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Etiqueta: Universidad de Costa Rica

Viernes de cátedra: «¿Cuál futuro para las mujeres de Centroamérica?»

SURCOS comparte la siguiente invitación:

Hoy viernes 30 de abril a las 5:00 p. m., se llevará a cabo la cátedra centroamericana con la temática: ¿Cuál futuro para las mujeres de Centroamérica? Contará con la participación de las siguientes invitadas:

  • Maria José Cascante, docente e investigadora de la Universidad de Costa Rica. Actual vicerrectora de Vida Estudiantil.
  • Subversivas, Colectiva Feminista Nicaraguense.
  • Diana Campos Ortíz, Docente cátedra Centroamérica, Universidad de Costa Rica.

El evento se transmitirá por Facebook Live de: Cátedra Centroamérica/UCR.

Reglamento de la Universidad de Costa Rica contra del hostigamiento sexual

El pasado 17 de marzo se emitió el comunicado SP-D-0243-2021 firmado por Oriester Francisco Abarca Hernández en el que se estipula que a partir del primer ciclo del 2021 se debe adjuntar una infografía a los programas de cada curso que se impartan, como medida para que los y las estudiantes puedan conocer cuáles son esas manifestaciones no verbales, verbales, físicas, escritas que son denunciables y aplicables a cualquier persona que forme parte de la Universidad de Costa Rica.

Lo anterior, se está manejando específicamente para la sede del pacifico: Arnoldo Ferreto Segura y fue promovido por la Asamblea de Mujeres de la Sede del Pacífico y comunicado oficialmente por la dirección de la Sede.

Adjuntamos el documento y la infografía:

Palabras proféticas de don Fernando Baudrit en la Asamblea Constituyente

Marinela Córdoba Zamora

“Lo que perseguimos es evitarle a la Universidad la amenaza de futuros Congresos movidos por intereses politiqueros … Mañana, si la Universidad no se adapta al ambiente político imperante, un Congreso, con el propósito de liquidarla, lo podrá conseguir fácilmente rebajando el subsidio del Estado. Ya dije que, si no estuviéramos viviendo el régimen actual, la Universidad habría desaparecido, o bien se hubiera convertido en una dócil dependencia del Poder Ejecutivo. Ya se tramaba, en este mismo recinto, y por el último Congreso en ese sentido. Hasta se barajaban los nombres de las personas que nos iban a sustituir, en la dirección de la Universidad. ¿Quién nos asegura que en el futuro no podría presentarse una situación parecida? Precisamente para evitar que esto pueda llegar a presentarse es necesario, indispensable, dotar a la Universidad de Costa Rica de una auténtica independencia administrativa, docente y económica.” (Acta 160, 4/X/1949, tomo III, p.395.)

 

Compartido con SURCOS por Fernando Rodríguez Garro.
Publicado en la página de Facebook de la autora.

SETENA aprueba proyecto de combustión química o incineración en Guanacaste

Ecologistas interpondrán acciones legales

BLOQUE VERDE 13/01/2021

A finales del año pasado aprobó la viabilidad ambiental del proyecto de incineración bajo la modalidad de gasificación según consta en la Resolución N°2146-2020-SETENA.

Ante el avance del proyecto de COOPEGUANACASTE los ecologistas buscarán interponer acciones legales para evidenciar todos los posibles riesgos e impactos que el proyecto conlleva.

El proyecto que tiene un costo de más de 38 millones de dólares, inició el trámite en 2014. Es seis años después, y en los últimos días hábiles del 2020, que se aprueba sin la mayor participación social o publicidad al respecto. Es así como COOPEGUANACASTE pretende desarrollar en distrito de Belén del cantón de Carrillo una incineradora y pretende supuestamente generar energía con los desechos de la mayoría de los cantones de Guanacaste, cuando en realidad la energía empleada en la gasificación es mucho mayor a la generada.

La planta cuenta con capacidad teórica para generar entre 8 MW y 10 MW de electricidad procesando entre 150 y 180 toneladas de residuos sólidos municipales al día.

La gasificación es un procedimiento de alto consumo energético que intentan reducir el volumen de residuos convirtiéndolos en gas a través de la combustión conocida. La gasificación de residuos está clasificada como una forma de incineración por la Unión Europea y la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.

Según el informe Análisis del riesgo de las tecnologías de gasificación y pirólisis de residuos de la de la Alianza Global para Alternativas a la Incineración GAIA “existen muchos ejemplos de plantas que se vieron forzadas a cerrar debido a fallas técnicas y fracaso financiero (…) Se han invertido más de 2 mil millones de dólares solo en los proyectos que figuran en este informe, todos los cuales fueron cerrados o cancelados antes de comenzar las operaciones.”

El documento además señala “que tales instalaciones emiten dióxido de carbono a partir de materiales derivados de fuentes de combustible fósil como los residuos de plástico y carbón”, contrario al propósito de descarbonizar o reducir el calentamiento global.

El informe de GAIA concluye que “los beneficios potenciales de la gasificación de residuos son menores y más inciertos, y los riesgos son mucho mayores de lo que sus proponentes afirman”.

Según la fundamentación en que se basa SETENA para otorgar la viabilidad es que “debido a la problemática del ICE de satisfacer su demanda energética aumentando su producción de energía utilizando tecnologías más económicas”. Sin embargo, la situación energética hoy según el ICE es bastante distinta pues la generación es 100 % renovable e inclusive rechaza seguir comprando energía a los generadores privados por el estancamiento de la demanda, en síntesis, sobra energía y no es necesario más proyectos a corto plazo.

De hecho, en relación con otro proyecto de incineración promovido por FEMETROM la presidencia del ICE aseguró que tiene cubierta la demanda de Costa Rica en materia de electricidad y que no es del interés del ICE este tipo de actividad ya que buscan una matriz de energía renovable. En la carta del ICE se indica que “El Plan de Expansión de la Generación Eléctrica (2018-2034) concluye que la ruta recomendada muestra que el país tiene garantizada la atención de la demanda eléctrica para los próximos ocho años, a partir de una matriz de generación renovable, confiable y diversa, consolidando un modelo eléctrico nacional basado en fuentes renovables” (oficio 0060-300-2020 de fecha 17-07-2020).

Impacto socioambiental

“La incineración y la gasificación de la basura producen cenizas y escorias tan tóxicos y contaminantes como los desechos radiactivos y hay que confinarlos en depósitos con las mismas condiciones de seguridad tal como lo están haciendo en Alemania” afirmó Ronald Arrieta, especialista en tecnologías de tratamiento de desechos sólidos de la Universidad de Costa Rica en una entrevista sobre el tema (ver entrevista completa).

Arrieta dijo que “es necesario que a la gente le quede claro que, con la incineración, la basura no desaparece. La basura al igual que cualquier otra materia no desaparece se transforma. En este caso se transforma en dióxido de carbono que va a empeorar el efecto invernadero. También se transforma en cenizas que están cargadas de metales pesados como el plomo, el cadmio, el mercurio que causan graves daños a la salud humana y el ambiente. No es cierto, que esas cenizas se puedan usar como abono, estas cenizas son tóxicas y cancerígenas”.

Agregó Arrieta “Además, se producen gases tóxicos de los cuales no existen registros científicos sobre la cantidad de estas sustancias presentes en el ambiente, que mantienen niveles de inocuidad. Lo peor es que estas sustancias se acumulan en los seres vivos porque nuestros organismos no las pueden digerir y se sabe que son extremadamente cancerígenas”, acotó.

“Hay una dioxina, por ejemplo, que está catalogada como la sustancia más cancerígena que se conoce en el mundo, y esta es solo una de varias toxinas que se liberan al ambiente con la incineración y la gasificación” advirtió el científico de la UCR,

Otra de las preocupaciones de los ecologistas es que el país no cuenta ni con la estructura jurídica, de laboratorios ni el personal especializado para poner en práctica la fiscalización de esta actividad y para ejercer los fuertes controles que se requieren para garantizar que se cumpla el reglamento que permite esta actividad (Decreto No. 39136-S-MINAE, 15-6- 2015).

 

Imagen tomada de Informatico.com

Enviado a SURCOS por Henry Picado.

El Movimiento Ecologista-Humanista de Geografía (MEHG): una memoria colectiva

Alberto Gutiérrez Arguedas

Decía el escritor Eduardo Galeano –inspirado en la tradición de la cultura Nagô, originaria del África Occidental- que los seres humanos tenemos dos memorias: una memoria individual y una memoria colectiva. La primera está condenada a muerte, así como la vida material de todas las personas. La segunda es inmortal, invencible: compartiendo la memoria en colectivo, esta sobrevive el pasar del tiempo y de los individuos. La motivación de escribir este texto es para poner a disposición de la memoria colectiva la experiencia del Movimiento Ecologista-Humanista de Geografía (MEHG). El relato es desde mi perspectiva individual, por lo tanto, es posible que haya algunas omisiones o imprecisiones.

El MEHG fue un colectivo formado por estudiantes de geografía de la Universidad de Costa Rica, hace aproximadamente una década, entre 2010 y 2012. Nació de la amistad: antes de ser un colectivo organizado, fue un grupo de amigos, con profundos vínculos de afecto. El “núcleo duro” del MEHG estaba conformado por seis personas: Julio Abarca, Alejandro Ferlini “Maja”, Jorge González “Cof”, Alberto Gutiérrez “Beto”, José “Checho” Mora y Dany Villalobos. Sin embargo, alrededor de este espacio convergieron muchas otras personas, de formas más puntuales e indirectas, con quienes el colectivo dialogó y de quienes se inspiró, en su mayoría, provenientes del “hábitat” de la Facultad de Ciencias Sociales, cuya Plaza 24 de Abril era un espacio de intensa socialización e intercambios. En ese contexto, un grupo de estudiantes de geografía -en aquel entonces de entre 20 y 26 años- con ideas, inquietudes y visiones del mundo compartidas, terminó transformándose en un actor político, dentro y fuera de la universidad.

No recuerdo un momento o evento en específico que marque el nacimiento del MEHG, ni tampoco el día en que comenzamos a auto-identificarnos con ese nombre. Lo que sí tengo claro es que eso sucedió en algún momento durante el primer semestre de 2010, en medio de una coyuntura muy particular en el seno de la organización estudiantil en geografía. Desde hacía algunos meses la ASEGE -Asociación de Estudiantes de Geografía, órgano formal de representación estudiantil- estaba prácticamente clausurada. Normalmente, las elecciones para representación estudiantil se realizaban hacia el final de año, de forma tal que el grupo escogido trabajaría al frente de la Asociación durante todo el año siguiente. No recuerdo por qué motivo, pero al final de 2009 no se hizo elección, lo cual condujo a una especie de “cierre técnico” de la ASEGE para 2010.

Frente a este vacío, decidimos actuar. De manera informal y auto-convocada, comenzamos a organizarnos y a ocupar el espacio de la ASEGE, inclusive, el espacio físico. Esto provocó fuertes tensiones y conflictos con otros estudiantes, principalmente, aquellos que habían ocupado la Junta Directiva durante 2009, los cuales seguían asumiendo como representantes estudiantiles oficiales (por ejemplo, aún conservaban las llaves de la oficina de la ASEGE). Durante 2010 esto provocó una agria disputa entre los diferentes sectores estudiantiles, la cual asumió una forma binaria: “radicales/sociales” vs. “conservadores/SIG”, con mutua intransigencia y hostilidad. Lamentablemente, estas tensiones entre estudiantes –quienes éramos compañeros/as en cursos- fueron, en buena medida, azuzadas por añejos rencores de algunos docentes de geografía, los cuales buscaron instrumentalizar a las y los estudiantes para mover sus propias agendas.

Luego de varios meses en ese impasse, a finales de 2010 se realizaron elecciones para la Junta Directiva de la ASEGE, en la cual se enfrentaron los dos sectores en disputa, con resultado favorable para nosotros. Recuerdo haber celebrado con gran alegría esa victoria electoral. En esta nueva etapa, el trabajo del MEHG se traslapó con la ASEGE, sin embargo, siempre tuvimos muy claro que eran espacios diferentes y que sería un grave error confundirlos. De hecho, en esa Junta Directiva de ASEGE (que trabajó durante 2011) también hubo participación de personas externas al MEHG, sin embargo, la presidencia sí fue ocupada por uno de nosotros: Dany Villalobos.

En términos generales, lo que motivó la conformación del MEHG fue una necesidad muy grande de ampliar nuestro horizonte y de conocer otras referencias, teóricas y políticas, dentro de la geografía y las ciencias sociales en general. Teníamos noción de ciertas cosas, discusiones que se daban en otros países, algún autor o autora por aquí y por allá, sin embargo, eran muy escasas las referencias que teníamos en el pensamiento geográfico social-crítico, sobre todo, aquel que se producía en nuestra propia región, en América Latina. No quiero ser malagradecido: la Escuela de Geografía nos proporcionó una buena formación, sin embargo, es innegable que este constituye uno de sus puntos más débiles, con algunas brillantes excepciones, como por ejemplo el profesor Carlos Granados.

De manera casi auto-didacta, “sin mapa”, asumimos el desafío de construir una geografía crítica, que se posicionara activamente en asuntos de la realidad universitaria, nacional y regional, comprometida con los procesos de transformación y lucha social. Recuerdo en aquel entonces leer un manifiesto de GeoRaizAL –Red de Geografía Crítica de Raíz Latinoamericana, de la Universidad Externado, Colombia- el cual plasmaba en texto aquellas inquietudes que para nosotros aún eran un tanto vagas y amorfas. Ese manifiesto –el cual hacía referencia a algunos autores/as latinoamericanos/as, que luego nos dimos a la tarea de buscar- definía mejor la perspectiva del MEHG que lo que nosotros mismos hubiésemos logrado hacer.

De esa forma, fuimos construyendo un discurso propio dentro de la Escuela de Geografía, contestatario y disonante, el cual criticaba frontalmente una corriente que en aquel entonces comenzaba a tomar fuerza y que hoy, una década más tarde, se ha consolidado como perspectiva hegemónica: la geomática y los SIG (sistemas de información geográfica). Nuestra crítica no era hacia los SIG como tales, sino hacia una visión que reduce la geografía a los SIG, a la técnica; siempre los vimos como herramientas para el quehacer geográfico, como un medio y no como un fin en sí mismo. De hecho, en aquel momento –bajo la dirección del profesor Rafael Arce- comenzó a plantearse la idea de un nuevo plan de estudios en geografía, en cuya discusión participamos activamente (inclusive, elaboramos una propuesta propia, luego de haber revisado distintos programas en universidades de otros países).

Un episodio concreto que ilustra estas disputas epistémicas y políticas dentro de la comunidad geográfica fue un conversatorio realizado en marzo de 2012, en conmemoración de los 15 años de la Escuela de Geografía, en donde hubo participación de varias generaciones de geógrafos/as, entre estas, la nuestra. En aquella ocasión, “Checho” asumió el desafío y realizó una exposición en la cual plasmaba la perspectiva del MEHG, señalando, entre otras cuestiones, que “la Escuela de Geografía está bastante desligada de las Ciencias Sociales, a pesar de estar dentro de esta Facultad” (link para nota de prensa sobre el evento: https://www.ucr.ac.cr/noticias/2012/03/29/escuela-de-geografia-reflexiona-sobre-sus-15-anos-de-existencia.html). Al final, esta fue una batalla perdida: años más tarde –alrededor de 2015- se hizo realidad el nuevo plan de estudios, el cual vino a reestructurar de manera significativa el perfil de la carrera, mucho más próximo de las ingenierías y las ciencias exactas y aún más lejos de las ciencias sociales, las humanidades y el pensamiento crítico.

Otro evento importante en esta historia fue el XIII EGAL -Encuentro de Geografías de América Latina-, realizado en Costa Rica, en julio de 2011. Nuestro país fue sede del principal encuentro de la comunidad geográfica de América Latina, en donde recibimos la visita de más de mil personas, entre académicos/as y estudiantes. Sin lugar a dudas, fue un evento que nos impactó mucho, sobre todo, porque nos abrió un horizonte amplísimo y nos permitió conocer personas, ideas y discusiones que se estaban dando en otros países de la región. Para este evento, desde el MEHG elaboramos un material escrito, el cual recogía un conjunto de artículos y notas cortas de nuestra autoría, con el sugerente título de “Revista ILEGAL”. Asimismo, durante esos días montamos en la Plaza 24 de Abril un modesto espacio físico para distribuir la revista, llamado “Kiosco Ilegal”, en donde también colgamos un mapa de conflictos socioambientales de Costa Rica, que llamó la atención de propios y extraños. Inclusive, el último día del evento organizamos una fiesta en la casa de “Cof”, la cual quedó en la memoria de todos/as como la “Fiesta Ilegal”, con presencia de compañeros/as de Brasil, México, Perú, Chile, etc.

Más allá del ámbito estrictamente geográfico-académico, el MEHG se involucró activamente en un conjunto de luchas sociales y ambientales que se estaban llevando a cabo en Costa Rica en aquel entonces. Entre estas, destaca nuestra participación en la lucha contra dos megaproyectos en la Zona Sur del país: la represa El Diquís y el Aeropuerto Internacional del Sur, así como contra el proyecto de minería a cielo abierto en Crucitas, en la Zona Norte. Estuvimos presentes en diferentes eventos y encuentros del movimiento socioambiental, entre estos, el VI Encuentro Mesoamericano Contra Represas, realizado en setiembre de 2011, en Pacuare de Turrialba, así como la Jornada Contra Megaproyectos en el Sur, realizada en octubre de ese mismo año, en la cual caminamos junto con las comunidades indígenas y campesinas desde Térraba hasta Curré, en defensa de sus territorios. Asimismo, también luchamos en defensa del Fondo Especial para la Educación Superior –FEES-, coyuntura en la cual participamos en la toma estudiantil del edificio de Ciencias Sociales, en agosto de 2010.

Viéndolo en retrospectiva, podría decirse que el MEHG fue un colectivo que elaboró su reflexión y su acción desde el campo de la ecología política, aunque en ese momento no nos auto-identificáramos con ese nombre. Muchas de las luchas en las cuales nos involucramos tienen como denominador común la conflictividad socioambiental y la defensa de los territorios y bienes comunes frente al extractivismo. Además, de manera un tanto espontánea, el colectivo asumió una metodología de trabajo característica de la ecología política, sobre todo, la de raíz latinoamericana: el vínculo estrecho entre las reflexiones teóricas y la praxis política, el diálogo entre la academia y las luchas socioambientales.

En retrospectiva también se puede identificar una serie de sesgos, omisiones y limitaciones del MEHG. La principal limitación –desde mi perspectiva- era una muy débil, casi nula, consideración sobre cuestiones de género, evidenciado en el hecho que éramos un grupo enteramente masculino. Hoy, una década más tarde, es fácil observar eso, en buena medida porque ha sido una década de intensas luchas feministas, que han arrojado luz sobre las múltiples formas en cómo las desigualdades de género se manifiestan en la sociedad, inclusive, en los movimientos sociales. Asimismo, otra auto-crítica que se podría hacer es que era un colectivo con mucha energía, fuerza, creatividad y talento, pero con escasa planificación estratégica. Fue todo muy espontáneo y muy intenso.

El final del MEHG se dio con nuestra salida de la universidad en condición de estudiantes, alrededor de 2012. Tampoco puedo pensar en un momento o evento puntual que marque el fin del ciclo, simplemente se fue apagando, de forma también espontánea, difusa. Algunos nos hemos mantenido más cercanos a los temas y actividades que en aquel entonces nos convocaron (“Checho” ha trabajado en el programa Kioscos Socioambientales de la UCR durante una década, acompañando procesos de defensa comunitaria de los territorios; Dany cuenta con una intensa experiencia en el activismo socioambiental, actualmente ocupando la presidencia de la Federación Ecologista Costarricense –FECON- y yo he seguido vinculado a la geografía social y la ecología política, desde la academia). Otros han trazado caminos diferentes (“Maja” se ha formado como realizador audiovisual y cuenta con una rica producción en este campo; “Cof” se ha dedicado al turismo ecológico y Julio -el único que tenía experiencia en el activismo ecologista antes de la existencia del MEHG- se ha dedicado al trabajo en una empresa familiar). Sin embargo, más allá de los caminos que cada uno ha seguido, más allá de lo que el MEHG hizo o no hizo en aquellos años, de las luchas ganadas y perdidas, de los aciertos y los errores, este espacio fue, para todos nosotros, una escuela para el resto de la vida, una experiencia que nos acompañará para siempre.

UCR manifestó compromiso con la democracia costarricense desde sus fundamentos, hechos y desafíos

Alejandra Amador Salazar, Periodista Consejo Universitario, Universidad de Costa Rica

En el marco de las celebraciones por el octogésimo aniversario de esta casa de estudios superiores, el Consejo Universitario emitió el Manifiesto de la Universidad de Costa Rica a sus 80 años: compromiso con la democracia costarricense desde sus fundamentos, hechos y desafíos.

Este documento cimienta la relevancia de las universidades públicas y sus aportes al desarrollo nacional desde una perspectiva histórica; así como los compromisos asumidos por la Institución de cara a los desafíos que enfrenta Costa Rica en el mediano plazo.

La propuesta plantea vehementemente que la UCR sigue y deberá seguir siendo el más importante propulsor del desarrollo de nuestra República, pues de su trayectoria y permanencia dependerán el equilibrio de nuestra sociedad y el bienestar social de sus habitantes, por lo que es responsabilidad de toda la ciudadanía, gobernados y gobernantes, protegerla y fortalecerla para continuar su aporte crítico a las transformaciones de la sociedad costarricense.

El Manifiesto apuesta por un proyecto colectivo de sociedad y enfatiza la idea de bien común que cuestione el individualismo exacerbado de los intereses particulares; en correspondencia, la Universidad no puede adaptarse acríticamente a las circunstancias, su razón de ser es generar saberes que permitan una reflexión crítica del contexto en que está inmersa, la autorreflexividad y el ejercicio de diálogos horizontales con todos los sectores sociales en procura de construir una sociedad más justa, democrática, pluralista e inclusiva.

Este documento fue elaborado por una comisión especial conformada por representantes de todas las áreas, de las sedes regionales y del sector estudiantil y tuvo como base la preocupación institucional ante una serie de iniciativas de ley que, mediante líneas de pensamiento ligeras y so pretexto de contribuir al fortalecimiento de la educación superior pública, procuran intervenir directamente en el quehacer académico de las universidades públicas.

 

Imagen: Luego de revisar las iniciativas de ley, leyes y estrategias argumentativas utilizadas para socavar la autonomía de las universidades públicas en los últimos años, el Consejo Universitario emitió un manifiesto en que el reafirma la trascendencia de estas institucionales para el país. (Foto: Archivo ODI)

Raúl Aguilar Piedra, In memoriam

Vladimir de la Cruz

Nacimos el mismo año, 1946. Nos conocimos en la Universidad de Costa Rica al mismo tiempo. Raúl Aguilar Piedra y yo fuimos contemporáneos de estudios, tuvimos, y compartimos muchos profesores. Nos egresamos casi al mismo tiempo.

Yo docente de la Universidad gracias al apoyo y la confianza que me tuvo el Profesor Rafael Obregón Loría, Director de la Escuela de Historia y Geografía, de ese entonces, quien me abrió las puertas para la docencia universitaria, cuando había cierta resistencia para que lo hiciera por mi militancia y dirigencia comunista estudiantil de esos años. Con el Profesor Obregón Loría ambos hicimos una extraordinaria, invaluable y fecunda amistad.

Don Rafael, o Don Rafa, como cariñosamente le llamábamos todos sus alumnos, era, como Docente, como Profesor, un Gran Amigo de sus estudiantes, especialmente de aquellos, que éramos los “pegados” a él, los que lo buscábamos para un consejo, una guía, una hoja de ruta para alguna investigación que se nos ocurría, para algún proyecto de estudio o de investigación, los que constantemente demandábamos de su sabiduría, de su amplísima y enciclopédica cultura, los que buscábamos el “dato” preciso de algún suceso histórico o de algún personaje de la Patria. Acostumbraba a regalarnos sus libros recién los publicaba salidos del Taller de Encuadernación. Siempre, y me atrevo a decir que, a cualquier hora, Don Rafa, estaba disponible, accesible y como generoso colaborador, sin egoísmos académicos de ningún tipo. Ahí estaba, también, el joven estudiante Raúl Aguilar Piedra, demandándole ayuda y buscando apoyo.

Fui asistente académico dos años de Rafael Obregón Loría y de él aprendí muchísimo. Lo traté, lo viví, y disfruté de su amistad, como pocos de sus cercanos alumnos y asistentes. Algunos de sus estudiantes seguimos sus pasos en el campo de la Historia y la Geografía, y en la Gran Logia de Costa Rica.

Raúl tuvo la oportunidad de empezar a trabajar en el Museo Histórico Cultural Juan Santamaría, recién creado en 1974, institución con la noble e importantísima misión de rescatar, conservar y destacar todo lo relacionado con la Heroica epopeya del pueblo costarricense, en su Gesta Nacional, de la lucha contra los filibusteros norteamericana, jefeados por William Walker, en Costa Rica y en Centroamérica, especialmente en Nicaragua. Su tesis de graduación fue sobre el Museo Histórico Cultural Juan Santamaría, como una responsabilidad del Estado costarricense ante la defensa del patrimonio nacional.

Justo, el Profesor Rafael Obregón Loría, con motivo del centenario de la Campaña Nacional contra los filibusteros, había tenido la tarea histórica, por encargo del Rector de la Universidad, su gran amigo, Rodrigo Facio, y por iniciativa propia, de hacer la investigación relacionada con esos hechos, la que culminó con su libro originalmente llamado “La Campaña del Tránsito 1856 – 1857”, luego publicado con los nombres de “Costa Rica y la guerra contra los filibusteros” y “Costa Rica y la Guerra del 56 (La Campaña del Tránsito)”, convirtiéndose esta Obra, hasta hoy, en el trabajo más importante que se ha hecho sobre ese capítulo de Nuestra Historia Patria.

Quienes fuimos alumnos de don Rafa aprendimos, no solo de su Obra, sino de su fervor patrio, de su admiración por los Héroes de aquella Guerra Nacional, de sus principales figuras, del Presidente Juan Rafael Mora, de su hermano, el General Joaquín Mora, del General José María Cañas, de Juan Santamaría, de la Pancha Carrasco y de tantas otras figuras y personajes que nos los presentaba, de carne y hueso, como eran. Pero, también nos hablaba del Crimen de Estado, y de quienes actuaron en él, asesinato aún no reparado, que se cometió contra Mora y Cañas, con su pérfido fusilamiento en 1860. Siempre nos enseñó que la abolición de la pena de muerte en Costa Rica, primero su inaplicación en 1878, y luego su abolición, en 1882, se debía justo a ese infame fusilamiento, ya que el Presidente Tomás Guardia Gutiérrez, quien admiraba profundamente al General Cañas, aquel asesinato lo había impactado, hasta llevarlo a tomar esa importante decisión.

El General Tomás Guardia, y los Presidentes liberales que le siguieron, Bernardo Soto y Próspero Fernández eran otros personajes admirados por don Rafa, como lo fue también de José María Castro Madriz.

La Guerra del 56 y del 57 era para nosotros, los estudiantes y alumnos de don Rafa, un capítulo muy importante de nuestra formación académica y profesional.

Probablemente fue este sello de don Rafa el que llevó a Raúl Aguilar Piedra a vincularse desde su inicio al Museo Histórico Cultural Juan Santamaría, llegando a ocupar su Dirección desde 1977 hasta el 2010, siendo su Primer Director.

Como Director le tocó desarrollar el Museo, de fortalecerle su misión y sus objetivos históricos, de ampliarle sus bases informativas y documentales, de irlo enriqueciendo poco a poco, con las limitaciones institucionales que tenía, de fortalecerle las diversas temáticas que hoy tiene el Museo, entre ellas, biografías, la parte museográfica y museológica, los trabajos genealógicos, especialmente de Alajuela, Obra que asumió Rafael Obregón Loría, por muchos años de investigación, que culminó con ocho tomos publicados por el propio Museo. También la tarea de recopilar todo lo humanamente posible que pudiera rescatar relacionado con la Campaña de 1856 y 1857 en libros, revistas, documentos, periódicos, colecciones especializadas de obras de arte, estampillas, de numismática, en fin, de todo lo que tuviera que ver con su Museo.

Cuando don Rafa estaba trabajando sus genealogías de Alajuela, a finales de la década de 1880, fui contratado para impulsar, en ese momento un proyecto ambicioso de Historia General de Costa Rica, que salió publicado en 5 volúmenes, impreso en España, a todo lujo, como no se había publicado nada aquí de esa forma. Allí agrupé a Historiadores y colegas de generación. Entre ellos invité a don Rafa, mi Gran Maestro, para participar de la Obra, con algunos capítulos especiales, para los cuales me depositó su total y absoluta confianza. Tenía que competir con mi compañero Raúl Aguilar el tiempo de don Rafa.

Raúl le demandaba más tiempo. Estaba presionado con los plazos de terminación del trabajo de las genealogías, y así también ejercía presión sobre don Rafa. Yo me acoplaba a las disponibilidades de tiempo de don Rafa para que me atendiera a mí, en los capítulos del libro con los que él me iba a colaborar. Era frecuente, y en muchas ocasiones, que nos encontráramos, Raúl y yo, en casa de don Rafa, cuando vivía 100 metros al sur de la Corte Suprema de Justicia, en una casita azul, cuya pequeña oficina, con ventana a la calle, apenas daba espacio para que los tres estuviéramos allí, a veces hasta las 11 de la noche, alternando en las consultas y conversando amenamente sobre diversos temas del momento, o de los trabajos que teníamos en desarrollo con don Rafa. Lo que evoco en este momento son aquellas noches de intenso trabajo, en que don Rafa parecía incansable, inagotable, dándonos su sabiduría, enseñándonos son su maravilloso ejemplo su Oficio de Historiador, fortaleciendo hacia él nuestra admiración y el afecto que le profesábamos como discípulos permanentes que fuimos siempre de don Rafa, Raúl uno de ellos, quizá de los pocos que pudimos tratarlo y tenerlo muy cerca de esa forma.

Terminé mi trabajo. Don Rafa el suyo con ambos. Raúl continuó con el Museo a cargo sobre su espalda y hombros.

Raúl logró que el Museo creciera, desde su primera instalación hasta que le dieron todo el antiguo Cuartel de Armas de Alajuela, edificios históricos, de carácter patrimonial, de finales del Siglo XIX.

Como Director fue sumamente laborioso, silencioso en su trabajo, él mismo era de hablar bajo, de amplia cultura, humilde en su forma de ser, modesto, sin arrogancias de ningún tipo, ni hacía alarde de su sabiduría enciclopédica, que había llegado a tener sobre la Guerra de 1856-1857, de excelente trato, sencillo y afable, que lo exhibía como una persona muy especial. Como su Maestro, don Rafa, siempre fue generoso con quien demandaba un dato, una ayuda, una guía de investigación o la precisión de un dato histórico que él conocía, especialmente sobre la Campaña Nacional.

Al frente del Museo estaba comprometido de cuerpo y alma a la Institución, haciendo del Museo la gran institución que hoy es. En el Museo investigó, editó y desarrolló una gran labor editorial, de esta Institución. Treinta y tres años al frente del Museo le ha dejado su indeleble huella.

Cuando se hablaba con Raúl sobre la Guerra del 56 y 57 sabía respetar las opiniones, aún cuando no las compartiera, pero siempre procuraba dirigir la conversación hacia las fuentes que podían enriquecer el intercambio de opiniones.

Con Raúl el Museo llegó a tener vida intensa, de las más destacadas de las instituciones culturales del país, por las actividades que programaba como exposiciones permanentes y temporales, mesas redondas, en algunas yo participé, presentaciones de libros, simposios, conferencias, congresos, nacionales e internacionales que allí se han realizado, montaje de obras de teatro, conciertos y encuentros. El Auditorio “Juan Rafael Mora Porras”, que tiene el Museo, es un sitio de encuentro con la Historia y la Cultura Patria desde todos los campos del saber.

Por su labor el Museo llegó a recibir el Premio Libertario “Florencio del Castillo” que otorga la Fundación Pax Costarricensis, y a él, como Director, la Universidad Nacional le otorgó el Premio “Omar Dengo” en mérito a “su labor educativa y cultural en defensa del patrimonio histórico costarricense”.

Fue fundador, en el 2015, de la Academia Morista Costarricense, donde recibió el reconocimiento de Miembro de Honor. También recibió la Medalla de Oro del Bicentenario Morista. Armando Vargas, fundador e impulsor de esta Academia, ha propuesto que una Silla de la Academia lleve su nombre, en lo que estoy de acuerdo.

Como funcionario público fue un ejemplar trabajador y ciudadano modelo. Bastaría señalar que se trasladaba casi 30 kilómetros diarios para ir a su trabajo, su segunda casa. Como Don Rafa siempre fue generoso con quien buscaba su ayuda o amparo investigativo.

Su Obra escrita tiene el reto de recogerse totalmente. Lo recordaré, entre sus múltiples facetas, no solo por los encuentros en casa de don Rafa, sino como un buen conversador y gran lector, como un buen amigo y una buena persona.

Costa Rica, con su muerte, ha perdido a uno de sus mejores hijos, a un gran ciudadano, a una persona que profesaba amor por la Patria, y la Cultura e Historia Nacional han perdido a uno de sus mejores baluartes.

 

Fotografía tomada de: Museo Histórico Cultural Juan Santamaría Costa Rica

Pronunciamiento en solidaridad con Kioscos Socio Ambientales ante recortes presupuestarios

Desde las Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente (FECON) y la Red de Coordinación en Biodiversidad consideramos que:

  1. El papel que desempeña la Universidad de Costa Rica en materia de Acción Social para el país es de suma importancia para el fortalecimiento de la justicia social y ambiental del país. Este es uno de los pilares fundamentales de la Universidad en su estatuto orgánico.
  2. En contextos de crisis es fundamental que este rol de las universidades públicas se mantenga y se fortalezca; para que siga siendo un motor clave para la re-activación económica que pretende el país, pero además se genere de forma colectiva y con un profundo carácter humanista.
  3. El Programa Kioscos Socio Ambientales en más de 13 años de trayectoria ha sido un eje importante para múltiples procesos de defensa de los ecosistemas, la biodiversidad, los bienes comunes, el agua, los bosques, los derechos de los pueblos indígenas, entre otros.
  4. En el contexto de crisis sanitaria se ha demostrado ampliamente que el país debe de potenciar aún más los esfuerzos comunitarios en busca de la sostenibilidad para mejorar sus territorios y defender la justicia ambiental.
  5. Que los procesos comunitarios de defensa ambiental han sido los que verdaderamente han sostenido, impulsado e innovado en materia de conservación de la naturaleza. Existen numerosos ejemplos de que sin estos procesos comunitarios la basta legislación ambiental de Costa Rica no hubiera sido suficiente para salvaguardar la riqueza ambiental. Son los procesos comunitarios y organizativos los que están íntimamente ligados a todos los méritos que el país pueda tener a nivel global.
  6. Que los procesos de criminalización, persecución y asesinatos de líderes sociales se dan en contextos donde muchas veces el Estado está ausente por completo. Por eso es importante que las universidades públicas no abandonen esos escenarios en los que se libran conflictos ambientales donde siempre hay un riesgo latente para las personas que defienden el ambiente.

Por tanto:

Nos pronunciamos en defensa del Programa Kioscos Ambientales; sus docentes, sus asistentes y sus estudiantes cuyo quehacer es importantísimo en este contexto nacional de crisis. Consideramos desacertada la decisión de parte de la Rectoría saliente de la Universidad de Costa Rica, de recortar un 60% de los nombramientos docentes de forma injustificada.

Solicitamos de forma vehemente a las autoridades universitarias que se restituyan todos los nombramientos del equipo docente.

Mariana Porras
Presidenta
Red de Coordinación en Biodiversidad

Dany Villalobos
Presidente
Federación Costarricense Para la Conservación del Ambiente (FECON)

https://feconcr.com/noticias/1587/

Análisis de coyuntura: “La Costa Rica Política en tiempos del FMI: segunda parte”

El Observatorio de Política Nacional (OPNA) de la Universidad de Costa Rica (UCR) publicó el cuarto análisis de coyuntura del año titulado “La Costa Rica Política en tiempos del FMI: segunda parte”, correspondiente al período que abarca entre octubre y noviembre.

En el análisis se abordan tres temas:

– Protesta y conflictividad social en la Costa Rica post-pandemia: es en este contexto económico, político, sanitario y social que se comprende el surgimiento del Movimiento Rescate Nacional.

– Tres semanas de diálogo multisectorial: actores y posiciones: ante la negativa de distintos sectores de participar en este proceso de diálogo multisectorial, los poderes Ejecutivo y Legislativo vuelven a convocar un tercer intento de diálogo.

– Análisis de los acuerdos: la oportunidad que no fue: se presenta un escenario de incertidumbre para el futuro cercano y que al no generarse consenso sobre medidas estructurales sobre gasto y captación de recursos como la Ley de Empleo Público, nuevos empréstitos internacionales o la depuración del presupuesto 2021, la economía costarricense sigue en peligro.

SURCOS invita a consultar el documento aquí

Conversatorio: “Situación de las Áreas Silvestres Protegidas: experiencias y retos durante la pandemia COVID-19”

El Eje Ambiental de la Vicerrectoría de Acción Social de la Universidad de Costa Rica (VAS-UCR) invita al conversatorio “Situación de las Áreas Silvestres Protegidas: experiencias y retos durante la pandemia COVID-19” a realizarse el próximo 02 de diciembre a las 6:00 pm mediante Facebook Live.

El conversatorio contará con la presencia de los siguientes panelistas:

– Víctor Madrigal Elizondo, encargado de investigación de la Reserva Alberto Manuel Brenes (Sede de Occidente).
– Leonel Delgado Pereira, guardaparques en Area de Conservación Cordillera Volcánica Central.
– María Yilani Mena Sáncjez, encargada del Programa de Educación Ambiental del Parque Nacional Braulio Carrillo.
– Sofía Barquero Mata, abogada especializada en derecho ambiental y asesora legislativa.
– Keilyn Otárola Araya, coordinadora del Programa de Prevención, Protección y Control del PNMA.

– Modera: Víctor Acosta Chaves, biólogo y coordinador del Trabajo Comunal Universitario Proyecto Biota.

La transmisión en vivo se realizará en el Facebook de Acción Social UCR