Skip to main content

Etiqueta: monumento

Exigimos debido respeto a don Braulio

Por Freddy Pacheco

La memoria de don Braulio Carrillo, Benemérito de la Patria, merece respeto. Por haber creado el Estado soberano e independiente, al separar a Costa Rica de la República Federal de Centroamérica el 14 de noviembre de 1838 (hace 183 años), merece respeto. 

su inmensa obra en lo jurídico, político, fiscal, hacendario y económico, cimientos del nuevo Estado libre que nos enorgullece, merece respeto Por haber consolidado con muy buen tino, a San José como la ciudad capital de Costa Rica, merece respeto.

 Por haber convertido a Puntarenas como la ciudad portuaria comercial de Costa Rica en el litoral Pacífico, merece respeto. Por haber redactado el primer código jurídico de Costa Rica, merece respeto. Por haber organizado los Tribunales de Justicia, merece respeto. 

Por haber tenido la visión de promover el cultivo del café como producto de exportación, merece respeto. Por haber tratado de comunicar el valle central con el litoral Caribe, a través de las enmarañadas montañas de esa vertiente, merece respeto.

Por eso y mucho más, los compatriotas agradecidos dedicaron a su memoria un parque urbano que lleva su nombre, donde se levanta un muy sencillo monumento con su egregia figura. Monumento y nombre del parque que obviamente también merecen respeto. Solo por común ignorancia se puede tratar de irrespetar su memoria, cuando más bien hemos de esforzarnos por exaltar la figura de este otro gran costarricense, para que las nuevas generaciones respeten su memoria y la sangre patriótica que corre por nuestras venas, se manifieste con el sentimiento de agradecimiento que don Braulio merece.

Información compartida con SURCOS por Freddy Pacheco León.

Imagen tomada de Museo Nacional de Costa Rica

Un Presidente y sus cruzadas contra la «hora tica», los judíos y los comunistas y una propuesta de cómo se podría conmemorar a este y sus actividades

SURCOS comparte el texto del académico alemán, Dr. Jochen Fuchs, escrito durante su última estadía en Costa Rica. Fuchs trabaja en la Universidad de Magdeburgo en Alemania, cuenta con doctorados en Derecho y en Ciencias Políticas, y además es autor de libros de guías turísticas de Costa Rica.

Un Presidente y sus cruzadas contra la «hora tica», los judíos y los comunistas y una propuesta de cómo se podría conmemorar a este y sus actividades

San José tiene muchos monumentos. El centro de la ciudad está lleno de monumentos, monumentos de hombres. Las mujeres no tienen monumentos, tienen hijos, cocinas, maridos y la iglesia. Las mujeres no tienen tiempo para acciones que los monumentos recuerden.

¿Pero quién tiene el monumento más grande de San José, probablemente no solo de San José, sino de todo el país? El monumento más grande de todos conmemora a un luchador contra la “hora tica”. Casi todos están en contra de la “hora tica”.

Según una encuesta, el 76 por ciento de los ticos está en contra de la “hora tica” (porque “es una falta”; ver “La Nación” 4 de mayo de 2011). Pero no son honrados por un monumento, solo un valiente luchador contra la “hora tica” ha recibido un monumento: León Cortés.

¿Qué hizo Cortés? Un día Cortés llegó a la Central de Correos a las 8 a.m. No iba solo. Llegó con su reloj de bolsillo. Si un funcionario postal llegaba 5 minutos tarde, el funcionario era despedido.

¿Por qué? Cortés era entonces Presidente de Costa Rica y un valiente luchador contra la “hora tica”. Quería disciplina y orden, y no la “hora tica” – disciplina y orden como en otros países, disciplina y orden como en los países de sus amigos, donde no había “hora tica”, sino trenes puntuales y autopistas buenas.

Cortés luchó en batallas contra la “hora tica” no solo frente al edificio Central de Correos en San José, sino en todo el país. Aunque Costa Rica era un poco más pequeño que los países de sus amigos a quienes admiraba ––aunque estos amigos podrían no haberlo conocido–– no luchó menos amargamente como lo hizo Hernán Cortez durante la Noche Triste en Tenochtitlán. León Cortés luchó por ejemplo otra batalla contra la “hora tica” en Vara Blanca. El gobierno, más concretamente el Presidente, construyó una carretera cerca de Vara Blanca. Por supuesto, el Presidente no construyó con sus propias manos; el Presidente había ordenado construir una carretera. Al Presidente le encantaba construir carreteras. El Presidente sabía que a sus amigos al otro lado del mar les encantaba construir carreteras (y obras públicas grandes) también – para preparar su guerra contra los polacos, los comunistas y para sus carros tipo “Volkswagen” (y campos de concentración como Dachau, Buchenwald y Sachsenhausen para los enemigos de la sociedad fascista y los judíos). Bueno, no había muchos polacos, judíos o comunistas alrededor de Vara Blanca, pero carretera es carretera y esas faltaban con seguridad.

Un obstáculo para la construcción de carreteras fue la “hora tica”. Un día, el Presidente llegó sorpresivamente al sitio de construcción a la hora de trabajo. Únicamente un trabajador estaba presente, todos los demás trabajadores eran víctimas de la “hora tica”. Cortés promovió al trabajador, pero despidió a todos los demás al final del día. De esta forma, él derrotó la “hora tica” cerca de Vara Blanca.

Pero el Presidente necesitaba ayuda con la construcción de carreteras ––y no solo para eso, porque no solo quería construir carreteras, sino que tenía muchas ideas más para el futuro brillante del país–– como sus amigos al otro lado del mar. Cortés encontró ayuda. La ayuda vino del otro lado del mar. Su ayudante era ingeniero y se llamaba Effinger, Max Effinger. Max Effinger fue un buen ayudante.

Siempre llegaba a tiempo, no conocía la “hora tica”, porque la “hora tica” era desconocida más allá del mar. Effinger era inmune a la “hora tica” y el Presidente ganó otra batalla contra la “hora tica” naturalizando a Max Effinger. Primero el ingeniero Effinger había trabajado como jefe de las obras públicas, construyendo carreteras y obras públicas ––no tan famosas obras públicas como el campo de concentración de Dachau o tan bellas como el campo de concentración de Sachsenhausen, “el campo de concentración más bello” (Bernhard Kuiper, arquitecto de campos y SS Obersturmführer 1937) porque Costa Rica no necesitaba campos de concentración (tenía la isla de San Lucas), pero obras públicas con “valor patrimonial” y “más significativos del paisaje urbano” (Municipalidad de Liberia 2019) como el Cuartel de Liberia.

Pero Cortés necesitaba más ayuda en otros campos de batalla. Él no era solamente un luchador grande contra la “hora tica”, lo era también contra los “rojos” y los migrantes (no de Nicaragua, pero de Polonia y no por el nuevo virus, pero por la raza judía).

En el año 1936 Cortés despidió a Carlos Luis Sáenz, director de la Escuela Normal de Heredia ––como “poeta de los niños” muy peligroso y como militante muy rojo del Bloque de Obreros y Campesinos del Partido Comunista Costarricense–– y en el año 1938 el gran luchador antibolchevique impidió por lo menos con fraude electoral, que el “poeta de los niños” se convirtiera en diputado rojo de la Asamblea Legislativa. Pero Sáenz no fue el único rojo, había muchos, muchos más. Y por eso Cortés necesitaba ayudantes, muchos, muchos más ayudantes. Él tuvo mucha suerte. Había encontrado un gran ayudante para este campo de batalla: Effinger, Max Effinger. Y Effinger tenía amigos, muchos amigos, poderosos amigos –– y si no tan poderosos, por lo menos amigos con un hermano grande. Y los amigos ayudaron al Presidente, porque Effinger era su líder, el líder del partido fascista, el “Führer” de NSDAP (AO) de Costa Rica, y el “Führer” mandó a sus amigos a ayudarlo.

Incluso tenían una fortaleza, la fortaleza se llamó Club Alemán. Bueno, no era una fortaleza muy grande, pero sí muy linda, y a veces había fiestas elegantes– para fortalecer el poder, para escuchar la recitación de la poesía impresionante de la chiquita Margarita (“Adolfo Hitler, el libertador de la tierra alemana”), hija del educador, embajador y escritor Luis Dobles Segreda, y para celebrar la unidad: un partido, un club, un Effinger. Y el Club Alemán no era el único castillo de los amigos. Tenían desde el año 1912 la Escuela Alemana (hoy día Colegio Humboldt) como pequeña fortaleza y su director Hannes Ihring, fundador del pequeño movimiento fascista, que se honró con el nombre del libertador de la tierra alemana: “Hitlerjugend”.

Y tenían un gran hermano, que era un hermano muy grande: no un cañonero, ni un buque torpedero, ni un crucero, no: un acorazado. El acorazado SMS Schleswig-Holstein – por lo menos en el año 1937; (más tarde no tuvo tiempo, tuvo que navegar a las playas de Polonia, a “Westernplase” para empezar la Segunda Guerra Mundial, disparando el primer tiro contra los polacos [también enemigos del Presidente, por lo menos los polacos de la raza judía] o como el “Führer” en Berlín dijo por radio: “disparar de vuelta”).

El acorazado SMS Schleswig-Holstein: un hermano poderoso, un hermano convencido con más de 750 amigos alemanes (ver www.ticoclub.com/schleswig.htm). Y todos ayudaron al Presidente, gran luchador contra los rojos. Y el Presidente estaba muy feliz porque tenía muchos amigos. El invitó a todos, al comandante Krause, a los marineros no rojos, no judíos, a todos sus amigos a la Casa Amarilla y ––porque no todos los 750 amigos del acorazado tuvieron espacio en la Casa Amarilla–– tal vez las “Madames” de los burdeles de Limón también estaban felices. Los amigos del “Club Alemán” estaban ciertamente felices e invitaron a todos a un gran baile “en honor del señor Presidente de la República”. Y todos vinieron, incluido el gran luchador contra la “hora tica” para presidir “junto con doña Lilly Knohr (sic!)”, la esposa de uno de los fascistas más importantes, la fiesta, que inició ––según “La Tribuna” del 26 de enero de 1937–– “con la más precisa exactitud a la hora” (¡y no a la “hora tica”! J.F.).

El periódico “La Época” (28 de enero de 1937), portavoz de los círculos clericales más reaccionarios, celebró en su primera página: “Al honorable y caballeroso Comandante Krause, alta oficialidad y cadetes de buque (…) Vuestro arriba a estas playas a tiempo anunciado [¡y no a la hora tica”, J.F.] fue vivamente esperado por el pueblo de Costa Rica”. (Por todo el pueblo realmente no, había protestas de ––según La Época–– “gentes sin principios” y estos verdaderos católicos, llenos de caridad cristiana, solo tuvieron un deseo: “estas basuras sociales se consumen lentamente en el crematorio de la conciencia nacional” – bueno, los fascistas sin caridad cristiana han usado crematorios reales para la “basura social”.)

¿Que hizo esa “gente sin principios”, esa “basura social”? En Heredia, por ejemplo, el segundo comandante encontró una hoja suelta con críticas de Hitler debajo de la puerta de su residencia (y según La Tribuna del 24 de enero de 1937 “dio instrucciones de detener a los sujetos que circulaban la publicación”).

¿Y qué hizo la gente con principios, la gente que no era parte de la “basura social”? El 26 de enero de 1937 por ejemplo, visitaron la recepción del Club Unión, en honor de los amigos que han llegado a bordo del acorazado SMS Schleswig-Holstein al puerto de Limón. En el Club Unión estaba presente también el gran luchador contra la “hora tica” ––ahora no con doña Lilly, sino con “su honorable señora esposa” – naturalmente “a la hora indicada”–– según “La Tribuna del 27 de enero de 1937, y no a la “hora tica”.

Otros visitaron el cine “Palace” para ver la película italiano-alemana “Los cien días de Napoleón” – “según la obra de Benito Mussolini (El Duce de Italia)” como informó el cine en su anuncio ––el primer film sonoro sobre Waterloo, que contó con el apoyo en la distribución de Visorio Mussolini, hijo del Duce y como piloto de guerra, que describía sus bombas como “capullos de rosa” colaborador del Generalísimo Franco, otro gran amigo del Presidente.

“La Época” no fue el único periódico con una opinión muy alta sobre los amigos del Presidente. Un Sr. “REX”, periodista de “La Tribuna”, por ejemplo dirigió las siguientes palabras a los amigos del Presidente: “Caballeros alemanes estáis en una tierra pequeña de territorio, pero grande en nobleza hospitalaria por temperamento. (…) Aplauso, cariño, franqueza, lo único que tenemos y lo único que os damos. (…) Seguid vuestra ruta, fija vuestra mirada en el horizonte, en el único horizonte y el único ideal de vuestro jefe, el canciller Hitler (…) Adelante pues, hijos de Alemania (…) ¡Caballeros de la nueva Alemania!, seguid siempre unidos a vuestro jefe (…) como primer bastión occidental frente a la ola bárbara que amenaza la civilización del mundo, desde los hielos de Rusia.” Y como despedida, les deseó: “¡Caballeros Germanos!, feliz viaje. (…) Qué corta ha sido vuestra estadía en esta tierra, y sin embargo, qué grande ha sido la comprensión que hacia Alemania habéis dejado en este pueblo. ¡Unión… Cultura…Amistad… Simpatía… y más Unión! Felices vosotros, que unidos y a la sombra de un único jefe habéis sabido encontrar en el Nacional-Socialismo, el resurgimiento de vuestra Nación! (…) adelante con él, fieles siempre con vuestro jefe, que él, con la nueva bandera alemana, os está diciendo a vosotros y al mundo entero, allí enterramos un pasado y aquí sembramos un porvenir” (La Tribuna, 28 de enero de 1937).

Por lo tanto, Costa Rica, un país feliz, con un presidente valiente, amigos buenos y poderosos en todo el mundo y con poca basura social, ¿se podrá mantener sin problemas? En general sí, pero si se fijaba la mirada en el horizonte, se podía ver una amenaza, una ola bárbara para la civilización: no nicas, sino casi desde los hielos de Rusia: polacos (como se llamaban los judíos en ese tiempo según sus pasaportes) que primero quisieron fugarse de la sombra del ideal del canciller Hitler (y un poco más tarde de los tiros del acorazado SMS Schleswig-Holstein) para invadir Costa Rica.

Por eso el Presidente necesitaba otra vez ayuda. Y un buen amigo, quien previamente había ayudado al Presidente a construir el cuartel de Liberia, un baluarte contra rebeliones y/o ataques posibles de los guanacastecos (ver los periódicos “Marcha sobre Roma” y “El Guanacaste” y la movilización del centro político cultural “La Casa de Guanacaste” y la “Confraternidad” (partido político de Francisco Vargas Vargas) – debió ayudar otra vez, ahora no con piedras y cemento, sino con papel y tinta, a construir un baluarte contra la invasión de los “polacos”, ahora no en un sitio de construcción, sino detrás de la mesa en el despacho del director de migración: Effinger, Max Effinger. Su trabajo detrás de la mesa en el despacho del director de migración consistía en garantizar que incluso en el futuro brillante del país “ojos, serenamente azules, ––en los que se refleja toda la poesía del Rhin”–– como los ojos de “señora Agmes (sic!) Hammerstein” según “La Tribuna” del 27 de enero de 1937 – puedan ver “esa tierra pequeña de territorio, pero grande en nobleza hospitalaria por temperamento”, pero no los ojos polacos o, peor aún, ojos judíos, con o sin nobleza hospitalaria por temperamento.

Max Effinger tenía a un diplomático como colaborador, como partidario – conectado también a la poesía, no a la poesía del Rhin, sino a una niña de poesía. La chiquita Margarita recitó un poema en honor de Adolf Hitler. Su padre, su educador natural, era Luis Dobles Segreda (Áncora 20 de Abril de 2008), educador, escritor y diplomático costarricense, como informa “Wikipedia”.

¿Qué hizo Luis Dobles Segreda además de entrenar a su hija para que recitara poemas? Como diplomático costarricense asistió a la conferencia de Evian del 6 al 15 de julio de 1938 – y no solo él, sino también representantes de otros 31 países más participaron en la conferencia. La conferencia, una iniciativa del presidente Rossevelt, tenía como objetivo resolver el problema de los judíos de Alemania, que querían encontrar un puerto seguro para salir del ”Reich”, que querían encontrar países que quisiesen otorgarles una visa, porque sin una visa no había forma de salvarse. ¿Y cuál era la tarea de Dobles Segreda en la conferencia? Él era más o menos la punta de lanza en la lucha contra los ‘polacos’, contra la invasión judía de Costa Rica, el puesto de avanzada más externo del escritorio de Max Effinger para salvar a Costa Rica como puerto seguro de los ojos azules y de la imperecedera comunidad de sangre española (como dijo el ministro de España el 12 de julio de 1934 y como se puede leer hasta hoy en la placa conmemorativa frente de la iglesia principal de Heredia).

Luis Dobles Segreda hizo un buen trabajo – como hizo Effinger. No hubo invasión de ‘polacos’ (judíos) en Costa Rica.

Golda Meir, Primera Ministra de Israel entre 1969 y 1974, quien estuvo presente como observadora en la conferencia, describió más tarde la situación de la siguiente manera:” (…) escuchando a los representantes de 32 países ponerse de pie uno tras otro y explicarles cuán terriblemente les gustaría recibir a más refugiados y cuán terriblemente lamentaban no poder hacerlo, fue una experiencia impactante.”[1]

¿Qué pasa más tarde? Sabemos que en el año 1952 fue inaugurado el monumento más grande de San José en honor de León Cortés. Probablemente todos los fascistas alemanes de Costa Rica estuvieron presentes en la ceremonia de inauguración del monumento, porque el 20 de abril de 1952 tuvieron la oportunidad no solo de celebrar la inauguración del monumento en honor a su gran amigo costarricense, sino también de celebrar el cumpleaños de su querido “Führer” Germánico – como en los tiempos gloriosos en el Club Alemán (desafortunadamente sin lindos poemas de la talentosa niña Margarita Dobles). Don Oso, hijo de León Cortés, quien una vez escribió una carta de Alemania a su papá, lleno de admiración por el “Führer”, estuvo presente – al igual que el presidente Otilio Ulate y todos los líderes anticomunistas del PLN, ganadores de la guerra civil – y cerca 50.000 ticos más.

Cortés fue declarado Benemérito de la Patria en 1949. Su corazón está en la iglesia de Alajuela.

Luis Dobles Segreda, una vez Secretario de Educación durante la Administración de Ricardo Jiménez Oreamuno, fue designado Ministro de Educación por Ulate en 1949 y declarado Benemérito de la Patria en 1994; no se construye un monumento en su honor, sino que en 1959 se fundó el Liceo Luis Dobles Segreda – muy cerca del monumento de Cortés.

Max Effinger no fue honrado con un monumento, ni fue declarado Benemérito de la Patria. Después de un período en el campo de concentración en La Sabana, donde ahora se encuentra el estadio nacional, fue deportado a los Estados Unidos el 2 de abril de 1942 y regresó a Costa Rica después de la Guerra.

¿Y ahora? ¿Vamos a destruir o remover el monumento de León Cortés? Los argumentos de Antonio Trejos (ver Semanario Universidad 26.09.2017) son muy buenos y mucha gente ha firmado una petición con ese objetivo. La queja de Trejos de que en Costa Rica no existe monumento alguno que honre a los judíos y comunistas perseguidos por Cortés tiene mucho peso también. Pero no creo que la destrucción del monumento va a destruir el “mito Cortés”.

Tengo otra idea – no es 100 % idea mía, el artista Rainer Jooß de Heidenheim (RFA) es responsable de mi idea. ¿Por qué? Tenía una muy buena idea para destruir el “mito de Rommel”. Erwin Rommel de Heidenheim fue un soldado que tenía no solo mucho éxito por matar miles y miles de seres humanos durante la era fascista, especialmente en África, sino que también fue responsable de la muerte de muchos “rojos” de Lindau, Schwäbisch Gmünd etc., en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial – y el número de víctimas de Rommel sigue creciendo hoy, más de 75 años después de la guerra. Durante la Guerra Fría, Rommel fue presentado como un buen soldado, soldado de estilo antiguo, víctima de Hitler, etc. y se construyeron monumentos en su honor, también en su ciudad natal, Heidenheim: un monumento grandioso, y 80% de su costo fue pagado por veteranos. En los años siguientes hubo controversia, la izquierda, las feministas, los pacifistas, solicitaron destruir el monumento, los veteranos, la derecha, los militaristas, defendieron a su héroe.

¿Y qué hizo el artista? Hizo una imagen de una víctima de Rommel, una víctima actual, una víctima que perdió un pie, porque las minas terrestres de Rommel, que ordenó enterrar para evitar el avance de los Ingleses aún están intactas, están in situ y hacen siempre lo mismo desde sus primeros momentos bajo la tierra: hacer daño, matar a seres humanos, producir víctimas.

Ahora sobre el monumento grandioso del General feldmarschall cae la sombra de una víctima y esa sombra tiene en mi opinión el poder de destruir el mito de Rommel.

Entonces, ¿por qué no construir imágenes, estatuas, monumentos, etc. de las víctimas de Cortés alrededor del monumento más grande de la ciudad? Fotos, siluetas, monumentos conmemorativos, etc. de los comunistas en las cárceles, sitios de tortura, en la isla de San Lucas, y otros lugares, de los judíos, los «polacos» frente a los consulados, embajadas, en trenes de deportación – para destruir el mito de Cortés, para manchar el honor del Presidente, y para honrar a los comunistas, a los «polacos», y quizás también para los inmigrantes de hoy, que no solo son víctimas de Rosweilers como Natividad Canda, sino también víctimas de personas con pensamientos similares y sin conciencia como el Presidente Cortés, sus súbditos, sus amigos y sus seguidores.

¿Y la “hora tica”? ¿Qué hacemos con la “hora tica”? Quizás la “hora tica” perdió algunas batallas, pero no perdió la Guerra. La “hora tica” no es una víctima de Cortés. La “hora tica” vive.

¡Viva la “hora tica”!

[1]         Meir estaba equivocada. El representante de la República Dominicana declaró su disposición a aceptar 100.000 judíos. La colonia Sousa para refugiados fue fundada allí. Su jefe, el dictador Trujillo, no era un ángel, sino un racista. No le gustaban los negros. Los nicaragüenses de los dominicanos son los haitianos. Para Trujillo, los haitianos eran negros y los dominicanos eran blancos. Pero sabía que no todos los visitantes de la isla pensaban que los dominicanos eran blancos. También sabía que los judíos eran blancos. Para hacer de la República Dominicana un país de blancos, se necesitan muchos blancos.

Compartido con SURCOS por Lorea Pino.

Un Monumento a la Mujer Costarricense

Vladimir de la Cruz

Ante la celebración del bicentenario de la Independencia, que se realizará el próximo año, la Academia Morista Costarricense, que recoge en su actividad la memoria viva relacionada con la Campaña Nacional de 1856-1857, contra la presencia filibustera norteamericana, en Costa Rica y en Centroamérica, y especialmente la memoria y reivindicación histórica del Benemérito de la Patria Juan Rafael Mora Porras, tiene programada una intensa actividad para el año venidero. En parte de esa actividad está todo lo relacionado con la Semana Morista que se lleva a cabo en la última semana del mes de setiembre, que recuerda el 30 de setiembre, cuando fue injustamente fusilado el Presidente Benemérito Juan Rafael Mora Porras, a quien aún no se le ha hecho un Funeral de Estado, como he señalado en un artículo anterior.

Estamos en una situación nacional que cuesta pensar en gastos, con motivo de la Pandemia, pero aun así no se pueden evitar los actos conmemorativos relacionados con la fecha del Bicentenario. Y dentro de ellos hay que pensar en eventos y actividades que deben promoverse, con posibilidad de realizarse.

Durante la lucha por la Independencia en Centroamérica son destacadas las notas y noticias relacionadas con las mujeres guatemaltecas movilizándose hacia el Palacio de los Capitanes Generales, para presionar y apoyar a quienes allí estaban dirigiendo la lucha política en favor de la la Independencia del Reino de Guatemala, o de la Capitanía General de Guatemala, de la que formábamos parte junto con el resto de las Provincias de Centroamérica, o Partidos, como también se les llamó después de las Reformas Borbónicas, movimiento que dio origen al Acta de Independencia del 15 de Setiembre de 1821, con la que Guatemala declaró su Independencia, y giró instrucciones para que así se comunicara al resto de las Provincias, convirtiéndose dicha Acta en el detonante de la Independencia que declararían en los siguientes días El Salvador, el 21 de setiembre, Nicaragua y Honduras, el 28 de setiembre, luego Nicaragua rectificó el Acta del 28 de setiembre, y reafirmó su Independencia, y finalmente Costa Rica, y el Partido de Nicoya, el 29 de octubre de 1821, con lo que se cerró el ciclo de pronunciamientos que conduciría luego a la constitución de la República Federal de Centroamérica.

Los años siguientes, para todos los países centroamericanos que recién iniciaban su vida independiente, fueron muy parecidos en cuanto a su construcción constitucional y estatal, por más intensas que fueran, las luchas políticas internas, de los diferentes grupos económicos, sociales y políticos que se iban formando.

El marco de la Republica Federal no impidió al interior de cada uno de estos países las luchas internas, y las diferentes constituciones políticas que los fueron modelando, del mismo modo que desde nuestra perspectiva, con Braulio Carrillo, optamos por abandonar la Federación porque no nos deparaba beneficio alguno, situación que contribuyó para que otros países centroamericanos tomaran, poco a poco, posición similar a la nuestra, hasta que la Federación finalmente se acabó.

La presencia de Francisco Morazán, en 1842, en el gobierno de Costa Rica, no logró asentar a Costa Rica de nuevo en la ruta federal. Derrocado Morazán, en setiembre de 1842, se reafirmó el camino de la separación hasta que el Dr. José María Castro Madriz, en 1848, le dio la estocada final a este proceso, declarando el 31 de agosto la República de Costa Rica. A partir de este momento iniciamos nuestra vida independiente con más fuerza y más reconocimiento internacional.

La Guerra de 1856 y 1857 puso en peligro esta Independencia, no solo la nuestra sino también la de Centroamérica. Por ello la Guerra Nacional fue una defensa y afirmación de la Independencia Nacional. Por ello la celebración del Bicentenario de la Independencia de 1821 une ambos acontecimientos.

William Walker venía con la intención de esclavizar estas repúblicas y anexarlas a los Estados sureños de los Estados Unidos. En este cometido estableció, gobernando Nicaragua brevemente, la esclavitud, en Nicaragua, en 1855. La amenaza sobre Costa Rica era más grande. Walker envió emisarios al país, con propósito similar, que fueron rechazados, y desde diciembre de 1855 el presidente Juan Rafal Mora Porras empezó a preparar a la población para la tarea militar que se avecinaba. El recién nombrado Obispo, Anselmo Llorente y la Fuente, le apoyó y se sumó a la Iglesia Católica Costarricense, con sacerdotes, acompañando a las tropas costarricenses, en sus diferentes columnas de combate.

Los hombres de Costa Rica, en un 20% de su totalidad, el 10 % de la población nacional, fue movilizado a la Guerra Nacional. Salieron esos combatientes de los campos de trabajo, de labranza en general, de la agricultura del café en expansión en esos años, de las haciendas ganaderas y de las plantaciones de caña del Valle Central. A ellos se iban sumando hombres del interior del país, y luego de la Pampa guanacasteca, la caballería de esa zona, también dejando sus campos de trabajo…pero, no dejando sus campos de trabajo al garete. Aquí empezaron a jugar un papel muy importante las mujeres costarricenses.

Las mujeres costarricenses, abuelas, suegras, esposas de los combatientes, madres, de ellos e hijas, asumieron sus papeles productivos. Se incorporaron más decididamente a la producción nacional en todos los campos que fue necesario. El país no podía dejar de producir. Había que mantener la economía de guerra que la Campaña Nacional demandada, y había que producir alimentos para los soldados, la tropa que alcanzó alrededor de los 10.000 movilizados al combate. Este trabajo estuvo en manos, principalmente, de las mujeres costarricenses, anónimas todas ellas, pero que no le zafaron el bulto a la demanda patriótica que se exigía.

Algunas mujeres se integraron al Ejército como como cocineras, vivanderas como Francisca “Pancha” Carrasco, que lo fue del Estado Mayor, como lavanderas, como enfermeras o ayudantes en los Hospitales de Campaña que se llevaron al combate, y en otras tareas que les fueron demandadas. Pocas mujeres fueron combatientes. No era la época para que las mujeres participaran de las actividades militares como soldados activos, lo que no impidió que mujeres como Pancha Carrasco asumiera tareas militares cuando fue necesario y se distinguiera en ellas, y con buena puntería.

En el Reconocimiento Nacional, que se la ha dado a Pancha Carrasco, como la mujer destacada de esa Guerra Nacional, en la Galería de Héroes Nacionales, allí se le ha hecho un reconocimiento a todas las mujeres, que anónimamente participaron en esos eventos y que con su trabajo contribuyeron a sostener a las tropas en sus combates.

Los actos conmemorativos a la celebración de la Independencia Patria, del próximo año, debería contemplar la posibilidad de realizar un Gran Monumento a la Mujer Costarricense, a la mujer en general, a la mujer anónima que participó de estas gestas políticas y patrióticas, desde la Independencia, y la de la Campaña Nacional, reconociéndoles en este Monumento su participación, su colaboración, reconociéndoles su viudez a las que perdieron sus maridos en la Guerra, a las madres que perdieron sus hijos, a las mujeres que con motivo de sus esposos e hijos caídos se convirtieron en cabezas de familia sosteniendo sus hogares y sacando adelante a sus familias, reconociendo a las que tuvieron que atender la epidemia del cólera y sus consecuencias, que provocó la muerte de 10.000 costarricenses más de los ya caídos, en los campos de guerra, y luchando con sus atenciones a los enfermos para que la peste no se propagara más, logrando que la tropa en corto plazo, de nuevo, se integrara a los campos de batallas, con nuevas movilizaciones de soldados hasta Nicaragua, en lo que se ha llamado la Segunda Campaña Nacional.

La mujer educadora, la Maestra en el Hogar y en la Escuela, cuando aún no se había desarrollado un potente sistema educativo, fue el baluarte de la formación de valores humanos, cívicos, familiares y patrióticos, desde el Hogar. La Madre Maestra, la que se extendió a la “Niña” escolar, que desempeñaba ese importante papel, fue pilar también de la formación democrática nacional desde la Escuela pública costarricense, desde el siglo XIX hasta hoy, en todo el sistema educativo nacional. Las Maestras siguen siendo en cierta forma parte de ese ejército de mujeres anónimas…

Las madres jugaban un papel muy importante. No podemos olvidar a Juan Santamaría cuando al asumir voluntariamente su responsabilidad de ir a quemar el Mesón de Guerra, donde estaban los filibusteros en Rivas, su último pensamiento fue para su Madre, al pedir, ante la inminente posibilidad de muerte, que “cuidaran de su Madre”, lo que el Estado y el Gobierno costarricense hicieron y reconocieron otorgándole una pensión, la cual, después, le fue incluso ajustada económicamente.

Las mujeres anónimas siguen estando presentes en la vida de cada uno de nuestros hogares y familias. Hoy cerca de 700.000 mujeres están incorporadas al proceso productivo, como asalariadas. De ellas más de 300.000 son cabeza de familias, lo que significa que son el principal ingreso económico de sus hogares aun cuando tienen esposo o compañero. Son el soporte de los casi 300.000 desocupados que alcanza hoy el país, por el impacto de la pandemia, por los que han reducido sus jornadas de trabajo y con ellos sus salarios, o han sido suspendidos o despedidos de sus trabajos, dejando de percibir ingresos, y en este sentido son estas mujeres el principal “colchón” de “amortiguamiento” de que en el país no haya luchas sociales más intensas de trabajadores, y de los desocupados, y por esas mismas razones sociales económicas, del mismo modo, por la situación crítica como la que vivimos, y se vivirá por varios meses, intensificándose, puedan llegar a ser también el principal motor de lucha social o el detonante de luchas sociales que aún no hemos visto.

La Mujer Costarricense, en su anonimato, es la mujer que todos tenemos en nuestros hogares, que hemos tenido en nuestras familias, con nuestras madres, abuelas, bisabuelas, con nuestras esposas, hermanas e hijas, que muchas veces se desdibujan al ser las esposas de fulano, las madres de sutano o las hijas de mengano.

Es hora de que reconozcamos el papel de la Mujer Costarricense. Los festejos de la Independencia deben hacernos meditar sobre el papel de la mujer en la sociedad costarricense.

Hacer un Gran Monumento a la Mujer Costarricense como elemento esencial en la forja y el desarrollo de la sociedad y la democracia costarricense es una deuda que tenemos como sociedad.

Allí, en otros países, donde las mujeres se han destacado en guerras, en las luchas nacionales, sociales y populares, se les ha reconocido su papel, también de manera anónima, como por ejemplo, “Las Soldaderas” de la Revolución Mexicana, que son un ejemplo de ellas. En la antigua Unión Soviética había monumentos a esas mujeres que de distinta manera destacaron en la historia de esa gran nación, en sus distintos momentos históricos, y se les reconocía su papel.

Igual ha sido con los soldados caídos que anónimamente se les recuerda con tumbas, o monumentos alusivos, a los “soldados desconocidos”. Don Pepe Figueres, en su gobierno de 1970-1974, exaltó a los caídos de los dos bandos de la guerra, aludiendo al recuerdo de la Guerra Civil de 1948 cuando hizo el Monumento en Dota, y otros eventos donde distinguió anónimamente a los caídos en esa guerra, valorando en cada uno de ellos sus objetivos y sacrificios por los cuales dieron sus vidas.

En Costa Rica nos debemos también, en los Cementerios Nacionales o municipales, a construir la Tumba de los Caídos en la Guerra de 1856. Esta lista ya existe. Es una obligación moral de todas las municipalidades, con apoyo del gobierno, de impulsar estos monumentos en los cementerios que bien podrían servir también para que cada 20 de marzo, 11 de abril, u otras fechas patrias relacionadas, allí se les rinda culto y recuerdo a los que cayeron dando su vida por la Patria. También se podrían hacer murales en los parques centrales de cada Cantón con la lista de los caídos, de cada Cantón, en la Guerra Nacional de 1856-1857.

Lo inmediato por ahora es luchar porque se haga un Gran Monumento a la Mujer Costarricense, con motivo de la celebración del Bicentenario de la Independencia Patria, y Centroamericana, que en él se reconozca, de esa manera, a todas las mujeres del país, que desde sus distintos trabajos, ocupaciones, en el hogar o en la producción en general, tienen, y con ellas exalte a todas las madres costarricenses, como los árboles de la vida nacional, que han producido a los hijos del país, como recuerda la canción patriótica.

¿Monumentos a personajes, a sucesos, o eventos históricos?

Vladimir de la Cruz

En Costa Rica no somos muy dados a elaborar grandes monumentos, alusivos a personajes o eventos históricos. Generalmente se han hecho bustos, sobre pedestales, e imágenes pequeñas de personas. Pocos monumentos grandes hay, el de León Cortés es uno, el conjunto de las Garantías Sociales es otro, el de Rafael Ángel Calderón Guardia y el de Daniel Oduber, otros, el Monumento Nacional, los de Juan Santamaría y Juan Rafael Mora otros, y así unos cuantos más, pero pocos. Como no hemos tenido batallas de las que surjan héroes, me parece que en el país no hay monumentos de personajes o militares a caballo… el único monumento a caballo puede ser el del Sabanero en Guanacaste…

Placas conmemorativas las hay en distintas partes colocadas. Quizá donde más hay es en el propio Hospital San Juan de Dios, que está cumpliendo 175 años, donde estas placas con sus respectivos nombres de médicos distinguidos y famosos, que laboraron para el Hospital, hoy están recordados en los distintos salones y pasillos del Hospital, donde pueden observarse y destacan.

Con motivo de la discusión que se ha realizado semanas atrás, relacionada con el Monumento de León Cortés, de si se debe quitar o no de la entrada del Paseo Colón, lo que se ha puesto en la mesa de discusión es justamente la valoración histórica de grandes personajes y de situaciones históricas relevantes, y de cómo significarlas para la memoria pública.

Los personajes históricos siempre van a darse. Cada época los tiene en el campo político, cultural, social, de las artes, las letras y las ciencias, en muchos países, en el campo militar. Algunos reconocimientos de este tipo se dan para estos personajes, vivos o muertos, con distinciones como Premios Nacionales, que los hay cada año, Benemeritazgos y reconocimientos que hace la Asamblea Legislativa, que no pueden darse a granel.

En el interior de cada familia hay personajes que se recuerdan, como modelos, aun cuando no hayan destacado en el campo histórico, casi como héroes familiares, madres y padres, abuelos y abuelas, bisabuelos y bisabuelas. En mis familias paterna y materna, mis abuelos y bisabuelos han sido personajes permanentes, presentes, aun cuando murieron hace más de 70 años, modelos en muchos aspectos, aun cuando no les conociéramos. La tradición familiar los ha mantenido en alto.

En el campo de los Premios Nacionales se hace una valoración de obras o de trabajos de los autores en cada campo y sobre ellos se distingue, lo que los Jurados de dichos Premios considera es lo mejor del año, o de los dos años, cuando son bianuales.

Los Premios Nacionales pocas veces han provocado discusiones, por la designación hecha, pero se aceptan.

Las valoraciones de los Reconocimientos y distinciones que hace la Asamblea Legislativa también, pocas veces, han tenido sus cuestionamientos. Incluso la Comisión Legislativa que hace el estudio de los personajes y recomienda al conjunto de los Diputados estos reconocimientos es una Comisión literalmente SECRETA, de nombramiento del Presidente Legislativo, a efecto de que sobre ella no se produzcan presiones, y que en conciencia y mérito de su propio trabajo haga las propuestas que el Plenario Legislativo ha de aprobar o rechazar.

Así, las valoraciones históricas siempre se harán para distinguir a personas, sobre todo si han pasado por el mundo político. En las diversas instituciones, particularmente universitarias, y hasta en algunos ministerios, también se hacen distinciones y reconocimientos. Esto no se va a poder evitar.

Si se analiza la lista de Beneméritos de la Patria, una buena parte de ellos la constituyen Jefes de Estado y Presidentes de la República. Y de todos ellos se puede hacer un balance histórico positivo como negativo, según se quiera ver, apreciar y analizar. ¿Por qué? Porque responden a épocas precisas, a situaciones históricas concretas, que de una u otra manera hacen, que para esos momentos, estos personajes tengan un sitial de honor o de distinción, que se quiera exaltar o reconocer para las generaciones que lo vivieron y para las futuras, como mensajes positivos del desarrollo histórico patrio, pero también, sobre sus actos, en esos mismos eventos se les puede cuestionar y fuertemente. Por ejemplo, una figura como Manuel Mora Valverde, para mí muy querida, apreciada y admirada, y para muchas personas con iguales sentimientos hacia él, sin embargo, hoy, para muchos de los que fueron sus compañeros de lucha, y de vida militante en el Partido Vanguardia Popular, es una persona muy criticada, y en cierta manera devaluada, y para algunos hasta vilipendiada, sobre todo con motivo de la crisis que sufrió ese Partido a mediados de la década de 1980-1990, donde fue prácticamente destituido de la Secretaría General, que había ostentado toda su vida, y donde la crisis que se ocasionó el destituirlo de ese puesto, y darle la Presidencia del Partido, entre otros temas de fondo que se movieron en esa crisis partidaria, quebró ese Partido en dos, en ese momento, perdiendo Manuel Mora la personería jurídica e histórica sobre Vanguardia Popular, ante el Tribunal Supremo de Elecciones, siendo obligado a hacer otro partido político, el del Pueblo Costarricense, que no tuvo ninguna repercusión política ni electoral posterior. Tampoco Vanguardia Popular la llegó a tener, y prácticamente ha desaparecido de todo escenario electoral.

Recuerdo, a pocos años de la división de ese Partido, como el día de su sepelio, y de sus actos fúnebres en la Iglesia de la Soledad, donde fue llevado, si yo no tomo la decisión de decir unas palabras en su memoria, a la salida de la Iglesia, nadie lo hubiera hecho, acto en el cual hice un breve repaso de su vida, luchas y militancia política y de su valoración histórica para nuestra Patria. En ese momento estábamos, junto a un grupo de ciudadanos movilizados despidiéndolo en sus honras fúnebres, el Presidente de la Republica, José María Figueres Olsen, su esposa Josette Altmann, que interrumpieron un viaje al exterior para estar presentes en ese momento, regresando rápidamente a Costa Rica, el hijo de Manuel, Manuel Mora Salas, y por supuesto, viejos militantes comunistas, “manuelistas”, muchos de ellos… pero no se veían ni llegaron al funeral sus viejos militantes que se habían quedado con Vanguardia Popular…Así son también las pasiones políticas, fuertes, terribles, que no perdonan y menos olvidan.

Nadie puede negar el papel de los grandes hombres en los eventos históricos. Imprimen su sello, su huella. Provocan identificaciones culturales, sociales, morales, generan que a hijos les pongan nombres de esos líderes históricos, políticos, militares, culturales, deportivos, y hasta de novelas televisivas con las cuales la gente termina identificándose con sus personajes.

En muchos casos esos grandes hombres son el resultado de un grupo de otros grandes hombres que les colaboran, que forman parte de su quehacer político, con quienes han trabajado, como un grupo, pero cuyo reconocimiento principal se hace al líder de ese grupo, a quienes esos mismos otros grandes hombres, grandes líderes, le dieron el reconocimiento, a uno de ellos, también por sus propios méritos, como el principal, entre los iguales que son.

Los eventos históricos del pasado, los hechos sucedidos, no los podemos cambiar. Esos eventos los podemos interpretar de diferentes maneras, pero seguirán siendo los mismos acontecimientos históricos apreciados y evaluados desde distintas aristas y desde diferentes enfoques históricos o analíticos.

Muchas veces pienso en el Gobierno de Rodrigo Carazo Odio, quien subió a la Presidencia con gran apoyo popular, en medio de la crisis de la caída de la dictadura somocista en Nicaragua, con un importante papel que jugó en esa caída, por la forma como apoyó al insurgente Frente Sandinista de Liberación Nacional, con dos figuras en su Gabinete que recordaban a los grandes líderes culturales y populares de la primera mitad del siglo XX, Marina Volio su Ministra de Cultura, hija del General Jorge Volio, y de María Eugenia Dengo, hija de Omar Dengo, Ministra de Educación, además el mismo Rodrigo casado con una nieta del autor de la Letra del Himno Nacional, Estrella Zeledón, otro líder cultural popular de esos años, José María Zeledón Brenes. Dos años después el Gobierno de Carazo se encontraba en una crisis profunda económica y política, hasta un golpe de estado en su contra se fraguó. En su gobierno se inició el proceso de privatizaciones de instituciones del Estado, con la eliminación de CODESA, y todo ello condujo que a la salida de su gobierno tuviera una imagen pública muy caída, criticada y devaluada. La recuperó después, en sus luchas contra el COMBO del ICE y de oposición al TLC, y a su participación en grupos patrióticos nacionales que se habían constituido, a finales del siglo XX y principios del siglo XXI, con personajes que en su tiempo le habían criticado.

Rodrigo Carazo es un caso de “héroe” inicial, “héroe caído” y “héroe recuperado”. Así son las cosas, así son los resultados históricos. Héroes que pueden terminar villanos y villanos que pueden surgir, y resurgir de nuevo como héroes.

Cuando el pintor Echandi hizo su famoso cuadro alusivo a “la quema del Mesón”, fue muy criticado, en su tiempo, porque “el personaje de la quema” en ese cuadro se alejaba mucho de la imagen del Monumento de Juan Santamaría. Pero él no había pintado a Juan Santamaría, había pintado la “quema del Mesón”, donde habían participado, en esa acción, dos personas, tan importantes como Juan Santamaría, el Oficial del Ejército Pacheco Bertora y el combatiente Rosales, de origen nicaragüense, miembro de nuestro Ejército.

El Monumento a las Garantías Sociales no tiene las figuras de Monseñor Víctor Manuel Sanabria, Jefe de la Iglesia Católica, en esos días, ni la de Manuel Mora Valverde, Jefe del Partido Comunista, con cuyos esfuerzos y unidad política fue posible materializar esas Garantías Sociales. No tiene esas figuras porque no era un Monumento a los líderes de esas Garantías Sociales. Por ello allí se representan, de manera simbólica, la educación superior, la seguridad social, el Código de Trabajo y el mundo jurídico laboral que está naciendo, con personalidad propia a la vida nacional, en ese momento, y obviamente la gran figura del Presidente Rafael Ángel Calderón Guardia, en cuya Administración se aprobaron esas grandes reformas sociales, las Garantías Sociales, como capítulo constitucional, y el Código de Trabajo. Como figuras en el Monumento un joven estudiante, un niño, una mujer, un trabajador.

Solo para alborotar el panal nacional. Si en los siguientes años se quisiera hacer un gran reconocimiento al proceso de pacificación de Centroamérica, o en el contexto de la celebración del Bicentenario de la Independencia de Centroamérica, que marca un hito histórico innegable en toda la región, y en Costa Rica también, que se logra por la gestión, impulso y lucha que da, especialmente, el Presidente Oscar Arias Sánchez, desde la propia campaña electoral que le llevó a la Presidencia, con las gestiones y acciones que desde su gobierno impulsa, que se le reconoce con el Premio Nobel de la Paz, que le fue otorgado por haber logrado las firmas que pusieron fin a los conflictos en Centroamérica, y sentaron las bases de la reconstitución democrática, en esos países, aún con las dificultades que han permanecido para asentar más sólidamente esas democracias, Premio Nobel, que el mismo Fidel Castro dijo que “el Premio dado a Oscar Arias era un Premio muy bien ganado y reconocido”.

Pues bien, volviendo a alborotar el panal. Si se quisiera hacer un reconocimiento en esta dirección con un gran monumento, ¿cómo se haría? ¿A Oscar Arias en lo personal? ¿Incluiría a los Presidentes de Centroamérica el Monumento, o como en el Monumento Nacional, mujeres sustituirían la representación de esas Repúblicas y de esos personajes? ¿O como en el Monumento a las Garantías Sociales, estaría la figura de Oscar Arias, con la discreta presencia que tiene la figura de Calderón en ese Monumento, con algunos elementos alusivos a la paz lograda? Habrá seguidores del Presidente Cerezo, y “enemigos” de Oscar Arias, que los tiene, solo para “bajarle piso”, que propondrían que a Cerezo, que reclama la paternidad, sin ADN reconocido, de esa paz, se le coloque en el eventual monumento

No podemos evitar el reconocimiento del papel de grandes hombres, y grandes políticos en asuntos nacionales, o centroamericanos, como en el caso apuntado. La pasión de nuestras propias militancias, de nuestras propias convicciones políticas, de nuestras propias tradiciones familiares o culturales no puede llevarnos a opacar lo que social, nacional o políticamente se le pueda reconocer a un personaje determinado, si lo sabemos ubicar en su tiempo histórico, en sus circunstancias, en el contexto en que le toca desenvolverse.

Esta discusión siempre estará abierta a cualquier personaje que se quiera cuestionar y valorar. Probablemente la discusión alrededor de León Cortés conduzca, hacia el futuro, a valorar más situaciones históricas que personajes, para exaltar en monumentos.

Cuando José Figures Ferrer, en su segundo Gobierno constitucional, en 1973, recordando los 25 años de la Guerra Civil, impulsó la creación y elaboración de algunos monumentos, en ellos puso una placa donde aludía “a los caídos de los dos bandos”, los que lucharon por “las Garantías Sociales” y los que lucharon “por la pureza del sufragio”, que fueron los dos grandes temas que movilizaron a la guerra civil. Con ello también trataba don Pepe de contribuir a superar la división de la familia costarricense, que hasta ese momento todavía era intensa. Manuel Mora, ya era diputado nuevamente, 1970-1974, junto con un ex combatiente de Figueres, Marcial Aguiluz, entonces aliado de Manuel Mora, y su partido comunista, Vanguardia Popular, estaba todavía ilegalizado. Así es la Historia Nacional.

Si quisiéramos ver la historia de los países socialistas, en cuanto a personajes históricos se trata, hoy provocan grandes discusiones. El mismo Lenin, si se conserva o no en la Plaza Roja, es un gran tema en la Rusia de Vladimir Putin, la Rusia que hace 30 años dejó la construcción socialista…y Putin…que dejó de ser militante comunista… Stalin hasta 1954 era el gran personaje. Poetas como Nicolás Guillén y Pablo Neruda le hicieron poemas… Los zapateros comunistas en sus talleres de zapatería generalmente tenían una foto de Stalin.

León Cortés es tan solo un punto en la Historia Nacional. Destaquemos otros personajes o eventos históricos…esa es la tarea. Aprovechemos el Bicentenario de la Independencia para ello. No perdamos la oportunidad que nos ofrece tan conmemorable ocasión y festividad nacional, que con pandemia o sin ella, la vamos a celebrar, de cualquier manera… Pero, sobre todo estudiemos la Historia Nacional, conozcamos lo mejor posible la Historia Patria…leamos lo que se va publicando día a día para formar mejor nuestros criterios, juicios y opiniones históricas…

Voluntarios contribuyen a restituir Monumento Nacional Guayabo

Los estudiantes repararon daños provocados por las fuertes lluvias

Voluntarios contribuyen a restituir Monumento Nacional Guayabo
Estudiantes del Programa de Voluntariado de la UCR contribuyeron con la reparación de los senderos, alcantarillas y otros puntos del Monumento Nacional Guayabo (foto cortesía Paola Bonilla Fong, Programa de Voluntario).

Tatiana Carmona Rizo,

Periodista Oficina de Divulgación e Información

 

Más de veinte estudiantes del Programa de Voluntariado de  la Universidad de Costa Rica contribuyeron con el proceso de reparación del Monumento Nacional Guayabo, luego de que varios puntos del lugar fueran afectados por las fuertes lluvias del mes de junio.

Durante una semana, 22 voluntarios de la UCR unieron sus destrezas y habilidades, y repararon todos los senderos y alcantarillas que fueron afectados por las inundaciones. Asimismo, los y las estudiantes contribuyeron con el proceso de limpieza y retiro de desechos y sedimentos que cayeron en varios lugares y estanques del Monumento.

Voluntarios contribuyen a restituir Monumento Nacional Guayabo2
Durante una semana, los voluntarios contribuyeron a reparar los sitios que fueron dañados por la lluvias del mes de junio (foto cortesía Paola Bonilla Fong, Programa de Voluntario).

Gracias al aporte de los estudiantes, los encargados del área protegida pudieron reabrir los senderos y puntos de acceso al parque que se encontraban parcialmente cerrados debido a la magnitud de los daños.

Voluntarios contribuyen a restituir Monumento Nacional Guayabo3
Los voluntarios de la UCR colaboran con la restitución del área protegida desde junio de este año (foto cortesía Paola Bonilla Fong, Programa de Voluntario).

La M.Sc. Ligia Delgadillo, Coordinadora del Programa de Voluntariado de la UCR, mencionó que la iniciativa se dio luego de que los encargados del área protegida les solicitaran ayuda, ya que no contaban con los recursos humanos suficientes para reparar los daños en un corto período.

«Luego de la llamada de auxilio que nos hizo el administrador del Monumento por las inundaciones de junio, inmediatamente nos vinimos aquí a colaborarles, y ahora en esta ocasión trajimos a un grupo de 22 personas que han estado trabajando arduamente en la recuperación de los senderos que se necesitan para que el público los disfrute» dijo Delgadillo.

Voluntarios contribuyen a restituir Monumento Nacional Guayabo4
El Programa de Voluntariado de la Universidad de Costa Rica está dirigido a toda la población estudiantil universitaria de las diferentes Sedes y Recintos que desee involucrarse de forma voluntaria en proyectos que estimulen la solidaridad humana y el desarrollo personal (foto cortesía Paola Bonilla Fong, Programa de Voluntario).

Asimismo, el arqueólogo Rodolfo Tenorio, administrador del Monumento Nacional Guayabo, agradeció el apoyo de los estudiantes del Programa de Voluntariado y mencionó que su trabajo fue muy valioso.

Voluntarios contribuyen a restituir Monumento Nacional Guayabo5
Los estudiantes lograron reconstruir alrededor de 475 metros de sendero (foto cortesía Paola Bonilla Fong, Programa de Voluntario).

 

«Debo recalcar y subrayar que gracias al apoyo del Programa de Voluntariado de la Universidad de Costa Rica hemos logrado recuperar buena parte del sector del sendero que fue más dañado por las pasadas inundaciones de junio del 2015 y en donde perdimos aproximadamente 200 metros de sendero y con el apoyo de una semana completa de los voluntarios logramos rescatarlo» aseguró Tenorio.

Por otra parte, el joven Marco Garita, estudiante de Historia, manifestó que tener la oportunidad de contribuir con un área protegida fue una experiencia gratificante.

Voluntarios contribuyen a restituir Monumento Nacional Guayabo6
Así luce el sendero y la alcantarilla que acompañan la calzada del Monumento Nacional Guayabo, gracias al trabajo de los estudiantes del Programa de Voluntariado de la UCR (foto cortesía Paola Bonilla Fong, Programa de Voluntario).

«Lamentablemente el parque no cuenta con los recursos suficientes por lo que muchos estudiantes nos vemos en la necesidad de venir a trabajar, sin embargo es un trabajo que nos gratifica, venimos de diferentes carreras y venimos a trabajar, en realidad lo que hacemos es un bien para el parque, y en realidad esta es una experiencia muy bonita porque además de apoyar en este caso al Monumento, el Programa de Voluntariado también te da la oportunidad de ganar experiencia y de desarrollarte como estudiante» afirmó Garita.

Además de este grupo de trabajo, otros equipos de voluntarios han estado apoyando al Monumento Nacional Guayabo desde junio de este año; y en los próximos días otros grupos de estudiantes de la UCR se sumarán a la causa.

Gracias al aporte del Programa de Voluntariado de la UCR, el Monumento Nacional Guayabo volvió a recibir visitantes de manera habitual, este lunes 27 de julio.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/