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Etiqueta: opinión pública

¿Qué nos dicen las encuestas de octubre?

Marco Vinicio Fournier Facio

Marco Vinicio Fournier

Durante el mes de octubre, tres casas encuestadoras recogieron información política: CIEP con una muestra de 1333 entrevistas, IDESPO con 901 y Demoscopía con 1200. Las dos primeras realizaron una encuesta telefónica, mientras que la tercera efectuó una encuesta en el campo, casa por casa.

Las tres encuestas tienden a coincidir en los resultados generales sobre la intención de voto, aunque la encuesta de Demoscopía presenta las mayores diferencias.

En términos generales, se identifica una mayoría de los votantes todavía indecisos con respecto a por quién votar para la presidencia; mientras que, entre las personas decididas, existe una clara preferencia por Laura Fernández, seguida principalmente, aunque con porcentajes bastante más bajos, por Álvaro Ramos, Ariel Robles y Claudia Dobles.

Ahora bien, he observado varios análisis sobre los resultados en donde se afirma que ningún candidato obtendría el 40% si las elecciones hubieran sido en octubre. Pero, esta afirmación no es del todo exacta, pues las 3 encuestas reportan los porcentajes de preferencia en el voto incluyendo a las personas indecisas como parte del denominador.

Hay que tener claro que, llegado el momento de la elección en febrero, no habrá ninguna persona indecisa, todas las personas habrán tomado su decisión final de votar o no y entre aquellas que sí voten habrá una decisión final precisa, aunque sea votando nulo o en blanco. Siendo así, para estimar cuál habría sido el resultado de la elección si la votación hubiera sido en octubre, se debe calcular la intención de voto solo entre las personas decididas en ese momento, en cuyo caso, Laura Fernández habría obtenido más del 50% de los votos según las 3 encuestas, por lo que habría ganado en primera ronda, si esta hubiera sido en octubre.

Por supuesto, la mayoría de la población que se encuentra indecisa podría variar sustancialmente ese resultado, llegado el momento de la votación en febrero. De hecho, en las últimas elecciones el proceso de toma de decisión ha sido lento y muy complejo para una proporción muy importante de la población. Específicamente, para la elección de 2018 el CIEP realizó un interesante estudio longitudinal, en donde entrevistó a las mismas personas mes a mes, de octubre a febrero, y demostró claramente el difícil proceso de toma de decisión y los problemas de las personas electoras para definir su escogencia. Es por esto por lo que resulta muy importante analizar con mayor detalle a las personas que en octubre estaban indecisas. Pero, este análisis no debe partir de una aplicación mecánica de lo acontecido en elecciones anteriores. La presente contienda tiene características muy particulares que exigen un análisis más puntual sobre la coyuntura actual.

Entre las principales características que definen la situación actual, debe contemplarse de manera especial el crecimiento de un sector autoritario en apoyo del presidente y la beligerancia directa y sistemática de éste y de parte de su equipo en sus presentaciones, en los medios y en las redes, todo esto contrario a lo que establece nuestra legislación vigente. Pero, es necesario también reconocer la existencia de crecientes niveles de desigualdad social, deterioro del sistema educativo, deslegitimación del sistema político y desgaste de la confianza en las instituciones. Cada una de estas dimensiones viene mostrando indicadores negativos en lo que va del presente siglo. Una consecuencia muy importante de este proceso de deterioro es la acumulación de miedo, desesperanza, estrés, resentimiento y frustración que redunda en un enojo que se generaliza y que refuerza a su vez la deslegitimación y la violencia. Todo lo anterior redunda en mayor individualismo, menor respeto por las leyes, por el sistema de valores y las normas culturales y por los principios políticos de la democracia, facilitando que una proporción creciente de la población busque seguridad y refugio en una figura autoritaria o se entregue a una resignación absoluta que lleva al aislamiento y la depresión social. Por último, como parte muy importante de la coyuntura actual, debe contemplarse el impacto de las redes sociales y el manejo tan efectivo que ha logrado el gobierno actual en la administración de contenidos y de los algoritmos de las principales aplicaciones.

En lo que respecta al sector autoritario, por su misma naturaleza tiende a ser, entre otras cosas, dogmático, perseverante y aferrado a posiciones extremas y violentas, por lo que es esperable que no haya sufrido un proceso de toma de decisión difícil, ha hecho desde un inicio un paso transitivo para adherirse a Laura Fernández. De este modo, alrededor de una cuarta parte de los votantes ya se definieron por ella y difícilmente cambiarán su escogencia, se trata de un núcleo muy duro cuya base se mantendrá estable hasta febrero.

En el otro extremo está el sector de población tan decepcionado con los últimos gobiernos que no tendrá mucho interés en asistir a las urnas. En lo que va del siglo, elección tras elección el porcentaje de abstencionismo ha ido en aumento. La única excepción fue en 2010, en donde esta proporción bajó un poco. Siendo así, es esperable que el abstencionismo siga creciendo en un sector de población frustrado y desencantado que no quiere saber nada de la política. Las 3 encuestas muestran porcentajes relativamente bajos de este sector, por lo que es esperable que una proporción de las personas que se encontraban indecisas en octubre terminen no asistiendo a las urnas. Lo más posible es que el porcentaje de abstencionismo se acerque a la mitad de la población de electores.

Tanto la encuesta del CIEP como la del IDESPO muestra características específicas para las personas indecisas. En general, se evidencia una mayor proporción de mujeres, con edades bajas, nivel educativo moderado y condición socioeconómica media. A partir de otros estudios recientes, observamos que el sector autoritario se concentra entre los hombres, residentes en zonas rurales o en las provincias costeras, con edades superiores y nivel educativo bajo. Por lo tanto, sería esperable que solo una baja proporción de las personas indecisas terminen dando el apoyo a Laura Fernández. Pero, al mismo tiempo, debe contemplarse la calificación alta que recibe la gestión de Chaves en las tres encuestas. A excepción del núcleo duro del autoritarismo, no es esperable una transitividad del voto, pero si habría que prever que una proporción importante de las personas con una opinión positiva de la gestión terminen votando por el continuismo.

Por otra parte, las personas que se abstienen son en mayor proporción hombres y con edades bajas o superiores. De este modo, podría esperarse una proporción más alta de personas indecisas que terminen absteniéndose. Resulta también muy importante aquí mencionar el estudio del CIEP postelectoral de 2022, en donde las personas abstencionistas o con baja disposición a abstenerse en futuras elecciones tienden también a mostrar actitudes negativas hacia el autoritarismo y hacia la gestión de Chaves, por lo que cabría prever que, si llegaran a votar, difícilmente lo harían por Laura Fernández. Pero al momento del estudio de IDESPO, cuatro quintas partes de las personas indecisas mostraban indiferencia con respecto al proceso electoral.

En resumen, los datos analizados permiten prever que en las próximas semanas el apoyo a la candidata del PPSO crezca más lentamente, y por el contrario se incremente la adhesión a los principales partidos de oposición, aunque también es previsible que aumente el abstencionismo.

Ante tal panorama, los principales partidos de oposición se enfrentan a la difícil tarea de captar la atención de las personas indecisas y sobre todo de las abstencionistas para revertir la tendencia medida en octubre. Frente al impacto de las redes sociales, es imprescindible desarrollar un esfuerzo especial para entrar en contacto directo con la población y permitir un diálogo horizontal y abierto, en donde las personas puedan analizar la situación actual, las diferentes opciones políticas frente a la elección de febrero y las amenazas actuales a nuestra democracia.

Por último, quisiera subrayar la evidente preocupación de las personas entrevistadas en las tres encuestas con respecto a la inseguridad, preocupación que día a día se ve reforzada por las múltiples y constantes situaciones de violencia que la población vive. Tanto el miedo, como el enojo y la decepción son caldos de cultivo para manifestaciones de ira y para situaciones de enfrentamiento social. Durante la campaña política es corriente observar una exacerbación de las emociones por lo que preocupa seriamente la posible escalada de violencia que puede generarse en los próximos meses, abiertamente estimulada cada miércoles en las conferencias de prensa y todos los días en los contenidos especialmente programados de las redes sociales. La personalidad autoritaria es por definición agresiva e intolerante, por lo que deberá ser responsabilidad del resto de la población el evitar las situaciones de enfrentamiento violento, manteniendo siempre una actitud de diálogo y respeto mutuo y de evitación y rechazo de las provocaciones, los insultos y el irrespeto. Debemos estar muy consientes de que la violencia engendra violencia y, en las condiciones actuales del país, una escalada de enfrentamientos agresivos podría ser catastrófica.

¿Las encuestas de opinión representan el sentir ciudadano?

Juan Huaylupo[1]

Las preocupaciones por las previsiones políticas sobre el futuro gubernamental a través de las encuestas de opinión revelan diversas consideraciones, no siempre explicitadas, algunas de cuales es necesario reflexionar.

  1. Primeramente, habría que decir que es prematura esta preocupación ciudadana, dado que las encuestas de opinión son el resultado de una especulación cuantitativa sobre la cual se desconoce o se oculta su representación cuantitativa de la población electoral, de la forma como ha sido estimada la población a ser entrevistada, del método o métodos usados, de las personas que han sido entrevistadas y en qué espacios se efectuaron las entrevistas de recolección de datos. Asimismo, se desconoce la o las características, que restringen o posibilitan las entrevistas de opinión, o cuáles fueron las preguntas que se hicieron y la codificación de las respuestas para inferir o conocer la opinión de las personas consultadas. Si, esta información es importante para conocer la pertinencia de los resultados obtenidos, los cuales tampoco serán probables, determinantes ni absolutos.
  2. Las expresiones grotescas y petulantes del presidente de la República, así como su manifiesta ignorancia y falsificación de hechos que regularmente hace en público, busca representar el creciente descontento por el deterioro de las políticas públicas del gobierno que, siendo intencionalmente culpable, paradójicamente responsabiliza a la institucionalidad pública y a la división de poderes del Estado. De este modo, el culpable, culpabiliza, así como el victimario se victimiza, y los oponentes son insultados y difamados. Así, se confunde y engaña con la enfermiza agresividad y repudio contra el pueblo, su cultura e historia. La violencia en todas sus formas es el fin de la igualdad jurídica y la democracia.
  3. La contratación de los medios, de los troles y encuestadores, así como el empleo de estúpidos u oligofrénicos argumentos de pseudos opositores, para favorecer publicitariamente a determinadas acciones gubernamentales y candidatos, son modos como expresan el desprecio a los electores que imaginan ser ignorantes y objetos del acontecer político, sin pensamiento, experiencia ni decisión propia, los cuales pueden ser controlados y dominados a su antojo.
  4. El contexto mediático y social e incluso internacional han convertido a la violencia como una normalidad cotidiana, donde el razonamiento, la moral, la normatividad cultural, las leyes que amparan derechos sociales, la ley de leyes o la Constitución de la República, se convierten en letras muertas, que son irrespetados por los poderes, del Estado y de los conglomerados económicos, con la complicidad de los entes que deben fiscalizar el cumplimiento de las leyes y la constitucionalidad. Este gobierno, es un agudo destructor del Estado Social de Derecho de nuestra sociedad, siendo su conductor, un cavernario fascista que solo admite su imposición y los salvajes gritos.
  5. Asimismo, la intencionada especulación cuantitativa que pretende hacer creer que la manipulación numérica, puede predecir los eventos futuros. Ello no es otra cosa que el fomento de la ignorancia, desde el siglo XVI, con el mecanicismo tautológico de la matemática y hoy, con las matemáticas financieras privatizan los recursos públicos, las riquezas de pueblos y de la ciudadanía nacional y global. Nos engañan con números con el uso de las técnicas cuantitativas, sin oposición y con la corrupta complicidad de pseudos científicos en la regresividad cognoscitiva contemporánea. Ninguna técnica cuantitativa posee la capacidad de comprender ni explicar alguna realidad, menos aún tener la posibilidad de predecir el futuro.
  6. La pretensión de las encuestas de opinión sobre el voto no es saber las orientaciones políticas de las personas, el propósito es condicionar la preferencia del voto ciudadano en favor de quien paga por la manipulación de los resultados. En una sociedad que pondera el triunfo, el éxito, los negociantes de los números infieren que los votos favorecerán al supuesto ganador de las encuestas de opinión. Esas prácticas y sus ingenuos creyentes ignoran que los costarricenses, tienen en su voto el medio, el arma, para condenar a ineptas y corruptas autoridades y sus partidos políticos. Quienes consideran que nuestros ciudadanos pueden ser controlados con falsedades y como desconocedores de las fechorías y violaciones gubernamentales y sus organizaciones, muestran fehacientemente su ignorancia de las peculiaridades históricas y culturales del ser costarricense.

[1] Catedrático. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad de Costa Rica.

Presentación del informe “Democracia en riesgo: percepciones, amenazas y respuestas ante la desinformación”

El próximo miércoles 26 de noviembre, a las 9:00 a.m., se presentará el informe “Democracia en riesgo: percepciones, amenazas y respuestas ante la desinformación” en la Sala de Prensa -3 de la Asamblea Legislativa. La actividad es organizada por el Programa de Libertad de Expresión y Derecho a la Información (PROLEDI-UCR), con el respaldo institucional de la Universidad de Costa Rica, la Asamblea Legislativa, y diversas organizaciones aliadas nacionales e internacionales.

El estudio analiza cómo las personas en Costa Rica perciben y experimentan la circulación de contenidos falsos en redes sociales, los riesgos que esto representa para el sistema democrático y las respuestas institucionales y sociales necesarias para enfrentar la desinformación. El informe se desarrolla en un contexto de creciente impacto de mensajes engañosos sobre la opinión pública, la confianza ciudadana y los procesos electorales.

La presentación ofrecerá un panorama actualizado sobre:

  • patrones de exposición a la desinformación,

  • niveles de confianza en las instituciones,

  • efectos emocionales y cognitivos provocados por contenidos falsos,

  • respuestas ciudadanas y estatales,

  • y recomendaciones para fortalecer una cultura democrática basada en información verificada.

Las personas interesadas en asistir pueden confirmar su participación en el siguiente formulario de inscripción:
🔗 https://ucr.cr/r/Rporx

Hablen de mí… no importa que sea bien, lo importante es que hablen

Abelardo Morales-Gamboa (*)

El efecto boomerang en la propaganda política o cómo convertirse en un trol gratuito

“La prensa no le dice a la gente qué pensar, sino sobre qué pensar” fue la famosa cita de Bernard Cohen, quien en 1963 escribió el libro The Press and Foreign Policy. (Princeton University Press). En él Cohen desarrolla algunas ideas iniciales de la teoría del Agenda Setting (Establecimiento de la Agenda o Fijación de la Agenda).

Esta teoría suministra algunas pistas que explican, desde el enfoque de la comunicación, el por qué están fracasando muchas de las estrategias (por cierto, dispersas, obsesivas y algunas sustentadas en ciertos fanatismos) que critican y atacan a figuras de este gobierno y del partido oficialista. No importa si lo hacen con razón ni si sus mensajes están basados en evidencia… Esas estrategias emanadas de medios de comunicación formales, así como de analistas políticos, algunos llamados “productores de contenido” y otros opinadores de oficio, no parecen erosionar el apoyo popular a esas figuras y tampoco están redireccionando el descontento social hacia otras opciones políticas.

Lo cierto es que, nos guste o no, el grupo al que en Costa Rica se le ha dado el nombre de “chavismo” domina el marco de referencia “mediático” sobre el que funciona la opinión pública desde 2022. Esto significa varias cosas: 1. Controlan la narrativa política y la producción de sentidos y significados simbólicos; 2. Logran posicionar como más relevantes los temas políticos convenientes para sus intereses y necesidades; 3. Tienen mayor capacidad para atraer adherentes a sus mensajes y producciones mediáticas que sus detractores. 4. Tienen control de forma más organizada y cohesionada de las redes sociales.

Esto se produce -y con mayor eficacia- en un país donde la educación está en picada, en el que la capacidad de pensar y el pensamiento crítico se han difuminado y donde las decisiones de los electores no están basadas en el contraste de ideas, pensamientos y propuestas políticas, sino en la subordinación obediente a la manipulación de las emociones. La manipulación política de las emociones como el descontento del pueblo, se han convertido en un arma en manos de políticos mercenarios.

Los únicos y más eficaces propagandistas del chavismo no han sido sus troles y propagandistas pagados-estos hacen su tarea, pero no toda-. Son sus adversarios o supuestos opositores una fuente inagotable de propaganda, negativa sí, pero que les permite estar en el orden del día. En el mercado de las emociones, la mercancía somo nosotros. De esto se trata el efecto boomerang de la propaganda “anti-chaves”. Aunque no lo quisieran reconocer, la propaganda liberacionista, especialmente durante la segunda ronda de 2022 y, en concreto, el video “un salto al vacío” cimentó la figura y presencia de Chaves como nuevo referente político.

«Un Salto al Vacío» de la campaña de José María Figueres contra Rodrigo Chaves es un ejemplo de efecto boomerang (o backfire) en la comunicación política. Dicho video evidenció cómo la campaña negativa, al cruzar la línea de lo percibido como justo o creíble -sobre todo al aludir a un tema sumamente sensible como el suicidio-, lejos de perjudicarlo benefició al atacado, lo convirtió en víctima, generó simpatía y aumentó su visibilidad. Fue una munición que el chavismo utilizó para su propio beneficio estratégico. Una pifia comunicacional, si se quiere, potenciada sin duda por el rechazo que en el anti-liberacionismo y parte de ese mismo partido generaba la figura de Figueres.

Hay una relación entre la fijación de agenda y el efecto boomerang. Este es producido por una práctica muy frecuente de detractores que reproducen la imagen de su adversario, sus discursos o simples frases suyas con el propósito de criticarlo, desprestigiarlo y restarle credibilidad entre la población y entre los votantes, pero, aunque pudieran tener razón en sus críticas, el efecto resulta ser todo lo contrario pues esa fijación contribuye a mantenerlo vigente a ojos de la población.

Una campaña negativa, así mal ejecutada, no solo puede fracasar al no dañar al adversario, sino que puede convertirse en una herramienta de posicionamiento y fijación de agenda de manera gratuita para la figura atacada; tiende a poner a los medios de comunicación y al público a hablar de esa figura y, dependiendo de un cierto manejo de las emociones, a identificarse incluso con ella como víctima de una campaña que se considera injusta.

Entonces, la fijación de agenda tiene varios efectos que el propagandista ingenuo o incluso fanático no es capaz de prever ni de controlar:

  1. Aumenta la visibilidad del adversario, pues al criticarlo continuamente o al reproducir sus discursos (aunque sea para desmontarlos), el atacante gasta sus recursos de comunicación en mantener al adversario en la agenda mediática y pública.

  2. A un adversario quizás desconocido se lo convierte en conocido: para figuras emergentes, un ataque de alto perfil por parte de un oponente ya establecido puede convertirse en un regalo estratégico. Los análisis demuestran que la negatividad puede ser una forma rápida de penetrar en la mente del público. Así, un candidato «desconocido» se vuelve parte de la conversación política central y eso lo está logrando la candidata del oficialismo a muy bajo costo.

Muchas veces, la propaganda negativa se ocupa de exponer y reproducir lo que se consideran los “atributos negativos” de un personaje. Pero este recurso le brinda la oportunidad a quien es atacado de cambiar el marco de referencia y de transformar el ataque en un punto a su favor. Los partidarios de la figura atacada actúan en sintonía con sus emociones, por lo tanto, están más propensos a evitar y a no escuchar la información negativa sobre su líder. El ataque, de forma contraproducente, puede servir para reforzar su apoyo, para reafirmar su lealtad y su identificación con la figura atacada.

Basta repasar en redes sociales las menciones a sus figuras, sus declaraciones, mensajes e, incluso a la propaganda, que se hace de quien ocupa la silla presidencial y de su candidata a la presidencia. Este es el efecto boomerang que estos quieren, necesitan y logran. Estar siempre en pantallas, en boca de la gente, en la cabeza de gente vulnerable que se puede inclinar por ellos. En eso están ganando y con ventaja. En esta era de manipulación emocional y polarización social, mejor haríamos en enfocarnos en lo que nos une, en los problemas prioritarios del país y en las propuestas de solución.

(*) Sociólogo, comunicador social y profesional en relaciones internacionales.

Limón, Puntarenas y Guanacaste

Freddy Pacheco León

Freddy Pacheco León

Después de una intensa «campaña electoral» de 3 años y medio, en Puntarenas, Guanacaste y Limón, el recién publicado estudio del CIEP-UCR nos demuestra que los ciudadanos de esas muy deprimidas provincias, ¡ya no creen en cuentos!

Resulta que en ninguna de ellas el partido chavista alcanza un apoyo superior al 19 %. O sea, para sorpresa de ellos, 4 de cada 5 votantes, no se han comido las promesas demagógicas de Fernández, Cisneros y Chaves.

Es tal el rechazo a la fábula de «una marina” que daría trabajo supuestamente ¡a 150 mil personas! (de la que jamás se elaboró siquiera un proyecto), o de un «aeropuerto internacional en Westfalia» que impulsaría el turismo en el Caribe, o que, además, se le regresarían a Japdeva los buques de contenedores que indebidamente se le entregaron a la transnacional APM, que hoy son muy pocos los limonenses que no han abierto los ojos a la demagógica realidad.

Limón está peor que hace cuatro años y eso se refleja en el escalofriante desempleo que tiene frustrados principalmente a los jóvenes, así como la miseria y la criminalidad que los acecha en cada barrio. Por ello, no es de extrañar, que solo un 3,5 % se manifiesta a favor del partido de gobierno, mientras un altísimo 75 % se reporta «indeciso», a la espera de conocer a otros candidatos que tal vez les brinden alguna esperanza. Limón, sí Limón, al que según la candidata Fernández ya tenía en la bolsa.

Salimos de Limón, de la rebelde, con razón, provincia de Limón, y logramos superar los derrumbes de la ruta 32 enrumbándonos hacia el litoral del Pacífico, el de los atardeceres inigualables, para ver qué nos dice el estudio de los universitarios. Así, encontramos que solo el 18 % de los puntarenenses se sienten, más o menos resguardados, por el gobierno fabricante de promesas. Ese mismo que les prometió, y no cumplió, un nuevo hospital debidamente equipado y con los médicos y enfermeros calificados y suficientes, para «atacar» las inhumanas listas de espera. El que les prometió «para ayer» una pesca de atún con verdadero apoyo gubernamental en beneficio de los pescadores despreciados hasta hoy, así como una industria enlatadora de la mano con el gobierno, para aprovechar la riqueza atunera que pescan casi gratis y se llevan del país buques extranjeros, sin beneficio alguno para los porteños, que jamás pasó de las promesas.

Y es que, aparecieron, gobernantes como Laura Fernández y Pilar Cisneros, que, a su vez, se comprometieron a devolverle al Puerto, el esplendor que una vez lució, para lo cual, les dijeron, se recibiría a los turistas por una atractiva carretera a lo largo de la Angostura, y un remozado Paseo de los Turistas, lleno de gente alegre y satisfecha, como señal de gran actividad productiva, por donde más bien, hoy se ven algunos pescadores de camarón desempleados injustamente al lado de personas ya cansadas de buscar trabajo. Es tal el abandono, el engaño, que no ha de sorprender que, por ello, siete de cada 10 puntarenenses, por el momento, prefieren quedarse al margen, como indecisos, en espera de conocer diferentes propuestas partidarias, de parte de otros candidatos, realistas, alejadas de las muy conocidas que Fernández se compromete continuar (?) ejecutando, aunque los porteños saben que ni siquiera se han tratado honrar.

Salimos del Puerto y ponemos nuestro foco en los datos obtenidos por el CIEP-UCR (sin duda el ente más confiable) en la provincia de Guanacaste, que junto a las dos anteriores conforman un trío en el cual el chavismo ha dedicado por más de tres años recursos propagandísticos significativos. Allí encontramos cifras estadísticas que, muy seguramente, el equipo de campaña de la candidata Fernández, tendría que haberse sorprendido por lo que considera inexplicable, aunque, algunos lo entenderán, son datos razonables, esperables, al tratarse de una política arribista, sin méritos, obviamente desconocedora de la inteligencia del guanacasteco que ella cree que se puede engañar fácilmente.

Resulta que donde el partido oficialista esperaba, según decían, quizá un apoyo superior al 40 %, solo obtuvieron un 18 %. Pero lo que lo hace más sorprendente, es el hecho insólito de que ¡más de tres cuartas partes! de los guanacastecos (el 76 %) se reportan indecisos. Algo nunca visto antes y que se interpreta como una invitación a los candidatos no-chavistas, a dialogar con ellos, pero con propuestas concretas en mano.

Por ejemplo, los pamperos reclaman por el reiterado engaño alrededor del urgente proyecto «Agua para Guanacaste», con que se incorporarían a la producción agropecuaria 16.000 ha de tierras de más de 400 fincas situadas en la margen derecha del río Tempisque, lo cual sería un extraordinario motor de desarrollo indiscutible. Además, ha de aclararse, ese proyecto contempla desde su nacimiento, el abastecimiento de agua potable para cientos de ASADAS y desarrollos turísticos, que hoy sufren de ilógica escasez, a pesar de que se aprovecharía desde el embalse del lago Arenal, acabando de una vez por todas, con el desperdicio irracional que significa estarla descargando hacia el mar, cual si fuese un recurso desechable. Formidable proyecto heredado por el gobierno que está por terminar y que imaginamos ha sido usado por Chaves, para seguramente, reírse a carcajadas de los pamperos que creyeron en él y en sus promesas populistas, que ahora la candidata Fernández promete “darle continuidad”.

Igual sucede con el “negocio escandaloso” que se evidenciara con la reparación de la pista de aterrizaje del aeropuerto internacional Daniel Oduber, que se hizo mal y demanda más trabajos urgentes, y el descalabro producido con el artificial valor del colón contra el dólar, que todos los días golpea a la industria turística, principal fuente de divisas extranjeras y empleo en Guanacaste, donde los índices de desocupación golpean principalmente a jóvenes, y dentro de ellos, a las mujeres que ven cómo pasan los años y no logran conseguir trabajo.

Y ni hablar de los prometidos centros médicos, por lo menos dos docenas de EBAIS, complementarios a los hospitales de La Anexión y Enrique Baltodano Briceño, para una más eficiente atención primaria, con lo que se mitigaría la demanda sobre los servicios de emergencia de ambos hospitales, en Nicoya y Liberia. Centros de salud a donde siete de cada diez pacientes son adultos mayores sometidos a las inhumanas listas de espera, que doña Laura ahora “se compromete” solucionar atendiendo la creciente deuda del Estado con la Caja, que, paradójicamente, su gobierno chavista se ha negado atender.

Ese mismo desdén por la pampa guanacasteca se evidencia en el abandono de los proyectos de carreteras, aprobados y financiados desde antes del inicio de la actual administración, como el que, partiendo desde Barranca en Puntarenas, se conectaría con la magnífica autopista de 50 km, la mejor del país, que corre desde Cañas a Liberia. Proyecto que, extrañamente, por intereses desconocidos, la Casa Presidencial ordenó paralizar.

Por supuesto que hay otras cosas que también hacen extrañar el espíritu del Dr. Vargas Vargas y su Partido Confraternidad Guanacasteca (nombre usurpado por un grupillo) que siempre luchó al lado de su pueblo, en su esfuerzo por sacar de la pobreza a miles de sus coterráneos, quien jamás aceptó las promesas populistas de los que, desde San José, como lo hacen hoy algunos, pretendían engañar a los guanacastecos que eran su razón de vivir.

En fin, las supuestas tres provincias costeras, pobladas por mujeres y hombres, jóvenes y adultos, dignos, luchadores, patriotas, que según la candidata oficialista “ya tenía en su bolsillo«, después de haberlos bañado de propaganda gubernamental desde el año 2022, le están diciendo a Costa Rica, y especialmente a los otros candidatos presidenciales, «ojo con nosotros, que no somos los inocentes infantiles que los políticos demagogos se imaginan. Cuando vengan a nuestros pueblos y ciudades, dejen las mentiras en sus casas».

Se esfuma la idea de los 40 diputados y Chaves sigue a la baja en el «Wall Street» tico

Freddy Pacheco León

Freddy Pacheco León

El apoyo al Chaves sigue cuesta abajo. En menos de un año, bajó del 63 % al 52 %, pese a su intensa «campaña electoral» con fondos públicos. Y mientras eso sucede, no encuentra la manera de trasladarle ese remanente, a la candidata chavista. Resulta que a doña Laura Fernández, no la apoya el 88 % del electorado, consecuencia de que, de cada 4 chavistas con el presidente, solo UNO la respalda. ¡Y eso que no ha empezado a hablar!

Cuando 8 de cada 10 costarricenses no tiene partido político, y solo Álvaro Ramos (6 %) y Ariel Robles (5 %) aparecen tímidamente, no hay presunto ganador de previo al inicio oficial de una campaña, donde nadie es el presunto ganador.

Y es que la confusión es tal, que incluso hay chavistas «básicos», que al no saber ni donde están parados, dicen estar dispuestos a votar por el presidente ( ? ). ¡Ve vos!

Asimismo, la contradicción parece increíble, pues mientras más de la mitad «respalda» al Chaves y dice que «su gobierno merece» seguir, un elevado 75 %, que incluye a esos mismos, expresa que «el gobierno tuvo tiempo de hacer cosas y no las hizo«!

Mientras, por otro lado, un 62 % dice preferir otro partido en el poder. Es decir, ¡Como que sí y como que no, al derecho y al revés!

Otra vez, la lectura del estudio del CIEP-UCR enciende las luces.

Empresas encuestadoras en Costa Rica: ¿fallan o aciertan?

José Solano-Saborío
JoseSo

Sobre la precisión y los tropiezos de las encuestas electorales recientes

Imaginemos el escenario: elecciones generales, la ciudadanía tensa y los medios pendientes de cada número que arrojan las famosas encuestas. En Costa Rica, estos procesos suelen ser acompañados por titulares llamativos, debates acalorados y cuidado, si no, sesgos evidentes. Sin embargo, en los últimos procesos electorales, muchas personas han notado que los resultados finales han estado distantes de las proyecciones que ofrecieron empresas encuestadoras como Opol y otras del sector. ¿Qué está pasando con las encuestas? ¿Por qué parecen fallar más de lo que aciertan? ¿Hay alguna que realmente haya logrado una mejor lectura de la realidad política costarricense?

La confianza en las encuestas: ¿en picada?

Las encuestas electorales han sido, por décadas, el termómetro de la opinión pública. Se han usado para anticipar tendencias, medir la intención de voto y hasta para definir estrategias de campaña. Pero lo que antes era tomado como palabra casi santa, hoy se mira con recelo. Es que, en los últimos dos comicios generales, los resultados oficiales dejaron en evidencia la imprecisión de muchos sondeos.

Opol, por ejemplo, ha sido una de las empresas más visibles, pero también de las más criticadas. Sus proyecciones han estado notablemente alejadas de lo que la ciudadanía finalmente decidió en las urnas. También hay fotos, videos y testimonios de la cercanía del propietario de la firma encuestadora a ciertos candidatos y partidos.

¿Fallaron los métodos? ¿Se equivocaron las muestras? ¿O la realidad costarricense simplemente es demasiado compleja para ser capturada por un par de preguntas bien estructuradas?

¿Por qué las encuestas fallan?

Existen varias razones por las cuales las empresas encuestadoras pueden errar. Para empezar, el desafío de obtener una muestra verdaderamente representativa es cada vez mayor. La fragmentación política, la baja identificación partidaria y el aumento de personas indecisas dificultan la labor de quienes buscan anticipar el resultado con precisión matemática.

A esto hay que sumarle el fenómeno del «voto oculto» y el famoso «voto útil», que muchas veces se manifiestan en los últimos días o incluso el mismo día de la elección, cuando las encuestas ya han quedado desactualizadas. Además, la desconfianza en las empresas encuestadoras ha llevado a que algunas personas opten por no responder sinceramente, o simplemente se nieguen a participar.

En el caso de Opol, a pesar de su constante presencia mediática, sus metodologías han sido cuestionadas, principalmente por la falta de claridad sobre cómo seleccionan a las personas encuestadas y el tamaño real de sus muestras que se sabe son proporcionales solamente a la densidad porcentual acorde al padrón, pero se desconoce si tienen considerados, en su método de muestra presencial, factores claves e indispensables, como género, clase social, educación o la edad, son también proporcionales a la realidad del electorado, en dichas muestras. Varias voces han señalado que sus predicciones no solo han sido poco precisas, sino que incluso han generado ruido y confusión en la opinión pública.

¿Hay encuestadoras que sí han acertado?

No todo es pesimismo. En medio del mar de imprecisiones, existen empresas que, sin llegar a la perfección, han demostrado una mejor capacidad de lectura estadística y proyecciones más cercanas al resultado final. Entre ellas destacan CID-Gallup y el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica.

CID-Gallup ha logrado, en varios procesos, identificar tendencias clave y acercarse más a los resultados oficiales, aunque tampoco está libre de críticas. Por su parte, el CIEP, con su enfoque académico y mayor transparencia metodológica, se ha ganado el respeto de quienes buscan datos confiables y análisis imparciales. Sus boletines han sido, en más de una ocasión, referencia obligada para entender cómo va cambiando la intención de voto y cuáles son los factores que inciden en la decisión de la ciudadanía.

¿Cómo mejorar la precisión de las encuestas?

La receta de la precisión pasa por varios ingredientes: muestras más robustas y representativas, transparencia en la metodología, adaptación constante al dinamismo político y, sobre todo, honestidad en el análisis. Las empresas encuestadoras deben asumir el reto de innovar, incorporar nuevas tecnologías y abrir espacios para la auditoría de sus procesos.

Quizás sea hora de que las encuestas se presenten no como oráculos, sino como herramientas de análisis que ofrecen una fotografía parcial y sujeta a cambios. Si la ciudadanía y los medios entienden esto, se podrá reducir la frustración y la paranoia que generan los desaciertos estadísticos.

Finalmente, entre la incertidumbre y el aprendizaje

Costa Rica vive procesos electorales cada vez más complejos, y los errores de las empresas encuestadoras son parte de ese aprendizaje colectivo. Opol y otras firmas deben revisar y mejorar sus métodos si quieren recuperar la confianza de la sociedad. Mientras tanto, es recomendable que las personas tomen los datos con cautela, consulten fuentes diversas y mantengan el ojo crítico ante cada cifra publicada.

En la próxima elección, tal vez la pregunta no sea quién irá ganando según la última encuesta, sino quién logra comprender mejor el pulso profundo y cambiante de la ciudadanía costarricense. Porque, al final, la verdadera medición se hace en las urnas, no en los gráficos de las encuestadoras.

Pueblo bribri contra el proyecto de ley Jaguar

Pueblo bribri, Talamanca 13/06/2024

A la opinión pública

Pueblo bribri, Talamanca 13/06/2024

A la opinión pública 

El proyecto de ley Jaguar que impulsa el gobierno de Chaves Robles es socavar el fundamento jurídico de la institucionalidad, inicia contra La Controlaría General de la República, luego macabramente avanzará hacia otro espacio o instituciones y llegará a la modificación de la Constitución Política de manera sistemática y arbitraria.

Si ahora existen cuerpos jurídicos que se suponen tutela los derechos de los pueblos originarios, y no se aplican, ¿Qué pasará cuando se dirijan su efectividad y aplicación, refiriéndose a la Ley Jaguar?

Se modificó la ley indígena en su capítulo de suelo y subsuelo en los territorios indígenas, a favor del código de minería, y se ignora la ley de biodiversidad, referente al conocimiento ancestral de pueblos originarios.

El convenio 169 de la OIT establece la consulta libre previo e informado el cual se soslaya con subterfugio legales.

En el referéndum intervienen coacciones por parte del Estado, empresas, corporaciones del dakur (murciélago).

Condenamos y desaprobamos estos proyectos.

Filidencio Cubillo Morales

Indígena bribri responsable 

«A dos años de la Administración Chaves Robles: análisis de la opinión pública y de la coyuntura de la sociedad costarricense»

El jueves 25 de abril de 2024 a las 09:00 a.m en el Auditorio de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional se llevará a cabo la conferencia «A dos años de la Administración Chaves Robles: análisis de la opinión pública y de la coyuntura de la sociedad costarricense». 

La exposición será transmitida en vivo desde la página de Facebook de UNA Comunica.

La actividad es organizada por el Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO) de la Universidad Nacional, el Programa Análisis de Coyuntura de la Sociedad Costarricense de la Universidad Nacional y UNA Comunica.