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Etiqueta: pobreza

LOS MÁS POBRES

Manuel Delgado

Para ellos la vida no se vive, se sufre. El día es un tránsito amargo cuyo único propósito es llegar vivo a la noche. Son los pobres de México, una porción de la humanidad atormentada hasta lo indecible, condenada a vivir en un status que apenas podría considerarse humano.

Así son los personajes de “Una muerte en la familia Sánchez” de Oscar Lewis (1969), una consecuencia o un residuo de “Los hijos de Sánchez”, su obra más famosa, publicada ocho años antes.

“Una muerte…” narra la vida, muerte y entierro a Guadalupe, una integrante del clan Sánchez aunque muy alejada de su patriarca, Jesús. Está realizada mediante tres entrevistas a cada uno de tres testigos: Manuel, Roberto y Consuelo, familiares cercanos de Guadalupe, entrevistas que son la materia de las tres partes de la obra: La muerte, que en realidad es el transcurso de la vida de Guadalupe y su epílogo, la muerte; segunda, El Velorio, que reúne a la familia y muestra sus trifulcas y, tercero, El entierro o cierre. Y es que la muerte es solo una parte del sufrimiento. Vivir cuesta mucho, pero morirse no menos. Para una familia tan pobre, es una carga demasiado grande velar el cuerpo, ofrecer comida y bebida a los asistentes, casi todos los vecinos alcohólicos, comprar el ataúd, pagar el transporte del féretro, enterrar al muerto.

Guadalupe, al igual que todos los Sánchez, es un ejemplo de esos mexicanos expulsados de sus tierras lejanas por la pobreza y la violencia, obligados a cambiar una y otra vez de residencia y, por último, arrojados a algún barrio pobre de la capital. Son ejemplo de la explotación, la miseria, la violencia, de un hambre insaciable que llevan en sus estómagos y en sus almas.

Tres cosas llaman la atención: la primera es esa misma miseria, la carencia absoluta de todo o de casi todo, que los hace llevar una vida en la que la única preocupación es cómo no morir antes de que caiga la noche. La segunda es la violencia insoportable de vidas hechas para producir daño. Los hombres golpean siempre a las mujeres y a los niños. Tercero, el alcoholismo que todos, incluida Guadalupe, padecen en un grado extremo. Al fin y al cabo, pasar borracho todo el día no es solo la forma de olvidar el hambre, sino además la manera, valga la paradoja, de conservar la vida.

Tuve que parar muchas veces la lectura porque, le decía a mi esposa, ya no soportaba tanto dolor ni tanto sufrimiento de este pueblo al que tanto amo.

Lewis creó una corriente llamada “antropología de la pobreza” y tuvo como método principal la entrevista de personas salidas de los estratos más desfavorecidos de las sociedades del continente.

Su obra más conocida, la ya citada “Los hijos de Sánchez” (1961), de más de 500 páginas, es un largo recorrido de la vida y experiencias de Jesús Sánchez, recogida en muchas horas de entrevista viva y volcada al papel casi sin cambios.

No obstante, las experiencias de pobreza, Lewis reconoce que Jesús Sánchez no es en realidad un pobre entre los pobres, sino más bien un representante de una clase media muy modesta que creció como resultado del desarrollo del país después de la Revolución Mexicana.

Los verdaderos libros sobre la pobreza son otros, en especial, “La vida”, un tomazo de 700 páginas, que retrata la terrible situación de los pobres puertorriqueños tanto en San Juan como en Nueva York, y “Pedro Martínez”, una historia de campesinos pobres. Antes, en 1946, Lewis había publicado una obra acerca de los indígenas de Tepoztlán, ese mismo pueblo donde vivió Chavela Vargas.

“Una muerte en la familia Sánchez” pasa a ser, entonces, la verdadera obra acerca de la pobreza urbana mexicana. Pero, además, es la más literaria, la más elaborada y una verdadera pieza maestra de la narrativa del continente.

Un detalle curioso acerca de Lewis es que en la preparación de su obra “Pedro Martínez” colaboró la joven periodista Elena Poniatowska, quien poco después iba a emplear esa técnica de la entrevista para la realización de su obra “Hasta no verte Jesús mío”, pieza maestra de la antropología de la pobreza urbana y el libro que coloca a Poniatowska en la primera línea de la literatura mexicana.

No es fácil conseguir la obra de Lewis, pero los invito a intentarlo y les doy la bienvenida al gremio de sus seguidores.

Para pensar en un nuevo sistema tributario

Fernando Rodríguez Garro.

Fernando Rodríguez Garro
Observatorio Económico y Social, Universidad Nacional

En los últimos días se han escuchado voces pidiendo una revisión profunda de nuestro sistema tributario. Totalmente de acuerdo con eso, no solo porque arrastramos una agenda pendiente en la definición de nuestra estructura tributaria, sino porque enfrentamos retos futuros que debemos abordarlos desde ya en nuestra política fiscal, para evitar entrar a la discusión de una reforma fiscal más adelante como un mero parche para alcanzar la estabilidad macroeconómica, sin ver la contribución de la política tributaria a la equidad y al crecimiento.

A fin de contribuir a esa discusión quisiera aportar un elemento fundamental, que rara vez se discute en una reforma de estas: el para qué. ¿Qué papel queremos que juegue el sistema tributario, qué tipo de sistema tributario necesitamos en función de las responsabilidades que creemos debe asumir el Estado?

He insistido, desde hace tiempo, que la definición de la política fiscal pasa primeramente por tener claro el papel que vamos a otorgarle al Estado en una sociedad moderna. Ese papel incluye algunas funciones elementales:

  1. La provisión de bienes públicos, según lo entendemos los economistas. Aquellos bienes y servicios que no tienen mercado y que, por lo tanto, deben ser prestados por un Estado que garantice su disponibilidad. La seguridad pública, por ejemplo.
  2. Servicios estratégicos, cuya provisión nos permite garantizar el acceso a derechos fundamentales y a una sociedad más equitativa. La educación y la salud pública, por ejemplo.
  3. El otorgamiento de ayudas a personas y familias en condición de pobreza y vulnerabilidad, a fin de darles la oportunidad de tener una vida digna y mejorar su condición económica futura.
  4. La protección de los recursos comunes, a fin de garantizar su existencia en el tiempo y un uso adecuado por las distintas generaciones.
  5. La protección de otros derechos fundamentales.
  6. La intervención en actividades económicas, a fin de impulsar transformaciones en el modo de producción, sobre todo en épocas de transición tecnológica o de crisis económica.
  7. Otras funciones que quieran otorgarle al Estado.

Una vez definido lo anterior, sabremos con certeza el tamaño de la tarea. El tamaño del sistema tributario, entonces, corresponderá a las funciones que queremos desempeñe el Estado. Luego de definir esto, tocará definir qué instrumentos usaremos para financiarnos, o sea, cuáles impuestos escogeremos, sobre quiénes los aplicaremos y qué tasas estableceremos. Entrar a hacer una reforma tributaria sin tener eso claro, nos puede llevar a seguir arrastrando agendas pendientes en próximos años, por insuficiencia del sistema impositivo frente a la tarea definida. Además, sería reiterar un error muy común, de poner el sistema tributario como fin último y no como un medio, lo que tiende a provocar que la tendencia en la aplicación de la política fiscal, sea a ajustar el gasto a los recursos financieros disponibles y no al contrario, lo que implicaría garantizar los ingresos tributarios necesarios para alcanzar nuestras aspiraciones como sociedad.

En el caso costarricense se vislumbran algunas tareas importantes, pensando en la corrección de reformas anteriores que no se han hecho completas, pero en retos futuros de la política fiscal. Por ejemplo, y solo para citar unos:

  1. Seguimos con una ley de impuesto sobre la renta de 1988, mientras el planeta ha profundizado su integración global y la capacidad, cada vez mayor, de movilización de capitales por el planeta. Una modificación profunda de esta legislación, que además incorpore lo último en herramientas legales para evitar el traslado de beneficios y la erosión de la base imponible, sigue siendo un imperativo.
  2. Las nuevas herramientas de pago en sustitución del uso de efectivo y que compiten con las tarjetas de crédito y débito, están erosionando la recaudación del IVA, obligando a que eventualmente se incorporen nuevas formas de control para evitar la evasión por esta vía.
  3. Nuestra carga tributaria es baja, lo que ha dejado una brecha importante en el financiamiento de las actividades que históricamente hemos pretendido que asuma el Estado. Eso dio pie a centrar el ajuste en el lado del gasto, lo que está generando una reducción significativa en la capacidad de atender las demandas de la población. Revertir eso tendrá un costo importante, eso sí, pues en la actualidad la política fiscal sigue siendo deficitaria. Pasar del nivel actual de gasto en educación, por ejemplo, a lo indicado por la Constitución Política, nos obligará a un esfuerzo fiscal de casi 3% del PIB, que hoy no tiene una fuente de financiamiento definida.
  4. La descarbonización de la economía, una aspiración del país de cara al año 2050, reducirá el consumo de combustibles y con ello erosionará la tercera fuente de ingresos tributarios del país, la que deberá ser sustituida por otra fuente de ingresos.
  5. La transición tecnológica y energética, que el cambio climático y la descarbonización traen aparejados, hacen necesario pensar en el uso de mecanismos de incentivo para impulsar una nueva economía y nuevas formas de movilidad, por ejemplo. Pero el país ha abusado de la exoneración como forma de incentivo, lo que tiene consecuencias fiscales indeseadas y tiende a ser una figura regresiva. Debemos plantearnos el uso de subsidios dirigidos y que estos sean valorados periódicamente, lo cual también nos debería obligar a pensar en una fuente de recursos con ese fin.
  6. Costa Rica adolece de una enorme dispersión en las tareas de cobrar impuestos, delegadas en varias instituciones que hacen funciones de administración tributaria, sin que esa sea su actividad principal. Un ejemplo de esto: el Teatro Nacional, al que la ley le delegó la responsabilidad de cobrar el impuesto a los espectáculos públicos. Esto reduce la efectividad de las medidas de cobro, distrae recursos que debería dedicarse al “core business” de las instituciones públicas y facilita la evasión. Concentrar las funciones de cobro en la Dirección General de Tributación debería ser una decisión en próximos años, a fin de corregir esto.

Esta lista no agota los temas a valorar, pero es una muestra de lo complejo de la tarea, a la que, sin embargo, debemos entrarle pronto y empezar a señalarle a la clase política los múltiples riesgos que corremos a futuro, si no nos abocamos en esta discusión lo antes posible.

Amenazas reales y falsas sobre el futuro de la humanidad

Miguel Sobrado

Las amenazas reales

Tomada de la Revista CR

En el mundo que vivimos crecen olas de pesimismo sobre el futuro de la humanidad. Por una parte, acecha el cambio climático, que golpea cada vez con mayor crudeza en diversas partes del planeta, al mismo tiempo que se agotan los suelos y se contaminan los mares, dejando la pesca sin controles efectivos lo que amenaza el abastecimiento de los recursos marinos.

Los presupuestos de las grandes naciones, mientras tanto, se orientan a concentrar las esferas de poder, priorizando los gastos en armamentos y guerras descuidando la importancia de estas amenazas para el futuro de la especie.

Las amenazas sin sustento inducidas por los medios masivos

Por otra parte, se afirma, partiendo del crecimiento y envejecimiento poblacional, que no habrá pensiones ni estabilidad social para las actuales generaciones debido a la falta de recursos. Esto se ve reforzado por el resquebrajamiento de la estabilidad que gozaban antes las clases medias, el desplazamiento de la mano de obra física y administrativa, por la tecnología y los robots. Todo esto asociado al incremento de los trastornos mentales, especialmente después de la pandemia.

Sin embargo, la contaminación y el cambio climático son amenazas reales, que deben y pueden ser enfrentadas con los recursos existentes, por una organización de Naciones Unidas efectiva, que reoriente los recursos que se gastan en los juegos suicidas de poder militar y se dediquen a la defensa de la humanidad frente a los peligros que la acechan. Este tema trasciende los alcances de este artículo, ya que implica cambios importantes en la organización mundial, pero tiene fundamento en los elevados presupuestos militares existentes.

Las otras amenazas sobre la falta de respaldo para el bienestar de las actuales generaciones y un futuro amenazador sobre los fondos de pensiones por el incremento poblacional y el crecimiento del porcentaje de personas mayores, con el que se imprimen temores y desesperanza, no tiene como veremos más adelante sustento, si reorganizamos los recursos.

Es falso que nos aboquemos a un desastre económico

Para analizar la realidad debemos de partir de los datos concretos. No es cierto que el incremento poblacional nos haya hecho más pobres. Es cierto que la población mundial paso de 2.5 mil millones de habitantes en 1950 a 8000 millones en 2023, pero el Producto Interno Bruto por habitante del planeta paso de US$ 1974 en 1950 a US$ 12.900 en 2023. O sea, año con año a pesar del crecimiento desbordante de población, creció la riqueza por persona. Claro que este fenómeno ha sido acompañado de un incremento de la desigualdad en la distribución del ingreso. En general, el índice de Gini para el mundo ha fluctuado, con un aumento notable en la desigualdad desde los años 80.

Lo que sí es una realidad, es la ideología neoliberal que nos despoja de nuestro carácter gregario y nos hace ver como individuos aislados responsables de nuestra desgracia.

El problema de América Latina

América Latina por su parte presenta el mayor índice de desigualdad del planeta donde el 10% más rico concentra el 55% de los ingresos, superando incluso a otras regiones del planeta como el África subsahariana, la más pobre, donde el 10% más rico acumula el 37% de los ingresos. En las listas internacionales de crecimiento económico América Latina, a pesar de sus riquezas, ocupa por su organización política que mantiene en la exclusión histórica una parte considerable de su población, la última posición en el mundo.

El desarrollo de la ciencia y la tecnología y más recientemente la Inteligencia Artificial, perfilan un incremento acelerado de los ingresos para quienes aprovechen los avances especialmente la inteligencia artificial, con un desplazamiento simultáneo de la mano de obra no calificada y reactiva a los cambios. Este desplazamiento será especialmente peligroso en América Latina por la debilidad de su calidad y cobertura de sus sistemas educativos y el poder creciente del narcotráfico que se nutre de la pobreza y la exclusión social.

Como se puede apreciar existen peligros importantes para la estabilidad del planeta y de nuestra región, que demandan visión y políticas públicas de inclusión social. Recursos existen, pero demandan recuperar nuestro carácter gregario, para ejercer una acción sobre el sistema político y social creando un reordenamiento de los ingresos y de políticas públicas sobre todo en el campo de la educación y capacitación, que contribuyan a reducir la exclusión social. Incorporando al mismo tiempo los conocimientos ancestrales que pueden contribuir a la preservación del ambiente e incorpore a los excluidos, debidamente organizados con autonomía real, sin manipulaciones clientelistas, a la creación de una nueva cultura de esperanza.

Monopolio en la agricultura mundial da el adiós al conocimiento ancestral y propicia la exclusión de los más pobres

Félix Madariaga Leiva

Por Félix Madariaga Leiva
Periodista

Muy poco o nada se sabe sobre el trabajo que realizaron – y siguen realizando – miles de científicos para desarrollar trigo transgénico con mayor rendimiento y peso de grano. El trigo es uno de los alimentos más cultivados a nivel mundial y Chile fue un gran productor de este cereal en el pasado, miles de hectáreas en distintas regiones del país fueron sembradas con esta materia prima, elemento primordial de muchos alimentos, y que por largas décadas no necesitó de las grandes trasnacionales para su producción.

Hoy los campos chilenos han mutado hacia otros cultivos “más beneficiosos” debido a la baja de los precios en el mercado local, lo que se refleja en el aumento de la importación de trigo desde otros países. En la actualidad no logramos cubrir la demanda interna de trigo y hemos tenido que abrir las puertas al trigo extranjero (principalmente desde Argentina, Canadá y Estados Unidos). Queremos decir basta a este oportunismo basado exclusivamente en la explotación de la tierra y ganancias económicas. Queremos volver al trigo chileno, queremos que se respete la importancia ancestral de las semillas y sus cultivos, sobre todo ahora en que la manipulación genética hecha en laboratorios pertenecientes a grandes empresas multinacionales, ha creado “transgénicos” para obtener cosechas más resistentes y productivas, pero a qué costo?, quién gana con el trigo transgénico? La respuesta es bastante obvia, los ganadores son 4 empresas proveedoras: Bayer-Monsanto, Corteva, ChemChina y Limagrain, que en conjunto controlan más del 50 por ciento de las semillas del mundo. Quisimos indagar más acerca del control que tiene Estados Unidos y otras grandes potencias en la agricultura mundial y local, cómo han modificado genéticamente nuestro trigo y porqué el trigo norteamericano es más barato que el chileno, lo que podría estar llevando a la quiebra a productores chilenos, pero – como lo decíamos – muy poco o nada se sabe de eso.

El tema está afectando las economías mundiales, las grandes fusiones que se han realizado en los últimos años, han incluido la compra por 59.000 millones de euros de Monsanto (empresa de productos químicos, semillas y biotecnología de Estados Unidos), por parte de la empresa alemana Bayer; la fusión de la empresa química estadounidense Dow con DuPont; y la adquisición de ChemChina por 43.000 millones de dólares del grupo suizo Syngenta. Cada vez se reduce más la libre competencia y el acceso a proveedores de semillas, insumos y tecnologías en el campo agrícola.

La siembra de transgénicos constituye un hecho muy grave para el continente Latinoamericano y para Chile ante el inminente riesgo de contaminación biológica a los centros de origen. En el caso del maíz podrían verse contaminadas 23 formas raciales prehispánicas, 7 de las cuales están amenazadas de extinción(según estudio de María Isabel Manzur (Ph.D), investigadora del Programa Chile Sustentable, quien analizó el impacto de los transgénicos en el país).

Sabemos los chilenos cuáles son los alimentos que consumimos genéticamente modificados?, sabemos realmente qué comemos?, cuáles son los riesgos para la salud?, están  etiquetados los productos transgénicos en Chile?, pareciera que no.

Una de las tecnologías más polémicas es la ingeniería genética. ¿Son peligrosos los alimentos transgénicos?, en teoría no, en la práctica sí. Para hacer una planta transgénica se toma de la especie una porción de ADN y con una pistola celular se dispara en el núcleo celular de otra especie, que lo integra en su propio ADN. Así por ejemplo podemos modificar una especie de papa o maíz  para que sea atacada por un virus. Nos dicen que comer este alimento mutante no constituye un peligro en sí mismo, ya que nuestro sistema digestivo lo descompone igual que otros alimentos, aunque algunos científicos afirman que alterar el ADN puede traer consecuencias inesperadas. Por ejemplo, las llamadas “plantas BT” contienen material genético de la bacteria Bacillus thuringiensis, que produce una proteína que mata a los insectos que intenten comerla.

El problema no está en los alimentos mismos, pero si muy cerca de ellos. Por ejemplo, el Glifosato, que es una sustancia que sirve para eliminar las malas hierbas, es fabricada por Bayer-Monsanto bajo la marca Roundup. Es tan efectiva que mata a todas las plantas que toca incluyendo las que quieres cultivar. Irónicamente, podríamos decir que para que el negocio funcione, en vez de sembrar el maíz tradicional sólo debes sembrar maíz genéticamente modificado que resista al glifosato. Por mera coincidencia esa semilla “resistente” también la desarrolla y vende Monsanto (negocio redondo por donde se mire). Esta práctica ha aumentado el uso de herbicidas y se ha demostrado que este químico queda impregnado en la tierra, se esparce en el agua y por el aire, por lo tanto puede matar otras plantas que existan alrededor, insectos y enfermar pájaros y otros animales.  El glifosato se queda en la piel de los trabajadores y también en los alimentos que consumimos. Los estudios oficiales (muchos de ellos patrocinados por Monsanto de manera directa o indirecta) aseguran que el glifosato no es tóxico, pero hay casos que hacen sospechar y que han obligado a Monsanto (ahora Bayer) a pagar millonarias indemnizaciones. Por ejemplo en el pueblo San Salvador Entre Ríos en Argentina, donde el uso de glifosatos es extensivo, las tasas de cáncer son altísimas, y además se reportan problemas neurológicos y malformaciones en recién nacidos. Pero los transgénicos están “ayudando” a aumentar las cosechas y a resolver el hambre en el mundo. Que ironía!

Los datos indican que en Estados Unidos no ha aumentado la cosecha de alimentos a partir de la introducción de transgénicos comparado con Europa donde no se utilizan y en cuanto a acabar con el hambre, el problema no es la escasez de alimentos sino que hay demasiados países que no tienen los recursos para comprarlos. Mientras tanto, las 4 empresas que controlan el mercado global -tanto de agroquímicos como de biotecnología – gastan millones de dólares en lobby y publicidad para impedir que se les regule. El problema no es la modificación genética en sí misma, sino el modelo económico que privilegia, las ganancias por encima del cuidado del planeta de la salud de los que habitan en él.

Quisimos conocer cuál es la situación en Chile, intentamos comunicarnos con el Ministerio de Agricultura para pedir información, nos derivaron al SAG, a quienes les enviamos un correo solicitando información que hasta el momento no ha sido contestado. También le pedimos información a Cotrisa (Comercializadora de Trigo SA) vía correo electrónico como nos indicaron, tampoco obtuvimos respuesta. Lamentable, pero seguiremos insistiendo. Lo que aquí está en juego es la salud de millones de personas, es la soberanía alimentaria y el conocimiento ancestral de miles de pequeños agricultores que ven como cada día los grandes negocios contaminan sus tierras, destruyen sus semillas y las formas de vida de las comunidades.

https://www.fao.org/4/x9602s/x9602s02.htm

https://www.patagonia3mil.com.ar/wp-content/uploads/2016/10/Resultados-de-una-investigacion.pdf

https://www.bayer.com/en/

https://www.chile.gob.cl/estados-unidos/noticias/celebracion-de-la-relacion-bilateral-agricola-chile-estados-unidos

https://cl.usembassy.gov/es/subsecretaria-del-departamento-de-agricultura-de-ee-uu-encabeza-mision-comercial-que-visita-chile-esta-semana/

https://www.minrel.gob.cl/noticias-anteriores/cancilleria-y-ministerio-de-agricultura-destacan-la-publicacion-del

https://chilebio.cl/2020/11/11/cientificos-chilenos-desarrollan-trigo-transgenico-con-mayor-rendimiento-y-peso-de-grano/

https://grain.org/es/article/874-transgenicos-en-chile-la-situacion-de-los-cultivos-de-alimentos

https://www.emol.com/noticias/Economia/2024/03/17/1124945/agricultura-sna-trigo-chileno.html

¿Por qué debe preocuparnos la pobreza en niñez y adolescencia? Parte 1

José Francisco Pacheco Jiménez
Investigador Proyecto OES, Escuela de Economía de la UNA

El estudio de las implicaciones de la pobreza en menores de edad es un tema ampliamente investigado a nivel mundial porque no es lo mismo experimentar privación material en los primeros años de vida que vivirla en años posteriores. La pobreza en niños, niñas y adolescentes (NNA) tiene matices que afectan hoy y seguirán afectando por muchas décadas el bienestar de las personas afectadas, la convivencia social y hasta el crecimiento económico.

Si bien vivir en situación de pobreza es malo para cualquier persona, lo cierto es que aquella experimentada por los NNA se distingue de la privación material en otros grupos por las implicaciones de largo plazo. En primer lugar, porque las necesidades de las personas menores de edad son distintas a aquellas de las personas adultas siendo algunos bienes y servicios más relevantes en las primeras etapas de la vida. Segundo, los efectos adversos de la pobreza infantil son mucho más fuertes por cuanto afectan el desarrollo cognitivo, físico y socioemocional generando secuelas el resto de su vida, especialmente si dicha pobreza se vive en los primeros 3 años. Esto se debe a que la privación material se asocia a problemas de desnutrición, bajo acceso a recursos para el aprendizaje y problemas de salud, todo lo cual redunda en rezagos cognitivos que persistirán por muchas décadas. Entre otros, las investigaciones han mostrado que, en caso de pobreza durante la niñez, existe mayor posibilidad de padecer enfermedades crónicas, depresión y problemas cognitivos y de crecimiento cerebral ante limitado acceso a alimentos. Además, el vínculo entre pobreza durante la niñez y adolescencia y el desempeño laboral es igualmente relevante con efectos observados en menor cantidad de horas laboradas y menores ingresos reportados cuando la persona se incorpora al mercado de trabajo.

En vista de lo anterior, posicionar el debate en torno a la pobreza de la niñez y adolescencia en Costa Rica es una tarea sobre la sociedad en la que viviremos en 20 o 30 años, urgiendo de esta forma a todas las fuerzas políticas, económicas y sociales a solventar hoy para evitar males mayores el día de mañana.

Al menos tres preocupaciones surgen a mano. Primero, la pobreza aumenta en todos sus niveles. Segundo, el futuro no ofrece una perspectiva mejor y eso podría significar que múltiples generaciones vean truncadas sus aspiraciones a una mejor calidad de vida al limitar su situación de pobreza el acceso a mejores condiciones educativas, sanitarias, nutricionales y laborales. Tercero, si bien el país posee una institucionalidad amplia en materia de niñez y adolescencia, las limitantes presupuestarias y los problemas de gestión generan dudas sobre su capacidad para apoyar una reversión en las tendencias adversas. Este artículo corresponde a una primera reflexión sobre las perspectivas socioeconómicas de la niñez y adolescencia en Costa Rica, enfocándose para ello en la primera de las preocupaciones antes mencionadas. En una segunda entrega se anotará la respuesta que, como país, hemos venido dando a las grandes necesidades de esta población y se reflexionará sobre las posibilidades de revertir la tendencia en el corto y mediano plazos.

Al hacer un rápido repaso de las tendencias en materia de pobreza monetaria, es notorio el progresivo deterioro de las condiciones de vida de nuestra población menor de edad. Entre el 2018 y el 2023, la tasa de pobreza creció del 33.5% al 39.2% ubicándolo como el grupo poblacional con mayor nivel de privación material. Esto significa que en nuestro país viven unos 470 mil NNA que residen en hogares a quienes el ingreso no les alcanza para comprar la Canasta Básica. Más aún, uno de cada ocho menores (unas 145 mil personas) habita con familias cuyos recursos no permiten comprar suficiente alimento. Las familias con NNA tienen una tasa de pobreza que es el doble de aquellas sin menores de edad (31.7% versus 16.6%).

Los números agrupados esconden una verdad: no todos los NNA experimentan la pobreza por igual. A nivel regional, un 55% de las personas menores de la Huetar Caribe urbana y la mitad de los NNA en Brunca viven en hogares con ingreso insuficiente para hacerle frente a sus necesidades básicas. Esta situación contrasta con la región Central, lugar en donde uno de cada tres infantes y adolescentes es pobre. Otros grupos en condición de amplia vulnerabilidad son las niñas (40.7%) y los NNA de familias migrantes (46.4%). Llama la atención que la incidencia de pobreza es mucho mayor cuanto menor la edad de la persona. Así, mientras el 43% del grupo 0-3 años vive en pobreza, en aquel entre 15 y 17 años ese porcentaje baja al 34%. Este detalle debería ser de enorme preocupación pública porque justo las débiles condiciones materiales durante la primera infancia suelen afectar con más fuerza el desarrollo físico y mental de los infantes que cuando la pobreza aparece en edades posteriores.

La pobreza por ingresos insuficientes no es la única condición que nos debe preocupar sobre este tema. Además de vivir en hogares con limitados recursos monetarios, muchos menores viven sin acceso a bienes y servicios que son necesarios para asegurar mejores condiciones de vida hoy pero también para elevar su desarrollo humano en las próximas décadas. Este tipo de pobreza, usualmente denominada multidimensional, permite observar las carencias que experimentan las personas u hogares en temas como salud, educación, cuido, acceso a servicios básicos y empleo.

En total, un 27% de los NNA son multidimensionalmente pobres, es decir, en su vida cotidiana enfrentan al menos cuatro carencias básicas sea en educación, vivienda de calidad, acceso a Internet, salud o cobertura con protección social. En otras palabras, 328 mil menores de edad viven con serias limitaciones en esos ámbitos. Más aún, los números indican que 227 mil menores son doblemente pobres: ni acceden a servicios claves ni en su hogar hay suficiente ingreso para comprar la Canasta Básica. De este grupo, 87 mil son menores que viven en extrema pobreza siendo altamente alarmante la sobrerrepresentación de las dos regiones Huetar. La Huetar Caribe tiene al 11% de la población NNA pero al 18% de los menores con doble condición de pobreza multidimensional y pobreza extrema. La Huetar Norte presentan un panorama aún peor: tiene el 10% de los NNA a nivel nacional, pero al 21% de los menores con los peores indicadores de pobreza.

Al hurgar dentro de las condiciones que caracterizan la pobreza multidimensional, los siguientes resultados emergen:

  1. Casi el 8% de nuestra niñez y adolescencia experimenta rezago educativo, tasa que se eleva al 12% entre aquellos menores que viven en familias en pobreza.
  2. El 17% de los NNA viven en hacinamiento; 28% en menores en pobreza.
  3. Los menores en pobreza tienen 4 veces menos acceso a Internet que aquellos que no son pobres.
  4. Aproximadamente 1 de 6 menores vive en residencias con problemas de infraestructura, pero este porcentaje se eleva al 27.5% si se consideran los NNA en pobreza.

En términos globales, nuestra niñez y adolescencia vive en peores condiciones que el resto de la población. Según se comentó previamente, la pobreza, en cualquiera de sus manifestaciones, es más dañina para estas personas que para otros grupos poblacionales por cuanto afecta su desarrollo integral, secuelas que se mantienen con los años y afectan tanto su propio bienestar individual o familiar como el potencial del país como un todo (a través, por ejemplo, de una menor productividad). A este punto, surgen interrogantes sobre la respuesta del país a estos desafíos socioeconómicos así como la posibilidad real de revertir estas tendencias perversas para cambiar las condiciones de vida de nuestros NNA. Algunos de estos aspectos serán parte de una segunda entrega.

ECONONUESTRA. Es tiempo para una economía para todas y todos

Para Elvin Calcaño, politólogo y consultor latinoamericanista, este informe es crucial para la situación actual en Latinoamérica y los desafíos geopolíticos. Se destaca la desigualdad como el principal obstáculo para sociedades justas, algo no evidente para muchos debido a marcos ideológicos. Vincula la desigualdad con la debilidad democrática, subrayando que la democracia debe ser más que votar, especialmente en tiempos de desafección y discursos de odio. Propone que solo con redistribución, estados adecuados e igualdad, se logrará una democracia robusta. 

Por su parte, el activista en derechos humanos, profesor e investigador de fiscalidad y desigualdad social Flávio Batista comenta que; el informe destaca la importancia de una política fiscal justa, transparente y equitativa para combatir las desigualdades en América Latina y el Caribe. Resalta la concentración del ingreso y la necesidad de nuevas herramientas para enfrentar las crisis actuales. Señala que Brasil, conocido por su austeridad y desigualdad, lidera el G20 y propone una tributación global sobre el patrimonio y la PTLAC. El informe subraya la oportunidad de discutir un nuevo pacto social reflejado en políticas fiscales más justas para lograr la igualdad.

Mientras que, Karina Batthhyány y Pablo Vommaro de CLACSO, señalan que el informe ofrece un análisis exhaustivo de las desigualdades estructurales en América Latina y el Caribe, proponiendo una agenda concreta con medidas tributarias progresivas y políticas públicas para reducir estas brechas. Destaca la justicia climática, la inversión en sistemas de cuidados y reformas fiscales para gravar grandes fortunas y ganancias del capital. Resalta la importancia de un nuevo pacto social que priorice la equidad y sostenibilidad, criticando el modelo de libre mercado y las democracias que perpetúan desigualdades. También enfatiza la dimensión de género, especialmente el cuidado y la discriminación contra mujeres indígenas, racializadas y rurales.

Finalmente, la economista feminista y ex Directora Nacional de Economía, igualdad y género del Ministerio de Economía de Argentina, Mercedes D’Alessandro indica que en América Latina y el Caribe, dos personas concentran tanta riqueza como la mitad más pobre de la región, una situación normalizada pero alarmante. La pandemia agravó la pobreza y las crisis económicas. El informe de OXFAM muestra que la extrema desigualdad debilita economías y limita las capacidades de los Estados democráticos, afectando la inversión en políticas de cuidado y mitigación del cambio climático. Los ricos evaden impuestos mientras los pobres soportan cargas fiscales desproporcionadas y carecen de servicios básicos. Se requiere un nuevo pacto fiscal y la colaboración de organizaciones sociales, academia y activistas para centrar nuestras vidas en los procesos económicos y fomentar la acción transformadora.

El informe, que le invitamos a descargar, contempla 4 secciones de análisis: la polarización de la riqueza en la región más desigual del mundo, las desigualdades y concentración del poder: lo que el modelo de libre mercado y las democracias no revirtieron, la apuesta por un modelo económico y social que ponga fin a las desigualdades, y el apartado: Por una nueva era de reformas tributarias progresivas en LAC. 

Compartido con SURCOS por German Masís Morales.

Desigualdad en América Latina y el Caribe ¿Cómo estamos?

Observatorio de Bienes Comunes

Aprovechamos la publicación del informe «EconoNuestra Es tiempo de una economia para todas y todos» publicado por OXFAM para poner en común las tendencias socioeconómicas que están caracterizando a nuestra región.

Según el informe, América Latina y el Caribe siguen siendo la región del mundo con mayor polarización entre la riqueza concentrada y la pobreza. Sólo un dato, el 1% de la población concentra 43.5 de cada 100 dólares, en cambio, el 50% más pobre concentró apenas 0.8 de cada 100 dólares.

Esta tendencia, se ve apoya por la existencia de un sistema tributario injusto, que permite al 1% más rico de la región, pagar proporcionalmente menos impuestos que el 50% más pobre. Es decir, «estamos ante sistemas que no reducen la brecha de desigualdad, sino que por el contrario las incrementa» concluye el informe.

Este informe nos recuerda condiciones estructurales de la región que siguen marcando esta tendencia (Oxfam, 2024):

  • Desarrollo económico basado en materias primas: dependientes y vulnerable a ciclos internacionales, ha provocado la erosión de la calidad de vida de las comunidades y los beneficios han sido concentrados por élites económicas.
  • Reconcentración del poder en una reducida élite.
  • La reforma del Estado impulsada desde la década de 1980, ha «legitimado» la acumulación y riqueza de sectores minoritarios.

La tarea pendiente para enfrentar este contexto pasa por el compromiso por profundas transformaciones para responder por un lado a los impactos de la crisis que ya están presentes y por otro lado, transitar hacia otro modelo orientado a (Oxfam, 2024):

  • Políticas públicas orientadas a la reducción de las desigualdades interseccionales.
  • Promoción de la justicia climática.
  • Políticas que promuevan la corresponsabilidad del trabajo de cuidados.

Como parte de los insumos para reflexionar este contexto, les compartimos esta infografía con los principales datos de este escenario de desigualdad que atraviesa nuestras sociedades.

PDFImagen

La CTRN denuncia ante la comunidad internacional la grave desinversión social del gobierno y su alejamiento de la Agenda 2030

La secretaria general de la Confederación de Trabajadores Rerum Novarum (CTR), Fanny Sequeira, denunció una grave “desinversión social” que ha llevado a Costa Rica a convertirse en uno de los países más desiguales del mundo, al tiempo que clamó por un “nuevo pacto social” para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

El planteamiento lo formuló Sequeira en el marco del Foro Político de alto Nivel (FPAN) de las Naciones Unidas que se celebró en Nueva York, del 8 al 17 de julio. Dicho foro efectuó un examen a nivel mundial de la Agenda 2030 y del cumplimiento de sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El Estado costarricense presentó su tercer informe nacional voluntario respecto al avance en el logro de tales objetivos, pero el movimiento sindical del país tuvo la oportunidad de presentar su propia valoración, que discrepa profundamente de la oficial.

La CTRN, en coordinación estrecha con la Confederación Sindical de Trabajadores de las Américas (CSA) y la Confederación Sindical Internacional (CSI), realizó la tarea de documentar la visión sindical de la realidad nacional en este ámbito, fruto de lo cual la CSI ha presentado formalmente al FPAN un informe alternativo con una valoración objetiva y contextualizada, que evidencia la insuficiencia e incoherencia en materia de políticas, inversión social y protección ciudadana y que alerta sobre un grave deterioro de indicadores-clave del estado de bienestar y del desarrollo humano sostenible.

“Nuestra presencia institucional en dicho Foro ha sido esencial para reforzar las claves del referido informe sindical, y para hacer un llamado público internacional al Gobierno para que se dedique con verdadera voluntad política a recuperar la economía, la inversión social y productiva, el empleo decente y el desarrollo humano, pero con políticas favorables a los ODS, reforzando el marco de derechos y la institucionalidad democrática del país”, apuntó Sequeira.

Tarea para la cual es muy necesario también contar con un esquema de cooperación técnica consecuente de las Naciones Unidas, añadió la dirigente sindical.

En su intervención ante una amplia representación de todos los países del mundo, la secretaria general de la CTRN expresó que “es imposible lograr los ODS con la actual política sostenida de desinversión social que afecta gravemente los servicios públicos y los programas sociales básicos, con una legislación que recorta derechos fundamentales y sindicales, empeora y congela salarios indefinidamente, reduce prestaciones básicas, incluyendo la protección y la seguridad social.

“El empleo precario y la desigualdad aumentan. Somos uno de los países más desiguales del mundo y el país con más desigualdad social dentro de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos)”, lamentó Sequeira.

En el marco de las políticas neoliberales que actualmente imperan, los gobiernos han hecho lo posible por desvincular el objetivo 8 de la Agenda, que se refiere a la creación de trabajo decente, los objetivos 1 y 2, que se refieren a la reducción de la pobreza y el hambre en el mundo.

“El empleo decente es la mejor herramienta contra la pobreza y el hambre”, puntualizó.

Finalmente, la secretaria general de la CTRN invocó la urgencia de un nuevo contrato social en Costa Rica para “redefinir constructivamente” las políticas públicas que impulsen el desarrollo humano sostenible, “garanticen los equilibrios sociales y económicos pendientes en algunas áreas desde hace décadas y nos permitan recuperar el terreno perdido en áreas vitales del estado de bienestar”.

Según la CEPAL, en el 2030 América Latina apenas habrá logrado un 22% de avance en las metas de los ODS, y que tendrá un retroceso en un 36% de dichas metas. De mantenerse las políticas ultraneoliberales, tales predicciones podrían ser peores, sobre todo en lo relativa al ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico).

Puede escuchar un resumen de la posición expresada por la secretaria general de la CTRN mediante este enlace.

Caída en los tributos: estamos mejor, pero todo empeora

Welmer Ramos González
Economista

Mientras que la riqueza que genera el país aumenta, la sociedad costarricense se empobrece aceleradamente; tremenda incongruencia que ha creado la ideología imperante.

Mientras las autoridades políticas señalan con bombos y platillos que la producción del país crece fuertemente, que la inversión extranjera rompe récords, que las exportaciones siguen dinámicas; el ministro de Hacienda anuncia que la recaudación fiscal disminuye y que recortará aún más el dinero para arreglar las vías públicas, para la salud de la población, para educación, para los Cen-CINAI, para la Red de Cuido, etc. Descomunal contradicción salta fuera del sombrero de los magos de la política económica.

La riqueza crece, pero el Estado se empobrece, la riqueza crece, pero las personas con ocupación disminuyen, la riqueza crece, pero la pobreza no cede, la riqueza crece y Costa Rica vive un serio problema ético de injusticia social que ya no se puede disimular. Y los líderes políticos de turno optan por no discutirlo siquiera, lo toman como si fuera una consecuencia inevitable del destino.

En Costa Rica los impuestos son altos para las Pymes, para los empleados, para los que trabajan por cuenta propia. El ciudadano paga impuestos cuando compra, por el salario que percibe, por las viviendas y los bienes inmuebles, por el combustible que utiliza, entre otros pagos. Sin embargo, no es igual para cierta élite que disfruta de exoneraciones plenas, creadas por leyes.

Cuando revisamos las estadísticas tributarias todos los rubros de cobro de impuestos suben (ver cuadro adjunto), el que disminuye bruscamente es el “Impuesto a los ingresos y utilidades”, que presenta una caída de ¢79.579 millones, al compararse el acumulado de mayo del 2024, con el mismo periodo del año anterior. Pero en ese renglón se recogen los impuestos al salario, a las ganancias de las personas que trabajan por cuenta propia (emprendimientos), ganancias de las Pymes y las ganancias de las grandes empresas. Por lo que es necesario desglosar ese rubro con el fin de darnos cuenta quiénes son los que están haciendo caer la recaudación.

Como podemos apreciar en el cuadro adjunto, los impuestos a los ingresos y utilidades de las personas físicas crecen, esto es, los impuestos a los salarios, la parte de quienes trabajan en sus propias actividades, en lo referente a las remesas también ha aumentado la recaudación.

Son los impuestos a las ganancias de las personas jurídicas donde la recaudación disminuye en ¢105.031 millones en solo 5 meses del 2024. Y más aún, si entráramos con más detalle, son las grandes empresas las que están pagando menos, no son las Pymes, a pesar de que crecen sus utilidades.

Ese resultado, es consecuencia de que ha habido un fortalecimiento legal de los mecanismos para eludir impuestos, un deterioro significativo en la gestión tributaria y aduanera, una mayor laxitud para que las empresas grandes que están en el régimen definitivo se trasladen al régimen exonerado.

Ha habido una serie de leyes aprobadas por la Asamblea Legislativa “a propósito”, que abren portillos a la elusión y a la exoneración tributaria para las grandes empresas. Como ejemplo señalaré tres casos recientes:

– Ley 10.381, con la excusa de sacar a Costa Rica de la lista de Paraísos Fiscales, amplió el concepto de territorialidad para exonerar a decenas de empresas que pagaban impuestos en Costa Rica y ahora no tendrán que hacerlo más. Aunque operan en el país y carguen los costos de producir como gastos tributarios en Costa Rica, los ingresos no deben reportarlos porque esa nueva ley los exoneró.

– Ley N°10.234 que estableció nuevas categorías en el régimen de zona franca, beneficios adicionales, cambios en los criterios de la inversión requerida, así como otros beneficios fiscales respecto a las cargas sociales sobre las planillas. Dicha ley fue impulsada por la Asamblea Legislativa y ha erosionado groseramente la base tributaria.

– Ley que rebajó el cobro del marchamo se aplicó indistintamente a los autos de lujo y a los autos populares.

Estas leyes y otras recientes violentan, incluso, la Constitución Política de Costa Rica que en su Artículo 179 señala: “La Asamblea no podrá aumentar los gastos presupuestados por el Poder Ejecutivo, si no es señalando los nuevos ingresos que hubieren de cubrirlos, previo informe de la Contraloría General de la República sobre la efectividad fiscal de los mismos”, pues la interpretación inversa de este texto es igualmente válida: no puede la Asamblea Legislativa reducir los ingresos de la hacienda pública sin señalar las fuentes que los compensen.

Socialmente no es aceptable que los grupos económicamente más pudientes del país tengan una posición de privilegio en lo tributario, pues son quienes más se benefician de la infraestructura pública, de la educación y de los servicios públicos en general; sin embargo, han ido tomando paulatinamente una posición cada vez más parasitaria en cuanto a la vida del Estado.

La caída de los impuestos de ¢105.031 millones es el equivalente a 12 veces el presupuesto del Ministerio de Economía, o el equivalente a 3.501 bonos de vivienda de ¢30 millones cada uno. No obstante, debido a que es una disminución recaudatoria, eso significará esa cantidad de bonos menos, más infantes padeciendo hambre, más ancianos sin techo; mientras tanto, seguirán apareciendo en las portadas de los diarios las listas de “Grandes Contribuyentes” con pérdidas y cero ganancias a perpetuidad, los escándalos con Panama Papers, ¿hasta cuándo? Y el PIB creciendo y la inversión extrajera rompiendo récords, y las exportaciones en ascenso, y al gobierno y al pueblo yéndole cada vez peor.

Los tres poderes de la República deben encarar con urgencia esta situación de crisis en las finanzas públicas y formar una comisión para resolver está aberración. Hay que encontrarle una salida al absurdo creado a través de las políticas públicas desafortunadas desde hace bastante tiempo para acá. Es necesaria la presencia de los tres poderes porque la Asamblea aprueba la legislación, el Ejecutivo tiene mucho que mejorar en gestión tributaria y aduanera, y el Poder Judicial debe entender la importancia de la correcta interpretación de las leyes en esa materia.

Le invitamos a ver el video del caso de la República de El Salvador.

Le invitamos a ver el video del caso de la República de El Salvador.

El video aborda la compleja situación de desarrollo y bienestar en la República de El Salvador, destacando sus desafíos persistentes a través de un enfoque crítico y reflexivo. Se centra en el testimonio de una paciente, personificada como el país mismo, que, a pesar de haber experimentado múltiples intervenciones y tratamientos económicos en el pasado, aún enfrenta problemas estructurales profundos.

La paciente (quien simboliza ser El Salvador) expresa frustraciones con tratamientos anteriores que no han dado resultados satisfactorios como autoritarismos, privatizaciones, ajustes estructurales y beneficios fiscales para empresas, los cuales no han logrado mejorar sus condiciones de pobreza y desigualdad.

El video destaca la necesidad urgente de un nuevo enfoque de desarrollo inclusivo y sostenible, que no solo aborde la economía, sino también considere la distribución de la riqueza, el bienestar social y el respeto al medio ambiente. La paciente expresa el deseo de recibir un tratamiento integral con diversas opiniones y un plan transparente, enfatizando la importancia de evitar soluciones unilaterales que puedan tener efectos adversos en otros aspectos de su sociedad.