de votación, colocándolo en el distrito y el cantón de la nueva dirección declarada. Por esta razón el número de votantes en los cantones puede variar, porque entran o salen ciudadanos registralmente inscritos.

La nacionalidad costarricense es irrenunciable. La “nacionalidad” provincial de cada ciudadano también es irrenunciable. La provincia que lo vio nacer a uno es un sello indeleble. No es así la condición de morador declarado registralmente, que define al ciudadano de un cantón.

Los cantones son como pequeñas repúblicas. En esa misma dimensión, guardando las proporciones, el Alcalde es como el Presidente del país, y los vicealcaldes son como los vicepresidentes de la República; los Concejos Municipales son como la Asamblea Legislativa. Estos son los que constituyen el gobierno municipal, en su Poder Ejecutivo y su Poder Legislativo cantonal.

Al igual que en las elecciones nacionales, la elección cantonal elige al alcalde y sus vice alcaldes, a sus miembros de Concejo municipal y Concejos distritales, de manera directa y secreta, con participación de partidos políticos que se organizan con ese fin, de ganar los puestos políticos de la Municipalidad en toda la línea.

Igual que en las elecciones nacionales, los puestos se eligen por mayoría de votos a favor de un partido en sus candidaturas de alcaldes, regidores y síndicos municipales. Aquí no funciona el 40% de votos emitidos a favor para elegir, suponiendo segunda vuelta electoral, en el caso de que no se alcanzara ese porcentaje. Esto es interesante porque a nivel nacional sí se hace esa distinción porcentual, pudiendo homologarse la situación electoral, lo que eliminaría las segundas rondas presidenciales. Pero, esto es otra discusión y reflexión.

Para integrar la alcaldía y el gobierno municipal se convoca a elecciones populares, bastión de la democracia costarricense, desde la Independencia. Estas elecciones desde el 2006 se han separado de las nacionales, hasta llegar a ponerlas a distancia de dos años de ellas. La idea es que los ciudadanos se concentren más y mejor en los problemas de su propia comunidad, de su propio gobierno municipal, que tiene que ver con los problemas que son propios de los cantones, de las comunidades, del buen vivir ciudadano en cada una de estas 84 regiones del país.

No ha sido fácil desarrollar esa conciencia cívica, esa participación ciudadana, ese interés por el gobierno local. Hay, igualmente, que con las elecciones nacionales desinterés, apatía, desánimo de los ciudadanos con sus gobiernos locales, por las mismas razones que le imputan o cobran a los gobiernos nacionales, para provocar el abstencionismo electoral. Aun así, históricamente ha ido decreciendo cada vez más el abstencionismo municipal.

Para el ciudadano del cantón, como para el ciudadano nacional, el abstenerse de votar no lo aleja del gobierno municipal ni del nacional. Siguen existiendo con sus virtudes o vicios. El que no vota de hecho participa pasivamente en el triunfo del candidato y partido ganador.

En las elecciones municipales hay tres elecciones, la del alcalde y sus vice alcaldes, la de los regidores y la de los síndicos. En la del Alcalde, como en las elecciones nacionales, gana el que tenga más votos. En las elecciones de regidores y síndicos se eligen, igual que las elecciones de diputados, por porcentaje de votos recibidos en las distintas papeletas. Por eso los gobiernos locales pueden tener un alcalde de un partido y un Concejo municipal totalmente en contra, integrado por representantes de varios partidos. Esto es parte de las dificultades de los gobiernos locales, como lo es para el gobierno nacional. Los ciudadanos “parten” su decisión de votar en el alcalde, los regidores y los síndicos, distribuyendo poder, por distintas razones.

En buena cultura, y educación política y cívica, los ciudadanos a la hora de emitir su voto deberían hacerlo en toda la propuesta del candidato y partido por el que decidan votar. Esto le daría “poder” al candidato principal para impulsar sus políticas de gobierno, en este caso, municipal, con las propias iniciativas que a los Concejos municipales lleven los representantes de los distintos partidos políticos.

En la vida diaria de nuestros cantones no hay partidos políticos que realmente existan, vinculados a las comunidades por medio de sus dirigentes distritales y cantonales. Son como los abejones de mayo, solo se asoman en los tiempos de elección. Los Concejos municipales no hacen mucho por entusiasmar a sus ciudadanos sobre los problemas que se debaten en esos Concejos, no convocan a plebiscitos ni referéndum, ni tampoco a la figura de los cabildos abiertos, para enterar de sus discusiones y para oír opiniones de los ciudadanos.

Los candidatos a alcaldes, vice alcaldes, regidores y síndicos, para serlo, tienen que tener al menos dos años de residir pública y registralmente en el cantón. No se permite que una persona que no esté registrada en el cantón pueda aspirar a puesto alguno en ese cantón, como tampoco se permite que alguien registrado electoralmente en un cantón, si no vive en él, pueda ser candidato en el cantón donde están inscrito como votante. Por ejemplo, el ciudadano Vladimir de la Cruz, no podría ser candidato a ningún puesto municipal por no vivir en el cantón de San José, aunque siempre haya votado allí, porque nunca ha cambiado su domicilio electoral; y tampoco puede aspirar a puesto alguno en el cantón de la Unión, aunque tenga 40 años de vida pública en ese cantón, porque nos e ha registrado como ciudadano residente de ese cantón. Estas cosas parecieran no tener sentido en comunidades territoriales pequeñas, donde esas condiciones de territorialidad podrían no tener ninguna trascendencia e importancia práctica política. Pero, así es como funciona el sistema electoral nacional.

A todo esto se agrega que los partidos políticos están obligados actualmente a considerar una igualdad total en la conformación de las listas de candidatos, de manera que haya alternabilidad vertical de género, hombre mujer, en la lista de cada distrito y cantón, y a la vez haya una igualdad similar en la alternabilidad horizontal de cantones, cuando un partido político está inscrito en varios cantones de una misma provincia. Cuando esto ser incumple se viola la ley electoral de la igualdad paritaria. Esto le ha sucedido a los partidos cantonales, en esta ocasión, que apoyan al Presidente Rodrigo Chaves y se identifican totalmente con él, “Aquí Costa Rica Manda” y “Pueblo Soberano”.

Las elecciones municipales son un reto, un desafío, para todos. En ellas se van a elegir 84 gobiernos municipales, que tienen que ver con el diario vivir de todos nosotros. Por ello es importante ir a votar el 4 de febrero. Es igualmente importante enterarse de cuáles partidos están participando en cada uno de los cantones, y en el nuestro, donde ejercemos el voto. Podemos votar por partidos cuando tenemos confianza en esos partidos, o podemos escoger votar por candidatos, por la misma razón, porque nos merecen más confianza, aunque vayan postulados por un partido. Lo que debemos tener claro es que por quien decidamos votar, debemos darle el voto a él y a la papeleta de candidatos que él impulsa, para que lo acompañen en las tareas del gobierno municipal, para garantizar mejor su próximo gobierno, que es el que tiene que ver con los problemas inmediatos que nos aquejan en cada cantón.

El Presidente Chaves se quedó sin posibilidades electorales municipales propias

Vladimir de la Cruz

Antes de 1890 en Costa Rica no había partidos políticos, como las organizaciones que hoy tenemos. Había sistema electoral, sin partidos políticos, con restricciones electorales significativas. Solo votaban los hombres, mayores de edad, que tuvieran cierta capacidad económica, que no fueran analfabetos, que constituían los electores. El voto era público, no secreto. De esa manera se podía determinar cuál candidato iba ganando el proceso electoral al conocerse los electores que por él iban a votar o le apoyaban. Eso fue lo que ocurrió con las movilizaciones del 7 de noviembre de 1889, para evitar un posible fraude electoral que se rumoraba.

Los electores, ya definidos, elegían entre ellos a un grupo, que pasaba a una ronda electoral, lo que se conocía como voto indirecto, disminuyendo su número. Así, por ejemplo, en las elecciones de 1889-1890 el número de electores era de 920 sobre una población nacional que rondaba los 340.000 habitantes, incluyendo los extranjeros que vivían en el país, lo que significaba el 0.3% de la población.

¿Eso era democrático? No, comparado con el sistema electoral actual, en el que votan todos los ciudadanos mayores de 18 años, de manera directa y secreta. Pero, así se construyó el Estado, 1821-1848, y la República de Costa Rica, 1848-1948.

Para este momento, 1948, se había eliminado la votación de segundo grado, en 1913, cuando se estableció el voto directo, y se había establecido el voto secreto en 1924. También se había establecido desde 1935 que el resultado de elecciones se definía por el 40% de votos a favor de un candidato. Estas tres medidas, aprobadas en gobiernos de Ricardo Jiménez Oreamuno, fueron altamente democráticas e importantes para el régimen electoral.

Desde 1890 al imponerse el sistema de partidos políticos para participar en elecciones, se estableció que solo por medio de estos los ciudadanos podían aspirar a algún puesto de elección popular. En cierta forma, se restringió y controló más a quiénes podían ser candidatos, porque primero había que ganarse el puesto de candidato en el partido y, luego, presentarse como candidato del partido, enfrentado a otros candidatos de otros partidos políticos. Este sistema sigue existiendo hoy. Así es como funciona hoy la democracia electoral nacional.

En 1946 se aprobó el Código Electoral, que se proyectó hasta el 2009, donde se reguló el sistema de partidos políticos y de elecciones. Con la Constitución de 1949 se le dio autonomía institucional al Tribunal Supremo de Elecciones, que se igualó a los otros poderes estatales, como el órgano que regula, administra, organiza y hace la declaración final de los resultados electorales sin apelación alguna.

Con motivo de la guerra civil de 1948 se proscribió al Partido Comunista, o Vanguardia Popular, por el Decreto No. 105 de la Junta Fundadora de la Segunda República. Al aprobarse la Constitución Política de 1949 se incluyó en el Artículo 98 una prohibición de participación electoral a los partidos que por sus vinculaciones internacionales pudieran afectar la democracia costarricense, aspecto que por interpretación del Tribunal Supremo de Elecciones se aplicó casi a una decena de partidos políticos entre 1951 y 1969.

Con la reforma electoral que se hizo al Artículo 98, de la Constitución Política, entre 1974-1975, se amplió la democracia electoral permitiendo la participación de partidos de izquierda. Condición de participación para todos los partidos políticos es hacer una declaratoria de principios democráticos y de defensa del sistema democrático nacional, lo que debe establecerse en los Estatutos y programas de los partidos.

En 1898, bajo el poder de los gobiernos liberales se prohibió la participación del partido Unión Católica, porque tenía el apoyo de la Iglesia Católica. De esa manera se prohibió utilizar los sentimientos cristianos para la propaganda electoral.

En 1970 empezó a participar el partido Demócrata Cristiana, que luego en 1978 se integró a la Coalición Unidad, que postuló a Rodrigo Carazo, y en 1983 se fusionó en la Unidad Social Cristiana. En 1986 con el partido Alianza Nacional Cristiana emergieron las tendencias claramente político religiosas, no católicas, en el escenario electoral, sin que se pueda actuar contra su participación, porque la prohibición constitucional afecta solo a los católicos. En 1998 los grupos políticos evangélicos eligieron su primer diputado, Justo Orozco. De ahí en adelante tenemos un panorama diverso de grupos no católicos participando en elecciones, con toda su carga conservadora, respecto al Estado Social de Derecho y los Derechos Humanos que se han ampliado en el país.

Resultado de esta evolución electoral, en el campo de la presencia de la mujer, desde 1949 se reconoció el voto, que desde 1889, el Presidente José Joaquín Rodríguez, ya había señalado que debía reconocerse, con motivo del importante papel que jugaron las mujeres en las movilizaciones del 7 de noviembre de 1889. Participaron con su voto por primera vez en 1951, en el Plebiscito de la Tigra de San Carlos, y en elecciones nacionales desde 1953, cuando fueron electas las primeras tres diputadas.

Empezaron a lucir como candidatas a vicepresidentas y luego a presidentas de la República. La primera Presidenta lo fue Laura Chinchilla Miranda en el 2010. A nivel legislativo la primera Presidenta del Congreso lo fue Rosemary Karpinski. Después siguieron otras.

Reformas posteriores en el campo electoral le dieron cada vez más fuerza a la igualdad de género, como se dice, de manera que hoy obligatoriamente, por disposiciones legales electorales, los partidos políticos que quieran participar en elecciones, tienen que garantizar una alternabilidad entre hombres y mujeres en la postulación de sus candidatos a diputados, regidores y síndicos municipales, en cada una de las provincias.

Esta igualdad se amplió, recientemente, a exigir que cuando un Partido político está inscrito en escala nacional, la igualdad o paridad de género, se amplía a que en las siete provincias, al menos en tres de ellas deban ir encabezadas por candidatas, por mujeres.

Igual sucede en los Partidos políticos provinciales, que participan en sus respectivos cantones, de manera que en la mitad de ellos, al menos, las papeletas de candidatos deban ser encabezadas por mujeres. Igual se procede con los candidatos a los síndicos distritales.

Cómo se puede apreciar, esto es un verdadero enredo y dilema para todos los partidos políticos, asegurar la alternabilidad vertical y horizontal en todas las papeletas con que se participa.

Los partidos políticos han aprendido esta integración para que el Tribunal Supremo de Elecciones no les anule inscripciones.

En la elección del 2018 el Tribunal Supremo de Elecciones obligó al partido Unidad Social Cristiana a modificar, invirtiendo el encabezamiento de la papeleta de diputados de San José, para poder participar, de lo contrario se la anularía porque no se respetaba la igualdad horizontal nacional de sus candidatos provinciales.

En la elección del 2006 al partido que postulaba a Álvaro Montero Mejía a la Presidencia de la República, el Tribunal Supremo de Elecciones le anuló todas, TODAS, la candidaturas de diputados, de regidores y síndicos y las de las dos vicepresidencias, por no haber corregido advertencias que le hicieron sobre sus inscripciones.

En el proceso de las elecciones municipales que tenemos encima, a realizarse el próximo 4 de febrero, en los 84 cantones del país, el Tribunal Supremo de Elecciones, prácticamente, ha anulado la inscripción de las papeletas de dos partidos totalmente identificados con el Presidente Rodrigo Chaves y su gobierno, los partidos Pueblo Soberano y Aquí Costa Rica Manda. Ambos partidos dirigidos desde la propia Casa Presidencial, porque sus principales activistas allí trabajan. Al partido Aquí Costa Rica Manda le anularon 69 postulaciones a alcaldes, éste dirigido principalmente por el asesor presidencial Federico Cruz, conocido como Choreco.

Esto es un duro revés al propio Presidente Chaves. Ha venido realizando un trabajo de proyección de imagen, que todavía la conserva alta en las zonas rurales y periféricas del país. Las elecciones municipales le hubieran servido para valorar mejor esa proyección y calcular su participación, como grupo político, en las elecciones nacionales del 2026.

Cuando el Partido Acción Ciudadana, en las elecciones municipales del 2014 y del 2018, era gobierno, no pudo elegir más de 12 y 10 alcaldes en esas elecciones, demostrando su debilidad organizativa como partido.

El gobierno de Rodrigo Chaves, sin partido propio, porque el que lo llevó a la Presidencia, el Partido Progreso Social Democrático, fue prestado, no le pertenece. Con este partido el Presidente tiene importantes pleitos, manifestados por la mayoría de sus diputados electos, que se identifican totalmente con el Presidente, y se manifiestan como la fracción oficial del gobierno. La Presidenta del Partido Progreso Social Democrático, en esta lucha, mantiene un proceso interno de expulsarlos de ese partido.

La Ministra de la Presidencia, Natalia Díaz, que tiene su propio partido, Unidos Podemos, mantiene la existencia de este partido, que lo inscribió para las elecciones municipales próximas. En algunos cantones se enfrentaba a los partidos Pueblo Soberano y Aquí Costa Rica Manda, ambos del Presidente Chaves. De esta manera, pareciera que Unidos Podemos puede resultar una expresión del apoyo al Presidente como a su Ministra, en las próximas elecciones municipales.

Hacia las elecciones nacionales del 2026 si el Presidente mantiene los dos partidos, Pueblo Soberano y Aquí Costa Rica Manda, se le convertirá en un enredo político. Él no puede postularse. Tiene que apoyar a un candidato. No tendría ninguna lógica que lance dos candidatos porque entre ellos se roban votos, o se los disminuyen.

La nulidad que hizo el Tribunal Supremo de Elecciones de las candidaturas de los partidos Pueblo Soberano y Aquí Costa Rica Manda, es absolutamente válida. Impide la participación de estos dos partidos.

La Sentencia del Tribunal Supremo de Elecciones que las anuló tiene sus bemoles. La analizaré en enero.

Por ahora solo diré que arrancó dos votos de cinco a favor del Presidente, de sus partidos, de la inscripción de sus candidaturas aun cuando violaban lo que la legislación electoral ha establecido y que ya el Tribunal ha sancionado.

¿Fue resultado de alguna presión sobre los magistrados que así se pronunciaron a su favor? ¿O fue, simplemente, un razonamiento jurídico orientado a no ser tan rígidos en materia de igualdad vertical y horizontal de género en la integración de las papeletas de diputados, regidores y síndicos municipales, lo que rompería hacia el futuro esta obligatoriedad para los partidos políticos?

Conociendo las candidaturas para las vice alcaldías en San Carlos

Partido Liberal Progresista

Por Marco Tulio Araya Barboza
Periodista

NOMBRE:
Mirna Sabillón García – Partido Liberal Progresista.

CARGO PARA EL QUE ASPIRA:
Primera Vicealcaldesa.

LUGAR DONDE VIVE:
Cedral, Ciudad Quesada.

PROFESIÓN
Gestora Ambiental- Docente, Universidad Técnica Nacional.

VALORES EN LOS QUE CREE

Integridad: en donde la honestidad y la coherencia entre palabras y acciones; el respeto a todas las formas de vida, la empatía: comprender y mostrar compasión hacia las necesidades y preocupaciones de los demás; la responsabilidad: Asumir la responsabilidad de las decisiones y acciones; el compromiso, estar comprometida con los objetivos y valores de la Municipalidad; la humildad es reconocer las contribuciones de los demás y estar dispuesto a aprender y resiliencia.

HABILIDADES QUE TIENE

Comunicación efectiva: en donde expreso claramente las ideas y visiones para comunicarlas de manera efectiva; Toma de decisiones, hacerlas de forma informada y rápida evaluando diferentes opciones; La empatía, comprender y reconocer las emociones de los demás; La inteligencia emocional, gestionar las propias emociones y las de los demás de manera efectiva, promoviendo relaciones saludables y un ambiente de trabajo positivo; La inspiración y motivación, motivar a los demás y fomentar un sentido de propósito hacia objetivos comunes; La resolución de problemas, Abordo problemas de manera proactiva, identificando soluciones y tomando medidas para superar los desafíos; La adaptabilidad, soy flexible y capaz de ajustarme a cambios en el entorno; La resiliencia, capaz de afrontar desafíos y presiones manteniendo la calma y la efectividad en situaciones difíciles.

PASATIEMPO PREFERIDO

Jugar al futbol 5, apoyar en bienestar animal, con las rescatistas y buscarles hogar a los animalitos de la calle, salir con mis hijos, atender a los amigos de mis hijos.

OTROS DETALLES QUE PERMITAN CONOCERLO

Soy una persona amante de la fauna doméstica y silvestre, busco la forma de darles un hogar a los animalitos de la calle, con el apoyo de las rescatistas y veterinarios, me gusta cocinar, el futbol, apoyar a las personas y desarrollar proyectos ambientales.

¿CUAL ES SU OBJETIVO CON ESTA ASPIRACIÓN?

Colaborar estrechamente con el alcalde en la implementación de políticas y programas, brindar un sólido respaldo en la toma de decisiones, trabajar activamente las iniciativas que promuevan el desarrollo económico, social, cultural y ambiental del cantón, trabajar activamente en la gestión eficaz de los recursos municipales asegurando que se utilicen de forma eficiente y transparente. Participar de forma activa en la planificación y gestión de situaciones de crisis y emergencias.

¿QUÉ QUIERE LOGRAR?

Un San Carlos renovado, con oportunidades para todos, motivando la atracción de inversión, trabajando de forma mancomunada con le empresa privada, desarrollando objetivos que contribuyan al bienestar y desarrollo del cantón, con un desarrollo sostenible y una mejora en la calidad de vida de los habitantes.

¿EN QUÉ PROYECTO CONCRETO SE COMPROMETE?

Liderar la comisión Local de emergencias, con el propósito principal de salvaguardar la vida, la propiedad y el bienestar de los residentes ante eventos que puedan representar una amenaza significativa para la seguridad pública, además de desarrollar planes de emergencia eficientes y programas de capacitación.

NOMBRE:
Álvaro del Castillo Vega

CARGO PARA EL QUE ASPIRA:
Candidato a Segunda Vice Alcaldía.

LUGAR DONDE VIVE:
San Pedro de La Tigra.

PROFESIÓN
Administrador de empresas. Director de Santuario de Animales Silvestres Proyecto Asís.

VALORES EN LOS QUE CREE
Honestidad, responsabilidad, respeto, solidaridad, justicia, tolerancia

HABILIDADES QUE TIENE
Liderazgo, resolución de conflictos, empatía

PASATIEMPO PREFERIDO
Compartir con mi familia, leer, equitación.

OTROS DETALLES QUE PERMITAN CONOCERLO
En el 2003 con mi padre fundamos el santuario de vida silvestre Proyecto Asís.

¿CUAL ES SU OBJETIVO CON ESTA ASPIRACIÓN?
Cooperar en el desarrollo integral de nuestro cantón.

¿QUÉ QUIERE LOGRAR?
Oportunidades para todo aquel sancarleño que se esfuerza a diario para alcanzar una mejor calidad de vida.

¿EN QUÉ PROYECTO CONCRETO SE COMPROMETE?
Servir de enlace entre el sector productivo y sectores sociales, con el gobierno local.

SURCOS ofrece, como aporte el proceso democrático y a una elección consciente, una serie de entrevistas con las candidaturas a la elección municipal de febrero del 2024.