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Etiqueta: movilización popular

Presidente Petro llama a la máxima movilización popular por la decencia

Le solicito a todas las organizaciones de derechos humanos, partidos progresistas y organizaciones de trabajadores de Colombia y del mundo prestar atención a esta denuncia:

He escuchado a juristas destacados hablando de ruptura institucional en el caso del canciller de la república, primero en la historia en ser suspendido. Solo he esperado que las delegaciones internacionales que vienen de EEUU y el Consejo de seguridad de Naciones Unidas sean atendidas correctamente y nos oigan.

No he escuchado, en cambio, que hay una seria ruptura constitucional cuando la fiscalía investiga al presidente de la República.

Se han allanado sindicatos, se ha torturado y se ha usado presiones sobre testigos para que se acuse al presidente y no han tenido éxito; desesperadamente sectores del narcotráfico, autores de delitos de lesa humanidad, políticos corruptos y sectores corruptos de la fiscalía buscan la salida del Presidente del cargo elegido por el pueblo.

Incluso hechos repetidos varias veces en campañas de otros partidos políticos como al que pertenece el fiscal general, y que han sido declarados legales anteriormente, en nuestro caso se criminalizan con desespero.

No es lo mismo la contribución a partidos políticos de un narcotraficante como alias «el ñeñe» que la del sindicato de maestros; a la contribución de alias «el ñeñe» la calificaron como legal, a la del sindicato de profesores la califican de ilegal porque somos progresistas.

Esta ruptura institucional ha llegado al máximo desespero, porque las mafias no quieren perder control de secciones enteras de la fiscalía que he puesto en peligro por haber presentado una terna de mujeres decentes.

La respuesta desesperada será no solo suspender el canciller de la república, sino procesar penalmente al presidente de Ecopetrol y al superintendente de servicios públicos por haber sido presidente del partido Colombia Humana. La fiscalía pedirá mi juicio político sin ocultar que ha hecho investigación inconstitucional en mi contra buscando el triunfo que el pueblo no les otorgó.

Como hicieron físicamente con la UP, ahora piensan usando las instituciones, hacer lo mismo para que aparezca como la gran obra de despedida del fiscal general.

Han decidido la ruptura institucional. Como presidente de la república debo avisar al mundo de la toma mafiosa de la fiscalía y debo solicitar al pueblo la máxima movilización popular por la decencia.

Aquí no se puede tumbar un presidente progresista, el primero en un siglo, porque legalmente un sindicato de trabajadores aportó a un partido de izquierda. Llego el momento de la expresión popular.

Fuente: https://twitter.com/petrogustavo/status/1753562437071061453

Apuntes patrióticos para la esperanza

Juan Carlos Durán Castro
Dirigente Sindical CCSS
Servicio de Cirugía Ambulatoria Hospital San Juan de Dios

Como ciudadano, como trabajador de la Caja, como aprendiz cotidiano de dirigente sindical, le envío una enorme felicitación al grupo humano de conducción política de la mesa de diálogo social y productiva por una Costa Rica inclusiva y solidaria, por ser en gran parte, el espacio político que lleva al menos más de dos años con la disciplina de realizar reuniones, encuentros, foros, virtuales y presenciales, que han mantenido junto a otros esfuerzos unitarios, la llama de la lucha social viva.

La marcha por el FEES del 2022, luego la marcha del agro en marzo 2023 y hoy este inolvidable 20 de junio 2023, por la defensa de la educación pública, evento acompañado por ciudadanos, sectores y organizaciones varias que se sintieron convocadas por un sentimiento patriótico que les movió a salir a la calle, nos llena de felicidad y es sencillamente edificante.

Una ruptura más contra el miedo, la mentira, el dogma y el evidente autoritarismo del Presidente Chaves Robles, elementos que sufren golpes ante la movilización social y popular.

Ejemplo de ello fue el triunfo elemental y para algunos y algunas, abstracto, que se arraigó en el sector salud el pasado 08 de junio 2023 y que hizo una ruptura contra el miedo aportando a un proceso que abre más las puertas y ventanas, para que entre más fácilmente en la conciencia popular la idea de movilizarse y luchar.

Esos tres eventos supra marcan la ruta calle, aran la tierra y colocan semilla que pronto germinará en multitudes valientes movilizaciones.

Este último es uno de los retos superiores y estratégicos de los liderazgos sociales para el futuro cercano.

Abrazo fraterno y nuestro respeto y admiración.

ESTAMOS RECONSTRUYENDO LA ESPERANZA

Una síntesis política de lo ocurrido en Perú

Carlos Herz.

Carlos Herz, periodista
15-01-23

El Perú vive una persistente crisis de gobernabilidad desde hace decenios, caracterizada por la fragilidad institucional, principalmente política; por un déficit de construcción de ciudadanía; y por los limitados espacios de participación ciudadana, mayormente existentes por las presiones y movilizaciones populares que han ido conquistando diversos derechos y demandas. Esta crisis se da en el contexto de una enorme informalidad en la economía nacional –agudizada en el período de pandemia–, como expresión del abandono histórico del Estado en la atención a las necesidades elementales de las personas, quienes se han visto obligadas a desarrollar múltiples estrategias de sobrevivencia material. Esta dinámica económica y hasta social ha estado acompañada de la implementación de un modelo de acumulación basado en la exportación de commodities y materias primas diversas (principalmente minerales y productos agropecuarios) que dependen de las condiciones internacionales y que no se han visto en lo fundamental afectados, salvo por la variación de los precios globales. Cabe añadir que buena parte de la informalidad está vinculada con la ilegalidad y la corrupción en sus diversas formas, la cual también mueve la base económica del país. Se puede decir que junto a la crisis de gobernabilidad, convive un modelo neoliberal extremo que articula todas las formas de acumulación mencionadas.

  1. En ese contexto surge el gobierno actual que, más que una opción de aceptación programática, fue resultado del rechazo a una posible administración fujimorista, ya conocida por su esencia represiva, corrupta y entreguista de los bienes del país al capital. El triunfo por escaso margen del presidente Castillo nunca fue aceptado por la derecha en sus diversas facciones ni por la mayoría de los medios de información a su servicio, a lo que se agrega un fuerte componente de racismo y discriminación, que ha sido y es una de las características constantes hasta la fecha, ahora más agudizada. Después, la total ineficiencia y los visos de corrupción crecientes del gobierno favorecieron la práctica golpista y desestabilizadora implementada por el Congreso y estimulada por la prensa. Lo cierto es que, en cualquier circunstancia, aun con un buen gobierno de Castillo, no hubiera sido distinta la respuesta de la derecha peruana, aunque otro hubiera sido el devenir político, como resultado de un esperado apoyo popular que no recibió el presidente durante su errática gestión. Inclusive muchas de las medidas gubernamentales fueron atentatorias contra los derechos ciudadanos como en educación y género, coincidentes con los enfoques retardatarios de la derecha.
  2. Las evidencias de corrupción gubernamental, que debieran ser procesadas judicialmente como en cualquier Estado de Derecho, fueron suficiente razón para poner por delante las acusaciones a la gestión presidencial, siendo atendidas con mucha diligencia por el Congreso y el Poder Judicial, en comparación con muchos otros casos de mayor escándalo, sospecha y pruebas de corrupción. La consigna política concertada de la derecha en el Congreso y en la mayoría de la prensa fue desde inicio la de censurar a Castillo y su entorno, manteniendo siempre en vilo a su A esta persistente campaña de desestabilización y de vacancia, hay que sumar la terrible dosis de un discurso clasista y racista aprovechando de la impericia y el origen popular del presidente para agredir a su persona y a su familia. Esto último es uno de los factores centrales que ha despertado la reacción de la población mayormente rural; es decir, ésta no ha sido provocada sólo porque las élites han desconocido el triunfo electoral de Castillo sino, sobre todo, por el tratamiento despectivo que han dado a los sectores sociales más pobres, mayormente campesinos y del sur del país, poniendo en evidencia la fragmentación social y cultural en el país.
  3. Los últimos acontecimientos para muchos significaron una sorpresa en diversos sentidos:
  4. Primero, porque no estaba en la previsión política que al entonces presidente Castillo se le ocurriera dictaminar el cierre del Congreso y la intervención del Tribunal Constitucional y del Poder Judicial, sin ningún tipo de apoyo de los poderes militares y políticos De allí su rápida caída y detención, así como la juramentación de su sucesora, la vicepresidenta de la república y la designación de su gabinete.
    1. Segundo, porque tampoco se consideró que esta situación devendría en una masiva reacción favorable hacia el presidente, por su libertad, justificando su frustrada medida de cierre del Congreso como una legítima acción frente a su continua práctica Lo que ha ocurrido –y se viene incrementando– es la movilización de diversos actores sociales en las ciudades y el campo, mayormente en la macrorregión Sur y en la costa sur del país, exigiendo la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, la disolución del Congreso y el adelanto de las elecciones; además, en varios casos piden la convocatoria a una Asamblea Constituyente y la libertad del expresidente Castillo. Mientras el Congreso y la nueva presidenta persisten en su propósito de no querer leer la realidad social y política, el movimiento popular incrementa sus paralizaciones y recibe como respuesta una violenta represión, con situaciones trágicas como la elevada cantidad de pérdida de vidas humanas, que ya llegan a 48, y decenas de heridos, mayormente por proyectiles de bala y perdigones, prohibidos por la legislación peruana para estos casos. Los departamentos de Puno, Apurímac, Cusco, Ayacucho y Huancavelica son los más activos en estas protestas y se avecinan otras de mayor rango nacional, como la de los estudiantes y comunidades campesinas e indígenas. Lima ha venido tardando en reaccionar y en los últimos días ya se percibe un incremento de movilizaciones urbanas en la capital y en otras ciudades del país.
    2. Ahora el panorama es No ha funcionado el acuerdo del Congreso por iniciativa presidencial para un adelanto de elecciones para marzo del 2024, plazo señalado supuestamente para tener condiciones de realizar reformas políticas que permitan enfrentar la crisis extrema de gobernabilidad; ni tampoco ha funcionado el compromiso del nuevo gobierno de contar con equipo técnico y eficiente. Por el contrario, la mayoría congresal viene propiciando contrarreformas que le sean funcionales a su propósito de mantenerse en el poder, así como aprobar medidas económicas y sociales que agreden los derechos de la ciudadanía, y en particular de las poblaciones indígenas en la Amazonía peruana. Igualmente, el gobierno sigue mostrando las mismas limitaciones que las que se observaron a los gabinetes de Castillo, a lo que se añade sus medidas fuertemente represivas y autoritarias. De allí que ha crecido la desconfianza de la población movilizada ante los actuales representantes políticos tradicionales, y con mayor vigor exigen la disolución del Congreso y la renuncia de la presidenta, así como elecciones generales inmediatas, además de la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Como nunca antes las organizaciones sociales campesinas se están movilizando masivamente hacia las capitales de Puno, Cusco, Apurímac y Ayacucho, mayormente. Se configura progresivamente un sentimiento lleno de malestar, de agresiones a sus derechos más elementales, de amargura e indignación por el maltrato clasista y racista tan presente hasta la actualidad. La solidaridad de un sector de la población con el presidente depuesto tiene que ver con este sentimiento de exclusión y no tanto con su capacidad de gestión.
  5. ¿Qué hacer? Lo primero es que debemos exigir que se investigue a profundidad los asesinatos contra peruanas y peruanos y que se sancione severamente a los responsables políticos y No puede haber borrón y cuenta nueva. Y el gobierno debe asumir la responsabilidad que le compete. Las actuales movilizaciones sociales, mayormente espontáneas han abierto una gran oportunidad de transformación social y se requiere mirar mejor el panorama actual y hacia el futuro. Los eventuales resultados políticos que se logren ahora, no implicarán aún cambios sustanciales para el país, sino que –en el mejor de los casos– serán parte de un largo proceso de construcción de nuevas condiciones económicas, políticas, sociales, culturales y ciudadanas. Las tendencias autoritarias no solo están presentes en los tradicionales grupos de poder en el gobierno y el congreso, sino que se extienden a los diversos sectores e instituciones estatales y de la sociedad, e incluso se manifiestan en diversos liderazgos populares, pudiendo generar situaciones complejas de mayor violencia o de decisiones que refuercen liderazgos antidemocráticos, además del continuismo de las dinámicas económicas neoliberales y degradantes del ambiente, como ocurre con las actividades ilegales de extracción de recursos naturales. En ese proceso debemos encarar con seriedad la gran fragmentación social que afecta al país y que deviene en la aceptación de la existencia de personas de primera y de segunda categoría.
  6. La realidad actual ha vuelto a mostrar la necesidad de contribuir a crear nuevas condiciones para la gobernanza, particularmente a partir de acompañar procesos renovados de desarrollo de capacidades enfocado a jóvenes, hombres y mujeres, y a líderes de las organizaciones campesinas e indígenas. Se requiere reforzar las alianzas interinstitucionales y superar la dispersión actual de esfuerzos y Necesitamos esclarecer y definir un rumbo que deje de lado los viejos paradigmas del desarrollo y nos conduzcan hacia la construcción de condiciones por los Buenos Vivires. Es hora de que Ong, proyectos y agencias de cooperación nos sentemos juntos a reflexionar y actuar de manera diferente, hacia esos nuevos desafíos.
Caricatura que interpreta el momento político de Perú publicada por el diario La República de ese país.

 

Información compartida con SURCOS por Juan Carlos Cruz Barrientos.

Movilización masiva hacia Lima «MARCHA DE LOS 4 SUYOS» (REGIONES)

Por | 18/01/2023 | América Latina y Caribe

Fuentes: Apak TV, Perú

Desde el 11 de enero aproximadamente comenzaron las marchas desde las diferentes regiones del Perú; muchos deben hacer largas caminatas desde los pueblos más recónditos del país.

Miles personas de todo el territorio peruano realizan un viaje masivo hacia Lima, la ciudad capital del Perú, respondiendo a la convocatoria popular de la denominada “Marcha de los 4 suyos” (*), en rechazo al actual Gobierno del país, cuya política represiva contra las demandas sociales (renuncia de Dina Boluarte, renuncia del Congreso golpista, nuevas elecciones y nueva constituyente) ya apaga casi 50 vidas.

La primera «Marcha de los 4 suyos» que dio fin a la dictadura de Alberto Fujimori fue en el año 2000. Hoy esta forma de movilización adquiere vigencia ya que las fuerzas armadas, policía nacional, Tribunal Constitucional, Poder Judicial y Congreso de la República se encuentran bajo el control del fujimorismo que, según las organizaciones sociales, gobierna el Perú desde la cárcel, a través de la presidencia de Dina Boluarte, tras el golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022.

Desde el 11 de enero aproximadamente comenzaron las marchas desde las regiones provincianas del Perú, que involucran largas caminatas desde los pueblos más recónditos del país, así como movilización autogestionada en camiones, camionetas o busetas. “Desde el sábado ya empezaron a llegar en marchas de sacrificio a Lima, pasando por Miraflores, sede de entretenimiento de la clase media alta limeña, apoyados por las masas que salen a su encuentro desde los barrios populares que rodean la metrópolis limeña», nos dice José Manuel Mejía, joven investigador del Instituto de Estudios Políticos Andinos.

José Manuel nos explica que las “marchas de sacrificio” son formas de lucha que inicialmente realizaron los trabajadores mineros del centro del Perú (en su mayoría campesinos semiproletarizados), quienes tras la militarización de las minas a partir de 1989 tuvieron que movilizarse caminando hasta Lima para dar su última lucha, exigiendo el pago de sus salarios atrasados, así como el cese a la represión militarizada y criminalización de sus sindicatos.

Hoy, la masividad de la “Marcha de los 4 suyos”, ha generado alerta en el Gobierno de Dina Boluarte, quien declaró “Estado de Emergencia” en todo el país, lo que otorga autorización extraordinaria a las fuerzas armadas y policiales para usar la violencia, suspendiendo las garantías constitucionales más elementales de una democracia. Con esto, la policía y el ejército han tratado de impedir las marchas hacia Lima. Sin embargo, esta respuesta represiva no ha detenido al pueblo peruano, que continúa su avance hacia Lima, ciudad que progresivamente se convierte en el epicentro de las protestas, que se retomaron desde el 4 de enero de 2023.

José Manuel opina que, si bien la respuesta a la “Marcha de los 4 suyos” recibe apoyo espontáneo desde todos los caseríos y pueblos del Perú profundo, también es gracias al trabajo organizativo que valientemente asume la organización campesina más importante del Perú en la actualidad: la CUNARC (Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú), que agrega a las organizaciones ronderas de todo el país. Las rondas campesinas son organizaciones campesinas de base, inicialmente creadas en los años 70 para defender a los pueblos del crimen organizado, así como de la violencia política que generó la guerra interna entre 1980 y 1993, pero en la actualidad asumen también la defensa del territorio, el agua y la vida frente a la expansión de la frontera extractiva minera en los Andes peruanos.

A esto se suma la convocatoria que han realizado diversos gremios civiles de trabajadores, organizaciones políticas de izquierda como Vamos Pueblo, Unidad Patriótica, los frentes de defensa regionales y provinciales a nivel nacional, así como apoyo de artistas folclóricos como Larita Lizeth Yanarico, que se han organizado para sumar y plegarse a esta gran marcha hacia Lima. Asimismo, la participación de organizaciones estudiantiles como la Federación Universitaria de San Marcos (FUSM) y la Federación Universitaria del Cusco, ha sido vital para sostener las movilizaciones con colectas populares, ollas comunes y puntos de acopio de donaciones de alimentos, cobijas y medicinas, para los pueblos que llegan de todo el Perú.

Por su parte, la Defensoría del Pueblo remarcó que las prácticas policiales que tengan por objetivo obstaculizar o limitar el desplazamiento de personas hacia Lima se encuentran fuera del marco legal. Los asesinatos civiles provocados por estas prácticas policiales ya son cerca de 50.

La presidenta Dina Boluarte niega su responsabilidad en estas muertes y acusa a “infiltrados internacionales”. Su discurso acusa oscuramente al pueblo peruano de estarse matando: “Hoy sabemos que un tipo de armas de fuego y municiones habrían ingresado por el sur del país, esas son las que podrían haber causado la muerte de nuestros compatriotas”, dice Boluarte. Cuando los disparos desde helicópteros, el uso de armas de fuego, pistolas, metralletas, han sido la principal causa de muerte como bien ha quedado documentado y expuesto a la opinión pública nacional e internacional, no solo por redes sociales sino también desde medios de prensa alternativos y oficiales a nivel internacional.

La gran “Marcha de los 4 suyos”, cuyos ríos de gente posiblemente desemboquen en un poderoso mar limeño el 19 de enero, según la convocatoria de la CUNARC, es una demostración de la fuerza del Perú profundo, rural, campesino, trabajador, indígena, cholo, pobre, que emprende esta lucha “no para devolver la presidencia a Pedro Castillo, sino para refundar el Perú”, como lo explica nuestro compañero José Manuel Mejía, en la lectura que recomendamos en el siguiente enlace: https://www.iepa.org.pe/la-fundacion-de-la-patria-por-el-…/…

Tomado de Apak TV, página de FaceBook.

(*) Nota de Rebelión: La palabra quechua suyo significa «región». Tahua significa «cuatro». Tahuantisuyo es el nombre del territorio inca compuesto por las siguientes regiones: al noroeste, el Chinchaysuyo; al noreste, el Antisuyo; al suroeste, el Contisuyo y al sudeste, el Collasuyo.

Compartido con SURCOS por Marino Marozzi.

Imagen: https://www.clacso.org/

De la propuesta a la realidad de los diálogos regionales

Por Carlos Meneses Reyes

El Dialogo Regional del Alto Catatumbo se llevó a cabo en la ciudad de Ocaña el pasado martes 11 de octubre. Hicieron presencia en el Coliseo de la Seccional Ocaña de la Universidad Francisco de Paula Santander-UFPS, 2.500 asistentes con delegaciones de los municipios de El Tarra, Convención, Hacarí, San Calixto, Cachira, La Esperanza, Teorama, Ábrego, La Playa, El Carmen, Ocaña, Aguachica, Río de Oro, Sardinata. No se presentaron como entes municipales sino como núcleos de territorios locales en representación de organizaciones sociales, campesinas, indígenas, red de víctimas de El Catatumbo, de mujeres, etc.

Se inscribieron en las comisiones de deliberación 1.300 activistas instalados en los salones y aulas de la universidad. Los ejes de la temática giraron en torno a salud, educación, seguridad ciudadana humana y social, ordenamiento territorial, soberanía alimentaria, transición energética, convergencia social regional. El encuentro funcionó con participación en comisiones y elaboración de formularios con dos conclusiones concretas a reposar en Planeación Nacional y al Plan Nacional de Desarrollo. En horas de la tarde se llevó a cabo la actividad de clausura en que diferentes líderes expusieron en el uso de la palabra.

Contenido de las transformaciones

Al hablarse de dialogo vinculante caracteriza el ser inclusivos y de participación en que predomina el respeto a la diversidad. Abarca no a un municipio sino a lo predominante de una influencia regional y nacional. Resulta un ejercicio de democracia directa, en un país en que la democracia representativa de senadores y representantes esta signada por el dominio de la corrupción, el lobby corrupto y el desprecio a la cosa pública y los intereses populares. En tal sentido el contenido de las propuestas no obedece a una “lista de mercado” como si a exigentes iniciativas que expresan el sentir y salidas concretas a necesidades padecidas en el aspecto de los servicios públicos esenciales, el ejercicio de los derechos fundamentales, el respeto a la vida, a la movilización popular y la materialización de las luchas políticas, económico sociales que requiere el pueblo colombiano. Por ello la dinámica no concurre a estereotipos de proyectos estratégicos legales en donde lo detentadores del poder legislativo narco-paramilitar imperantes hacen de las suyas y juegan con las aspiraciones de todo un pueblo. No. Las Asambleas Populares en desarrollo de los Diálogos Regionales se traducen en mandatos populares cuya concreción, materialización y aplicación van de la mano con el torrente movilizador del movimiento de masas y popular. La cualificación política del movimiento popular colombiano así lo exige y garantiza.

En el caso particular de la asistencia y participación de las delegaciones al Dialogo de El Catatumbo presentes en Ocaña primo el ordenado y consciente enfoque en pro de lo regional y el apersonamiento de los lideres en torno a lo propuesto. Esta singular actitud la destaco como de incidencia pues no emulaban a título de cargo oficial o función gubernamental alguna como aliados de “su presidente” sino como imperativos exigentes de un “ojalá el presidente cumpla”.

Hacia lo realizado concreto

En mi caso particular asistí a la comisión de Seguridad Humana y Justicia Social que funcionó en tres aulas diferentes con lleno total. Abarcó los temas de seguridad ciudadana y social, en salud, informática, educación, empleo, tragedias naturales, vulnerabilidad, entre otros aspectos.

Destaco lo predominante. Fue unánime la exigencia del cambio de la doctrina militar del enemigo interno en las fuerzas armadas (ejército y policía) y su profesionalización. La exclusión de la Policía Nacional como fuerza militar y su asignación al ministerio del interior. También sobre la suerte del ESMAD. Asimilan seguridad con los índices de criminalidad y los efectos por la no productividad. 2La protección a la vida de lideres sociales, políticos, populares y comunales y de exguerrilleros desarmados. La implementación de mecanismos jurídicos eficaces el respeto a los derechos humanos en toda su extensión. La investigación penal a responsables políticos de las masacres y asesinatos selectivos durante todo el régimen de terror del gobierno pasado. Las calamidades expuestas en torno a la prestación de servicios de salud y la injerencia de la politiquería resultó predominante. Promulgar por la inclusión de jóvenes como agentes de salud y la vinculación a y con mujeres. Prelación a la niñez. Clamor contra la privatización de la salud y su comercialización. La atención primordial en y a los Hospitales y en particular al Hospital Regional Emiro Quintero Cañizares y elevarlo de categoría hospitalaria en servicios. Que todo gire en el eje del equipo humano, medios y telemedicina. Ante la calamidad invernal se alzó la voz por la no existencia de organismos de socorro en el Norte de Santander. El aspecto de la educación continua siendo de primordial importancia. Que se solucione lo de plazas de maestros. Que se aplique una política integral de transporte estudiantil en lo rural. Se supere lo de una educación antigua y medieval por una educación acorde al siglo XXI. Que la universidad pública local deje de convertirse en fortines politiqueros y propugnan por la creación de La Universidad de El Catatumbo con sedes compartidas en lo administrativo y académico con los municipios de Convención y el Tarra. Se propuso la creación de una Banda Sinfónica en Ocaña, con un cuerpo de 40 músicos y un funcionamiento anual de $133 millones conforme a estudios de proyección existentes afirmado por el ponente respectivo. También resultó prolija la participación en lo referente al empleo en el sector agrario. Que se requiere de tierras para empleo y profesionalización. La utilización de plantas de tratamiento para múltiples cultivos que exploten derivados de los productos agrícolas, generadores de empleo sin exclusión del primer empleo erradicando requisitos de experiencia en lo laboral. Que aprendizaje y trabajo agrario deben ir de la mano.

En lo referente a la ciudad de Ocaña- conocida cono la Capital de El Catatumbo-la asistencia popular fue muy concurrida. Se frustró el manejo veintejuliero que el gobernador de turno de las castas corruptas dominantes pretendió imponer en un discurso oportunista y de cariz de redentor a impulsar las grandes obras que requiere la población urbana y rural del departamento de Norte de Santander. Recibió el rechazo de los asistentes a la Asamblea Popular e igual reprimenda correspondió al alcalde de la ciudad de Ocaña a quien con silbidos, consignas y calificativos de falsario y mentiroso fue sucesivamente interrumpido en su intervención. Sabido es que en contrario a la voluntad popular el alcalde de Ocaña pretende licitar una empresa de acueducto acorde a sus intereses personales y corruptos. Su contradictor principal lo es el Comité Cívico por la Defensa del Agua, que propugna por la creación de un mega acueducto regional que proteja las nacientes de agua y salve el Páramo de Jurisdicciones. Se reavive el lecho del río Algodonal como naciente del río Catatumbo que desemboca en el lago de Maracaibo. Se centran en la prestación de servicios públicos esenciales contrarios a la privatización en diálogos y beneficios hacia zonas apartadas e insisten en el llamado a la población catatumbera en participación y trabajos los próximos diez años… Y concluyen diciendo: “Eso implica un cambio de perspectiva. Ya no hablamos de desarrollo económico u obras de infraestructura, ahora giran en torno al ordenamiento territorial para la vida, alrededor de la economía verde con un eje concreto en torno a la seguridad humana y la naturaleza”.

También se revivió lo de la carretera Ocaña- Los Ángeles, vía indispensable para la salida de Ocaña a Bucaramanga y Bogotá, o centro del país, cuyo trazado más tendido y menos pendiente se conoce como Agua de La Virgen- Los Ángeles -Morrinson y que implica para los viajeros de y hacia Ocaña un ahorro de 48 kilómetros desde el cruce de Agua Clara en Aguachica a Morrinson en San Alberto. La carretera existe con trechos pavimentados, sin mantenimiento ni ampliaciones, que irían desde el kilómetro 19 al kilómetro 46.

De igual manera se destacaron mega propuestas de obras para la cuidad de Ocaña, impulsadas por el Ingeniero ocañero Wilson Contreras Márquez e integrantes de un equipo de profesionales residentes en Bogotá DC, que se podrían resumir, dentro del aspecto de reordenamiento territorial, en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales. La producción de energías alternas acordes con lo ecológico. La contribución a la soberanía alimentaria con la extracción de fertilizantes del caudal del Río Chiquito.

Personalidades en el municipio se preguntan: ¿qué ha hecho el alcalde con los $10 mil millones ya aprobados desde hace 2 años por el Gobierno Nacional para los 6 cruces de aguas lluvias y negras?

El ingeniero ocañero Wilson Contreras Márquez participó en le Dirección Técnica y Ejecución de 2 Refinerías en Abu Dhabi con WorleyParsons & Tecnimont Italy. Una en DAS ISLAND para refinar 450 Mil Barriles Día por USA$7.5 Billones. La otra en AlDAbylla, Abu Dhabi para 150 Mil Barriles por USA $3.5 Billones. Denuncia que la Refinería de Cartagena cuyo Costo se acerca a los $18 Billones de USA, para 250 Mil Barriles día, es el Ejemplo más grande de la Corrupción de la Junta Directiva/Dirección de Ecopetrol. El Ingeniero Wilson Contreras Márquez, es un cerebro al servicio de proyectos energéticos alternativos y serio aspirante a la Junta Directiva de Ecopetrol en representación de El Catatumbo y la Provincia de Ocaña en el actual gobierno.

Conclusión

Solo participando en la calle es posible el cambio. Solo el pueblo puede producirlo en realidad”. Presidente Gustavo Petro.

A diferencia de otras iniciativas gubernamentales a este dialogo regional lo inspira el contar con un gobierno alternativo y popular. Se desarrolla en un escenario político dominado por el narco paramilitarismo en el poder. Brillaron por su ausencia- como era de esperarse- los representantes a la cámara y senadores del Norte de Santander, ninguno de los cuales corresponden al Pacto Histórico gubernamental. Constituyen el declarado “nuevo enemigo interno” que el compañero presidente Petro denuncia en la aplicación de la malhadada jungla legalista y leguleya de leyes, decretos y disposiciones normativas que entraban, cual palos atravesados en la noria de programas populares, las medidas de búsqueda de soluciones definitivas. Por ello esta al orden del día la movilización popular y de masas en consecución de las transformaciones fondo que requiere Colombia.

El Circo de Geopolítica en Mesoamérica y el Caribe. I Parte

Por Jiddu Rojas Jiménez

1) Los circos son por definición hermosos, brillantes, graciosos, vertiginosos, entretenidos, artísticos incluso, profundamente humanos.

Estos circos políticos, no.

No voy a hablar de momento, ni de Colombia, ni de Honduras, ni de Guatemala, ni de El Salvador, ni siquiera mucho de Costa Rica.

Quiero volver a hablar del hermano pueblo de Nicaragua, con la prudencia del caso.

2) Las noticias de la arbitraria detención de Candidatos Opositores pululan, y se nota un manejo mediático evidente. Y no es para menos. Éste último calculado tal vez, por otros intereses, para invisibilizar las atrocidades en Colombia de Duque y Uribe contra las movilizaciones populares.

Igual tampoco se trata de que una situación justifique a la otra.

3) La histeria de Almagro, de la OEA, de nuestra Cancillería, de nuestro Presidente CAQ, del Grupo de Lima ahora sin Lima, de la Vicepresidenta Harris y del mismo Presidente Biden, están desatadas.

Centroamérica otra vez está en el tapete Geopolítico. Más allá de la campaña mediática, hay un interés Geopolítico genuino en la región mesoamericana y el Caribe. Su «Mare Nostrum» imperial complicado por Cuba y Venezuela, y su pérdida parcial del Canal de Panamá por los Acuerdos Torrijos-Carter (1977-1979), que prácticamente le costaron la vida al primero.

4) Visitas oficiales van y vienen.

Vino la Vicepresidente Kamala Harris a golpear la mesa, regaña en público a Bukele (que responde con el Bitcoin) y en privado a Giammattei de Guatemala (que cambia la composición cuestionada de la Suprema Corte). Silencio con el delincuente JOH (le queda poco tiempo).

Quieren poner orden, su «orden», orden imperial, sobre todo en el Triángulo del Norte de Centroamérica.

5) Y ahora recién, vino el Secretario de Estado, el Sr. Tony Blinken, a Costa Rica. Nada de eso es casualidad. Claro, no se trata de Mike Pompeo, el apologeta público de la tortura de la CIA (fue su ex Director), y quien antes fungía como cancerbero de Trump y quién también nos visitó recientemente, el 21 de Enero del 2020. Las formas se guardan. Eso podría ser implicar el deseo de un ligero avance potencial.

Harris, la nueva estrella Demócrata, usará obvio, otro tono diplomático con el Hermano Mayor, con México, que vuelve a ser un país Soberano con AMLO.

6) México es tomado muy en serio, y su Presidente democrático AMLO, lo deja muy claro. El Mundo lo sabe, a pesar de la campaña mediática de desprestigio.

El caos migratorio y el narco están desbordados en toda la región, sin embargo. Y la disfunción social teratológica centroamericana, – heredada de la violencia política y militar de las Oligarquías-, es tan grande que llega a los EEUU.

Y si tienen dudas pregúntele al hermano y funcionario de confianza del fraudulento y autoritario Presidente de Honduras JOH, detenido por Narco, en Estados Unidos.

7) Aclaro públicamente que estoy, -como muchas personas progresistas y de izquierda democrática-, absolutamente en contra, de la descarada detención de los Candidatos de la Oposición en Nicaragua, por parte de jueces controlados por el Gobierno de Daniel Ortega. Eso debe quedar muy claro. Y más aún, estoy en contra del régimen de Daniel Ortega, que dista mucho de los ideales Sandinistas originales y de la heroica Revolución Popular que derrocó al tirano Somoza.

8) Por otra parte, también estoy y estaré siempre, en contra de la histórica injerencia Norteamericana en la política de Oposición nicaragüense, porque finalmente la pervierte y la instrumentaliza; convirtiendo sus justos reclamos democráticos, en parte de su política intervencionista en la región. Y ésta no se puede negar que exista, aunque no se puede tampoco jamás generalizar para toda la Oposición nicaragüense.

9) Ahora llama la atención, tanto descaro y torpeza, en la nueva política represiva de Daniel y Rosario.

¿Cuatro Candidatos Opositores presos? Tres acusados presuntamente, de delitos relacionados con el financiamiento ilegal por parte de Estados Unidos, y otra Candidata acusada de presunto lavado de dinero. Varios otros cargos a dirigentes por supuestamente incitar a la violencia y perturbar el orden público. ¿No es muy evidente tanta torpeza política? ¿O hay algo más?

10) Sobra decir que las acusaciones presentadas, son bastante particulares, y que dan la imagen de un Poder Judicial totalmente secuestrado por el Poder Ejecutivo de Ortega y Murillo.

Se trataría de una provocación internacional, sin duda. Y no de una necesidad fáctica de su régimen. Su poder al interno, era incuestionable.

¿Entonces?

11) La Legitimidad Democrática le tenía y le tiene, totalmente sin cuidado, a Daniel Ortega. Ya no es necesario ningún manto de juego democrático.

¿Entonces por qué esta nueva virulencia en la represión de Ortega? Era incluso muy posible, que Ortega ganara las próximas Elecciones. ¿Entonces cómo justificar dentro su propia lógica esas acciones represivas preventivas? No le eran necesarias.

12) Puede sonar bizarro, pero me parece que se trata de una franca intención de provocación al Hegemón Norteamericano.

Y a ‘contrario sensu’, de llamar la atención obviamente de otras potencias emergentes.

¿Se acuerdan de las BRICS? Bueno es algo más sencillo.

13) EEUU insiste en el despliegue nuclear en Europa. Amenaza militarme a Rusia, apoya a Ucrania, y sanciona a China, no reconoce a Crimea como Rusa, etc., y hasta pone sanciones económicas hasta a los países terceros que comercian con Cuba o Rusia.

¿Cómo afecta toda esta situación global sistémica a Centroamérica, y en particular a Costa Rica?

A juzgar por la política oficial implícita de prohibir la compra de vacunas Sputnik V a Rusia, pues nada bien.

14) O sea, estábamos hablando de Rusia y tal vez de China Popular. (Aunque Ortega debería primero romper totalmente con Taiwán).

Rusia y China, son potencias que legítimamente tienen intereses Geopolíticos, y que tomarán ventajas de los graves errores y de la arrogancia de la presencia o ausencia norteamericana. Se trata del Multilateralismo. Y llegó para quedarse.

15) ¿O sino como explicar todo este circo organizado de ‘signos fornicantes’ geopolíticos?

Esperemos que las autoridades costarricenses, sepan leer mejor esta compleja coyuntura mesoamericana y caribeña.

No es hora de caer en provocaciones, y tampoco de ser tan cipayos. Hay matices y razones.

Los Derechos Humanos, -una justa política estratégica y de principios de nuestra acción diplomática-, no se defiende entregando la Soberanía o sacrificando otro valor institucional, la Paz, y menos, en esta tensa era global de Pandemias.

Caute, Spinoza dixit.

CONTINUAREMOS…

Las huelgas están inscritas en la Historia Nacional

Vladimir de la Cruz

La historia de las huelgas laborales en Costa Rica se remonta al siglo XIX. Desde 1874 tenemos noticias de ellas, incluso en el sector público. En el último tercio de ese siglo grandes movimientos huelguísticos se dieron, entre ellos la huelga de los trabajadores italianos que laboraban en la construcción del ferrocarril. También la hubo de españoles. A finales del siglo XIX hubo un crecimiento del número de huelgas.

A principios del siglo XX fueron importantes las huelgas de los panaderos. En la primera mitad del siglo XX tuvimos períodos de auge en el movimiento huelguístico, 1907-1911, 1917-1921, 1927-1934. Entre 1938 y 1943 hubo importantes movilizaciones obreras y de trabajadores, como de campesinos. En 1946 hubo una huelga contra la CCSS y en 1947 la famosa Huelga de los Brazos Caídos. Durante el período de la Junta de Gobierno también hubo movimientos huelguísticos.

Posterior a la Junta de Gobierno, entre los años 1950-1962 hubo huelgas, las que disminuyeron en el período 1962-1969. A partir de 1970 hubo un incremento de las huelgas, y especialmente en el sector público, junto con grandes movilizaciones populares como fueron las luchas contra el Contrato Ley de la ALCOA, las luchas contra el llamado COMBO del ICE, las luchas contra el Proyecto de Ley del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y, finalmente, este movimiento huelguístico contra el Proyecto de Ley de la Reforma fiscal.

En esta historia de huelgas se han dado características particulares de ellas. En todas las huelgas se elabora una lista de reivindicaciones, de diverso tipo, a negociar con la parte patronal. Se elabora un plan de lucha para obtener el mejor resultado. Y ser parte, obviamente, de un proceso de negociación donde, de parte de los sindicatos y trabajadores, tienen objetivos principales y secundarios por lograr y, en esta perspectiva, capacidad para negociar y obtener el mejor de los resultados planteados y posibles.

Las huelgas deben tener objetivos posibles de lucha. Huelgas con objetivos imposibles son liquidadas y están dadas a fracasar. Solo dirigentes sindicales y políticos irresponsables pueden conducir un movimiento de lucha sindical o político a luchas imposibles de tener resultados favorables a los trabajadores, aunque sean pocos.

En la historia de las huelgas han pesado las llamadas huelgas laborales. Son las que se han dado, se dan y se seguirán dando en centros de trabajo, instituciones públicas y empresas del sector privado. En estas se pone en movimiento un grupo de trabajadores por lograr beneficios económicos sociales, reivindicaciones laborales o por defender derechos laborales que sienten amenazados.

Desde 1943, cuando se aprobó el Código de Trabajo, las huelgas están reguladas en su funcionamiento y ejecución. Para que la huelga laboral se dé se necesita cumplir con un trámite procesal, que agotado sin posibilidad de lograr nada los trabajadores, en discusión con sus patrones, pueden acudir a la huelga, al paro de sus labores, a la suspensión del trabajo, y sobre la acción de fuerza de la huelga, discutir lo pretendido.

Antes de 1943 las huelgas se dieron sin regulación laboral especial. En 1920, con motivo de las huelgas que se dieron durante todo ese año, en diciembre, cuando el gobierno reconoció y estableció la jornada de ocho horas de trabajo diarias, que era el motivo de las huelgas, en el Decreto, el Gobierno reconoció el derecho de los trabajadores a la organización sindical y a la huelga, sin que se hubiera hecho una legislación especial al respecto.

La huelga es una forma de protesta social, organizada de los trabajadores y sus organizaciones sindicales. Resultado de ella se produce una paralización de labores, de trabajos, en perjuicio de sus patronos, privados o públicos, ante quienes proponen reivindicaciones o reclamos.

Cuando se constituyó la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 1919, los países que forman parte de esta organización, que suscriben y ratifican los Convenios que en esta organización se aprueban, pasan a integrar, como parte de su legislación interna, estos Convenios, con rango superior a las leyes nacionales.

Costa Rica forma parte de la OIT y ha aprobado una buena cantidad de Convenios, entre ellos los de derecho a la organización sindical y a la huelga. Por eso en las reivindicaciones de los movimientos huelguísticos se mencionan estos Convenios. Para la OIT la huelga es un medio legítimo fundamental de los ciudadanos y de los trabajadores, por medio de sus organizaciones sindicales, para defender sus intereses económicos y sociales.

Las huelgas las conocemos desde la antigüedad, desde Egipto, en la época de los faraones. Pero, las huelgas modernas, vienen, en su origen, desde la Revolución Francesa y de la Revolución Industrial del siglo XIX, cuando empezó a organizarse el movimiento obrero contemporáneo.

Como parte de las protestas del movimiento obrero internacional, y particularmente europeo, en el siglo XIX, se dieron movimientos huelguísticos y luchas sociales que adquirieron la forma de cartismo y ludismo.

El cartismo fue el movimiento que se orientó en enviar cartas a los Congresos Legislativos denunciando las malas condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores, con la finalidad de que los legisladores aprobaran leyes que regularan estas situaciones.

El ludismo, que debe su nombre a Ned Ludd, dirigente obrero, quien llamaba a la destrucción de las máquinas considerando que eran las culpables de las malas condiciones de vida y de trabajo y de la situación económica y social de los trabajadores.

Estas luchas se reorientaron a partir de 1850 con la presencia, en los trabajadores, de las corrientes políticas socialistas, anarquistas y comunistas, particularmente, y a finales del siglo XIX de las corrientes socialdemócratas y socialcristianas.

En este contexto se llevaron a conceptuarlas como parte de la lucha social política, como parte de la lucha de clases, que adquiría un sesgo anticapitalista y más tarde de lucha por el socialismo, como resultado final de una Revolución social y política.

De este período, en la segunda mitad del siglo XIX, se articula también, a partir de 1864, una organización internacional sindical, la Asociación Internacional de Trabajadores, fundada por Carlos Marx, considerando que si el capitalismo y los capitalistas estaban organizados a nivel internacional de igual modo los trabajadores debían organizarse, a ese mismo nivel, para coordinar luchas en los distintos países.

Hoy hay muchas organizaciones sindicales en cada país, hay federaciones de ellas y confederaciones nacionales. Pero también hay niveles de organización regional sindical, centroamericanas, latinoamericanas, por ramas de producción internacional, y las hay de carácter internacional o mundial.

La huelga laboral se incorporó como parte de los derechos de segunda generación, dentro de la libertad sindical, y se reconoce en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ratificado por Costa Rica.

Las formas y los tipos de huelgas que históricamente se han dado adquieren una gran variedad. Veamos algunas.

Las huelgas hoy son legales e ilegales. Las legales aquellas que se realizan de conformidad al ordenamiento legal y constitucional, donde se cumplen trámites para solicitar ante el Juzgado la legalidad del movimiento. La ilegales las que se realizan fácticamente sin cumplir ningún trámite legal para convocarlas y realizarlas. Las consecuencias de unas y otras son evidentes. En las legales se produce una situación de fuerza, y de espera tirante, entre la parte patronal y laboral por aguantar en estado de huelga para finalmente resolver lo que se discute, el motivo de esa huelga. En las ilegales, las consecuencias son directas contra los trabajadores, en perjuicio de sus salarios que no los reciben durante el período de la huelga, y con amenaza de despido laboral o pérdida del trabajo.

En Costa Rica en toda la historia de las huelgas menos de 12 han sido declaradas legales. Todas, en la práctica ha sido declaradas ilegales. Así se han hecho, y así también han llegado a acuerdos finales, para ponerle fin al conflicto, donde las sanciones contra los trabajadores se minimizan, como se ha propuesto en el actual conflicto que ha vivido el país. Si no se llega a ese acuerdo las consecuencias son evidentes, reales y efectivas.

Entre las presiones laborales y políticas que históricamente se han planteado se han dado las llamadas Huelgas de Hambre. Es la protesta o acto al que se presenta un dirigente sindical o político, o varios, que dejarán de ingerir alimentos durante el plazo que sea necesario para obtener los resultados o reivindicaciones que se demandan. Estas huelgas no pueden ser improvisadas. Los huelguistas de hambre deben prepararse para ello, con supervisión y asistencia médica, y para que puedan durar en ese estado. Estas huelgas se hacen siempre con objetivos alcanzables porque se trata de que se puedan lograr y de que los huelguistas no se mueran. Pero, se trata también de que alrededor de quienes están en huelga se produzcan grandes movilizaciones sociales, de trabajadores, en su apoyo.

Existen las Huelgas de Solidaridad. Son las que se llevan a cabo a favor de un grupo de trabajadores que están en huelga por parte de otros trabajadores, de su propia rama de producción o de otras empresas. Pueden llegar a tener un gran carácter expansivo.

En Costa Rica se dieron movimientos de solidaridad con los huelguistas italianos que construían el ferrocarril, en el siglo XIX, en Turrialba, Cartago y San José, sin que llegaran a realizar huelgas. Las primeras, importantes, de solidaridad laboral, con paro de empresas, se dieron con los huelguistas panaderos de principios del Siglo XX. De esas huelgas hubo tres consecuencias importantes. La primera, fue la expulsión del país de los dirigentes de la huelga, panaderos de origen español, entre ellos Juan Vera, el más destacado. La segunda, se produjo un decreto del gobierno que impidió la circulación de materiales anarquistas, socialistas y comunistas por el correo, porque a los dirigentes sindicales se les imputaba de anarquistas. La tercera, impulsó la creación de la primera Federación de Trabajadores San José en 1905. A finales de la década 1900-1910 se produjo un movimiento de solidaridad de trabajadores traídos de Panamá para romper una huelga bananera, a la que se sumaron cuando llegaron a Limón y se dieron cuenta que los habían traído de rompehuelgas, debido a que eran militantes sindicales. Las otras huelgas de solidaridad se dieron en el sector bananero en la década de 1980.

Existen también las llamadas huelgas de Brazos Caídos. Son reivindicaciones o protestas que se llevan a cabo en la propia empresa, en el puesto de trabajo, donde los trabajadores permanecen inactivos durante la duración de esta huelga.

En Costa Rica, en 1947, se dio una Huelga de Brazos Caídos con pretensiones políticas contra el gobierno de Teodoro Picado con el propósito de obtener garantías electorales y políticas, por parte de la oposición política, frente al proceso electoral que se avecinaba en diciembre de 1947 y febrero de 1948.

En la huelga de brazos caídos los trabajadores no abandonan la empresa o institución, y se pueden establecer turnos para ocuparla permanentemente.

Como variantes de este tipo de huelgas se dan las llamadas huelgas de Bolígrafos Caídos, cuando en el caso de demandas de policías o agentes de tránsito cuando se niegan a elaborar partes de multas. En algunos países cuando periodistas entran en paros o huelgas usando este método de negarse a escribir en el periódico. Aquí, en Costa Rica, no hay registro de estas dos formas de huelgas.

Está también la llamada Huelga General. Históricamente fue concebida, desarrollada e impulsada por los anarquistas. Se trata de impulsar un movimiento general en el cual se paralice toda la actividad productiva y estatal, con apoyo de todos los grupos sociales, estudiantes, campesinos, pensionados, amas de casa y trabajadoras domésticas. Se trata de que toda la población trabajadora se integre a ella. Su objetivo fundamental es hacer caer a un gobierno.

Aquí, en Costa Rica, este concepto de Huelga General la Asociación Nacional de Empleados Públicos, y su principal dirigente, Albino Vargas, desde el 1 de setiembre, ya pensionado de su ejercicio de funcionario y dirigente sindical, lo han usado muchas veces para llamar a actos de suspensión de labores. Con esta consigna más que huelgas generales han realizado manifestaciones de trabajadores, y pequeñas huelgas en algunas instituciones estatales. Muchas de esas manifestaciones eran solo de dirigentes y unos cuantos trabajadores.

Por la mala forma que han llamado a la realización de la Huelga General me parece que han prostituido el término, lo han debilitado y lo han hecho ineficaz.

Grandes movimientos sociales, como ALCOA, COMBO del ICE, la lucha contra el TLC-CA-RD, o el actual, contra la Reforma Fiscal, no responden a esta concepción de lucha bajo el llamado a la Huelga General.

La huelga general se caracteriza por su extensión más que regional, ojalá de todo el país.

La Huelga General requiere un aparato político de apoyo, de partidos políticos o de fuerzas políticas reales, de lo contrario es llamar a la anarquía social, a la anomia fáctica institucional.

El Movimiento Solidaridad, de características sindicales, en Polonia, con base en la lucha organizada de los trabajadores y de los sindicatos de los astilleros de Gdansk, sí pudo conducir esa forma de lucha en Polonia contra el gobierno y el régimen comunista, porque había ausencia de partidos políticos de oposición y el movimiento sindical ocupó su lugar como fuerza política actuante.

En Costa Rica todavía hoy el movimiento sindical no puede sustituir a los partidos políticos como fuerza política opositora al sistema y al gobierno, ni como alternativa político electoral. Esta debilidad no la pueden subsanar en esta forma de lucha de convocatoria de Huelga General, ni siquiera tratando de sustituir la ausencia hoy de partidos de izquierda con cierta presencia nacional que carecen de fuerza social organizada, como tenían los partidos de izquierda antes de 1990 en el país.

La dirigencia sindical actual no admite conducción política partidaria como se hacía antes de 1990, pero tampoco por sí misma es un poder político. Han tenido ribetes de participación marginal en partidos políticos. Han tenido especial acercamiento a los gobiernos últimos del Partido Acción Ciudadana, no a su Partido.

A lo único que contribuye esta dirigencia sindical con sus acciones ácratas es a desdibujar el peso de las instituciones democráticas, a debilitar la imagen de las instituciones de Poder Político, a fortalecer las imágenes negativas y de desgaste que se han venido promocionando peligrosamente contra los políticos, la Política, los partidos políticos, los Poderes Públicos y los controles políticos establecidos, sin posibilidad real de sustituirlos.

En el momento actual este tipo de convocatorias irresponsables solo puede contribuir a fortalecer tendencias populistas extremas que pueden resultar incontrolables para la sociedad democrática nacional, e incontrolables para los mismos dirigentes sindicales y su propia organización.

También se pueden dar huelgas o paros laborales por horas, o por períodos de tiempo no superiores a la jornada diaria de trabajo. Generalmente se llevan a cabo como experiencia organizativa y de preparación de movimientos mayores. De estas se pasa a la huelga de uno o dos días, o de varios, generalmente con períodos de finalización, pero en posibilidad de ir a huelgas más prolongadas.

No hay experiencia en el país de huelgas novatorias, que son las que se realizan para alterar o modificar lo pactado en los Convenios Colectivos de Trabajo, o que resulten de laudos arbitrales. En general lo pactado en convenios colectivos se negocia con otra Convención Colectiva al finalizar el término de la original. No hay ni siquiera práctica de negociar solo aquellas cláusulas en las cuales los sindicatos o los patrones están interesados en modificar. Para modificar unas cláusulas se debe negociar todo el Convenio. Con las nuevas disposiciones jurisprudenciales de la Sala IV el movimiento sindical debe revisar este aspecto de su lucha.

Huelgas rotatorias se producen en empresas o instituciones cuando se dispone que en una parte de la empresa o institución sus trabajadores paralizan sus labores, alternándose en la cesación de funciones o de trabajo con la finalidad de afectar la coordinación de los procesos productivos o de los servicios empresariales o institucionales. En Costa Rica no se han dado este tipo de huelgas o protestas.

Huelgas estratégicas se llaman en el movimiento obrero internacional aquellas que afectan de modo directo la actividad productiva básica de una empresa, que a su vez repercute en cadena a otros sectores estratégicos y sensibles del sistema económico productivo, paralizando otras empresas por este efecto. Es el caso de la parálisis en cierto tipo de empresas como muelles, ferrocarriles, transporte, comunicaciones en general, electricidad. Cuando en estos servicios en Costa Rica se han dado huelgas producen esos efectos pero no han sido convocadas de esa manera.

En el campo laboral estas son las huelgas más tradicionales.

Otras formas de huelgas, algunas de ellas no conocidas o realizadas en Costa Rica, son las huelgas de consumo, que son formas de protestas para no consumir determinados productos de ciertas empresas, por razones laborales, por maltrato, discriminación o explotación de trabajadores o por incumplimiento de leyes laborales, por incumplimiento de aspectos ambientales, o para apoyar a trabajadores en huelga en esas empresas.

Y, están las huelgas estudiantiles, también de larga data en la Historia nacional, tema de otra reflexión.

En resultado del movimiento de protesta realizado estos días contra el Proyecto de Ley de Reforma Fiscal, en mi opinión, a pesar de las grandes movilizaciones, el movimiento sindical y sus dirigentes salieron perdiendo en toda la línea. No hay que cantar victoria por los niveles de conciencia anti gobierno que pudieran agitarse en esta lucha en estas jornadas. No hay que cantar victoria por las movilizaciones que se dieron y las que se mantuvieron en el interior del país. El resultado de esta primera fase fue la derrota del movimiento sindical que ni siquiera pudo cumplir, por parte de los dirigentes que llegaron a la elaboración de un acuerdo, de poder convencer a sus asambleas sindicales de aprobarlo. Y la derrota de esos dirigentes fue la desautorización de esas asambleas hacia ellos por haber llegado a ese documento, y de no aceptar su cumplimiento. Los que originalmente, esa madrugada, no aceptaron el documento fueron arrastrados a la presión social de aprobarlos por quienes los habían aprobado, quedándose aislados ante la inmensa mayoría de la población y de los trabajadores. Por la fuerza de los acontecimientos algunos sindicatos fueron firmando lo acordado, pero mostrando la debilidad de ellos en el atraso de esa firma, y el repudio de sectores populares ante ciertos actos sindicales en centros de trabajo. Finalmente, ante la aprobación del Proyecto Fiscal en su primer debate parlamentario quedaron más debilitados.

El movimiento sindical, y su dirigencia, no tuvieron la capacidad de tener una agenda alterna en este conflicto. Su consigna de rechazo y de retiro del Proyecto de Reforma Fiscal era imposible en la forma que se dio. La lucha dirigida en esa línea era al fracaso como único objetivo de lucha.

El pliego de peticiones de los sindicatos mostrado al final de esas conversaciones no dejó de ser tan solo eso, un pliego de peticiones y de propuestas. No pudieron articular un solo Proyecto de Ley relacionado con cada una de sus pretensiones, muy válidas la mayoría de ellas, y bien justificadas.

El movimiento sindical y sus dirigentes en esta lucha quedaron atrás. Pudieron articular, como parte de su estrategia, un conjunto de Proyectos de Ley para que paralelamente complementaran al Proyecto de Reforma Fiscal, en lo que ellos señalaban que le faltaba y fueron incapaces de proponerlos.

Algunas de estas propuestas sindicales, tenían aval del sector empresarial, como la lucha contra el contrabando, la evasión y la elusión. Y perdieron oportunidad de aliarse a este sector para conjuntamente elaborar esos proyectos de ley.

Ahora se han presentado a la corriente del trámite parlamentario iniciativas, por parte de diputados, en postura multipartidista, prácticamente de todos los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa, los que impulsaron la Reforma Fiscal y los que no la apoyaron, de proyectos de ley para regular a las cooperativas y cobrarles impuestos, para regular a la zonas francas para corregir la exoneración que las cubre en algunos aspectos, para regular las transferencias del gobierno a instituciones descentralizadas de modo que no puedan ser recortadas, para desregular el enganche del salario de médicos y el plan para evitar que se rebaje a los docentes el sobresueldo de recargo por labores especiales que reciben.

Al perder el movimiento sindical esta iniciativa perdió también estas banderas. Le queda al movimiento sindical y a su dirigencia actual, ir en el furgón de cola a apoyar estas iniciativas si así lo deciden.

El relevo de la dirigencia actual sindical quedó en evidencia en esta lucha. De hecho en las asambleas sindicales recientes algunos fueron fácticamente relevados…cuando no les aceptaron lo pactado por ellos…aunque aún permanezcan en sus asientos.

Un dirigente sindical, por citar uno de los actuales, como Albino Vargas, curtido en 35 años de lucha, y de dirigente sindical durante casi todos esos años, reconocido como el más emblemático dirigente sindical, de los mejor informados y conocimiento de los problemas nacionales desde su perspectiva sindical, y con más presencia pública, en estos años, aunque no represente el sindicato más grande, prácticamente cavó en esta lucha su propia sepultura… no casualmente tramitó su derecho a la jubilación, efectivo a partir del pasado 1 de setiembre.

¿Pero, serán mejores dirigentes sindicales, los que les sucedan, más sensatos, más inteligentes, más conocedores de la realidad social y política del país, en el momento histórico que vivimos, más políticamente formados? ¿Serán más enérgicos, o “extremistas”, en sus luchas? ¿Políticamente serán más antisistema, anti políticos, anti política, anti partidos políticos, anti institucionalidad democrática nacional, promoverán sus luchas más dentro del esquema de la lucha de clases clásica del periodo anterior a 1990?

La nueva generación de dirigentes sindicales que se asoma provoca estas interrogantes para nuevas reflexiones.

Huelgas seguiremos teniendo con esta dirigencia sindical o con otras dirigencias sindicales, con partidos políticos que las dirijan o sin ellos. Y, peligrosamente hasta dirigidos por líderes de características populistas o pentecostalistas, que estos últimos ya están tratando de ganar dirigencias sindicales.

El socialismo democrático frente a liberales y antiliberales

Adrián Velázquez Ramírez y Francesco Callegaro

Septiembre 10 del 2020

El socialismo democrático ha tenido relaciones conflictivas con autoproclamados liberales y diferencias fundamentales con quienes rechazan algunos de los fundamentos de la tradición liberal. Esta tensión puede ayudar a comprender los lineamientos ideológicos socialdemócratas, a la vez que alumbrar algunas de sus problemáticas posiciones actuales.

La reconstrucción de un lenguaje

El surgimiento de una derecha liberal con capacidad de movilización popular se nos presenta como un auténtico desafío político e intelectual. Dentro del amplio y heterogéneo espacio que es la izquierda, resulta indispensable reflexionar sobre cómo articular una oposición que, sin sacrificar los principios y objetivos que la identifican, también resulte efectiva para contrarrestar su avance. Un eje sobre el cual empieza a transitar este debate se relaciona con el lugar que tienen los valores liberales dentro de la propia izquierda.

La precipitación de esta discusión es entendible en la medida en que se percibe que parte de las llamadas «nuevas derechas» amenazan el propio marco de la democracia liberal con el que, por cierto, llegan al poder y cuyos recursos explotan. Las garantías que esta forma política parece ofrecer para mantener un espacio político son puestas en tensión por un discurso que no las considera esenciales para la vida en común. De ahí que lo que antes nos parecía un piso mínimo y hasta insuficiente se nos manifieste ahora como un objeto de deseo que nos convoca a emprender su defensa. Sin embargo, este acto-reflejo debe ser meditado y reflexionado. El peligro es que esta maniobra defensiva nos impida sostener el ímpetu de una crítica al liberalismo que ha sido sumamente productiva para el pensamiento democrático.

En tal sentido, es necesario revisar la relación histórica entre socialismo y liberalismo. Particularmente, es preciso hacer foco en la forma en que esa amplia tradición identificada como socialismo democrático produjo una crítica al liberalismo que funcionó como una plataforma desde la cual fue posible trazar principios y conceptos que han dejado una impronta en las democracias contemporáneas tan importante (o más) que el propio liberalismo. Con este objetivo, nos proponemos ofrecer un breve recorrido histórico-conceptual, focalizando en tres momentos de esta trayectoria. Intentaremos mostrar que, en la crítica dialéctica al liberalismo, el socialismo democrático fue generando un lenguaje político propio al cual es posible acudir para enfrentar el desafío actual, sin que ello signifique perder el rumbo.

Justicia social: el inicio de un camino

Luego de la Revolución Francesa, la invención del individuo como sujeto de derechos favoreció la disolución de la intrincada red de privilegios del Antiguo Régimen. La igualdad de todos los ciudadanos frente a la ley permitió dar cauce a buena parte del impulso revolucionario. Sin embargo, y de forma un tanto paradójica, la luminosidad que prometía traer la figura del individuo emancipado fue acompañada por una densa sombra que envolvió inéditas relaciones de sujeción y coacción. La libertad de contratar o vender fuerza de trabajo, con la única condición de que esta transacción expresara el mutuo acuerdo entre las partes, contrastaba con la asimetría de los sujetos concretos que establecen este vínculo. Bajo la igualdad formal del discurso liberal yacía un mundo por descubrir y transformar. Dentro de este estado de cosas, el socialismo emerge durante el siglo XIX con el propósito de hacer inteligible ese ámbito de relaciones sociales.

Es precisamente del concepto de sociedad de donde el socialismo declinó su nombre. Y es aquí donde empiezan las diferencias –y también las confusiones– con la tradición liberal. Si el liberalismo decimonónico solo podía pensar lo social como una aglomeración de individuos cuya función coordinadora únicamente podía ser ejercida por el mercado en el marco jurídico definido por el Estado, para el socialismo la sociedad era un torrente complejo en donde coexisten grupos sociales, tradiciones culturales y lazos de interdependencia. Desde este parámetro, el individuo formal y abstracto no podía ser considerado como otra cosa que como una ficción. Esta crítica, sin embargo, no implicó una reacción antimoderna. Por el contrario, la idea del socialismo surge en las décadas de 1820 y 1930 para enfrentarse a la reacción contrarrevolucionaria, con el propósito explícito de salvar la revolución, desplazando y relanzando sus ideales.

Socializar la libertad significaba completar la tarea revolucionaria poniendo sus conquistas al alcance de todos, buscando establecer la solidaridad ahí donde se descubría subordinación. En este punto resulta central advertir la torsión socialista del concepto de libertad. La idea fundante del liberalismo solo podía ser preservada siendo alterada. A la concepción negativa de la libertad, pensada como ausencia de interferencia garantizada por las leyes, los socialistas opusieron una concepción positiva de la libertad, que buscaba englobar los derechos en un conjunto de obligaciones vinculantes, fruto de las relaciones sociales y su redefinición política y jurídica. Esta idea socialista de libertad puede resumirse con las palabras de Pierre-Joseph Proudhon (que expresan un núcleo de sentido compartido por todos los socialistas, desde Saint-Simon hasta Karl Marx y más allá): «El hombre más libre es aquel que guarda más relaciones con sus parecidos».

Es a partir de esta creación conceptual, en la cual se condensa la superación socialista del liberalismo, como se puede y se debe entender su aporte distintivo a la cultura política moderna. A partir de esta nueva manera de entender la libertad como libertad social, fruto de las relaciones sociales y de su dinámica antagónica, el socialismo llegó a la conclusión de que solo en la realización de la justicia social era posible sostener el proyecto moderno. Parido por esos seres extraños que fueron los saint-simonianos, la silueta de la justicia social iniciaba ahí donde el liberalismo acababa. A partir de este momento, el término se convirtió en un principio dinamizador que modificaría y daría sustancia al propio horizonte democrático.

Pluralismo social: el viraje institucional

El efecto dinamizador del principio de justicia social alcanzó un nuevo cénit en las primeras décadas del siglo XX. La progresiva organización de la sociedad fue dando origen a distintas asociaciones que lograron reinscribir al individuo en múltiples pertenencias más allá del Estado. El reconocimiento jurídico de estas asociaciones estuvo lejos de ser un camino montado en terciopelo. Para el liberalismo, los clubes, partidos, mutuales, cooperativas y sindicatos representaban un cuerpo extraño situado entre el Estado y el individuo, pues solo podía interpretarlas en el marco del derecho privado. Es decir, en tanto las consideraba como privadas de toda incidencia política efectiva. En este punto también se entiende la relación de tensión entre socialismo y liberalismo. Lo propio del socialismo no ha consistido, en efecto, en la reivindicación de la autonomía de la sociedad civil y de sus asociaciones: en este punto sería imposible distinguirlo del liberalismo. El socialismo ha defendido las asociaciones en su capacidad perturbadora del reparto liberal de lo sensible, caracterizado por la división entre lo público-estatal y lo privado. Por el contrario, es en el carácter excedente de lo social donde el socialismo ha encontrado un argumento para interpretar las asociaciones como una forma de organización capaz de fortalecer los lazos de solidaridad que al mismo tiempo condensaba las dinámicas políticas.

Esta trayectoria ascendente de organización social tuvo en la idea de derecho social uno de sus puntos culminantes. De talante socialista, el derecho social fue un proyecto que intentó sintetizar y formalizar la centralidad que había logrado este pluralismo de asociaciones reconociendo su capacidad para crear vínculos jurídicos, transformándolas con ello en instituciones indispensables para la organización de la solidaridad social. Se trataba de crear una nueva rama jurídica que descentraba la importancia del derecho emitido desde el Estado y le otorgaba al pluralismo social un lugar estrictamente político que nuevamente trastocaba el marco liberal. El derecho es entonces social porque procede de la sociedad y sus grupos organizados, no porque se ocupa de cuestiones «sociales» o «económicas». El énfasis está puesto en su modo de producción (social) y solo secundariamente en su objeto.

En efecto, este pluralismo excede por mucho la forma en que era interpretado este valor desde la tradición liberal, pues no se agotaba en la tolerancia a la diversidad de corrientes de opinión presentes en el espacio público ni a la discusión entablada ahí. Se trataba, por el contrario, de hacer de la pluralidad de asociaciones verdaderos puntos cardinales de la función de gobierno. La tensión con la distinción entre Estado y sociedad civil resultaba inevitable. Este pluralismo social no negó las instituciones tradicionales de representación basadas en el ciudadano individual (una persona, un voto) como el Parlamento, sino que buscó su complementariedad y ampliación a través de instancias de participación colectiva o gremial, como los Consejos Económicos y Sociales, que en algunos casos lograron un estatuto constitucional.

Tal fue la conmoción que provocó esta tendencia a la autoorganización democrática de la sociedad que intelectuales como el jurista León Duguit en Francia o el politólogo Harold Laski en Gran Bretaña dieron por superado el principio de soberanía estatal. Si en este entramado pluralista el Estado era solo una entre otras asociaciones, no cabía entonces pensar esta nueva realidad desde el prisma de un principio que se presumía indivisible. Ante esto, Duguit se propuso repensar la función del Estado desde la idea de «servicio público» y Laski ensayó una teoría pluralista del Estado retomando el federalismo social de Proudhon. En esta misma perspectiva, se sitúa la anticipación sociológica del Estado social como Estado de la sociedad, sensible en los trabajos de Émile Durkheim y Marcel Mauss, en tanto acentuaron la función de un centro de gobierno encargado de introducir y sostener las mediaciones necesarias a la producción democrática del derecho social, desde una visión renovada de la nación.

Estado social y democrático de derecho: la definición de un proyecto político

Esta tendencia a la democracia social llevó al pensamiento político de la época a proyectar nuevos dispositivos constitucionales que permitieran asegurar una instancia de gobierno capaz de coordinar este pluralismo social. Este es el problema que nos conduce a nuestra última parada. Fue el socialista democrático Herman Heller quien logró dar lugar a la formulación «Estado social de derecho» en la historia de los conceptos. Se trató de una formulación que, en la segunda mitad del siglo XX, permeó de manera profunda nuestra comprensión de la democracia y su diseño institucional.

En la invención de este concepto volvemos a encontrarnos con el mismo gesto dialéctico en relación con el liberalismo. El Estado social de derecho era, al mismo tiempo, una crítica al Estado de derecho liberal y burgués y una superación de este en la que se conservaban algunos de sus elementos principales. Es justamente en la selección retrospectiva de las libertades dignas de valor donde se puede medir el sentido de la superación socialista del liberalismo: para Heller, el liberalismo que merecía ser preservado era el de los derechos susceptibles de abrir un espacio político antagónico, condición de posibilidad de la puesta en cuestión de las relaciones de producción. En su justificación del Estado social de derecho, Heller aducía que la adhesión del proletariado a las instituciones y procedimientos de la democracia representativa había provocado una ampliación y una transformación tanto de los valores del liberalismo como de sus instituciones. No solo eso, sino que la falta de voluntad de una burguesía entorpecida y cínica para aceptar estos cambios y ser coherentes con sus propios principios había apartado definitivamente a las clases dominantes del sendero democrático y las había puesto en el camino de la dictadura, tal como lo evidenciaba el fascismo en Italia y el nacionalsocialismo en Alemania.

Heller nos ofrece así, al igual que otros sociólogos socialistas, una grilla de lectura que sigue vigente, en tanto nos permite entender que el liberalismo no contiene dentro de sí los propios antídotos de su deriva autoritaria. Paradójicamente, librado a su suerte, el liberalismo sienta las bases de su propia negación y solo se preserva en su superación socialista. Para Heller, solo en el marco de un Estado social de derecho el liberalismo podía conservar su vitalidad, siendo parte subordinada de una democracia ampliamente pensada y realizada como el aspecto definitorio de una nueva forma de vida. Esta democracia estaba caracterizada por la participación efectiva de los grupos en las decisiones del gobierno a partir de las mediaciones necesarias para hacer del antagonismo social un principio productivo y generador de orden. Las libertades que aseguraban la participación social y política representaban, en este sentido, una condición indispensable para que el Estado pudiese cumplir cabalmente su función social: la de organizar la cooperación social.

Detrás de la máscara neoliberal

La reconstrucción de la tradición del socialismo democrático nos permite comprender la génesis de nuestro presente y vislumbrar la salida del aparente laberinto en el que nos encontramos actualmente. En sus fuentes intelectuales, el neoliberalismo se perfiló como un contraataque frente al auge del socialismo democrático, tal y como pudo expresarse –parcial, pero de manera concreta– en los Estados sociales de Europa y América Latina. Friedrich Hayek estuvo entre los liberales más lúcidos al respecto, pues identificó las coordenadas principales del proyecto que había que desmantelar: la justicia social resultaba, ante sus ojos, un sinsentido que había llevado a la propia subversión del liberalismo. Al traer al centro de la escena el conflicto entre los grupos sociales, la justicia social condujo a un fatal punto de inflexión para el Estado que era necesario remediar. En este sentido, el neoliberalismo no surgió para agregar un complemento político y gubernamental al liberalismo económico del siglo XIX, sino más bien para reafirmar la misma tradición liberal, económica y política con el objetivo de frenar la tendencia al gobierno democrático de la sociedad.

El ataque neoliberal ha vaciado la democracia, reduciendo su sentido a la gestión administrativa de los costos del capitalismo a través de mecanismos mínimos de subsistencia y precarización. Sobre todo, ha acabado imponiendo una forma de pensar que hace ilegible la sociedad, al reducir cualquier relación social a un encuentro interesado entre individuos en el mercado. Sin embargo, no todo ha sido destruido. La tradición del socialismo democrático no solo está grabada en nuestra memoria, sino que también persiste en la letra de nuestras constituciones formales y en algunas de sus instituciones. Sobre todo, está presente como promesa en todas partes donde no se resigna al olvido la promesa de justicia social y los derechos y obligaciones comunes que este principio conlleva.

En un momento en el cual la crisis del neoliberalismo se agudiza y que de sus ruinas vemos emerger un nuevo «monstruo político» –al cual nos apresuramos a calificar de «populismo» o «neofascismo»–, lo que necesitamos no es defender el liberalismo tout court, sino más bien volver a recorrer la senda del socialismo democrático, en tanto engloba los valores liberales y sobrepasa sus instituciones. Se trata de una tarea que supone una alianza intelectual y política, pues requiere la capacidad de sostener una mirada a la vez histórica, sociológica y jurídica sobre las prácticas, capaz de resaltar la presencia activa de aquellas tendencias que, en respuesta a la deriva autoritaria del neoliberalismo en crisis, apuntan hoy a la definición de nuevos derechos sociales, como ya lo evidencia el debate actual, llevado adelante por movimientos y partidos, en Europa y América Latina, sobre la renta ciudadana y el salario social. En la comprensión de la radical diferencia entre una y de otra alternativa se juega toda la tensión que a la vez vincula y separa el liberalismo del socialismo democrático.

Fuente de información e imagen: nuso.org

Enviado a SURCOS por Isabel Ducca Durán.

Una extorsión a mano armada

Marco Teruggi

En Argentina se está frente a un encadenamiento de operaciones para desestabilizar y acorralar al gobierno. Lo de este miércoles, con la policía armas en mano en la puerta de la residencia presidencial, es uno de los pasos más peligrosos del conjunto de acciones. Todavía hay muchas cosas por asentar en los análisis, aunque algunas ya parecen claras: uno de los objetivos explícitos es detener al gobierno para que no avance en determinados proyectos y políticas. Una extorsión a mano armada.

Los hechos no pueden verse como aislados del conjunto de episodios que suceden en el continente: golpe de Estado en Bolivia, proscripción de Evo Morales y Rafael Correa -el mismo día- y un conjunto de episodios que conforman una ofensiva articulada por las derechas, poderes económicos, mediáticos, judiciales, y embajadas estadounidenses. El mensaje es claro: no hay margen de maniobra para agendas progresistas en el continente. Eso buscan imponer.

La situación de pandemia opera a favor de esa ofensiva de las derechas. La movilización popular es un factor central de los gobiernos populares. Expresa, entre otras cosas, algo que apareció en los votos en Argentina: hay mayoría, consenso social para medidas progresistas. Sucede también en Bolivia, Ecuador, Brasil -no significa que sea estático- y por esa misma razón inhabilitan a los principales dirigentes populares.

Hay muchos debates sobre los procesos progresistas, populares, y hay que darlos, pero tener claro que hay que defender, y presionar, a su vez, para que no se ceda ante la ingeniería de presiones y se avance en las transformaciones necesarias. En frente hay una configuración clara de fuerzas que viene en contra y está demostrando que está dispuesta a correr límites, como pasó este miércoles en Argentina.

 

*Imagen ilustrativa: https://actualidad.rt.com/

Análisis compartido con SURCOS por José Luis Calacci.