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Etiqueta: lucha cultural

Educación crítica en tiempos de COVID-19

Propuesta de un docente latinoamericano

Reflexión para educadoras y educadores:

“Lamento que aún no comprendan que el propósito de hacer actividades a distancia NO es el de «dar clases» usando de otra forma nuestra enseñanza tradicional.

Porque nadie aprende cosas irrelevantes que muchas veces “enseñamos” en el aula…

Sin embargo, las crisis pueden enseñar a aprender críticamente a partir de situaciones concretas que todo mundo conoce🤨

Hay toda una «escuela» que está ocurriendo en el mundo y los maestros, tan limitados tan «cuadrados», creyendo que debemos enseñar y dar clases «como siempre», pero «en línea», o “a distancia” la desperdiciamos.

PERO PODEMOS APROVECHARLA COMO

OPORTUNIDAD DE APRENDIZAJES SIGNIFICATIVOS 🧐

ALGUNOS EJEMPLOS:

👇🏼👇🏼👇🏼

Hay gente que sigue sin tomar las medidas de prevención: _ (pregunta de sociología: ¿por qué? ¿cómo influye en las personas que consiguen el dinero «al día» las restricciones de no salir de casa? ¿de qué manera influye el número familiar al quedarse sin salir de las casas? ¿cómo afecta no tener agua? ¿A quiénes sí y a quiénes no?

Es un virus: (pregunta de biología: ¿qué son? ¿cómo se propagan? ¿qué enfermedades transmiten? ¿qué otras pandemias han existido y cómo se superaron?)

Desde que aparece el primer caso, continúan apareciendo más casos: (pregunta de matemáticas: ¿Cuántos casos por día? ¿Cómo queda la gráfica al relacionar las variables días/num de casos? ¿En qué momento se dice que «alcanzó el pico»? Compare los datos de diferentes países y haga una proyección para Honduras. ¿Cuántos muertos dejaron otras epidemias? ¿cuál es la relación entre el número de habitantes y la cantidad de muertos?).

El virus está en varios países: (pregunta de geografía: ¿cuál es el comportamiento del virus según la latitud en la que se encuentra cada país? ¿Qué pasa en los lugares muy fríos? ¿en los lugares muy calientes? ¿puede hacer un mapa «flechado» de hacia dónde se movió el virus desde que apareció en China?).

Muchas personas del servicio médico pasarán semanas sin ver a sus familias: (pregunta de español: ¿Podría hacer una carta y enviársela a los médicos que están ahora en el hospital? ¿Qué les diría? ¿Qué le gustaría escuchar a Usted de las personas si es médico y trabaja con personas enfermas? ¿Qué les diría a los ancianos que están en las UCI’s? ¿Puede hacer un cartel con mensajes positivos para mostrar a las personas enfermas)?

Se cayó el precio del petróleo: (pregunta de finanzas ¿Qué impacto económico tendrá el virus para el mundo? ¿para nuestros países? ¿de qué formas se ha deprimido la economía de nuestro país? ¿cuáles son los rubros más afectados? ¿Habrá alguien que no resulte afectado?).

La gente tiene que arreglárselas para trabajar: _ (pregunta de equidad de género: ¿Está situación afecta a igual a hombres y a mujeres? ¿Quiénes se encargan de las tareas domésticas? ¿Quiénes cuidan a las personas mayores? ¿Se reparten equitativamente las tareas? ¿Ha aumentado la violencia contra las mujeres esta situación de confinamiento?

La gente que se salva, lo hace por el sistema inmune: (pregunta de educación física ¿cómo influye el ejercicio físico para fortalecimiento del organismo? ¿esto se relaciona con la manera de hacer frente a las enfermedades? ¿De qué manera las técnicas de respiración, estiramientos, yogas pueden ayudar en casos de estrés? ¿Puede sugerir actividades para realizar?).

El genio creativo siempre aparece en los picos (de alegría o felicidad en la vida): (actividad de artística: ¿Puede hacer un dibujo que muestre cómo se siente en este momento? ¿cómo se afecta la canasta básica? Saque un listado de consumo de alimentos en su familia para 7 días. ¿A cuánto dinero equivale?)

El aislamiento y encierro afectan la salud mental de las personas: (actividad de psicología: ¿Cómo podemos enfrentar el estrés? ¿Qué actividad puede ser útil para bajar la ansiedad? ¿Cómo ayudo a las personas que están pasando dificultades? ¿Cómo afecta mentalmente a un enfermo saber que padece determinada patología? ¿Cuál debe ser nuestra actitud si alguien conocido se enferma? ¿Y si nosotros enfermamos, ¿Cómo se influye nuestra salud mental para hacerle frente al virus?).

Y ya de perdida, mandarles un mensaje general que les recuerde que todos estamos preocupados. Pedirles que hagan una lista de formas de ayudar, de ayudarnos. Decirles, que el panorama no es nada halagador, pero que en lo que podamos apoyarles y servirles, lo haremos con gusto. Que no están solos, no están solas y que, a pesar de todo, sus profes, les recuerdan y se preocupan por ellos y ellas.

Es momento de salirse del cuadro absurdo de los temas y dejar de pensar que eso es lo más importante.

«Cuadradas» las personas que creen que deben «enseñar», «apegarse a contenidos establecidos» en medio de una situación inédita que, en cuestión de días, nos va a desbordar a todos.

Debemos entender que Allí es donde debe verse nuestra comprensión, preocupación y empatía por la situación de nuestro alumnado y nuestra población.

Mientras el sistema privado está con la lógica de la modalidad «online» presumiendo y haciéndole sentir a los pobres que su sistema educativo no sirve, los maestros del sistema público con nuestras actitudes y nuestra incapacidad de diferenciar, nos estamos prestando a ese juego que nos desprestigia aún más.

No se trata de lo que los estudiantes pueden hacer, sino, de qué podemos hacer nosotros con y por ellos.

Hay gente que hoy se la está pasando realmente mal y queremos, deseamos, esperamos que den lo mejor de sí. Médicos que deben dejar morir al paciente que no puede sobrevivir. Médicos que suman a la estadística de muertos pero que allí están, al pie de la bandera haciéndolo tan bien como pueden. Hagamos lo mismo y demos lo mejor.

Somos docentes. Una clase privilegiada que ha tenido la dicha de quedarse en casa con salario completo.

Cada día doy clases a un montón de estudiantes y nunca aprenden todos. Solo un grupito pequeño lo hace. Con la crisis que hay hoy, si logro que tan solo un estudiante cambie su perspectiva, se sensibilice y pueda apoyarle a la distancia me sentiré exitosa.

En unas semanas, tendremos una realidad completamente distinta. Enfermos en nuestras familias, personas hospitalizadas, quizá fallecidos. Y allí, será otra cosa. Ocuparemos que nos echen la mano y para eso, tenemos que prepararnos solidariamente.

Esto se trata de que cada quien haga su «pedacito». Hay gente que hoy se las está viendo de tiritas y no somos nosotros, los maestros. Agradezcamos el privilegio que tenemos y en lugar de estar haciendo cosas irrelevantes, pensemos en cómo ayudamos a otros para que entiendan como capitalizar y gestionar la realidad triste que está a la vuelta de la esquina.

“CADA VEZ QUE SOBRE UN CONTEXTO CONCRETO LO CONVERTIMOS EN UN CONTEXTO TEÓRICO, ESTAMOS CONSTRUYENDO UNA ESCUELA EN EL SENTIDO RADICAL QUE TIENE ESTA PALABRA”

Paulo Freire

“Generar capacidad crítica de aprender es nuestro arte. No lo desperdiciemos”.

Compartido con SURCOS por Óscar Jara Holliday

Ilustración: http://revistasic.gumilla.org/2017/educacion-critica/

De la pandemia, la FANAL, y la ingratitud

Dr. Jorge D. García, Ph.D.
Cédula 1 0403 1429

Sin mascarillas ni gel hidroalcohólico…Así es como luchan contra el coronavirus médicos y enfermeras franceses, quienes se sienten desamparados, estresados y enfadados.” Este es el recuento de un medio digital nacional para describir lo que viven actualmente muchos trabajadores de salud en Francia.

En contraste, y si por algo debemos sentirnos afortunados, es de que nuestros trabajadores de salud no sufran las mismas estrecheces, particularmente en lo que se refiere a solución alcohólica desinfectante, de probada eficacia para inactivar el coronavirus. Damos por un hecho, y ni siquiera pensamos, en que FANAL rutinariamente surte las necesidades de alcohol de toda la Caja Costarricense de Seguro Social, A PRECIO DE COSTO.

Se dice que, si algo permite separar el grano de la paja, es una crisis. La pandemia en curso ha permitido a los costarricenses aquilatar el espíritu de servicio de los servidores públicos, y ver de primera mano cómo responden a las necesidades de la población. Irónico contraste con la campaña infame de desprestigio mantenida por el poder mediático en su contra durante los últimos años. En esta ocasión, han sido los trabajadores de FANAL, con total dedicación, los primeros que han dado ejemplo de entrega y sacrificio para dotar de antiséptico protector a quienes lo solicitan. Y ello ha sido claro y patente para todos. Pero hay quienes, engolosinados ante la perspectiva de hacerse del negocio de los licores y lucrar con él, y vitoreando anticipadamente la venta o concesión, encuentran insufrible la idea de que FANAL sea vista con alivio y agradecimiento por los costarricenses.

Como es costumbre, esos intereses no encuentran mejor manera de expresar su enojo ante la renovada y positiva percepción popular de la FANAL, que enlodar a la institución, acusándola, una vez más, de ser un fardo de añejas deudas y de no valer gran cosa. Insólito caso de FANAL, editorializan, y arrastran por el barro su gestión. Pero lo que es realmente insólito es que el mismo Consejo Nacional de Producción (al que FANAL está adscrita), haga más fácil el ataque y no salga a defender el papel que FANAL juega en el país. Cuánto más, porque la realidad histórica apunta a que las deudas y pérdidas de FANAL ni siquiera se originaron en su propia gestión institucional. Pero haría falta una investigación técnica, honesta y objetiva, para demostrarle al país el verdadero origen de las pérdidas señaladas. Desprestigiar a FANAL ha sido una constante durante los últimos años. Pero que lo hagan en la presente circunstancia, cuando la institución brilla por mérito propio, es el colmo de la ingratitud y la mezquindad. Por lo menos el proverbial borracho en la vela podía después disculparse aduciendo obnubilación. Ellos lo hacen con pleno conocimiento de causa. ¿Habrán oído acaso que es de bien nacidos ser agradecido?

El antivirus costarricense

En realidad la abundancia de facilidades educacionales, o culturales, o normativas, debiera ser el objetivo final del desarrollo económico; y la igualdad de oportunidades de mejoramiento individual debiera ser el móvil principal de las luchas sociales.

José Figueres Ferrer, Cartas a un ciudadano.

Álvaro Vega Sánchez. Sociólogo

Podría resultar una necedad seguir insistiendo en que no hay mejor inversión que la que ha hecho el país en salud y educación. No lo es, por dos razones. Primero, porque desde la década de 1980 y hasta hoy se ha tenido que librar una ardua y combativa lucha por sostener un sistema público de salud y de educación de alcance universal y de calidad. Segundo, porque los trabajadores públicos de la salud y la educación han venido siendo objeto de críticas odiosas e injustas, y sometidos públicamente a un juicio mediático lapidario.

Los logros y avances en salud y educación, que nos han colocado entre los países con mejores índices de desarrollo humano en América Latina -y que nos hacen sentirnos orgullosamente costarricenses-, no han sido producto de una concesión gratuita y voluntarista de la clase política que nos ha gobernado en las últimas cuatro décadas. Todo lo contrario, esta ha venido cediendo a la avidez privatizadora de la oligarquía neoliberal. Ha sido, más bien, la resistencia de una ciudadanía defensora del Estado Social de Derecho, que ha puesto frenos a este cogobierno decidido a desmantelar la institucionalidad social del país.

A pesar de ello, hoy celebramos los excelentes logros obtenidos, pero debe quedar muy claro a quiénes pertenecen los méritos y a quiénes no. Los méritos y reconocimientos les pertenecen a los trabajadores de la educación de nuestras escuelas, colegios y universidades que han sabido asumir, como un apostolado, su labor docente, investigativa y de acción social, para preparar al más alto nivel científico-técnico y cultural-humanístico a ese batallón –perdón por la imagen militar, pero de eso se trata en tiempos del coronavirus– de abnegadas y abnegados trabajadores de la salud, que hoy salvan vidas arriesgando las propias.    

Somos testigos de que si no hubiese sido porque este país apostó sabiamente por invertir, sin mezquindad, en educación para la salud y salud para la educación, no contaríamos con el valioso recurso profesional, de equipo e infraestructura que nos va a permitir enfrentar esta pandemia, como ya se está haciendo con algunas medidas asertivas, y poder salir airosos.

Saber leer los signos de los tiempos es un imperativo ético fundamental. Requiere, eso sí, humildad para la autocrítica y disposición para rectificar, cuando sea necesario y de manera oportuna. Nada hacemos con mostrar ante las cámaras y en el discurso gran sensibilidad, y hasta claridad respecto de los derroteros a seguir y aquellos a rectificar, si no actuamos con decisión, contundencia y a tiempo.

Más allá de medidas paliativas coyunturales, es el momento oportuno para hacer cambios de más largo aliento y estructurales. El gran desafío es revitalizar el Estado Social de Derecho. No permitir que se devalúe nuestro sistema público de salud y educación. Más aún, brindarle todo el apoyo que requiere para elevar sus niveles de calidad y competencia.

Una coyuntura propicia para que los poderes Ejecutivo y Legislativo den muestras concretas de buena voluntad, en la dirección anotada, conteniendo el avance de proyectos y medidas que están significando un golpe más al debilitado Estado Social de Derecho, tales como la regla fiscal, la posible venta de instituciones públicas como FANAL, la política de salarios decrecientes en el sector público, los inhumanos proyectos de privatización de los régimen de pensiones, que ya están golpeando más que el coronavirus a las personas mayores, entre otras.

Y también para detener la campaña mediática, avalada por el gobierno, de desprestigio y violencia simbólica contra los trabajadores y pensionados del sector público. No se puede continuar pisoteando la dignidad de los trabajadores de la salud y la educación, cuando han dado muestras contundentes de gran generosidad y compromiso, y hoy lo ratifican asumiendo el desafío que representa una pandemia que nos convierte a todos en víctimas potenciales.

Ojalá se atienda con sabiduría a los signos de este tiempo, para rectificar el rumbo. Cabe recoger lo señalado, con gran acierto, por don Pepe: poner el desarrollo económico al servicio de la educación y la salud y ofrecer igualdad de oportunidades a las hijas e hijos de esta patria, que supo apostar por la solidaridad, el derecho y la justicia social ¿Acaso no es el mejor antivirus?

Coranovirus: hacia un nuevo modelo de globalización

En realidad debemos de adquirir conocimiento para elegir el bien, pero ningún conocimiento nos ayudará si hemos perdido la capacidad de conmovernos con la desgracia de otro ser humano, con la mirada amistosa de otra persona, con el canto de un pájaro, con el verdor del césped. Si el hombre se hace indiferente a la vida no hay ninguna esperanza de que pueda elegir el bien.
Eric Fromm

Álvaro Vega Sánchez. Sociólogo

La pandemia del coronavirus, al igual que las catástrofes producidas por la crisis climática, ha puesto en evidencia, una vez más, la vulnerabilidad y fragilidad de nuestra “aldea global”.

Esta pequeña aldea ha sido impactada por un virus cuya onda expansiva es de alcance global, y, por lo contagioso, su crecimiento es exponencial si no se toman las medidas adecuadas de prevención, contención y curación. Los virus son globales, no tienen nacionalidad aún y cuando su origen sea local. Este llamado de atención de los epidemiólogos es fundamental para contener el avance de los impulsos xenófobos y racistas discriminatorios, así como para contribuir a transitar de la conciencia planetaria a la convivencia planetaria.

Para acometer estos desafíos globales, tenemos que enfrentar un virus mayor: el síndrome de Faraón, es decir, la arrogancia de resistirnos a nuestra vulnerabilidad, sintiéndonos dioses, por más plagas que nos azoten. De manera irresponsable y prepotente, la tripulación de esta pequeña nave planetaria, especialmente las élites geopolíticas y económicas dominantes, nos están conduciendo a un viaje sin retorno.

 La realidad nos está forzando a intensificar los esfuerzos contraculturales para proyectar otro modelo de globalización, cimentado, al menos, en dos pilares fundamentales: una ética de la economía para la solidaridad y una convivencia humana que potencie la afectividad. Apostar por nuevos enfoques socio-económicos que impulsen una economía solidaria, para la reproducción de la vida digna. Asimismo, recuperar la importancia de las emociones, sentimientos y afectos; saber administrarlos y potenciarlos para construir una cultura de paz entre los pueblos y con la naturaleza biodiversa, es decir, para una convivencia inclusiva bioecosistémica.

El psicólogo Yago Franco asocia la destrucción del afecto –“accidente afectivo”– a la concepción del tiempo predominante en el capitalismo: “…la aceleración ilimitada que del mismo hizo el ser humano (el antropos capitalista) se lo arrebató a sí mismo, con él su intimidad y con esto, su propia subjetividad. Si la verdad de un acontecimiento lo destruye (Paul Virilio) la inmediatez, la fuga acelerada hacia ningún lugar que ocurre por el ansia de consumo (de objetos, información, placeres, diversión, vínculos, etc.) y también por la angustia de adquirir o mantener un lugar en la sociedad, tienen como consecuencia dañar la subjetividad humana, de la mano del empobrecimiento del mundo representacional y afectivo” (http://www.elpsicoanalitico.com.ar/num3/clinica-franco-destruccion-afecto). Por su parte, José Mujica, expresidente uruguayo, nos invita a reconquistar el tiempo que es el garante de nuestra libertad; y a no malgastarlo en el consumo superfluo, sacrificando la riqueza de la vida afectiva que nos hace felices (https://youtu.be/WOROWBXXXw10).

Efectivamente, dada la prevalencia del homo consumus la afectividad se ha visto devaluada cualitativamente, y hoy tenemos que emprender su reconquista para reconstruir el tejido socioemocional global. Se trata de impulsar una nueva unidad de cultura donde se ejercite la afectividad y la gratuidad; donde el compartir solidario, la equidad y la convivencia respetuosa entre los seres humanos y armónica con la naturaleza sean los cimientos de una nueva humanidad.

En esta dirección, también tenemos que prepararnos para saber administrar el avance de la inteligencia artificial (IA), como advierte Yuval Noah Harari, en su reciente libro 21 lecciones para el siglo XXI. Destaca este autor que se requiere prestar especial atención a la investigación sobre la mente humana, para ejercer contrapeso, desde la inteligencia emocional, a las amenazas que la IA pueda representar para la libertad y la igualdad: “…de la misma manera que los algoritmos de macrodatos podrían acabar con la libertad, podrían al mismo tiempo crear las sociedades más desiguales que jamás hayan existido. Toda la riqueza y todo el poder podrían estar concentrados en manos de una élite minúscula, mientras que la mayoría de la gente sufriría no la explotación, sino algo mucho peor: la irrelevancia” (página 95).

La dignidad y la relevancia de los seres humanos, así como la salvaguarda de su casa común no es negociable. Es el mensaje contundente que hay que enviar a los poderes fácticos globales que pretenden sostener un modelo globalizador, ecológica y humanamente inviable por lo depredador, insolidario e insensible; es decir, carente de una afectividad que apueste por defender y promover el derecho a la vida digna del ser humano y la naturaleza.

La pandemia del coronavirus ha vuelto a encender el semáforo para detenernos a repensar nuestro “ser en el cosmos”; especialmente para ejercitarnos para el bien como corporalidad sensible y diversa, corresponsables del destino de la humanidad y del planeta. Es decir, para propiciar un modelo de globalización alternativo, que asuma con decisión la promoción y defensa de los derechos humanos y de la naturaleza, así como que restituya el papel de los Estados Sociales de Derecho, para garantizar seguridad y bienestar social universales.

Imagen ilustrativa: https://www.ucn.edu.co/

COVID-19: El sector público sostiene nuestro Estado Social de Derecho

Edwin Chacón Muñoz, Trabajador Social, Máster en Vivienda y Equipamiento Social

CCCSS, FANAL, INCIENSA, INS, Correos de Costa Rica y otras se han convertido en nuestra primera línea de defensa, y sus empleados y empleadas los merecedores de ser llamados Héroes y Heroínas.

Es claro que no son perfectas, que muchos gobiernos las han debilitado, y hay quienes a la fecha ven en ellas un negocio para satisfacer su sed de lucro; pero en el momento que las necesitamos ahí están, a la altura, siempre a nuestro lado.

Nuestro agradecimiento por su acción va estrechamente ligado con la lucha del olvido: no olvidar que doblaron jornadas cuando los requerimos, recordar que las puertas de los hospitales y clínicas estuvieron abiertas, y siempre recordar que, ante cualquier afrenta, son instituciones que necesitan de nuestra defensa.

Por eso luchamos, por eso trabajamos, porque están con nosotros y nosotras, porque son nuestras.

Ilustración del encabezado: Allan Cedeño

Personal de FANAL respondiendo al país como parte de la seguridad social.

Villanas y sediciosos que se juegan la vida

“Hoy en día, la historia avanza muy de prisa y los héroes y los villanos intercambian sus papeles constantemente” (Ian Fleming)

Manuel Hernández

El año 2018 y el recién pasado, las personas trabajadoras de la salud, en su mayoría mujeres, sufrieron un inclemente acoso y violencia.

Desde las curules legislativas se lanzaron toda clase de anatemas y conjuros contra estas servidoras públicas, airados discursos que destilaban veneno que discurría incontenible por el recinto parlamentario.

Estas infamias fueron oficiosamente replicadas y amplificadas por los medios de comunicación colectiva.

Los plumíferos de los periódicos y canales de televisión que ya conocemos, enemigos declarados de la Caja Costarricense de Seguro Social, en sus enconados editoriales, generaron alevosamente opinión pública destinada a vilipendiar a las y los trabajadores de la salud.

Pasaron por secuestradores de quirófanos, subvertidoras del orden público y actores de deleznables acciones contra la convivencia democrática.

Políticos, medios de comunicación y otros intereses empresariales, se hicieron una sola mancuerna y articularon una campaña sistemática de odio visceral contra las personas que laboran en esa institución.

Pues bien, estos vándalos y facciosas son quienes ahora tenemos en la primera línea de defensa de la población, amenazada por la pandemia que está causando tanto impacto humano, social y económico a nivel mundial.

Poniéndole el pecho a la pandemia, las 24 horas del día, a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, no siempre con los implementos de protección necesarios, ahí los tenemos, anónimamente, desafiando el peligro, acometiendo el virus letal, prestando su incondicional servicio.

Ciertamente, la Caja Costarricense de Seguro es una institución robusta, cuyo principal recurso, sin lugar a duda, es este cuerpo de personas, misceláneas, vigilantes, técnicos, asistentes de pacientes, auxiliares de enfermería, enfermeras, profesionales en ciencias de la salud, entre tantos, que no desfallecen frente a las adversidades, los infortunios y mucho menos, frente a las difamaciones y calumnias de sus detractores, que por cierto hoy guardan cobarde silencio.

Villanos y poco menos que terroristas, a cuya merced estamos, que se juegan, en el día a día, lo más preciado, su salud y hasta su vida, para proteger la salud y la vida de toda la población, que sólo les queda aliento, cuando llegan a sus hogares, para mirar a sus hijos con la satisfacción del deber cumplido.

Imagen ilustrativa: Semanario Universidad.

LA UPAD: ¿CAJITA BLANCA?

Héctor Solano, politólogo

Advertimos la vez pasada sobre no caer en la finta. Pero desgraciadamente, la deriva que terminó tomando el «debate» sobre la UPAD es cualquier cosa, excepto favorable para los intereses populares.

Por lo pronto, pareciera, que en pro de la gran cruzada nacional que impulsamos en contra del «espionaje» gubernamental, quedó enterrada la tentativa de levantar el secreto bancario a través de una ley.

Ese debate, por lo pronto, quedó cerrado. El ambiente político no es el propicio para avanzar ni esa, ni ninguna otra ley que ayude a optimizar las herramientas a disposición del Estado frente flagelos como la evasión fiscal, el lavado de capitales y el narcotráfico.

Tremendo favor hicimos a esos espurios intereses. Así de funcionales son los principismos.

Pero lo más grave, más allá de lo inmediato -que no es cosa menor-, es que terminó fortaleciéndose una matriz que estigmatiza, como tal, el uso de datos a la hora de gobernar y de hacer política.

Sí, el uso de datos. ¡En plena «era de la información!

Demonizar en plena «era de la información» el uso de datos en la toma de decisiones sobre política, ni más ni menos, es algo así como hacer un llamado a volver a la Edad Media.

El camino a Roma está lleno de buenas intenciones: para el poder real que contribuye a demonizar el uso de datos a la hora de hacer política, lo que está mal es que los datos estén a disposición del Estado. Pero si los datos están a mano del sector privado, como efectivamente lo están en nuestro tiempo, por el contrario, está todo bien.

En conclusión, así de ingenuos hemos sido: Facebook, Google y demás conglomerados económico-informacionales, saben más de nosotros que nosotros mismos. Y, por ende, la CIA. Eso simplemente es así, ni siquiera está en discusión.

Pero eso no escandaliza a nadie. Lo que sí escandaliza que un tal Madrigal, que no lo conoce nadie, que no existe políticamente, que es irrelevante políticamente hablando, trabaje en una oficina cruzando variables con un software en una computadora.

A ese nivel de absurdo terminamos haciendo la discusión. Cajita blanca.

Compartido con SURCOS por Juan Carlos Cruz Barrientos.

Luis Paulino Vargas y Guillermo Zúñiga dialogan sobre economía… ¿hacia dónde vamos?

La circulación veloz de información (no siempre bien intencionada y fundamentada) genera incertidumbre en relación con algunos temas de relevancia nacional, pero especialmente, produce una urgencia por consumir datos que impide la reflexión reposada. La Alianza por una Vida Digna y la Sede del Pacífico de la Universidad de Costa Rica comparten este diálogo realizado con los economistas Luis Paulino Vargas Solís y Guillermo Zúñiga Chaves, sobre temas de actualidad.

Nuestro propósito es contribuir a generar pensamiento crítico y autónomo, fomentando el aporte ciudadano para construir la ruta hacia una sociedad justa, lo cual será un factor político clave. De ahí el interés y compromiso de la Sede del Pacífico UCR mediante su proyecto de Acción Social: ED-3250 Aportes Comunitarios para la Construcción de la Democracia Participativa.

Puede ver el diálogo completo de una hora con 19 minutos, o bien, elegir uno o varios de los segmentos que se encuentran en esta misma página con los temas específicos. La suma se segmentos compone el diálogo total.

Diálogo completo:

Segmento 1:

Conceptos clave en este segmento: reactivación, empleo, ingresos, mercado interno. 9′ 24″

Segmento 2:

Conceptos clave en este segmento: Inflación y recomposición de la matriz productiva nacional. 5′ 58″

Segmento 3:

Conceptos clave en este segmento: Inflación, el huevo o la gallina, enfermedad de fondo en la economía, modelo de desarrollo, diálogo nacional, empleo como eje estratégico, mercado interno, economía ambientalmente sana como base de la reconversión. 13′ 37″

Segmento 4:

Conceptos clave en este segmento: Diálogo nacional, política centrada en la persona, empleo, calidad de vida, cualificación, concentración de la oferta de empleo en el área central del país, mercado interno, inversión pública, distribución de la riqueza. 25′ 05″

Segmento 5:

Conceptos clave en este segmento: Lo que significa transformar la estructura productiva, fortalecimiento de la seguridad social, acuerdo nacional, recuperación de la confianza entre personas y sectores. 10′ 23″

Segmento 6:

Conceptos clave en este segmento: ¿Cómo avanzar en el diálogo y no dejarse llevar por la confrontación? 11′ 08″

Segmento 7:

Conceptos clave en este segmento: Ejercicio democrático 6′ 31″

Le invitamos a ver, compartir y comentar cada segmento o el vídeo con el diálogo total; ahí igualmente puede dejar dudas o consultas si las tiene.

Homenaje a Giordano Bruno

José Manuel Arroyo

El próximo 17 de febrero se cumplirán 420 años de la muerte en la hoguera, -en el Campo de Fiore, Roma-, del filósofo, astrónomo, mago y poeta Giordano Bruno. A este insigne pensador lo persiguió el Santo Oficio (la Inquisición) varias veces y por distintas razones. Desde el punto de vista teológico se atrevió a poner en cuestión dogmas como el culto a las imágenes; el de la Trinidad (Dios tres personas en una); la divinidad de Jesucristo, a quien concebía más bien como un gran Maestro o Mago; la virginidad de María; el celibato sacerdotal; la transustanciación en la Eucaristía. ¡Menudos temas! Desde el punto de vista cosmológico defendió la esfericidad de la Tierra y el sistema planetario copernicano, con el Sol y no la Tierra, en el centro del universo.

Pero además se atrevió, en un ejercicio filosófico-literario-intuitivo, a ir mucho más allá de Copérnico, planteando la existencia de innumerables mundos como el nuestro, inmersos en un universo infinito y homogéneo (constituido por los mismos elementos). Como tema de transición entre lo teológico y lo cosmogónico, concibió un panteísmo donde precisamente el universo es sagrado, Dios es todo y todos, no un señor sentado en una nube.

Sólo para citar una de las consecuencias más revolucionarias del pensamiento de Bruno, si el universo es infinito, su centro no está en lugar alguno o, lo que es equivalente, puede estar en cualquier punto, según la perspectiva, absolutamente relativa, en la que cada quien se sitúe. Esta simple idea no sólo afectaba la cosmogonía; sino que también sugería una cuestión absolutamente subversiva para el ordenamiento social estrictamente jerárquico de su época y de las épocas venideras, así como equiparaba en dignidad/igualdad a todos los seres humanos, por muy distintas posiciones que se ocuparan por razón de clases, talentos, creencias o demás condiciones. Fue la de Bruno, una de las pocas voces que se hicieron eco de Fray Bartolomé de las Casas y condenó el atropello europeo sobre las américas, violentando otras culturas, civilizaciones, religiones y etnias, sólo por ser diferentes.

A Giordano Bruno lo persiguen, procesan y ejecutan por atreverse a pensar libremente y, en esa opción de vida, cuestionar las verdades intocables de su tiempo. Para la segunda mitad del siglo XVI los viajes de exploración y conquista alrededor del mundo, las observaciones, así como las mediciones conforme los avances tecnológicos y científicos, hicieron que esta mente preclara cuestionara “verdades” que resultaban insostenibles. Sin embargo, a Bruno lo liquida una combinación de poder político-religioso, mezcla explosiva que tiene vigencia aún hoy día y que busca reabrir las hogueras reales y metafóricas todavía en este tercer milenio.

En el proceso judicial que finalmente se le siguió, Bruno estuvo preso esperando sentencia por largos siete años (viejo vicio del procedimiento inquisitivo clásico), fue confinado a una celda, torturado y reiteradamente acusado de herejía, blasfemia, impenitencia, inmoralidad y otros muchos cargos que le fueron ampliando y agravando con el tiempo. Curiosamente, sus verdugos le ofrecieron varias veces la opción de retractarse. El mismo Papa, Clemente VIII, temiendo convertirlo en un mártir, dudó de condenarlo y entregarlo a la jurisdicción civil para su ejecución, -de conformidad con otra de las normas del proceso inquisitorial-, actitud que en el fondo revela la mala conciencia que, pese a todo, siempre ha tenido la humanidad respecto a la pena de muerte. Al final, el acusado se negó a retractarse, se le condenó y la sentencia se ejecutó conforme se hacía con quienes no se desdecían, directamente consumido por las llamas y no dándole muerte primero, y quemando el cadáver después.

El mejor homenaje que podemos hacer a este precursor e ícono de la libertad de pensamiento y de la ciencia moderna, es enfrentar con espíritu crítico los dogmas y supuestas verdades absolutas de nuestro tiempo.

Dejando de lado los fundamentalismos religiosos de toda índole, que aún hoy aprovechan la fe religiosa de la gente para construir estrategias de control político, podemos decir que un importante centro de discusión teórica, más de cuatro siglos después, se ha desplazado, de la Teología o Cosmogonía hacia la Economía Política. Así, las verdades incuestionables de hoy (y con esto sólo sigo a Z. Bauman ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos? ), tienen que ver con que el “libre mercado” está dirigido por una “mano invisible” que automáticamente regula y supera cualquier asimetría; que todos los problemas de la humanidad se van a resolver si logramos un “crecimiento económico” constante e inagotable; que ese crecimiento debe estar acompañado por una “capacidad de consumo” por igual permanente y cada vez mayor; que en esa lógica de los procesos económicos es normal y aceptable que haya “desigualdades”, ganadores y perdedores por derecho propio, dado que existen seres humanos individuales que son “naturalmente” talentosos y superiores y de cuya potenciación y desarrollo dependerá que algo le toque a todos los demás; y, finalmente, que todo esto se inscribe en el contexto de la “competitividad” a toda máquina, única condición que posibilitará la justicia y la reproducción del orden social ideal.

Pero la terca realidad actual, como la que tuviera que enfrentar Bruno en su momento, se impone de manera descarnada y las grandes cuestiones actuales quedan sin explicar si nos atenemos a los paradigmas socio-económicos oficiales.

Los dogmas de una economía centrada en el “libre mercado” han traído, como principal resultado, una desigualdad o inequidad brutal, cada vez mayor, entre países y a lo interno de cada país. El mundo regido por las verdades del neoliberalismo no resiste las observaciones y mediciones de nuestro tiempo. La “mano invisible” es perfectamente reconocible en la especulación bancaria y financiera, así como en el subsidio a la producción, practicada por las grandes potencias y prohibida a las naciones pobres; el modelo de explotación incesante y despiadado para asegurarse un “crecimiento constante” tiene al planeta al límite de sus recursos y del colapso climático.

Tampoco es cierto que la felicidad humana pueda comprarse conforme su capacidad de consumo y la acumulación de insumos y dispositivos desechables año a año, ni podemos aceptar y ver como normal las profundas desigualdades incubadas, puesto que éstas se explican por las condiciones generales en que nacen y se desarrollan las personas (nivel económico de familia, calidad de escuela y universidad a que acceden, oportunidades laborales reales), es decir, las ventajas que efectivamente han tenido de trazarse un plan de vida y alcanzarlo, y no por supuestos talentos o virtudes especiales que unos afortunados poseen y respecto de los cuales al resto de la humanidad sólo le queda extender la mano para recibir limosnas. Y en fin, que esta humanidad no puede seguir apostando a la “competitividad” como clave de las relaciones inter-personales e inter-nacionales, porque ésta es sólo un eufemismo para denominar a la guerra, no sólo la comercial, sino para todas las formas de guerra-guerra que padecemos en pleno siglo XXI. Por supuesto que todo esto tiene que ver con el respeto efectivo a los derechos humanos de hombres y mujeres, de lo que nuestro filósofo también fue el precursor que apuntamos.

Giordano Bruno tiene un monumento desde 1889 en la Plaza Fiore de Roma, producto de un movimiento internacional que quiso inmortalizar su aporte a la libertad de pensamiento y a la ciencia moderna. Mientras su espíritu crítico sobreviva tendremos, como especie, alguna esperanza. El Cardenal Roberto Belarmino, principal inquisidor que dirigió el proceso en su contra y pocos años después también condujo el proceso contra Galileo Galilei, fue canonizado por la Iglesia Católica en 1930, declarado doctor de la Iglesia un año después y en su honor se creó un título cardenalicio que lleva su nombre. Esto último sucedió en 1969. Apenas ayer.

(*) José Manuel Arroyo Gutiérrez, Ex-magistrado y Profesor Catedrático UCR.

Artículo compartido con la Alianza por una Vida Digna por José Manuel Arroyo Gutiérrez, publicado además en http://www.elpais.cr/2020/02/10/homenaje-a-giordano-bruno/

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La verdad sobre presupuestos en educación

Doble Check analiza y desmenuza el titular de La Nación que afirma que el gasto en educación previsto para 2020 será el más alto de la historia.

Vea el video donde se analiza que en realidad será el presupuesto para educación más bajo en siete años.

 

Imagen ilustrativa, UCR.

Compartido con SURCOS por Flora Fernández Amón.

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