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Etiqueta: movimiento comunal

Es posible desarrollar nuestro potencial y ajustarnos a las nuevas necesidades sociales, económicas y políticas

Por Miguel Sobrado*
29 de enero 2023
Organizarse ayuda a alcanzar objetivos. (Shutterstock)

En mi experiencia en la capacitación de grupos grandes que se organizaban para solucionar sus problemas, fui testigo de significativas transformaciones humanas conforme avanzaba el montaje y manejo de otras más complejas. Al comienzo se enfrentaban a la inercia de las organizaciones simples que les impedía alcanzar sus objetivos y, posteriormente, a medida que asimilaron en la práctica los principios de la organización compleja, adquirieron, no sin dificultades, capacidad operativa. Esta creaba, con sus resultados, un poder y una visión que transformaba y potenciaba sus aspiraciones.

Esta transformación, al consolidarse, marcaba un antes y un después, y la llamábamos “vitamina O”, de organización. Ejemplos documentados son el Hospital sin Paredes, en San Ramón, y otros en América Latina y África del movimiento cooperativo y comunal.

Éramos conscientes de que la transformación se daba por medio de la acción organizada, de acuerdo con los principios teóricos de la actividad objetivada y de la andragogía o educación de adultos, que actuaban para cambiar la cultura de las comunidades y grupos. Pero no teníamos pruebas de que abarcaran incluso el ámbito biológico.

En los inicios de la capacitación de grupos grandes (más de 40 personas), la ciencia biológica daba por invariables y determinantes las cualidades de los cromosomas.

El desarrollo, en las últimas décadas, de la epigenética varió la visión de inmutabilidad de la biología y perfiló posibilidades y resultados. La psiquiatra española Marian Rojas Estapé modificó los telómeros de los cromosomas de niñas prostitutas en Camboya después de sacarlas del ambiente tóxico en que se encontraban y les dio otras perspectivas de vida.

Los telómeros desempeñan un papel fundamental en la vida de las células, ya que mantienen la integridad de las terminaciones de los cromosomas al impedir que se enmarañen y adhieran unos a otros.

El número de repeticiones de los telómeros es limitado, se calcula que en cada persona alcanzan unas 2.000 veces y se acorta en cada replicación. Como se reducen con el tiempo, se utilizan para medir la edad. El ambiente en que vivían las niñas hacía que sus telómeros se acortaran y se correspondieran con personas de 80 años. Una vez fuera de su situación, sus telómeros crecieron de nuevo, acordes con su verdadera edad.

Los conocimientos aportados por la neurociencia promovieron avances sobresalientes en la oncología y en terrenos experimentales para reducir el proceso de envejecimiento, pero no me interesa destacar la relevancia de ampliar la medición biológica en los procesos sociales, sino ayudar a una organización a ver más allá de su marco ideológico, que frecuentemente se ve limitado por las necesidades de los individuos que protestan y quieren resultados inmediatos.

Debe considerarse el carácter social y gregario de la especie humana para no restringir los alcances de los nuevos conocimientos epistemológicos. El individuo y su punto de vista son parte inherente del todo, pero, a su vez, del contexto social donde se desarrolla. La actitud y disposición personales, especialmente frente a situaciones opresoras, son trascendentales para superar las dificultades; sin embargo, como muestra el trabajo de la Dra. Rojas con las niñas prostituidas en Camboya, el cambio de ambiente social es fundamental para la transformación biológica.

Desconozco cómo se llevó a cabo la intervención, pero supongo que ella se encontraba con un organismo internacional y contaron con recursos externos. En la vida cotidiana, los fondos no abundan y salir de lo tóxico solo se puede producir masivamente con la acción organizada de las comunidades o los afectados.

En otras palabras, si bien estamos configurados por el medio social, la configuración no nos determina, somos capaces de reconfigurarnos mediante la actividad.

Las intervenciones externas son escasas y costosas, y no siempre producen resultados positivos. Es la actividad organizada, con autonomía y apoyo técnico, la que tiene posibilidades reales de desconfigurar los círculos viciosos y reconfigurarnos para desarrollar nuestro potencial y ajustarnos a las nuevas necesidades sociales, económicas y políticas que nos plantean las transformaciones a que estamos sometidos.

José Figueres Ferrer decía que “los seres sin organización no tienen ningún poder”. No se trata de las formas manidas de manipulación, como la organización de los pastores con ovejas ni de patrones con clientes.

*El autor es sociólogo.
miguel.sobrado@gmail.com

Compartido con SURCOS por el autor.

Celebración del Día Nacional del Servidor Comunitario Abangares 2022

Se extiende la invitación para celebrar el próximo 30 de octubre a partir de las 8.00 a.m. el “Día Nacional del Servidor Comunitario”.

En esta actividad se rinde homenaje a las personas líderes comunales de todo el país a través de las Asociaciones de Desarrollo. El acto oficial se llevará a cabo en el Restaurante Mina de Oro de Abangares Guanacaste.

Al ritmo de la marimba y con el sabor de la pampa, se pretende dar reconocimiento al esfuerzo del más grande movimiento comunal de Costa Rica.

 

Compartido con SURCOS por Rafael López Alfaro.

Imagen ilustrativa, UCR.

In memoriam Moncho Bullas

Guillermo Dinarte

Moncho Bullas

Este 29 de diciembre de 2021 se cumplieron 11 años del fallecimiento del señor Ramón Alvarado Barquero, conocido como “Moncho Bullas”. Motivo por el cual, en procura de ir rescatando la memoria popular de la Gran Chacarita, he decidido hacer una pequeña semblanza en su honor.

Nació Ramón Alvarado el 01 de febrero de 1936, en Moravia, San José. Estudió sus primeros años de primaria en la Escuela Católica Don Bosco, teniendo posteriormente que trasladarse a la Escuela República de Argentina. Para quienes le conocieron, se le recuerda como un legendario dirigente sindical y político de la provincia de Puntarenas, desde muy joven militante del Partido Vanguardia Popular. Destacado dirigente del Sindicato de Trabajadores Marítimos, Ferroviarios y de Muelles, de la prestigiosa Federación de Trabajadores de Puntarenas, igualmente de la Confederación General de Trabajadores (CGT): confederación que en la década de 1970 se disuelve por su propia voluntad, para dar paso al nacimiento de la Confederación Unitaria de Trabajadores (CUT).

Conocido de cariño y por su fuerte, clara e inclaudicable voz a favor de los y las oprimidas, como “Moncho Bullas”, el señor Ramón Alvarado jugó un papel preponderante en el movimiento comunal, social, sindical y político, por su abnegación y entrega a la defensa de los intereses de la clase trabajadora costarricense y en especial de Puntarenas.

Sus más fructíferos años de lucha sindical se los entregó a los trabajadores portuarios en su calidad de secretario general, puesto que se ganó por su currículo de más de 20 años de militancia activa con los trabajadores de la industria pesquera, trabajadores del comercio, luchas comunales por la vivienda, la salud y el derecho a la educación.

Sin duda tuvo una destacada actuación en este movimiento sindical que aglutinó a los muelleros, entre 1970 y 1980, primero como secretario general del Sindicato de Trabajadores de Agencias Aduanales (Tipo gremialista), que posteriormente pasó a llamarse Sindicato de Trabajadores Marítimos, Ferroviarios y de Muelles (Tipo industrial).

Bajo su dirección se presentó el primer conflicto de carácter socioeconómico, a principios de la década de los años 70, que posteriormente en el año 1974 se convierte en la Primera Convención Colectiva, que empieza a regular las relaciones obrero-patronales para los trabajadores portuarios en general. Como principales alcances de la misma: Se regularon los turnos de las cuadrillas de carga y descarga (mediante los toque de sirena), se hizo ordenamiento de personal en las mismas cuadrillas de carga y descarga, y se logró la cancelación del pago de subsidios para los trabajadores portuarios.

Lo importante de este conflicto que surge a iniciativa de los dirigentes sindicales, que se encontraban con “Bullas” al frente, radica en que para ese entonces existía mucha apatía para el movimiento sindical portuario.

Dentro de la dirección de la Federación de Trabajadores de Puntarenas, su lucha fue decisiva en el proceso de consecución del Seguro Familiar en Puntarenas, Régimen de Pensiones para Puntarenas, lucha por la construcción del Hospital Monseñor Sanabria y construcción del Colegio Técnico del Roble.

Además, fue secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Puntarenas y destacadísimo regidor en esta Municipalidad. Sin olvidar la huella dejada por su paso en organizaciones comunales como las Juntas Progresistas, diversos Comités de Lucha, la Asociación de Desarrollo Integral del Barrio 20 de noviembre, y el Comité Integral de la Gran Chacarita.

A pesar de tener la salud disminuida, entre sus luchas más recientes se le recuerda haciendo activismo en contra del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos junto al Comité Patriótico de Puntarenas y participando como fiscal en el referéndum realizado en el 2007.

Hasta sus últimos momentos fue un estudioso de la realidad nacional y como tal está en nuestra memoria dentro de un selecto grupo de dirigencia histórica de la Gran Chacarita, como Emilio Peraza, Francisca Rueda Rueda, Hernán Ortega, Manuel Mendoza, Modesto Carrillo, Pilar Noguera Prendas, Ricardo Madriz, Alejandro Gómez, Edwin Lobo Ramírez, Deysi Vargas Vargas, los sacerdotes Luís Arocena Pildaín y Santiago Tortosa, entre tantos otros, verdaderos estandartes de las luchas de la Gran Chacarita en los años 70´, 80´s y 90´s, cuya Memoria Popular sigue pendiente de editarse. ¡Para todos respetos infinitos y deseos de paz eterna!

Diciembre de 2021

Colegio de Profesionales de Sociología ante el COVID-19

El Colegio de Profesionales de Sociología de Costa Rica pronunciamiento ante la pandemia del COVID-19
Junta Directiva, 24 de abril del 2020

El Colegio de Profesionales en Sociología de Costa Rica, ante la obligación que le confiere su Ley de creación de pronunciarse en asuntos de interés nacional e internacional, así como de emitir opinión y brindar asesoramiento a los Poderes del Estado, las organizaciones y las instituciones públicas y privadas, nos permitimos emitir nuestra posición sobre la emergencia nacional ante el Covid-19. Para ello dirigimos este pronunciamiento al señor Presidente de la República con copia a otras autoridades que están trabajando en la dirección y coordinación de políticas y acciones para su consideración, tales como el Consejo de Gobierno, la Asamblea Legislativa, el Poder Judicial, la Contraloría General de la República, la Comisión Nacional de Emergencias, la Defensoría de los Habitantes, los Rectores y consejos universitarios, las Escuelas de Sociología, la Federación de Colegios Universitarios de Costa Rica (FECOPROU), Sector empresarial, organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales. Seguidamente enumeramos algunas consideraciones que desde las ciencias sociales y la sociología en particular, son criterios básicos a valorar en el proceso de diseño de medidas de emergencia y la toma de decisiones de política pública:

  1. En primer lugar, felicitar al Señor Presidente de la República, su Gabinete y autoridades de instituciones públicas por la rápida organización, aplicación de medidas de emergencia sanitaria, cambios y fortalecimiento en la organización interna de centros de salud, centros educativos y la atención de los sectores sociales con mayor riesgo y más afectados por las medidas adoptadas para detener la pandemia del COVID-19.
  2. La emergencia afecta a todos los sectores y actores sociales que requieren trabajar junto con el Gobierno de Costa Rica para direccionar el impacto que esta pandemia ha generado sobre la condición económica y social del país. Sabemos que la cuarentena sanitaria tiene efectos sobre las relaciones del trabajo y la distribución de los ingresos y de capital en los distintos sectores de la estructura social costarricense. Estos efectos impactarán en forma distinta a los diversos estratos socioeconómicos, donde algunos se verán beneficiados y otros muy amplios se verán perjudicados, dependiendo de la actividad económica, la posición socio laboral y la forma en que la legislación establezca la distribución de los beneficios y las personas beneficiarias, así como las fuentes de recursos, empréstitos y donaciones para afrontar la crisis.
  3. Desde la perspectiva sociológica es de fundamental importancia que el Gobierno escuche y tome decisiones considerando estas diferencias al otorgar beneficios y establecer medidas de políticas sociales, económicas y fiscales. Por una parte, la clase trabajadora tiene grandes diferencias entre sí, no solo por su condición ocupacional (ocupados, desempleados, buscan trabajo por primera vez), sino por sus calidades (nivel educativo, capacitación, experiencia laboral, dominio de otros idiomas, etc.), condiciones sociodemográficas (género, etnia, edad, nivel nutricional y de salud, territorialidad), cualidades (habilidades, valores, desempeño) y las remuneraciones salariales que percibe según su estrato sociocupacional (altos, medios, bajos) o su condición de vulnerabilidad, pobreza y exclusión social. Existen variables e indicadores que permiten sumar estas condiciones que ya existen en registros como el SINERUBE, el SICERE de la CCSS, el INEC y otras fuentes de Información públicas, pero que no son accesibles para la toma de decisiones en el ámbito municipal, empresarial o de las organizaciones sociales, lo cual incrementa el riesgo de filtraciones, exclusiones, duplicidades y trasposición de beneficios y personas beneficiarias.
  4. Por otra parte, en el proceso de toma de decisiones se requiere tomar en cuenta que también existen diferencias dentro del sector privado o empresarial. Entre ellas cabe considerar variables tales como el tamaño de las empresas (pequeñas, medianas y grandes), el volumen de trabajadores/as que emplean, la categoría ocupacional de empresarios/as (patronos, trabajadores independientes o familiares sin sueldo), la condición de ocupación o inactividad (ocupados, jubilados, rentistas u otros), la actividad principal a la cual se dedican (financiera, agrícola, industrial, tecnológica, comercial, turística, etc.), el tipo de empresa (formal, informal, zona franca, otro), el ámbito de su mercado (familiar, comunal, local, regional, nacional, internacional o transnacional), el volumen y uso de servicios públicos (electricidad, agua, carreteras, puertos, salud, seguridad financiera, etc. ), la figura jurídica (sociedad anónima, economía social, organización sin fines de lucro, con fines de lucro y otras), el nivel de ingresos y de bienes de capital (fines y valor agregado, composición, encadenamientos productivos, el capital “golondrina” y otros), origen/destino de productos (importaciones/exportaciones) y su aporte al desarrollo local y nacional (Responsabilidad Social Empresarial, pago transparente o no de impuestos, donaciones, etc.). El apoyo solidario del sector empresarial para salir de la crisis sanitaria y económica es fundamental, así como el apoyo de las alianzas estratégicas con la cooperación internacional, las cuales pueden marcar una ruta necesaria para la consolidación y fortalecimiento del Pacto Social entre el Estado, empresas y ciudadanía.
  5. Ante la urgencia de tomar medidas de política púbica dirigidas a proteger y compensar los sectores más vulnerables y afectados por la pandemia y el aislamiento, implica que todos los sectores deben asumir su responsabilidad. El Estado requiere identificar las principales características de los potenciales sectores beneficiarios por un lado y de los contribuyentes por el otro. El sector empresarial debe asumir su responsabilidad de actuar a derecho pero también de contribuir al desarrollo equitativo del país, eso les beneficia al ampliar los mercados, reinventarse y activar su productividad. Por su parte la población y empresas beneficiarias de estas políticas públicas, deben ser responsables para mejorar sus capacidades, innovar, trabajar duro y reaccionar con nuevas propuestas que aseguren el bienestar social y económico de todos y todas para cuando pase la crisis. Para ello se requiere del esfuerzo solidario tanto del Estado como del sector empresarial y el de los/as trabajadores/as teniendo como norte el bienestar social con equidad, racionalidad y solidaridad.
  6. En este proceso de la toma de decisiones de políticas públicas y el rediseño de programas y proyectos cabe recordar que además de nueva legislación se requiere aplicar el criterio técnico (sociológico, político, económico, tecnológico, gerencial, etc.) que prevea mecanismos de control, seguimiento, evaluación y rendición de cuentas no solo institucionales, sino también de cara a las empresas y a la ciudadanía, con su participación y apoyo, conforme al ordenamiento de nuestro Estado Social de Derecho. Así esperamos que las instituciones públicas, empresariales y las organizaciones de la sociedad civil juntas eviten que los recursos disponibles y el gran esfuerzo realizado en este tiempo de urgencias puedan dar pie a la desconfianza e incertidumbre o de paso al clientelismo político oportunista, las filtraciones, exclusiones y duplicidades en la identificación de personas beneficiarias y la asignación de los beneficios.
  7. Cabe señalar que el país dispone de muchos estudios e informes sobre el panorama social, económico, político y ambiental que explican la evolución y condiciones de vida de los y las costarricenses, desagregadas por regiones, territorios, sectores sociales, hogares, familias y personas. En las últimas décadas el país ha acumulado la experiencia profesional, académica e institucional en la elaboración de diagnósticos, diseño de programas y evaluaciones sobre efectos e impactos. Entre las principales fuentes de información con estadísticas recientes y periódicas se encuentra el Programa del Estado de la Nación, MIDEPLAN, el Banco Central, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), institutos de investigación económica y social de las universidades públicas y organizaciones de la sociedad civil. En todas ellas participa una amplia red de profesionales en las diversas especialidades, en su mayoría afiliados a órganos públicos no estatales como lo son los Colegios Profesionales, los cuales disponemos de la Federación de Colegios Universitarios de Costa Rica (FECOPROU) y las Asociaciones Internacionales de profesionales en las distintas disciplinas.
  8. El Colegio de Profesionales en Sociología de Costa Rica cuenta con casi mil profesionales afiliados/as que laboran en instituciones públicas y privadas, quienes realizan investigaciones, evaluaciones y acciones sustantivas dirigidas a contribuir en el desarrollo local, nacional e internacional. Una de las principales capacidades desarrolladas por los y las sociólogas es precisamente la realización de diagnósticos sociales, el diseño de los procesos de planificación, ejecución, control y evaluación de planes, programas y proyectos sociales que impactan en forma diferente a ciertos sectores, actores sociales y económicos.
  9. Las metodologías, herramientas y perspectivas sociológicas destacan diferencias sobre las causas, efectos e impactos que se generan de los programas y proyectos, así como si éstos cumplen con ciertos principios fundamentales tales como la equidad, justicia social, la honestidad, la legalidad y solidaridad social. Estos principios y enfoques como la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y la Responsabilidad Social de la Administración Pública (RSAP), facilitará la empleabilidad estable y de calidad, reinversiones de capital, innovación tecnológica, calidad de resultados y el respeto a la legislación laboral y social, requeridos en estos momentos de crisis y las etapas posteriores.
  10. Los decretos emitidos y los proyectos de ley elaborados por el Poder Ejecutivo que requieren de su aprobación por parte de la Asamblea Legislativa, deben tener en cuenta la consulta a la opinión ciudadana y los diversos sectores de la economía y sociedad, así como prever los posibles efectos e impactos sociales que estas políticas públicas y programas especiales pueden generar sobre los diversos sectores sociales, económicos y grupos de personas según su condición social, laboral, vulnerabilidad y pobreza distribuidas en las regiones y territorios más afectados por la crisis.

Ante este panorama, el Colegio de Profesionales en Sociología de Costa Rica considera relevante recomendar al Gobierno de la República que tome en cuenta las siguientes acciones:

  1. Fortalecer y dar peso al carácter social del accionar del Estado y su institucionalidad frente a los intereses puramente financieros y lucrativos que subordinan lo social y lo ambiental. Lo anterior bajo el principio de revitalizar el carácter del modelo de desarrollo costarricense basado en nuestro Estado Social de Derecho.
  2. Promover acciones para mejorar la gobernanza desde la Responsabilidad Social de la Administración Pública (RSAP). Poner en práctica los principios y valores como la transparencia en la gestión pública, la integralidad, la objetividad en el desempeño, la honestidad y el liderazgo a favor del interés público que afecta a la ciudadanía. De ahí la importancia de que la administración pública sea accesible, concertadora y evaluadora del trabajo tanto del político y como del funcionario/a. El liderazgo direcciona y facilita la coordinación en la gestión pública para concertar acuerdos entre los diferentes sectores sociales y empresariales para llevar a cabo el “Contrato Social”, más allá de planes y programas coyunturales, de sus intereses o circunstancias, tal como lo ameritan las medidas que se están tomando para evitar la expansión del Covid-19.
  3. Revertir las dinámicas de la desigualdad social y territorial, tanto en el accionar institucional como en la inversión pública en las etapas de atención antes, durante y después de la pandemia, con el fin de generar procesos de inclusión, ampliar las capacidades humanas y las oportunidades laborales y prevenir el riesgo de aumentar los patrones de violencia, en especial de género y étnicas. Lo anterior implica identificar los sectores de la sociedad y de la economía costarricense en los cuales recaerán las mayores cargas económicas durante la crisis. Urge identificar salidas viables y las formas generales de recuperación de la economía nacional y regional con políticas redistributivas y basadas en la justicia social con solidaridad.
  4. Aprovechar esta coyuntura para impulsar con más fuerza el trabajo digno y promover esquemas asociativos y de emprendimiento económico que potencien los territorios y las poblaciones, desde la eco-economía social solidaria. En este proceso es importante la transparencia en las acciones que se realizan y la rendición de cuentas periódicas a la ciudadanía, lo cual promueve la cohesión e integración social.
  5. La identificación y atención institucional pertinente a los sectores de la economía informal, principalmente a las personas trabajadoras que no cuentan con interlocución o tienen una débil organización, desocupados/as, personas en condición de calle, privados/as de libertad y otros/as. Generar medios de articulación con el voluntariado de la red formal y de hecho con el movimiento comunal, organizaciones sociales y ONG´s de las distintas localidades en todo el territorio nacional.
  6. Cultivar mayores niveles de conciencia y compromiso social activo y organizativo de las poblaciones, actores sociales y organizaciones sociales en todos los ámbitos que permitan ser protagonistas de sus espacios de vida, partiendo de estilos de vida saludable, la educación crítica, creadora y generadora de oportunidades, la articulación y encadenamientos económicos entre organizaciones y territorios. Esto implica partir de una visión que rompa patrones de consumo, convivencia y uso social de los recursos y servicios ecosistémicos, de mitigación y transformaciones para la superación del cambio climático, donde cada persona, familia, comunidad y las organizaciones asuman compromisos en sus ámbitos de responsabilidad. De tal modo, es recomendable fortalecer articulaciones territoriales y encadenamiento de activación económica y social en los territorios; no pretender que solo el Estado asume y provee las soluciones y recursos. Una sociedad que exige pero que también se involucra y compromete activamente, revitaliza nuestros liderazgos sociales y económicos.
  7. Potenciar y revitalizar el lugar y el peso de los pueblos indígenas en sus territorios, activando tanto sus modelos de acción, su cosmovisión y gestión como su protección ante las amenazas no solo sanitarias, sino económicas, sociales, ambientales, territoriales y culturales. Respetar la normativa nacional y los Convenios Internacionales que rigen nuestras etnias ancestrales.
  8. Consolidar prácticas de acción gubernamental basadas en la evidencia científica, destaca en especial el papel de la moderna ciencia social, que se basa en enfoques interdisciplinarios que atienden no solo las condiciones, factores y dinámicas sociales sino también previendo los posibles efectos e impactos sociales y ambientales. Así lo demuestran día a día en esta crisis los/as epidemiólogos/as trabajando junto a personal de salud, seguridad pública, emergencias, sociólogos/as, economistas, comunicadores/as y ambientalistas. Se requiere dar mayor peso y reconocimiento a las ciencias sociales, tanto en la comprensión como en el diseño y generación de rutas y soluciones alternativas, basadas en criterios propios de nuestras ciencias.

El Colegio de Profesionales en Sociología de Costa Rica llama la atención al Gobierno de la República sobre los peligros de tomar decisiones aceleradas sin los elementos de análisis sobre las fuentes de ingreso, el control del gasto y la redistribución efectiva de los recursos que se logren recaudar invertidas en las poblaciones objetivo y territorios en riesgo. En emergencias vividas en el pasado se cometieron muchos errores que posteriormente debieron ser ventilados en tribunales de justicia y querellas que generaron dudas sobre el adecuado uso de los recursos públicos. El criterio técnico y normativo debe ser respaldado con adecuados sistemas de información, bases de datos cruzadas entre entidades ejecutoras con los registros nacionales y sistemas de información de potenciales beneficiarios. Los sociólogos y sociólogas desde nuestro Colegio, nos ponemos a la orden del Gobierno en aquellas acciones ligadas a la crisis y acorde con nuestra especificidad profesional. Estamos comprometidos/as a aportar con nuestro conocimiento y experiencia, fundamentados/as en nuestros principios de integralidad, compromiso, solidaridad y respeto al ordenamiento jurídico y defensa del interés público en momentos de emergencia nacional y mundial.

Firma responsable: Dra. Carmen Camacho Rodríguez, Presidenta. Cédula 4-0110-0275

CC Arch.

Adjunto a oficio CPSCR-JD-004-2020 remitido al Presidente de la República el 24 de Abril, 2020