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Etiqueta: solidaridad

Solidaridad comunitaria

Esta imagen que les compartimos es sobre una iniciativa de solidaridad de Gerardo Bravo, vecino de Cedros de Montes de Oca, en la entrada de su casa. La idea es aportar algo a esa mesa para compartir con vecinos/as que necesitan ayuda alimentaria.

El sistema de solidaridad debe realizarse respetando el protocolo definido por el Ministerio de Salud para la circulación pública y las medidas de higiene y limpieza de bolsas y otros elementos.

Compartido con SURCOS por Marcela Zúñiga.

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El reencuentro

Ítalo Armando Fera Fallas

Esta coyuntura del Covid-19 nos ha obligado a reencontrarnos, primero con nosotros mismos, con las personas más inmediatas, nuestras comunidades e instituciones públicas. Al final con lo mejor de nuestro pueblo. A descubrir la solidaridad, la fraternidad, la justicia, el respeto a los semejantes y a todos los seres vivos, incluida nuestra madre tierra. A recapacitar y comprender lo esencial de tantos valores humanos, espirituales y ecológicos olvidados, manipulados o convertidos en palabras vacías. A reflexionar sobre nuestra historia, donde tanta agua ha pasado bajo el puente, y observar que más allá de las viejas dicotomías de izquierda y derecha, de etiquetas y de bandos, podemos descubrir tantas posiciones demagógicas de muchos líderes y dirigentes, que se sirven del poder enclavados y ausentes de ejercicios democráticos y sin coherencia ética para con sus propias organizaciones o Instituciones, sean estas cooperativas, sindicatos, ADIS, Alcaldías, Ministerios o Instituciones.

En fin, vivimos un tejido social cada vez más destruido por el individualismo, el egoísmo, la avaricia, la acumulación insaciable, venerando al dinero en este capitalismo salvaje.

Los que formamos parte del movimiento social comunal, de los nuevos emprendimientos sociales y ambientales, estamos obligados a rescatar al país: Continuando nuestra actuación en los ámbitos inmediatos personales, familiares, comunales, locales y regionales, hacia una nueva articulación nacional, que haga posible la reconstrucción de la esperanza y una nueva conciencia popular.

Se debe demostrar con hechos esa nueva referencia y sensibilidad humana y ecológica, desde un cambio personal y social simultáneo que tanto necesita nuestro país.

Enviado a SURCOS por el autor, publicado también en https://caminantedelsur.com/

Sindicato UCR fija posición sobre salarios y pensiones en carta al Presidente Alvarado

SURCOS recibió el siguiente comunicado enviado por el SINDEU al presidente de la república y a la Asamblea Legislativa:

DE: SINDICATO DE EMPLEADOS(AS) DE LA UNIVERSIDAD DE COSTA RICA-SINDEU.

PARA: PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA y ASAMBLEA LEGISLATIVA.

ASUNTO: EN DEFENSA DE LOS SALARIOS Y LAS PENSIONES de las y los trabajadores de los sectores público y privado

LUGAR: San Pedro de Montes de Oca, Ciudad Universitaria Rodrigo Facio.

FECHA: Miércoles 1 de abril de 2020

Estimado señor Presidente:

El Sindicato de Empleados de la Universidad de Costa Rica-SINDEU, se manifiesta ante usted y ante la Asamblea Legislativa, para expresar la oposición contundente, vehemente y firme, ante la política económica y social, impuesta por los grupos neoliberales y las cámaras industriales y comerciales quienes desde el Poder Ejecutivo y su gabinete, imponen medidas y acuerdos, que afectan negativamente a las grandes mayorías de la población costarricense y principalmente a la clase trabajadora.

Antes del establecimiento de la Pandemia Covid 19 y a propósito de un ataque furibundo contra los empleados públicos, particularmente de los empleados de las universidades y de la CCSS, y con el propósito de privatizar la salud pública y la enseñanza superior; también se hablaba de la venta de activos, entre otros la Fábrica Nacional de Licores (FANAL), pero también se hizo pública, como propuesta de su gobierno, la flexibilidad laboral, y una acelerada ruta a la tercerización de la clase obrera de este país.

Para nadie es un secreto que, la estrategia de los sectores del capital nacional y de las transnacionales, es coherente, consistente y progresiva. No deja resquicios, y es resultado de un largo aprendizaje histórico, en el que el poder económico logra su unidad frente a cualquier amenaza a sus jugosas tasas de ganancia.

La explotación de las personas trabajadoras alcanza ya grados extremos en extensión de horarios y/o intensidad de trabajo, a través de jornadas y formas de trabajo extenuantes, sin que medien contrataciones, con mayor remuneración.

Creemos pertinente señalar algunos puntos que son de nuestro interés y que contradicen las políticas de su gobierno, los diputados y la empresa privada:

1. La lógica que mueve la Actual Asamblea Legislativa, conduce inexorablemente a legislar a favor de lo que nosotros denominamos: El aguinaldo de las empresas y el empobrecimiento masivo del pueblo de Costa Rica. Verbigracia, el Plan Fiscal, Leyes contra el salario de diferentes sectores de trabajadores(as); un paquete de 7 leyes sumamente agresivas contra las pensiones.

2. Que en cuanto a las medidas económicas propuestas hasta ahora se reitera el carácter neoliberal y antilaboral del gobierno PAC/PUSC/PLN, cuya única propuesta es descargar en la clase trabajadora el peso económico de esta grave situación que se enfrenta.

3. Las medidas económicas hasta ahora anunciadas están concebidas particularmente para proteger al sector empresarial, y tienen como único propósito trasladar de manera impositiva a la clase trabajadora el peso económico de esta crisis, en el contexto del COVID-19

4. El conjunto de medidas tales como: Moratoria a las empresas de 3 meses del pago de IVA, del Impuesto Sobre la Renta y del Pago de Aranceles en Aduanas que podría prorrogarse hasta por 4 meses; tarifa preferencial por concepto del seguro de riesgos de trabajo para empresas menores de 30 trabajadores; la CCSS pospone hasta el 30 de junio cierre de negocios por mora en la seguridad social; se anuncia además que las tasas impositivas de la seguridad social se hagan proporcionales a jornadas reales laboradas; asimismo la posibilidad de pago diferido de las mismas. Afirman que su gobierno tiene como objetivo proteger a los sectores dominantes.

5. Con su conocimiento se aprobó en forma acelerada una flexibilización para la reducción de jornadas laborales y la suspensión de contratos de trabajo; pero además se acordó por parte del ejecutivo, suspender el “reajuste salarial” del 2020 a todo el sector público.

6. Además de las anteriores medidas, se anuncia un nuevo impuesto ahora revestido de “solidario” para trabajadores formales y trabajadores jubilados. Impuesto que, en definitiva tiene una gran carga contra las pensiones de las y los trabajadores del país.

En resumen, señor Presidente. La imposición de impuestos a la clase trabajadora y a las pensiones, la condonación de la mora producto del incumplimiento de las empresas con el régimen tributario en el que solo la YUNAI FRUIT COMPANY sale de su mora de «¢» 1 444 000 000, o sea más de un 1% del PIB.

La elusión, la evasión fiscal amén del manejo deshonesto de la deuda pública por parte de los partidos de la ética neoliberal, de la cual justamente el Partido de gobierno está involucrado, forman parte de este tejido social que nos enfrenta a indicadores muy peligrosos.

Por otra parte, queremos manifestar que en el caso de las pensiones, estas ya han sido devastadas por las imposiciones solidarias a que están sometidas y dicho sea de paso el fondo producto de las cuotas que deberían colocarse en un fondo de capitalización se han destinado, supuestamente (pues no sabemos si en verdad les va a llegar ese dinero a los sectores marginales) a favorecer a los sectores más vulnerables y en el caso de las personas trabajadoras activas manifestamos de manera enfática: el salario es una cuestión sustantiva del Contrato de Trabajo.

Señor Presidente, para su información, antes del Covid 19 ya existía un desempleo exponencial que era de 12.5%. Apoyamos toda iniciativa presupuestaria para favorecer a la familia costarricense, siempre y cuando los recursos se obtengan plata de los empresarios que ganaron y ganaron durante mucho tiempo y ahora deben resarcir en parte la deuda que tienen con la clase trabajadora por la expropiación realizada.

Sin agotar nuestra preocupación, de la manera más respetuosa le proponemos:

1-Exigir al gobierno de la república un cambio de rumbo en la propuesta económica de enfrentar esta grave crisis, para ello, debe de dejar de pensar en sólo proteger los intereses de los sectores económicos dominantes y mirar principalmente en proteger al pueblo trabajador.

2- Que los Bancos en forma solidaria presten dinero a los empresarios que supuestamente no guardaron en el período de las vacas gordas para sostener el salario de los trabajadores.

3-Rechazar contundentemente cualquier intento irresponsable del gobierno de poner nuevos impuestos al salario y a las pensiones, ello significa ni más ni menos acentuar la vulnerabilidad de los sectores laborales del sector público y privado, que en este momento enfrentan una gran incertidumbre sobre su futuro porque se desconoce el desenlace de esta crisis.

4-Exigir al gobierno abrir los espacios de diálogo con el movimiento sindical y específicamente con el sector de la educación y la universidades públicas, a fin de trabajar en la búsqueda de propuestas que garanticen medidas de emergencia equilibradas y principalmente orientadas a proteger a los sectores sociales vulnerables de nuestra patria, a las grandes mayorías del país, ya de por sí empobrecidas y bajo el temor de la pandemia del COVID-19.

De nuestras consideraciones y con respeto, atentamente,

JUNTA DIRECTIVA CENTRAL – SINDEU

En pro de la solidaridad, frenando la desigualdad

Hacemos un llamado vehemente para que se abra un espacio de diálogo centrado en la la participación amplia de la ciudadanía, con miras a impulsar en el país un conjunto de políticas que procuren el bienestar de la mayoría y, particularmente, de quienes sufren en mayor grado el impacto de esta crisis. Firmar petición aquí: https://forms.gle/kheVUuaXqxvgtkWr8

Comunicado:

En esta crisis por la pandemia Covid-19, desde el fondo de nuestros mejores valores como nación (los que celebraremos en el Bicentenario), damos un paso adelante para decir que la gente debe estar primero, y antes que nadie, las personas más vulnerables.

Aplaudimos los esfuerzos sanitarios en curso, con el liderazgo de nuestras instituciones públicas, y subrayamos que estos son tiempos para la solidaridad. Es un momento crítico para fortalecer y nunca debilitar los ejes esenciales de nuestro Estado Social de Derecho y las instituciones que lo sustentan.

Además de lo sanitario, y complementándolo, decimos que los esfuerzos del país, incluidos los del gobierno, deben ser proteger a la población, en lo económico, lo social y lo emocional: garantizar que la cuarentena -requerida rigurosamente para detener la expansión acelerada del coronavirus- sea posible en quienes no tienen un ingreso que les permita satisfacer sus necesidades y servicios básicos (agua, alimentación, luz, vivienda, Internet).

Llamamos a todos los sectores que tienen sus ingresos y necesidades satisfechas, que sí pueden ponerse en cuarentena mientras dure la crisis sanitaria, para que contribuyan solidariamente: grandes contribuyentes, grandes empresas que no contribuyen lo que les corresponde (gracias a amnistías tributarias o declaración de cero ganancias), empresas de zonas francas y empresas exportadoras, comerciantes que están viendo aumentar sus ingresos en estos momentos, personas con salarios y pensiones netas altas de los sectores público y privado, y profesionales liberales.

Los esfuerzos que se despliegan deben enfocarse en esto. No deben reforzar los subsidios para quienes ya tienen ventaja, sino dedicarse prioritariamente a garantizar la cuarentena de quienes no tienen cómo sufragarla y a fortalecer las instituciones que están haciendo gastos extraordinarios al frente de la atención a la emergencia. Debemos priorizar el uso de los recursos en la cuarentena y el apoyo a todas las personas que ven seriamente comprometidos sus medios de subsistencia. En los momentos actuales es imprescindible revertir los procesos que promueven la inequidad y la desigualdad, los cuales han prevalecido en el país en las últimas décadas.

Están sobre la mesa propuestas complementarias que debemos abordar y ejecutar sin dilación, con un espíritu de inclusión solidaria e integración nacional; entre ellas, las siguientes: el diferencial aprovechable por la baja en el precio internacional del petróleo; recargos temporales a los impuestos de renta en sus diversos componentes; impuesto sobre rentas y ganancias de capital; impuestos sobre bienes de lujo; intervención del Banco Central en el mercado secundario de deuda para reducir los gastos por intereses; promoción de un plan nacional de producción de alimentos; impulso de un plan de recuperación económica, adelantando rápidamente una estrategia con el sistema financiero internacional, que ya está proponiendo aplazar el pago de deudas y nuevos recursos no solo para atender la pandemia, sino también para el día después, a la hora de recomponer el tejido económico y social de nuestro país. Estos son tiempos para la solidaridad, no para la mezquindad.

Las organizaciones y personas abajo firmantes hacemos un llamado vehemente para que se abra un espacio de diálogo centrado en la participación amplia de la ciudadanía, con miras a impulsar en el país un conjunto de políticas que procuren el bienestar de la mayoría y, particularmente, de quienes sufren en mayor grado el impacto de esta crisis.

Concretamente, solicitamos al señor presidente de la república una reunión para discutir y analizar los temas aquí planteados.

*Además de las personas y organizaciones abajo firmantes, quienes quieran suscribir este documento lo pueden hacer en el siguiente enlace: https://forms.gle/kheVUuaXqxvgtkWr8

  1. Alianza por una Vida Digna
  2. José Manuel Arroyo Gutiérrez, cédula 103991073, ex-magistrado y Catedrático UCR.
  3. Jorge Arturo Chaves Ortiz, cédula 1-0413-0957, Coordinador del programa L. J. Lebret de Economía Humana, del Centro Dominico de Investigación (CEDI), y Director de este mismo Centro.
  4. Álvaro Fernández González, cédula 104330981, músico, filósofo, sociólogo, profesor jubilado UCR-UNA.
  5. Héctor Ferlini-Salazar, cédula 104540856, comunicador y docente, director de SURCOS
  6. José María Gutiérrez Gutiérrez, cédula 104610499, Microbiólogo, profesor emérito Universidad de Costa Rica.
  7. Oscar Jara Holliday, cédula 800780568, sociólogo y educador popular.
  8. Nancy Piedra Guillén, cédula 105860455, Directora del Programa de Posgrado Centroamericano y profesora de la Escuela de Sociología de Universidad de Costa Rica.
  9. Francisca Raventós Vorst, cédula 900360482, socióloga, activista, profesora jubilada Universidad de Costa Rica.
  10. Jorge Alberto Rojas Rojas, cédula 105640230, académico Universidad Nacional.
  11. Luis Paulino Vargas Solís, cédula 203270373, economista, director del Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE-UNED).
  12. Walter Antillón Montealegre, cédula 102210295, Abogado y profesor jubilado.
  13. Elizabeth Aguilar Aguirre, cédula 401140430, Msc. Salud Pública.
  14. Héctor Hernán Hermosilla Barrientos, cédula 800930507, Sociólogo, pensionado.
  15. Jaime Ordoñez Chacón, Cédula 105370458, Director del Instituto Centroamericano de Gobernabilidad y Catedrático de la Universidad de Costa Rica.
  16. Bernal Herrera Montero, cédula 104530160, Profesor Emérito Universidad de Costa Rica
  17. Edgardo Moreno Robles, cédula 800860006, Profesor Emérito Universidad Nacional
  18. Alexander Jiménez Matarrita, cédula 106070350, Filósofo.
  19. Henning Jensen Pennington, cédula 800410334, Rector, Universidad de Costa Rica.
  20. German Masís Morales, cédula 302250625, Profesor jubilado de la Universidad Nacional y coordinador de Alterdes.
  21. Bernal Monestel Ramírez, cédula 104910937, Productor radiofónico y emprendedor.
  22. Melania Monge Rodríguez, cédula 105370482, Profesora jubilada Universidad de Costa Rica
  23. Ana Lucía Hernández Díaz, cédula 105720842, Politóloga, investigadora jubilada Universidad de Costa Rica.
  24. Edgar Gutiérrez Espeleta, cédula 104530822, Ministro del Ambiente y Energía 2014-2018, Presidente de la Segunda y Tercera Asambleas de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Catedrático jubilado Universidad de Costa Rica
  25. Alfredo Antillón Montealegre, cédula 103620504, profesor pensionado de Química, músico.
  26. Adrián Pinto Tomás, cédula 109880178, Profesor Catedrático, Escuela de Medicina e investigador, Universidad de Costa Rica.
  27. Víctor Hugo Porras Bolívar, cédula 052040443, Escritor y promotor cultural.
  28. Flora Fernández Amón, cédula 105230903, Empresaria.
  29. Camilo Retana Alvarado, cédula 111900679, Director del Posgrado en Artes de la Universidad de Costa Rica
  30. Manuel Rojas Bolaños, Cédula 102630897, sociólogo, profesor jubilado de la Universidad de Costa Rica, profesor investigador de la FLACSO Costa Rica
  31. Irma Arguedas Negrini, cédula 104830499, Orientadora y docente Universidad de Costa Rica.
  32. Lorena Sáenz Segreda, cédula 104790371, Psicóloga, profesora jubilada de la Universidad de Costa Rica.
  33. Roberto Salom Echeverría, cédula 104430579, Sociólogo, profesor universitario jubilado.
  34. Marcelo Gaete Astica, cédula 800680971, Antropólogo, investigador del Departamento de Estudios e Investigación Educativa, Ministerio de Educación Pública.
  35. Walter Benavides Hernández, cédula 401580292, Compositor, guitarrista, cantautor, gestor cultural, productor, dibujante.
  36. J. Amando Robles Robles, cédula 800520054, Investigador del Centro Dominico de Investigación (CEDI).
  37. Ana Lorena Salmerón Alpízar, cédula 203670966, Bióloga docente de la Universidad Técnica Nacional.
  38. José Antonio Chaves Villalobos, cédula 203960191, Abogado independiente.
  39. Alberto Salom Echeverría, cédula 104430578, Politólogo, Rector Universidad Nacional.
  40. Mariano Sáenz Vega, cédula 302200485, Sociólogo, docente e investigador del Centro de Investigaciones Antropológicas de la Universidad de Costa Rica.
  41. Carmen Camacho Rodríguez, cédula 401100275, Socióloga, académica universitaria jubilada.
  42. Flory Bárbara González Trejos, cédula 104280981, Educadora pensionada.
  43. Manuel Monestel Ramírez, cédula 103880206, Músico, Sociólogo pensionado, Cátedra de Estudios de África y el Caribe, Universidad de Costa Rica.
  44. Ana Beatriz Fernández González, cédula 106250678, Periodista y actriz.
  45. Paulo E. Coto Murillo, cédula 110560998, Sociólogo, investigador y docente, UNED y UCR.
  46. Marco Antonio Quesada Aguilar, cédula 106210600, Músico, compositor, profesor de Etapa Básica de Música de Santa Cruz. Premio Nacional Aquileo J. Echeverría 1988.
  47. Guillermo Acuña González, cédula 401500090, Académico Universidad Nacional.
  48. Esteban Arias C., cédula 113690417, Docente Universidad de Costa Rica.
  49. Daniela Yovann Mora, cédula 107410325, Estudiante.
  50. Alberto Cortés Ramos, cédula 900750815, Catedrático Universidad de Costa Rica.
  51. Ligia María Sanabria Salazar, cédula 105980019, Profesora de Educación Musical.
  52. Rishi Vaccari Mora, cédula 113560182, Especialista en compras y proveeduría.
  53. Anthony García Marín, cédula 112820451, Investigador Centro Agenda Joven, UNED.
  54. Nidia Rivera González, cédula 2334804, Ingeniera Agrónoma, Licenciada en Enseñanza de la Ciencia.
  55. Oscar Fernández González, cédula 103620592, Sociólogo y filósofo, Profesor Catedrático Universidad de Costa Rica.
  56. Roxana Hidalgo Xirinachs, cédula 105970626, Directora Doctorado en Estudios de la Sociedad y la Cultura, Universidad de Costa Rica.
  57. Allan Mauricio Cerna Castro, cédula 800650055, Médico pensionado de la Universidad de Costa Rica.
  58. Francisco J. Enríquez Solano, cédula 104990170, Profesor Emérito Universidad de Costa Rica.
  59. Nuria Sáenz Gómez, cédula 105860416, Educadora retirada.
  60. Sofía Guillén Pérez, cédula 115040735, Economista.
  61. Jorge Zeledón Pérez, cédula 108540279, Profesor Universidad de Costa Rica.
  62. Cristina Araya Umaña, cédula 401400589, Socióloga y Máster en Estudios de Población.
  63. Gustavo Gutiérrez Espeleta, cédula 106600352, Biólogo, Catedrático Universidad de Costa Rica.
  64. Oscar Alpízar, Confraternidad Guanacasteca, cédula jurídica 3102395766.
  65. Eugenia Molina Alfaro, cédula 203700625, Universidad de Costa Rica.
  66. Karol Montero Rony, cédula 111080959, Gestora sociocultural.
  67. Alejandro Navarro Cruz, cédula 304780672, Gestor de proyectos, sector cafetalero.
  68. Rafael Aguilar Chaves, cédula 491350260, Psicólogo clínico.
  69. Verónica Sheehan, 184001211017, Asociación para la Sostenibilidad Rural de Costa Rica.
  70. Verónica Shehann, 184001211017, Comunidades Unidas para un Desarrollo Ecológico Sustentable.
  71. Adriana Monge Arias, cédula 205430266, Trabajadora Social.
  72. Víctor Hugo Acuña Ortega, cédula 103730844, Historiador, Profesor Emérito Universidad de Costa Rica.
  73. Ligia Martín Salazar, cédula 104090849, Antropóloga Social.
  74. Ilka Treminio Sánchez, cédula 800700432, Profesora Escuela de Ciencias Políticas Universidad de Costa Rica.
  75. Henriette Raventós Vorst, cédula 105820312, Profesora universitaria.
  76. Ana Tristán Sánchez, cédula 105130593, Psicóloga y pedagoga, jubilada del Poder Judicial.
  77. William Alvarado Jiménez, cédula 601100026, Profesor Catedrático, Escuela de Matemática, Universidad de Costa Rica.
  78. Adriana Laclé Murray, cédula 103820809, Médico Internista y Catedrática pensionada de la Universidad de Costa Rica.
  79. Javier Contreras Rojas, cédula 502970151, Médico psiquiatra.
  80. María del Carmen Carro Barrantes, cédula 106000363, Socióloga.
  81. Eva Carazo Vargas, cédula 108930621, Investigadora y activista social ecofeminista.
  82. Montserrat Sagot Rodríguez, cédula 203410034, Directora CIEM, Universidad de Costa Rica.
  83. Luis Del Valle Carazo, cédula 104171457, Médico Forense jubilado.
  84. Anacristina Rossi, cédula 104070914, Escritora.
  85. Carlos Sandoval García, cédula 106390524, Profesor Universidad de Costa Rica
  86. Dionisio Jorge Cabal Antillón, cédula 104250831, Músico escritor.
  87. Viviana Carazo Vargas, cédula 109240674, Docente universitaria.
  88. Natalia Dobles Trejos, cédula 110790825, investigadora CICDE, UNED.
  89. Lidieth Garro Rojas, cédula 602270142, Comunicadora y profesora universitaria.
  90. Marielos Giralt Bermúdez, cédula 102980926, Profesora jubilada Universidad de Costa Rica
  91. Backtori Golen Zúñiga, cédula 112920729, Investigadora (CICDE), Trabajadora social y educadora popular.
  92. Juan Antonio Gutiérrez Slon, cédula 112450785, Sociólogo e historiador, investigador CICDE, UNED.
  93. Vania Solano Laclé, cédula 109660507, Docente Escuela de Antropología, Universidad de Costa Rica.
  94. Francis Muñoz Calvo, cédula 114490629, investigador CICDE, UNED.
  95. Dagoberto Núñez Picado, cédula 023330608, Investigador CICDE, UNED.
  96. José María Oviedo Chaves, cédula 105060146, Secretario Nacional Unión Nacional de Productores Agropecuarios Costarricenses.
  97. Jimmy Ortiz Chinchilla, cédula 105540183, Artista, maestro de arte y coreógrafo, varios premios nacionales, docente Universidad de Costa Rica.
  98. Rosaura Chinchilla Calderón, cédula 107260142, Abogada, docente Universidad de Costa Rica.
  99. Saray Córdoba González, cédula 104380311, Bibliotecóloga, profesora jubilada Universidad de Costa Rica.
  100. Arabella Salaverry Pardo, cédula 900290602, Escritora y actriz, Premio Nacional de Literatura Aquileo Echeverría.
  101. Giselle Boza Solano, cédula 302420648, Abogada y periodista, Coordinadora del Programa Libertad de Expresión (PROLEDI) y docente Universidad de Costa Rica.
  102. Ana María Botey Sobrado, cédula 104730692, Profesora Catedrática jubilada Universidad de Costa Rica.
  103. Rafael López Alfaro, cédula 401490119, Presidente de UNEDPRO.
  104. Dany Villalobos, cédula 206430273, por la Alianza de Comunidades por la Defensa del Agua en Puntarenas.
  105. Andrea Alvarado Vargas, cédula 205420230, Periodista, Directora de la Oficina de Divulgación e Información de la Universidad de Costa Rica
  106. Yolanda Bertozzi Barrantes, cédula 103990589, Abogada, teóloga y poetisa.
  107. Ana Marcia Aguiluz Soto, cédula 109280731, Abogada, consultora internacional y exdirectora del Programa para Centroamérica y México del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional.
  108. Gerardo Chavarría Vega, cédula 104000724, Comunicador, Premio Nacional Pío Víquez 2010.
  109. Norman José Solórzano Alfaro, cédula 204050106, Académico universitario.
  110. Arnoldo Mora Rodríguez, cédula 900090046, Doctor en Filosofía, catedrático emérito Universidad de Costa Rica, exministro de Cultura.
  111. María Elena López Núñez, cédula 103410135, Médica pediatra, salubrista, pensionada, exministra de Salud.
  112. Quince Duncan Moodie, cédula 102810201, Escritor y educador, catedrático Universidad Nacional, Premio Nacional de Novela Aquileo J. Echeverría.
  113. Mariana Alpízar Guerrero, cédula 114340079, Psicóloga Social, Presidenta Asociación Voces Violeta.
  114. Miguel Ángel Sobrado Chaves, cédula 102940994, Sociólogo e investigador, fundador de la Escuela de Planificación y Promoción Social Universidad Nacional.
  115. Me Pasó en la UCR.
  116. Yasy Morales Chacón, cédula 110410576, Coordinadora Programa de Economía Social Solidaria, Escuela de Sociología, Universidad de Costa Rica.
  117. Mario Devandas Brenes, cédula 103420692, Economista, representante de los trabajadores en la junta directiva de la CCSS.
  118. Manuel Antonio Solís Avendaño, cédula 104090243, Sociólogo, Premio Nacional de Ensayo y Premio Nacional de Historia.
  119. Allen Cordero Ulate, cédula 302170094, Director Escuela de Sociología, Universidad de Costa Rica.
  120. Luis Felipe Arauz Cavallini, cédula 104860636, Ingeniero Agrónomo, Decano Facultad de Ciencias Agroalimentarios Universidad de Costa Rica, exministro de Agricultura y Ganadería.
  121. RedESS Costa Rica (Red de Economía Social Solidaria).
  122. COKOMAL (Consumo y Comunicación Alternativa).
  123. Luisa Paz Jiménez, cédula 801080229, Antropóloga, profesora e investigadora UNED.
  124. Carol Moreira Campos, cédula 111780654, Comunicadora.
  125. Pamela Campos Chavarría, cédula 113450315, Antropóloga y gestora sociocultural, Programa Gestión Local UNED.
  126. Daniela Mora Parra, cédula 114850340, Actriz, educadora no formal y gestora cultural.
  127. Ana Carcedo Cabañas, cédula 800470010, Presidenta de CEFEMINA.
  128. María José Chaves Groh, cédula 110810478, Feminista, socióloga y docente universitaria.
  129. Javier Sánchez Valverde, cédula 106440950, Biólogo FECON.
  130. Agustín Gutiérrez Carro, cédula 112250576, Abogado, defensor público y docente universitario.
  131. Virginia María Acuña Montero, cédula 104490534, JPIC/Claret/Costa Rica (Justicia, Paz e Integridad con la Creación).
  132. Ricardo Jiménez Montealegre, cédula 105930310, Biólogo Marino, Vicedecano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad Nacional.
  133. Red Costarricense de Agricultura Ecológica
  134. Colectiva Produ Feminista, TEC.
  135. Rotsay Rosales-Valladares, cédula 107410325, Catedrático, Universidad de Costa Rica.
  136. Nora Garita Bonilla, cédula 103820064, catedrática jubilada Universidad de Costa Rica
  137. Roxana Flores Martínez, cédula 602750480, en representación de la Asociación Administradora del Acueducto Rural del Asentamiento Orocú.
  138. Víctor Madrigal Sánchez, cédula 502010030, vecino de San Pablo de Heredia, teólogo de la Universidad Nacional.
  139. Marino Marozzi Rojas, cédula 104500817, catedrático UNA-UCR-UNED, economista, consultor.
  140. Mujeres en Acción
  141. Rodrigo Soto González, cédula 106940205, escritor, Premio Nacional de Poesía.
  142. Gilda Segreda Sagot, cédula 1416662, profesora pensionada Escuela de Arquitectura, UCR.
  143. Jorge Rovira Mas, cédula 800350073, sociólogo, profesor emérito Universidad de Costa Rica.
  144. Ma. Cecilia Romero Agüero, cédula 102600938, socióloga, catedrática UCR.
  145. Emilia Molina Cruz, cédula 104110201, exdiputada, Trabajadora Social, profesora jubilada de la UCR.
  146. Ana Cecilia Escalante Herrera, cédula 103600701, Socióloga y Administradora Publica, profesora Emérita-UCR
  147. Esteban Campos Méndez, cédula 110490153, Planificador Económico y Social
  148. Rodrigo A. Solórzano Soto, cédula 205470814, Profesor de Filosofía
  149. Marlin Óscar Ávila Henríquez, cédula 103340060, Analista Sociopolítico
  150. William Mena Villalobos, cédula 114020167, Estudiante
  151. Juan Carlos Cruz Barrientos, cédula 104160403, Comunicador Social
  152. Rodrigo Campos Cordero, cédula 108560885, Sociólogo, Académico y profesor universitario
  153. Javier Francisco Cambronero Arguedas, cédula 2406127, Educador
  154. Dorisa Ballestero González, cédula 304010908, Administración pública
  155. María Lorena Villalobos Solís, cédula 105320391, Abogada
  156. Rafael Ángel Fernández Mora, cédula 104290552, Abogado y Archivista
  157. Andrea Monge Acuña, cédula 110500470, Ama de casa
  158. Tamara Briceño Escalante, cédula 107120104, Ingeniera Industrial
  159. Hernán Alvarado Ugarte, cédula 601290416, Entrenador
  160. Luis Enrique Soto Vargas, cédula 604240914, Estudiante Informática Empresarial UCR
  161. Raúl Venegas Castro, cédula 502040764, Técnico Farmacia
  162. Isabel Avendaño Flores, cédula 106020245, Decana, Facultad de Ciencias Sociales
  163. Pedro Monge Fernández, cédula 114780314, Sociólogo
  164. Guido Antonio Barrientos Matamoros, cédula 105890096, Agroecólogo
  165. Patricia Salgado Muñoz, cédula 104180050, Antropóloga, Jubilada
  166. José Francisco Alfaro Carvajal, cédula 105180468, Abogado
  167. Rolando Vargas Arrea, cédula 104500610, Médico Pediatra
  168. Sonia Navarro Solano, cédula 104220671, Pensionada
  169. Cindy Alejandra Castro Brenes, cédula 111390258, Administradora de empresas 
  170. Gustavo Enrique Cabrera Vega, cédula 302220901, Activista x DDHH y Abogado
  171. Javier Antonio Torres Vindas, cédula 109040703, Docente e investigador
  172. Ítalo Fera Fallas, cédula 1548350, Sociólogo
  173. Diana Moraga Vásquez, cédula 111450188, Abogada
  174. Madelaine Martínez Rojas, cédula 106020547, Actriz y docente
  175. Álvaro Vega Sánchez, cédula 202841409, Jubilado UNA
  176. María Alejandra Solórzano Castillo, cédula 110700547, Académica Escuela de Filosofía
  177. Ligia Mayela Arce Quesada, cédula 105220971, Abogada y Notaria
  178. Isabel Ducca Durán, cédula 105640060, Jubilada Universidad Nacional
  179. Christian Zamora Dahmen, cédula 800520662,
  180. Marisol Gutiérrez Rojas, cédula 105720906, Profesora Catedrática
  181. Olman Villarreal Guzmán, cédula 502220415, Director Programa de Posgrado en Evaluación de Programas y Proyectos de Desarrollo
  182. Aquiles Jiménez Arias, cédula 401060538, Pensionado
  183. Oscar Madrigal Jiménez, cédula 202560766, Abogado
  184. Gabriel González Vega, cédula 105250121, Académico jubilado de la UNA; crítico y productor de cine
  185. Pablo Díaz González, cédula 205960614, Psicólogo e Investigador
  186. Alfredo Jones León, cédula 104670555, Jubilado
  187. Julia Ardón Morera, cédula 203860415, Comunicadora y Comerciante
  188. Marvin Amador Guzmán, cédula 106730592, Comunicador y Docente de la UCR
  189. Ana Lorena Camacho De la O, cédula 401370180, Socióloga
  190. Yendrily Porras Calderón, cédula 111420468, Derecho
  191. Roberto Antillón Freer, cédula 105700937, Músico y Educador
  192. Carlos Andrés Manavella Cavallero, cédula 103200093017, Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
  193. Juan José Cordero Solís, cédula 113530011, Médico Profesor
  194. María Gabriella D’Arsié Tonon, cédula 401189276, Psicóloga Clínica
  195. Gerardo Mora Burgos, cédula 103640085, Catedrático de la UCR Pensionado
  196. Kyara Sofia Cascante Suárez, cédula 118880719, Activista, Emprendedor y Estudiante
  197. Juan Agustín Salas Rojas, cédula 205460757, Técnico
  198. David Loría Masís, cédula 109520967, Profesor e Investigador
  199. Federico Porras Chavarría, cédula 115560639, Estudiante de Agronomía en la UCR
  200. Gina Sibaja Quesada, cédula 107010863, Politóloga
  201. Rodrigo Alfaro Monge, cédula 202610177, Catedrático Jubilado UNA-UNED
  202. Manuel Jiménez Rodríguez, cédula 111630899, Técnico en Microscopía
  203. Sandra Araya Umaña, cédula 401310102, Profesora Catedrática
  204. Ariel Hidalgo Solano, cédula 1968530, Arquitecto, Profesor y Emprendedor
  205. Vilma Leandro Zúñiga, cédula 303360920, Psicóloga
  206. Ana Nicté Castillo Delgado, cédula 402270830, Socióloga y Gestora Cultural
  207. Ivannia Hernández Ramírez, cédula 108950475, Emprendedora Artística
  208. Shirani Jossué Rojas Castrillo, cédula 110190231, Abogado
  209. Warner Alpízar Alpízar, cédula 205250023, Profesor Universitario
  210. Silvia Arguedas Negrini, cédula 900260740, Profesora Educ. Especial Pensionada
  211. Francisco Cordero Gené, cédula 103320363, Jubilado Relaciones Internacionales
  212. Orlando Amaris Cervantes, cédula 800820603, Investigador Social
  213. Lucía Figueroa Protti, cédula 113570278, Docente y Investigadora Universitaria
  214. Reina Arroyo Quirós, cédula 205940345, Docente y Cantautora
  215. Euclides Hernández Peñaranda, cédula 106360324, Docente
  216. César Moya Aburto, cédula 603720175, Investigador CICDE UNED
  217. Roxana Serban NIO, cédula 112400073702, Coordinadora de Proyectos Socio-Ambientales
  218. Alexander Rojas Parajeles, cédula 107130292, Documentalista
  219. Silvia Arce Villalobos, cédula 111000038, Profesora Universitaria y Artista
  220. Mauricio Penagos Villegas, cédula 800770437, Músico
  221. Óscar Daniel Espinoza Ramos, cédula 204160598, Artista Independiente
  222. Alberto Gutiérrez Arguedas, cédula 113690344, Profesor
  223. Ronald Díaz Vargas, cédula 105870283, Periodista y Productor Audiovisual
  224. Walter Benavides Hernández, cédula 401580292, Músico, Productor y Gestor Cultural
  225. Amilcar Luna Palma, cédula 132000288702, Sociólogo
  226. Ricardo Araya Montero, cédula 202590881, Jubilado
  227. José Hernández C., cédula 111370395, Técnico en Producto y Reaseguro
  228. Ma. Auxiliadora Vega Bustos, cédula 1692037, Docente
  229. Graziella Blanco Coto, cédula 104620007, Juez Tribunal de Flagrancia. Jubilada
  230. Natalia Serrano Álvarez, cédula 113200174, Socióloga y Gestora Cultural
  231. Carlos Campos Rojas, cédula 106050202, Sociólogo
  232. Millaray Villalobos Rojas, cédula 109340412, Antropóloga
  233. Catarina Goldoni Ruiz, cédula 103850510, Jubilada Universidad Nacional
  234. Shi Alarcón Zamora, cédula 112910818, Socióloga
  235. Dagmar Facio Fernández, cédula 103390511, Activista
  236. Tatiana Facio Fernández, cédula 103700960, Psicóloga
  237. Montserrat Salas Segreda, cédula 110020530, Maestra
  238. José Joaquín Marín Mora, cédula 1539231, Pintor
  239. Marielos Aguilar Hernández, cédula 301920768, Profesora Catedrática de la UCR Jubilada
  240. Herbert E. Contreras Vásquez, cédula 601200237, M.Sc.Ing. Ambiental
  241. María Chaves Villalobos, cédula 206400152 Académica de la UNA
  242. Leonidas Villalobos Morales, cédula 103921406, Ing. Agrónomo
  243. Victor Soto Miranda, cédula 107900656, Activista Ciudadano
  244. Isabel Viales Cabalceta, cédula 5501990187, MEP
  245. Marlon Freeman Salazar, cédula 112270189, Estudiante
  246. Dorsyne Caravaca Villegas, cédula 501850756, Coordinadora Judicial
  247. Yerling Ruiz Vásquez, cédula 603040331, Comunicadora Social
  248. Sara Villegas Villarreal, cédula 602180471, Estudiante
  249. Casilda Sancho Barrantes, cédula 202410142, Jubilada
  250. Roberto Zeledón Arias, cédula 106000540, Asesor legislativo
  251. Alejandro Navarro Cruz, cédula 304780672, Sociólogo
  252. Hannia Franceschi Barraza, cédula 601230166, Trabajadora Social.
  253. Elizabeth Rodríguez Jiménez, cédula 203850652, Economista
  254. Ana Lorena Hidalgo Solís, cédula 104680075, Psicóloga
  255. Maricela Morales Mora, cédula 104800252, Profesora
  256. Sandra Cartín Herrera, cédula 203430634, Socióloga Jubilada
  257. Graciela Villalobos Mora, cédula 115850560, Diseñadora
  258. Roxana Gómez Zúñiga, cédula 1646922, Antropóloga
  259. Gerardo Lazcares Jiménez, cédula 1376797, Ex Subdirector OIJ
  260. Milena Grillo Rivera, cédula 103410303, Especialista Derechos de Niñez y Adolescencia
  261. Guiomar del Rocío Martín Tedman, cédula 103550418, Jubilada
  262. Idahyma Barrantes Fernández, cédula 105730729, Dra. Psicología
  263. Neddy Zamora Chacón, cédula 104001406, Socióloga Pensionada
  264. María Teresa Solís Zamora, cédula 1407239, Abogada
  265. Dhariana Cárdenas Guevara, cédula 112670075, Socióloga
  266. Ernesto Lara Carrillo, cédula 103070121, Pensionado
  267. Patricia Carrillo Valverde, cédula 105860900, Psicóloga y Docente Pensionada del MEP
  268. Silvia Salgado González, cédula 104670993, Antropóloga
  269. Alejandra Fernández Bonilla, cédula 105740192, Periodista
  270. Yanury Chaves Solano, cédula 104011495, Educadora Pensionada
  271. Marianela Vargas Acuña, cédula 107010522, Psicóloga
  272. Eddy Hernández Sandino, cédula 109820649, Psicólogo
  273. Walter Hilje Matamoros, cédula 205500659, Sociólogo, Docente e Investigador
  274. Sebastián Coto Murillo, cédula 113900221, Estudiante Maestría Académica de Filosofía UCR
  275. Fernando Lizana Moreno, cédula 800720990, Ingeniero en Electrónica
  276. Ana Lucía Gutiérrez Espeleta, cédula 105610866, Jubilada
  277. José Manuel Cerdas Albertazzi, cédula 501950539, Historiador Catedrático Jubilado
  278. Rosa María Muñoz Varela, cédula 601520211, Docente
  279. Carolina Méndez Araya, cédula 106620439, Ama de casa
  280. Saskia Rodríguez Steichen, cédula 108570902, Docente y funcionaria del Gobierno
  281. Mario Salazar Montes, cédula 111690405, Profesor
  282. Jonathan Acuña Soto, cédula 402020231, Economista
  283. Mónica Bravo Herrera, cédula 110550200, Educadora
  284. Vernor Arguedas Troyo, cédula 900130121, Matemático
  285. Leila Marcela Sánchez Cortés, cédula 107860493, Promotora Política
  286. Sergio Rojas Camacho, cédula 108040259, Exportador PYMES
  287. Yajaira Sibaja López, cédula 701320072, Empresaria
  288. Macarena Barahona Riera, cédula 1526207, Investigadora y Poeta
  289. Gabriela Masís Moya, cédula 302500682, Periodista
  290. Minor Germán Vargas Gutiérrez, cédula 104041058, Juez Penal Jubilado
  291. Hernán Sánchez Guevara, cédula 104190636, Abogado y Notario Jubilado
  292. Omar Arrieta Chavarría, cédula 501431027, Geógrafo
  293. Enid G. Cruz Ramírez, cédula 2318599, Pensionada
  294. Ana Trejos Trejos, cédula 104470409, Consultora Independiente
  295. Víctor Salazar Montes, cédula 112100325, Abogado
  296. Elsa Natalia Artavia Sandí, cédula 114490517, Emprendedora de Servicios de Asesoría
  297. Cindy Umaña Matamoros, cédula 112020090, Ama de casa
  298. Grazia Lomonte Lomonte, cédula 138000127933, Psicóloga, Consultora en Salud y Directora ICOPSI
  299. Yorleny Córdoba Moya, cédula 111830547, Propietaria de Sala de Belleza YRstudio
  300. Fresia Ma. Salazar Campos, cédula 105020378, Docente
  301. Allen Torres Castillo, cédula 1439577, Músico
  302. Orlando Guevara Villalobos, cédula 110450345, Profesor
  303. Elisa Donato Monge, cédula 105140512, Socióloga Profesora Jubilada
  304. Diana Aguilar Chaves, cédula 114020363, Trabajadora Social y Docente.
  305. Leonel Aguilar Castillo, cédula 304780154, Músico
  306. Erasmo Solerti Aguilar, cédula 110910981, Docente
  307. Yadira Matarrita Brenes, cédula 302270778, Editora Académica
  308. César Castro Thames, cédula 302080680, Promotor Socio-Ambiental
  309. Mauricio Gerardo Zeledón Leal, cédula 105690067, Músico
  310. Gerardo Madrigal Aguilar, cédula 105550800, Antropólogo
  311. Alexander Céspedes Solís, cédula 107340468, Ingeniero Industrial
  312. Jaime Enrique Mayorga Robles, cédula 105000936, Tecnología Educativa
  313. Eladio Retana Fallas, cédula 104830574, Pensionado
  314. Élida Mesén Anchía, cédula 104740534, Socióloga
  315. Rafael Arias Ramírez, cédula 203800658, Profesor Universitario
  316. Veneida de los Ángeles Marín Sánchez, cédula 701180937, Estilista y Jefa de Hogar Independiente
  317. Sylvia Mora Zamora, cédula 105500713, Socióloga
  318. Xinia Lemaitre González, cédula 105650150, Lic. Planificación Económica
  319. Francisco Guevara Matarrita, cédula 601170965, Logística Aduanera
  320. Patricia Alvarenga Venutolo, cédula 302220051, Académica
  321. Carlos Bonilla Avendaño, cédula 401210878, Abogado
  322. Gustavo Oreamuno Vignet, cédula 108350921, Consultor
  323. Mario Zeledón Cambronero, cédula 104020707, Profesor
  324. Sebastián Polimeni Solís, cédula 401900061, Músico y Asesor Agrícola
  325. Jenny Susana González Matamoros, cédula 111240204, Artista Independiente
  326. Oscar Artavia Sánchez, cédula 302090100 Músico y Pintor
  327. Susan Campos Ortega, cédula 114170065, Regidora Municipal
  328. María Fernanda Rojas Rojas, cédula 111690014, Antropóloga
  329. Martha Ulloa Zamora, cédula 104320615, Pensionada
  330. Marbella Martin Fragachán, cédula 800650045, Socióloga y Docente.
  331. Miriam Porras Jiménez, cédula 501790100, Educadora
  332. Juan Vindas Leitón, cédula 105820554, Conductor de Turismo
  333. Luis Guillermo Murillo Rodríguez, cédula 700760719, Abogado y Activista en Derechos Humanos
  334. Alfredo Arrieta Quirós, cédula 302070999, Creativo Gráfico
  335. Ester Membreño Valle, cédula 104340673, Socióloga
  336. María de Jesús Arrieta Guadamuz, cédula 501461320, Dra. en Nutrición
  337. Vernor Muñoz Villalobos, cédula 105640548, Escritor
  338. Juan Gabriel Vargas Rojas, cédula 504120604, Estudiante
  339. Jaime Roberto Robert Jiménez, cédula 105230146, Psicólogo Social
  340. Rafael Cuevas Molina, cédula 800710280, Profesor
  341. Carmen Alfaro Murillo, cédula 90440456, Educadora Pensionada
  342. Waltraud Barthel, cédula 104000006408, Microempresaria
  343. María Cristina Zeledón Lizano, cédula 102300339, Lic. Filosofía
  344. Mónica Perea Anda, cédula 800500903, Docente
  345. Esteban Damián Avendaño Soto, cédula 109040803, Físico y Ingeniero
  346. Gustavo Adolfo Jiménez Barboza, cédula 113580886, Docente Universitario
  347. Melissa Rodríguez Ríos, cédula 402130407, Artista Escénica
  348. Suy Wong Ugalde, cédula 105720540, Traductora
  349. Andrea Percich Assenza, cédula 801210541, Estética
  350. David Ricardo Castro Barrantes, cédula 206810124, Sociólogo, Estudiante de la Laurea Magistrale in Sociologia e Ricerca Sociale
  351. Maribel Morales Rojas, cédula 206790111 Administradora Pública
  352. Rafael Rivas Ducca, cédula 106990060, Consultor
  353. Christopher Segura Campos, cédula 603730276, Abogado y Microempresario PYME
  354. German Enrique Montes Guevara, cédula 104050691, Pensionado
  355. Mónica Chinchilla Vargas, cédula 110970814, Empresaria en Turismo
  356. Marta Quirós Mora, cédula 105050491, Ex Pymes y Ama de casa
  357. Marcos Francisco Gutiérrez Alpízar, cédula 203700327, Profesor
  358. Luis Leiva Friedman, cédula 106210013, Docente
  359. Vanessa Smith Castro, cédula 107560416, Psicóloga
  360. Gloria Gavioli Muzzati, cédula 800970237, Hotelera
  361. Ronald Alpízar Martínez, cédula 602360755, Asesor de Microfinanzas
  362. Guadalupe Urbina Juárez, cédula 501830490, Músico
  363. Sofía Salas Monge, cédula 11013804, Abogada
  364. Jose Rojas Camacho, cédula 207670275, Estudiante
  365. Lucía Godínez Rojas, cédula 113980229, Promotora de la salud
  366. Marta Araya Marroni, cédula 107010787, Gerente General
  367. Susan Francis Salazar, cédula 107210975, Docente Universitaria y Catedrática
  368. Danilo Herrera Soto, cédula 401030076, Economista y Productor Agropecuario
  369. Yanín Carranza Chaves, cédula 204820663, Psicóloga
  370. José Ángel Vargas Vargas, cédula 2371866, Profesor Universitario UCR
  371. Ana Lucía Calderón Saravia, cédula 106520347, Antropóloga
  372. Gilbert Villafuerte Mejías, cédula 60971090, Pensionado
  373. Daniel Ortuño Lizano, cédula 112460796, Ing. Mecánico
  374. Lorena Pinto Berrocal, cédula 104530059, Entrenadora
  375. Álvaro R. Ureña Padilla, cédula 106400393, Ing. Agrónomo
  376. Jorge Murillo Medrano, cédula 502390459, Catedrático
  377. Guido Arturo Romero Montes, cédula 105000321, Jubilado
  378. Hannia Franceschi Barraza, cédula 6123166, Trabajadora Social
  379. Luis Alberto Soto Ramírez, cédula 203710970, Trabajador Social
  380. María Elena López Núñez, cédula 103410135, Pensionada
  381. Rafael Esteban Chaves Salas, cédula 107570203, Microbiólogo
  382. Adilia Solís Reyes, cédula 155803301923, Docente Universitaria
  383. María José Ferlini Cartín, cédula 110610439, Editora Periódico Surcos
  384. Manuel Antonio Barahona Montero, cédula 106850904, Sociólogo
  385. Jaime Enrique García González, cédula 105330503, Catedrático
  386. Roxana Lourdes Cedeño Sequeira, cédula 601020645, Trabajadora Social
  387. María Isabel López Ulloa, cédula 304550606, Trabajadora Social
  388. Flavia José Mora Cubero, cédula 205360772, Docente MEP
  389. Jenny Vásquez Vásquez, cédula 204870874, Enfermera UCR
  390. David Gamboa Cervantes, cédula 701970130, Trabajador independiente y estudiante de Gestión de Turismo Sostenible, Instituto Tecnológico de Costa Rica
  391. Anabelle Maffioli Reyes, cédula 105420111, Agrónoma pensionada
  392. Magally González Jarquín, cédula 107550002, Educadora, Patronato Nacional de la Infancia
  393. Guiselle Bolaños Mora, cédula 103910972, Jubilada
  394. Moisés Orias Lezama, cédula 502050160, ingeniero, Sociedad Civil
  395. Elieth Hume Salas, cédula 30246078, jubilada Universidad Estatal a Distancia
  396. Heriberto Araya Céspedes, cédula 601020231, educador pensionado
  397. Roberto Vargas Fallas, cédula 3297736, ciudadano
  398. Alejandra M Cartín  Leiva, cédula 105720619, psicóloga
  399. María Lorena Delgado Figueroa, cédula 105020296, pequeña empresaria
  400. Adolfo Vargas Salas, cédula 111330529, docente
  401. Andrea Ramírez Aguilar, cédula 113730654, socióloga
  402. William Alberto Mendez Garita, cédula 30263096, abogado y politólogo
  403. Lili Fernández González, cédula 1468210, Pensionada
  404. Paulina Mata Monge, cédula 107910223, Ingeniera y Ecologista
  405. Tania Hermosilla Arroyo, cédula 113500545, Administradora
  406. Carlos Camacho Nassar, cédula 202861360, Antropólogo
  407. José Gabriel Rivas Ducca, cédula 105461000, Biólogo /Guía Turístico
  408. Paul Chaverri Gould, cédula 104340688, Abogado
  409. Wálter Benavides Hernández, cédula 401580292, Músico
  410. Mauricio Penagos Villegas, cédula 800770437, Músico
  411. Héctor Morales Jara, cédula 115200014036, E l lmist
  412. Ligia Quirós Gutiérrez, cédula 202760277, Veterinaria
  413. Luis Ángel Castro Jiménez, cédula 105000546, Cantautor
  414. Liliana Quesada Saravia, cédula 105170402, Socióloga Consultora
  415. Óscar Montanaro Meza, cédula 102800391, Profesor emérito de la Universidad de Costa Rica
  416. Luis Meza Ramos, cédula 105470861, Agente de ventas
  417. Wifrido Rodríguez Vargas, cédula 400900863, Jubilado
  418. Alice Miranda Arguedas, cédula 401020708, Jubilada
  419. Hazel Ma. Vargas Zeledón, cédula 103980738, Filóloga
  420. Rodrigo Fernández Vázquez, cédula 103961133, Jubilado
  421. Olga Marta Mena Vincenti, cédula 102890145, profesora  Profesora jubilada
  422. María José Cascante Matamoros, cédula 111660261, Profesora
  423. Marbella Martin Fragachán, cédula 800650045, Socióloga
  424. Juan Carlos Cruz Barrientos, cédula 104160403, Comunicador social jubilado
  425. José Francisco Alfaro Carvajal, cédula 105180468, Abogado
  426. Vanessa Smith Castro, cédula 107560416, Docente Universitaria

En tiempos de pandemia la protección mutua es la clave

Organización Interseccional Pro Derechos Humanos

San José, 30 de marzo del 2020

Estimables compañeras, compañeros, compañeres

La Junta Directiva de la Organización Interseccional Pro-Derechos Humanos, comprendiendo la gravedad de la situación por la que estamos atravesando en este momento y consciente de que muchas personas se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica por la pérdida de sus trabajos, quisiéramos invitarlos, de la manera más respetuosa, a participar de una campaña de recolección de artículos no perecederos, granos básicos, enlatados, artículos de uso personal, etc., para ser distribuidos a un conjunto de 50 personas que hemos identificado en esta situación.

Respetando las medidas indicadas por las autoridades de salud, esta recolección se llevará a cabo siguiendo un protocolo básico de cuidado personal y colectivo, tanto para las personas que quisieran participar de esta iniciativa, como para las personas que serán objeto de ella y claro está para quienes estamos organizando la campaña. Contamos con productos de desinfección, guantes y mascarillas y lo necesario para alistar los paquetes básicos de ayuda.

Estaremos recibiendo sus generosas donaciones en nuestras oficinas a partir del día martes 31 de este mes hasta el viernes 03 de abril de 10 a.m. hasta las 2 p.m. Los donativos serán depositados sobre mesas que tendremos debidamente acondicionadas en la cochera del edificio.

Les recordamos que estamos ubicados 100 al Sur y 25 Oeste de la Casa Matute Gómez, casa No. 1980, Barrio González Lahmman.

ADELANTE SIEMPRE ADELANTE

 

Imágenes tomadas de Facebook.

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Contextos y texturas: COVID19 entre el miedo, egoísmo y la solidaridad

CEP Alforja ha hecho un dossier sobre los desafíos del COVID 19, con hipervínculos a documentos que expresan distintas opiniones. “Se busca contribuir al pensamiento propio crítico y la acción transformadora”, dijo Óscar Jara Holliday a SURCOS.

El documento incluye ideas diversas y documentos para el pensamiento crítico y el debate propositivo. Este es el contenido:

La solidaridad como alternativa
COVID19 en contexto
¿Qué sociedad encontró el COVID-2019?
¿Qué valores imperan en la crisis?
¿Qué nos ensenan y qué nos esconden?
Disputa de sentidos
¿Qué institucionalidad?
Pronunciamientos
Encuentros
Poema
Educación Popular ante la crisis

Como temas a profundizar se sugiere:

– ¿Que sociedades encontramos y qué va a pasar con ellas?
– Miedo como instrumento de parálisis y dominación
– Cuidados o agenda de seguridad
– Solidaridad y cuido colectivo
– Perspectivas y disputas futuras

Puede descargar este valioso documento aquí:

El reto de arrinconar dos males: el virus y el hambre

La Rectoría UCR Informa, 30 de marzo de 2020

Desde inicios de marzo, nuestro país tomó medidas rápidas para abordar la pandemia del COVID-19. El 13 de marzo, con 26 casos detectados, el Poder Ejecutivo y, específicamente, el Ministerio de Salud Pública, instaron a la población a quedarse en casa, a sabiendas de que, para hacerle frente a esta pandemia, es imperativo interrumpir la cadena de contagios.

En estas circunstancias, es muy importante que la población tenga tranquilidad en dos sentidos. Primero, debe saber que no dejará de recibir servicios básicos (agua, electricidad e internet), aunque no tenga condiciones económicas para pagarlos. Segundo, debe tener seguridad de que contará con un ingreso básico para atender sus necesidades prioritarias, principalmente alimentos. Esta tranquilidad se alcanza mediante el respaldo del Estado y la solidaridad colectiva de todos los sectores sociales.

El Ministro de Salud Pública, don Daniel Salas, ha señalado claramente que no hemos alcanzado todavía el pico de contagio, lo cual ocurrirá posiblemente a inicios de mayo. Si no logramos aplicar sistemáticamente el distanciamiento físico, con el fin de detener o ralentizar la propagación del virus, pagaremos, como país y colectividad, un alto precio: un aumento del ritmo de personas contagiadas; mayor demanda de servicios de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), por encima de su capacidad de atención; colapso de un sistema de salud que necesitamos fortalecido, no debilitado, para que pueda hacerle frente a las demandas durante y después de esta pandemia; y más vidas perdidas, quizá de personas que apreciamos y queremos.

Al mismo tiempo, la prolongación del distanciamiento físico extiende y profundiza la crisis social y económica. Peor aún, es evidente que esta medida, indispensable en una emergencia sanitaria como la que vivimos, debe ir acompañada de garantías básicas para la vida. De no ser así, atentaríamos contra la ética de la solidaridad y provocaríamos la desobediencia de quienes deben elegir entre el distanciamiento y algún mínimo ingreso. Debemos actuar solidariamente con quienes sufren las consecuencias de una disposición sanitaria que beneficia a todas las personas.

Para garantizar el distanciamiento físico y lograr que dure el menor tiempo posible, es imperioso hacerle llegar a toda la población un mensaje claro y sencillo: puede quedarse en casa con el apoyo del Estado y de toda la sociedad.

La mayor parte de los servicios básicos se encuentran en manos de empresas públicas. Estas empresas deben garantizar los servicios y estimar los costos que esta garantía supondrá para aquellas personas y hogares que no puedan pagarlos, de manera de asegurar que no sufran interrupción.

Además, debemos crear un fondo de solidaridad para garantizar un ingreso básico único durante tres meses para toda la población que no lo tiene asegurado. ¿Por qué un ingreso básico único y no transferencias diferenciadas? Porque una transferencia diferenciada requeriría de algo que no tenemos: tiempo.

Antes de la crisis había en Costa Rica 1,7 millones de personas en condiciones de pobreza y 600 mil personas auto-empleadas, muchas en condiciones de precariedad. Además, había en el país 300 mil personas desempleadas. Ahora hay miles de personas viviendo suspensión de contratos de trabajo (más del 9000 al 27 de marzo) así como siendo despedidas. La lista de personas vulnerables es muy larga y va desde choferes de taxi y trabajo doméstico hasta personal de restaurantes, vendedores ambulantes, productores agrícolas y madres con hijos/as que dejan de recibir su pensión alimentaria. Identificar una por una a las poblaciones vulnerables nos llevará a correr detrás de los acontecimientos: muchas personas que hasta ayer tenían su sostenibilidad económica resuelta, hoy no la tienen más. Mañana, quienes estarán en esa situación, serán aún más personas. Por eso, en vez de agregar poblaciones, el criterio debería ser alcanzar a toda la población menos la que aún está en la planilla que mensualmente recibe la CCSS.

Este ingreso básico durante tres meses se puede financiar de manera solidaria y con criterios de progresividad. con impuestos temporales a la actividad de grandes empresas que no han dejado de trabajar; a empresas y personas que en 2019 se beneficiaron de una amnistía tributaria; y por supuesto también a los salarios altos en trabajos formales y seguros, tanto públicos como privados. La emergencia requiere, además, considerar nuevo endeudamiento.

Las posibilidades son diversas, pero lo más importante es que hay opciones para financiar un ingreso básico garantizado a toda la población que lo necesita.

Cabe resumir lo planteado bajo la idea de que se debe actuar de manera urgente para que, mientras se observan los resultados de las medidas de distanciamiento físico, toda la población tenga capacidad básica de compra, en particular de alimentos, así como de servicios básicos. Ello permitirá concretar el distanciamiento físico y atender simultáneamente el cuidado de la vida, la necesidad de volver a poner en marcha la economía, y preservar el orden social. No es, en realidad, solo la curva sanitaria la que debemos aplanar, sino también la curva del acatamiento mayoritario, si no total, al distanciamiento físico como único escudo protector contra la pandemia.

Foto: UCR

Vida familiar y solidaridad en el COVID-19

La Asociación Nacional de Educadores (ANDE) compartió con SURCOS material educativo que está promoviendo en alianza con otras organizaciones, para apoyar la formación de conciencia en torno a valores como la solidaridad y la erradicación del machismo.

Una de las infografías, que invitamos a circular en todas las redes a su alcance, hace referencia a la acción de humanidad que implica cuidar a otras personas, como a la población adulta mayor, que es parte de nuestra familia o de la vecindad.

Otra ofrece el mensaje de que la emergencia no es excusa ni oportunidad para actuar con violencia en el espacio familiar o de pareja. La construcción de espacios seguros y sin violencia son factores claves para mantener la tranquilidad, fomentar la salud, y activar el respeto a todas las personas.

La campaña formativa la desarrolla ANDE en colaboración con la Fundación Justicia y Género, la campaña Metele un Gol al Machismo, la Asociación Cartaginesa de Atención a Ciudadanos de la Tercera Edad, y el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor.

Puede reenviar la nota con los enlaces al pie o copiando y pegando este vínculo: https://bit.ly/2RfywIn ;o bien, también puede copiar las imágenes para compartirlas en sus redes.

Coronavirus: desnudez de una economía sacrificial

*M.EL Ernesto Herra Castro

La crítica situación humanitaria en la que se encuentra nuestra propia humanidad pone de manifiesto las tensiones y preocupaciones propias de un proyecto civilizatorio impulsado a partir de la designación de otredad que sólo es posible a partir de construcción de diferencia.

El adjetivo utilizado para describir la condición humanitaria presente no es casual, más para tener perspectiva de las dimensiones de la crítica con qué enfrentar la realidad es necesario armarse de lenguaje y, para ello, no hay otra opción que la lectura, el estudio, la discusión. No hay, dicho sea de paso, mejor medicina contra la ignorancia que la educación. No hay mejor ambiente para cualquier ofensiva autoritaria, sea cual sea, que la ignorancia. Por eso parto del principio hipotético de que el estudio, la discusión, la reflexión crítica son fundamentales, en el actual contexto, para enfrentar tanto los agentes externos como el modo de organización económico y social que corroen las condiciones y posibilidades de existencia de la red extensa de la vida, con la que la nuestra es posible, desde mucho antes que el Covid-19 apareciera en la escena global.

¿Qué es entonces lo novedoso de este virus y porqué ha prácticamente paralizado la economía mundial?

Esta es una primera distinción que considero oportuno habría que hacer y es que lo que se ha paralizado no es la economía sino la crematística.

Para Aristóteles (2007)  existe una distinción[1], y no sólo diferencia, entre la “ciencia de adquirir” y la “ciencia doméstica”. En la primera el horizonte de sentido está dirigido a la “riqueza ilimitada”, mientras que en la segunda se trata de la producción y reproducción de la vida de la tribu, la familia y/o el clan.

En la economía de los pueblos y comunidades que integran la multiplicidad de tugurios, precarios, barrios y barriadas, favelas, ciudades interconectadas por caminos, callejuelas, huecos recubiertos del asfalto que integran la desigual realidad  latinoamericana, y la costarricense como parte de ella, se ponen de manifiesto prácticas económicas atravesadas por otro tipo de vínculo más allá de social, que gira en torno a rifas, bingos, chances, cuentas que van de lo “fiado”, a lo “apuntado”, a lo “perdonado”, a lo “olvidado”. De trueques trabajo-trabajo, trabajo-productos, trabajo-mercancías, productos trabajo, mercancías-trabajo pero tienen, como común denominador, el trabajo como fuente de existencia y posibilidad misma de la vida. Es lo que nace desde él, lo creado en él y es él la fuente creativa de todas las creaciones. Lo anterior le permite a Marx (2017) afirmar: “el trabajo es la sustancia y la media inmanente de los valores, pero el mismo no tiene valor alguno” (653).    

La otra es la crematística en la cual “la riqueza y la sociedad no parecen reconocer límites” (Marx, 2016, p. 186). Ella se impulsa a partir de criterios de acumulación, ganancia, tenencia, rédito, riqueza, fortuna… y es ella, el tipo de economía que en este momento está siendo confrontada.

En relación a la economía doméstica, el tipo de pregunta y preocupación que desde aquí se despliega en el actual contexto tiene que ver con las formas de proteger la vida humana por encima de cualquiera de sus creaciones y es que ellas, sus creaciones, son producto de su ingenio, creatividad, inteligencia y se deben a quien les ha creado. No en el sentido inverso. Este es el horizonte crítico de lo propuesto por el maestro Franz Hinkelammert  (2007) en tanto pensamiento crítico:

“La crítica del pensamiento crítico la constituye un determinado punto de vista bajo el cual esta critica se lleva a cabo. Este punto de vista es el de la emancipación humana. En este sentido, es el punto de vista de la humanización de las relaciones humanas mismas y de la relación con la naturaleza entera. Emancipación es humanización, y humanización desemboca en emancipación”(p. 43).

Señalo lo anterior porque el actual contexto planetario, calificado por diversos medios de comunicación global/regional/local (cuyas preocupaciones están atravesadas por la riqueza, la acumulación y/o la ganancia) en tanto crisis, parte del supuesto de que ella está determinada por la imposibilidad de realización del conjunto de relaciones que giran en torno al capital. O sea, que de lo que se trata no es de la vida misma del ser humano sino de la vida de los dioses terrenales. Se trata de garantizar la realización del capital. En esto se han puesto de acuerdo Trump, Bolsonaro e incluso a López Obrador quienes, siendo en apariencia distintos, dejan claro que, a lo sumo, son polos opuestos de un mismo proyecto civilizatorio impulsado a partir de la construcción de diferencia para lo cual, sobre la vida del otro, se crea todo valor que hace posible organizar la sociedad a partir de los mitos, las ideologías y las utopías propias del proyecto civilizatorio occidental. Se trata de reproducir, del mismo modo que lo hace la circulación de las mercancías, la condición de miseria, enajenación, pobreza, explotación con que se crean la existencia misma del Tercer mundo, tanto en occidente como fuera de él.

Lo que es cierto es que, habiéndose convertido China en la fábrica del mundo capitalista desde la década de los noventa del siglo XX, toda actividad de la crematística para por allí. Lo anterior se debió a la creciente y sistemática inversión que China impulsó en el desarrollo de una plataforma económica e industrial basada en la innovación tecnológica en combinación con el impulso del conocimiento científico  en áreas de mayor sofisticación desde la década anterior y es que, precisamente en la década de los años ochenta del siglo XX, occidente estaba empecinado en desmantelar y vaciar de contenido (material, simbólico y/o espiritual) el conjunto de instituciones sociales que hacen posible la reproducción de los mitos/ideologías/utopías con que occidente se seguía mostrando como “civilizado”, “avanzado”, “racional” e incluso “humano”.

Según Escurra (1997) “el ideario neoliberal no sólo atacó cualquier regulación del mercado por parte del Estado. Argumentó además que la desigualdad es un valor positivo para dinamizar el crecimiento y la acumulación privada, por lo que se consideró imprescindible quebrar el poder del sindicalismo y, en general, del movimiento obrero (con sus presiones igualitarias sobre los salarios y el gasto social del Estado)” (p. 18).

En el contexto latinoamericano, este ideario fue impulsado a partir de tres ejes básicos:

  • “…constituir a las exportaciones en la fuente fundamental del crecimiento…, lo que lleva a políticas como el estímulo de ´aperturas incondicionales´ al capital transnacional y el sobreacento en la ´competitividad´.
  • Reducir drásticamente el ámbito de acción del Estado y propiciar la privatización de toda suerte de actividades productivas y servicios…;
  • Y respecto del corto plazo, jerarquizar por encima de cualquier otro objetivo la preservación de los ´equilibrios macroeconómicos´ (sobre todo, en materia de presiones inflacionarias y de las cuentas fiscales y externas)” (Vuskovic, 1994. En Escurra, 1997, p. 18).

Lo anterior nos permite reflexionar, desde una perspectiva económica, qué es aquello que es la crisis, en tanto nuestra condición humana. Esta reflexión estaría atravesada por el reconocimiento del valor social contenido en los distintos productos satisfactores de necesidad que sólo son producidos en base a la fuerza, inteligencia y capacidad de la humanidad toda, y no sólo de una parte de ella. Este vínculo económico es movido por cada sujeto productor que, a través de su fuerza de trabajo, hace posible la producción de la familia que integra, del pueblo que integra, de la comunidad que integra. El otro sentido crítico, cuya materialidad se impulsa en una economía sacrificial  (crematística) cuyos dioses terrenales (dinero, mercado y capital, siguiendo a Marx) determinan las condiciones de posibilidad real y fáctica para producir la vida de millones de personas alrededor del mundo cada día. Estos dioses terrenales, que no son más que creaciones estrictamente humanas, parten de un horizonte mítico que requiere, literalmente, no sólo de fuerza de trabajo sino de sangre. 

Lo que está en discusión, entonces, no es el trabajo sino el empleo. O sea, aquel tipo de trabajo que ha sido social y económicamente determinado para la producción de valor pero no para sí, sino para otro. Lo anterior está contenido en todo aquello que se pretende ocultar mediante la categoría salario la cual, en apariencia, es la parte correspondiente a las y los trabajadores producto de un contrato firmado en “igualdad de condiciones” en la que uno compra a otro la fuerza de su trabajo y lo hace con dinero. Sin embargo, el tipo de economía política que Marx muestra permite identificar que el salario sólo contiene la parte correspondiente que garantizan sus condiciones de existencia. Esto le permite a la economía capitalista poder asegurar su reproducción y su explotación futura. Sin embargo, la economía capitalista, a partir de la categoría de salario, encubre la parte correspondiente a la jornada que, para sí, se apropia el capitalista. Esto es lo tematizado en Marx en tanto plusvalor.

Lo que está en crisis, entonces, son las posibilidades mismas de realización del capital, en la parte correspondiente a la apropiación del plusvalor ya que lo que no está en discusión es la equidad entre clases, ni tampoco la justicia sino que en nombre de la justicia ahora producen injusticia[2]. De lo que se trata es de asegurar que la parte producida por el trabajador y de la que se apropia el capitalista pueda ser cubierta, en este contexto, por el mismo pueblo trabajador sobre la base de su salario y no sobre su condición de clase. De este forma, siendo que el plusvalor ya es, de hecho, un robo al trabajador de parte del capitalista y sus representantes en el sector público, ahora se trata que la misma clase, a la que de por sí ya se le extrae un plusvalor, sostenga de su salario el trabajo socialmente necesario que no puede costear el capitalista para que éste, en un periodo indefinido aún, se dedique a la producción de plusvalor, que se apropiará para sí, subvencionada por la clase trabajadora.

Estamos frente a un nuevo modelo socialista, que financia la clase trabajadora, para sostener a la clase trabajadora pero impulsada por la clase capitalista y en beneficio de esta clase. No podría estar más claro. De lo que se trata es de un nuevo robo. No de someter a crítica la ética respecto de la solidaridad que ha expresado, por más de un siglo, las y los sujetos productores de valor, o sea, las y los trabajadores. Se trata de un juicio moral de parte de una clase cuyo horizonte ético no le permite discutir de la ética sino de la moral, amparado por científicos sociales que hacen del lenguaje, una herramienta tan flexible,  que hace casi imperceptible esta sutileza.

Al ser China la fábrica del mundo, en un mundo cuyas instituciones sociales han sido corroídas por quien en lugar de asegurar su reproducción apostó por su destrucción de forma sistemática desde la década de los años ochenta del siglo anterior, y al haber sido en ella identificado el primer caso de Covid-19, la reacción contra el ideario neoliberal ha sido sistemático:

  • Se han contraído las exportaciones de manera tan radical que la bolsa de valores de los Estados Unidos, representante de la crematística global, ha registrado pérdidas en el trasiego de mercancías propias de contextos en que la recesión e inflación se han combinado (https://www.wsj.com).
  • El papel de los diversos Estados ha sido una prioridad en el actual contexto de crisis pro solidaridad con el neoliberalismo. En este contexto, contra toda lógica de reducción del Estado, es él quien está en condiciones de asegurar la reproducción de la vida de las y los productores de valor sobre los que se apalanca el sistema capitalista como un todo, al punto que la propia directora gerente del FMI, Krisalina Georgieva, ha señalado explícitamente: “Los costos humanos de la pandemia del coronavirus ya son inmensurables y es preciso que todos los países trabajen en colaboración para proteger a la gente y limitar el daño económico. Este es el momento de actuar con solidaridad, un tema central en la reunión que mantuvieron hoy los ministros de Hacienda y gobernadores de bancos centrales del G-20” (https://www.imf.org/es/News/Articles/2020/03/23/pr2098-imf-managing-director-statement-following-a-g20-ministerial-call-on-the-coronavirus-emergency).
  • En el tercer punto señalo por Vuskovic (1994) es donde se ha tenido mayor vehemencia. Se trata de salvar al sujeto histórico que ha permitido actuar de forma sistemática contra todo aquello que defiende la vida del pueblo donde el mercado se realiza. Se trata, como Trump lo ha manifestado de forma vehemente y que es la tesis que terminará por imponerse, de que el mercado se realice independientemente que ello signifique pagar con la vida misma.

En el caso costarricense, “la solidaridad” que ha sido ordenada desde el FMI significa que, dado que el mismo sector empresarial que hoy se declara en imposibilidad de pago a sus trabajadores, se ha nutrido del desfalco a las instituciones sociales que garantizan la producción y reproducción de la vida de su pueblo, hoy le corresponde a la clase trabajadora aportar “solidariamente” un monto económico según ingreso para poder garantizar que el sistema desigual que, de por sí tenemos, garantice su reproducción futura.

El limitar el horizonte crítico en términos medio-fin que el presente nos arroja hace replicar los errores del pasado y permitirle a quien históricamente ha ocupado el lugar del dominador se perpetúe. De lo que se trata no es de salvar a las y los trabajadores. Se trata de garantizar la división de clases financiado por la misma clase trabajadora. El primer movimiento que ha sido puesto en cuestión es la evasión, por parte de la clase capitalista de sus responsabilidades y, para ello,  han cubierto su responsabilidad impulsada por la propaganda mediática que, como clase, imponen intentando socavar la sensibilidad de un pueblo que durante quinientos años no ha hecho más que ponerse a disposición del otro/otra porque de otra forma su propia vida no sería  posible.

A diferencia de pandemias anteriores, la actual ya tiene conclusión: salvar  a los capitalistas de la crisis y, para ello, los medios de comunicación globales ah puesto sus servicios y su propaganda mediática a favor de dicha conclusión. La muerte, la desesperación, el dolor, el miedo, el terror es cubierto en streaming donde es posible, gracias al capital, ver el pánico en los ojos de cualquier otra/otro trabajador, al rededor del mundo, en tiempo real.

En vísperas del bicentenario el Covid-19 ha terminado de definir la composición de clases con que iniciaremos el tercer siglo de nuestra in-dependencia.

El Covid-19 es un virus novedoso porque de él podría salir revitalizada la crematística capitalista. Lo que no es del todo claro, y por ello es que la economía/crematística se tensa entre términos vida/muerte//acumulación/riqueza que puja entre detenerse y distanciarse para preservar la fuente creativa de todas las creaciones que sería la vida misma y aquella que que ejerce cada vez más influencia para disputar un lugar de centralidad en la economía capitalista mundial, es el lugar que, como conjunto nacional apostamos a ocupar en el mundo que surja de aquí.

Como pueblos pareciera que estamos a las expectativas del rumbo que puedan señalar las oligarquías latinoamericanas, cuando ellas han demostrado sistemáticamente a lo largo del siglo XX que han perdido toda capacidad de pensar en términos nacionales. Ellas piensan sólo en términos de grupo y/o clase.

El Covid-19 es un virus neoliberal que no culmina de desnudar la avaricia por la que nuestra propia humanidad es sacrificada.

*Ernesto Herra Castro es académico de la Escuela de Sociología de la Universidad Nacional en Costa Rica, donde se desempeña como coordinador de la Red de pensamiento crítico denominada “Epistemologías del sur”.

Referencias bibliográficas

Dussel, E. (2014). Para una ética de la liberación latinoamericana. Tomo I. Ciudad de México: Siglo XXI.

HINKELAMMERT, F. (2007). PENSAMIENTO CRÍTICO y CRÍTICA DE LA RAZÓN MÍTICA. REVISTA PASOS, DEPARTAMENTO ECUMÉNICO DE INVESTIGACIÓN, 43-48.

Marx, K. (2016). Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) 1857-1858. Vol. I. Ciudad de México: Siglo XXI.

Marx, K. (2017). El capital. El proceso de producción del capital. Tomo I, Vol II, Libro primero. Ciudad de México: Siglo XXI.


[1] Según Heidegger “Lo mismo no es lo igual, porque en lo igual toda diferencia es abolida, mientras que en lo mismo aparecen las diferencias” (En: Dussel, 2014, p. 100). Siguiendo esta línea Dussel (2014) señala: “la di-ferencia supone la unidad: lo Mismo. Mientras que los dis-tinto (de dis-, y del verbo tinguere, pintar poner tintura), indica mejor la diversidad y no supone la unidad previa” (p. 102).

[2] En Costa Rica, por la vía de decreto presidencial, se retendrá con el argumento de la “solidaridad” un porcentaje, según ingreso, a la clase trabajadora para que ella logre asumir los costos de la “pérdida de empleo” que ha sufrido una parte considerable de las y los trabajadores del sector privado. Este mismo sector ha evadido, sólo en  el pago de los impuestos correspondientes, para con su actividad un monto estimado al 6% del Producto Interno Bruto de Costa Rica. 

Foto: https://www.cpalsocial.org/se-nos-acaba-el-mundo-y-vamos-peor-la-economia-circular-pierde-peso-3207

Declaración Conjunta del Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en USA y el Consejo de Iglesias de Cuba

La Habana, Cuba – Washington, USA
26 de marzo, 2020

“En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones”
Apocalipsis 22:2

Estamos a solo pocos días de la celebración de Semana Santa 2020, la más importante celebración del cristianismo, y el mundo atraviesa por una crisis humanitaria de alcance incalculable que afecta todas las aristas de la vida en el planeta.

El Consejo de Iglesias de Cuba y el Consejo de Iglesias de Estados Unidos hemos trabajado juntos en unidad por muchos años por el derecho a la vida, la salud y el bienestar de todos los habitantes de este mundo. Es el amor de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador el que nos une y nos pide que elevamos nuestras oraciones a nuestro Dios por los países y las familias que hoy sufren a causa de la pandemia COVID 19. Este sufrimiento que se agudiza y extrema por causa de las desigualdades e injusticias, las brechas enormes entre ricos y pobres, las diferencias entre las regiones del mundo, la falta de inclusión, la injusticia de género, los problemas migratorios y de justicia climática.

Solicitamos al Gobierno de los Estados Unidos el levantamiento inmediato del bloqueo económico financiero y comercial que por más de 60 años ha sido impuesto a Cuba, así como a otras naciones.

Pedimos que pare toda manipulación y uso de los intereses políticos y económicos ante la crisis humanitaria global actual, agudizada y visibilizada por la pandemia del COVID 19.

Solicitamos al movimiento ecuménico internacional, a todas las iglesias y religiones en los propios Estados Unidos y el mundo, a los gobiernos, a las Naciones Unidas y a todas las personas de buena voluntad, que se unan en al esfuerzo por una petición global para el levantamiento inmediato del bloqueo y para el cese de toda sanción sobre cualquier país o región; sobre todo ahora que estas políticas genocidas frenan y limitan la respuesta global a la pandemia COVID 19.

Saludamos y felicitamos la “Carta Pastoral” del CMI del 18 de Marzo, la “Declaración Conjunta” de ACT Alianza y Religiones por la Paz, del 26 de Marzo y especialmente el “Llamado” realizado por CWS el 24 de Marzo en relación al levantamiento del bloqueo y las sanciones. Así como otras iniciativas y esfuerzos que están conformando, una campaña global a favor de la colaboración, la unidad y la paz en la búsqueda de las soluciones y respuestas apropiadas a la pandemia COVID 19 y la crisis mundial.

Nosotros estamos agradecidos a los miles de médicos cubanos, enfermeros y profesionales de la salud quienes están salvando vidas por todo el mundo. Por lo tanto, es imperativo el levantamiento del bloqueo y las sanciones coercitivas para continuar de forma más efectiva salvando vidas durante la pandemia.

Nosotros sabemos la buena voluntad entre cubanos y norteamericanos puede ayudar al mundo entero en este momento. Oramos para que nuestra oración sea escuchada.

Jim Winkler
Secretario General y Presidente
Consejo Nacional de las Iglesias de Cristo en USA

Rev. Antonio Santana Hernández
Presidente
Consejo de Iglesias de Cuba

Rev. Joel Ortega Dopico
Secretario Ejecutivo
Consejo de Iglesias de Cuba

Rev. Dr. John Dorhauer
Moderador de la Junta de Gobierno
Consejo Nacional de las Iglesias de Cristo en USA

El Consejo de Iglesias de Cuba con 50 Miembros entre Iglesias y Organizaciones basadas en la fe Sirve al pueblo de Cuba desde 1941 bajo el lema “Unidas y Unidos para Servir”

Sirviendo como una voz leader de testimonio del Cristo vivo en la vida pública desde 1950, el Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en los Estados Unidos (NCC) reúne a 38 comuniones miembros y más de 40 millones de cristianos en un compromiso común con el amor de Dios y su promesa de unidad.

Enviado a SURCOS por Carlos Tamez.

Imágen: https://www.cubahora.cu/politica/afectaciones-del-bloqueo-a-cuba