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Etiqueta: UCR presente

A la par de cada estudiante, está la UCR mejorando su alimentación

La decisión de transformar los hábitos alimentarios del estudiantado no podía esperar más. El Ministerio de Educación Pública (MEP) consideró vital modificar los menús utilizados en las escuelas y colegios públicos. Ante esa necesidad, le solicita a la Escuela de Nutrición de la Universidad de Costa Rica (UCR) participar activamente en el proceso.

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La UCR promueve el deporte y la recreación como valores ciudadanos

Con 50 años de trayectoria académica y con el mérito de ser una de las primeras unidades académicas que obtuvieron la acreditación de sus carreras, la Edufi-UCR mantiene un estrecho vínculo con comunidades y con el sector profesional, mediante proyectos de acción social, que durante varias décadas han sido referentes del deporte, el ejercicio y la recreación.

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Papaya Pococí: un fruto perfecto de la innovación científica UCR-INTA

  • UCR Presente

  • La papaya híbrida Pococí, también conocida como la papaya perfecta, llega a los hogares costarricenses y al extranjero gracias a la UCR y el INTA

Cada año en la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno se producen las semillas de la papaya Pococí, a partir de dos variedades de papaya. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Por 14 años los costarricenses han preferido consumir la papaya perfecta, una fruta perfumada, de color intenso, sabor dulce y un tamaño conveniente que no puede faltar en la dieta familiar y que hasta el día de hoy es la número uno en el mercado.

El híbrido de papaya Pococí, es una variedad desarrollada entre la Estación Experimental Agrícola Fabio Braudrit Moreno (EEAFBM) de la UCR y el Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA).

Crear esta fruta requirió de un largo proceso de investigación en el cual se probaron diferentes variedades hasta encontrar el híbrido que contara con mejor sabor, color, aroma y características agronómicas adecuadas para la producción.

“El objetivo ha sido crear variedades de papaya que tengan una buena calidad gustativa para el consumidor y que al mismo tiempo tengan una buena producción”, detalló el investigador Erick Mora (EEAFBM), quien junto a Antonio Bogantes (INTA), se dedicó a mejorar esta variedad que ha brindado grandes beneficios a los productores.

Cada año alrededor de 250 productores cultivan más 1000 hectáreas de papaya Pococí en el país. Ellos prefieren sembrar esta variedad por su alto rendimiento y preferencia de los consumidores.

¿Cómo se produce la semilla?

Esta fruta es un híbrido, es decir es el resultado del cruce entre dos líneas parentales. Para obtener las semillas que se requieren año a año se produce cada línea (la madre y el padre) en invernadero donde los trabajadores realizan la polinización, depositando manualmente el polen de la flor masculina en la femenina.

Cinco meses después de realizada la polinización, se extraen la semillas híbridas, las secan y las almacenan a baja temperatura durante un año para disminuir problemas de germinación y ponerlas a disposición de los agricultores. Las semillas se producen en la Estación Experimental Fabio Baudrit en la Garita de Alajuela y la Estación Experimental Los Diamantes del INTA en Guápiles.

Los productores pueden obtener la semilla de calidad a precio accesible directamente en cualquiera de las dos fincas o bien adquirir plantas in vitro.

Desde su llegada al mercado, Pococí ha tenido una buena aceptación por parte del consumidor principalmente debido a su atractivo sabor dulce. Foto: Karla Richmond.

Innovación con impacto económico

La papaya Pococí se ha posicionado como la principal variedad en Costa Rica y abarca más del 90 % de la producción. Además, es la primera papaya costarricense que se ha podido exportar, generando 29 millones de dólares en ganancias para el país por las exportaciones realizadas entre el 2005 y 2016.

Para el sector productor, Pococí vino a revolucionar el cultivo de papaya tradicional que venía decreciendo a inicios de la década de los 2000. Agricultores de la zona Atlántica son los principales productores de esta variedad que también se ha extendido a otras zonas del país como el Pacífico, donde ha dado excelentes resultados.

“Había precios muy bajos, ya no daban para seguir con el cultivo de la papaya, ya en eso estaba la Pococí que vino a dar un boom en el mercado de la papaya en Costa Rica y a nivel mundial porque también es muy aceptada en otros destinos como Europa» apunta Gustavo Barrientos Gómez, agricultor y presidente de Coopeparrita.

En esta zona, la papaya da trabajo a personas asociadas a Coopeparrita Tropiacal R.L., una organización que integra a una nueva generación de productores que han buscado innovar su negocio utilizando esta variedad y otras que se han venido desarrollando en los últimos años.

Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

La papaya del futuro

Aunque la papaya Pococí es la preferida por los consumidores costarricenses y ha demostrado su potencial de exportación, en la EEAFBM se continúa el proceso de mejoramiento de la papaya, con el objetivo de brindar cada vez mejores materiales para beneficio de los productores.

“Queremos seguir mejorando la papaya, darle mayor vida postcosecha a las variedades. Para el productor es muy importante que tenga mayor resistencia a la pudrición, especialmente para la exportación de la fruta” detalló Mora.

Actualmente se realizan pruebas de campo con apoyo de los productores para analizar el redimiento de las nuevas variedades que se producen en la UCR.

La papaya híbrida Pocicí se ha desarrollado principalmente en la zona Atlántica pero también se ha adaptado con gran éxito en el Pacífico. En Parrita este cultivo es producido por una cooperativa que agrupa a 28 agricultores, llamada Coopeparrita R.L.

 

Katzy O`neal Coto

Periodista, Oficina de Divulgación e Información.

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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La UCR defiende el derecho de todas las personas al pleno disfrute de una variada vida cultural

  • UCR Presente

  • En los campus universitarios se ofrecen múltiples opciones desde la formación académica hasta la exploración artística

Público durante el concierto de conmemoración del Día Internacional de las Mujeres el pasado 8 de marzo, 2019. Foto: Anel Kenjekeeva.

Como universidad de puertas abiertas, en la Universidad de Costa Rica (UCR) la ciudadanía vive a plenitud las expresiones culturales, desde las carreras académicas hasta los cientos de actividades de proyección que se organizan en las sedes y recintos en todo el país.

En cumplimiento del mandato de la Declaración de Derechos Humanos promulgada hace 70 años por la Organización de Naciones Unidas (ONU), la UCR defiende el derecho de todas las personas al pleno disfrute de una rica y variada vida cultural en sus comunidades, a gozar de las artes y del conocimiento generado por la humanidad y obtener beneficios de todos estos saberes.

Como Institución Benemérita de la Educación y la Cultura (Decreto Nº 8098), la UCR invierte una importante parte de sus recursos en la promoción cultural y artística en todas las regiones. Esta visión cultural inclusiva da sustento a las decenas de proyectos inscritos en la Vicerrectoría de Acción Social (VAS).

Desde la VAS se vinculan comunidades, estudiantes e investigadores en un diálogo que construye la memoria colectiva del país, pone en valor la herencia ancestral y revitaliza la multiculturalidad que caracteriza la identidad costarricense.

Solo en el año 2018 la inversión de Acción Social en promoción artística y patrimonial superó los ¢290 millones para los 127 proyectos vigentes en ese periodo.

Un total de 1 527 712 personas participaron de distintas formas, ya sea como destinatarios finales de los cursos y talleres o como gestores y dirigentes comunitarios.

Las artes, las tradiciones y costumbres comunitarias son la base que sustentan los proyectos de Acción Social de la UCR. Las poblaciones infantiles, adulta mayor, mujeres productoras y estudiantes de distintos niveles se suman a estas iniciativas. Foto archivo VAS

Uno de los proyectos de gran impacto es el denominado “Gestión académica y artística a las comunidades de Guanacaste” (EC-110) que ha llegado a más del 80 % de los barrios de la provincia, asociaciones y a 35 agrupaciones, explicó el Dr. Razziel Acevedo Álvarez, coordinador de dicha iniciativa de la Sede de Guanacaste.

Según Acevedo, desde el año 2004 el EC-110 contribuye a cabalidad el mandato del Estatuto Orgánico de la UCR y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos para promover el crecimiento integral de las personas y la mejora comunitaria.

“Este proyecto se fundamenta en ese pensamiento porque atiende al desarrollo cultural fortaleciendo, difundiendo y revitalizando el patrimonio cultural, contrarrestando los efectos del exterior y desde el ámbito educativo, mira como un conjunto la educación integral de las personas, aportando los recursos académicos para que ellos puedan desarrollar el pensamiento lógico, abstracto y su capacidad de expresión”, explicó el investigador.

Formación de vocaciones

Cada año unas 7500 personas de las comunidades de Palmares, San Ramón, Atenas, Alfaro Ruiz, Valverde Vega, Grecia y otros cantones circundantes le dan vida a un proyecto que ha formado decenas de generaciones de artistas.

Desde 1981 el Conservatorio de Música de la Sede de Occidente (ED-577) ha sido el eslabón cultural de esa vasta región, no solo funcionando como casa de estudios musicales, sino que se convirtió en un reconocido centro cultural comunitario.

Las etapas básicas de la UCR forman vocaciones artísticas y promueven la participación de niños, niñas y jóvenes a lo largo del país para fortalecer su crecimiento personal, su autoestima y construcción de proyectos de vida. Foto archivo VAS.

Según la magister Carla Salas Ruiz, coordinadora del Conservatorio, los beneficios son innumerables: “La pertinencia reside en la educación constante de generaciones de niños, niñas, jóvenes e incluso adultos jóvenes sensibles al arte, y sobre todo seres humanos empáticos y solidarios que están listos para hacer la diferencia en sus comunidades, y por ende en el país. Se forman en nuestras aulas, y se encuentran en exposición constante a diversos movimientos artísticos y culturales”.

Los vínculos entre universidad y sociedad de los proyectos artísticos de Acción Social trascienden las vocaciones de esa área. Por ejemplo, la agrupación musical ElectrizArte (EC-330), inscrita en la Escuela de Ingeniería Eléctrica, proporciona un espacio interdisciplinario en el que estudiantes y profesores desarrollan iniciativas en las que mezclan tecnología y arte.

ElectrizArte surgió en el año 2010, y desde entonces es una plataforma para que centenares de estudiantes de secundaria de las zonas rurales conozcan las opciones universitarias en el área de las ingenierías.

“Adicionalmente, varias decenas de estudiantes universitarios que han participado han complementado su formación desarrollando proyectos ingenieriles y participando con comunidades rurales. Finalmente, la colaboración con artistas profesionales y académicos ha permitido enriquecer las prácticas artísticas de ambos con tecnología relevante”, explicó el Ing. Teodoro Willink Castro, docente coordinador de ElectrizArte.

“La UCR ha estado presente desde sus inicios en el mejoramiento de la educación, la formación de un concepto integral de salud, en la generación de competencias productivas comunales, la defensa del ambiente, de los derechos humanos y la reivindicación de las fibras culturales que conforman nuestras identidades. La Universidad sigue estando presente en prácticamente todo el territorio nacional, con más de 700 proyectos y sus actividades, casi 2000 cursos de capacitación, con 208 proyectos de asesorías y servicios de las unidades académicas”, afirmó la M.L. Marjorie Jiménez Castro, vicerrectora de Acción Social.

 

Eduardo Muñoz Sequira

Vicerrectoría de Acción Social

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR es líder nacional en análisis de la contaminación del agua

  • UCR Presente

  • El Laboratorio de Calidad de Aguas (LCA) del Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA) de la UCR recibió un reconocimiento por la calidad de sus análisis de aguas residuales

El programa estadounidense “Fortalecimiento de Laboratorios de Aguas Residuales para CAFTA-DR” eligió entre 12 laboratorios de la región que participaron por sus análisis de aguas residuales. Foto: Karla Richmond.

Desde 1982, la Universidad de Costa Rica (UCR) alberga un laboratorio que realiza análisis fisicoquímicos para valorar la calidad del agua que se utiliza y desecha en el país. El pasado lunes 18 de marzo fue galardonado por su capacidad técnica en investigación y calificado como “Laboratorio referente nacional para análisis de aguas residuales 2018-2023”.

Se trata del Laboratorio de Calidad de Aguas (LCA), encabezado por científicos del Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA) de la UCR. Esta unidad de investigación se encarga de la detección de contaminantes que afectan la calidad del agua para consumo humano, las aguas residuales, los cuerpos de agua superficial y subterránea, y hasta el agua de mar.

El reconocimiento fue otorgado por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

Ademas de su rol como unidad de investigación, al laboratorio se le reconoció su aporte al país por prestar servicios de análisis de contaminantes y caracterización de fuentes de agua a empresas públicas y privadas costarricenses.

Además, el Laboratorio Nacional de Aguas de Acueductos y Alcantarillados (AyA) también fue premiado por su competencia técnica en análisis de aguas residuales.

Investigación ardua, veraz y aplicable

Desde el año 2000, el CICA cuenta con un Sistema de Gestión de Calidad (SGC) y actualmente varios de sus ensayos se encuentran acreditados bajo la norma ISO/IEC 17025:2005, por lo cual el Laboratorio de Calidad de Aguas y los otros laboratorios, que funcionan dentro del SGC, garantizan la calidad y veracidad de los resultados generados en sus diferentes actividades de investigación y vinculación externa.

El trabajo de los investigadores en territorio nacional ha sido exhaustivo, al punto de que han realizado monitoreos de cuerpos de agua en la Zona Norte, el Pacifico Central, Pacifico Norte, Vertiente del Caribe y el Valle Central. Además, el LCA también forma parte de la Red de Laboratorios de Aguas Residuales de Centroamérica y el Caribe (RELARECC), la cual existe gracias a la cooperación de EPA y USAID.

Los investigadores del laboratorio confirman que la calidad del agua del país es la adecuada, aunque en ocasiones los análisis de aguas pueden variar según la temporada en que se realicen: época seca o lluviosa.Foto: Karla Richmond.

Actualmente, el LCA junto con los colaboradores de la unidad de muestreo y del Laboratorio de Análisis de Plaguicidas y Compuestos Orgánicos (LAPCO) del CICA trabaja en un proyecto que evalúa la calidad del agua de 15 cuencas hidrográficas de Costa Rica, considerando variables físicas, químicas y biológicas de los cuerpos de aguas superficiales. El estudio se lleva a cabo en conjunto con el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), la Universidad Nacional (UNA) y el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).

Johan Molina Delgado, coordinador del LCA, afirma que una de las principales problemáticas que han detectado en los cuerpos de agua es la alta carga de contaminación orgánica y materia fecal. Pero, ¿de dónde provienen estos desechos?

En los hogares se producen por restos de alimentos, aceites de cocina, productos de limpieza como detergentes, y en actividades industriales por residuos de pinturas, metales y compuestos químicos, así como residuos de la actividad agrícola y ganadera. Para que los microorganismos presentes en el agua puedan descomponer estos materiales, es necesaria una gran cantidad de oxígeno. El problema es que este oxígeno también lo necesitan los animales que viven por estas aguas.

«El exceso de carga orgánica produce una proliferación de crecimiento bacteriano, que a su vez conlleva un consumo alto del oxígeno disuelto que hay en los cuerpos de agua», señaló el investigador. El químico explica que entre menos oxígeno tenga el agua, más se degrada el ecosistema de los peces y otras especies que habitan ahí, complicando su vida a largo plazo e incluso erradicándolas por completo.

Materia prima para toma de decisiones

Molina agrega que el trabajo que se realiza en el laboratorio es vital para la creación de políticas públicas que atiendan problemáticas del agua en el país. Acorde a esto, en el Foro por el Día Mundial del Agua que se realizó este 22 de marzo en la UCR, se detalló la importancia de la investigación y acción social que ejercen las universidades estatales con proyectos en este campo.

Haydée Rodríguez Romero, viceministra de Agua y Mares, fue una de las expositoras del foro que enfatizó en la necesidad de impulsar tecnología desde las universidades para contar con la información necesaria para tomar decisiones y atender problemáticas ambientales como la distribución y el saneamiento del agua.

«Ahora podemos conocer la calidad de los cuerpos de agua y cuánta cantidad de agua subterránea tenemos. Eso nos permite identificar cuáles van a ser las prioridades (dependiendo de la cantidad y calidad de agua) que existen en determinadas zonas y saber quién se va a beneficiar, asumiendo siempre que la principal prioridad es el abastecimiento para consumo humano», aseveró la viceministra.

Por su parte, el director de la Dirección de Aguas del MINAE, José Miguel Zeledón Calderón, recalcó la importancia de tener contacto directo con la investigación que se realiza en la academia. «Todo el programa de calidad que estamos levantando a nivel nacional lo hacemos con las universidades, ya que la dirección no está para hacer esa innovación. Hay que tener aliados», aseguró Zeledón.

El MINAE aporta recursos al laboratorio cuando se realizan proyectos en conjunto. Esto porque a final de cuentas, es un tema de salud pública, para beneficio de todo el país y sus ciudadanos. Foto: Karla Richmond.

Tecnología de punta al servicio del país

Con la reciente obtención de nuevas instalaciones y equipos de la más alta tecnología, el LCA ha fortalecido su labor como uno de los laboratorios, a nivel nacional y regional, con mayor capacidad analítica para determinar sustancias contaminantes que se encuentran en el agua, incluso a niveles mínimos.

Además de contar con el equipamiento básico de un laboratorio dedicado a este tipo de análisis, el LCA cuenta con diversos equipos de alta tecnología utilizados para la cuantificación de una gran cantidad de elementos de la tabla periódica (entre ellos metales) a niveles de concentración muy reducidos.

Dentro de pocos meses, el CICA recibirá un Espectrómetro de Masas de Relación Isotópica (IRMS por sus siglas en ingles), el cual permitirá incursionar en nuevos proyectos de investigación enfocados a la caracterización de puntos de recarga de acuíferos, y averiguar entre los posibles orígenes (actividad urbana, agricultura, ganadería, entre otros) de diversos contaminantes que estén afectando cuerpos de agua superficial y subterránea.

Análisis de nitritos en el LCA. Foto: Karla Richmond.

 

José Andrés Céspedes

Periodista Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR Presente: Manos de cientos de estudiantes protegen desove y nacimiento de tortugas baula

  • Mediante el Programa de Voluntariado se prestaron, de enero a marzo, más de 5000 horas de trabajo en dos zonas donde llegan a anidar estas especies

La población estudiantil que participa en el Programa de Voluntariado colabora en la protección de la tortuga Baula desde antes de su nacimiento y hasta su llegada al mar. (Cortesía: Programa de Voluntariado)

Cientos de estudiantes del programa de Voluntariado de la Universidad de Costa Rica (UCR) han colaborado por más de 15 años en la vigilancia, patrullaje y concientización de turistas sobre la importancia de la conservación de especies en peligro de extinción, como la tortuga Baula, en diferentes áreas de la provincia de Guanacaste.

Actualmente se trabaja en el Parque Nacional Marino Las Baulas, en Playa Grande, Guanacaste y también se colabora con la Asociación Conservacionista Kuemar en otras tres playas de esa provincia.

Cada año, gran cantidad de estudiantes de la UCR se inscriben en los proyectos del Programa de Voluntariado para ir, especialmente de enero a marzo a asistir a las tortugas Baula en su viaje de ida y regreso al mar, primero para anidar y desovar y luego para ver correr por la arena a cientos de pequeñas tortugas que van hacia el mar.

En el Parque Nacional Marino Las Baulas, el presente año participaron 37 estudiantes, uno de ellos incluso estuvo dos meses trabajando con los guarda parques del lugar. Aquí las labores en las que trabaja la población estudiantil de la UCR van de la limpieza de las playas para asegurar un tránsito fluido de las tortugas hacia la anidación y luego hacia su regreso al mar. También hacen vigilancia, patrullaje y conversan con los turistas de la zona para concientizarlos sobre la importancia de conservar estas especies.

Como conclusión de la etapa de desove siempre se realiza un Festival de la Tortuga Baula, el cual pretende ser una celebración a todos los esfuerzos de las personas involucradas en la protección de esta especie, como son guías locales, guarda parques, voluntarios independientes y organizaciones, al cual fue invitado el Programa de Voluntariado como uno de estos colaboradores.

Dicho Festival fue realizado el 2 de marzo último y dado que se realizan diferentes actividades de tipo artístico y cultural, a la Universidad de Costa Rica siempre se le solicita la presentación de un grupo y por ello el presente año se invitó al Grupo Electrizarte, de la Escuela de Ingniería Eléctrica, cuyos estudiantes tuvieron además la oportunidad de conocer la labor que realizan las y los voluntarios en esa zona.

Estudiantes de Voluntariado colaboran en labores de investigación y en la protección de los nidos de las tortugas Baula. (Foto: Programa de Voluntariado)

Por las tortugas

También, desde el 2011 el Programa de Voluntariado colabora con la Asociación Conservacionista Kuemar, con la cual se realizan acciones en tres playas que son Nombre de Jesús, Playa Minas y Playa Real, las cuales se constituyen en zona de amortiguamiento del Parque Nacional Marino Las Baulas.

En estas playas las y los voluntarios realizan acciones de conservación y a la vez colaboran con la investigación que dicha organización realiza durante todo el año para demostrar la importancia de este sitio en el anidamiento de tortugas marinas.

En ese sentido, quienes hacen voluntariado asisten a los procesos de toma de datos de las tortugas que salen a la playa, hacen reubicación de huevos, cuando estos son desovados en zonas peligrosas, ante la marea o depredadores; además hacen exhumaciones de nidos y atienden el nacimiento de las pequeñas tortugas, ayudándolas a salir del nido. Asimismo, mantienen la playa limpia para que las tortugas puedan desovar con mayor facilidad y hacen educación ambiental con los turistas que visitan dichas playas sobre el manejo de residuos sólidos y la importancia de los procesos de investigación que se realizan.

“En ambos proyectos han sido cientos de estudiantes impactados a través de los años, que conocen no solo los diferentes procesos de anidación de las tortugas, sino la importancia de las mismas en el sistema marino, los peligros a los que son sometidas, la gran importancia que representa el voluntariado para su conservación y sobre todo la concientización del valor que cada uno de nuestros voluntarios y voluntarias tiene en los procesos de preservación de especies en peligro de extinción”, manifestó Lupita Abarca, coordinadora general del Programa de Voluntariado.

Importante colaboración

Según Rotney Piedra Chacón, administrador del Parque Nacional Marino Las Baulas, desde hace muchos años se inició la relación de colaboración con el Programa de Voluntariado y gracias a ello gran cantidad de muchachos y muchachas los han visitado y también son muchos los resultados obtenidos.

“Hay dos elementos importantes que deseo resaltar en esta relación de colaboración; el primero de ellos es que las personas que han participado en el Programa nos han ayudado a salvaguardar la biodiversidad que protege al parque Nacional con las actividades que ellos desarrollan en los acompañamientos a guarda parques, a otros voluntarios que también nos visitan y, por lo tanto, ir cumpliendo con los objetivos de conservación del área protegida, son sin duda un brazo de apoyo para el personal del parque nacional”, expresó Piedra.

El estudiante de Turismo ecológico, en la sede de Guanacaste, Manuel Chavarría, agradece al Programa de Voluntariado la oportunidad que le brindaron de adquirir experiencia. (Foto: Programa de Voluntariado).

También destacó la importancia que tiene este apoyo para los y las voluntarias, pues considera que si su trabajo en el área protegida logra sembrar en ellos y ellas una semilla de velar por un ambiente sano y ecológicamente equilibrado ya se ha ganado, porque serán profesionales que tendrán un impacto positivo en lo ambiental y por tanto, en la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas.

Al respecto, agregó que “esperamos seguir fortaleciendo este trabajo conjunto entre el Parque Nacional Marino Las Baulas y el Programa de Voluntariado y así sumar a la protección y conservación de las áreas protegidas de nuestro país y, por supuesto, ayudar mucho al bienestar humano.

En su propia voz

Manuel Chavarría, estudiante de la carrera de Turismo ecológico, en la sede de Guanacaste, estuvo durante enero y febrero del presente año colaborando, como voluntario, en el Parque Nacional Marino Las Baulas, experiencia que considera ha sido muy valiosa para su profesión y para su vida personal.

“Para mí haber colaborado con ellos tanto tiempo ha sido una oportunidad para adquirir experiencia, tanto en el ámbito profesional y también crecer en el ámbito personal; ha sido una oportunidad que pienso que me puede servir para el futuro, para adquirir trabajo. He adquirido mucha experiencia y también para conocer la realidad que tienen los parques nacionales, y parte de la realidad que tiene el país y las funciones tan importantes que realizan los guarda parques”, manifestó Chavarría.

Otro grupo de estudiantes que fue impactado por la labor de las voluntarias y los voluntarios en el Parque Nacional Marino Las Baulas fueron los integrantes del grupo musical Electrizarte, de la Escuela de Ingeniería Eléctrica, quienes participaron en el décimo sexto Festival de las Baulas que se realizó en Playa grande el 2 de marzo pasado.

Quienes estuvieron en esta actividad, 10 estudiantes, de 40 que forman el grupo total, brindaron un concierto compuesto por música, pero también con mensajes relacionados con la protección del ambiente, comentó Teodoro Willink Castro, coordinador del grupo y docente de la Escuela de Ingeniería Eléctrica.

Estudiantes del grupo Electrizarte participaron el XVI Festival de la tortuga Baula y se mostraron muy impactados por la realidad de las comunidades que visitaron. (Foto: Programa de Voluntariado).

“Nosotros teníamos ese aporte musical-cultural, pero entonces también, por ejemplo, hablamos un poquito sobre cómo uno puede aprovechar tecnologías para tratar temas ambientales como rastrear torutugas, o trabajar con basura y reciclaje, entonces aprovechamos para meter ese mensajito entre la presentación”, explicó Willink.

Según comentó esta experiencia les permitió a los estudiantes y a la estudiante que visitó la zona, conocer diferentes comunidades y su realidad.

 

Nidia Burgos Quirós

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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El ambiente cuenta con la Universidad de Costa Rica y su accionar

  • UCR Presente

  • Comunidades, organizaciones y gremios profesionales enriquecen la propuesta de la UCR en materia ambiental

Las iniciativas sobre desarrollo ambiental sostenible de la Vicerrectoría de Acción Social promueven capacidades comunitarias para generar cambios desde los mismos habitantes, con el acompañamiento cercano del personal y estudiantes destacados en las decenas de proyectos en ejecución.

Aprender a convivir y aprovechar responsablemente los recursos de la naturaleza sí es posible. Y la Universidad de Costa Rica (UCR) con variados programas, proyectos e iniciativas abren espacios universitarios para que la ciudadanía aprenda a aprovechar los recursos de forma sostenible.

Para acompañar a las comunidades, a las organizaciones populares y gremios de especialistas en sus metas ambientales, la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) destina cada año parte de sus recursos financieros, humanos y logísticos en iniciativas que van desde proyectos de Trabajo Comunal Universitario, hasta actividades lúdico-pedagógicas y de formación accesibles para toda la población.

Con una inversión que superó los ₡220 millones en el año 2018, la VAS tiene en vigencia un total de 117 proyectos que cubren todas las regiones, que implican horas docentes y estudiantiles en investigación y acompañamiento comunitario.

En la salvaguarda de la conservación y recuperación ambiental, los recursos siempre son insuficientes, por ello las personas involucradas aportan además de su tiempo personal para trabajar mano a mano con las comunidades.

Los esfuerzos se dirigen en varios sentidos. Uno de ellos es la capacitación de profesionales de diversas carreras de las áreas de las ingenierías, las ciencias biológicas y geológicas, así como las sociales. Otro en capacitación de liderazgos comunales, además de reforzar el currículo escolar en centros educativos de primaria y secundaria.

De la mano con las comunidades

La VAS concibe su trabajo como un intercambio de saberes, en el que tanto los gestores comunitarios y el personal universitario diseñan las estrategias, acordes a las necesidades detectadas en ese proceso.

El magíster Freddy Arias Mora, coordinador del proyecto “Prevención de intoxicaciones en comunidades costarricenses” (TC-661), apuntó que gracias a una de las iniciativas se impulsó la formación de un grupo de mujeres emprendedoras que desarrollaron una harina a base yuca, como alternativa a las plantaciones extensivas de banano y piña que circundan la comunidad de La Primavera.

En ese sentido, el desarrollo de capacidades comunitarias en la gestión de los riesgos y la conservación ambientales caracterizan otros proyectos que vinculan distintos centros e institutos de investigación, así como escuelas de todas las áreas del conocimiento.

El mariposario de la Reserva Ecológica Leonelo Oviedo ha transferido conocimientos mujeres rurales para iniciar sus emprendimientos para mejorar la calidad de vida de sus familias con proyectos ambientalmente sostenibles.

Otro ejemplo de los impactos que se logran es el Centro de Acción Social e Investigación en Mariposas (ED-2759), un espacio para la educación ambiental y la actualización de profesionales y personas emprendedoras interesadas en la reproducción de mariposas e insectos asociados a los ecosistemas nacionales.

El magister Luis Ricardo Murillo Hiller, coordinador del proyecto ED-2759, desde esa instancia no solo “se realizan actividades educativas, sino que también se apoyan a mujeres emprendedoras de muy escasos recursos en zonas rurales. Más de 20 mil personas en Guácimo, Guápiles, Siquirres, Guácima, Montes de Oca, Desamparados, entre otros cantones, han sido parte de estos procesos de acompañamiento comunitario. En total, “más de 1500 familias viven directa e indirectamente de la comercialización de mariposas, pues se genera conocimiento vital para sus operaciones”.

En esa misma línea de acción, los proyectos “Turismo en Ditsö Ka: cambio social y perspectivas de sostenibilidad” (ED-3392) e “Ingeniería de Biosistemas en el desarrollo de proyectos ecoturísticos en la zona indígena de Bribrí, Talamanca: caso Shuabb” (ED-3398) brindan acompañamientos a pobladores de esos territorios para impulsar actividades productivas sostenibles ambiental y financieramente.

A resguardar la calidad de vida

Gran parte del trabajo que se hace desde proyectos de vinculación universidad-sociedad están relacionados con la conservación y defensa de los mantos acuíferos.

Desde el año 2010, la Maestría en Hidrogeología y Manejo de Recursos Hídricos coordina el proyecto “Gestión y entendimiento del flujo de las aguas subterráneas” (ED-2799). Desde entonces, “se ha fortalecido el rol preponderante de la UCR en la capacitación y actualización de los profesionales sobre los recursos naturales, especialmente para concientizar sobre la necesidad de utilizarlos sosteniblemente”, dijo la magíster Ingrid Vargas Azofeifa, coordinadora del mismo.

Con charlas, talleres, sesiones formativas y docentes, personas de instituciones vinculadas con el sector hídrico y comunidades han intercambiado saberes alrededor del ED-2799. “Este proyecto nos ha brindado retroalimentación del quehacer universitario hacia la sociedad, lo cual es clave para fortalecer las líneas de acción en torno a la búsqueda de soluciones a la contaminación ambiental”, agregó Vargas.

Otros, estimulan a poblaciones juveniles en la atención de los residuos sólidos, que son unos de los principales factores de contaminación en ríos costarricenses. El proyecto de Trabajo Comunal Universitario denominado “Apoyo a la gestión ambiental local” (TC-71) apoya a municipalidades en Limón, San José y Alajuela con actividades educativas para que los jóvenes se conviertan en agentes de cambio en sus entornos inmediatos.

“Tenemos como universidad, la responsabilidad de revisar constantemente hacia dónde vamos, el modelo de universidad que tenemos y aspiramos a que la UCR continúe formando profesionales solidarios, generando conocimiento y ampliando del acervo cultural para el bienestar de un país. La naturaleza pública de la Universidad de Costa Rica nos obliga a construir permanentemente una relación dialógica con una sociedad compleja, plural, desigual y contradictoria”, dijo la magíster Marjorie Jiménez Castro, Vicerrectora de Acción Social.

 

Eduardo Muñoz

Periodista Vicerrectoría de Acción Social

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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La UCR brindará servicio de detección temprana de cáncer de cérvix

  • UCR Presente

  • La incertidumbre de padecer de cáncer de cérvix cuando una paciente es diagnosticada con el Virus del Papiloma Humano (VPH) de alto riesgo está por terminar

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los tipos de VPH de alto riesgo son el 16 y 18, los causantes del 70% de los casos de cáncer de cérvix y de las lesiones precancerosas del cuello del útero en el mundo. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

La Facultad de Microbiología de la Universidad de Costa Rica (UCR) y el DC Lab-UCR trajeron el equipo necesario para realizar, por primera vez en el país, una prueba in vitro llamada HPV OncoTect -por sus siglas en inglés-, que detecta si el VPH alojado en el cuello uterino de la mujer está desarrollando células cancerígenas.

La contribución de la UCR será vital para la salud de las costarricenses. Actualmente, para saber si una mujer con VPH está en riesgo de tener cáncer, se requieren de numerosas pruebas que no son capaces de predecir con exactitud el progreso del padecimiento.

Con este nuevo aporte, el país tendrá una herramienta tecnológica y personal altamente calificado para afrontar una problemática que, tan solo en el 2018, originó 351 nuevos casos de cáncer cervical y cobró la vida de 192 mujeres.

De acuerdo con el Dr. Rodrigo Mora, microbiólogo y docente de la UCR, el VPH es una infección de transmisión sexual presente en tipos de bajo y alto riesgo. Entre estos últimos se encuentran varios como el VPH 16, 45 y 18, que son los de mayor preocupación para la población femenina.

Si bien, se estima que menos del 5% de las mujeres con alguna de esas variantes del virus podría incentivar la enfermedad, cuando el cáncer se hace presente en el organismo puede propagarse a otros órganos como los pulmones y generar metástasis.

“No todas las mujeres con el virus desarrollarán cáncer y, si sucede, es por un accidente genético donde la hebra del virus “se rompe” y se integra en el ADN de las células sanas del cuello uterino, siendo esta integración lo que va a originar el cáncer”, indicó el microbiólogo.

La forma en cómo trabaja el virus es mediante el ingreso de su material genético. Su hebra de AND es circular y entra en las células sanas de la zona mucosa del cuello uterino. Cuando las células ya están infectadas, producen partículas virales, lo que convierte al VPH en un agente altamente infeccioso.

“La infección por este virus tiene el efecto del iceberg; es decir, la mayoría de las infecciones del VPH son casos en los cuales no hay síntomas o las lesiones desaparecen en uno o dos años. Esto se debe a que la mayoría de mujeres tengan regresiones espontáneas, que es cuando el sistema inmunológico ataca y desecha el virus. Ahora bien, en otros casos las mujeres no desechan el virus y este entre a las células sanas que dan paso alcáncer”, señaló el Dr. Mora.

Con la nueva prueba, una vez detectado el virus se sabrá en cuáles células se integró el virus del VPH.

Para lograrlo, se usará la citometría de flujo, una tecnología que permite el recuento y clasificación de células con la utilización de luz láser. A través de las sondas, las células de cáncer se “tiñen” de color verde si tienen el virus integrado. Si hay un 4% o más de las células teñidas, significa que el cáncer cervical está incubándose.

Solución más allá del microscopio

Por más de diez años, en Costa Rica se aplica el papanicolau, una prueba que permite detectar las primeras anomalías. No obstante, la sensibilidad citológica es baja y no avisa si la mujer está en riesgo de presentar cáncer. La prueba HPV Onco Tect solucionaría esta incertidumbre.

“Cuando el papanicolau y otras pruebas basadas en el ADN que solo detectan el virus salen alteradas, pero la HPV OncoTect es negativa, esto indica que hay una alta probabilidad de regresión espontánea de la infección viral. En otras palabras, que el sistema inmunológico de la mujer elimine el virus. Por el contrario, si el papanicolau sale alterado y la HPV OncoTect también, quiere decir que un cáncer está en proceso”, explicó el Dr. Mora.

Este es un nuevo esfuerzo de la UCR para mejorar la calidad de vida de la población.

Lo anterior también colaborará a aminorar los efectos psicológicos en las pacientes. Si el papanicolau sale alterado, así como las pruebas que detectan el ADN viral, se genera una alarma importante, pues la mujer podría estar infectada con un virus de alto riesgo.

Como consecuencia de esa probabilidad, la paciente inicia una serie de tratamientos los cuales podrían ser innecesarios, pues no se sabe si realmente ella va a sufrir una integración del virus en las células sanas que les provoque el cáncer.

La HPV OncoTect se ha realizado más de 500 000 veces en todo el mundo y ha sido aprobada en todo rango de edad, incluyendo mujeres de 20 a 34 años, lo cual es importante pues en ese rango de edad hay un 15% de incidencia de cáncer cervical.

La UCR aplicará la prueba después de implementarla en un nuevo equipo de citometría de flujo y estará disponible en abril del 2018 para realizarse en muestras provenientes de laboratorios públicos y privados.

 

Valeria García Bravo

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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¡La UCR resguarda nuestro pasado!

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  • Investigadores y estudiantes analizan piezas arqueológicas y realizan trabajo de campo en comunidades para recuperar nuestra identidad

Kendra Gamboa, arqueóloga asistente en el proyecto con piezas de Nuevo Corinto de Guápiles de Limón, aprovecha este espacio para profundizar en su investigación. Foto: Anel Kenjekeeva.

La Universidad de Costa Rica (UCR) creó en 1942 el Laboratorio Carlos Humberto Aguilar Piedra, un espacio de la Escuela de Antropología (EAT) dedicado a la investigación y preservación del patrimonio arqueológico nacional.

El Laboratorio es un muestrario arqueológico, en el cual, se utilizan herramientas tecnológicas para analizar colecciones de muestras orgánicas como semillas, tierra, carbón, así como colecciones de cerámica y piedra considerados “materiales artefactuales”.

La información recapitulada permite a los investigadores y estudiantes adentrarse en el pasado de nuestro territorio para entender el comportamiento de las poblaciones antiguas tras conocer la vegetación que existía en los sitios arqueológicos analizados.

La coordinadora del Laboratorio, M. Sc. Floria Arrea, junto con la curadora de los materiales, Dr. Carolina Cavallini, trabajan para proporcionar un servicio de acompañamiento y trabajo colectivo ya sea en los cursos prácticos de los estudiantes de la carrera o en apoyo a los investigaciones.

Pero más allá del trabajo que se desarrolla en las instalaciones del Laboratorio, ubicado en la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR, la iniciativa colabora con proyectos en diversas comunidades del país en una relación constante con las personas de la localidad.

Actualmente, el Laboratorio forma parte de tres proyectos de investigación en las regiones de Corinto, Barranca y Guayabo, donde realizan análisis antropológicos a fin de profundizar el conocimiento que existe sobre la localidad y así, poder transmitirlo a sus pobladores.

“El Laboratorio siempre va a tener esa función tanto docente como de investigación y también de acción social porque es importante que lo que hacemos se comunique a las comunidades para que estas se apropien de lo que les pertenece (su pasado)” aseveró la Arrea.

En el contexto actual, el trabajo del Laboratorio asume un papel de salvaguardar el patrimonio cultural ante el incremento del desarrollo inmobiliario e industrial que ha puesto en peligro zonas ricas en contenido antropológico.

Sobre el Laboratorio Carlos Humberto Aguilar Piedra

Como laboratorio, la principal función que realiza es la investigación arqueológica. Proyectos realizados cubren el pasado precolombino de Costa Rica en regiones como Irazú, Turrialba, Pavas, Curridabat, Palo Verde, San Ramón, San Vito, y Coto Brus. Los resultados de los proyectos de investigación y de los análisis que se practican se mantienen en bases de datos actualizadas con el fin de que puedan ser consultadas por estudiantes e investigadores.

El Laboratorio resguarda centenares de artefactos arqueológicos ricos en historia. Foto: Anel Kenjekeeva.

Además, está el manejo de las diferentes colecciones que posee el Laboratorio, estas son:

  • Colección de Cerámica Indígena o Ceramoteca.
  • Litoteca o colección de artefactos precolombinos elaborados en piedra.
  • Colección de artefactos especiales en jade, cerámica, vidrio, metales y otros.
  • Colección de muestras de tierra colectadas en diversas investigaciones arqueológicas para análisis de polen, fitolitos, análisis químicos etc.
  • Colección de referencia de plantas frescas conservadas en formalina.
  • Colección de semillas autóctonas carbonizadas, material de referencia
  • Colección de semillas arqueológicas carbonizadas.
  • Colección de huesos humanos procedentes excavaciones arqueológicas.
  • Colección de huesos animales y de moluscos procedentes de las distintas investigaciones.
  • Colección de fotografías y diapositivas de sitios arqueológicos.
  • Colección de planos de sitios arqueológicos.

Información documental sobre más de 500 sitios arqueológicos registrados por el Laboratorio de Arqueología, se tienen diarios de campo e informes de campo y análisis de laboratorio.

Centro de documentación con textos de Arqueología, Antropología, revistas especializadas y tesis de Licenciatura en Antropología con énfasis en Arqueología.

 

Amanda Núñez Chacón

Asistente, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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