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Etiqueta: Vladimir Huarachi Copa

¿Bolivia, un posible Estado fallido?

Por Vladimir Huarachi Copa

En el mundo académico se dice que el concepto de Estado fallido, carece de precisión a causa de ser utilizado de forma indiscriminada y abiertamente que entra en riesgo de ser aplicado para caracterizar a todo Estado que, en un momento dado, tenga problemas de estabilidad, ya sea política o económica, o cualquier otra de orden interno. También se le señala de ambiguo, ligero y políticamente utilizado por las potencias mundiales con el propósito de mantener o lograr sus intereses.

Sin embargo, en este escrito no se pretende hacer uso de algunas precisiones vinculado al concepto de Estado fallido, con el fin de validar la situación crítica que vive el país, sino, como una posibilidad producto de los eventos por los que está transitando el Estado, en este caso, en torno al contexto judicial; esto desde que los magistrados del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) hicieron conocer la prórroga de su mandando hasta que la Asamblea Legislativa preseleccione a candidatos, en diciembre de 2023.

Con base en lo anterior mencionado, ¿por qué se dice que Bolivia estaría transitando a un posible Estado fallido vinculado a la justicia? Por una parte, se puede decir que, debido a la prórroga de mandado del TCP, lo cual, se puede entender como abuso de poder y ataque contra la democracia. Por otra, a causa del manejo deficiente e incapacidad del TCP de dar respuesta a las demandas de la población. Con los cuales, el TPC ha expuesto una ausencia de institucionalidad consistente y reconocible, con ineptitud de representar al Estado ante su población y ante al exterior.

En ese sentido, lo anterior muestra al gobierno como incapaz de lograr estabilidad política por sus propios medios, por lo que, requirió de ayuda del TCP. Esto, se puede decir, a causa de haber perdido el monopolio en ambas cámaras de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Con lo que ha generado una crisis jurídica generalizada. Lo cual, está llevando al país a un proceso de debilitamiento o Estado fallido a través de un conflicto jurídico interno, en contubernio del gobierno y TCP en contra de las facciones políticas de la Asamblea Legislativa Plurinacional en desacuerdo con los magistrados autoprorrogados; por ende, en contra la ciudadanía boliviana.

El arrastre de la crisis económica boliviana

Por Vladimir Huarachi Copa

El 6 de diciembre del presente año, en un comunicado que emitió el Banco Central de Bolivia (BCB), se explica que el nivel alcanzado por las Reservas Internacionales Netas (RIN) a agosto de la presente gestión es de $us 2.147 millones, principalmente, por una parte, a causa de la no realización de inversiones en exploración ni producción en el sector hidrocarburífero, que provocó una disminución en la actual producción, implicando menores ingresos de divisas al país. Asimismo, se expone que, pese a ello, con la finalidad de proteger el poder adquisitivo de la población, se mantuvo la subvención del diésel y la gasolina.

Por otra parte, el comunicado también señala, que otros factores que generaron presión sobre las RIN, fueron el pago oportuno del servicio de la deuda pública externa pese al incremento de las tasas de interés a nivel internacional, el bloqueo sufrido en la Asamblea Legislativa Plurinacional con la no aprobación de créditos externos, y la política de fortalecimiento al sector productivo mediante la implementación del arancel cero para la importación de bienes de capital (Ley N° 1391).

¿Pero qué son las Reservas Internacionales Netas? Según el BCB, son recursos financieros que representan la capacidad de pago de un país ante el resto del mundo, tanto en situaciones normales, como en aquellas caracterizadas por perturbaciones exógenas tales como la disminución de las cotizaciones internacionales de productos básicos, crisis de mercados financieros internacionales que incrementan de manera súbita las tasas de interés internacionales, crisis cambiarias y cambios inesperados de la demanda externa.

No obstante, ¿será esta causa y estos factores el punto quiebre del nivel alcanzado por las RIN a agosto de la presente gestión?, según el informe del BCB, sí, sin embargo, con base en el análisis de la Fundación Jubileo, el nivel alcanzado de las RIN, no es una consecuencia a la causa y factores a los que se remite en su comunicado el BCB, sino, es una secuela de la desaceleración luego del periodo de bonanza que terminó en 2014, año en el que las RIN llegó a su pico mayor con más de 15.000 millones de dólares.

En ese sentido, posterior al pico mayor de bonanza, los años siguientes, la caída de las RIN se traducen en un arrastre de una crisis económica y no en una crisis circunstancial, como se expone en el comunicado del BCB. Ahora bien, esta salida con carácter circunstancial, posiblemente sucedió a causa de la situación crítica de desabastecimiento de combustibles. Asimismo, se puede decir que, por un lado, responde a la confrontación interna del partido gobernante (MAS – IPSP), por otro, al tema de las elecciones judiciales.

No obstante, el comunicado del BCB, también se puede leer como la estrategia de manipulación conocida como la caja china, es decir, de distraer la atención o llevar la atención pública hacia otra cosa, con el fin de tapar lo esencial de la verdad o de una irresponsabilidad. Dado que, no responde a la verdad de una crisis que se viene arrastrando desde 2015 hasta la fecha de emisión del comunicado. Por consiguiente, queda pendiente qué es lo quisieron tapar con este comunicado, sin embargo, está claro que da pie a una crónica de una crisis económica profunda anunciada.

La izquierda entre la consigna y propuesta

Por Vladimir Huarachi Copa

Tras 14 años de gobierno del Movimiento Al Socialismo – Instrumento Por la Soberanía de los Pueblos (MAS – IPSP), la última vez que los medios y la sociedad civil intercambiaron información sobre la derecha en Bolivia, se remite al 2019 y 2020. No obstante, en ese entonces, no se le reconoce como diferente a otras derechas que pasaron en la historia democrática, pese a que tuvieron de su lado a la mayoría de los medios tradicionales y digitales para alterar opiniones.

En esa línea, hoy, la izquierda en Latinoamérica, después del primer giro a la izquierda, con Hugo Chávez, Rafael Correa, Evo Morales, Néstor Kichner, Luiz Lula, Pepe Mujica, Michelle Bachelet y Daniel Ortega. Algunas de estas, responden a una lógica histórica de “división interna”, entre una izquierda tradicional y de nuevo cuño. Esto debido a que, aparentemente, nunca hubo una unidad a profundidad, a causa de que las consignas y programas cambian de una generación a otra.

Siendo así, la lógica histórica de la “división interna” de la izquierda en Latinoamérica, en la actualidad, después del segundo giro a la izquierda en Bolivia y Ecuador, se hace patente una nueva consigna y propuesta. Por ejemplo, en Bolivia, en 2019, luego de la “ruptura constitucional” para algunos y “golpe de Estado” para otros, dentro el MAS-IPSP, se ha empezado a embanderar la consigna de “renovación de liderazgos”.

En cambio, en Ecuador, luego de Rafael Correa, Lenin Moreno en su intento de generar reformas estructurales para transformar la economía hacia un modelo más moderno, desplazó la “revolución ciudadana” de su antecesor; lo cual, dio paso al banquero Guillermo Lasso, y este a Daniel Noboa, actual presidente. Sin embargo, en Chile, Argentina, Nicaragua, Venezuela, Uruguay y Brasil, después del segundo giro a la izquierda, la situación tomó un rumbo diferente. En Chile, concluyó en una transición de Sebastián Piñera a Gabriel Boric, hoy, presidente de Chile.

En Argentina, después de Mauricio Macri, el segundo giro a la izquierda se dio con el peronista Alberto Fernández, y, hoy, ni izquierda ni derecha, si no a punto de iniciar la era de la ultraderecha con Javier Milei. En Brasil, luego de la extrema derecha de Jair Bolsonaro, el segundo giro a la izquierda se dio con Luiz Lula. En cambio, en Nicaragua, Daniel Ortega, sigue a la cabeza del gobierno de ese país, desde 2007 hasta la actualidad. De igual forma, en Venezuela, vive una continuidad política bajo el legado de Hugo Chávez, de la mano de Nicolás Maduro. Y en Uruguay, tras el fin del gobierno de Pepe Mujica y de Tabaré Vázquez, Luis Lacalle Pou, dio inició a un gobierno de centroderecha.

En ese sentido, de todos estos países expuestos, Ecuador y Bolivia, son los que están dentro el marco de la lógica de la “división interna”, entre una izquierda tradicional y de nuevo cuño. Por tanto, en el MAS-IPSP, entre la “propuesta” de país de políticos que formaron parte del primer giro a la izquierda y la “consigna” de renovación de liderazgos del segundo giro a la izquierda, lo que les queda es la “unidad”, como única consigna de salida, con el fin de construir otra propuesta de país, acorde a los problemas locales y globales; entre lo urgente, la crisis medioambiental.

El MAS – IPSP y el Manifiesto del “Gran Cabildo del Pueblo”

Por: Vladimir Huarachi Copa

La monumentalidad con la que se calculó a los asistentes al “Gran Cabildo del Pueblo” y el calificativo con el que se les reconoció al ala “evista” -fascistas y antidemocráticos-, se puede entender desde muchos ángulos, desde burdos hasta sofisticados; como dato estadístico, como respaldo legítimo, como medio para cumplir un fin, como la espectacularización de la política, como el fin de la vieja guardia del MAS – IPSP, como el inicio de la renovación del Instrumento Político, como abuso del aparato estatal; entre otros.

Más allá de estos y otros adjetivos que pueda haber, el cabildo, no responde a la definición mínima de democracia, según Bobbio, concentrada en “reglas para la toma de decisiones colectivas en el que está prevista y propiciada la más amplia participación posible de los interesados”. Esto debido a que el Congreso del MAS – IPSP se realizó bajo sus reglas que les permitieron tomar decisiones. Sin embargo, pese a los desaciertos indicados por los actores del Gran Cabildo, de no haber existido la participación de todos los interesados en el Congreso de Lauca Ñ. No obstante, no contrapone los intereses políticos esgrimidos de renovar el Instrumento Político, antes de dicho Congreso.

En ese sentido, ¿había la necesidad de llegar a un cabildo?, para luego terminar en un manifiesto con el fin de declararse en emergencia; consolidar las organizaciones sociales y sindicales; definir el horizonte político del país; desconocer el Congreso de Lauca Ñ; convocar a un “verdadero” Congreso del MAS – IPSP; exigir justicia; conminar a los asambleístas a cumplir con su mandato constitucional; conformar un gabinete social para la gestión pública del gobierno; evaluar el gabinete ministerial; desterrar la corrupción; profundizar la integración de las organizaciones económicas; exigir la defensa de la Madre Tierra; impulsar acciones contra la crisis climática; convocar a un congreso de salud y educación; profundizar la lucha contra el narcotráfico; reformar el sistema de justicia; y que el Tribunal Supremo Electoral mantenga la independencia política partidaria.

Por el contrario, debía desfondarse las causas por el cual el MAS – IPSP detonó en una crisis y no así intentar sobreponerse a través de un cabildo y un manifiesto. No obstante, esta precisión ya viene en retrospectiva. Por tanto, hoy, el escenario político por el que atraviesa el Instrumento Político, se proyecta en una lógica de amigo – enemigo, sin embargo, de ambas facciones – evistas y arcistas –, no se atisba quién es amigo y quién enemigo, razón por la cual el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, es posible que, en su última conferencia, haya planteado que “las diferencias se deben plantear hacia adentro”, además de que el “MAS es uno solo”.

Crisis de identidad al interior del MAS-IPSP

Por Vladimir Huarachi Copa

Ya es de conocimiento de la población boliviana que el Movimiento Al Socialismo – Instrumento Por la Soberanía de los Pueblos (MAS – IPSP), viene atravesando tal vez por una de sus peores crisis al interior de sus filas, esto aparentemente a través de la ruptura de unidad que se expone con más fuerza dentro este último año. Ruptura que se visibiliza en la Cámara de Senadores y Diputados, a través del discurso de “renovación” expresado por una facción contraria a la forma de ejercer la política de Evo Morales Ayma.

Esta crisis de unidad que viene exponiendo el MAS – IPSP por medio de sus actores, también se podría decir que es una consecuencia que se remonta a la entrada al gobierno con Evo Morales, cuando inició con la “colonización” del Instrumento Político por medio de la designación de sus ministros, que en su mayoría no provenían de las luchas de las organizaciones sociales que formaron el Pacto Unidad. Y al proceder de esta forma, ministerios que tenían que haber sido ocupados por actores directos del Instrumento, de manera ideal, fueron apoderados por tecnócratas.

Colonización que a través del “récord” de los años en el gobierno, se podría decir que se posicionaron como “subversores” al interior del Instrumento Político, a razón de las normas y valores del líder, por lo que se debería renovar la organización política. En ese entendido, luego del alejamiento de Evo Morales a las bases, algunos de los ministros designados empezaron a tomar espacios de poder para sí mismos; unos, vinculados a la vieja guardia del MAS – IPSP; y, otros, en torno al discurso de “renovación”.

En consecuencia, es esta división al interior del MAS – IPSP, que empieza a exponer una “crisis de identidad” en sus militantes, hecho que posiblemente ya se venía arrastrando desde los inicios en el gobierno del país hace más de 16 años. Debido a que la colonización dentro la estructura política, se podría decir que se presentó como una amenaza para las organizaciones sociales, a pesar de ser consideradas de “identidades fuertes” a causa de la continuidad y coherencia con sus normas y valores. Siendo así, esto demostraría que la división interna dentro del partido de gobierno de turno no es una cuestión circunstancial, sino que también, de aquellos que formaron parte de la colonización; sin embargo, quiero creer que no de todos.