Ir al contenido principal

Etiqueta: luchas sociales

EL NUEVO GOBIERNO DE CHAVES. Algunos elementos para una caracterización

Comité Ejecutivo
Movimiento de Trabajadores y Campesinos (MTC)
Junio 2022

El pasado 8 de mayo asumió el poder de Costa Rica un nuevo gobierno encabezado por Rodrigo Chaves del Partido Progreso Social Democrático.

Es muy importante que el MTC tenga una buena caracterización de este gobierno con miras a plantear y proponer políticas que ayuden a lograr las reivindicaciones populares y con esto ayudar a recuperar la confianza popular en sus propias capacidades de lucha.

Contexto

  1. El desgaste del PAC. Como bien se sabe en las pasadas elecciones del 6 de febrero el PAC resultó borrado del mapa político. (Aunque no se puede descartar que vuelva a recomponerse). Algunas razones del desgaste del PAC son las siguientes: la aplicación del llamado combo fiscal lo que llevó al desarrollo de una de las luchas más poderosas de la historia costarricense, las luchas contra el combo, con una huelga de cerca de tres meses en el sector magisterial. La pandemia del Covid es otro factor pues algunas políticas de salud fueron positivas, pero al mismo tiempo afectaron mucho la actividad económica, disparando el desempleo y el subempleo. Las luchas encabezadas por Rescate Nacional en octubre del 2021 fueron el punto más alto de este descontento. El movimiento de Rescate Nacional en su base social de apoyo fue muy complejo y oscuro: hubo fuerzas muy claras como la ANEP y el MTC, por una parte. También el empresariado se mostró con mucho descontento, principalmente el pequeño empresariado que no logró virtualizarse. Otros sectores de composición más compleja como algunos de la zona sur que son anti indígenas, e incluso se habló de sectores vinculados al narco, posiblemente al narcomenudeo. La caracterización de este tipo de movimientos es importantísima ya que pudiera ser que en el futuro se vuelva a presentar este tipo de movimientos complejos.
  2. El desgaste de los partidos políticos tradicionales. Estamos en un momento histórico de incremento de la desilusión en la política. Esto repercute de manera importante en la capacidad movilizadora de los partidos políticos. Prácticamente toda la culpa de la situación actual se les echa a los políticos. El Partido Liberación Nacional, que ha sido el partido que, desde su triunfo en la guerra civil de 1948, el partido con más “organicidad” (capacidad organizativa) también sufre el desencanto con la política, aparte de que llevaba como candidato a José María Figueres Olsen, personaje que refleja muy bien una política neoliberal asociada con corrupción. Cualquiera que lograra el segundo lugar en la primera ronda tenía buenas posibilidades de disputar la presidencia debido a la mala imagen de su candidato.
  3. No olvidar el tema del abstencionismo. Otro aspecto que se debe tener en cuenta para entender la situación política del país es el abstencionismo. En la segunda ronda el abstencionismo llegó a un 42.67%, siendo uno de los más altos de la historia reciente. Este porcentaje sube en las provincias costeras: Guanacaste 50.27%, Puntarenas 52.67% y Limón 53.34%. (Teletica, 3.4.2022, https://www.teletica.com/elecciones-2022/abstencionismo-de-segunda-ronda-alcanzo-un-4267_308727 Estas provincias, aparte de haber dado el triunfo a Rodrigo Chaves, se muestran como las más altamente abstencionistas. Como se sabe en estas provincias costeras las desigualdades sociales son mayores, asimismo son las provincias mayormente desatendidas por las instituciones ya que por el asunto del “vallecentralismo”, el accionar institucional se concentra en el valle central. El abstencionismo es un fenómeno que carcome la credibilidad del orden “democrático”, y de la gestión estatal. Es caldo de cultivo de la inestabilidad social ya que funciona como un descontento y un descreimiento hacia el orden social dominante.

El nuevo gobierno

  1. El inesperado triunfo del PPSD. Como se sabe varias personas candidatas se perfilaron para disputarle a José María Figueres la silla presidencial: Lineth Saborío, Eli Feinzaig, Rodrigo Chaves, e incluso José maría Villalta tuvo ciertas posibilidades. Pero la mayor parte de los votantes se inclinó finalmente por Rodrigó Chaves. Al respecto es muy importante remarcar que el voto de las provincias costeras, Puntarenas, Limón y Guanacaste fue decisivo para el triunfo del PPSD. Para lograr este triunfo le ayudaron varios factores: un programa difuso, el discurso anti-empleados públicos, también el tema de las pensiones de lujo lo utilizó muy bien. En fin, Rodrigo Chaves fue visto como el candidato que podía romper más frontalmente tanto con el PAC como con el PLN, es decir, romper con el pasado político de Costa Rica y, posiblemente pensaba la gente, resolvería problemas claves como la crisis económica, la corrupción y la parálisis institucional.
  2. Aspectos para caracterizar un gobierno. Algunas de las variables o dimensiones que se puede considerar para caracterizar el accionar de un gobierno son: política económica, política social y forma de gobernar (estilo de gestión política). Si bien el nuevo gobierno apenas lleva en el momento que se escriben estas notas, cerca de 22 días, ya hay algunos elementos que se pueden tomar en cuenta. Vamos a analizar brevemente las políticas del gobierno de Rodrigo Chaves, de acuerdo con las dimensiones antes señaladas.
  • Política económica. Evidentemente es un gobierno de continuidad neoliberal, como lo han sido todos los gobiernos costarricenses desde hace cerca de 40 años. Incluso es un gobierno de continuidad PAC. Los pilares de la política económica siguen siendo, comercio e inversión exterior en particular, promoción de la inversión extranjera directa. En el Foro Económico Mundial, realizado en Davos del 23 al 26 mayo, el presidente Chaves reunido con los representantes de grandes empresas dijo: “En Costa Rica no hay trabas, solo alfombra roja” (El Guardián, https://elguardian.cr/presidente-rodrigo-chaves-en-costa-rica-no-hay-trabas-solo-alfombra-roja/, 25.05.2022). El otro asunto al que Chaves le está dando una especial importancia y es continuidad PAC y continuidad neoliberal es al equilibro fiscal, lo que tiene que ver directamente con los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La austeridad fiscal tiene muchas aristas: ley del empleo público, la regla fiscal, recortes presupuestarios a gasto social, etc. En días recientes se ha presentado un aspecto particularmente tenso, como lo es el precio de los combustibles. Hasta el momento Chaves se ha opuesto a rebajar el impuesto sobre los combustibles. Probablemente quiere llevar la tensión al máximo para presionar por una privatización total o parcial de RECOPE. Otro aspecto medular es la política de endeudamiento externo e interno para financiar el gasto público. Los temas económicos muy probablemente van a continuar siendo focos de tensiones muy relevantes. Como se sabe, la economía internacional está en situación muy crítica, producto primero de la pandemia Covid y más recientemente el estallido de la guerra de invasión de Rusia a Ucrania. Algunos análisis apuntan a una posible recesión internacional. Por el momento son obvios problemas inflacionarios, devaluación acelerada del colón y altos precios del petróleo. Esto lo sufren y la sufrirán aún más, los sectores más pobres de la sociedad.
  • Política social. No está clara la política social. Por el momento lo que se ve es continuidad PAC, es decir, recortes de gasto social con el fin de lograr el objetivo principal que es el equilibrio fiscal de acuerdo con lo convenido con el FMI. En la política de recortes, como bien sabemos por experiencia propia, el sector vivienda social es el de los más afectados. Otro punto importante al respecto es el recorte de 148 mil millones de fondos FODESAC, en razón de condonación de deudas a patronos morosos. De acuerdo con el Semanario Universidad este monto equivale al costo de 22000 viviendas Banhvi. (https://semanariouniversidad.com/pais/condonacion-en-fodesaf-esfumaria-%E2%82%A1148-mil-millones-que-patronos-deben-a-personas-mas-necesitadas/).
  • Gestión política. El estilo de gobierno ejercido por Rodrigo Chaves es marcadamente presidencialista y personalista. El propio día que asumió el mando, el 8 de mayo, hizo el anuncio sobre fin de la obligatoriedad de la vacuna Covid y el uso de las mascarillas, cosa que no le correspondía, pues es a la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología, a la que le corresponde decidir sobre estos asuntos. Parte importante de la población y la prensa rechazó la ocurrencia presidencia de modo que a la semana estaba desdiciéndose. Pero ha vuelto a la carga, pidiendo la argumentación científica de la obligatoriedad. Más o menos con el mismo estilo ha actuado en aspectos como las pruebas Faro. Hay mucha distancia política, en términos de autoridad, entre su gabinete y el presidente lo que contribuye a que las decisiones recaigan en el propio Rodrigo Chaves. Pero no se puede decir que el gobierno de Chaves sea una dictadura, pues para que eso ocurriera tendría que haber un cambio de régimen político, lo que todavía no ocurre, pero hay tendencias autoritarias y militaristas. El estilo personalista puede llevarle a serios errores. Hay indicios de esto en las primeras semanas de gestión. Con lo dicho anteriormente , no se quiere afirmar que ya el gobierno está en crisis puesto que como lo revela una  encuesta de IDESPO de la UNA, Rodrigo Chaves arrancó con una aprobación del 67,6%. https://www.elmundo.cr/costa-rica/rodrigo-chaves-arranca-con-una-aprobacion-del-676/. Hay sectores incluso muy populares que apoyan casi que fanáticamente al nuevo gobierno.
  • Otros problemas emergentes. Hay otros problemas que ha debido enfrentar el nuevo gobierno de Rodrigo Chaves. Al respecto se quiere destacar el de los ciberataques. Este es un tremendo problema que afectó los programas informáticos de 27 instituciones públicas. A esto se le suma el reciente ataque sufrido por la CCSS lo que, al momento que se escriben estas notas, ha afectado varias plataformas, afectado seriamente a las personas pacientes. Entre los efectos graves de los ciberataques se puede destacar: problemas de pagos en las planillas del sector público, sistemas de impuestos y muchos servicios. El martes 17 de mayo hubo una movilización independiente de las direcciones sindicales del magisterio exigiéndole al MEP el pago de los salarios adeudados lo que llevó al propio presidente a ordenar el pago de esos salarios. Caso contrario no se sabe cuándo irían a pagar. Pero según se ve en redes sociales el problema no se ha solucionado del todo. El gobierno ha creado una Comisión encabezada por el propio presidente, pero no son claras las políticas para enfrentar semejante situación.

Situación de las luchas sociales y populares

6. Debilidad de las luchas. Después de las luchas de octubre del 2020 encabezadas por Rescate Nacional, la intensidad y generalización de las luchas y resistencias populares ha bajado significativamente. El año 2021 fue preelectoral. Y, en los inicios del 2022 se llevaron a cabo las elecciones. Las primeras semanas del gobierno de Chaves han sido de expectativa y un importante apoyo especialmente de los sectores que le votaron. En este momento continúa un importante apoyo al gobierno. Las luchas que ha habido son sectoriales o puntuales. Al respecto se puede destacar la propia lucha por vivienda donde el Bloque de Vivienda y el MTC se han destacado mucho. Esto es de felicitar y aplaudir porque demuestra que sí se puede luchar contra las injusticias del capitalismo y del orden neoliberal. Otro foco de lucha muy relevante ha sido el de las recuperaciones de territorios indígenas. En los últimos meses esta lucha se ha encaminado a defender las tierras recuperadas ya que sectores no indígenas y terratenientes han buscado volver a usurpar los territorios indígenas. Otra lucha puntual que se debe destacar ha sido la de algunos sectores de bases y dirigentes intermedios del magisterio quienes muy oportunamente salieron demandando el pago inmediato de los salarios adeudados.

Algunas políticas del MTC para el momento actual

7. La lucha por la vivienda. La gran lucha y prioridad del MTC es la lucha por la vivienda a través del Bloque de Vivienda. Este es un trabajo que el MTC a través de OB y de otras(os) dirigentes(es) muy destacadas(os) viene desarrollando de manera constante y aguerrida. Son innumerables las reuniones, asambleas lobby legislativo y político, marchas, etc. que el Bloque ha llevado a cabo. El Bloque es la principal organización a nivel nacional en el campo de la lucha por la vivienda. El tema de la vivienda es importantísimo pues refleja de manera cruda como los más pobres no tienen derecho a la vivienda, es parte de las condiciones de vida de amplios sectores de la clase trabajadora costarricense, y por ende, una manifestación palpable de la explotación capitalista. Los recortes al presupuesto del BANHVI son parte de los recortes de los presupuestos sociales del Estado; por tanto, una política claramente neoliberal. Recientemente el MTC-Bloque ha venido desarrollando una iniciativa de primer orden en la provincia de Limón que consiste en constituir una alianza con otras organizaciones sociales de la provincia. Para el 11 de junio tendrán una primera manifestación. Al tema de la vivienda han agregado otros temas candentes de la provincia, tales como el destino de los fondos del canon JAPDEVA y el estado de la ruta 32. Esto puede constituir un salto en la fuerza y posibilidades del MTC-Bloque. No hay duda, que esta es la gran prioridad de trabajo del MTC.

8. Apoyo y solidaridad con otras luchas sociales y populares. En el tanto que en el momento presente no se vislumbran grandes ejes nacionales de lucha, la política del MTC sería apoyar cada una de las luchas que se van presentando así sea que estas sean fragmentadas o aisladas. Algunas luchas son: la defensa de los territorios y cultura indígenas, las luchas de las mujeres contra los femicidios, la violencia patriarcal y por los derechos sociales de las mujeres como vivienda, empleo, etc. En algunos territorios se presentan luchas ambientales que también son muy significativas.

9. El tema del empleo. Aunque el asunto del empleo fue el eje principal de las elecciones pasadas en particular del PLN y del propio PPSD, en realidad es poco lo que se ve al respecto. De acuerdo con la Encuesta Continua de Empleo al primer trimestre 2022 del INEC, el desempleo llega a un 13,6% de la fuerza de trabajo. En las mujeres el desempleo es más alto; un 17,5%. “En el caso de los hombres, el 68,4 % los desempleados se concentran en los grupos de edad de 15 a 24 años (63 mil personas) y 25 a 34 años (44 mil personas), y en el caso de las mujeres, el 56,9 % se ubican en los grupos de edad de 15 a 24 años (53 mil personas) y 25 a 34 años (46 mil personas)”.    https://www.inec.cr/sites/default/files/documetos-biblioteca-virtual/ece_i_t_2022.pdf

A esto habría que sumarle el subempleo, llegando a un 11,5% de la fuerza de trabajo (población ocupada). En las mujeres el subempleo es del 15,4%. Por tanto, el desempleo y el subempleo están afectando a cerca de un cuarto de la población ocupada. En el caso de las mujeres sería de cerca de un tercio. Aquí solo se desea plantear la siguiente pregunta: ¿Cuál debería ser a política del MTC para enfrentar el desempleo y el subempleo?

Siguiente folleto: Política internacional.

 

Imagen ilustrativa.

No todo tiempo histórico es de revolución

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

COLUMNA LIBERTARIOS Y LIBERTICIDAS (19)
Tercera época

No todo tiempo histórico es de revolución, ni las revoluciones al igual que los tiempos de reacción y conservadurismo pueden eternizarse, por lo que terminan dando lugar a toda una fauna de regímenes políticos producto del accionar humano, y que resultan por lo tanto imperfectos, llegando a desviarse de sus enunciados o propósitos originales, e incluso a desfigurarse de una manera tal, que se tornan incluso irreconocibles para muchos de los que dieron hasta su vida o su libertad por ellas: todo esto es más terrible para quienes viven lo suficiente para darse cuenta de esa inmensa tragedia.

Toda revolución da lugar a su oponente que es la contrarrevolución restauradora del orden social y político anterior, lo que muchas veces suele suceder en el interior mismo de los regímenes posrevolucionarios: la dictadura napoleónica lo fue frente a la gigantesca oleada revolucionaria que la antecedió, el régimen estalinista frente a la revolución rusa de los soviets de 1917, representando un “socialismo” o “comunismo” que nunca llegaron a ser, excepto como un espantajo para las fuerzas de la reacción, o un mito en el que siguieron creyendo varias generaciones de luchadores en todo el mundo, y así sucesivamente. La revoluciones, esas sacudidas extraordinarias que experimentan cada cierto tiempo las sociedades humanas, al cabo de unos lapsos de adormecimiento y pasividad que resultan no ser muy cortos, logran transformaciones muy importantes en las condiciones de vida y el sentido que la existencia puede asumir para millones de seres humanos. Sin embargo, sucede también que, a semejanza del discurrir de las aguas de un gran río subterráneo y silencioso, las sociedades humanas van materializando en el transcurso del tiempo de la larga duración histórica, una serie de transformaciones en el campo de la cultura y de la convivencia social que con toda justicia pueden ser calificadas como “revolucionarias”: El siglo XX presenció la revolución de las mujeres, la de los jóvenes, y otras luchas de innumerables colectividades urbanas y rurales que fueron expandiendo los derechos de la población, sin estar necesariamente ligadas al devenir de las grandes revoluciones políticas que tuvieron lugar en ese tiempo, y enfrentándose valerosamente a las viejas tradiciones religiosas y culturales que actuaron, muchas veces, como factores represivos, sobre todo en sus versiones más integristas y autoritarias.

Las luchas ciudadanas, a lo largo del todo el siglo XIX y buena parte del XX, que nos antecedió, para materializar los enunciados de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de la gran revolución francesa de 1789, son un buen ejemplo de ello. Sin embargo, todavía a estas alturas del devenir histórico no se han podido materializar muchas de las expectativas generadas por algunos de los innumerables enunciados de la Filosofía de la Ilustración o de Las Luces, enunciadas durante el siglo XVIII, más bien sucedió, en sentido contrario, que se produjo un empuje deshumanizante, durante los dos siglos transcurridos, dándose el hecho de que “la ciencia (ya) entronizada por la Ilustración no aspiraba ya al conocimiento, sino a la explotación y el dominio de la naturaleza desencantada. Ya lo vimos. El resultado fue una progresiva racionalización, una reducción de la realidad del sujeto, bajo el signo del dominio, del poder (Gilberto Lopes CRISIS POLÍTICA DEL MUNDO MODERNO Uruk Editores San José Costa Rica 2021). Dicho de otra manera, esa racionalización impulsada desde el siglo de las luces, nos ha conducido a una deshumanización creciente, en un mundo donde la sed de ganancia, unida al creciente dominio de la tecnología terminaron por tergiversar las expectativas surgidas de aquella gran revolución, cuyas ondas expansivas se extendieron mucho más allá de los límites de la metrópoli colonial francesa. Los parientes pobres de la francofonía, conformada por ese universo ficticio de hablantes de la lengua francesa, situados en las diversas latitudes del planeta, fueron esos haitianos afrodescendientes que se sacudieron del yugo de la esclavitud, quienes tuvieron que pagarle a la Francia Imperial el equivalente a miles de millones de dólares, a valores actuales, durante más de un siglo, a partir de 1825, so pena de una invasión y reocupación de su territorio, por el “delito” haber sacudido sus cadenas en 1791, haciendo huir a los dueños franceses de sus plantaciones azucareras en Saint Domingue. Aquí las esperanzas revolucionarias se convirtieron en una larga pesadilla que dura hasta nuestros días. Es por eso que decimos que no todo tiempo histórico es de revolución ni siquiera en aquellos países que vivieron alguna intensa y profunda, con el paso del tiempo lo que permanece son los regímenes surgidos de aquel impulso prometeico y frenético inicial, ese que termina resonando como un eco lejano.

Páginas que transcurren entre dos siglos

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

El autor del texto de este libro, al que intentaré referirme con sincera admiración y sentido crítico, para presentarle a los potenciales lectores, mis impresiones e incluso opiniones, a partir de una primera lectura de sus 367 páginas, la que acabo de concluir (en realidad fue hace ya mucho más tiempo) es un alajuelense o alajueleño apasionado, incluso vehemente y tenaz en sus ejecutorias, pero también pícaro y risueño como algunos otros que he conocido en el transcurso de mí ya no tan corta vida, tales como en los casos de José Néstor Mourelo Aguilar y su padre José Néstor Mourelo y Vila, gallego nacido en Santiago de Cuba, Carlos Luis Fallas, Fernando Durán Ayanegui, Guillermo Villegas Hoffmeister, el economista Carvajal –no acude su nombre a mi memoria, aunque no olvido nuestras conversaciones en el Parque de Alajuela, en San José y hasta en Santiago de Chile-, José Joaquín Meléndez y muchos otros. Tal vez de ahí, pero también del interés que el texto suscitó en mis adentros es que asumo esta tarea, la que les advierto no puede sustituir la lectura de sus páginas, por parte de quienes quieran vivir una experiencia enriquecedora en sus vidas.

Bajo el título ENTRE SIGLOS Entrearenas Ediciones San José Costa Rica 2019, Sergio Erick Ardón Ramírez, una figura pública y un profesional de larga trayectoria en este país nos presenta un universo que va mucho más allá de unas memorias políticas o de vida, en ruta hacia una Alajuela de ensueños y recuerdos que ya no existe más.

A partir de una lectura inicial, casi de un tirón, a manera de vistazo o clin d´oeil del extenso texto tan esperado me atrevo a afirmar que corresponde a un género literario más híbrido que lo yo había esperado cuando se anunció su publicación, más bien comprende al despliegue de al menos tres géneros literarios, los que secuencialmente hacen más fascinante y amena su lectura.

No es strictu sensu un libro de memorias políticas, el autor no pretende semejante cosa, más bien llamó a la segunda parte «Relatos de viajes y pensamiento político» la que contiene unas elaboradas y evocadoras reflexiones acerca del MRP o Movimiento Revolucionario del Pueblo (¿MRP Qué éramos?), el movimiento político al que consagró un buen tramo de su vida, las que estaban haciendo falta para valorar ese período tan importante y complejo de la historia social y política de hace pocas décadas. Es también un intento de ofrecernos una panorámica acerca de la que llama «izquierda» múltiple y variopinta, esa de las gentes que asumiendo ciertos principios universalistas y humanistas » somos a veces, sin saberlo, gentes de izquierda» (p.336), las luchas sociales de los trabajadores cañeros y muchos otros o los entretelones de los combates, encrucijadas o circunstancias del conflicto armado centroamericano, en el período de los años setenta y ochenta del siglo pasado, cuando Sergio apoyó a Carlos Fonseca Amador, a German Pomares y a otros revolucionarios de entonces, de los que narra en detalles algunos hechos relevantes compartidos.

Siento que conforme avancé en la lectura me fui dando cuenta de que sus páginas se convierten también, en una memoria política inacabada aún de su intensa y larga trayectoria (me hace pensar en las Antimemorias de André Malraux) en ese campo de acción y de luchas, un género literario y ensayístico que hace mucha falta en este país, una Costa Rica que estamos perdiendo ante la ofensiva totalitaria del pensamiento único neoliberal/neoconservador.

Su apelación a los valores democráticos, y a la justicia social como elementos esenciales de un programa o propuesta política, resulta ser un referente inevitable para la lucha en que están empeñadas las fuerzas progresistas no sólo de Costa Rica, sino del resto de los países de la región, todo a partir del pensamiento y la acción inspiradas en la trayectoria de José Martí y otros libertadores.

Pero, al ser también un libro con relatos amenos y llenos de ricas imágenes sobre viajes, cuya lectura concluye con los contrastantes paisajes y peripecias de Sergio con Camilo y Cipriano, hijos suyos por la Amazonía, lo convierte en un volumen triplemente híbrido: biográfico, político y relativo a desplazamientos continuos por los más diversos puntos del planeta, con reflexiones únicas que asumen dimensiones universales, las que hacen viajar al lector también hacia las dimensiones más insospechadas.

La manera tierna y cuidadosa como narra los innumerables avatares de su familia, a lo largo del siglo anterior, dentro de la historia de su amada ciudad natal de Alajuela, es enriquecedora y a ratos nostálgica al plantearnos la dinámica y contradictoria vida de su padre: “De Carrucho, porque en Alajuela, y un poco más allá, nadie sabe o supo, quien fue Carlos Luis Ardón, pero a Carrucho sí lo conocieron los viejos, y de él han oído hablar los jóvenes” (p.15) un hombre que vivió intensamente, asumió los más disímiles desafíos y tuvo contradictorios momentos en una larga relación con su inquieto e innovador hijo, la que se fue reelaborando conforme pasaba el tiempo. En cada encrucijada del camino, tanto el autor como sus padres, Carrucho y su madre Lucía Ramírez que mantuvieron una larga relación amorosa y conmovedora, a veces llena de tropiezos y desencuentros, desde que se conocieron en San Joaquín de Flores, se nos muestran apasionados. Las peripecias y contradictorias vivencias y condicionamientos sociales que experimentaron las mujeres de su familia en el transcurso de un largo período están relatadas, de una manera tal que el lector se siente transportado en el tiempo a una Alajuela que no escapaba a las influencias conservadoras y clericales de ese período, en una ciudad que a pesar de ello estaba experimentando grandes transformaciones, dejando de ser una aldea, cuando el autor nació, durante el año de 1936.

Nos habla también de las peripecias de su desplazamiento al exterior como estudiante de Arquitectura en el Instituto Tecnológico de Georgia, dentro de lo que resultó decisivo para su formación y para arribar a un profundo replanteamiento de su visión de mundo, la que había empezado en su temprana infancia a partir de sus observaciones del entorno social y familiar, sobre todo como resultado de un breve interregno europeo. Lo imagino en aquel viaje desde Nueva York hasta Europa que tan bien nos relata, en la cubierta de aquel barco que llevaría primero a una España todavía Franquista y después a Italia en Milán, de donde tuvo que regresar a los EEUU el espacio tiempo en el que concluyó la primera fase de su formación profesional, después volvería a Europa para seguir estudios de urbanismo y bellas artes en París.

Quien rompiendo el protocolo, cuando era diputado a la Asamblea Legislativa, se atrevió a interrumpir al presidente estadounidense Ronald Reagan en el Teatro Nacional de Costa Rica, el 4 de diciembre de 1982, nos ofrece innumerables testimonios de su larga y fructífera existencia. Invito a los lectores a adentrarse en las páginas de su libro.

Atroz idea del Gobierno: privatizar y desnacionalizar la electricidad

(1 de 3) Por Osvaldo Durán-Castro, Sociólogo, profesor ITCR, ecologista FECON

Regresión de más de un siglo

¡Aberrante! Pocas veces esta palabra puede ser usada con tanta precisión, como en este caso para referirnos al “Proyecto de ley reforma al artículo 3 de la “Ley n° 7200 ley que autoriza la generación eléctrica autónoma o paralela”, expediente legislativo n° 22.601, que el Poder Ejecutivo presentó a la Asamblea Legislativa. Esta propuesta, encabezada por el Presidente de la República, remataría el modelo público de carácter social y solidario, y su institución rectora, el ICE, pues se orienta exactamente a favorecer la inversión privada de empresas generadoras tanto nacionales como externas. El proyecto además coloca al Gobierno de rodillas, como súbdito obediente, ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En este texto explicamos por qué el proyecto es un retroceso histórico de más de un siglo, y algunas de sus múltiples debilidades. Una revisión de algunos proyectos de privatización impulsados en anteriores administraciones y la complacencia del gobierno actual con la OECD, los revisamos en el artículo “Gobierno se somete a generadores privados de electricidad y a la OECD”, de próxima publicación.

La esencia del proyecto está explícita en el escrito del Gobierno: “El presente proyecto de ley se presenta ante la Asamblea Legislativa con el fin de eliminar la barrera a la participación extranjera en el sector eléctrico, al no existir una justificación ligada a esta restricción para la actividad económica atendida bajo la modalidad de servicio público”, y agrega que “la eliminación de esta restricción busca fomentar el comercio y la participación de la inversión extranjera en el país, así como las ventajas y efectos económicos, sociales y de desarrollo que de ellas derivan” (negrillas ODC).

Ese proyecto constituye un retroceso histórico inaudito que borraría uno de los avances sobresalientes de la sociedad costarricense, como fue la nacionalización de la electricidad y la posterior creación del ICE. De aprobarse, convertiría el mercado eléctrico nacional en un campo de competencia privada ya no sólo entre nacionales, y de éstos con el ICE, si no para favorecer directamente las inversiones transnacionales con plena igualdad de derechos al ICE, y obligando a la entidad estatal a comprar la electricidad que generen. Es decir, se perdería cualquier condición asociada a la nacionalización de la electricidad y su carácter de servicio social, para convertirla en un servicio público regido por la competencia privada, aunque el ICE siga presente como intermediario obligado entre los generadores y los consumidores finales, ya sea dentro del país o en el mercado regional, al que también los privados siguen presionando por incursionar.

Este tipo de apertura ilimitada es otro mecanismo o vía de privatización, prestación y venta de servicios públicos en favor del capital privado y desnacionalización, que se ha usado en paralelo a las concesiones de obra pública y las alianzas público-privadas. Todas conllevan el riesgo asociado de ampliar el tablero de corrupción, como ha ocurrido en muchísimos países del mundo, incluida Costa Rica. Con este proyecto el Gobierno abona directamente a la liberalización de la economía nacional entregando el servicio de electricidad al capital privado, lo cual será una pérdida para toda la sociedad costarricense.

Es una aberración que en Costa Rica el Gobierno acelere en reversa en tiempos en que urge proteger los beneficios colectivos y las economías nacionales, tal y como pide el Secretario General de la ONU, Antonio Gutiérrez. Aunque no nos detendremos en esa historia, vale decir que todos los componentes de los “modelos económicos fallidos” que vivimos hoy en el mundo, incluyeron, e incluyen, medidas de privatización y desnacionalización como las contenidas en el expediente n° 22.601 del Poder Ejecutivo. Debería el Gobierno recordar, o más bien conocer, lo que en el 2003 dijo Joseph Stiglitz, que fue jefe de economistas del Banco Mundial: “A todos aquellos que viven en México, Indonesia, Brasil, la India y otros mercados emergentes se les debería dar una consigna diferente: no luchen por la mítica economía de libre mercado, que nunca existió”. Lo que incomoda es que Stiglitz nunca lo expresara cuando él mismo impulsaba las políticas que empobrecieron y siguen llevando al hambre a millones de personas en todo el planeta.

“Ley Alvarado” para privatizar y desnacionalizar

El expediente n° 22.601 de la Administración Alvarado es mucho más intrépido que cualquiera de los intentos precedentes de privatización de la electricidad en Costa Rica. Suma un componente de desnacionalización que en aquellas propuestas no había sido expuesto de manera tan explícita con el objetivo de reafirmar los beneficios para el segmento de la élite nacional e inversionistas externos, que hasta ahora se han beneficiado con la generación privada de electricidad. La propuesta desconoce más de un siglo de avances sociales y colectivos en cuanto al servicio de electricidad frente a los intereses privados. Nos devuelve al año 1900 cuando la empresa The Costa Rica Electric Light & Traction Co., empezó a concentrar el servicio eléctrico de Costa Rica; aunque esta misma empresa fue desplazada por la American & Foreign Power Co., que concentró prácticamente todo el mercado. Esta propuesta de “ley Alvarado” desconoce la historia de luchas sociales para la nacionalización de la electricidad en Costa Rica, de fortalecimiento del servicio de electricidad con la creación de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz en 1941, pero sobre todo aniquila el Decreto Ley No. 449 del 08 de abril de 1949 que creó al ICE, del que cualquier gobernante, medianamente sensato, debería sentirse orgulloso y ser defensor.

Se podría decir incluso que la iniciativa pone en riesgo a las cooperativas y empresas de servicio público de electricidad, que contribuyeron, al menos en parte, a fortalecer el mercado eléctrico con sentido nacionalista y ampliando la cobertura a más regiones del país. (El principio de “solidaridad” en el caso de las empresas con formato cooperativo, habría que analizarlo a partir de los precios al consumidor final y del uso y reparto de sus excedentes). Digo que esas empresas reforzaron “en parte” el servicio público, pues hace años la Contraloría General de la República en un informe sobre “la eficacia y eficiencia en la asignación de fuentes de energía para la generación eléctrica”, advirtió “que los costos estimados de la energía de los proyectos de empresas distribuidoras públicas y cooperativas de electrificación rural, son en su mayoría superiores a los promedios determinados por la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA)” (CGR, 2016, p. 2). En esa misma línea, otro dato que debería revisarse con todo cuidado y seriedad es que, según explicó la Contraloría en el mismo documento sobre la eficiencia de proyectos: “no son competitivos Eólico Valle Central de la CNFL, S.A. y Los Santos de Coopesantos R.L, cuyos costos nivelados de la energía de 18,38 y 16,33 c$/kWh están muy por encima del rango utilizado de 7,09 y 12 c$/kWh. Ello, a pesar de que este tipo de generación es cada vez más competitiva y los mejores proyectos a nivel mundial alcanzan consistentemente los 5 c$/kWh sin financiamiento” (CGR, p.10).

Toda la argumentación del proyecto presentado por el Ejecutivo se subsume en un artículo que, aunque pareciera inofensivo, es la propuesta más regresiva que hayamos enfrentado desde 1990, cuando entró en vigencia la Ley 7.200 para favorecer a los generadores privados. Dice el “ARTICULO ÚNICO. – Refórmese el Artículo 3 de la Ley No. 7200, del 28 de setiembre de 1990, cuyo texto dirá: “Artículo 3.- Interés público. Se declara de interés público la compra de electricidad, por parte del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), a las cooperativas y a las empresas privadas, que establezcan centrales eléctricas de capacidad limitada para explotar el potencial hidráulico en pequeña escala y de fuentes de energía que no sean convencionales” (Negrillas ODC).

Las debilidades e imprecisiones de este proyecto en general (que revisaremos en un próximo texto), y particularmente del texto del nuevo artículo, hacen que no soporte el mínimo escrutinio técnico. Alguna de esas carencias las revisamos en seguida:

  1. Declarar de “interés público” la compra de electricidad generada por cualquier oferente privado, nacional o extranjero, colocaría al ICE en una condición peor que la que tiene hoy comprando y pagando electricidad de acuerdo con las obligaciones que le imponen las leyes 7.200 y 7.508 aunque no sea requerida por la sociedad costarricense. La determinación del interés público no debe reducirse a un antojo político y comercial. Debe responder a un proceso técnico para definir la necesidad para el país de cada proyecto en particular. Esto está asociado con la relación oferta-demanda, y es bien sabido que el país cuenta con una capacidad instalada y de generación que duplica y más la demanda nacional. Además, esa generalidad flexibiliza la rigurosidad para concluir sobre la viabilidad social y ecológica y la factibilidad económica, que debe establecerse científica y socialmente, también para cada uno de los proyectos.
  2. Esa idea general de “interés público” está copiada del proyecto “Ley General de Electricidad”, expediente No. 17.812, de los Gobiernos Arias Sánchez y Chinchilla Miranda, cuyo artículo 11 indicaba: “Se declaran de interés público y conveniencia nacional los proyectos de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica que desarrolle cualquier agente del mercado eléctrico nacional”. Para facilitar aún más la construcción de nuevas plantas generadoras, el proyecto proponía que “…los órganos e instancias del Estado y los gobiernos locales otorgarán trato prioritario sobre otros proyectos, a los trámites y gestiones necesarios para el desarrollo acelerado de estos proyectos. Los plazos serán reglamentados por el Poder Ejecutivo”. Ese proyecto de 2009 buscaba la igualdad de condiciones para la competencia entre el ICE y privados en el mercado eléctrico, y esta nueva iniciativa avanza sustancialmente promoviendo “eliminar la barrera a la participación extranjera en el sector eléctrico”.
  3. Declarar de “interés público la compra de electricidad” es otro mecanismo legal que obligará al ICE a adquirir la electricidad de cualquier competidor privado, aspecto que hace menos de un año se mostró espinoso cuando el ICE decidió no renovar algunos contratos de generadores privados por ser innecesarios para atender demanda nacional de electricidad. El pago a generadores privados llegó a 3.141 millones de dólares entre 1989 y 2021, según datos del ICE publicados por el Semanario Universidad. Aunque la amenaza de debilitamiento del ICE es el problema principal en este proceso, la misma institución ha tenido un papel destacado. De acuerdo con Mauricio Álvarez “El ICE viene actuando en esa dirección, pues ya convirtió a la transnacional española Unión Fenosa en la mayor productora de electricidad privada en nuestro país, con un total de 100 MW, al otorgarle un segundo proyecto (actualmente posee Torito, de 50 MW y La Joya, también de 50 MW)”.   Recordemos que los proyectos con la Ley 7.200 no pueden superar los 20.000 kW (20 MW) y los contratos bajo la Ley 7.508 tienen un tope de 50.000 kW (50 MW).  Entre ambas modalidades el tope de generación es el 30% de la capacidad del Sistema Eléctrico Nacional. Independientemente del uso que se le ha dado a esas leyes, establecen límites y cantidades claras.  Y este proyecto adolece del todo de esas precisiones elementales».
  4. Cualquiera que revise el proyecto y lea que el ICE deberá comprar la electricidad de “fuentes de energía que no sean convencionales”, lo primero que se pregunta es ¿Cuáles son esas fuentes? En el mercado eléctrico de Costa Rica podemos anotar como convencionales la hidroelectricidad, térmica, geotérmica, hasta la eólica y la generada con biomasa, si consideramos que ya tienen bastantes años de ser parte de la oferta nacional. ¿A qué se refieren con “no sean convencionales”?
  5. La misma finalidad del proyecto “eliminar la barrera a la participación extranjera en el sector eléctrico” es otra imprecisión inaceptable, pues no define condiciones para ejecutarla. Dada esa generalidad, el término “eliminar” permitiría eventualmente una apertura indiscriminada que sería imposible subsanar, corregir o definir por medio de un reglamento. De hecho, es común que muchos ajustes legales para favorecer la generación privada, hasta ahora, se hayan hecho por medio de decretos y directrices ministeriales, pero en este caso, es imposible determinar cómo se dará esa eliminación de barreras a la inversión privada, y sobre todo cuáles serán sus impactos en el mercado eléctrico y para la sociedad costarricense que finalmente deberá consumir esa electricidad a precios de mercado privado. Por eso el texto implica un conjunto de amenazas que ameritan su rechazo absoluto.

Forzar la Constitución para desnacionalizar

La otra línea de justificación, a la cual se le dedica la mayor parte del proyecto, es un conjunto rebuscado de argumentos para forzar la conclusión de que actualmente la inversión privada está poco menos que imposibilitada en Costa Rica. Estirando las ligas al extremo, el proyecto funde el argumento de la OECD -eliminar barreras de inversión privada- con una interpretación de la Constitución Política y de jurisprudencia constitucional de manera más que rebuscada. Dice el Gobierno que “eliminar la barrera a la participación extranjera en el sector eléctrico”, “Es una recomendación (de la OECD) que se relaciona con el principio constitucional de igualdad, en términos generales y de igualdad entre los nacionales y extranjeros, en términos específicos, y conlleva que no se discrimine entre unos y otros, salvo las excepciones y limitaciones que la Constitución y el ordenamiento establezcan. También se relaciona con la libertad constitucional de empresa o de ejercicio de la actividad comercial”.

Esa interpretación no sólo se usa para promover la privatización del servicio público de la generación, compra, distribución y consumo de electricidad, si no que busca desnacionalizarlo. Por eso hablamos de una regresión hasta antes del 8 de abril de 1949 e incluso hasta 1900 a tiempos del mercado eléctrico controlado desde el sector privado nacional y transnacional.

Este proyecto es un gesto de genuflexión ante el empresariado privado, y en el ámbito global, una reverencia neocolonial ante la OECD. Nadie antes, ni con los proyectos de ley de los partidos más antiguos y tradicionales como Liberación Nacional y la Unidad Socialcristiana, se llegó al extremo de buscar “el principio constitucional de igualdad…entre los nacionales y extranjeros” para que no se “discrimine entre unos y otros”. Siendo la nacionalización de la electricidad y la creación del ICE insignias notables del Estado social de Costa Rica, es imposible aceptar lo que proponen estos gobernantes, como la idea de no discriminar y de procurar “igualdad entre los nacionales y extranjeros” en el control de una actividad económica verdaderamente crucial para la sociedad costarricense, como es la electricidad. Si se piensa en los costos de la cobertura en regiones de difícil acceso, de nuevo cobra más que pertinencia la necesidad de fortalecer al ICE como entidad de servicio social, y preguntarse si los privados, como nunca ha sido hasta ahora, prestarían el servicio en cualquier región del país.

Cierto es que para algunas empresas privadas del sector eléctrico la apertura indiscriminada podría ser una buena oportunidad para aliarse con foráneos, como ya ocurre con los proyectos (BOT sigla en inglés) Construcción, Operación y Transferencia de la ley 7.508, pero en un escenario de competencia abierta hasta las demás empresas, como las cooperativas, podrían ser disminuidas, parcialmente absorbidas y hasta eliminadas del mercado. No es que los empresarios nacionales de la electricidad privada ameriten defensa, pues ya hemos documentado cómo han hecho fortunas vendiendo electricidad cara e innecesaria. Se trata de que la soberanía, como condición fundamental de un país y de una nación, debe considerar como principio la defensa de “lo nacional” ante la invasión de capitales foráneos, sobre todo en la prestación de cualquier servicio social prioritario, como es la electricidad.

El proyecto no establece ningún límite de inversión para el capital externo. No señala plazos ni condiciones de inversión y venta de la electricidad. No justifica, ni remotamente, que esta apertura se fundamente en una necesidad nacional de electricidad y además, como hemos demostrado, en Costa Rica no falta ni un peso de inversión privada para atender la demanda de electricidad.

Como ciudadanía, este proyecto nos debería regresar a los primeros años del siglo pasado, pero para emular los movimientos sociales que iniciaron la nacionalización la electricidad en Costa Rica con la dirección de la Liga Cívica Nacional, lo cual se logró en 1948 tras décadas de lucha social.

Carlos Alvarado Quesada, Presidente, Rolando Castro Córdoba, Ministro a.i. de Ambiente y Energía y Elian Villegas Valverde Ministro de Hacienda, deben pasar a la historia como destacados peones de la destrucción del Estado social costarricense, y del ICE en particular. Deberían ser recordados por promover la apertura del mercado eléctrico para su privatización y transnacionalización, devolviéndonos a los peores tiempos de vasallaje en las relaciones entre países.

Foro: Bicentenario C.A. «No son 200 sino 500 de Resistencia»

El próximo 14 de septiembre a las 9:00 p.m. (New York), 8:00 p.m. (Panamá) 7:00 p.m. (C.A.) se llevará a cabo el foro Bicentenario C.A. «No son 200 sino 500 de Resistencia». Se contará con la participación de expertos/as de Sur América, Centro América y EE. UU: 

  • Moisés Carrasquilia (Panamá). Tema: Independencia de las colonias, de la monarquía de España
  • Alfonso Pardo (Costa Rica) Tema: Mujeres: Resistencia y Bicentenario 
  • Trino Barrantes Araya. (Costa Rica) Tema: La crisis de la independencia Contexto histórico y las perspectivas de la Izquierda 
  • Roberto Quesada Tema: Francisco Morazán: La Lucha Continúa 
  • Sonia Ominar Tema: El Salvador, el pulgarcito de América en eterna rebeldía.
  •  Sandra Morán. Tema: Luchas resistencias hacia un Estado Plurinacional para una verdadera independencia 
  • Jaime Caycedo, desarrollara las conclusiones 

La transmisión se llevará a cabo vía Facebook Live: Partido Libre D19 USA-Canadá o por medio de la plataforma ZOOM. Para asistir por Zoom favor escribir al WhatsApp: 917-770-5142. 

 

Compartido con SURCOS por Trino Barrantes Araya.

Las mujeres candidatas

Vladimir de la Cruz

En el sistema electoral costarricense a finales del siglo XIX, por la participación que tuvieron las mujeres en la movilización del 7 de noviembre de 1889, orientada a detener un supuesto fraude que se tramaba contra las elecciones, el Presidente José Joaquín Rodríguez, 1890 – 1894, propuso el reconocimiento de voto de la mujer, sin que esto pudiera concretarse.

En la década de 1910-1920 se iniciaron los movimientos feministas en el país para lograr este Derecho, lucha que se mantuvo por las décadas siguientes. Con el Partido Comunista de Costa Rica, fundado en 1931, se empezó a plantear la plena igualdad jurídica de hombres y mujeres en materia política y electoral.

Las luchas de la mujeres se dieron en distintas formas, no solo en el campo del sufragio, que amainaron frente a las luchas políticas, sociales y sindicales que cobraron fuerza.

En la década de 1940-1948 se intensificaron las luchas de las mujeres en el ámbito político y en la defensa del sufragio frente a las acusaciones que se hacían a los procesos electorales de 1944 y 1948.

El Golpe de Estado que llevó a José Figueres a tomar el Poder, y fundar la Junta de Gobierno de la llamada Segunda República, 1948-1949, atrasándole la Presidencia a Otilio Ulate, vencedor de las elecciones de 1948, en cuya defensa se había realizado el movimiento armado de Figueres, hizo también que Figueres convocara la Asamblea Nacional Constituyente, que funcionó durante 1949, terminando sus funciones el 7 de noviembre, momento en el cual también cesó el Golpe de Estado, al asumir Otilio Ulate la Presidencia de la República.

La Asamblea Nacional Constituyente estableció en la materia político electoral el voto universal, con lo que se reconoció el voto de la mujer costarricense. Desde entonces se integró la mujer al ejercicio del sufragio, como uno de los derechos más sagrados que gozamos y tenemos los costarricenses.

La primera vez que las mujeres costarricenses pudieron ejercer su derecho al voto fue en unas elecciones cantonales, a propósito de un Plebiscito que se hizo en el Distrito de la Tigra en San Carlos en 1950, siendo Bernarda Vásquez, vecina de la Tigra la primer mujer en ejercer el voto.

A nivel nacional fue a partir de las elecciones de 1953 cuando empezaron a gozar de la igualdad política de elegir y también de ser electas. En esta ocasión fueron electas las primeras tres mujeres parlamentarias, Ana Rosa Chacón González, María Teresa Obregón Zamora y Estela Quesada Hernández. Desde entonces han sido electas, cada vez más con mayor cantidad de mujeres porque la legislación ha avanzado obligado la paridad vertical y horizontal en la colocación de las mujeres en las listas de candidatos que ofrecen los partidos.

De esta manera desde 1953 hasta el 2018 han obtenido las mujeres los siguientes escaños legislativos

1953    3
1958    2
1962    1
1966    3
1970    5
1974    4
1978    5
1982    4
1986    7
1990    8
1994    9
1998    11
2002    22
2006    25
2010    23
2014    20
2018    26

Igualmente han presidido la Asamblea Legislativa, siendo la primera en hacerlo, en 1986, Rosemary Karpinski Dodero, luego Rina Contreras López y las últimas, en el actual gobierno Carolina Hidalgo Herrera y Silvia Hernández Sánchez.

De todas las diputadas 10 han repetido una vez la diputación.

En cuanto a candidatas en la fórmula Presidencial empezaron a aparecer, como candidatas a la Vicepresidencia, por primera vez en 1970, cuando la izquierda, con el Partido Acción Socialista postuló a Luisa González Gutiérrez

En los siguientes procesos electorales, a partir de 1978 se mantuvieron en la lista como Vicepresidentas de esta forma:

1978, Lucila Garro Bogantes por la Organización Socialista de los Trabajadores,

1982, Jeannette Bolaños Paniagua y Alicia Soto Blanco por el Partido Demócrata,

1986, Victoria Garrón Orozco por Liberación Nacional, de nuevo Luisa González Gutiérrez por Alianza Popular,

1990, Meta Figueres Boggs por Liberación Nacional, Vilma Soto Alvarado y María Avila Rojas por el Partido Alianza Nacional Cristiana, y Nidia Herrera Bonilla por el Partido Revolucionario de los Trabajadores en Lucha,

1994, Rebeca Grynspan por Liberación Nacional, Mabel Nieto Cartín por la Unidad Social Cristiana, María García Pérez por Fuerza Democrática, María de los Angeles Quesada por el partido Alianza Nacional Cristiana, y Mayra Arias Tuk por el Partido Independiente,

1998, Astrid Fischel Volio y Elizabeth Benito Odio por la Unidad Social Cristiana, Rosemary Karpinski Dodero y Joyce Zurcher Blen por Liberación Nacional, Alcira Castillo Martínez y Odalía Calderón Solano por Fuerza Democrática, Ana Rita Cañas Ruiz por el partido Integración Nacional, Ana María Pérez por el partido Demócrata, Patricia Odio Iglesias por el Movimiento Libertario, Ligia Arias Rodríguez por el partido Nacional Independiente, Mavis Pearson Sawyers por el partido Alianza Nacional Cristiana, Pueblo Unido a Norma Vargas Duarte y Ana Cecilia Jiménez, Marianita Harvey Chavarría por partido Nuevo Partido Democrático, y por el Partido Independiente la fórmula fue completa en los tres puestos, Yolanda Gutiérrez Ventura, Leda María García Pérez, Rafaela Dobles Hidalgo.

2002, Lineth Saborío Chaverri por la Unidad Social Cristiana, Sandra Pizk Feinzilber por Liberación Nacional, Sadie Bravo Pérez por Acción Ciudadana, Otilia Chacón Chacón por el Movimiento Libertario, Elizabeth Delgado Alvarado por Integración Nacional, Anabel Artavia Montero y Marjorie Santamaría Monge por Fuerza Democrática, Ana María Corrales Solís por el partido Unión General, Ligia María Arias Rodríguez por el partido Patriótico Nacional, Ana Quesada Gómez y Vilma Soto Alvarado por Alianza Nacional Cristiana y Nora Fallas Solano por Rescate Nacional.

2006, Laura Chinchilla por Liberación Nacional, Epsy Campbell Barr y Marita González Vega por Acción Ciudadana, Ana Alfaro Masis por el Movimiento Libertario, Liliana Salas Salazar por la Unidad Social Cristiana, Eleonora Badilla Saxe por Unión para el Cambio, Sadie Britton González por Unión Nacional, Floribeth Acosta Jiménez por Renovación Costarricense, Emilia Rodríguez Arias por Alianza Democrática Nacionalista, Anabel Artavia Martínez y Marjorie por Fuerza Democrática, Patricia Ramos por Coalición Izquierda Unida, Gloria Valerín Rodríguez y Emilia Molina Cruz por Unión Patriótica.

2010 Laura Chinchilla Miranda de Liberación Nacional, Mónica Segnini Acosta por Acción Ciudadana, Lorena San Román por el Movimiento Libertario, Iris Zamora Zumbado por la Unidad Social Cristiana, Lilliette Gutiérrez Rojas por Partido Accesibilidad sin Exclusión, María Barahona Riera por Alianza Patriótica, Vivian González Trejos por Integración Nacional.

2014, Ana Elena Chacón Echeverría por Acción Ciudadana, Silvia Lara Povedano por Liberación Nacional, Dagmar Facio Fernández por el Frente Amplio, Abril Gordienko López por el Movimiento Libertario, Patricia Vega Herrera por la Unidad Social Cristiana, Lisbeth Quesada Tristán por Patria Nueva, Rose Mary Zúñiga Ramírez por Restauración Nacional, Ana Dinorah Rodríguez Rojas por Renovación Costarricense, Zulema Villalta por Accesibilidad sin Exclusión, Luz Mary Alpízar Loaiza por Nueva Generación, Jessica Barquero por el Partido de los Trabajadores, Carmen Lidia Pérez Ramírez por Avance Nacional y Vivian González Trejos por Integración Nacional.

2018, Epsy Campbell Barr por Acción Ciudadana, Ivonne Acuña Cabrera por Restauración Nacional, Victoria Gamboa Ross por Liberación Nacional, Edna Camacho Mejía por la Unidad Social Cristiana, María Cecilia Moreira por Integración Nacional, Rosemarie Carro por el Republicano Socialcristiano, Vivian Quesada por el Movimiento Libertario, Laura Hall Moore por el Frente Amplio, Sol Echeverría Hine por Nueva Generación, Laura Fernández Delgado por Alianza Demócrata Cristiana, Sigrid Umaña Alvarez por Renovación Costarricense, Sigrid Umaña Alvarez por Accesibilidad sin Exclusión, y a Jessica Barquero por el Partido de los Trabajadores.

Para las elecciones próximas de febrero del 2022 ya tenemos las siguientes candidatas en la papeleta presidencial, como vicepresidentas o presidentas, y algunas de ellas, en doble candidatura, presidenta y primer lugar de diputada por San José:

Por el partido Nueva República a la Vicepesidencia Alexandra Loría Beeche, por la Unidad Social Cristiana a Lineth Saborío Chaverri, candidata Presidencial, y por el Partido Unidos Podemos a Natalia Díaz Quintana, quien es a la vez candidata a Presidenta y a diputada por San José. Esta doble postulación la están impulsando candidatos hombres en otros partidos.

En el escenario se anuncian posibles candidatas dentro de quienes postulan en el Partido Acción Ciudadana como Marcia González Aguiluz y Carolina Hidalgo Herrera.

No hay a la vista ninguna otra candidata disputando la candidatura a la Presidencia o participando de la fórmula vicepresidencial, pero las habrá porque es obligatorio llevar al menos una candidata.

Para las elecciones de febrero ya hay 18 partidos habilitados para participar, y en posibilidad de llegar a participar si logran inscribirse a tiempo alrededor de una docena más.

De todas estas candidaturas solo una vez, en el 2010, fue electa una mujer como Presidenta de la República, Laura Chinchilla Miranda, 2010-2014, quien abrió la puerta y la esperanza para otras mujeres de llegar a ser electas.

Entre las que ya están de candidatas me parece que la que más posibilidades puede tener, de ser electa Presidenta, es la candidata de la Unidad Social Cristiana, Lineth Saborío Chaverri. Su victoria aplastante en la Convención de su partido la destacó como eficiente organizadora y lidereza. En lo particular me satisface que haya derrotado, con la paliza que le dio a Pedro Muñoz, que se mantuvo en toda su campaña como arrogante, petulante, grosero con periodistas, con actitudes machistas electorales, blandiendo armas y estandartes de derecha, renunciando con ello a la vieja tradición de ese partido, especialmente a la historia que lo levantó en la década de 1940-1948, de partido reformista aliado a los comunistas. Por el contrario Pedro Muñoz exaltaba sus posturas derechistas, mientras Lineth y el mismo Erwen Masís mostraban más cautela.

En la Convención de la Unidad Social Cristiana sin lugar a dudas Erwen mostró también la sutileza de su trabajo desde las cantonales y logró imponerse en el segundo lugar muy honrosamente.

Pedro Muñoz por ahora cabó su propia tumba en la que se autosepultó en la Convención. Su derrota fue política, después de esto le queda poco por hacer, parlamentaria porque nadie le reconoció nada de su paso por la Asamblea Legislativa, o porque le conocieron bien su paso y no le apoyaron y moral, por la forma chabacana con que se manejó en su Convención. Debió haberle hecho caso a Miguel Angel Rodríguez cuando llamó a buscar una coalición.

Aún sin coalición, en este momento, la candidatura de Lineth si sabe articularse a banderas sociales puede pelear la Presidencia de la República, o asegurar, si así fuere un lugar para una segunda vuelta electoral en caso de que llegue a darse. Esto dependerá de quien lleve en las otras candidaturas y especialmente en la de diputados.

Si esta Asamblea Legislativa se ha lucido por su derechismo político la próxima se espera que camine hacia un progresismo social. Al menos una buena parte del electorado espera esto. Y eso lo veremos con la integración de las papeletas de todos los partidos y de quienes encabecen los puestos más fáciles de ser electos.

Las Cámaras empresariales se están moviendo con la intención de asegurar en algunos de estos partidos sus representantes directos como diputados de esos partidos. Los movimientos sociales debieran hacer lo propio.

Criminalización de la protesta social – video del foro

Costa Rica es un país de dilemas, contradicciones, ensueños y mitos, cuando de políticas y democracias, se trata. El simple ejercicio de una democracia procedimental puede sonar muy bien para los apetitos electorales, sin embargo, la gran desigualdad social que sufre Costa Rica, realidades de racismo, xenofobia y exclusión, desentonan con la narrativa oficial que endiosa la historia política costarricense.

El disenso ha sido castigado en Costa Rica. Que los puntos de comparación que ofrece Latinoamérica sean brutales, no implica que podamos revisar la historia de la represión, criminalización, judicialización e incluso muerte, de personas que han hecho manifiesto un desacuerdo con el statu quo en lo que de arenas políticas se trata.

La protesta social, además de ser un derecho fundamental, es un fenómeno que interesa tanto al mundo de la política, de la academia, como a los sectores populares y movimientos sociales, por supuesto. La protesta en Costa Rica ha adquirido particularidades en las últimas décadas, que invitan a su reflexión, pero que también preocupan a los sectores afines a las luchas sociales.

Dicha preocupación radica en que, paralelo a la transformación del papel de los partidos políticos, la intrusión de las redes sociales los juegos electorales, los nuevos o diversos repertorios de protesta, se presentan, a su vez, nuevas modalidades de represión, criminalización y judicialización de la protesta social en el país.

Confluencia Solidaria, como una iniciativa de convergencia socio política, convoca a este espacio de repaso histórico y reflexión como insumo para la comprensión de la coyuntura actual. Nos acompaña Marcela Zamora Cruz, quien forma parte del Centro de Amigos para la Paz, así como del Colectivo por el Derecho a la Protesta Social. Esperamos que este conversatorio resulte de provecho.

 

Foto: UCR.

Documento: “Mujeres indígenas y del campo en Costa Rica: múltiples pandemias y violencias en tiempos de la COVID-19”

La Fundación Friedrich Ebert publicó el documento “Mujeres indígenas y del campo en Costa Rica: múltiples pandemias y violencias en tiempos de la COVID-19” de la cientista social Allison Quintanilla Hernández y la activista ecofeminista, Rebeca Arguedas-Ramírez.

El documento invita a reflexionar alrededor de la siguiente pregunta: en tiempos de crisis por la COVID-19, ¿existen otras pandemias que están enfrentando las mujeres?

“Esta reflexión, situada en Costa Rica, explora lo estructural y global desde lo local, con la convicción de que la transformación social ecológica será, en el tanto incorpore claves diversas y desde las regiones, sectores y personas más oprimidas”, presenta el documento.

El documento amplía acerca de las luchas, debates y propuestas de los feminismos del sur y los ecofeminismos.

Asimismo, expone “¿Por qué nos deben interesar de manera particular las violencias que enfrentan las vidas de las mujeres indígenas y del campo? Son ellas quienes están en la primera línea de resistencia, respuesta y solución ante este y otros problemas sistémicos y en general, ante la crisis civilizatoria que atravesamos. La contradicción es muy visible cuando quienes tienen llaves maestras para la transformación social y ecológica que el mundo necesita y son las primeras en estar en peligro”.

SURCOS invita a consultar el documento a continuación:

Un Monumento a la Mujer Costarricense

Vladimir de la Cruz

Ante la celebración del bicentenario de la Independencia, que se realizará el próximo año, la Academia Morista Costarricense, que recoge en su actividad la memoria viva relacionada con la Campaña Nacional de 1856-1857, contra la presencia filibustera norteamericana, en Costa Rica y en Centroamérica, y especialmente la memoria y reivindicación histórica del Benemérito de la Patria Juan Rafael Mora Porras, tiene programada una intensa actividad para el año venidero. En parte de esa actividad está todo lo relacionado con la Semana Morista que se lleva a cabo en la última semana del mes de setiembre, que recuerda el 30 de setiembre, cuando fue injustamente fusilado el Presidente Benemérito Juan Rafael Mora Porras, a quien aún no se le ha hecho un Funeral de Estado, como he señalado en un artículo anterior.

Estamos en una situación nacional que cuesta pensar en gastos, con motivo de la Pandemia, pero aun así no se pueden evitar los actos conmemorativos relacionados con la fecha del Bicentenario. Y dentro de ellos hay que pensar en eventos y actividades que deben promoverse, con posibilidad de realizarse.

Durante la lucha por la Independencia en Centroamérica son destacadas las notas y noticias relacionadas con las mujeres guatemaltecas movilizándose hacia el Palacio de los Capitanes Generales, para presionar y apoyar a quienes allí estaban dirigiendo la lucha política en favor de la la Independencia del Reino de Guatemala, o de la Capitanía General de Guatemala, de la que formábamos parte junto con el resto de las Provincias de Centroamérica, o Partidos, como también se les llamó después de las Reformas Borbónicas, movimiento que dio origen al Acta de Independencia del 15 de Setiembre de 1821, con la que Guatemala declaró su Independencia, y giró instrucciones para que así se comunicara al resto de las Provincias, convirtiéndose dicha Acta en el detonante de la Independencia que declararían en los siguientes días El Salvador, el 21 de setiembre, Nicaragua y Honduras, el 28 de setiembre, luego Nicaragua rectificó el Acta del 28 de setiembre, y reafirmó su Independencia, y finalmente Costa Rica, y el Partido de Nicoya, el 29 de octubre de 1821, con lo que se cerró el ciclo de pronunciamientos que conduciría luego a la constitución de la República Federal de Centroamérica.

Los años siguientes, para todos los países centroamericanos que recién iniciaban su vida independiente, fueron muy parecidos en cuanto a su construcción constitucional y estatal, por más intensas que fueran, las luchas políticas internas, de los diferentes grupos económicos, sociales y políticos que se iban formando.

El marco de la Republica Federal no impidió al interior de cada uno de estos países las luchas internas, y las diferentes constituciones políticas que los fueron modelando, del mismo modo que desde nuestra perspectiva, con Braulio Carrillo, optamos por abandonar la Federación porque no nos deparaba beneficio alguno, situación que contribuyó para que otros países centroamericanos tomaran, poco a poco, posición similar a la nuestra, hasta que la Federación finalmente se acabó.

La presencia de Francisco Morazán, en 1842, en el gobierno de Costa Rica, no logró asentar a Costa Rica de nuevo en la ruta federal. Derrocado Morazán, en setiembre de 1842, se reafirmó el camino de la separación hasta que el Dr. José María Castro Madriz, en 1848, le dio la estocada final a este proceso, declarando el 31 de agosto la República de Costa Rica. A partir de este momento iniciamos nuestra vida independiente con más fuerza y más reconocimiento internacional.

La Guerra de 1856 y 1857 puso en peligro esta Independencia, no solo la nuestra sino también la de Centroamérica. Por ello la Guerra Nacional fue una defensa y afirmación de la Independencia Nacional. Por ello la celebración del Bicentenario de la Independencia de 1821 une ambos acontecimientos.

William Walker venía con la intención de esclavizar estas repúblicas y anexarlas a los Estados sureños de los Estados Unidos. En este cometido estableció, gobernando Nicaragua brevemente, la esclavitud, en Nicaragua, en 1855. La amenaza sobre Costa Rica era más grande. Walker envió emisarios al país, con propósito similar, que fueron rechazados, y desde diciembre de 1855 el presidente Juan Rafal Mora Porras empezó a preparar a la población para la tarea militar que se avecinaba. El recién nombrado Obispo, Anselmo Llorente y la Fuente, le apoyó y se sumó a la Iglesia Católica Costarricense, con sacerdotes, acompañando a las tropas costarricenses, en sus diferentes columnas de combate.

Los hombres de Costa Rica, en un 20% de su totalidad, el 10 % de la población nacional, fue movilizado a la Guerra Nacional. Salieron esos combatientes de los campos de trabajo, de labranza en general, de la agricultura del café en expansión en esos años, de las haciendas ganaderas y de las plantaciones de caña del Valle Central. A ellos se iban sumando hombres del interior del país, y luego de la Pampa guanacasteca, la caballería de esa zona, también dejando sus campos de trabajo…pero, no dejando sus campos de trabajo al garete. Aquí empezaron a jugar un papel muy importante las mujeres costarricenses.

Las mujeres costarricenses, abuelas, suegras, esposas de los combatientes, madres, de ellos e hijas, asumieron sus papeles productivos. Se incorporaron más decididamente a la producción nacional en todos los campos que fue necesario. El país no podía dejar de producir. Había que mantener la economía de guerra que la Campaña Nacional demandada, y había que producir alimentos para los soldados, la tropa que alcanzó alrededor de los 10.000 movilizados al combate. Este trabajo estuvo en manos, principalmente, de las mujeres costarricenses, anónimas todas ellas, pero que no le zafaron el bulto a la demanda patriótica que se exigía.

Algunas mujeres se integraron al Ejército como como cocineras, vivanderas como Francisca “Pancha” Carrasco, que lo fue del Estado Mayor, como lavanderas, como enfermeras o ayudantes en los Hospitales de Campaña que se llevaron al combate, y en otras tareas que les fueron demandadas. Pocas mujeres fueron combatientes. No era la época para que las mujeres participaran de las actividades militares como soldados activos, lo que no impidió que mujeres como Pancha Carrasco asumiera tareas militares cuando fue necesario y se distinguiera en ellas, y con buena puntería.

En el Reconocimiento Nacional, que se la ha dado a Pancha Carrasco, como la mujer destacada de esa Guerra Nacional, en la Galería de Héroes Nacionales, allí se le ha hecho un reconocimiento a todas las mujeres, que anónimamente participaron en esos eventos y que con su trabajo contribuyeron a sostener a las tropas en sus combates.

Los actos conmemorativos a la celebración de la Independencia Patria, del próximo año, debería contemplar la posibilidad de realizar un Gran Monumento a la Mujer Costarricense, a la mujer en general, a la mujer anónima que participó de estas gestas políticas y patrióticas, desde la Independencia, y la de la Campaña Nacional, reconociéndoles en este Monumento su participación, su colaboración, reconociéndoles su viudez a las que perdieron sus maridos en la Guerra, a las madres que perdieron sus hijos, a las mujeres que con motivo de sus esposos e hijos caídos se convirtieron en cabezas de familia sosteniendo sus hogares y sacando adelante a sus familias, reconociendo a las que tuvieron que atender la epidemia del cólera y sus consecuencias, que provocó la muerte de 10.000 costarricenses más de los ya caídos, en los campos de guerra, y luchando con sus atenciones a los enfermos para que la peste no se propagara más, logrando que la tropa en corto plazo, de nuevo, se integrara a los campos de batallas, con nuevas movilizaciones de soldados hasta Nicaragua, en lo que se ha llamado la Segunda Campaña Nacional.

La mujer educadora, la Maestra en el Hogar y en la Escuela, cuando aún no se había desarrollado un potente sistema educativo, fue el baluarte de la formación de valores humanos, cívicos, familiares y patrióticos, desde el Hogar. La Madre Maestra, la que se extendió a la “Niña” escolar, que desempeñaba ese importante papel, fue pilar también de la formación democrática nacional desde la Escuela pública costarricense, desde el siglo XIX hasta hoy, en todo el sistema educativo nacional. Las Maestras siguen siendo en cierta forma parte de ese ejército de mujeres anónimas…

Las madres jugaban un papel muy importante. No podemos olvidar a Juan Santamaría cuando al asumir voluntariamente su responsabilidad de ir a quemar el Mesón de Guerra, donde estaban los filibusteros en Rivas, su último pensamiento fue para su Madre, al pedir, ante la inminente posibilidad de muerte, que “cuidaran de su Madre”, lo que el Estado y el Gobierno costarricense hicieron y reconocieron otorgándole una pensión, la cual, después, le fue incluso ajustada económicamente.

Las mujeres anónimas siguen estando presentes en la vida de cada uno de nuestros hogares y familias. Hoy cerca de 700.000 mujeres están incorporadas al proceso productivo, como asalariadas. De ellas más de 300.000 son cabeza de familias, lo que significa que son el principal ingreso económico de sus hogares aun cuando tienen esposo o compañero. Son el soporte de los casi 300.000 desocupados que alcanza hoy el país, por el impacto de la pandemia, por los que han reducido sus jornadas de trabajo y con ellos sus salarios, o han sido suspendidos o despedidos de sus trabajos, dejando de percibir ingresos, y en este sentido son estas mujeres el principal “colchón” de “amortiguamiento” de que en el país no haya luchas sociales más intensas de trabajadores, y de los desocupados, y por esas mismas razones sociales económicas, del mismo modo, por la situación crítica como la que vivimos, y se vivirá por varios meses, intensificándose, puedan llegar a ser también el principal motor de lucha social o el detonante de luchas sociales que aún no hemos visto.

La Mujer Costarricense, en su anonimato, es la mujer que todos tenemos en nuestros hogares, que hemos tenido en nuestras familias, con nuestras madres, abuelas, bisabuelas, con nuestras esposas, hermanas e hijas, que muchas veces se desdibujan al ser las esposas de fulano, las madres de sutano o las hijas de mengano.

Es hora de que reconozcamos el papel de la Mujer Costarricense. Los festejos de la Independencia deben hacernos meditar sobre el papel de la mujer en la sociedad costarricense.

Hacer un Gran Monumento a la Mujer Costarricense como elemento esencial en la forja y el desarrollo de la sociedad y la democracia costarricense es una deuda que tenemos como sociedad.

Allí, en otros países, donde las mujeres se han destacado en guerras, en las luchas nacionales, sociales y populares, se les ha reconocido su papel, también de manera anónima, como por ejemplo, “Las Soldaderas” de la Revolución Mexicana, que son un ejemplo de ellas. En la antigua Unión Soviética había monumentos a esas mujeres que de distinta manera destacaron en la historia de esa gran nación, en sus distintos momentos históricos, y se les reconocía su papel.

Igual ha sido con los soldados caídos que anónimamente se les recuerda con tumbas, o monumentos alusivos, a los “soldados desconocidos”. Don Pepe Figueres, en su gobierno de 1970-1974, exaltó a los caídos de los dos bandos de la guerra, aludiendo al recuerdo de la Guerra Civil de 1948 cuando hizo el Monumento en Dota, y otros eventos donde distinguió anónimamente a los caídos en esa guerra, valorando en cada uno de ellos sus objetivos y sacrificios por los cuales dieron sus vidas.

En Costa Rica nos debemos también, en los Cementerios Nacionales o municipales, a construir la Tumba de los Caídos en la Guerra de 1856. Esta lista ya existe. Es una obligación moral de todas las municipalidades, con apoyo del gobierno, de impulsar estos monumentos en los cementerios que bien podrían servir también para que cada 20 de marzo, 11 de abril, u otras fechas patrias relacionadas, allí se les rinda culto y recuerdo a los que cayeron dando su vida por la Patria. También se podrían hacer murales en los parques centrales de cada Cantón con la lista de los caídos, de cada Cantón, en la Guerra Nacional de 1856-1857.

Lo inmediato por ahora es luchar porque se haga un Gran Monumento a la Mujer Costarricense, con motivo de la celebración del Bicentenario de la Independencia Patria, y Centroamericana, que en él se reconozca, de esa manera, a todas las mujeres del país, que desde sus distintos trabajos, ocupaciones, en el hogar o en la producción en general, tienen, y con ellas exalte a todas las madres costarricenses, como los árboles de la vida nacional, que han producido a los hijos del país, como recuerda la canción patriótica.

Aspectos legales y legítimos de los procesos de recuperación de tierras

Las recuperaciones de Tierra-Territorio realizadas por los Pueblos Originarios no son sólo acciones de hecho, sino que corresponden a su cosmogonía, tradiciones y derechos legales que les pertenecen como Pueblos Originarios. El derecho a la tenencia y recuperación de Tierras-Territorios es reconocido en distintos mecanismos legales nacionales e internacionales.

Compartimos esta infografía que contiene los aspectos legales y legítimos de los procesos de recuperación de Tierras-Territorios y la autodeterminación territorial.

Esta infografía forma parte de la campaña informativa “Justicia para Sergio, Jerhy y los Pueblos Originarios”; de la Coordinadora de Lucha Sur Sur (CLSS) con el apoyo de Ditsö y Voces Nuestras.

¡JUSTICIA PARA SERGIO, JERHY Y LOS PUEBLOS ORIGINARIOS!

#JusticiaParaSergioYJerhy

Coordinadora de Lucha Sur Sur-CLSS.

 

*Imagen de portada: Conferencia de prensa UCR luego de agresión a Jerhy Rivera, 2013
Fotografía: Ricardo Araya Rojas.