Skip to main content

Etiqueta: reelección consecutiva

Asuntos políticos que hay que atender

Vladimir de la Cruz

El 5 de julio pasado, analizando la situación política nacional, considerando, en esos días, la posibilidad de que el presidente Rodrigo Chaves se reeligiera, escribí algunas reflexiones sobre su posible activismo político, para llegar hasta el 2034, en el supuesto de que aguardara, constitucionalmente, el plazo de ocho años para poder volver a aspirar a un nuevo posible período presidencial.

Señalé, que una vez que terminara la presidencia, en el 2026, si no tenía un partido político propio, donde él fuera la figura política, el dirigente político principal, y tuviera protagonismo político permanente, no iba a poder formar una imagen, que hasta hoy no tiene, de activista y dirigente político nacional.

Él es, hasta mayo del 2026, el presidente de la República y eso le da el protagonismo que genera el mismo aparato de gobierno, de su propia gestión, de sus convocatorias a periodistas todos los miércoles, de las giras que programa con regularidad a los diferentes cantones del país.

También tiene protagonismo por las sandeces que, sin sentido, razón, lógica o vínculo entre su lengua y su cerebro, casi a modo de barrabasadas, patochadas, burradas que a mí se me parecen más a burdeganadas, constantemente manifiesta, que producen reacciones en diferentes públicos y actores sociales o políticos. Las burdeganadas a modo de los rebuznes que se pueden producir del cruce entre un caballo y una burra, menos común que la mula, que resulta del cruce del burro con una yegua.

Como paréntesis hay que considerar que el propio Chaves ha insinuado que podría no llegarse a las elecciones del 2026.

También manifesté, que, si alguno de los partidos de los que él está impulsando, para las próximas elecciones, llegare a ganar el próximo período presidencial, lo que es posible, él podría ocupar un puesto de ministro, para tener cierto protagonismo institucional desde su gestión ministerial. Pero, esta situación le posterga su posible reelección hasta dentro de ocho años, lo que el presidente Chaves no desea como plazo largo.

Escribí también, que el plazo de ocho años para volver a ser presidente, solo se podía cambiar con una Asamblea Constituyente, o por una reforma constitucional legislativa, que ya no le da tiempo de realizar, para poder establecer una norma constitucional que permita esa reelección consecutiva, o una alterna más corta, de cuatro años.

Es más fácil, a mi manera de ver, para el gobierno tratar de convocar a la Asamblea Nacional Constituyente por la vía parlamentaria, que impulsar la reforma constitucional para eliminar la prohibición de la reelección consecutiva. También ha dicho el presidente que a él sí le gustaría ser diputado constituyente.

Pero, es claro que Chaves no quiere esperar ni un día más a partir del 8 de mayo del 2026, para mantenerse en el gobierno. Ha insinuado varias veces que podría no llegarse a esas elecciones, amenazando gravemente el sistema democrático electoral, lo que calza con sus ataques también al Tribunal Supremo de Elecciones.

Aun cuando tenga que dejar el gobierno el 8 de mayo del 2026, trabaja para que en ese mismo momento pueda operar simultáneamente una Asamblea Nacional Constituyente, que podría trabajar en paralelo con la Asamblea Legislativa, mientras la Asamblea Nacional Constituyente no opere, como se hizo en Venezuela recientemente, como un órgano legislativo paralelo sustituto.

Hay que destacar que el tema de la Asamblea Nacional Constituyente ya lo está manifestando el presidente Chaves, cada vez con más fuerza, quizá buscando la posibilidad de que con la convocatoria de 38 diputados pueda ser llamada o convocada.

Este tema, y esta posibilidad, la está trabajando el presidente, su equipo de asesores y de aliados políticos, que poco a poco se le van extendiendo. No hay que engañarse en esto.

El pasado 8 de julio escribí, señalando una situación extrema, “que el presidente Chaves renuncie a su actual presidencia antes de diciembre. Renunciado, puede aspirar a ser diputado en el 2026. No tendría impedimento legal ni constitucional. Suponiendo que con partido propio o con otro prestado llegue a ser diputado, va a tener cuatro años para luchar dentro de la Asamblea Legislativa para modificar la Constitución Política para que les permitan a los presidentes la reelección consecutiva o alterna cuatro años después, y no ocho. Así podría ser candidato presidencial en el 2030, y no en el 2034. No está mal este otro camino, en la selva política nacional, para el jaguar.”

En ese artículo puse la fecha de su renuncia en diciembre, porque en ese momento lo asocié a la condición de los otros funcionarios públicos que deben renunciar un año antes de las próximas elecciones, para participar como posibles candidatos a diputados, porque para ser ministro no tiene impedimento.

En su equipo asesor esta idea le caló. La empezaron a engullir. Hicieron consultas directamente a especialistas en derecho electoral, que le aclararon al presidente y su equipo, que su renuncia se podría hacer en julio del próximo año, a siete meses de la elección nacional, plazo que han considerado más oportuno, porque les permite seguir atizando el ambiente político desde la presidencia hasta ese momento, para salir a la palestra político electoral de seguido, y de manera pública y activa.

Este tema ya es más que un rumor, un tema de discusión en diferentes ambientes políticos, tanto a favor como en contra.

Hay que reconocer que constantemente el presidente Chaves está realizando, de una manera fina, una participación beligerante de tipo político. Su beligerancia es clara, directa, sin tapujos, sin esconderse, con símbolo político electoral, el jaguar, llamando a movilizaciones populares que le organizan desde distintos frentes políticos y electorales, por ahora débiles, pero constantes.

Su identificación con el jaguar le ha dado ese éxito político electoral. La figura del animal ya se usa como emblema en varios escenarios. Se han colocado vallas con la figura del jaguar preguntando dónde firmar y votar para el referéndum, para que se vote por esa vía el proyecto de ley que llamaron Ley Jaguar.

El 14 de setiembre, en la noche, en el acto oficial de recibimiento de la Antorcha, traída desde Guatemala hasta Cartago, se usaron faroles y farolitos en manos de los niños y asistentes con la figura del jaguar, faroles bien hechos. Los discursos de la ministra de la presidencia y del propio Chaves, ese día, fueron de agitación política, bien partidista, hacia los “jaguares”, a los seguidores de sus partidos, los que están impulsando.

En materia electoral, ya han inscrito varios partidos, para participar en las próximas elecciones. Varios partidos porque lo que les interesa es llevar la mayor cantidad de diputados posibles a la próxima Asamblea Legislativa.

Entendamos una cosa que es real. Si Chaves se lanza de candidato a diputado, va a salir electo, y con él una buena cantidad de candidatos que vayan en su misma papeleta. Si en la pasado elección eligieron 10 diputados sin que nadie los conociera, en la próxima pueden dar una sorpresa.

Entendamos también, que el símbolo del jaguar podrían usarlo varios partidos políticos, que no se disputen la “marca”, que no pongan recursos legales contra el uso de ese símbolo electoral, que ya lo es, porque uno de los partidos políticos recientemente inscrito ya lo inscribió como símbolo suyo, identificándose con el gobierno. No habría problema del símbolo porque el Tribunal Supremo de Elecciones ya acepta banderas de los partidos políticos casi de idéntico color, de modo que con diferente color puede ir el símbolo del jaguar.

Entendamos también, que el presidente y sus grupos electorales están trabajando fino, pero con fuerza. En las elecciones municipales pasadas, el partido que se identificó con el gobierno, desde el punto de vista de su organización, logró constituirse en el tercer partido más grande, con candidatos inscritos, después de Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana, con más de 3000 candidatos en todo el país, que el Tribunal Supremo de Elecciones, se los anuló por cuestiones de forma. Los errores que cometieron para esa elección no los van a repetir. Van con todo y en varios frentes.

Un escenario que hay que considerar, es que si Chaves renuncia en julio, para lanzarse de diputado lo que puede hacer, en su campaña política para ser electo diputado sería de ir acompañando al candidato presidencial de su partido, como lo hizo Pilar Cisneros con él, con el propósito de sumarle votos a su candidato que se pintaría como la continuación de su gobierno. Igualmente, en ese paso a paso electoral, recorriendo los caminos de la Patria estaría Pilar Cisneros, considerando que su esposo suena como posible candidato a la Presidencia o también a una diputación.

Los partidos políticos, que están en la Asamblea Legislativa, los que existen fuera de ella y los que se están organizando, con miras a las elecciones del 2026, faltan 16 meses, deben atender este panorama político y electoral.

Los partidos políticos están en La Luna, metidos en sus cráteres. No están a la vista. Sus dirigentes ni orejas tienen. Menos voz. La voz de los diputados, de los diferentes partidos parlamentarios, no se siente electoralmente hablando. Sus discursos y luchas parlamentarias no se ligan a movilizaciones en favor de sus planteamientos, ni se siente ligados a la organización partidaria que representan. Un poco de agitación y discursos antigobierno o antichavistas no son suficientes. Las direcciones políticas de los partidos son inexistentes, no se pronuncian sobre nada. Los temas nacionales del país no existen en las agendas de los partidos. No hay debates políticos importantes. Hay muchos distractores políticos, muchos de ellos introducidos por el gobierno y el presidente.

O los partidos políticos y sus dirigentes se ponen las pilas, o los van a barrer. El discurso anti partidos y antipolíticos, contra quienes “han gobernado dictatorial y tiránicamente, solo para un grupo de empresarios y camarillas políticas, desde 1953 hasta el 2022”, como afirma el presidente Chaves, pega fuerte.

Los partidos afectados y las fuerzas políticas atacadas no han podido señalar y destacar que Chaves gobierna con otra, y para otra, camarilla de políticos, empresarios, financistas, por constituir y consolidar la Nueva República, ya habla de una Tercera República.

Esperemos que ese proyecto de Nueva República, no sea la Narco República, a como va el país, o establezca un gobierno como el de los Duvalier, de Papá Doc, que se llegue a conocer como la República de Papá Chaves.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Urge la reelección consecutiva presidencial y de diputados

Vladimir de la Cruz

Entre las reformas electorales que deben abordarse, discutirse y ojalá llegar a acuerdos políticos, con ánimo de que pudieran aplicarse a las elecciones del 2026, todavía tenemos tiempo para reformas constitucionales de este tipo, están los siguientes temas, la reelección consecutiva del Presidente y la reelección consecutiva de los diputados.

La reelección del Presidente es importante porque da la posibilidad de que con gobiernos de cuatro años se pueda prolongar la gestión a ocho años seguidos, y el Presidente y su equipo de gobierno puedan cumplir más en la visión del proyecto país que quieren impulsar.

Cuatro años no es suficidente para desarrollar una buena obra de gobierno. El Presidente al asumir su cargo, actualmente, el 8 de mayo, se encuentra con una camisa de fuerza, para ese mismo año, con el Presupuesto Nacional de la República, que fue definido y aprobado, en noviembre del año anterior a su elección, por el gobierno saliente. De manera que el Presidente en su primer año tiene la obligación de ejecutar el Presupuesto que le dejaron, con los objetivos, planes y obras a las que está destinado, con muy poco margen de maniobra para cambiar partidas o no cumplir del todo lo que en el Presupuesto se ha definido para gastos.

Aún cuando, desde este gobierno, el actual Presidente pudo gozar de la reforma constitucional que modificó las sesiones parlamentarias para que se iniciara con las sesiones extraordinarias, en las cuales el Presidente tiene la iniciativa de la ley, lo que significa que el Presidente, su Gabinete y su partido pueden impulsar proyectos de ley, por tres meses de sesiones parlamentarias, acordes a lo ofrecido en la campaña electoral y el Programa de Gobierno que también se comprometió en la campaña electoral.

Todos los partidos políticos en el proceso electoral están obligados a presentar ante el Tribunal Supremo de Elecciones un Plan de Gobierno, que del todo no se ejecuta. En parte porque antes del 2022 los partidos políticos y el Presidente se encontraban amarrados al Presupuesto Nacional con el que tenían que operar, lo que en la práctica postergaba cualquier iniciativa que se quisiera impulsar. También porque antes del 2022 las sesiones extraordinarias importantes se ejecutaban de diciembre a abril siguiente, y los meses transcurridos ponían otras agendas y otros temas del inmediato acontecer político, dejando de lado las ofertas de la campaña electoral y cualquier plan de gobierno que se quisiera impulsar. Esta era probablemente una de las causas o razones para rechazar a los partidos políticos, que asumían gobiernos, y estimular el abstencionismo, por el incumplimiento de sus promesas, entre otras razones.

Con el diseño de los cuatro años de gobierno, igualmente cada gobierno, esto vale para todos, en su último año, aprueban en noviembre un nuevo Presupuesto Nacional, efectivo a partir de enero y el gobierno se acaba el 8 de mayo siguiente, con lo cual solo pueden impulsar dos o tres meses de actividades, porque en este caso se mete también la otra campaña electoral que paraliza el país en muchos aspectos desde noviembre hasta febrero, y a veces hasta abril, lo que ya es frecuente por las segundas vueltas electorales, con paralización de las sesiones parlamentarias, por el receso que se aprueba para que los diputados atiendan las elecciones, a sus partidos y las regiones que teóricamente les toca cubrir.

Está claro que la reelección está sujeta al proceso electoral donde los electores pueden aprobar la gestión del mandatario y darle confianza para continuar por otros cuatreo años, o de rechazar su gestión y no votar por la reelección, que en este caso correspondería en la práctica a un referendo revocatorio de su gobierno, impidiendo que continúe por cuatro años más, nombrándose en ese sentido un nuevo gobernante, que repite nuevamente este ciclo.

Darle, entonces, posibilidad al gobernante de continuar con otro gobierno atiende con la necesidad democrática de posibilitar el desarrollo efectivo de políticas publica al menos de mediano plazo, y de lograr con ello mayor gobernabilidad, y posible mayor confianza en el sistema política y en la democracia como sistema de vida.

Lo que estoy planteando, al menos para la discusión, lo hago pensando en que debe realizarse esta reforma electoral a partir de ahora mismo, dándole oportunidad al mismo Rodrigo Chaves Robles de que pueda lanzar su reelección inmediata. Por impulsar esta idea habrá quienes pensarán que he cambiado mi manera de apreciar y valorar al actual Gobierno. Nada más alejado de la realidad. Mis escritos y mis intervenciones orales, en distintos medios, me colocan hasta ahora como un opositor duro contra el actual mandatario, su gobierno, su gestión.

Si el Presidente Rodrigo Chaves está impulsando un partido político, un partido uber, más que un partido taxi, porque es un partido llamado por él y quienes le apoyan, para participar en las elecciones municipales próximas y nacionales del 2026, es porque obviamente tiene interés de continuar en la política y de volver a gobernar. El Presidente intentó organizar su propio partido. No ha podido inscribirlo, por lo que anda al asalto de lo que pueda agarrar o encontrar de los partidos pequeños existentes.

Rodrigo Chaves con la legislación actual tiene que esperar prácticamente ocho años para volverse a lanzar de candidato. ¿Qué sentido tiene que un Presidente tenga que esperar ocho años para poder volverse a lanzar de candidato, si cree que él es bueno para el puesto, y de llegar a ejercer nuevamente la Presidencia por cuatro años? Ninguno en la práctica, más allá de haber probado las mieles del poder y de seguir queriendo lamerlas, porque como dice el refrán español, a quien anda con miel, miel se le pega. Pero sí tendría sentido que quiera continuar su obra de gobierno, para darle cuerpo, forma y tal vez contenido, con cierta trascendencia de acuerdo a su perspectiva.

Entendámoslo también con la práctica de los partidos como Liberación Nacional, la Unidad Social Cristiana y Acción Ciudadana que se reeligieron en el gobierno, cambiando al presidente. Menciono los presidentes de estos partidos que se reelegieron en gobiernos: José Figueres y Daniel Oduber, Luis Alberto Monge y Oscar Arias, Miguel Angel Rodríguez y Abel Pacheco, Oscar Arias y Laura Chinchilla, Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado. Los Presidentes que siguieron a su antecesor no continuaron, aún siendo del mismo partido, las políticas de los gobiernos que les precedieron. Cada gobernante, con su nuevo equipo de gobierno, sus ministros, trataron de desarrollar una obra presidencial propia, dejar su propio sello, sin destacar ni continuar con la obra de gobierno que les dejaron aun cuando eran copartidarios. De hecho, todos son gobiernos diferentes, en algunos de estos casos controvertidos entre ellos mismos como fueron Luis Alberto Monge y Oscar Arias, Miguel Angel Rodríguez y Abel Pacheco, Oscar Arias y Laura Chinchilla, donde los segundos se enfrentaron a los primeros y fuertemente.

Insisto. A la democracia política actual del país le conviene la reelección presidencial inmediata por un período. La elección que le toque enfrentar esta situación se convierte en un referéndum revocatorio del mandatario. A la vez, la vida política se agitaría más en torno a la lucha presidencial, se recuperarían escenarios políticos de discusión, de análisis, de reflexión que se han dejado de hacer. Los partidos políticos tendrían que convertirse más en vehículos de discusión, de reflexión sobre los problemas nacionales. Estarían obligados a seleccionar mejor sus candidatos a todos los puestos de elección popular desde la Presidencia de la República hasta los síndicos distritales. El Presidente que aspirara a reelegirse tiene que integrar gabinetes sólidos, de gente preparada. Tendría que preocuparse en serio porque en sus gobiernos no se realicen actos de corrupción en la Administración Pública.

Soy partidario de que se discuta una reforma electoral que dé la posibilidad de la reelección presidencial a partir del 2026. Lo digo también porque habrá quienes le tengan miedo por la continuidad de sus políticas neoliberales, desestructuradoras del Estado de Derecho y del Estado Social de Derecho que hemos logrado. El solo plantearlo obliga a redoblar las luchas políticas, jurídicas y sociales para que eso no ocurra.

Sé que el Presidente ha explorado esta posibilidad. Me parece que no se ha hecho aconsejar adecuadamente en esa dirección. Ahí tiene a la fracción legislativa de Pilar Cisneros para que impulse un proyecto de ley en esa dirección. Obviamente, tiene que ser muy bien manejado para buscar los aliados suficientes y los votos necesarios para que pueda aprobarse. Además, están los recursos publicitarios públicos de la gran discusión que tiene que generarse desde los medios de comunicación, las organizaciones políticas, sociales, empresariales, institucionales, universitarias, sindicales, cooperativistas solidaristas, entre muchas, sin prejuicios ante esta iniciativa.

En el siglo XIX la reelección continua de Jefes de Estado y de Presidentes se permitía. Por citar algunos, Juan Mora Fernández, desde 1824 hasta 1833, Juan Rafael Mora Porras, desde 1949 hasta 1959, Rafael Iglesia Castro, desde 1894 hasta 1902.

En concreto no le tengo miedo a la posible reelección del Presidente Chaves Robles. ¿Y, usted, querido lector?

Si no se pudiera aprobar la reelección presidencial continua, por un plazo igual de gobierno, por cuatro años, soy partidario también de que se debe hacer una reforma electoral, para ampliar el plazo de gobierno a seis años, con una consulta pública de revocatoria de mandato, a solicitud de firmas, a la mitad del período. En este caso se aprobaría un gobierno de una sola vez de seis años para un gobernante.

Incluso para ser consecuente con lo que he planteado, que se prolongue al actual gobierno en dos años más, como se hizo con los gobiernos municipales cuando se modificó el sistema electoral de las municipalidades a la mitad de gobierno, para empezar a regular sus elecciones de cuatro años a mitad de los gobiernos de cuatro años, como tenemos la elección de las municipalidades a partir de octubre a febrero próximos.

En esta perspectiva tampoco le tengo miedo a la posible ampliación de gobierno del Presidente Chaves Robles. ¿Y, usted, querido lector?

En cuanto a la elección consecutiva de los diputados creo que debe aprobarse. Se trata de desarrollar la carrera parlamentaria, el oficio de parlamentario, de diputado. Antes de 1948 existía la reelección continua de diputados. Rafael Angel Calderón Guardia fue electo diputado en 1934 y se mantuvo electo hasta 1940 cuando asumió la Presidencia de la República. Manuel Mora Valverde fue electo de manera continua desde 1934 hasta 1948.

¿Por qué hay que estar cambiando diputados cada 4 años? Esto lo que ha provocado es una piñata de curules, y una llegada a la Asamblea Legislativa de personajes que no tienen ninguna distinción ni trascendencia parlamentaria. Hemos provocado del Congreso en mucho una congregación de personas mal preparadas para ese cargo de diputado, hasta de analfabetas parlamentarios, de gente sin interés de hacer carrera parlamentaria y de especializarse en asuntos legislativos. Es suficiente decir que cada año se integran y desintegran las comisiones parlamentarias y la rotación que se produce provoca el desconocimiento de los proyectos de ley que están en trámites en esas comisiones legislativas, que se han convertido en pasarelas curriculares legislativas.

La experiencia internacional de todo el continente americano, y de toda Europa, es la reelección continua de Presidentes, de Jefes de Gobiernos y de Primeros Ministros, donde correspondan, así como de los parlamentarios o de los diputados, en cada país y en sus organismos regionales internacionales.

Hagamos algo por mejorar la gobernabilidad, la gobernanza, la democracia y la institucionalidad política costarricense. Otro camino podría ser una Asamblea Nacional Constituyente. De esto escribiré después.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Vladimir de la Cruz: «¿Será que el Presidente Chaves avanza hacia el autoritarismo?»

Por Vladimir de la Cruz, Historiador y politólogo

Dada la importancia y actualidad de las siguientes opiniones del historiador y analista Vladimir de la Cruz, SURCOS comparte la entrevista realizada por Eugenio Herrera del medio la revista.cr, la cual nos fue compartida por el académico entrevistado.

El Presidente de la República Rodrigo Chaves Robles está haciendo la diferencia de manera acentuada con su antecesor, Carlos Alvarado Quesada. Ya en campaña política Rodrigo Chaves se mostró como un candidato que marcaba la diferencia con sus contrincantes, por su estilo personal, discurso y propuestas, es decir por el fondo y por la forma.

A escasos meses de gobernar, algunas de sus iniciativas y decisiones han resultado inesperadas para el público. Criticadas por algunos y alabadas por otros, el hecho que ha traído al debate importantes temas de índole constitucional, no vistos o no preocupantes en Administraciones anteriores, de la forma en que se da hoy.

¿Será que el Presidente Chaves se ha convertido con su actuar en un incomprendido político víctima de la crítica tradicional, que adversa cambios y decisiones con carácter?

En nuestro medio siempre habrá críticas por hacer o no hacer y quien sea el jerarca de turno las afrontará, y para entenderlo mejor, acudamos por un momento a Newton, que nos dice en la Ley Tercera que «con toda acción, hay una reacción igual y opuesta», ante lo cual la política no está eximida.

De tal forma, analizando la realidad conformada por escenarios actores y hechos, queremos dilucidar precisamente con uno de los analistas políticos de La Revista, el ¿qué está pasando? desde la propia perspectiva personal.

Para ello, nos reunimos con Vladimir de la Cruz, activo comentarista de temas de la actualidad como también, fuente del legado histórico que maneja desde su conocida profesión. Como de costumbre, nos recibió con su reconocida hospitalidad, voz ronca y de vez en cuando con alguna anécdota jocosa, para bajar a la realidad cotidiana.

Dicho esto, agradecemos a Vladimir de la Cruz su valiosa colaboración de cara a quienes nos leen día a día, buscando entender de una mejor forma los fenómenos sociopolíticos y económicos de nuestro país.

  • ¿Don Vladimir, ve algún asomo de tránsito hacia un régimen o un gobierno autoritario con el Presidente Rodrigo Chaves?

No tenemos en Costa Rica un régimen autocrático que resulte de una dirección política del Estado, del Poder Ejecutivo, particularmente, que surja de una fuerza militar, habida cuenta que no tenemos Ejército, pero tampoco policial.

  • ¿Usted vería en el estilo de gobernar del nuevo Presidente una tendencia autocrática, no acostumbrada en el país?

Sí. Se está produciendo una tendencia autocrática que emana del propio Jerarca del Gobierno, del Presidente de la República, por su forma de actuar, y de quienes le acompañan en su Consejo de Gobierno, un grupo escogido por sus condiciones y méritos de formación tecnocráticas, incluso fuera de militancia partidaria, conociéndose entre ellos en el momento mismo de su designación como ministros, y sin práctica política partidaria y gubernativa.

De esta forma el Presidente está haciendo valer sus decisiones, aun cuando chocan con estructuras de origen legal, como son el Consejo Superior de Educación o la Comisión Nacional de Vacunación y de Epidemias, o cuando directamente interviene intimidatoriamente en el Ministerio Pública, la Contraloría General de la República y en la propia Corte Suprema de Justicia, y desde allí, indirectamente, en el mismo Tribunal Supremo de Elecciones.

  • ¿Con su experiencia como analista político, usted a qué atribuiría esa forma de actuar del Presidente?

Esta forma de actuar obedece fundamentalmente a que carece de una mayoría parlamentaria, que le permitiera imponer legislativamente su voluntad, y que carece, hasta ahora, de capacidad de construir consensos de forma amplia y realmente participativa.

De esta manera el Presidente hace sentir la figura institucional de la Presidencia de la República, hace sentir el temor reverencial que esa figura puede ejercer y tiene, en la práctica, un peligroso comportamiento de tráfico de influencias, haciendo válida la figura dominante, opresiva, poderosa que muchos costarricenses desean, como lo han expresado en encuestas, en el pasado reciente, incluso antes de las elecciones. No casualmente él manifestó su discurso de “gobernar por decreto”, que es la forma “a la fuerza” como está imponiendo o tratando de imponer sus decisiones o lo que se le ocurre ejecutar. Bien ha dicho el Presidente que el país no vivía una “ingobernabilidad”, que lo que ha vivido en estos últimos años “es la falta de un gobernante”, de “alguien que gobierne”, que tome decisiones y ejecute.

  • ¿Para usted está bien o mal la forma cómo el Presidente está dando sus primeros pasos en el ejercicio del poder político?

Esta forma que está dando en sus primeros pasos de gobierno es lo que permite concluir que avanzamos peligrosamente hacia formas autoritarias de gobierno y de gobernar. Finamente, por ahora, el Presidente está dando los pasos de un Bukele a la tica, a la costarricense. Un Bukele que carece de la fuerza legislativa para imponer, desde allí, desde la Asamblea Legislativa, las estructuras y los personajes, que le harían coro de gobierno, cambiándolos, o sometiéndolos a juicios políticos públicos, a los que le interese remover, para un supuesto mejor ejercicio de Gobierno.

  • ¿Tomando en cuenta el escenario político actual, cree usted que el Presidente Chaves tiene fuerza política para actuar así?

El Presidente está presentándose como esa autoridad “pater familia”, paternalista, de identidad constante con todo el pueblo costarricense, como el gran protector, aduciendo cada vez que puede, sentimientos religiosos, de identificación popular. Está haciendo alarde de sus posiciones conservadoras, que no resultan necesariamente de pactos con los partidos religiosos conservadores del país, pero de esa forma se proyecta sobre sus bases de seguidores.

El Presidente carece de una fuerza política organizada, su propio partido político con el que ganó la Presidencia, que le permita movilizar gente en su favor, frente a los actos que realiza, pero no le impide, en cualquier momento, convocar ciudadanos en ese sentido, cuando considere que deba hacerlo. Esto siempre es un riesgo político, porque tensaría la situación política del país, y el mismo Presidente enseñaría, por la convocatoria ciudadana, a la movilización y la organización social, que bien se puede hacer a su favor, pero también en su contra.

  • ¿Los Presidentes de la República en Costa Rica qué tipo de limitaciones institucionales tienen en su actuación política?

En Costa Rica, a diferencia de los países latinoamericanos y europeos, o los mismos Estados Unidos, el Presidente está inhibido, por prohibición constitucional, de beligerancia política. El Presidente prácticamente no puede participar de discusiones públicas, ni siquiera para defender sus propios Proyectos de Ley o sus iniciativas políticas, como fue el caso del Presidente Oscar Arias cuando por iniciativa de él se hizo el Referéndum del TLC con Estados Unidos, y el Tribunal Supremo de Elecciones le prohibió participar en esa discusión o en su defensa, por lo que tuvo que inventar un Comité a favor del Tratado, a vez que se hizo otro en contra, que se reconocieron por el SI o el NO al Tratado.

  • ¡En su opinión en la época actual debe tener beligerancia política el Presidente?

Estoy de acuerdo en que el Presidente tenga beligerancia política, y pueda participar de toda la discusión política, partidaria y legislativa nacional. Esto es parte de una madurez democrática. Esto enriquecería más la democracia política nacional, y haría que la gente tome mayor interés por los temas nacionales y por la misma participación ciudadana y política electoral. Si esto no se decide por un gran acuerdo político nacional a la vuelta de pocos años se va a decidir en las calles o como resultado de un proceso electoral donde se vire radicalmente en el péndulo electoral costarricense, si no se hace también por una Asamblea Constituyente, que es urgente convocar.

  • ¿Hasta dónde se puede concluir que un Presidente está concentrando el Poder en el Estado?

Si se trata de ver el “autoritarismo” del Presidente por la “concentración de Poder”, hay que partir de que así lo tiene en el Poder Ejecutivo. Por la Constitución Política solo él, en nombre del partido que ganó las elecciones, lo integra. Y, la forma de integración que hizo, de escogencia de sus Ministros, por un organismo técnico, de escogencia de perfiles profesionales y tecnocráticos, evidenció su forma autoritaria y “despótica” de gobernar el Consejo de Gobierno cuando declaró que sus Ministros harían únicamente lo que él dijera, quebrando, y limitando, en mucho, el quehacer de los Ministros y sus Ministerios, que tenían bastante autonomía pública de ejercicio de sus funciones y de atención de la población.

En este sentido una de sus medidas importantes y urgentes que tomó fue la concentración de la información ministerial desde la Información Oficial que se canaliza desde la Casa Presidencial, y la limitación que ha impuesto a los medios de prensa y sus periodistas sobre el acceso a la información y a las preguntas que se le pueden hacer al mismo Presidente y a sus Ministros.

Hasta ahora el Presidente es el que prioriza la imagen pública de su Gabinete, con una ligera presencia, inevitable, por los temas que se han tocado de orden público, de los ministros de Salud, Educación, Obras Públicas y Relaciones Exteriores. Los otros, por ahora, están prácticamente en el subterráneo de la realidad política nacional.

  • Se ha dicho en repetidas Administraciones que los mandos medios en la Administración Pública concentran poder y que afectan las decisiones del Presidente y sus Ministros así como en las Instituciones Autónomas. ¿Hasta dónde esto es cierto y qué impacto tiene en las directrices gubernamentales?

En los Ministerios se está atacando a los mandos medios, que estructuralmente han funcionado desde hace muchos años, que algunos, realmente, pueden ser un obstáculo para la buena gobernabilidad, eficacia y eficiencia de la Administración Pública, con el propósito de eliminarlos si se puede administrativamente, de someterlos a la dirección ministerial y ejecutiva nacional, y de publicitarlos como los diablos de la mala administración, con posibilidad de ligarlos a fuertes actos de corrupción por el atraso de sus gestiones, como ha insinuado la jefa parlamentaria del Partido de Gobierno, respecto a un grupo de funcionarios de una institución del Estado.  Una característica del autoritarismo es quitar o debilitar la autonomía de los mandos medios y ejercer más monopólicamente el poder.

El Poder Ejecutivo está efectivamente concentrado en el Presidente de la República, en todos sus Ministerios y por las acciones que impulsa quiere ejercer un control jerárquico institucional en todas la estructuras, Consejos, por ejemplo, que existen dentro de los ministerios, sin que sus jerarcas tienen importante influencia, aspecto que yo estoy de acuerdo que hay que corregir, pero la forma cómo lo está haciendo es autoritaria o arbitraria.

  • ¿De dónde se originan las atribuciones del Poder Ejecutivo centralizadas en el Presidente y proclives a la concentración del poder político?

El Poder concentrado del Poder Ejecutivo es originario de la misma Constitución Política y del resultado electoral, que no impone, como en la Asamblea Legislativa, una integración proporcional de conformidad a los partidos que participaron y a sus votos, que les da para elegir diputados a varios partidos. En el caso del Poder Ejecutivo el partido que gana las elecciones gana toda la integración.

Tampoco el actual Poder Ejecutivo es el resultado de una Coalición Política electoral que hubiera establecido una distribución de Ministerios. Ni tampoco resulta de un pacto político de fuerzas electorales de la segunda ronda donde se hubiera pactado esa distribución de ministerios.

El caso del Partido Acción Ciudadana en el 2018 del Gobierno de Unidad Nacional no respondía a un pacto político de la primera ronda electoral, y lo que surgió de la segunda, fue un acuerdo de participación, sin apoyo de partidos políticos, de figuras notables y destacadas de algunos partidos políticos, en lo que se presentó como un Gobierno de Unidad Nacional, que no tuvo ninguna repercusión importante de tipo social, político o legislativo.

Las importantes reformas legislativas que se impulsaron en el 2018 y 2019 especialmente, fueron resultado de pactos parlamentarios, donde los partidos políticos en eso representados, asumieron su responsabilidad política, pero no fueron resultado de pactos nacionales de los partidos ni fueron tampoco resultado de ese Gobierno llamado de Unidad Nacional.

En cierta manera lo pactado legislativamente por Liberación Nacional lo afectó para su triunfo en la segunda vuelta electoral, donde el escenario pintado era, por parte del actual Presidente, barrer el pasado, limpiar la mesa nacional de todas las impurezas que se le achacaban a Liberación Nacional y a su candidato, y la primera vuelta le había también permitido barrer a los otros partidos que habían gobernado el país, la Unidad Social Cristiana y a Acción Ciudadana.

Si Liberación Nacional ganó la primera vuelta fue porque, en el inmediato electoral de esa etapa, era la fuerza capaz, que se veía, de retornar a una “gobernabilidad” que se le reclamaba al Partido Acción Ciudadana y, de los candidatos existentes, Figueres se veía como el que tenía la mayor experiencia en ese sentido. Pero, sorpresivamente la salida victoriosa al segundo lugar de Rodrigo Chaves, en esa primera vuelta, hizo voltear los ojos contra lo tradicional, lo viejo y la corrupción pública que se achacaba a todos los que anteriormente habían gobernado, que representaba Figueres frente a Rodrigo Chaves con su discurso político anti partidos gobernantes. Figueres no pudo presentarse como una nueva alternativa y representando el futuro. Lo anclaron sus asesores políticos y de imagen en el pasado.

  • Durante el proceso electoral al candidato Rodrigo Chaves lo pintaron como un candidato anti sistema, como alguien disruptivo. ¿Usted ve las actuaciones del Rodrigo Chaves ahora Presidente de esa forma?

Chaves no fue a mi manera de ver un candidato anti sistema. Es pro sistema político nacional, democrático, económicamente de desarrollo capitalista, incrustado en el escenario de las relaciones internacionales capitalistas, fortaleciendo relaciones regionales de conformidad a esta visión política.

Aquí no importan, en el nuevo Gobierno, los Derechos Humanos, ni los gobiernos considerados no democráticos aunque hayan surgido de elecciones populares.

Interesan las relaciones políticas y económicas y estructuradas dentro de un conjunto de valoraciones geopolíticas de tipo capitalista, y de las grandes potencias capitalistas con las que nos relacionamos más, que el Presidente comparte.

El Presidente, además, es el que define la política exterior del país, de acuerdo a la Constitución Política.

  • ¿Y la separación de Poderes Públicos?

La separación de poderes públicos el Presidente todavía no la asimila, pero la tiene que respetar, aunque está poniéndola a prueba. Por eso ha actuado intimidatoriamente con la Corte, con el Ministerio Público, con la Contraloría General de la República. Está tanteando la situación nacional y se está echando un pulso público.

  • ¿Está doblegando el Poder Público de la Prensa y la libertad de expresión?

La prensa “canalla” como la llama el Presidente es el otro foco de su actuar autoritario. Quiere de cualquier manera que la prensa se le someta, que informe solo lo que le interesa al Poder Ejecutivo, y que la prensa deje de hacer su propio análisis, su propia investigación de los asuntos públicos, asuntos que el mismo Presidente señala como sin importancia, secundarios, solo por presentar escándalos y casos ante los Tribunales de Justicia, aun cuando dos expedientes de trámite, en el Ministerio Público, fueron promovidos por el Tribunal Supremo de Elecciones.

  • ¿Tiene el Presidente Poder suficiente para sus actos?

De los Poderes Públicos el más importante por sus efectos diarios, cotidianos, sobre todas las personas, por medio de todos sus ministerios y sus instituciones, es el Poder Ejecutivo. La Asamblea Legislativa lo que hace son leyes, y durante seis meses al año, trabaja exclusivamente para el Poder Ejecutivo.

El Presidente Chaves tendrá que lidiar por lo menos durante su primer año de gobierno con su forma de actuar, como la ha venido haciendo, y tratándose de ganar la opinión pública en ese sentido, porque el próximo año hay elecciones municipales, y el Partido Progreso Social Democrático, que es el que gobierna, no tiene una sola alcaldía en sus manos ni un solo miembro de ningún Consejo Distrital o Municipal electo, y deben participar en esas elecciones, que también miden, en cierta forma la popularidad y aceptación del gobierno, pero miden también la capacidad organizativa política del Partido gobernante, como de todos los partidos políticos. Por ejemplo, el Partido Acción Ciudadana, en sus dos gobiernos no pasó de una docena de alcaldías en sus manos lo que evidenciaba una mala organización partidaria y un inexistente vínculo de Partido y Gobierno.

La Presidenta del Partido del actual Gobierno es Diputada y tiene una enorme responsabilidad con el partido político que ella fundó, organizó y lo hizo partido gobernante en pocos meses de existencia.

De esa existencia y presencia pública va a depender la posibilidad de participar en las próximas elecciones nacionales del 2026. Pienso que harán lo posible para repetir gobierno, como lo hizo el PAC en el 2018, cuando volvió a ganar elecciones, y convertirse en una organización política permanente que juega en primera fila para ejercer gobierno.

De hecho, con el actual partido gobernante solo cuatro partidos han ejercido la Presidencia de la República desde 1982 hasta hoy, Liberación Nacional, la Unidad Social Cristiana, Acción Ciudadana y el actual Progreso Social Democrático.

Rodrigo Chaves, si no se convierte en un dictador a la fuerza violentando toda la institucionalidad, estará de acuerdo en fortalecer a su partido para que participe en las elecciones municipales, en todo el país, son 84 cantones, y en las próximas nacionales, del 2026, porque le da opción de volver a la Presidencia, una vez más por lo menos, mientras no se establezca una reforma constitucional que permita la reelección sucesiva, y que él mismo la promueva desde ahora, con la posibilidad de que esta reforma actúe de inmediato, donde él pueda volver a jugar consecutiva e inmediatamente. Esta sería su mayor actuación autoritaria jugando legislativamente.

  • ¿Está usted de acuerdo con la reelección sucesiva del Presidente de la República?

Yo he sido partidario de le elección consecutiva y de gobiernos de más largo plazo, de 5 o 6 años, con una sola posibilidad de reelección y con Referéndum revocatorio a mitad del mandato presidencial. Así me he pronunciado en distintos momentos.

Esto puede ser posible si se envía ahora la reforma constitucional, porque se lleva dos años su trámite.

En todo el continente americano y en Europa funciona la reelección consecutiva, y algunos países, por su sistema parlamentario, prácticamente de manera indefinida si así lo quieren los electores.

  • ¿Avanza el Presidente Chaves hacia un totalitarismo en lugar de un autoritarismo?

Esto no es totalitarismo. Este concepto se acuñó especialmente para calificar a los regímenes fascistas y nazistas. Más tarde se extendió para calificar al gobierno soviético, especialmente bajo el período estalinista. Sin embargo, durante la guerra mundial contra Hitler y el nazifascimo a la URSS se le consideró dentro de las potencias y países democráticos que luchaban contra el totalitarismo y la antidemocracia nazifascista.

El totalitarismo no es un problema de ideología política, es de la práctica política.

Las llamadas teorías políticas liberales, conservadoras, socialistas, comunistas, socialdemócratas o socialcristianas, como ideologías no son totalitarias.

Son totalitarios quienes en nombre de esas ideologías ejercen el poder o el gobierno de forma autoritaria, despótica, tiránica, por la forma de ejercer los actos de gobierno, o por la forma conservadora como imponen sus criterios frente al ejercicio de libertades, derechos y derechos humanos, y frente a las limitaciones que quieran imponer al régimen político de la democracia liberal y republicana, de allí las tendencias conservadoras, tradicionales o moderadas que tratan de imponer desde la acción pública.

  • ¿Se podrían ver amenazadas las libertades y derechos con un Presidente autoritario?

El ejercicio de libertades es un buen instrumento contra la corrupción, son una palanca de freno de la corrupción. Este ejercicio de libertades hace que la democracia funcione mejor.

Cuando el Presidente se enfrenta a los medios de comunicación, y a la prensa por él llamada “canalla” está limando esas posibilidades de control y de freno de la corrupción institucional, y facilitando más el ejercicio de un gobierno autoritario. El ataque constante a la prensa es una amenaza constante al libre ejercicio del periodismo.

  • ¿El caudillismo latinoamericano ha conocido líderes al estilo del Presidente Chaves?

Yo no veo al Presidente Chaves como un caudillo al estilo latinoamericano, ni siquiera lo veo al estilo de los caudillos costarricenses que llegaron hasta el siglo XX. Tampoco lo veo como un líder nacionalista, ni siquiera tampoco, al menos todavía, como un líder populista de este siglo. Por ahora un simple oportunista asaltador del Poder.

En Costa Rica desde el punto de vista nacionalista no ha habido gobiernos que impulsen esta forma caudillezca de ejercicio gubernativo, al menos desde la segunda mitad del siglo XX, aunque predominaran grandes figuras políticas.

El nacionalismo ha tenido expresión en Costa Rica especialmente en el ámbito de la cultura como un rescate de lo nacional costarricense, como un símbolo de identidad nacional, y a principios del siglo XX particularmente cuando había una presencia norteamericana invasiva en la vida nacional contra la cual se desarrollaron tendencias nacionalistas y antiimperialistas desde la acción popular, y desde algunos sectores capitalistas, y no de gobiernos, como sucedió en otros países latinoamericanos.

La tendencia autoritarista del Presidente no ha planteado la idea de un Hombre nuevo costarricense, pero ha señalado la de una nueva Costa Rica, sin definirla plenamente.

El autoritarismo en sí mismo no impone una dictadura. El autoritarismo político actual permite la existencia de otras fuerzas políticas, se da con un pluralismo político que puede ser mediatizado, que no provoca movilizaciones sociales o políticas, movilizaciones que son tan solo una expresión de una realidad existente.

  • ¿Qué elementos necesita un Presidente de la República para convertirse en autoritario?

Cualquier Presidente puede volverse autoritario. Los líderes autoritarios son carismáticos. El Presidente Chaves está en ese proceso de formación carismática, por la forma de actuar, de dirigirse a la opinión pública y de enfrentar los poderes reales, fácticos, e institucionales que puede considerar estorbos para su quehacer institucional o político.

Al Presidente le hace falta un partido político bien organizado y de masas, que puedan movilizarse en su favor de vez en cuando, o cuando lo requiera, y que él mismo se convierta en su líder real de esos seguidores partidarios. Este liderazgo no se está dando en el país. Estamos desde hace tiempo con liderazgos electorales ad hoc, de ocasión. Los liderazgos políticos nacionales han desaparecido y algunos están engavetados.

Al Presidente no se le conoce una ideología socialdemócrata. Me parece que no la tiene por ningún lado. Que pertenezca a un partido que así se llama no quiere decir tampoco que ese partido la tenga, al menos no la tiene públicamente ni la ha publicado.

El que su partido se llame socialdemócrata al que cuestiona es, principalmente, a Liberación Nacional que históricamente se levantó como un partido socialdemócrata, doctrina o teoría política a la que, en la práctica, ha renunciado, lo que permite que el partido del Presidente, y otros partidos, que participaron en las elecciones, se autodenominaran social demócratas.

  • ¿Acaso a la izquierda y otros, no le ha pasado este mismo fenómeno de identidad ideológica?

Sucede igual con la izquierda donde hay una variedad de izquierdas, y ya no hay una fuerza, o partido político, por pequeño que sea, que se autodenomine comunista, o represente las ideas comunistas, y así participe en elecciones.

La variedad de izquierdas hace que ni siquiera se presente un modelo alternativo de desarrollo dentro de la sociedad democrática costarricense. La izquierda no está bien definida política ni electoralmente. Es casi tan solo una posibilidad de tener una voz distinta en la Asamblea Legislativa, pero no hay una propuesta de toma del Gobierno por las elecciones, que no es lo mismo que tomar el Poder. Esto ha contribuido a la dispersión, al abstencionismo y al desánimo electoral.

Dentro del período de la guerra fría, hasta 1990, al menos la gente se movilizaba en oportunidad de una nueva sociedad, un nuevo modelo político y una nueva visión del desarrollo económico diferente al capitalista.

Hoy esto no está planteado claramente, y dentro de esas izquierdas hay mucho sectarismo y exclusivismo de otras izquierdas.

La lucha de clases del siglo XIX y la del siglo XX hoy no tiene esa expresión política. La clase obrera no es la misma. La clase trabajadora en muy diversa. Los sectores de clases son muy amplios y diversos.

La sociedad costarricense ha logrado mucho bienestar social, que ahora está amenazado, en peligro y debilitado, pero esos sectores sociales beneficiados no se están movilizando, como en otros países, al menos para mantener esos beneficios. Y algunas luchas como la de la jornada 4-3 ni siquiera están movilizando trabajadores del sector privado que va a ser el afectado. El sector público ya el gobierno lo excluyó de la reforma 4-3 y de hecho lo desmovilizó en esa lucha, o redujo la misma solo al cantar de los sindicatos y de unas pocas personas, como yo, que públicamente nos hemos pronunciado en contra, señalando sus impactos negativos para los trabajadores, para las mujeres, para las familias, los niños y los adultos mayores.

La desmovilización social puede ser inducida desde arriba y desde abajo, desde el gobierno y desde las bases sindicales cuando la movilización no produce resultados positivos.

La desmovilización no expresa una renuncia a la disconformidad social, ni a la lucha social, tan solo la posterga en posibilidades de que sea explosiva en sus características, como se produjo en las protestas del 2019.

Los sectores dominantes pareciera que esto es lo que están buscando. Si eso sucede puede ser como apretar un jabón, nadie sabe para donde sale o salta.

La oposición al gobierno y lo que significa se hace también emocionalmente, con el desgaste de apoyo y la mala imagen que se produce de su ejercicio.

La peor desmovilización que puede producirse es la que resulta de un conformismo pasivo de la población o de los trabajadores.

  • Recientemente se ha estado tachando al Presidente Chaves como autoritario.  ¿Tienen fundamento esas acusaciones o se trata de un estilo personal?  ¿Qué opina usted acerca de esto?

El autoritarismo del Presidente Chaves no se expresa en corporativismo político gubernamental, donde el Presidente, o desde el Poder Ejecutivo, especialmente, se oriente a una organización de trabajadores en su favor, con posibilidad de movilización, como se hizo en la Italia de Mussolini.

El control policiaco y la represión política y policial sí la va a ejercer el gobierno. Ningún gobierno anterior ha renunciado a esto, si tiene que hacerlo. En el caso actual me parece que hay una derechización de los mandos policiales, y una tendencia a una militarización de los mismos. Tampoco los gobiernos anteriores renunciaron a esa militarización en la formación de las principales autoridades al frente de la Fuerza Pública. El propio Ministerio de Seguridad ha reducido la información que tradicionalmente hacía a periodistas y medios de comunicación. Actualmente ha reducido a un escaso anuncio diario de actividades o de información que consideran publicar. Antes eran arriba de cinco comunicados diarios. Esta concentración y reducción informativa puede ser peligrosa.

El asunto de las desapariciones o hundimientos de lanchas o embarcaciones de la Guardia costera, es muy sospechoso. ¿Pudieron dárselas al narco movimiento marítimo que les toca controlar y combatir? ¿Cómo se pueden perder así no más y reducir este asunto a la posibilidad económica de su resarcimiento?

  • ¿La pobreza y otras problemáticas socioeconómicas hasta dónde favorecen las tendencias autoritarias?

La situación de pobreza del país y de los trabajadores, la caída en pobreza de amplios sectores de la clase media pueden facilitar las tendencias autoritarias del Presidente Chaves.

Hay sectores amplios de la clase media poderosos, con importante poder adquisitivo y de fuerte disfrute social, que siguen siendo un colchón de amortiguamiento de los conflictos sociales amplios antigubernativos. Sectores de la clase media todavía hacen esfuerzos por conservar su condición, pero con grandes sacrificios y endeudamientos…pero eso se acabará.

Por ahora el autoritarismo del Presidente es predecible, sin ideología ni mentalidad autoritaria, tan solo con sus actos y exclamaciones justificándolos. No necesitando un partido político, un partido único, al estilo de regímenes autoritarios, le es mejor gobernar autoritariamente sin partido oficial, y sin resistencia de calle de otros partidos, ni resistencia moral de instituciones como la Iglesia Católica.

  • ¿La Asamblea Legislativa puede jugar como un freno o un contrapeso político en el mantenimiento de la división de Poderes del Estado?

A nivel legislativo el pluralismo político es simbólico. De hecho 5 de los 6 partidos allí representados están alineados con el Gobierno, con el Presidente Chaves y con sus principales acciones políticas. Algunos diputados tienes disconformidades y oposiciones más de forma que de fondo con los temas centrales del Gobierno en la acción legislativa.

Frente al gobierno el que ha salvado la cara del Poder Legislativo en cierta forma, con la elegancia que le es propia, ha sido el mismo Presidente Legislativo, Rodrigo Arias Sánchez.

  • ¿Necesita el Presidente Chaves del Referéndum para poder gobernar?

Las consultas populares que el Presidente Chaves ofreció ya se dio cuenta que no las puede hacer, constitucional y legalmente, como él quería. Las está imponiendo en la forma de actuar. Toma una decisión, la impone, “se compra la bronca”, pone a quien haya que poner a que ejecuten lo que él dijo y de hecho se hace.

En este sentido recuerda constantemente que él gobierna para todos y no para grupos, es su sentido paternalista de auto presentarse, en bien del pueblo, impulsando acciones o combatiendo “males” o problemas sociales reconocibles, como los que llegó a restregar en la cara de los magistrados, del funcionamiento de la Corte Suprema de Justicia, o restregaba en los debates presidenciales a los otros candidatos.

Dentro de este esquema el Presidente apela, cada vez que puede, a la situación internacional, Ucrania, rusos en Nicaragua, crisis internacional del petróleo y precios que repercuten en Costa Rica, triunfo electoral de “izquierdas” como la de Colombia, que dichosamente él evitó en Costa Rica…

  • ¿Cree usted que en algún momento determinado el Presidente Chaves podría a llegar a violentar el sistema democrático costarricense, en aras de sus objetivos políticos económicos?

 No sabemos cuanto puede llegar a sacrificar el Presidente la democracia nacional si le interesa salvar el mercado, o la economía mercado, o la libertad de mercado. Por ahora la libertad de mercado con las últimas medidas relacionadas con medicamentos y granos ha hecho funcionar esta libertad de mercado en abierta contradicción con la economía monopólica de los mercados. ¿Le durará esta política?

  • ¿Se puede calificar de burócrata o tecnócrata al Presidente Chaves por su experiencia profesional y laboral y esto es positivo o negativo?

La burocracia es el poder de las oficinas, es cuando los cuadros o mandos medios de las oficinas tienen poder de decisión. Esos son los burócratas típicos y los de la definición. Equivocadamente se llama burócratas a todos los funcionarios públicos. Eso es incorrecto, son trabajadores públicos o del Estado, pero no son burócratas. Los típicos burócratas son los que, repito, tienen capacidad de tomar decisiones dentro de la administración.

A principios de la década de 1970 Rodolfo Cerdas y José Luis Vega Carballo, en sus estudios e investigaciones calificaron muy correctamente a los grupos gobernantes como “burguesía tecno burocrática”, dándole justamente ese papel. A estos cuadros medios es a los que el Presidente Chaves se está enfrentando, para eliminarlos sí, pero para él asumir el papel principal de máxima autoridad burocrática del Estado, de ser el único en la toma de decisiones que deben aplicarse verticalmente.

  • ¿Teniendo como antecedentes varios gobiernos de nuestra región, hasta dónde considera usted que el autoritarismo ha favorecido la corrupción?

El autoritarismo sin libertades o disminuidas, sin libertad de prensa, no solo favorece la corrupción sino que estimula también la cleptocracia…

Los escándalos de corrupción asociados a Obras Públicas, nacionales y municipales, que se abrieron ante la opinión pública en el gobierno pasado, se pueden multiplicar y mantener sin mandos medios favoreciéndose. Ese es un riesgo. En esos escándalos no aparecieron mezclados altas autoridades del Poder Ejecutivo involucradas, como sucede en otros países.

  • ¿Hipotéticamente, si Fabricio Alvarado hubiera triunfado, se hubiera impuesto un autoritarismo político religioso?

Eso no sucedió. No se puede especular qué hubiera sucedido. Pero puedo hacer una reflexión. No se hubiera impuesto una Teocracia, porque Fabricio no es un Pastor líder religioso que en su condición hubiera gobernado. Tampoco su religión es mayoritaria nacionalmente, ni está en capacidad, aunque hubiera ganado de imponerla como religión única, obligada y con ciertas restricciones para las otras prácticas religiosas incluida la católica. La Constitución Política en cierta forma impone que no podría gobernar como autoridad máxima civil y también religiosa. Si así fuera estaríamos ante una situación que la historia ya conoce como cesaropapismo.

  • ¿Puede mencionar algunos casos que le parezcan de autoritarismo que ha hecho el Presidente Chaves?

Brevemente se pueden mencionar los siguientes:

  1. Cuando se opuso a usar las mascarillas para evitar el contagio aéreo del COVID. Sencillamente declaró que no era obligatorio.
  2. Cuando señaló también que la vacunación ya no era obligatoria. Con estas manifestaciones impuso el no uso de la mascarilla y la no vacunación, violentando las decisiones médico científicas de la Comisión Nacional de Vacunación y de Epidemias, que es el órgano que estableció esas medidas.
  3. Cuando dijo que las pruebas FARO ya no se iban a aplicar, obligó al Consejo Superior de Educación a tomar esa decisión, metiéndose allí e imponiendo su criterio. No evalúo si las pruebas Faro eran buenas o malas.
  4. Cuando impuso el 100% de aumento de salarios a sus Ministros y Viceministros violentó la Regla Fiscal, en beneficio de ellos. Personalmente creo que los salarios de los altos funcionarios del Estado, y de los Poderes de la República, deben ser decorosos, dignos y correspondientes al alto cargo de sus funciones.
  5. Cuando visita el Ministerio Público, no solo en su condición personal sino como Presidente, para hablar con el Fiscal interino sobre sus casos, y decirle que no son importantes, y que no son procedentes de investigación, cuando dos de esos procesos los envió a su investigación el mismo Tribunal Supremo de Elecciones, descalificando a quienes interpusieron la investigación en su contra. Esta visita fue intimidatoria contra el Fiscal, contra la Institución del Ministerio Público y fue abusiva de la figura de Tráfico de Influencias, porque en cierta manera eso fue lo que fue a hacer, a presionar por su investidura ante los casos que allí se llevan donde él está involucrado, y a presionar personalmente al Fiscal interino del Ministerio Público.
  6. La actitud del Presidente en la visita de Cortesía institucional que le hizo a la Corte Suprema de Justicia, por invitación de la Corte, donde de igual manera llegó intimidante a señalar problemas de la Corte y a enfrentar a los Magistrados, y el de los Jueces de la República, con su trabajo, y en cierta manera a amenazar a los magistrados en su investidura. También fue en cierta manera tráfico de influencias, que de manera pública se expresó, por el carácter de la sesiones de la Corte Plena, de llegar a manifestar lo que en su criterio la Corte y los Magistrados deben hacer. Más recientemente la pareja presidencial de Rodrigo Chaves, hoy Jefa parlamentaria de su Partido, ha hecho  en la Asamblea Legislativa una radiografía de la Corte Suprema de Justicia, de los últimos 20 años, no solo para defender al Presidente de lo que dijo en su visita, sino para advertir y a amenazar a los Magistrados de que velará para no sean reelectos,  debilitando además la imagen de la Corte Suprema de Justicia, más allá de si sus datos eran reales o no. Obviamente El Presidente como la diputada Cisneros dejaron de lado la separación de los Poderes, para meterse en uno de ellos a decir cómo deben ejercer sus magistraturas. Desde su intervención en la Corte Plena indirectamente se le tiró encima al Tribunal Supremo Electoral, que lo tiene investigado en dos casos, porque es la Corte Plena la que elige a los magistrados electorales. De esa manera también le mandó un mensaje intimidante. Por dicha el Presidente Chaves no tiene la mayoría parlamentaria, al estilo Bukele, Ortega o Maduro, que con esas mayorías pueden hacer lo que quieran y pueden remover y nombrar las autoridades que quieran.
  7. También trató de intimidar a la Contralora General de la República tratando de ponerla de asesora directa del Poder Ejecutivo, cuando la Contraloría como institución es un órgano constitucionalmente establecido como Asesor de la Asamblea Legislativa. Pifia y media tuvo en este sentido el Presidente. La Contralora General de la República y los Magistrados son de nombramiento del Poder Legislativo y no del Ejecutivo. Se le olvidó o ignoró intencionalmente al Presidente quien los nombra. Pero su diputada estrella estará afilando el machete cuando se produzcan esos nombramientos.
  8. El decreto de liberalización de medicinas, de registro de medicinas, lo enfrenta a los Consejos Técnicos existentes que definen estos asuntos.
  9. El decreto de liberalización de granos, elimina  en cierta forma los monopolios.
  10. La prórroga del Contrato de concesión del puerto de Caldera, con las implicaciones a favor de personas allegadas a su gobierno.
  11. La forma que hizo de los nombramientos de Comisionados LGTBI, de los afrodescendientes, de los indígenas, de las personas discapacitadas y el llamado “de integración social”.
  12. Estar llamando a la prensa “canalla”, de estar azuzando contra la prensa, los medios de comunicación y los periodistas, reduciendo los niveles informativos de los ministerios, limitando la investigación periodística, limitando la participación de los periodistas en la ruedas de prensa oficiales, presionando sobre medios de comunicación y periodistas.

Esta campaña que tiene el Presidente es de las más peligrosas para el funcionamiento democrático de nuestra sociedad, nuestra vida política y ciudadana, porque tiende a evitar el control político sobre los gobernantes de las instituciones del Estado y del Gobierno.

Desearía, y quizá eso es lo que quiere, que la prensa, los medios electrónicos y los periodistas exalten o enaltezcan constantemente su figura, su persona, sin crítica alguna, y al estilo nazi tratar de vincular por medio de la prensa su autoridad con la voluntad popular.

Es una tendencia a imponer su autoridad sin consenso político, con limitación de libertades y derechos, imponiendo sus particulares intereses, aunque lo haga a nombre del pueblo costarricense.

¿La reforma a la reelección de autoridades políticas resolverá el problema?

Vladimir de la Cruz

Cuando se dispuso separar la elección de Alcaldes de la elección nacional, y le siguió la elección de los miembros de los Consejos Municipales y Distritales, en la misma dirección, primero la de Alcaldes en el 2002 y luego los otros puestos concejales, a partir del 2006, haciéndolas el mismo año electoral, pero a finales, en diciembre, luego de la nacional, que se hacía en febrero, hasta que se llegó a separar totalmente el proceso en el 2014, que de manera excepcional, se prolongaron sus mandatos por seis años, hasta el 2020, para regularizar a partir de ese año 2020, períodos nuevamente de cuatro año, acordes con los períodos presidenciales y legislativos, fue para darle mayor importancia a las Municipalidades y sus respectivos cantones. Así cada dos años habrían elecciones, unas nacionales y otras municipales, cada uno de estos procesos electorales para elegir autoridades con mandatos de cuatro años, las municipales con posibilidad de reelección consecutiva. En el 2002, 2006 y en el 2010 el impacto de las elecciones nacionales quedó grabado en los resultados de las elecciones municipales que le siguieron cuando los partidos gobernantes, Unidad Social Cristiana en el 2002, el 2006 y el 2010 obtuvieran la mayoría bastante amplia, sobre los otros partidos, de los alcaldes electos. Empezó a cambiar esta situación en el 2016, cuando el Partido Acción Ciudadana, ganador en el 2014, no tuvo el músculo político de la elección de febrero de ese año, y tuvo que enfrentar las elecciones municipales en el 2016, con dos años de gobierno en marcha, cuyo resultado municipal no se le reflejó positivamente, sin obtener mayoría política de las municipalidades, que seguían mayoritariamente en manos de los partidos Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana.

Con ello, con estas elecciones separadas, a los pueblos, conjunto de personas, de cada cantón, habitantes y electores, se pensaba en rematar en el fortalecimiento de la democracia representativa y electoral, para la mejor escogencia de sus autoridades políticas, separada su elección de la nacional presidencial y de diputados. Era para que los ciudadanos de los cantones pudieran concentrarse en sus propias autoridades, en su propio gobierno, para hacerlo más democrático, más directo, para participativo, y quizá también más efectivo. Eso sigue siendo válido.

El Código Municipal, antes que el Electoral nacional, establecía como figuras importantes la reelección consecutiva, el Referéndum, el Plebiscito y la Revocatoria de Mandato. Estas figuras poco se han practicado en el país. Los partidos políticos nacionales, que “mandan” teóricamente a los cantonales, de la misma bandera, no les ha interesado fortalecer estas figuras de movilización, de discusión y de poder ciudadano, ni a nivel local y mucho menos a nivel nacional. Algo parecido sucede a nivel nacional, con el Referéndum y el Plebiscito que son tan solo letra muerta en la Constitución Política, por esa abulia política que tienen los partidos y sus dirigentes políticos, y porque no les interesa empoderar o darle poder a los ciudadanos.

En ese sentido, en las municipalidades, se arrastraba la experiencia, la tradición y la legalidad de que las autoridades municipales podían elegirse continuamente, mientras sus electores así lo hicieran y quisieran en reconocimiento a obras de trabajo municipal y de buen ejercicio, sano, honrado y honesto, de gobierno local. Era al mismo tiempo una mejor escuela para la formación futura de dirigentes políticos nacionales, de donde podían ir saliendo hacia la Asamblea Legislativa, las instituciones del Estado, y los mismos Ministerios, con posibilidad de que algunos de estos dirigentes pudieran formarse con aspiraciones presidenciales, como resultado de una larga carrera política y administrativa, como hemos visto recientemente que han aspirado a luchas esas candidaturas nacionales. Al interior de algunos partidos importantes y nacionales, como Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana, de hecho los dirigentes municipales han acaparado la toma de decisiones importantes y se han impuesto hasta las Asambleas Nacionales quitándoles poder de nombramientos municipales y restringiendo, incluso, potestades, de los que salían candidatos presidenciales de esos partidos. Ese ha sido, como hemos venido viendo un camino a la muerte de la democracia interna de esos partidos, al autoritarismo municipal que les ha surgido, y a los cacicazgos locales, a veces con dudosos apoyos financieros municipales, y de sus campañas electorales, asociados a grupos tenebrosos de las narco mafias locales, lo que devienen en los liderazgos apadrinados por ellos originando la narco política y los dirigentes políticos sostenidos por estas redes de poder mafioso, y por la macabras y tenebrosas redes de los negocios que ellos mismos fraguan.

Los escándalos de corrupción que sacuden a algunas autoridades, personajes, municipales, nacionales y empresariales, por la telaraña que han construido con el tiempo, de favorecimientos mutuos, con perjuicio al interés público, nacional y municipal, a las obras, que resultaban mal hechas, a propósito, porque el negocio estaba también en la reparación constante de ellas, y no solo en la adjudicación de los carteles para sus construcciones, y por el daño resultante a la imagen pública de la democracia política, de los políticos, de las autoridades políticas, de los partidos políticos, a los cuales están ligados estos personajes, la confianza y fe pública en los procesos administrativos, a la seguridad jurídica que se supone debe haber en igualdad de trato para todos los ciudadanos, y para los mismos empresarios, que también algunos de ellos salieron afectados por este matrimonio y concubinato empresarial discreto, casi secreto, que habían establecido, hoy evidencia que la profundidad de este daño y de esta presencia en prácticamente en todo el país, en todas las municipalidades, especialmente donde estas empresas cuestionadas han actuado, y que deben investigarse a fondo, y con la mayor amplitud posible, si de verdad se desea acabar con esa hidra y con esos tentáculos. Recuerdo hace pocos meses en el Cantón de Santa Cruz, como la municipalidad cerró una calle pública, a Playa Mantas por favorecer intereses hoteleros locales, y la mantiene cerrada sin posibilidad para ningún costarricense, de hecho de poder llegar a esa playa por el camino existente, sobre el cual volcaron árboles para impedir el tránsito de vehículos. En este caso hasta la policía local está comprometida en este mafioso negocio, porque la misma policía impide el paso, aspecto que también debe ser investigado, como debe suceder en otros sitios.

Es igual que los negocios de las grandes construcciones, cuyos alcaldes, tiene capacidad de exonerar de ciertos pagos, que pueden ser multimillonarios según la inversión, a empresas constructoras, especialmente de condominios, y de torres condominiales, aspecto que también se puede investigar, seguro que dará positivos resultados, mientras a pequeños constructores, o a personas esas mismas autoridades municipales les ponen todas la trabas posibles para sus posibles proyectos habitacionales o de construcción. Conozco casos.

El punto en debate que se quiere introducir, casi como un distractor de la corrupción, es el de la reelección de alcaldes y de autoridades municipales, porque el de las autoridades nacionales no tiene discusión porque ya hay impedimentos de reelección consecutiva. ¿Por qué no se discute el caso de la reelección de partidos políticos, que son los que nombran y escogen a esas personas que salen malas personas? El que es pillo es pillo, el que roba poco termina robando mucho. El que tiene ocho o más años para ver que roba, tratará de robar en cuatro, si eso es lo que le ofrecen en posibilidad. Son las personas, son los candidatos los que hay que escoger, que sean buenos, correctos, honestos, honrados. ¿Pueden escogerse en un partido políticos buenos y honestos candidatos? Con limitarles el plazo de gobierno no les van a limitar su ansiedad por enriquecerse si el puesto se los permite. Con más avidez, gula y glotonería política irán. Y si están apoyados por grupos mafiosos, de cualquier naturaleza que sea, con más rapidez tratarán de actuar, hasta para dejar “herederos” del puesto, para hacer que la correa de trasmisión siga funcionando. Con limitar el plazo de gobierno de una autoridad a un solo período no van a acabar con la corrupción si no es la corrupción la que debe atacarse, si no es a los corruptos a los que se debe castigar y de manera ejemplar ante la sociedad nacional. Que el que se meta en ese camino sepa que de ser agarrado va a sufrir las máximas penas posibles.

Lo que hay en trámite legislativa son cantos de sirena contra autoridades políticas futuras pero fantasmas, suponiendo de previo que en ese futuro, que se regulará por esos cambios que se desean introducir todos los futuros alcaldes, y miembros de los consejos municipales y distritales son desde ahora concebidos de manera corrupta, salvo de que de previo demuestren lo contrario, lo cual es difícil. La corrupción se da en acto, por quien es corrupto, no de naturaleza, sino porque ha desarrollado una conducta, una moral y un ética de la corrupción, que le permite justificar lo que hace.

Con los límites al ejercicio del poder no se le está metiendo ningún límite a la corrupción ya existente. Ya lo veremos. Lo único que están haciendo algunos diputados con esa discusión es tratando de lavar su conciencia política, la de sus partidos, la de saber que ha hecho malas escogencias. Hay que dejar de hacer esas malas escogencias. ¿Pueden hacer esto los partidos? Para estas elecciones ya no lo hicieron. Veremos los malos frutos si sembraron malas semillas. Para las elecciones del 2022, de alcaldes y de consejos municipales, estaremos pendientes de por dónde va la comparsa política.

Los que están interesados en golpear partidos políticos, en esta lucha, de pronto alimentarán, con sus posiciones las tendencias autoritarias, despóticas y populistas, de cualquier tipo, quizá más peligrosas que lo que se quiere combatir hoy. La improvisación de dirigentes políticos, en todos los niveles de la vida y organización democrática, va a ser una de las variantes más peligrosas.