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Etiqueta: humanidad

CONSTITUCIÓN DE LA TIERRA

(Proyecto Ferrajoli)

Nosotros, Pueblos de la Tierra, que en el curso de las últimas generaciones hemos acumulado armas mortíferas capaces de destruir varias veces la Humanidad, hemos devastado el ambiente natural y puesto en peligro la habitabilidad de nuestro Planeta con nuestras actividades productivas;

            Conscientes de la catástrofe ecológica que pesa sobre la Tierra, del nexo que liga la supervivencia de la Humanidad y la salvaguarda del Planeta, y del riesgo de que, por primera vez en la Historia, a causa de nuestras agresiones a la Naturaleza, el género humano pueda extinguirse;

            Decididos a salvar la Tierra y las generaciones futuras de los flagelos del desarrollo insostenible, de las guerras, de los despotismos, del crecimiento de la pobreza y del hambre, que ya han provocado devastaciones irreversibles a nuestro ambiente natural, millones de muertos cada año, lesiones gravísimas de la dignidad de las personas y una infinidad de indecibles privaciones y sufrimientos;

            Decididos a vivir juntos, sin excluir a nadie, en paz, sin armas mortíferas, sin hambre y sin murallas hostiles; decididos a garantizar un futuro a la especie humana y a las otras especies vivientes; decididos a realizar la igualdad en los derechos fundamentales y la solidaridad entre todos los seres humanos y asegurar sus garantías de vida, de dignidad, de libertad, de salud, de instrucción y de mínimos vitales, promovemos un proceso constituyente de la Federación de la Tierra, abierto a la adhesión de todos los Estados existentes, para estipular este Pacto de Convivencia Pacífica y de Solidaridad.

PRIMERA PARTE. LOS PRINCIPIOS. LOS FINES

Título Primero. Principios Supremos

            Artículo 1. La Tierra, casa común de los seres vivientes.

  • La Tierra es un planeta viviente. Como casa común, pertenece a todos los seres vivientes: a los seres humanos, a los animales y a las plantas. También pertenece a las generaciones futuras, a las cuales nuestra generación tiene el deber de garantizar, con la continuación de la Historia, que puedan venir al Mundo y sobrevivir.
  • La Humanidad es parte de la Naturaleza. La vida y la salud del género humano dependen de la vitalidad y de la salud del mundo natural y de los otros seres vivientes, animales y vegetales que, junto a los humanos, forman una familia ligada por su origen común y su interdependencia global.

            Artículo 2. Los fines de la Federación de la Tierra.

            Los fines de la Federación de la Tierra son:

  • Garantizar la vida presente y futura sobre nuestro Planeta en todas sus formas y, para ello, poner término a las emisiones de gases con efecto invernadero y al calentamiento global, a la contaminación del aire, del agua y del suelo, a las deforestaciones, a las agresiones a la biodiversidad y a los sufrimientos crueles infligidos a los animales;
  • Mantener la paz y la seguridad internacional y, para ello, prohibir todas las armas, nucleares y convencionales, suprimir los ejércitos nacionales y así realizar el desarme de los Estados y de las personas, y conferir el monopolio de la fuerza a las instituciones de policía;
  • Promover entre los pueblos relaciones amistosas de solidaridad y de cooperación en la solución de los problemas globales de carácter ecológico, político, económico y social; y para ello, garantizar la igual dignidad de todas las personas y la conservación y la tutela de todos los bienes vitales;
  • Realizar la igualdad de derechos fundamentales para todos los seres humanos y, para ello, poner a cargo de las instituciones adecuadas, las funciones globales que garanticen los deberes de prestación y las prohibiciones de lesión que aseguren aquellos derechos.

Artículo 3. Dignidad de la persona.

  • La dignidad de la persona humana es inviolable. Es deber de todos respetarla y tutelarla. En la riqueza de sus diferencias que esta Constitución tiene la misión de tutelar, los seres humanos constituyen una familia indivisible como sujetos iguales en dignidad y derechos, titulares de bienes comunes y responsables solidarios de la vida sobre la Tierra y del deber de conservarla y transmitirla de generación en generación.

Artículo 4. Principio de igualdad

  • Todos los seres humanos son iguales frente a la ley.
  • Todos los seres humanos son iguales en los derechos fundamentales. Su igual dignidad impone el derecho de cada uno al respeto y a la afirmación de todas sus propias diferencias personales –de sexo, nacimiento, nacionalidad, lengua, religión, orígenes étnicos, opiniones políticas, tradiciones culturales y de cualquuier otro rasgo de la propia identidad- y a la máxima reducción de las desigualdades económicas y sociales.
  • La igualdad frente a las leyes implica que las normas de ley no sean oscuras ni vagas sino, hasta donde sea posible, unívocas y precisas.
  • La igualdad en los derechos fundamentales implica que tales derechos, en los ordenamientos de los diversos Estados, sean igualmente garantizados a todos los seres humanos, sin discriminaciones ligadas a sus diferencias personales. Las garantías de estos derechos, si son inexistentes o inefectivas en los ordenamientos estatales, serán aseguradas por las Instituciones Globales de Garantía previstas en el Título III de la Segunda Parte de esta Constitución.

Artículo 5. Ciudadanía de la Tierra

  • Todos los seres humanos son ciudadanos de la Tierra. Desde el acto de su nacimiento todos están dotados de personalidad y de capacidad jurídica. Ninguno puede ser privado de la capacidad jurídica o del nombre.
  • Todos los seres humanos adquieren la capacidad de actuar con la mayoría de edad, establecida al cumplimiento de su décimo-octavo año.

Artículo 6. Principio de Fraternidad

  • La fraternidad es la forma primaria de las relaciones entre todas las personas que forman parte del Pueblo de la Tierra.
  • Todos los seres humanos y todas las instituciones públicas están sometidos a los deberes de solidaridad económica, social y política.

Título Segundo. Derechos Fundamentales

Artículo 7. Universalidad, indivisibilidad e indisponibilidad de los derechos fundamentales.

  • Los Derechos Fundamentales a la vida, a la integridad física y psíquica, a las libertades, a la subsistencia, a la seguridad y al libre desarrollo de la persona son derechos universales indivisibles e indisponibles.
  • Tales derechos están en el interés de cada uno de sus titulares y en el interés público de la Humanidad entera. No son susceptibles de negociación ni de renuncia por parte de sus titulares.

Artículo 8. Los Derechos Fundamentales y sus Garantías.

  • Los Derechos Fundamentales imponen a las Instituciones globales del Gobierno el deber de crear las instituciones globales de garantía encargadas de las funciones consistentes en su tutela y en su actuación. Ellos comportan límites y ligámenes al ejercicio de todos los poderes, estableciendo lo que no debe ser decidido y lo que no debe ser no decidido.
  • Son derechos fundamentales los derechos de libertad, y los derechos sociales, políticos y civiles.

Sección Primera. Derechos de Libertad.

Artículo 9. Las garantías de los derechos de libertad.

  • Los derechos de inmunidad y de libertad comportan, cada uno de ellos, la prohibición de violarlos y de impedir o limitar su ejercicio.

Artículo 10. Derecho a la vida y a la integridad personal.

  • Toda persona humana tiene el derecho inviolable a la vida.
  • Nadie puede ser sometido a tortura ni a castigos o tratamientos crueles, inhumanos o degradantes.
  • Nadie puede ser mantenido en condiciones de esclavitud o servidumbre.
  • Nadie puede ser constreñido a cumplir un trabajo forzado u obligatorio.

Artículo 11. Libertad de pensamiento.

  • La libertad de pensamiento, conciencia o religión es inviolable. Nadie puede limitarla o coartarla.

Artículo 12. Libertad religiosa.

  • Todos tienen derecho de profesar libremente su propia fe religiosa, en el respeto de los derechos de libertad de los otros. Nadie puede ser constreñido a practicar una religión contra su voluntad.
  • Todas las confesiones religiosas son libres de organizar y practicar sus cultos y de difundir sus concepciones, respetando las otras concepciones religiosas y los derechos de libertad de todos.
  • Las instituciones públicas y las instituciones religiosas son autónomas y entre ellas independientes.

Artículo 13. Libertad de manifestación del pensamiento.

  • Todos tienen derecho a la libre manifestación del pensamiento. La libertad de manifestación del pensamiento tiene como límite la prohibición de injuriar, de difamar y de lesionar la confidencialidad de los demás.
  • La libertad de los medios de información está garantizada por el derecho de los periodistas de concurrir a decidir sus orientaciones y, además, por financiamientos públicos condicionados a la ausencia de censuras y controles patronales, e inversamente proporcionales a los ingresos publicitarios.
  • Todos tienen derecho de comunicar, de buscar, de recibir, y de obtener información sin considerar fronteras, y de acceder a las redes de internet y a las tecnologías informáticas en condiciones de igualdad.
  • Todos tienen derecho de obtener información relacionada con los contenidos y las motivaciones de los actos de las instituciones públicas que incidan en los derechos fundamentales.

Artículo 14. Libertad de circulación sobre la Tierra.

  • Todos tienen derecho de circular libremente y de escoger libremente su propia residencia en cualquier punto de la Tierra, sin perjuicio de las limitaciones establecidas por motivos de salud.
  • Todo individuo tiene derecho a inmigrar de cualquier país, incluido el propio, y de regresar al mismo.
  • Este derecho está garantizado por la prohibición de toda violencia y constricción dirigidas a impedir su ejercicio, y por el deber de la Federación de la Tierra de permitir y disciplinar la consiguiente inmigración.
  • La persona a la que le sea negada en su país el goce efectivo de los derechos fundamentales garantizados por esta Constitución, tiene derecho de asilo en los territorios de los Estados que se hayan adherido a la misma.

Artículo 15. Libertad de reunión

  • Todos tienen derecho de reunirse pacíficamente y sin armas; sin necesidad de autorización, sin perjuicio de las limitaciones impuestas por las autoridades públicas por motivos de salud o incolumidad pública.

Artículo 16. Libertad de asociación.

  • Todos tienen derecho de asociarse libremente, salvo que lo hagan con fines delictivos o militares.

Artículo 17. Libertad del arte, de la ciencia y de la enseñanza.

  • El arte y la ciencia son libres y su enseñanza es libre. Todos tienen derecho de acceder a la ciencia y al conocimiento.

Artículo 18. Libertad personal.

  • La libertad personal no puede ser limitada sino por resolución motivada de la autoridad judicial, y sólo en los casos y modos previstos en la ley.
  • En casos excepcionales de necesidad y de urgencia taxativamente previstos por las leyes, cuyo efectos cesarán si dentro del día siguiente no son convalidadas por la autoridad judicial, se permite limitaciones de la libertad personal por parte de las autoridades de policía.
  • Nadie puede ser privado de la libertad personal por el solo hecho de no ser capaz de cumplir con una obligación contractual.
  • Quien sea privado de la libertad personal debe ser tratado con humanidad y con el respeto debido a su dignidad como persona. Se castiga toda violencia física o moral sobre las personas que, por cualquier motivo, estén sometidas a restricciones de su libertad personal.

Artículo 19. Derecho a la privacidad.

  • Todo individuo tiene derecho al respeto y a la no violación de su vida privada, de su domicilio, del secreto de su correspondencia y de cualquier otra forma de comunicación.
  • Nadie puede ser obligado a revelar sus propias opiniones políticas, religiosas o de otro género, ni a soportar, contra su voluntad, indagaciones acerca de dichas opiniones.

Sólo se permitirá inspecciones, perquisiciones, limitaciones, secuestros u otras interferencias en la vida privada de las personas en los casos y los modos previstos en la ley, y con las mismas garantías prescritas para la tutela de la libertad personal.

Artículo 20. Principio de legalidad penal.

– Nadie puede ser castigado por una acción o una omisión que no hayan sido previstas por la ley como delitos. Tampoco puede serlo con penas más severas de las vigentes en el momento de la comisión del delito.

La ley sólo puede castigar como delitos, comportamientos taxativamente determinados, lesivos de bienes o de derechos ajenos, o de intereses constitucionalmente relevantes, e imputables a la responsabilidad personal de sus autores.

Todas las normas en materia de delitos, penas o procesos penales deben estar contenidas en los códigos penales y en los códigos procesales penales.

Ningún ser humano puede ser tratado o castigado como enemigo a causa de su identidad política, religiosa, étnica o nacional.

Artículo 21. Principios de debido proceso.

  • Cualquiera que sea acusado por un delito se presume inocente hasta que su culpabilidad no haya sido declarada en vía definitiva en una sentencia motivada de condena, emitida en tiempo razonable y sobre la base de pruebas adquiridas en el un debate público en el cual el acusado haya gozado del derecho de contradecir acusaciones claramente determinadas y justificadas, y de defenderse personalmente o con la asistencia de un defensor escogido por él, o de un defensor público.
  • Cualquiera que haya sido declarado por un Tribunal culpable de un delito, tiene derecho a un ulterior examen de su responsabilidad por parte de una jurisdicción superior.
  • Cualquiera que haya sufrido una pena con violación de las disposiciones contenidas en esta Sección, tiene derecho a una reparación.

Artículo 22. Humanidad de las penas.

  • Las penas no deben consistir en tratamientos contrarios al sentido de humanidad.
  • No son admitidas la pena de muerte, la cadena perpetua, las penas corporales ni la pena de reclusión con una duración mayor de veinte años.

Artículo 23. Libertad natural.

  • Los comportamientos no prohibidos formalmente por normas legítimas, no pueden ser impedidos por nadie.
  • Nadie puede ser constreñido a hacer lo que no está prescrito como obligatorio por normas legales.

Sección 2. Derechos Sociales.

Artículo 24. Las garantías de los derechos sociales.

  • Los derechos sociales conllevan, a cargo de las instituciones públicas de garantía, nacionales o globales, el deber de suministrar gratuitamente a todos los seres humanos, las prestaciones que forman su objeto.

Artículo 25. Derecho a la salud.

  • Todos tienen derecho a la salud.
  • El derecho a la salud comporta el deber, a cargo de las instituciones sanitarias de garantía, nacionales o globales, de prevenir las enfermedades y de suplir a todos los seres humanos los tratamientos y las medicinas necesarias. Nadie puede ser obligado a sufrir tratamientos sanitarios contra su voluntad, si no es por disposiciones de ley emitidas únicamente en garantía de la incolumidad y la salud públicas.

Artículo 26. Derecho a la instrucción.

  • Todos tienen derecho a la instrucción impartida gratuitamente por la escuela pública por lo menos durante 10 años y a no pagar tasas escolares o universitarias en las sucesivas etapas de estudio.
  • La instrucción tiene por fin el pleno desarrollo de la personalidad y el fomento del respeto a los principios de la paz, de la dignidad y de la igualdad de las personas, a los derechos fundamentales de éstas y a los bienes comunes.
  • Los capaces y merecedores tienen derecho a ser provistos de los medios necesarios para alcanzar los grados más altos de los estudios.

Artículo 27. Derecho a la alimentación básica.

  • Todos tienen derecho a una alimentación básica suficiente para asegurar un sano desarrollo físico y psíquico de la persona.

Artículo 28. Derecho a un ingreso mínimo de base.

  • Todos tienen derecho a un ingreso mínimo suficiente para garantizar a cada uno una supervivencia digna.
  • En caso de accidente, enfermedad, invalidez, o vejez, todos tienen derecho a los medios de vida idóneos que les garanticen una existencia libre y digna.

Artículo 29. Derechos de habitación.

  • Todos tienen derecho al uso de una habitación decorosa y segura.

Sección tercera. Derechos políticos.

Artículo 30. Igualdad de los pueblos en dignidad y en derechos.

  • Todos los pueblos son iguales en dignidad y en derechos.
  • Todo pueblo tiene derecho al respeto de su propia identidad nacional y cultural, al uso de su propia lengua, a la conservación y protección de su ambiente natural, de sus tradiciones históricas y de sus propias riquezas artísticas.
  • Quienes pertenecen a minorías lingüísticas, culturales, religiosas, nacionales o políticas, tienen derecho a la tutela y a la afirmación de las identidades determinadas por dichas pertenencias, al uso de su lengua y al respeto de su cultura y tradiciones. En ningún caso un pueblo puede ser privado de los recursos naturales de su territorio ni ser privado de sus medios de subsistencia.

Artículo 31. Derecho a la paz.

  • El derecho a la paz es un derecho fundamental del Pueblo de la Tierra, de todos los pueblos del Mundo y de todos los seres humanos.
  • Su garantía es un deber absoluto de todas las instituciones públicas, sean estatales o globales.

Artículo 32. Soberanía popular.

  • La soberanía pertenece a los pueblos y a nadie más. Ningún poder constituido puede usurparla.
  • Ella consiste en la suma de aquellos fragmentos de soberanía que son los poderes y contrapoderes en los cuales consisten los derechos fundamentales cuya titularidad pertenece a todos y a cada uno de los seres humanos.

Artículo 33. Derecho de los pueblos a la autodeterminación.

  • Todo pueblo tiene derecho a la autodeterminación, tanto interna como externa, de modo que pueda decidir libremente su desarrollo civil, político, económico y cultural.
  • La autodeterminación interna consiste en la democracia, gracias a la cual todos están garantizados en sus derechos y pueden concurrir a orientar las políticas en sus países, mediante elecciones libres, voto secreto y con intervalos razonables e idóneos para garantizar la máxima representatividad de los órganos de gobierno.
  • La autodeterminación externa consiste en la inmunidad de los pueblos respecto de cualquier forma directa o indirecta de dominación y de todo tipo de violación a los Derechos Fundamentales que sea determinada por su identidad étnica, nacional, religiosa, lingüística o política.

Artículo 34. Participación politica y derecho de voto

  • Todos tienen derecho de participar en la vida pública y de concurrir a determinar las decisiones públicas.
  • todos los seres humanos que hayan alcanzado la mayoría de edad, son electores y tienen derecho de voto en los territorios en los cuales residen.
  • El voto es personal, igual, libre y secreto.

Artículo 35. Partidos políticos.

  • Todos tienen derecho de asociarse en partidos políticos, en asociaciones libres o en movimientos sociales incluso de carácter global, para concurrir colectivamente a determinar las políticas locales, nacionales o globales.
  • Los partidos son formaciones sociales, titulares de funciones autónomas de decisión política frente a las instituciones representativas del gobierno. Su organización es libre en cuanto a los programas y está regulada en cuanto al método democrático y al deber de respetar los derechos y los bienes fundamentales.
  • Los presupuestos de los partidos, formados con las contribuciones de los inscritos y simpatizantes y por los financiamientos públicos, deben ser transparentes. Los partidos no pueden recibir contribuciones privadas ocultas, o capaces, por su enormidad, de condicionar sus decisiones políticas.

Artículo 36. Derecho de acceso a las funciones públicas.

  • Todas las personas dotadas de capacidad de actuar tienen derecho de acceder a las funciones públicas y a los cargos electivos, en condiciones de igualdad.

Sección cuarta. Derechos civiles.

Artículo 37. Los derechos civiles y su ejercicio sometido a la ley.

  • Los derechos civiles de autonomía negocial y empresarial son poderes que corresponden a todos los sujetos que hayan alcanzado la mayoría de edad.
  • Su ejercicio está sometido a la ley, la cual determina sus límites consistentes en la prohibición de provocar daños a los derechos fundamentales y a los bienes vitales.

Artículo 38. La propiedad privada y los otros derechos patrimoniales.

  • La propiedad privada y los otros derechos patrimoniales son reconocidos y garantizados en cuanto a los modos de adquisición y de goce, y en cuanto a los límites impuestos a ellos, en tutela de los derechos ajenos y de los intereses públicos, por su naturaleza de poderes.
  • La propiedad privada, incluso la propiedad intelectual de las marcas, puede ser expropiada por las instituciones estatales o globales de garantía por motivos de interés general, previa equitativa indemnización.

Artículo 39. La iniciativa económica privada y sus límites.

–           Los derechos civiles de autonomía negocial y de iniciativa económica privada no pueden ser ejercitados de manera que hagan daño a la seguridad, a la salud, a la libertad o a la dignidad de las personas.

  • Las empresas tienen su sede legal en los lugares en donde mayormente se desarrolla su actividad.
  • Las funciones públicas y los derechos civiles de autonomía empresarial y de propiedad privada son incompatibles entre ellas si ejercidas por los mismos sujetos, cuando el ejercicio de las primeras pueda quedar subordinado a los intereses que inspiran el ejercicio de los segundos.
  • El crecimiento económico no puede ser ilimitado. Está condicionado por su sostenibilidad ecológica y por el carácter limitado de los recursos y de las defensas naturales.

Artículo 40. Derechos y deberes en la familia.

  • Hombres y mujeres con la edad adecuada y mediante su libre consentimiento tienen derecho de fijar entre ellos diversas formas de comunidad de vida, sin limitaciones derivadas de sus identidades, y de constituirse como familias.
  • Son prohibidos y jurídicamente nulos los matrimonios con menores de edad infantil.
  • La maternidad es el fruto de una libre y responsable autodeterminación.
  • Los cónyuges tienen iguales derechos y deberes en las relaciones entre ellos y con sus hijos. Tienen el deber de mantener, cuidar y educar a sus hijos menores en el respeto de sus derechos y de su dignidad como personas.
  • Los niños tienen derecho a ser tratados como personas y a participar, según su grado de madurez, en las decisiones que les competen.
  • Los miembros de la familia están obligados al deber de auxiliarse recíprocamente.

Artículo 41. La dignidad del trabajo.

  • El trabajo no es una mercancía, sino un valor. Es un factor de la dignidad de las personas y de su papel en la sociedad y debe ser tutelado en todas sus formas.
  • Todos, en condiciones de iguales oportunidades, tienen derecho a escoger libremente su trabajo.
  • Es tarea de las instituciones públicas nacionales y globales promover la ocupación plena.

Artículo 42. Los derechos de los trabajadores.

  • Todo trabajador tiene derecho a ambientes y condiciones en el trabajo sanas, higiénicas, seguras y dignas, adecuadas para prevenir infortunios, enfermedades graves y lesiones en su salud y en su incolumidad física. Están prohibidos los trabajos que ponen en grave peligro la vida y la salud de los trabajadores.
  • En igualdad de labores, los trabajadores tienen derecho a iguales condiciones y retribuciones, sin discriminaciones determinadas por razones de sexo, nacionalidad, religión, ideales políticos o de actividades sindicales.
  • Todos los trabajos tienen derecho al descanso semanal, a una duración de la jornada laboral no superior a ocho horas, a descansos anuales retribuidos y a una equitativa retribución, establecida por la ley en medida suficiente para garantizar una existencia digna y de todos modos no inferior a la establecida por contratos y acuerdos colectivos.
  • Todo trabajador tiene derecho al mejoramiento de sus capacidades laborales mediante su participación en cursos de aprendizaje o de formación profesional.
  • Ningún trabajador dependiente puede ser despedido sin que exista una justa causa preestablecida por la ley, adecuadamente motivada y comprobada.
  • A los contratos de trabajo subordinado se les puede poner un término de duración solamente si se trata de trabajos estacionales, o cuando se trate de exigencias objetivas excepcionales y documentadas; o de significativos incrementos temporales de la actividad ordinaria de la empresa.
  • Todos los trabajadores tienen derecho a una pensión en grado de asegurar sus medios adecuados a sus exigencias de vida.
  • Está prohibido el uso de implantes audiovisuales y de otros aparatos para fines de control a distancia de las actividades de los trabajadores.

Artículos 43. Los derechos de las trabajadoras.

  • Las mujeres trabajadoras tienen los mismos derechos que corresponden a los varones. El progreso profesional y en las carreras no puede estar determinado por el sexo de los trabajadores.
  • Todas las trabajadoras tienen derecho, antes y después del parto, a periodos de reposo adecuados, en la forma de permisos de maternidad pagados. Son ilegítimos los despidos y las discriminaciones en el trabajo, determinadas por la maternidad.

Artículo 44. Participación de los trabajadores en las decisiones que inciden sobre su vida.

  • Los trabajadores tienen el derecho a ser informados y consultados, a través de las organizaciones sindicales a las cuales pertenecen, sobre todas las actividades patronales que pueda tener efectos sobre su relación de trabajo.
  • En las empresas gestionadas por órganos societarios, los trabajadores tienen derecho a ser representados en ellos, para participar de manera determinante en todas las decisiones que incidan sobre sus vidas y su futuro; incluidas las relativas a la venta o el traslado de las actividades productivas a otros lugares.

Artículo 45. Derecho de huelga.

  • Todos los trabajadores tienen derecho de huelga, cuyo ejercicio puede ser limitado por la ley sólo en garantía de derechos fundamentales de otras personas, o de servicios esenciales para la vida colectiva.

Artículo 46. Libertades sindicales.

  • Todos los trabajadores tienen derecho de fundar o adherirse a asociaciones sindicales aún de carácter global, y desarrollar actividades sindicales en el interior de sus lugares de trabajo; incluso mediante la creación de representaciones sindicales de empresa y el ejercicio del derecho de asamblea.
  • Los sindicatos se dan su propio ordenamiento interno de carácter democrático.
  • Tienen derecho de estipular con los representantes de los empresarios, contratos colectivos aún de carácter global, dotados de eficacia obligatoria para todas las relaciones de trabajo que tienen que ver con las categorías de trabajadores representados por ellos.
  • Las organizaciones sindicales locales o nacionales pueden dar vida o adherirse a organizaciones sindicales supranacionales, tanto de carácter general como de categoría, dirigidas a obtener, dentro de lo posible, iguales garantías de los derechos para todos los trabajadores.

Artículo 47. Derecho de actuar en juicio en defensa de los propios derechos.

  • Todos tienen derecho de actuar en juicio para obtener el reconocimiento y la tutela de sus derechos,
  • en un proceso equitativo y público dentro un tiempo razonable, ante Tribunales imparciales, independientes y preconstituidos por ley.
  • Todos tienen derecho de promover opciones colectivas en defensa de derechos e intereses comunes.
  • En caso de justicia denegada en los territorios en los cuales se verificaron las violaciones de los derechos establecidos en esta Constitución, se admite recurso ante las jurisdicciones globales previstas en la Sección Segunda del Título Tercero.

Título tercero. Bienes fundamentales.

Artículo 48. Sustracción al Mercado de los bienes vitales.

  • Los bienes fundamentales son bienes vitales sustraídos al comercio.
  • Son bienes vitales los bienes personalísimos, los bienes comunes y los bienes sociales.
  • Son bienes personalísimos las partes vitales del cuerpo humano, cuya disposición, en cualquier forma, está prohibida; y los datos relativos a la identidad personal, cuyo uso no consentido por la persona titular, está prohibido.
  • Son bienes comunes los bienes vitales naturales: el aire, el agua potable y sus fuentes, los ríos, los mares, los grandes bosques, los grandes glaciares, la biodiversidad, los fondos marinos, el subsuelo marino y sus recursos, la Antártida, los espacios aéreos, las ondas electromagnéticas, los espacios extra atmosféricos, la luna y los otros cuerpos celestes.
  • Son bienes sociales los bienes vitales artificiales: las medicinas salvavidas, las vacunas, el alimento necesario a la alimentación básica, la habitación, la red de internet, los sitios juzgados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad por su excepcional importancia, y todos los otros bienes artificiales sean materiales o inmateriales, cuyo acceso es esencial para el desarrollo físico y psíquico de las personas.

Artículo 49. Bienes personalísimos

  • Los bienes personalísimos pertenecen a cada uno con exclusión de cualquier otro. Está prohibido cualquier acto que ocasione una disminución permanente de los bienes personalísimos consistentes en partes del cuerpo humano.
  • Más allá del tiempo necesario para los fines por los que fueron comunicados, se prohíbe la acumulación de los datos personales relacionados con la identidad de una persona física. Es decir: su situación económica, su salud, sus opiniones políticas o religiosas, su jubilación, sus desplazamientos, sus intereses y sus preferencias.
  • Se prohíbe la adquisición, sin el permiso de sus titulares, de los datos personales relacionados con las convicciones políticas, religiosas, filosóficas, la inscripción a partidos u otras adhesiones, las condiciones de salud, o la orientación y la vida sexuales.
  • Se prohibe el comercio de archivos o bancos de datos personales.
  • Todos tienen derecho de acceder a los datos informáticos que les corresponden, de exigir su rectificación y su actualización, de conocer las finalidades a las que están destinados y, cuando éstas no sean justificadas, de obtener su cancelación.
  • Nadie puede ser sometido a decisiones automatizadas, basadas únicamente en algoritmos, cuando esas decisiones se refieran a su persona o de algún modo incidan en su vida.

Artículo 50. Bienes comunes

  • Los bienes comunes, cuyo acceso debe ser garantizado a todos, son patrimonio común de la Humanidad y de todos los otros seres vivientes.
  • Ellos son parte del demanio planetario. Por ello están sustraídos a la apropiación privada y a cualquier actividad que pueda dañarlos de manera irreversible.
  • Están prohibidas la agricultura y la crianza intensiva cuando puedan dañar gravemente los bienes comunes y el ambiente natural.
  • Todos tienen derecho de vivir en un ambiente salubre y de influir en la adopción de decisiones concernientes a los bienes comunes y al ambiente en el que viven.
  1. Bienes sociales
  • Los bienes sociales son bienes cuya disponibilidad y accesibilidad deben ser garantizadas gratuitamente a todos.
  • Las vacunas y las medicinas esenciales (salva-vidas) no son patentables.
  • Las instituciones de gobierno, sean nacionales o globales, si hay una emergencia nacional u otra circunstancia de urgencia, pueden utilizar el objeto de una patente relacionado con un bien social, previa compensación equitativa, en el caso de haber pedido y no obtenido el consentimiento del titular.
  • La producción de los bienes sociales y la investigación científica necesaria para producirlos deben financiarse adecuadamente por las instituciones nacionales y globales de garantía primaria.

Título cuarto. Bienes ilícitos

Artículo 52. Prohibición de producción, comercio y posesión de los bienes destructivos

  • Los bienes ilícitos son bienes destructivos cuya producción, comercio y posesión quedan prohibidos.
  • Son bienes ilícitos las armas nucleares, las armas de destrucción o de muerte, las drogas pesadas, las escorias radiactivas, y todos los residuos tóxicos o peligrosos.

Artículo 53. Prohibición de las armas y monopolio público de la fuerza.

  • Quedan prohibidas la producción, la experimentación, el comercio, la posesión y la difusión de armas nucleares y de armas similares a éstas por su naturaleza y sus efectos.
  • Se reservan al monopolio público en cabeza de las fuerzas policiales estatales, nacionales y globales, la producción y la posesión de las armas, limitadas a las necesarias para el ejercicio de las funciones de seguridad pública.

Artículo 54. Límites impuestos a la producción de energías no renovables

  • La producción y el uso de la energía nuclear y de energías no renovables quedan sometidos a los límites impuestos por la tutela del ambiente y de la salud de las personas.

Artículo 55. Residuos radioactivos y tóxicos

  • Está prohibida la producción, a consecuencia de actividades industriales, agrícolas o domésticas, de residuos radiactivos o tóxicos que puedan provocar muerte o daños graves a los seres humanos.

Artículo 56. Prohibición de actividades que provoquen daños irreversibles a la Tierra.

  • Quedan prohibidas las actividades que puedan ocasionar daños irreversibles a la Naturaleza; o alterar

procesos ecológicos esenciales, o destruir o reducir la multiforme diversidad de las formas de vida.

Artículo 57. Drogas pesadas

  • Sólo la industria farmacéutica pública está autorizada para producir drogas pesadas.
  • Su venta está reservada a las farmacias por prescripción médica.
  • Las instituciones de gobierno adoptan medidas dirigidas a reducir los daños provocados a las personas por la dependencia y el abuso de drogas pesadas.

Artículo 58. Derechos de los consumidores

Todos los seres humanos tienen derecho, como consumidores, a la oferta en el mercado de bienes en ningún sentido dañinos para su salud y para su incolumidad.

Se prohibe toda aplicación de la inteligencia artificial o de la robótica capaz de violar la dignidad o la libertad de las personas.

PARTE SEGUNDA

LAS INSTITUCIONES. LOS INSTRUMENTOS

Título Primero. La Federación de la Tierra

Artículo 59. La adhesión de los Estados a la Federación de la Tierra

  • La Federación de la Tierra está abierta a la adhesión de todos los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas y de los otros Estados existentes.

Artículo 60. Dignidad y deberes de los Estados

  • Todos los Estados son iguales en dignidad.
  • Los Estados tienen el deber de mantener relaciones de paz, de amistad, de solidariedad, de cooperación y de garantizar en sus territorios, los derechos fundamentales de todos, la tutela de los bienes fundamentales y la accesibilidad a ellos de todos los seres humanos.

Artículo 61. Las controversias entre Estados

  • Las controversias entre Estados son resueltas mediante negociación, o a través de procedimientos de conciliación, o mediante su sometimiento a árbitros, o al juicio de la Corte Internacional de Justicia o a cualquier otro procedimiento idóneo para su solución pacífica.

Artículo 62. Las competencias de las instituciones globales

  • Pertenecen a la competencia de las instituciones globales la garantía de la Paz, la tutela del Ambiente

Natural y de los Bienes comunes, la garantía de los derechos fundamentales no gaantizados en los territorios en donde viven sus titulares, la prohibición de los bienes ilícitos, la reducci´n de los desequilibrios económicos y la promoción y desarrollo de los países pobres.

Artículo 63. Instituciones de Gobierno, Instituciones de Garantía, Instituciones de carácter Económico

  • Son instituciones y funciones globales de la Federacion de la Tierra: a) las Instituciones y las

Funciones globales de Gobierno; b) las Instituciones y las Funciones globales de Garantía; c) Las Instituciones y las Funciones globales de Carácter Económico y Financiero.

Las funciones de Gobierno están legimidadas por su representatividad política. Son tanto más legítimas cuanto más sus titulares son efectivamente responsables frente a las personas que viven en los territorios gobernados por ellos.

Las funciones de Garantía están legitimadas por la igualdad de los derechos fundamentales garantizada por ellas. Son tanto más legítimas cuanto más efectivas son, a nivel global, las garantías aseguradas por ellas.

Las funciones globales de carácter Económico y Financiero están legitimadas por su capacidad de promover la estabilidad económica, la tutela del ambiente y la máxima igualdad en las condiciones de vida de los Pueblos de la Tierra.

Título Segundo. Instituciones y funciones globales de gobierno

Artículo 64. Las instituciones globales de gobierno

             –          Son Instituciones Globales de Gobierno de la Federación de la Tierra: a) la Asamblea General; b) el

Consejo de Seguridad; c) el Consejo Económico y Social; d) la Secretaría.

Artículo 65. La Asamblea General y su composición

La Asamblea General está formada por los representantes de todos los Estados de la Federación de la Tierra.

El número de representantes de cada Estado federado, designados en elecciones libres, es proporcional al número de sus habitantes, en la proporción de un representante cada 10 millones de personas o fracción.

Los Estados federados con una población supñerior a 50 millones de habitantes tienen, en la Asamblea General, cinco representantes, más uno por cada 50 millones de habitantes excedentes, o fracción.

Artículo 66. Las competencias de la Asamblea General

La Asamblea General discute y aprueba las resoluciones relacionadas con todos los fines de la Federación de la Tierra indicadas en el artículo 2.

Además de las competencias indicadas en el Capítulo IV de la Carta de las Naciones Unidas, la Asamblea General tiene la tarea de producir las normas de actuación de esta Constitución, y de dar vida a todas las instituciones globales de garantía mencionadas por ella.

La Asamblea General apruega cada año el Presupuesto de la Federación de la Tierra propuesto por el Consejo Económico y Social.

Artículo 67. El Consejo de Seguridad y su composición

El Consejo de Seguridad está compuesto por los representantes de los 15 Estados federados que cada cinco años son designados por la Asamblea General.

Los representantes de los Estados en el Consejo de Seguridad son nombrados por los gobiernos nacionales.

La designación del Estado que nombrará su representante en el Consejo de Seguridad, excluye la posibilidad de volver a hacerlo en los siguientes 20 años desde la terminación de su mandato.

El Consejo de Seguridad decide por mayoría de sus miembros. Queda excluído todo poder de veto.

Artículo 68. Las competencias del Consejo de Seguridad

El Consejo de Seguridad, además de las competencias indicadas en los Capítulos V-VIII de la Carta de las Naciones Unidas,

a) propone a la Asamblea General las normas de actuación de la presente Constitución y, en particular, el reforzamientop o la creación de las Instituciones Globales de Garantía previstas en ella;

b) garantiza las relaciones pacíficas entre los Estados y la seguridad pública internacional, gracias a poseer el monopolio de la fuerza a través de su Comité de Estado Mayor y de Seguridad Global, además de las Instituciones Nacionales de Policía.

Artículo 69. El Consejo Económico y Social. Composición y competencias.

El Consejo Económico y Social se compone de 54 miembros electos por la Asamblea General entre estudiosos de Economía y de Ciencias Jurídicas o Sociales de fama internacional o de alto prestigio moral.

Además de las competencias indicadas en el Capítulo X de la Carta de las Naciones Unidas, y en la Parte IV del Pacto Internacional del 16 de diciembre de 1966 sobre los derechos economicos, sociales y culturales, el Consejo Económico y Social.

Artículo 70. La Secretaría General

La Secretaría General es coordinada por un Secretario General e incluye a todos los funcionarios administrativos de la Federación de la Tierra. El Secretario General es nombrado por la Asamblea General, a propuesta del Consejo de Seguridad.

Además de las competencias indicadas en el Capítulo XV de la Carta de las Naciones Unidas, el Secretario General es competente en relación con todas las funciones administrativas y ejecutivas requeridas para los fines de la Federación de la Tierra.

TÍTULO TERCERO. INSTITUCIONES Y FUNCIONES GLOBALES DE GARANTÍA

Artículo 71. Instituciones Globales de Garantía Primaria y Secundaria

Son Institciones de Garantía de la Federación de la Tierra, instituidas con el fin de asegurar el respeto y la actuación de los principios establecidos en esta Constitución: a) Las Instituciones Globales de Garantía Primaria; b) Las Instituciones Globales de Garantía Secundaria.

Artículo 72. La independencia de las Instituciones de Garantía

Las Instituciones y las Funciones Globales de Garantía están separadas y son independientes de las Instituciones y de las Funciones Globales de Gobierno. A fin de garantizar dicha separación, las Instituciones Globales de Garantía gozan del autogobierno y de la autoomía financiera aseguradas para ellas por las cuotas del Presupuesto Planetario que les asigna el artículo 92.

Artículo 73. Principio de Subsidiaridad

La competencia de las Instituciones Globales de Garantía se rige por el principio de subsidiaridad, en cuya virtud ella opera si faltan o son privadas de medios económicos suficientes las correspondientes Instituciones de Garantía de nivel estatal o local, o si a causa de su comprobada inadecuación, lo requieren las Instituciones Estatales o Locales de Gobierno o de Garantía.

SECCIÓN PRIMERA. INSTITUCIONES Y FUNCIONES GLOBALES DE GARANTÍA PRIMARIA

Artículo 74. Las Instituciones Globales de Garantía Primaria

Son Instituciones Globales de Garantía Primaria: a) El Consejo Internacional para los Derechos Humanos; b) El Comité de Estado Mayor y de Seguridad Global; c) La Organización Mundial de la Salud (Oms); d) La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (Fao); e) La Organización de Naciones Unidas para la Educación (Unesco); f) La Agencia Garante del Ambiente; g) La Organización Internacional de las Prestaciones Sociales; h) La Organización Internacional del Trabajo (Oit); La Agencia Mundial del Agua; l) El Comité Mundial para las Comunicaciones Digitales.

Artículo 75. El Consejo Internacional para los Derechos Humanos

            El Consejo Internacional para los Derechos Humanos está compuesto por 27 miembros nombrados entre estudiosos de fama

internacional y de alto prestigio moral, por todas las otras Instituciones Globales de Garantía: cada una nombra 3 miembros.

Además de las competencias establecidas por su actual Estatuto, el Consejo Internacional para los Derechos Humanos:

a) Coordina las actividades de todas las Instituciones de Garantía, primaria o secundaria;

b) Nombra los supremos dirigentes de tales instituciones entre personas de alto prestigio moral y reconocida capacidad, de las listas de varios candidatos propuestos por las mismas instituciones;

c) Distribuya entre tales instituciones las cuotas del Presupuesto de la Federación de la Tierra reservadas a ellas en el artículo 92;

d) Indica a las Procuradurías de las Cortes Internacionales todas las violaciones de los derechos humanos de su competencia.

Artículo 76. El Comité de Estado Mayor y de Seguridad Global

Para garantizar la paz y la seguridad, el monopolio de las fuerzas armadas –limitado a las armas necesarias para las funciones de policía, corresponde al Comité de Estado Mayor y de Seguridad Global, y a las Instituciones Territoriales de Policía de cada uno de los Estados Federados.

Además de las competenias indicadas por el artículo 47 de la Carta de las Naciones Unidas, el Comité, con el auxilio de las Instituciones Territoriales de Policía, si es necesario, y bajo la dependencia del Consejo de Seguridad, desarrolla funciones de seguridad pública; y, bajo la dependencia de las Procuradurías Globales, funciones de policía judicial antelos crímenes sometidos a la Jurisdicción de la Corte Penal Internacional, y a la de la Corte Internacional para los Crímenes de Sistema.

Artículo 77. Superación de los ejércitos nacionales

Los ejércitos nacionales quedan suprimidos. Cuando para las funciones de pñolicía previstas en el artículo 76 no sean suficientes las Policías Nacionales, las fuerzas armadas nacionales necesarias para ese fin quedan transformadas en artculaciones territoriales del Comité de Estado Mayor y de Seguridad Global.

El Comité de Estado Mayor y de Seguridad Global promueve y controla el desarme progresivo de todos los Estados de la Federación de la Tierra.

Artículo 78. La Organización Mundial de la Salud

La Organización Mundial de la Salud (Oms), además de las competencias establecidas en su Estatuto, tiene el deber de garantizar la salud de todos los seres humanos, mediante prestaciones sanitarias y farmacéuticas gratuitas. Para ese fin

a) Promueve la investigación médica y farmacéutica;

b) Previene las pandemias y coordina las medidas necesarias para limitar su contagio;

c) Provee a la creación de instituciones sanitarias locales y a la distribución de las medicinas salvavida y de las vacunas en todos los países de la Tierra que carezcan de ellas.

Artículo 79. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (Fao), además de las competencias establecidas en su actual Estatuto, garantiza la satisfacción del derecho a la alimentación de todos los seres humanos y promueve, en todos los países, una agricultura racional, ecológica y biológica que no dañe el ambiente y asegure la capacidad de regeneraciónde los suelos. Para ese fin

a) Impone límies y deberes a los cultivos industriales y a los criaderos intensivos que dañan el ambiente;

b) Favorece las pequeñas empresas agrícolas;

c) Asegura la participación de los agricultores y de sus representantes sindicales en la definición de las políticas agrícolas;

d) Distribuye entre los países pobres los excedentes agrícolas y las cantidades de alimento necesarias para impedir el hambre y la desnutrición de sus poblaciones;

e) Promueve la investigación científica y la cooperación técnica entre los países productores, para el desarrolloo de una agricultura racional en todo el Mundo.

Artículo 80. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), además de sus competencias establecidas en su actual Estatuto, instituye escuelas públicas de todo orden y grado dondequiera que falten.

Artículo 81. La Agencia Garante del Ambiente

La Agencia garante del Ambiente promueve, en acuerdo con las otras instituciones internacionales existentes de garantía del amnbiente, y a través de sus articulaciones territoriales, la proteccióbn del ambiente natural y el mejoramiento de su calidad.

Protege los bienes comunes naturales, vigilando su conservación como patrimonio común de la Humanidad y garantizando su indisponibilidad respecto al mercado y a la política, mediante su calificación de bienes que forman parte del Demanio Planetario.

Garantiza que las actividades que tienen por objeto tales bienes se desarrollen en beneficio de la Humanidad entera, y que se asegure la repartición equitativa, sobre bases no discriminatorias, de las ventajas económicas derivadas de ellos.

Controla la observancia de las prohibiciones de emisiones de gas inveernadero, y de la prohibición de producir desechos radioactivos o que sean tóxicos o peligrosos.

Financia la investigación y la adopción, para las actividades industriales, agrícolas y comerciales, de tecnologías que produzcan energía sin emisión de gas invernadero, y de reducir y asimilar, sin efectos nocivos para el ambiente, de residuos tóxicos o de cualquier otro modo peligrosos.

Artículo 82. La Organización Internacional de las Prestaciones Sociales

La Organización Internacional de las Prestaciones Sociales organiza en los países pobres, en vía subsidiaria respecto a las Instituciones de Garantía de los Estados, las prestaciones sociales necesarias para la supervivencia de las personas.

Artículo 83. La Organización Internacional del Trabajo

La Organización Internacional del Trabajo, además de sus competencias y objetivos establecidos en la Declaración de Filadelfia del 10 de mayo de 1944,

a) Vigila, a través de sus órganos territoriales, la observancia de los derechos de los trabjadores y de las libertades sindicales establecidos en esta Constitución;

b) Promueve la máxima igualdad de todos los trabajadores en la garantía de sus derechos fundamentales;

c) Denuncia en la Corte Penal Internacional todos los casos de reducción a esclavitud para los cuales no se haya procedido penalmente en el Estado en cuyo territorio se verificaron.

Artículo 84. La Agencia Mundial del Agua

La Agencia Mundial del Agua define y promueve las políticas mundiales idóneas a garantizar el agua potable y los recursos hídricos como bienes comunes;

Organiza la distribución gratuita a todos del agua potable, en la medida del límite mínimo necesario para garantizar

            Controla la observancia de la prohibición de las destrucciones y desperdicios del agua potable más allá del límite máximo;

Somete a tributación los consuumos de agua potables superiores al límite mínimo a que se refiere el segundo apartado; e inferiores al límite máximo a que se refiere el tercer apartado.

Artículo 85. El Comité Mundial para las Comunicaciones Digitales

El Comité Mundial para las Comunicaciones Digitales tiene la función de vigilar y controlar que dichas comunicaciones se produzcan dentro del respeto de todos los derchos fundamentales y de las normas establtcidas como garantía de la libertad de los medios de información.

Tiene el poder de disponer la eliminación de la red, de los mensajes y las imágenes que contengan amenazas, injurias, molestias o incitaciones al odio o a la violencia, o que, de cualquier otra manera, violen los derechos fundamentales de las personas.

SECCIÓN SEGUNDA. INSTITUCIONES Y FUNCIONES GLOBALES DE GARANTÍA SECUNDARIA

Artículo 86. Las Instituciones Globales de Garantía Secundaria

Son Instituciones Globales de Garantía Secundaria o Jurisdiccional: a) La Corte Internacional de Justicia; b) La Corte Constitucional Internacional; c) La Corte Penal Internacional; y d) La Corte Internacional para los Crímenes de Sistema.

Los jueces que integranlas Instituciones Globales de Garantía Secundaria son independientes y están sometidos solamente a esta Constitución. Son nombrados por el plazo de siete años y no son reelegibles.

Artículo 87. La Corte Internacional de Justicia

La jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia sobre las controversias entre Estados concernientes a las materias establecidas en el artículo 36 de su Estatuto tiene carácter obligatorio. La Corte tiene también jurisdicción en las controversias entre las sociedades comerciales multinacionales y los Estados en cuyos territorios tengan su sede legal. A instancia de los sujetos perjudicados, declara las responsabilidades de los Estados por sus actos internacionalmente ilícitos o inválidos, y dispone las medidas pacíficas necesarias para obtener su cesación y su reparación.

Artículo 88. La Corte Constitucional Internacional

Se instituye una Corte Constitucional Internacional competente para pronunciarse, por recurso incidental planteado en el curso de otros procesos, sobre la ilegitimidad, por contraste con las normas de esta Constitución, de las normas producidas por las Instituciones Globales, los tratados internacionales o las leyes nacionales

Ante la Corte Constitucional Internacional se institiye una Procuraduría Constitucional Internacional cuya función es plantear de oficio las cuestiones de constitucionalidad a las que se refiere el primer apartado.

La Corte Constitucinal Internacional juzga de los conflictos de atribución entre las distintas Instituciones Globales.

Artículo 89. La Corte Penal Internacional

La jurisdicción de la Corte Penal Internacional incluye, además de los crímenes previstos en el artículo 5 de su actual Estatuto:

a) las lesiones graves de los derechos de libertad establecidos en esta Constitución;

b) la producción, el comercio, la posesión y la instalación de armas nucleares;

c) la producción y el comercio de armas convencionales no destinadas a las funciones de policía;

d) las violencias y las constricciones dirigidas a impedir el ejercicio del derecho de emigrar.

El Procurador adscrito a la Corte Penal Internacional está obligado a ejercitar la acción penal con respecto a los crímenes sometidos a la jurisdicción de la Corte.

Todo sujeto que se estime víctima de alguno de los crímenes de competencia de la Corte, puede recurrir a ella después de agotar los recursos internos del ordenamiento estatal correspondiente.

Con respecto a los Estados que no hayan adherido al Tratado constitutivo de esta Constitución, o al Tratado de 17 de julio de 1998, institutivo de la Corte Penal Internacional, se permite proceder mediante acciones y procesos declarativos, por los tipos de crímenes sometidos a la jurisdicción de dicha Corte.

Artículo 90. Corte Internacional para los Crímenes de Sistema

            Se instituye una Corte Internacional para los crímenes de sistema

            Son crímenes de sistema, no punibles por no reconducir a la acción y a la responsabilidad de personas determinadas, aquellas actividades que produzcan o amenacen producir graves dañols a pueblos enteros, o a toda la Humanidad: las devastaciones ambientales; la omisión de los Estados de desarmarse, la no satisfacción de los derechos sociales establecidos en esta Constitución, y la omisión de socorro de personas privadas de medios de subsistencia, o cuya vida peligra.

Se instituye una Procuraduría Mundial adscrita a la Corte Internación para los Crímenes de Sistema, competente para actuar contra dichos crímenes.

Las acciones y los procesos relativos a los Crímenes de Sistema tienen el carácter de acciones y procesos declarativos, dirigidos a comprobar sus causas sistémicas y las responsabilidades políticas consiguientes.

TÍTULO CUARTO. INSTITUCIONES ECONÓMICAS Y FINANCIERAS

Artículo 91. Las Instituciones Económicas y Financieras

Son Instituciones Económicas y Financieras de la Federación de la Tierra: a) el Banco Mundial; b) el Fondo Monetario Internacional; c) la Organización del Comercio Exterior.

Artículo 92. El Presupuesto Planetario: las cuotas del Presupuesto

Se instituye un Presupuesto Planetario formado por el producto de los ingresos fiscales planetarios y de las contribuciones de los Estados miembros de la Federación de la Tierra. El gasto público global debe favorecer el desarrollo económico de los países pobres y financiar todas las Instituciones Globales de Gobierno y de Garantía.

Para permitirles sostener o integrar los gastos sociales en los países pobres, se destinan a las Instituciones Globales de Garantía cuotas mínimas del Presupuesto Planetario Anual: el 10% a las funciones globales de policía; el 10% a las funciones globales de garantía de la salud; el 10% a las funciones globales de garantía de la alimentación básica y del desarrollo de una agricultura respetuosa de la Naturaleza; el 10% a las funciones globales en garantía de la instrucción; el 20% a la tutela del ambiente; y el 10% a las funcones globales de garantía secundaria o jurisdiccional.

Artículo 93. Un Registro Global de los grandes patrimonios

Para asegurar la transparencia de los grandes capitales, se instituye un Registro en el cual sean indicados todos los patrimonios superiores a la suma equivalente a los actuales 500 millones de dólares.

Artículo 94. Una fiscalidad global

Como condición esencial a la garantía de los derechos fundamentales y de los bienes vitales de todos, se instituye un Fisco Global formado: a) por un gravamen sobre el uso de los bienes comunes o sobre otras actividades de carácter global; y b) por una imposición fiscal, informada en criterios de fuerte progresividad, sobre los grandes patrimonios y sobre los réditos altísimos de las personas.

Artículo 95. Gravamen sobre el uso y el abuso de los bienes comunes.

Se instituye tasas globales: a) sobre las transacciones financieras (Tobin Tax); b) sobre el uso de recursos energéticos que emitan gas invernadero en la atmósfera (Carbon Tax); c) sobre las ganancias digitales delas multinacionales que operan fuera de los países en los que tienen su domicilio legal (Web Tax); d) sobre el uso y sobre el enriquecimiento indebido de parte de actividades industriales o comerciales, de bienes comunes de la Humanidad, como las órbitas satelitales, las líneas aéreas, las bandas del éter, los espacios extra-atmosféricos, los recursos de las áreas de altamar y los recursos minerales de los fondos oceánicos.

Artículo 96. Impuestos globales sobre los patrimonios

Se introduce un impuesto mundial anual de al menos el 5% sobre los patrimonios superiores a una suma equivalente a los actuales 500 millones de dólares, y de al menos el 10% sobre la parte de dichos patrimonios superior a una suma equivalente a los actuales 5 mil millones de dólares.

Se introduce un impuesto mundial sobre las sucesiones de al menos el 15% sobre los patrimonios superiores a una suma equivalente a los actuales 500 millones de dólares; y de al menos el 30% sobre la parte de dichos patrimonios superior a una suma equivalente a los actuales 5 mil millones de dólares.

Artículo 97. Un impuesto global progresivo sobre la renta

Se introduce un impuesto mundial anual de al menos el 5% sobrfe las rentas de las personas físicas suñperiores a una suma equivalente a los actuales 500.000 dólares al año; de al menos el 10% sobre la parte de las mismas rentas superior auna suma equivalente al actual millón de dólares al año; de al menos el 20% sobre la parte de dichas rentas superior a una suma equivalente a los actuales 2 millones de dólares; de al menos el 40% sobre la parte de las mismas rentas superior auna suma equivalente a los actuales 4 millones de dólares anuales; y del 80% sobre la parte de las mismas rentas superior a una suma equivalente a los actuales 8 millones de dólares al año.

Artículo 98. Las deudas públicas

A título de resarcimiento de los daños provocados hasta ahora a los bienes comunes de la Humanidad y a las generaciones futuras por el desarrollo industrial ecológicamente insostenible de los países ricos, la deuda pública de los países pobres en los cuales la renta media per cápita de la población sea inferior a una suma equivalente a los actuales 20.000 dólares al año, es asumida por la Federación de la Tierra.

La deuda pública de los restantes países es garantizada por el Banco Mundial, y los Estados deudores deberán pagar solamente sus intereses equitativamente preestablecidos en una medida igual y constante.

Artículo 99. El Presupuesto de la Federación de la Tierra

El Consejo Económico y Social formula cada año el Presupuesto de la Federación de la Tierra y lo somete a la aprobación de la Asamblea General. El Presupuesto de la Federación:

  1. a) asegura el equlibrio entre los ingresos y los gastos; b) establece la medida de las tasas y de los impuestos globales; c) asigna a las Instituciones Globales de Garantí, en las medidas establecidas por el artículo 92, las cuotas del Presupuesto Planetario destinadas a las garantías de los derechos y de los bienes fundamentales.

DISPOSICIÓN FINAL

Artículo 100. El proceso constituyente

            Este Proyecto de Constitución, al término de su discusión y de las enmiendas aportadas al mismo por parte del mayor número de personas, será depositado en la Sede de la Organización de las Naciones Unidas, sometido a la atención, al debate, a las modificaciones y a la aprobación de la Asamblea General, y abierto a la adhesión y a la ratificación de todos los Estados.

Nota de SURCOS:

Esta propuesta de Constitución de la Tierra es un aporte del profesor Luigi Ferrajoli, profesor emérito de la Universidad de Roma II.

Fue compartida con SURCOS por Walter Antillón con la siguiente explicación y llamamiento:

Queridos amigos, como dicen muchas personas, entre tantas desgracias que nos inflige, la Pandemia ha servido también para dejar en claro algunas cosas importantes:

  1. La palmaria verdad de un Mundo insolidario y autodestructivo regido por el afán insaciable de lucro de un grupo de poderosas transnacionales que han subordinado a los Estados-Nación al logro de sus designios, dando al traste con la Naturaleza y los más altos valores de la Cultura;
  2. La evidencia pública de la necesidad de reducir la enorme brecha económica existente entre ricos y pobres con medidas como sistemas tributarios fuertemente progresivos, vigorosas políticas de inversión y otras, para garantizar juntamente la reactivación y un acceso equitativo y seguro de todas las personas a los servicios de salud y, en general, a los servicios públicos esenciales;
  3. Una verdad inocultable acerca de la misantropía y la ceguera de los gobiernos neoliberales, grandes y pequeños, que venían desmantelando minuciosamente las estructuras de la salud pública, reduciendo la plantilla de los médicos y enfermeros, cerrando hospitales y clínicas, y han tascado amargamente su impotencia frente a la magnitud de una peste que ha puesto en evidencia la mezquindad de sus miras;
  4. Una verdad transparente acerca de la desembozada codicia de las transnacionales farmacéuticas, que frente a la tragedia y las penurias de la Humanidad causadas por la Pandemia, hacen prevalecer su avidez de ganancias a través de los precios de las vacunas y las maniobras oligopólicas;
  5. Una verdad inocultable acerca de la carencia vergonzosa de un robusto Centro coordinador de la salud mundial, que centralizara todos los recursos científicos, financieros y logísticos para brindar rápida, gratuita y equilibradamente al Planeta, lo que los países aislados, pequeños y grandes, han terminado haciendo tarde y mal, de manera inequitativa y con altísimos costos.

El Planeta necesita desesperadamente poner freno a esta marcha insensata hacia el Caos: es preciso gobernar el Mundo cuerda y bondadosamente, con equidad y humanidad. Y en ese sentido quiero hacer del conocimiento de todos Ustedes, la iniciativa tomada por un prestigioso jurista coetáneo, el profesor Luigi Ferrajoli, emérito de la Universidad de Roma III, que se titula UNA CONSTITUCIÓN DE LA TIERRA (en una modesta traducción realizada por mí, con la colaboración de la estudiante de Derecho Naomi Fernández Rodríguez, de la Sede de Occidente, UCR), el cual permite vislumbrar una luz de esperanza y el camino que conduce a ella.

Me dirijo a nuestra Facultad de Derecho, a nuestra Universidad de Costa Rica, a las Universidades Públicas, para que patrocinen la discusión de las cuestiones suscitadas en este importante documento, y su difusión entre los sectores más conscientes de la comunidad nacional; que se interpele a los flamantes candidatos a la Presidencia de la República y a la Asamblea Legislativa para que tomen una clara posición ante la gravedad de una situación que ya afecta gravemente a los países pobres como el nuestro; y que los arrastrará irremediablemente a la ruina, si no conseguimos hacer un esfuerzo planetario en pro de la vida, de la dignidad y de los derechos de todos.

HOLA SOLEDAD

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Pasada la parafernalia de entrega de medallas, ceremonias de apertura y clausura, marcas mundiales y olímpicas superadas, volvemos a encontrarnos con lo abrupto de una realidad pandémica: un rebrote violento e intenso producido por la mezcla de variantes, algunas de ellas con nombres impronunciables, se ensaña contra la humanidad de una forma brutal y sistemática.

De nuevo los confinamientos, toques de queda, restricciones han empezado a instalarse en medio de una falsa sensación de normalidad a medias. La desescalada que no fue. La normalidad que tampoco es.

Pero no solo la pandemia nos dibuja realidades. Por primera vez en los Juegos Olímpicos modernos y televisados algunos sonidos fueron perceptibles al oído humano: la voz de “en sus marcas”, el disparo que anuncia la salida de la carrera, el golpe frenético del calzado deportivo sobre el material sintético de la pista de atletismo. Por primera vez los telespectadores fuimos los convidados de piedra a esta fiesta deportiva mundial, detrás de la pantalla.

“Hola soledad, no me extraña tu presencia, casi siempre estás conmigo”.

A la disruptividad de unas justas que fueron despojadas de su rubor por atletas demasiado humanas, se sumó la ausencia como principal aficionada. En las instalaciones deportivas preparadas con el rigor y la exactitud japonesa, se observaban edecanes elegantemente ataviados en cada salida de emergencia, en cada línea de asientos. Acomodaban con sus manos el aire, lo que no estaba, a nadie.

La soledad fue la gran competidora en un país que cuenta ya con un ministerio para gestionar políticas que mitiguen los impactos de esta problemática de salud pública. En el año 2020, el año 0 de la pandemia, 15.000 personas fallecieron como consecuencia del virus; 21.000 se suicidaron y 5.000 murieron en el más completo abandono.

“Te saluda un viejo amigo, este encuentro es uno más”.

Durante las semanas previas al inicio de las competiciones, una nota periodística sobre el tema publicada por el sitio digital del medio Página 12 me dejaba perplejo. Contaba la historia de Shoji Morimoto, físico de profesión con 37 años, que se ha dedicado en el periodo reciente a “alquilarse” para hacer compañía. Su premisa de trabajo: “no hacer nada”, solo estar.

Durante los Juegos Olímpicos ofreció sus servicios dado el alto grado de depresión de muchas personas japonesas que les lleva a aislarse de la sociedad, inmolarse socialmente. Su anuncio de alquiler decía al pie de la letra:

“Alquilo una persona que no hace nada. Siempre acepto solicitudes. Solo debes pagar 100.000 yenes (85 dólares), gastos de transporte, comida y bebida. No hago nada, solo compañía”. (recuperado de https://www.pagina12.com.ar/357560-la-soledad-en-los-juegos-olimpicos el 27 de agosto de 2021).

Entre las cosas más extravagantes que ha hecho Morimoto en su “oficio”, se encuentran haber acompañado a recitales de música a personas temerosas de ir solas o hacer las de un entusiasta seguidor aficionado que apoyaba sin parar a un lacónico maratonista. Ambos desconocidos para él.

“Yo soy un pájaro herido que llora solo en nido porque no puede volar”

Al finalizar la fantasiosa ceremonia de clausura, una voz grave en inglés y en japonés daba las gracias a la concurrencia por haber “venido” a la actividad y les deseaba un feliz y seguro regreso a casa. Lo hacía ante un estadio completamente solo, absolutamente desolado, vacío.

Las dimensiones humanas de esto que estamos comentando son profundas y directas. Vivimos una cultura del descarte donde nosotros mismos somos descartados y nos autodescartamos a vivir lejos del colectivo.

La presión, la majadería del éxito mal entendido, la competitividad in extremis, nos han vaciado de sustancia y de contenido realmente importante. Por eso ya no damos más. Por eso urgen políticas públicas donde acciones como la ternura, el abrazo y el entendimiento sean las más importantes y no se midan con ningún indicador más que el del bienestar de la gente.

Quisiera sentarme alguna vez con Morimoto a tomarme un café o un vino, a saber con él esto que nos ha pasado como humanidad. A que me explique cómo nos salvamos del inminente desastre civilizatorio.

Mientras tanto es necesario volver a reconocernos, sentirnos, construimos de nuevo en colectivo. No se necesita mucho. Solo hacerlo.

“Y por eso hablo contigo soledad yo soy tu amigo ven que vamos charlar”.

 

Imagen: https://elmedicointeractivo.com

EL EFECTO SIMONE

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

El primer plano de su rostro mostraba una persona desencajada, desconcertada. Acostumbrado a vencer rivales con una técnica depurada y dejarlos desperdigados en el campo de juego, esa noche ofreció un pobre espectáculo que a la postre coincidió con el del resto del equipo. Brasil, el favorito Brasil, perdería la final del campeonato mundial de fútbol de Francia 1998.

Luego se sabría que la noche previa, Ronaldo Luiz Nazario de Lima o, simplemente Ronaldo, había sufrido un colapso que se reflejaría en su estado físico y emocional en ese importante partido. Una columna del sitio digital “apuntes de rabona” sobre ese hecho, señalaba que el jugador no sabría dónde estaba y que había “corrido porque tenía que hacerlo”.

Denominado en el concierto global mediático como “El fenómeno” por sus capacidades innatas para jugar al fútbol, Ronaldo, el joven Ronaldo de 21 años, sucumbiría así a la presión global que había depositado sobre él la responsabilidad de guiar a la mítica Brasil a un quinto campeonato del mundo. Lo lograría finalmente cuatro años después en el mundial de Japón y Corea en 2002.

A esa noche francesa, el jugador llegaba como la indiscutible estrella global del deporte. Figura e imagen de la marca transnacional de implementos deportivos Nike, amasaba una temprana fortuna y las luces de los reflectores brillaban sobre su sombra.

La misma marca había creado para él los primeros zapatos de fútbol personalizados y con marca patentada de la nueva era: “Mercurial R9”. Luego de esta aventura publicitaria, vendrían los CR7, los Messi contemporáneos y el mundo del fútbol seguiría girando en su danza de millones hasta hoy.

Lo que ocurrió con Ronaldo la noche del 11 de julio de 1998 previa a la final, es un ejemplo de lo que el alto rendimiento, esa fábrica de hacer sueños a costa de las subjetividades, hace con los deportistas. Sucumbió a una convulsión que lo alejaría de la realidad hasta el día siguiente en el que, como mencionó la columna ya citada, “jugó pero no jugó” en el partido de la final francesa. Posteriormente, problemas de tiroides dieron al traste con su condición física y debió retirarse de toda actividad futbolística.

23 años después de este episodio el mundo sigue contemplando la tensión no resuelta entre deportividad y rendimiento, éxito y salud, perfección y error. En unos Juegos Olímpicos disruptivos, como todo lo que ha pasado en este planeta desde marzo de 2020, el clamor de los deportistas por el respeto a su humanidad ha sido constante. Han aprovechado la vitrina de los medios globales y las redes sociales para hacerlo.

No es común ver a un o una atleta de renombre quebrarse, bajarse de la competencia nombrando su derecho a la salud mental, al resguardo emocional. Ya lo había hecho, este mismo año, la tenista japonesa Naomi Osaka al desdeñar la hegemonía de los micrófonos y las cámaras en el Abierto de Francia Roland Garros, aduciendo que necesitaba proteger su integridad como persona. Terminó abandonando el torneo.

Pero allí no acaba la disrupción de las subjetividades. Reconocida como “La gimnasta imposible” por sus siempre perfectas rutinas de alta calificación, sus acrobacias sin comparación, su perfil permanentemente impecable, la atleta estadounidense Simone Biles, puso en otra dimensión una discusión actual y preocupante sobre la salud integral de las personas que bregan en el alto rendimiento.

En tiempos de pandemia y todo lo que trajo a su paso para las subjetividades, este no es un tema menor. Quizá luego de que el núcleo del virus se aleje y se reinstale nuevamente la vida bajo otros signos, los abordajes sobre la salud mental sean reconocidos desde verdaderas políticas públicas que no sigan enfoques solamente restituyentes y rehabilitatorios. Estos temas, finalmente, deben abordarse y defenderse contra toda lógica economicista, racionalista.

El impacto de lo hecho por Simone Biles en esta semana de exposición mediática ha sido evidente. Otra deportista casada con los millones de Nike (con quien terminó su relación en 2015) y con la marca Athleta (vinculada a la transnacional Gap) ha detenido de alguna manera y por algunos días la maquinaria del espectáculo deportivo y ha obligado a la audiencia global a poner sus ojos sobre la persona, no la gimnasta.

Tras ella se cuentan otros gestos de deportistas que han salido a expresar su condición de humanidad. Sobre ellos hablaremos en otro momento. Por lo pronto, recordémonos que todos, todas en todos los campos de la vida, tenemos que ejercer el derecho irrenunciable a quebrarnos, a mostrarnos con todas las debilidades y fortalezas para luego levantarnos una y otra vez como demostración de humanidad. Simplemente humanidad.

Esa es la disputa a la que asistimos contra un sistema preparado, o que dice preparar para la perfección. Este pareciera ser el efecto Simone, la principal medalla que cuelga de su cuello y del nuestro como la persona que es, que somos.

La Crisis de las crisis

Esteban Beltrán Ulate

Las crisis implican una comprensión de sociedad en tensión constante, situación que responde a una concepción desde la cual existen puntos de presión y “escenarios en tensión”, bajo una multiplicidad de formas. Pensar la humanidad, implica necesariamente pensar la diversidad, por tal razón, decir humanidad es decir pluralidad. No obstante, debido a la globalización que se ha consolidado en nuestra época, bajo una orientación política que instaura una visión de mono-cultura, mono-lengua, y mono-economía, desencadena una hiper-crisis: la crisis de las crisis.

Dicho de otra manera, las crisis son una condición necesaria de todo grupo social donde nada está totalmente asentado, pues la disposición entre tesis y antítesis son constantes, desde diversas dimensiones. El problema que quiero exponer es que, con la modernidad (colonialista, capitalista, patriarcal) se ha constituido una suerte de Torre de Babel, se ha instalado un sentido común, donde la una subjetividad totalizante extiende un discurso a partir de las diferentes estructuras de dominación.

La crisis de las crisis es aquella que perpetra una parálisis de los sistemas de pluri-pensamiento, a partir de la instauración de un macro orden que bajo el discurso a la carta de las necesidades previamente condicionadas por estrategias de comunicación inducen a las sociedades a un modo de “sub-vida”. La crisis de las crisis es aquella donde ya ni siquiera podemos tensar-nos como parte de nuestra condición diversa como especie humana, sino que nos encontramos bajo una condición de dominación que está avanzando de manera turbulenta sobre nuestras sociedades bajo una forma de un “sentido común”, que desencadena nuevas consecuencias en una subjetividad neoliberal masiva.

Es necesario reflexionar sobre la naturaleza de las crisis y sus condiciones, esto imprime en hombres y mujeres la necesidad de re-elaborar estrategias teórico-práctica para actuar. En este escenario, las izquierdas deben re-inventarse, y sin olvidar la tradición de sus fuentes, asumir nuevos derroteros discursivos que propicien alternativas que no solo procuren dirigir la mirada al «pan con mantequilla» sino a «al trigo y la vaca». Esto implica dejar de dirigir los ataques a las sombras del esbirro y enfrentar al esbirro mismo. Lo que permitirá volver a la vida de las crisis, donde las izquierdas, bajo diferentes formas, incluso bajo la forma de socialismo democrático, pueda coexistir como modelo, que pueda ser asumido y desarrollado, en consonancia con la vida, dentro de un esquema global y plural.

“Me apesta la humanidad, huele a muerte”

Macv Chávez

Dedicado a mi buen y admirado amigo: Edwards Herrera Vega, a quien no me canso de admirar por su capacidad intelectual, pero sobre todo gran calidad humana, en el día en el que pasa a ser importante para los políticos: porque al fin podrá votar.

No sé qué hora saldrá el sol. El cielo está como la gente de estos tiempos, entre sombras, a oscuras. Al parecer la miseria nos ha consumido hasta el punto de incapacitarnos para razonar. El miedo a la muerte nos ha transformado en zombis de nuestros tiempos, en animales domesticados para luchar por la supervivencia y sobrevivir, según el poder de nuestras vidas. Nos han separado por manadas, entre oprimidos y opresores, por eso seguimos el patrón de conducta inculcada por los pastores del poder, hasta el punto de ser los Eichmann de la modernidad, porque simplemente acatamos órdenes sin ningún tipo de remordimiento, porque inconscientemente hemos renunciado a ser personas, a tener conciencia, a distinguir entre el bien y el mal, para saber elegir entre el bien y lo mejor como seres trascendentales que somos, y todo para andar matándonos los unos a los otros, solo por seguir las órdenes de los Hitler de la miseria y opresión.

Quizás más de uno piense que todo esto lo digo porque puede ser que haya seguido a los peores ejemplos de vida: Sócrates bebiendo la cicuta para defender sus ideas, al Dios que habitaba en él: la conciencia, cuya idea cambió la contemplación del hombre, yendo de su exterior al interior; Ortega preocupado por el ser del hombre: su dignidad y circunstancia; Marañón igualando a los ricos y pobres en su consultorio y atenciones; Heraud luchando por la dignidad de los otros, con gran conciencia de la vida y del ser, que no se aleja de la reflexión de Sartre, quien nos indicaría que el prójimo no solo es aquel que vemos, sino aquel que nos ve, aunque nosotros no lo veamos, dándonos a comprender la extensión humana del ser en sí mismo, de ese yo universal que nos vendría a hablar Unamuno y por el cual una sola persona vale más que toda la humanidad junta, aunque de nada sirve que todos sacrifiquen a una sola persona, porque es indispensable que todos aprendamos a sacrificarnos a sí mismos; y por eso hemos podido contemplar que, a pesar de tantos sacrificios de una sola persona, como los ya mencionados anteriormente, así como de Jesucristo, Buda, Einstein, Hawking, entre tantos otros que cambiaron la historia de la humanidad, cosa que conocemos o podemos revisar en la historia de las revoluciones armadas, como intelectuales, seguimos girando en el mismo estilo de vida, entre supervivientes y sobrevivientes, opresores y oprimidos, amos y esclavos, por más que los matices de la modernidad nos lo presenta diferente, solo por la evolución de la tecnología y el conocimiento del hombre, ese que todavía sigue siendo pobre de ser, y por eso vemos tantas injusticias sociales, y todo porque hasta ahora no hemos aprendido a trascender.

Hoy hemos llegado al punto de que vivir es ser un pobre diablo endiosado, uno que quiere ser lo que no es: un dios, un ser que decide sobre el origen y fin de la vida, y por eso vemos a flor de piel las prácticas hipócritas de la defensa de la vida que nos encierra como roedores que se aferran a la vida sin siquiera haber aprendido a vivir, sin siquiera haber aprendido a ser persona, a tener conciencia: conocimiento pleno del ser y hacer, de la naturaleza de sí mismo; y, por ende, hemos destruido nuestro exterior como también nuestro interior, y por eso es que el consumo del mundo nos pasa factura cada cierto tiempo, como lo hizo con la gripe española, que mató entre 20 y 50 millones de persona en dos años, en un mundo menos globalizado que la actualidad, cosa que me lleva a cuestionar la realidad que vivimos con el famoso Coronavirus, porque si realmente el virus fuera un castigo de la naturaleza -como lo habían dicho al principio del año pasado, porque provenía de un murciélago- ya hubiera arrasado con más de 100 o más millones de habitantes, porque la naturaleza es indolente cuando tiene que recuperar su equilibrio, y más con las rápidas conexiones que existen ahora entre los continentes, y si no, miremos a los fenómenos del niño, esos que nos demuestran que por más inteligente que sea el hombre nunca podrá someter a la naturaleza del todo, porque ella tarde o temprano recupera lo que es su suyo sin importarle si arrasa con pueblos enteros.

Hoy nos han inutilizado hasta refugiarnos en la hipócrita idea de salvar la vida de los nuestros y los otros, sin darnos cuenta de que nos han adiestrado para responder de esa forma, porque somos inútiles como personas en sí, porque finalmente está demostrado que no hemos aprendido a ser persona, pues no tenemos conciencia de nuestra propia existencia, y todo porque no hemos aprendido a vivir; y, por ende, no tenemos conciencia de que la muerte es lo único seguro que existe en la vida, de la que no nos escaparemos hagamos lo que hagamos, simplemente porque la vida en sí no nos pertenece, porque es de quien nos la destino, llamémoslo Dios o simplemente Vida, con mayúscula, o -ya si quieren- naturaleza, porque nadie sabe exactamente hasta cuándo va a vivir, salvo que se suicide y la tinke, porque muchas veces hasta el suicida se salva de su asesinato. Y por eso creo que, simplemente no hemos aprendido a vivir como personas, porque no hemos aprendido cuál es el proceso de la existencia, esa que quizás la conocemos por la fotosíntesis enseñada en las escuelas, a la que se reduce la mayoría de los seres humanos: los domesticados, los que nacen, crecen, sobreviven, se reproducen, joden y se dejan joder para volver a joder y finalmente mueren sin dejar absolutamente nada que trasciende; y por eso hasta ahora no se tiene las bases para una mejor sociedad, una sociedad más humana que animal, más digna para todos los hombres (varones y mujeres y todas las demás orientaciones o elecciones personales) cosa que ayudaría a mejorar indiscutiblemente a las siguientes generaciones, como seres trascendentales que somos; y todo gracias a que todavía no existe conciencia del ser, a pesar de tanta dizque evolución humana; razón por la cual la dignidad sigue estando por los suelos, donde los endiosados del mundo (los opresores) siguen gobernando a las masa, a los borregos que van al matadero de la sobrevivencia, donde dejan su existencia para que otros puedan vivir del sudor de su frente, mientras que los otros, los supervivientes, contemplan cómo la masa se pelea entre la masa para sobrevivir, para comer y “disfrutar” de su efímera existencia, asesinando o asaltando a lo bestia salvaje, mientras que los supervivientes lo hacen de forma más inteligente, solo pasteando a las ovejas, tal y como lo hicieron cuando incentivaron a las marchas contra el dictador más inútil de la historia, quien no tuvo ni una hora de gobierno y ya era dictador, hasta el punto de que renunció sin gobernar jamás, simplemente porque el puesto le quedó demasiado grande para su tan escasa capacidad racional, porque en el fondo no era un dictador, sino un completo inútil, el tonto más útil de la historia, diría una amiga que se ríe a morir del pobre, para no renegar.

Hoy esa masa hormonal que antes gritaba dictadura está dormida ante la descarada corrupción que afronta la realidad nacional, y mundial. Está callada ante la miseria de la vida diaria, y digo miseria porque no es posible que a pesar de tanto conocimiento desarrollado sobre el ser humano y la dignidad del hombre todavía sigan existiendo abismales diferencias entre las personas en las atenciones de sus necesidades básicas: educación, salud, alimentación, vivienda, seguridad, oportunidad laboral, donde el poder económico gira en manos de unos pobres diablos, de unos infelices de la vida en sí, de unos que se creen más inteligentes que otros, cuando en sí solo son miseria humana, simplemente porque también es gente: masa que no ha aprendido lo que es su ser en sí; y, por ende, su existencia humana es tan superficial como el hecho de vivir entre la ley de la selva: sobrevive el más pendejo y fuerte, por eso los gritos miserables de la gente gira entre derechos humanos que no existen y que nos endiosan insufriblemente, porque son capaces de matar a lo Eichmann: sin sentir el menor remordimiento, porque es gente que justifica la caridad con la lástima, sin darse cuenta de que están cayendo en más miseria humana, ante situaciones que en sí son realmente desagradables y repugnantes como la violación y ciertas malformaciones humanas que nos golpean fuertes sufrimientos de impotencia, simplemente porque no se puede dar calidad de vida a esas personas, ,porque se requiere mucho esfuerzo para darles lo mejor, esfuerzo que la humanidad máquina u hormonal no está dispuesta a hacer, porque ellos tienen la función del disfrute en modo superpoderoso, y por eso los sacrificios no son de sí mismo, solo de su cuerpo, y no porque no se pueda en sí, sino porque seguimos cayendo en la miserable vida del hambriento, ese que busca tener más y más simplemente porque es incapaz de llenar o saciar su sed, porque lo que busca el ser no está en las posesiones exteriores sino en las interiores, y por eso que todas las grandes revoluciones que cambian la historia termina fracasando: simplemente porque no vemos al ser en sí mismo; y, por eso, la mayor lucha del hombre está en lograr la igualdad de la dignidad con la equidad del ser en sí mismo, es decir, debemos comprender mejor las capacidades individuales del ser, y para ello es indispensable que las personas aprendan a descubrir quiénes son para poder saber cuál es su quehacer, porque por más que todos podamos hacer de todo, el ser no goza a plenitud con todo, es decir, no se sacia haciendo todo, porque simplemente goza o trasciende haciendo aquello que le permite elegir siempre entre el bien y lo mejor, es decir, entre lo digno para uno sin trasgredir a los otros, porque si recordamos nuestros derechos y deberes “empiezan cuando termina de uno y terminan cuando empieza de otro”, simplemente porque nadie es más ni menos de sí mismo, sino complementarios para el equilibrio de la vida y la dignidad, tan igual como lo es la naturaleza.

Pero esto es algo que no se ve en la práctica de la vida del ser humano, simplemente porque, a pesar de tanto conocimiento humano, todavía no hemos aprendido a ser personas; y, por ende, caemos en los vacíos existenciales gritando dignidad donde no existe, reclamando derechos que no existen, simplemente porque no conocemos realmente nuestro ser en sí, haciendo shows de borregos para sentir que somos diferentes, cayendo en sentimentalismos baratos, en frases de autoayuda que yo lo llamaría lástima, porque quieren ser tratados como si fueran infantes incapacitados para comprender la realidad humana, y todo porque realmente no somos más que masa, rebaño que se mueve al grito del pastor, ese pastor que nos controla y encierra para servirle a los suyos, hasta el punto de que no hacen repetir “quédate en casa” sin tener oportunidad a cuestionarla, menos a contemplar lo que implica vivir en sí, porque las ovejas solo deben obedecer y repetir lo que sus amos les ordenan, mismo guacamayos: que repiten todo lo poco que su amo le enseña, cosa que llega a hacerme asquear interminablemente a  los humanos de estos tiempos, que no son muy diferentes a los de otros, con tantas injusticias sociales que se observan en la vida diaria: políticos ladrones y mentirosos, obras de desarrollo miserables, porque no duran en el tiempo, sino en la necesidad de la corrupción, donde la explotación del hombre por el hombre sigue humillándonos los unos contra los otros, porque, si profundizamos en la vida diaria, nos encontramos en la normalización de frases paupérrimas del ser, como “si los políticos son ladrones y corruptos, qué puedes esperar del pueblo”, “pero los humanos son así”, como si hubieran aprendido a ser personas, a trascender, a ir más allá de sí mismos, a explorar su interior y ser, hasta el punto de que son gente, gente que terminan siendo hienas, hienas dispuestas a devorarse a su inocente presa, al cojudo que se deja estafar porque cree en el valor de la palabra, porque piensa que todos son como él, sin ver que la realidad es distinta: miserable, porque la gente también es igual de miserable y corrupta que sus pastores (los políticos), solo para no ser ellos la carne que llevan al matadero de la vida de opresión, y todo porque la realidad todavía nos hace vivir en el constante miedo de morir si no nos adecuamos al sistema, porque la honestidad y dignidad no es rentable ni sociable, porque vivimos en sociedades putrefactas, sociedades que apestan a miseria, que huelen a muerte, porque simplemente la masa ha muerto como ser individual, como persona, para ser masa, animal doméstico al adaptarse al sistema para poder sobrevivir, sobrevivir como un animal que se deja guiar por su pastor, ese mismo que le meterá el miedo a morir solo porque no ha aprendido a vivir, hasta lograr encerrarlo peor que a una rata de laboratorio, porque la rata no tiene la misma capacidad de razonar que nosotros, quienes podemos comprender mejor la realidad, mejor que los demás animales.

Penosamente la realidad es corrupta y miserable en la sociedad de la mayoría, esa mayoría desnaturalizada de su ser, robotizada y domesticada, acostumbrada a ver normal a la miseria, como parte de la vida diaria, solo porque no ha podido contemplar otra realidad, hasta el punto de olvidar que somos diferentes a los demás animales, por más que nos comportemos peor que ellos, como bestias extremadamente salvajes, y todo por estar incapacitados para razonar gracias a cojudos que se creen dioses, quienes finalmente nos dictan las normas de vida, porque ellos son los que viven pensando que si son astutos podrán escaparse de la muerte como Sísifo, solo que burlándonos de los unos y los otros, de los “inferiores a uno”, los más débiles; y no de los cojudos dioses de la vida diaria, de los miserables opresores, hasta ser unos revolucionarios hormonales como en tiempos donde todavía no se conocía la dignidad del hombre, donde el conocimiento del ser era tan pobre como el hombre del mito de la caverna, un cavernícola incapacitado para socializar,  porque simplemente nos dejamos guiar por los olores sexuales que unen a los unos con los otros para un mismo fin: sobrevivir, cuando deberían ser como los revolucionarios del Reddit: inteligentes, hasta el punto de poner en jaque a los lobos que gobiernan gran parte de la economía del mundo, simplemente porque no es tiempo de una revolución de armas, sino una donde la inteligencia sepa jaquear hasta matar a los reyes del mundo, porque es ahí donde se concentra la peste humana, esa que huele a muerte y comete grandes genocidios a lo Eichmann.

Pucallpa, 31 de enero de 2021 a las 15:16 horas.

“Educación para transformar: el rol de la formación política”

Esteban J. Beltrán Ulate
Profesor

La formación debe ser una condición necesaria de toda agrupación política. No es posible transformar la realidad, si no se realiza de manera conjunta el ejercicio de la interpretación en diálogo. La vida política, por tanto, involucra una serie de dimensiones entre las que destaca la reflexión y la praxis. La alternativa no se establece de la noche a la mañana en una sociedad, sino que se va tejiendo, día a día, a partir de involucrarse en el contexto histórico como un agente y no como un simple espectador.

Estamos a las puertas de procesos electorales, como suele suceder, aparecen figuras que vivían ocultas tras paredes o bajo la sombra de un protector, por otro lado, surgen figuras recicladas de la política tradicional, con recetas para solventar los malestares que en su momento generaron, a su vez, se despiertan figuras con un carácter carismático que pretenden ser la solución total de la desgracia, pero que bajo su discurso se enmascara un aire de totalitarismo en potencia.

¿Qué debe hacer un grupo partidario comprometido con su rol histórico?, la respuesta es compleja, pero no puede dejar de lado la consigna de formar. Formar para transformarse y transformar, derribar los mitos de la democracia y sembrar la semilla de la esperanza en la política como servicio a la humanidad. Un verdadero líder o lideresa social tiene que estar formado políticamente, por lo tanto, un partido político coherente ha de estimular las plataformas para una educación de la liberación. El estudio debe ser una necesidad de todo militante de un partido que quiera dar un paso al frente y responder de manera alternativa a una política del hastío.

La profunda revolución de las conciencias se dará cuando la formación política sea el instrumento permanente, una formación que no emascule las capacidades creativas, una formación que lleve de la mano a hombres y mujeres al reconocimiento de su rol histórico como agentes de cambio y transformación de y desde los pueblos. Solo así, se erradicará la tentación de esperar en ungidos y se comprenderá que el partido es uno reflejado en todos y todas, y que el proyecto político emancipador está inscrito en cada voz. Por eso estudiar, estudiar y transformar.

No necesitamos héroes

Esteban Beltrán Ulate
Profesor
esbeltran@yandex.com

No podemos tener un héroe de paz porque la paz es una aspiración, es in ideal, es el horizonte que debemos aspirar como humanidad. La paz no es un anhelo personal, es un anhelo que debe sentirse en comunidad. No podemos tener un héroe de paz, porque la historia del héroe esta cargada de muchos discursos del pasado, el héroe no habla del pasado, mientras que la paz nos viene del futuro. No hay paz en el pasado, no hay paz en el presente, solo esperanza de un futuro con un cielo para todos, con una tierra sin fronteras, con pan y agua, palabra y amor para cada niño y niña que nace.

No hay paz cuando se manipula la historia para inventar falsos ídolos, no hay paz cuando se manosea el código trabajo para hacer las horas más largas y los salarios más pequeños. No hay paz cuando los vicarios de la economía dictan al oído de la educación y la salud los pasos que deben dar. No hay paz mientras apaguen las voces de los pueblos originarios que claman por una ecología integral, no hay paz mientas la violación y la muerte sean sinónimo de muerte de mujer. No hay paz mientras vivamos en una sociedad colonialista, patriarcal y capitalista; no hay paz mientras los gobiernos disputen la verdad frenando la libertad de prensa. No hay libertad mientras no exista una vacuna contra la corrupción.

No necesitamos esos héroes de paz falsificados, es imposible callar las voces del ayer que muestran la violencia en manos de intereses vanidosos por administrar el poder de gobierno. No necesitamos ídolos que digan a nuestro niños y niñas como debe forjarse un pueblo. Son muchos los mitos en los que vivimos como costarricenses, a lo largo de la historia de nuestra nación, hemos construido una caverna colmada de fantasías, una caverna que no permite que veamos más que sombras, ahí olvidamos nuestros océanos, nuestros bosques, incluso a nuestro prójimo.

Pero la historia también tiene fisuras, la historia se puede escribir y leer de muchas maneras, por eso, incluso en medio caverna que los poderes políticos dominantes han construido bajo la tienda de campaña de los últimos tres partidos en el poder, la ciudadanía puede negar sus ídolos, dar la espalda a la mentira y caminar hacia la verdad, que habita en el horizonte.

No necesitamos héroes, necesitamos las manos abiertas de nuestros compatriotas, aquellos que comparten el pan de la justicia y la igualdad. No necesitamos de figura mesiánica que se presente como el absoluto salvador, necesitamos de una humanidad dispuesta a transformarse y transformar la sociedad en la que vivimos, dispuestos a todo, por una vida digna, donde el pan, el techo, el agua, el aire, todo sea todos, para nuestras generaciones y para las venideras.

Aún estamos a tiempo de hacer posible lo imposible

Adolfo Pérez Esquivel

Los pueblos buscan alcanzar la convivencia y la Paz en su dinámica permanente de transformación social, cultural, política y espiritual, entendiendo la necesidad de encontrar caminos de unidad en la diversidad.

La humanidad sufrió dos guerras mundiales con millones de muertos, heridos y el aumento de la marginalidad y pobreza; la comunidad de las naciones buscó superar esa tragedia y darse un código de conducta dando nacimiento a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, valioso aporte. La Comunidad de las Naciones avanzó en generar espacios de convivencia y reconstruir las vidas de los pueblos, pero sin modificar las estructuras de dominación económica y política capitalista que afirmaron su poder internacional provocando conflictos y otras guerras que aumentaron la confrontación Este- Oeste, la intolerancia, la discriminación y la concentración económica en pocas manos.

Esta ponencia la expuse en la Universidad Católica de Córdoba, Argentina, hace ya algunos años, pero pienso que tiene vigencia frente a la realidad actual y he sumado a la reflexión algunos problemas como la pandemia del Covid 19, tragedia sin precedentes que afecta a toda la humanidad y la otra pandemia que es el hambre en el mundo.

Thomás Merton señala que ningún ejército es garante de la Paz, todos están estructurados para ejercer la violencia del poder de las armas.

El mundo vive conflictos y guerras de “baja intensidad,” se suman los genocidios cotidianos del hambre, la pobreza y la concentración del poder de quienes manejan el poderío mundial e imponen a los pueblos mecanismos de dominación como la “deuda externa”, apropiándose de los bienes y recursos de países más pobres y débiles.

Hoy, a los golpes militares en diversos países, se suma la Lawfare, es decir la guerra judicial impuesta en Brasil contra Lula, en Honduras contra Manuel Zelaya, en Bolivia para el golpe de Estado contra el gobierno de Evo Morales, en Paraguay contra Fernando Lugo y la agresión permanente contra Cuba y Venezuela, que pone en evidencia la política de dominación que intenta imponer los EEUU al continente latinoamericano.

La humanidad debe enfrentar desafíos que supera en muchos aspectos los conocidos hasta nuestra época, la ciencia y técnica han generado nuevos caminos y debemos estar atentos. Simplemente quiero señalar algunos de estos emergentes que nos preocupa.

La tecnología ha llevado a la humanidad a la aceleración del tiempo que ha alterado el ritmo natural y provocado en el ser humano y nuestras sociedades cambios profundos e irreversibles, como los ritmos asimétricos que viven los pueblos llamados sub-desarrollados que no podrán alcanzar a quienes disponen del conocimiento tecnológico y científico.

El tiempo de la técnica es diferente del tiempo cósmico, así como del tiempo humano. Es más, la tecnocronía no sólo transforma el tiempo cósmico, sino también la temporalidad humana y por ello la técnica tiene el formidable poder de modificar, además, de la naturaleza humana, la naturaleza a secas. – como señala R. Panikkar.

En todo caso es un hecho que el hombre solo sin la ayuda de la técnica, no sigue a la máquina, sino que es engullido por ella. Por otra parte, debemos tener conciencia que la tecnología llegó para quedarse y por lo tanto es necesario desarrollar la capacidad del equilibrio y no de la dependencia.

La humanidad dispone de condiciones tecnológicas y científicas para superar el hambre, basta leer los informes de la FAO donde afirma que por día mueren en el mundo más de 35 mil niños de hambre. El hambre es un mal crónico y la pandemia del Covid 19 ha profundizado la desigualdad social, se calcula más de 821 millones de personas en el mundo víctimas del hambre. Un genocidio económico del cual no se habla y que pasa a ser parte de los llamados “olvidos intencionados”, en un mundo que está en condiciones de superar ese terrible flagelo que afecta a la humanidad.

El médico brasileño Josué de Castro quien fuera director de la FAO, en la década del 60 publica una obra que continúa vigente, “La Geografía del Hambre” señala la grave situación de desigualdad entre los pueblos. Son las guerras silenciosas que afectan a gran parte de la humanidad; “Josué Señala que, “el hambre es la manifestación biológica de una enfermedad sociológica”.

Quiero recordar al Dr. Norman Burlog, quien recibiera el Premio Nóbel de la Paz en 1970 por la llamada “Revolución Verde”, una excelente persona con quien me reuní en varias oportunidades. Creía que su trabajo sería comprendido y aplicado para superar el hambre en el mundo, tenía claro la necesidad de encontrar nuevos métodos y técnicas de producción de alimentos; sin embargo sus aportes se utilizaron para los monocultivos y tecnología de alto costo e impacto ambiental, la imposición de los agro tóxicos para alcanzar los rindes de producción, en nombre del desarrollo y el aumento de las fronteras de los monocultivos van destruyendo la biodiversidad, expulsando a los pequeños y medianos productores rurales y dañando la vida y a la Madre Tierra-

Con Norman Burlog hemos conversado y discutido sobre la producción, el desarrollo y la soberanía y la cultura alimentaria de gran diversidad y riqueza de los pueblos, como el impacto de los monocultivos impuestos a la producción sobre los pequeños y medianos productores rurales. Políticas aplicadas por gobiernos y empresas que confunden desarrollo con explotación, dañando la biodiversidad y riqueza de las comunidades y pueblos y profundizando la desigualdad con aquellos que no disponen de los recursos económicos y técnicos para superar las asimetrías y desigualdades y sufren los impactos ambientales y económicos, siendo desplazados de sus territorios e imponiendo los agro-tóxicos y la dependencia a las semillas transgénicas. Sumándole a esas políticas económicas la megaminería, que provoca graves daños a los bienes y recursos naturales como el agua y al medio ambiente.

Estas políticas de explotación no pueden ser aplicadas sin la aprobación y complicidad de los gobiernos, que apuntan a la coyuntura, y no a los cambios estructurales que los pueblos necesitan para su vida y desarrollo.

En la Universidad de Tokio, Japón, hace ya algunos años tuve la oportunidad de conocer a Vandana Shiva investigadora india, quien viene trabajando y denunciando las causas y efectos de la producción agrícola, las políticas y consecuencias de los grandes intereses económicos.

Es importante conocer sus trabajos y algunas de sus obras fundamentales, la “Bio-piratería“, “La cosecha robada”, “La democracia de la Tierra,” entre otras , donde expone la grave situación de los campesinos en la India por la apropiación de sus saberes y experiencias sobre las semillas que se fueron transmitiendo de generación en generación y que hoy, empresas trasnacionales se apropian y patentan, las semillas y saberes de los pueblos, y cuando éstos reclaman sus derechos son reprimidas sus protestas sociales, les obligan a pagar las semillas transgénicas y encima les aplican la ley antiterrorista, violando los gobiernos el derecho de los pueblos.

Es necesario cambiar los ejes de nuestros análisis, como lo señala F. Kapra: “los nuevos conceptos de la física han ocasionado un profundo cambio en nuestra visión del mundo, determinando el paso de una concepción mecanicista newtoniana, a una holística y ecológica y buscar los valores y ética en nuestras sociedades, universidades, escuelas y promover la participación social y proteger a la Madre Tierra.

Es prioridad de los pueblos el preservar los recursos naturales, el agua y la biodiversidad, hoy en peligro por la devastación y voracidad de aquellos que privilegian el capital financiero sobre la vida de los pueblos; olvidando que precio y valor no son lo mismo. Hay quienes piensan que hay que “humanizar el capitalismo”, no creo que sea posible porque nació sin corazón. Es la deshumanización que pierde el rostro y conciencia de la humanidad.

Los avances tecnológicos tienen muchas luces y sombras; por un lado, la ciencia ha prolongado la vida de los seres humanos, eliminado las distancias entre los pueblos, eleva la vida hasta un grado insospechable hasta hace poco tiempo en el mundo y por otro debemos tener conciencia que la máquina ya no se adapta al hombre, sino que es éste quien debe adaptarse al ritmo de la máquina. Lo que debe tenerse presente es la aceleración, la vida del ser humano y la técnica nos ha llevado a preguntarnos hacia dónde vamos y para qué.

Quiero plantear brevemente qué entendemos por derechos humanos, si bien en la carta de la Declaración Universal de los DDHH de las Naciones Unidas sus principios están en las bases y valores de las religiones y pensadores en diversos tiempos y épocas, es fundamental clarificar desde donde se debe hacer un abordaje correcto para no caer en el acotamiento y cansancio de las políticas de DDHH.

Los derechos humanos son integrales y hacen a la vida misma de las personas y los pueblos. Hoy son las comunidades que sufren la falta de garantías para desarrollarse plenamente en la democracia, por lo tanto, DDHH y democracia son valores indivisibles, se construye en el hacer cotidiano, en la participación social, cultural y política, por lo tanto, debemos comprender los derechos humanos desde su integridad y restablecer el equilibrio entre el ser humano y la Madre Tierra, preservando la creación y su evolución.

Es urgente proteger la vida planetaria antes que sea tarde, en volver la mirada y el pensamiento en restablecer el equilibrio entre las necesidades del ser humano y la Madre Tierra, nuestra Casa Común, hay caminos a seguir teniendo presente la vida planetaria, las Encíclicas del Papa Francisco, Laudato Si y Fratelli Tuti son un llamado a la mente y al corazón. Otros pensadores, teólogos, científicos llaman a encontrar nuevos caminos para la vida.

Es necesario encontrar nuevos paradigmas hacia la construcción de un “Nuevo Contrato Social”, caso contrario los grandes intereses económicos continuarán destruyendo la Casa Común. La rebelión de los pueblos frente a la situación actual es poder recuperar el equilibrio entre sus necesidades y el respeto a la Madre Tierra antes que sea tarde. Las actuales democracias delegativas no responden a sus necesidades y es necesario la construcción de democracias participativas, donde puedan ejercer sus derechos y tomar decisiones y no derivar todo el poder en sus gobiernos y poder determinar el camino a seguir-.

Algunas posibilidades y pistas para encontrar caminos alternativos: la Academia de Ciencias del Ambiente de Venecia, Italia, ha lanzado la campaña para constituir el Tribunal Penal Internacional sobre los crímenes ambientales que la humanidad viene soportando en el mundo, como la devastación y contaminación, las quemas y deforestación. La propuesta es la reforma del Art. 7 del “Estatuto de Roma” e incluir los crímenes de lesa humanidad contra la Madre Naturaleza, por la

degradación que provocan empresas que actúan con total impunidad y complicidad de muchos gobiernos, como la destrucción de la capacidad productiva de los pequeños y medianos productores.

Si vemos el tiempo recorrido desde la Cumbre de Río, hasta Río + 20, tenemos que señalar que fue Río- 20, en donde las posibilidades de avanzar fueron inversas a lo anunciado y que continúa profundizándose la destrucción de los bosques, la biodiversidad y alcanzando en muchos países índices de contaminación y destrucción de los recursos naturales, como el agua, provocando daños ambientales irreversibles.

La campaña de la FAO es llegar al año 30 como meta para superar el hambre en el mundo, pero no creo que ese objetivo se alcance en la actual situación mundial de explotación y dependencia.

Frente a la pandemia del Covid 19 que sufre la humanidad es urgente que las vacunas lleguen a todos los sectores sociales y sean un bien libre y gratuito para toda la humanidad. Las vacunas van a ayudar, pero no van a resolver el mortal virus del Covid 19, el problema es restablecer el equilibrio con la Madre Tierra. Hay que aprender a vivir

Es urgente despertar conciencia crítica, valores, y comprender que somos parte y no dueños de la Madre Tierra; necesitamos cambiar la estructura del pensamiento cartesiano y comprender el pensamiento holístico que nos permitirá recuperar el sentido de pertenencia, identidad y valores, es decir el equilibrio de la creación.

Son muchos los desafíos que enfrentamos en nuestros países y el mundo y debemos buscar en nuestro interior la fuerza de la espiritualidad y poner en práctica el amor en acción. Hacer caminar la palabra del pensamiento crítico y valores, que nos permita generar y construir un “nuevo contrato social” para proteger la creación y no caer en el derrotismo, en que no hay salida al sistema imperante y a los mecanismos de dominación que hoy agobian y sufre las dos terceras partes de la humanidad. La peor de las derrotas es la resignación.

Necesitamos fortalecer la esperanza en que otro mundo es posible, no los paliativos que calman el dolor, pero nada cambia, es decir la necesidad de asumir los desafíos, la resistencia y despertar de los pueblos, dejar de ser espectadores y asumirse como sujetos y constructores de su propia historia antes que sea tarde para la vida planetaria.

San Isidro 8 de enero del 2021 en tiempo de pandemia.

 

Compartido con SURCOS por Nayla Carvajal Sancho.

De epidemias, pandemia y sindemias

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense.

De epidemias de toda clase ha estado surcada la larga historia de la humanidad, éstas no sólo han sido de orden natural o biológico en estricto sentido, sino que casi todas ellas se han exteriorizado, dentro de una naturalidad muy impregnada por lo social, con toda clase de situaciones paradojales, puntos de encuentro y desencuentro hacia el interior de la sociedad misma, dentro de lo que han sido siempre unas tensas y asimétricas relaciones con la naturaleza, las que con el paso del tiempo han venido estrechándose, y alcanzando peligrosos límites que eran insospechables, al menos durante el siglo XIX, cuando innumerables autores expresaban su optimismo acerca de los inagotables recursos del planeta. Hoy la naturaleza nos lanza advertencias no siempre explícitas de que las cosas han cambiado: el problema es que la especie humana hace como si esos peligros no existieran, por lo que no introduce los cambios requeridos en su accionar.

Como un resultado visible de las actitudes humanas que han venido imperando, en este cambio de siglo nos alcanzó una epidemia de proporciones totales y con temibles efectos para la población, de tal manera que se le ha dado el calificativo de pandemia por ser una enfermedad extendida dentro una dimensión planetaria jamás alcanzada anteriormente, esa es el Covid 19, con una escala o condición totales que no alcanzaron ni la gran peste negra de la Edad Media europea, ocasionada por las ratas y el desconocimiento de los agentes patógenos que aquellas incubaron, ni la mal llamada “gripe española” de 1918-1920, una especie de deriva o “daño colateral”, provocado por las malas condiciones sanitarias a que dio lugar la Gran Guerra Europea (1914-1918), aunque ambas hayan ocasionado la pérdida de millones de vidas, no alcanzaron a ser pandemias en estricto sentido y difícilmente hubieran sido percibidas como tales.

La más reciente noción de sindemia apareció por ahí, de manera sigilosa, hace ya unos treinta años, pues se afirma que: “ El término sindemia, que es un neologismo creado con la unión de las palabras sinergia y epidemia, fue acuñado por Merrill Singer a mediados de la década de 1990 y desarrollado en su libro Introduction to syndemics de 2009”(Aristos Veyrud ECONOMÍAS); ahora bien, tengo la impresión de que todavía no hemos encontrado el término para designar el exterminio de hecho de buena parte de la población mundial, lo que implícitamente ocurriría una vez que se despliegue en toda su intensidad la llamada Cuarta Revolución Industrial, con la automatización de la mitad de los puestos de trabajo (para el caso de Costa Rica), aunque los apóstoles de ésta anuncien medidas paliativas (aquellas que alivian, pero no evitan el deceso del paciente) diz que para enfrentar ese fenómeno, a pesar de que no hay duda alguna que ese desempleo masivo se sumaría al que ya ha generado el Covid 19, en fin se trata de otro fenómeno epidémico para el que no habrá ninguna vacuna. Esa no este otra cosa que la cara política de un evento de suyo tan complejo, la dictadura del capital financiero se dispone a asaltar el estado social de derecho y los últimos bastiones del capital productivo, por lo general anclados en los estados nacionales que intentan reafirmar su soberanía frente a los poderes fácticos o silenciosos, los que van mucho más allá de la lógica de la existencia de los estados nacionales y de los requerimientos efectivos de las grandes poblaciones del planeta.

Frente a la amenaza latente, pero no oculta y más bien manifiesta, de la automatización masiva de los puestos de trabajo, sus apóstoles o emisarios nos dicen: ”Hay que mejorar y garantizar la protección social (algo en esencia paradojal) para evitar que los niveles de pobreza se disparen incluso mucho más en comparación con las cifras que enfrentamos actualmente con la pandemia”, apuntó el investigador (Andrés Fernández Arauz, Academia de Centro América)…Por esa razón, el estudio propone reducir las cargas sociales laborales que limitan la contratación de personal en las empresas…Costa Rica es un país con altas cargas laborales y esto desincentiva la creación de nuevas empresas y para las que sí se desarrollan, muchas lo hacen en el mercado informal” aseveró” (EL FINANCIERO n°1319 15 de enero de 2021, página 9). Todo esto es en realidad un conjunto de argumentaciones falaces que ocultan el efecto de las políticas recesivas, las que ha provocado la contracción del mercado interno, al disminuir estrepitosamente la demanda agregada de bienes y servicios. El capital financiero y sus agentes ideológicos se encargan de ocultar muy bien sus corridas financieras, en especial el peso insoportable de los intereses de la deuda interna sobre el conjunto de la economía, unos intereses asfixiantes con los que se beneficia ese sector social, con la ayuda de sus mentores ideológicos de la Academia de Centro América.

En estas condiciones sociales y políticas tan delicadas, sucede que las sindemias se desarrollan o irrumpen en condiciones de una gran inequidad sanitaria, la que por lo general tiene su origen en la pobreza creciente e intensificada, también el estrés o la violencia estructurales se encargan de hacer lo suyo en este macabro escenario, estamos avisados.

Violencia y no violencia, un nuevo destino para la humanidad

José Rafael Quesada / pressensa

Vivimos una época violenta, muy violenta; quizás tan violenta como otras épocas, sin embargo, la diferencia radica en que la actual es una violencia estructural y mundial; que hasta la OMS retrata como “epidemia mundial” en muchos de sus variados informes de situación.

La reflexión sobre la violencia y la no violencia, como métodos de acción del ser humano en la modificación permanente de su medio personal y su medio histórico, es un reto fundamental que puede redefinir la ruta del ser humano en los momentos de crisis civilizatoria, como parece ser la que vivimos en el mundo pandérmico de hoy.

Aunque esto último se tratara de eventos recurrentes en la historia del ser humano en su propósito de superación del dolor y el sufrimiento que su organización social determinara en cada momento, para superar los obstáculos o las situaciones del medio que le sometían; en las últimas decisiones civilizatorias, parece que la humanidad decidió la violencia como su método para dirimir diferencias y para completar sus deseos actuando sobre otros, en un intento de despojo de la propia intencionalidad de sus semejantes.

“La violencia en el hombre, movida por los deseos, no queda solamente como enfermedad en su conciencia, sino que actúa en el mundo de los otros hombres ejercitándose con el resto de la gente”. La curación del sufrimiento, Silo, 1969. Lo que nos permite comprender que ese comportamiento recurrente has formado parte del desarrollo de la conciencia humana en los últimos milenios.

Esto que puede ser superado por el cambio en la intencionalidad del ser humano, se manifiesta de diferentes formas en los difíciles procesos de avance de la conciencia humana, en su dirección de superación del dolor y el sufrimiento en las diferentes sociedades que hemos creado a lo largo de la historia.

Podemos imaginar al Mahatma Gandhi, luchando como el mismo lo decía en su mundo interno por superar la violencia que existía en el fondo de su corazón, para poder lanzar su propuesta de transformación social la “Satyagraha”, que fue su metodología de desobediencia civil no violenta, con objetivos ético-políticos soportados por una fuerte identidad espiritual.

O podemos imaginar a Martin Luther King Jr., preparando su proclama “Yo tengo un sueño” en un momento histórico, que requería del lanzamiento retórico de su mensaje por la defensa de los Derechos Civiles, para dar un giro en esa lucha crucial para transformar la sociedad racista en que vivía.

Comentar y proponer opciones a la violencia del ser humano, se vuelve un acto complejo por la profundidad de la reflexión personal sobre el contexto de la violencia personal y de los procesos sociales en la actualidad.

Cuando presenciamos los alucinantes debates sobre una vacuna y quién la produce y cuánto cuesta a los que no puedan pagarla, estamos frente a un dilema de cinismo y destrucción de la vida en una condición anti humanista, o de un sencillo avance hacia una nueva sensibilidad humana, cuando se logra cambiar la dirección del dinero como instrumento de la violencia o de la no violencia.

Pero se vuelve un nuevo acto de reflexión sobre el momento actual y la constante de violencia que tiñe de dolor y sufrimiento a amplias capas de la sociedad humana y sume a millones en un mundo sin salida y sin futuro.

Navegamos desde la experiencia personal en un intento para lograr un penetrante análisis de las condiciones del medio social y los factores generadores de violencia, que nos aseguren una ruta para vencer esta al parecer ineludible ruta de la violencia como razón de ser del ser humano.

Quizás la evolución humana ha tenido distintas formas y métodos de desarrollo, donde muchísimos autores e investigadores científicos han coincidido que la violencia ha sido parte de los distintos contextos históricos y sociales. Quizás solo diferenciada en las distintas fuerzas que la aplican o en las tecnologías de aplicación de esa violencia, que poco a poco se fue consolidando como una cultura y como un indeseable mecanismo de apropiación de una parte o de la totalidad del todo social.

También arengaba y hacía su reflexión sobre la violencia epocal nuestro maestro Silo, Mario Rodríguez, hablándole a las piedras en la cordillera de los Andes, y decía que: “Debes distinguir dos tipos de sufrimiento. Hay un sufrimiento que se produce en tí merced a la enfermedad (y ese sufrimiento puede retroceder gracias al avance de la ciencia, así como el hambre puede retroceder, pero gracias al imperio de la justicia)”. Silo, La Curación del Sufrimiento, mayo de 1969

Y de esta forma se adelantaba en las épocas desde hace 51 años, describiendo el entramado de la violencia que se cernía sobre el siglo XX de esta civilización, que se acercaba de forma veloz a convertirse en planetaria.

La gravedad de las crisis sucesivas en diversas áreas del quehacer humano, mostraban el rostro de la violencia en todas las esferas de la vida del ser humano, que parece no querer mirar la violencia en sí mismo en su mundo interno, en su quehacer cotidiano y en la dificultad para comprender por qué la ejerce sobre sí mismo y sobre los otros seres humanos que rodean su vida.

La casi perversa visión o sesgo del análisis introspectivo, que hacía pensar a millones que la violencia no era parte de su vida, sino de la de otros a muy larga distancia de su cotidianidad, dificulta que estos seres puedan contribuir en la superación de la violencia planetaria.

Y contribuyeron de muchas formas en la constante de crecimiento de la violencia en muchos puntos del planeta y en la vigencia de un sistema perverso de la cultura y la configuración de una imagen natural del ser humano, capaz de ejercitar la violencia y justificarla como modo de vida y de acción en el mundo.

“No hay falsas puertas para acabar con la violencia. ¡Este mundo está por estallar y no hay forma de acabar con la violencia! ¡No busques falsas puertas! No hay política que pueda solucionar este afán de violencia enloquecido. No hay partido ni movimiento en el planeta que pueda acabar con la violencia. No hay falsas salidas para la violencia en el mundo…”

Volvía a recitar casi con indignación el maestro Silo, para decir claramente en 1969, que era muy difícil que la humanidad con los mismos instrumentos jurídicos, políticos y sociales, que caracterizan a este sistema que determina la humanidad, pudiera solucionar con la violencia. Esto si no se asume como una tarea militante, de denuncia permanente y con disposición real de superar la violencia como instrumento de solución en las relaciones entre los seres humanos en su individualidad y su comportamiento social.

No hay forma de acabar con la violencia si no cambia el sistema, si no lo cambiamos como una decisión radical de la humanidad para trabajar todos los seres humanos, en un acto civilizatorio de respuesta a la ruta suicida que llevamos en el momento actual.

Esta época para la humanidad parece convertirse en una sucesión sin pausa entre guerras, hambrunas, amenazantes pandemias, destructivas crisis económicas, incontrolables líderes capaces de oprimir teclas que dirigen impersonales drones o misiles contra poblaciones y naciones enteras, hasta la inmensa capacidad destructiva contra la naturaleza y el planeta, solo para producir opulencia para unos y hambre para miles de millones.

Y se vuelve alucinante la violencia del sistema, cuando los millones de migrantes, pobres desplazados y mujeres agredidas, no parecen comprender el origen de la violencia que los ubicó casi irremediablemente en esa postración, para justificar una vez más el origen de esa violencia abrazando valores y creencias justificadoras de semejante destino manifiesto.

Por eso no hay partido, ni sistema, ni movimiento capaz de resolver el acertijo de la violencia del ser humano, porque se debe disponer de valentía y de reflexión en el interior de cada ser humano, como opción y decisión de superarla para alcanzar un nuevo tipo de vida en el ser humano, tanto en ese mundo interno como en sus relaciones sociales.

Y esa será la esperanza constante, la de cambiar el sentido histórico de la vida en el planeta y de la vida de cada ser humano, que podrá ocurrir si millones tomamos la decisión de cambiar la ruta en los momentos de cercanía a los abismos y amenazas de extinción, como parece que nos encontramos en este momento de tanta violencia.

Por lo que cuando ocurren semejantes momentos de comprensión de lo ineficaz de las soluciones violentas como las que usamos en los últimos milenios de historia humana, porque que cuando nos acercamos a esta posible transformación como humanidad en ruta hacia una nación humana que se hizo mundial; entonces sí podremos sumarnos como solución no violenta ante tanta violencia y recitar con el maestro Silo en sus palabras en la primera celebración anual de “el Mensaje de Silo”:

“Estamos al final de un obscuro período histórico y ya nada será igual que antes. Poco a poco comenzará a clarear el alba de un nuevo día; las culturas empezarán a entenderse; los pueblos experimentarán un ansia creciente de progreso para todos entendiendo que el progreso de unos pocos termina en progreso de nadie. Si, habrá paz y por necesidad se comprenderá que se comienza a perfilar una nación humana universal”.

Y prosigue en el mismo fragmento: “Entre tanto, los que no somos escuchados trabajaremos a partir de hoy en todas partes del mundo para presionar a los que deciden, para difundir los ideales de paz en base a la metodología de la no violencia, para preparar el camino de los nuevos tiempos”.

Nuevos tiempos que sí parecen acercarse sí son parte de la construcción y del aporte de cada persona en la superación del dolor y el sufrimiento en uno mismo y en los demás; por lo que la superación de la violencia como instrumento de opresión de unos sobre otros, parece ser la clave de esta nueva construcción.

Y finalmente en esa aguda capacidad humana de adaptarse y transformarse a sí mismo, como una habilidad social en la dirección de sobrevivir como especie superando lo peor de sí misma como especie; le permitirá al ser humano como una decisión colectiva abrir las ventanas para que “el clarear del alba de un nuevo día”, ingrese al corazón de cada persona y cada habitación e ilumine el buen vivir al que todos y todas aspiramos en estos nuevos tiempos que se vislumbran.

 

(Imagen de Bo Lind Knudsen).

Compartido con SURCOS por el autor, publicado en https://www.pressenza.com/es/2020/06/violencia-y-no-violencia-un-nuevo-destino-para-la-humanidad/