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Etiqueta: Vladimir Huarachi Copa

Biotecnología agrícola: ¿una solución para la seguridad alimentaria?

Por Vladimir Huarachi Copa

Aunque la biotecnología agrícola se presenta como una posible solución para mitigar los efectos del cambio climático, como la sequía y las heladas, así como para afrontar otros desafíos de la agricultura, en varios sectores de la sociedad boliviana persiste una fuerte resistencia hacia su adopción. Esta reticencia se debe, en parte, a las preocupaciones sobre los posibles efectos negativos de las técnicas biotecnológicas, especialmente relacionadas con las promesas de mayores ganancias, incremento de la producción, reducción de agrotóxicos y la noción de que los transgénicos podrían “salvar el planeta”.

En cuanto a las ganancias, los principales beneficiados por los cultivos transgénicos son, en su mayoría, los grandes empresarios agroindustriales, no los pequeños agricultores. Respecto a la mayor producción, no hay evidencia suficiente que respalde la afirmación de que los cultivos transgénicos generen más ni mejores alimentos. En cuanto a los agrotóxicos, el uso de tecnologías biotecnológicas no ha demostrado reducir su aplicación; por el contrario, puede aumentar su dependencia, lo que representa un grave riesgo para el agua y el suelo. Finalmente, los transgénicos no contribuyen a salvar al planeta del cambio climático; de hecho, algunos estudios sugieren que podrían ser uno de los factores que agravan el calentamiento global.

No obstante, el 12 de agosto de 2024, el ministro de Medio Ambiente y Agua, Alan Lisperguer, expresó públicamente que el uso de biotecnología debe ser regulado por una ley y no a través de un decreto supremo. Además, propuso que su alcance se amplíe a otros sectores, como la salud y la industria, siempre dentro de un marco de evaluación rigurosa. Esta declaración se produce en un contexto en el que, hasta la fecha, el uso de biotecnología en Bolivia solo ha sido aprobado para un evento: la producción de soya resistente al herbicida glifosato (evento RR), autorizado en 2005, un herbicida que ha sido señalado como potencialmente cancerígeno y que afecta la producción agrícola sostenible.

En este sentido, el uso de biotecnología se presenta como un tema controvertido y complejo. Tal como señaló el ministro Lisperguer, su implementación y regulación deben llevarse a cabo mediante una ley, y no a través de un decreto supremo. Esto se fundamenta en el artículo 409 de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, que establece que “la producción, importación y comercialización de transgénicos será regulada por ley”. Sin embargo, también se encuentra en conflicto con el artículo 255, numeral 8, de la misma Constitución, que promueve la “Seguridad y soberanía alimentaria para toda la población” y prohíbe la “importación, producción y comercialización de organismos genéticamente modificados y elementos tóxicos que dañen la salud y el medio ambiente”.

Actualmente, se encuentra en tratamiento dentro de la Cámara de Senadores el Proyecto de Ley N° 104/2024-2025 C.S. “Que Implementa y Regula el Uso de la Biotecnología Agrícola en el Estado Plurinacional de Bolivia”. Este proyecto, que está siendo evaluado por la Comisión de Economía Plural, Producción, Industria e Industrialización, busca regular no solo la importación, sino también la comercialización de cultivos, incluidos los cultivos hidropónicos, que emplean biotecnología agrícola.

En conclusión, a pesar de las controversias y preocupaciones expresadas en este documento, es fundamental generar espacios de diálogo entre todos los sectores sociales involucrados en la agricultura y la seguridad alimentaria del país. El objetivo debe ser encontrar puntos de convergencia que aseguren la seguridad alimentaria a través de un enfoque equilibrado, que contemple tanto la agricultura familiar como la industrial, en el marco de una regulación coherente y sostenible.

La falta del factor clave dentro del MAS – IPSP

Por Vladimir Huarachi Copa

El conflicto fratricida dentro del Movimiento Al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS – IPSP), protagonizado por las facciones “evista” y “arcista”, parece intensificarse sin dejar heridos ni prisioneros visibles, o al menos así lo retratan los medios de comunicación en los últimos días. Las acusaciones mutuas, muchas veces cargadas de doble moral, se han convertido en una constante que refleja la normalización de estos enfrentamientos en la cultura política boliviana. Sin embargo, en medio de esta pugna interna, ninguna de las partes ofrece señales claras de un relevo generacional dentro del MAS – IPSP, un cambio que podría facilitar la reconstrucción de la unidad en la diversidad, promoviendo la inclusión y la igualdad entre las distintas corrientes.

¿Por qué es importante este relevo generacional en el MAS – IPSP? Este cambio parece ser la única vía posible para que el partido supere, aunque sea parcialmente, la crisis que enfrenta, una crisis provocada por los intereses personales de una generación de políticos cuyo proyecto de país ha quedado obsoleto. Esta visión, en su momento alineada con los principios de la última Constitución Política del Estado, hoy parece agotada. A pesar de que existen jóvenes políticos dentro del MAS que defienden la unidad y una renovación del liderazgo, las estructuras orgánicas del partido y su dinámica interna parecen ser el principal obstáculo para que estos jóvenes puedan ejercer una influencia real. Si bien muchos de ellos poseen una idea clara del país que aspiran construir, su rol dentro del partido se limita a ser simples peldaños para los líderes tradicionales.

En este contexto, las juventudes, que deberían ser actores clave en la resolución de la crisis interna del MAS – IPSP, han quedado relegadas a un segundo plano, perdiendo la posibilidad de influir de manera significativa en los recientes acontecimientos. Esta exclusión podría afectar la capacidad del partido para enfrentar con éxito las elecciones presidenciales de 2025. No obstante, su exclusión no significa que estén ajenos a los problemas que les ha legado la generación anterior. La doble moral, característica de la pugna actual, no es exclusiva de un solo grupo político; permea todo el tejido militante y simpatizante del instrumento político, extendiendo así el conflicto más allá de las facciones enfrentadas.

Frente a este escenario adverso, la capacidad de reorganización del MAS – IPSP emerge como un factor decisivo para encarar los nuevos desafíos, tanto internos como externos. Un ejemplo de resiliencia es el liderazgo demostrado por Andrónico Rodríguez, presidente de la Cámara de Senadores, quien ha tenido un rol fundamental en momentos críticos para el país. Su liderazgo se evidenció tras la crisis política de las elecciones de 2019, en la gestión de la Ley de Emergencia Sanitaria durante la pandemia de COVID-19, en las tensiones sobre la Ley 1386 y el paro cívico de 2021, así como en los debates sobre las reformas judiciales y los conflictos con el Poder Judicial.

Entre el viejo y nuevo espectáculo de la política

Por Vladimir Huarachi Copa

Hoy, en Bolivia, los nuevos y viejos candidatos a la presidencia del país, están encaminados a encarar distintos medios de campaña. No solo los tradicionales y modernos, sino también, los cambios que se han dado en la sociedad, motivado por una serie de circunstancias: el cine, la libertad de pensamiento, las ciudades, entre otros. Más allá de estos cambios, los políticos siguen pretendiendo afrontar sus campañas reproduciendo viejas prácticas, desde agendas generadas dentro el partido y los estilos discursivos que ya no captan la atención de los electores. Sin embargo, se persiste en ello como si fuera la única opción.

El desafiar campañas políticas a la vieja usanza, sigue siendo algo muy común, porque se cree que es indispensable entre los militantes de los partidos políticos. No obstante, frente a los cambios en la sociedad, como parte de las viejas prácticas, es difícil saber cuánto les pueda interesar los discursos que vierten los candidatos potenciales con miras a las “próximas elecciones 2025”, cuando los electores de hoy en día tienen otras fuentes de información directa, dado el avance tecnológico: dispositivos móviles (celulares), internet y el acceso a distintas redes como el Facebook, X (antes Twitter), ‎TikTok; lo que constituye recursos muy eficaces para una comunicación efectiva. Aquí bien vale preguntarse, ¿por qué la gente sigue asistiendo a convocatorias de concentraciones masivas de candidatos? ¿Por qué los candidatos siguen realizando convocatorias a concentraciones masivas?

A modo de repuesta, se puede decir que la gente sigue asistiendo a las concentraciones masivas para conocer a los candidatos de manera directa, con el fin de evaluar las distintas opciones, pero no por convicción política o porque quieran escuchar la agenda política o informe que tengan preparado para sus sectores y regiones. Pero ¿por qué la necesidad de evaluarlos? Se podría decir, porque la política tradicional en la cual aún siguen los candidatos potenciales desconoce la realidad de los nuevos electores, y esta es una razón importante para ver qué tan preparados están, dado que la política moderna está encaminando a desocupar “caudillos”.

Si bien la vieja liturgia de las campañas políticas está cayendo, el convocar a concentraciones masivas de los candidatos, es una muestra que aún siguen siendo parte de aquel viejo espectáculo de la política, el cual, no puede competir con un desfile de grupos musicales, de fiestas populares y cualquier evento desde la sociedad civil organizada. No existe competencia entre uno y lo otro, debido a que las concentraciones masivas, hoy, ya no son más el espectáculo que movilizaba ingentes cantidades de personas, entre militantes, simpatizantes y curiosos; por el contrario, ahora, estas concentraciones, están sobreviviendo a causa de que generan derrama económica para distintos sectores económicos de la sociedad.

En ese camino, en el tránsito del viejo al nuevo espectáculo de la política, hay algunos políticos potenciales, con aspiraciones para acceder a la presidencia del país, que parece ser están intentando comprender la realidad de los nuevos electores. Esto a través de la construcción de una agenda política vinculado a la vida cotidiana, amplios sectores de la ciudadanía, mediante estrategias de acercamiento masivas sobre los viejos y nuevos electores, más allá de la época de las ideologías. Hecho que se puede ver en los medios modernos de comunicación, en los cuales queda precedentes de cómo un solo acto transmitido en video y que dura algunos segundos, de manera espontánea y progresiva, es visto y discutido por miles de votantes, contrario a un discurso pronunciado en una concentración masiva en cualquier plaza pública, así sea la de mayor aforo en la ciudad más grande del país.

El general Zúñiga en su laberinto

Por Vladimir Huarachi Copa

Desde hace mucho tiempo, el general del ejército Juan José Zúñiga Macías, venía trazando su camino en forma de laberinto y fue hasta el miércoles 26 de junio de 2024, que no pudo salir del mismo. La forma como se iba exponiendo en distintos eventos civiles donde era invitado, no era común de un militar de su rango que se muestre como un político en campaña, al menos no de este tiempo. Pese a ello, nadie de su entorno cercano ni mucho menos sus inmediatos superiores le explicaron que estaba entrando a un túnel aparente de proselitismo político, que con el paso de los días empezó a perderse en su accionar.

De algunos días hacia acá, pasó de posarse en eventos civiles a verter comentarios sobre un político en particular, Evo Morales, y, peor aún, se puede decir, a confundir algunos artículos, 245 y 246, de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, referentes a las fuerzas armadas (FF.AA.), que le catapultaron a la movilización de los medios de comunicación tradicionales y digitales, donde sus argumentos fueron tomados como acertados y desacertados para la población. Tras generar este hecho, al encontrarse en un retorno sin salida dentro de su laberinto, aparentemente, optó por seguir vías trazadas por aquellos que no le limitaron su accionar frente a la población civil.

Ya encontrándose en situación de afronte con aquel que le había dado el camino de salir de su laberinto por la fuerza, aparentemente, desistió tras un cruce corto de palabras, que luego de su retiro de Palacio Quemado (gobierno), donde se encontraba Luis Arce, presidente de Bolivia, a quien se lo sindica de ser posible autor intelectual del golpe de Estado; alcanzó a exponer que su hecho se fundaba en contra del deterioro de la democracia a causa de la elite política, que por esa razón y otras más, las FF.AA. iban a tomar el gobierno del país. Pero esta aventura golpista, como luego lo llamó el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, el más convencido de su papel de titán con el país, terminó con la toma de un nuevo alto mando militar.

Con la toma de este nuevo mando militar de las tres fuerzas, Ejército, Fuerza Aérea y Armada Boliviana, aquel general de ejército, que se dice que vino forjando su carrera militar desde muy abajo de su promoción, hoy, quedó en la soledad de su laberinto. Con ello, el país al que en su imaginario trató de “salvar”, de nueva cuenta volverá a enfrentar sus desavenencias políticas, económicas y sociales, con una desprestigiada FF.AA. y una democracia decadente.

Evo Morales y su impacto en los medios de comunicación

Por Vladimir Huarachi Copa

¿Por qué los medios tradicionales y digitales hacen eco de todos los comentarios de Evo Morales? Dentro la democracia en la que vive Bolivia, entre avanzada y emergente, más lo primero, donde las lealtades partidarias están definidas y no a la vez; los medios tradicionales y digitales, aparentemente, lo vienen haciendo con el objetivo de generar un malestar mediático en relación al exmandatario del Estado Plurinacional. Y, con esto, un impacto negativo en el compromiso cívico, fundado en el cinismo, apatía y desafección a la política. ¿Pero por qué sucede este malestar mediático en torno a Evo Morales?

Bajo el supuesto de que el exmandatario, Evo Morales, tenga como estrategia la movilización de medios tradicionales y digitales, aparentemente así lo es, esto con el fin de incrementar los niveles de compromiso cívico de los ciudadanos, a través de la generación de interés, confianza política y social, como también de activismo político; no está logrando su fin esperado, debido a que no está formando un círculo virtuoso, a causa de que la confianza política y social ya no recae en su persona ni en su organización política, MAS – IPSP, asimismo, dado que tampoco tiene un impacto político para la realización de activismo político a razón de la estigmatización en la que caen las personas que tienen dicho propósito.

Siendo así, la movilización de los medios tradicionales y electrónicos en torno a Evo Morales, está logrando desafección política en personas que se exponen a estos medios, aunque sucede lo contrario cuando se presenta de manera presencial a una población particular dentro el territorio nacional e internacional. No obstante, frente a este desacierto político, la movilización de estos medios, está generando interés político y valoración de la democracia. Por tanto, si bien está siendo negativa para Evo Morales, para algunas personas de la sociedad boliviana tiene un impacto positivo en el marco del compromiso cívico.

Distopía de una Agencia de Inteligencia Plurinacional y una Guardia Plurinacional

Por Vladimir Huarachi Copa

Se escribe este documento a modo de distopía a razón de ideas de actores políticos estructurales que exponen la necesidad de generar organizaciones que se posicionen como contrapesos a la Policía Boliviana y las Fuerzas Armadas (FF.AA.). Para la primera, se propone una Agencia de Inteligencia Plurinacional, con el fin de afrontar actividades del crimen organizado, de esta manera restar a la Policía Boliviana la responsabilidad de ser “juez y parte” en relación a sus elementos que hayan transgredido la Ley Orgánica de la Policía.

En cuanto a la creación de la Guardia Nacional, para el caso boliviano, Guardia Plurinacional, su función nada clara, sin embargo, se podría decir que se establecería como un contrapeso a las FF.AA. Todo esto, en palabras más o menos, vinculado a lo expuesto por actores políticos estructurales que demandan la adición de estas organizaciones al aparato estatal. Ahora bien, ¿cómo operaría la Agencia de Inteligencia y la Guardia Plurinacional en todo el territorio boliviano?

Desde una perspectiva distópica, ambas organizaciones, una vez establecidas, no responderían a la coyuntura en la que se encuentra el país, pese a que se expondrían como novedosas. Dado que la defensa del Estado, interna y externa, ya recaen dentro de la Policía Boliviana y las FF.AA., respectivamente. No obstante, frente a estas dos organizaciones tradicionales, el discurso que manifestarían las dos nuevas instituciones castrenses reconocidas en la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, es que en ningún momento podrían compararse a ellas, debido a sus características y funciones diferentes.

Hasta aquí, lo que se expone no es más que el aumento del gasto público al erario nacional a través de las dos nuevas organizaciones castrenses y con ello un peso más para el déficit fiscal del país. Entonces, con el paso de los años, ante la falta de recursos económicos para mantener su permanencia con el fin de cumplir sus funciones, entrarían en una espiral de corrupción en contubernio con las organizaciones tradicionales, la Policía Boliviana y las FF.AA. Y así, la creación de la Agencia de Inteligencia Plurinacional y la Guardia Plurinacional, nacerían dentro del fango de la corrupción.

No obstante, pese al déficit fiscal que generaría el establecimiento de dos nuevas organizaciones castrenses, el Estado Plurinacional tendría que renunciar a toda esperanza de una buena Policía Boliviana y FF.AA., potenciadas acorde a la evolución de la democracia del país y de otros países que están a la vanguardia; más allá de lo establecido dentro de sus institutos de formación, para que desempeñen y participen en tareas de necesidades sentidas del colectivo de la sociedad a causa de las consecuencias entre la sociedad y la naturaleza, y, entre otras necesidades relacionadas a la crisis civilizatoria.

Por tanto, la creación de la Agencia de Inteligencia Plurinacional y la Guardia Plurinacional, como medios para combatir la corrupción dentro la Policía Boliviana y las FF.AA., además de otros fundamentos, no tendrían razón de ser. De modo que, instituir dos nuevas instituciones castrenses sólo respondería a necesidades políticas del momento. Puesto que las dos organizaciones tradicionales del país ya responden a funciones que se les pretenda asignar a las dos nuevas corporaciones, aunque de manera inadecuada a causa de la descomposición social, la cual, hace imposible el ejercicio de las mismas.

La democracia hoy en Bolivia

Por Vladimir Huarachi Copa

La democracia hoy en Bolivia sigue fundado en dos nociones básicas. La primera, en una forma de gobierno basada en el autogobierno del pueblo; y, la segunda, en instituciones libremente elegidas. Pese a que estas nociones responden a distintos tiempos, la primera, es la que se conoce más cuando se hace referencia a democracia, sin embargo, la segunda, no se deja de seguir al momento de elegir las instituciones del Órgano Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Si bien la responsabilidad de estas instituciones democráticas está basada en una forma de vida bajo el supuesto de igualdad entre ciudadanos, no obstante, los dos principios fundamentales de libertad de asociación y opinión, hoy, aparentemente han aumentado sus límites, con ello el sistema democrático está siendo alterado; es decir, donde dos libertades son suprimidas, la democracia cesa de existir.

Por ejemplo, el aumento de los límites de la libertad de asociación y opinión se puede observar en la asociación de autos “chutos”, con el objetivo de legalizar vehículos indocumentados; ha ido más allá de los límites de las reglas del juego del sistema democrático establecido. Contrario a esta organización, otras asociaciones apuntaladas en la defensa y la promoción de los derechos fundamentales son reconocidas y toleradas hasta cierto límite con base en los principios fundamentales de la libertad de asociación y opinión.

En ese sentido, los principios fundamentales no pueden ser admitidos sin límites, como cualquier libertad. Por lo que, el cambio de límites, de aumento o reducción, determina el grado de democratización de un sistema. Por tanto, si bien la forma de hacer política mediante movimientos sociales o movimientos de opinión, como el caso de la asociación de autos “chutos”, entre otros, son conocidos y tolerados por el sistema democrático, sin embargo, no pueden tener efecto en la transformación del sistema, por lo menos hasta que el sistema tenga el poder de controlarlos o de limitarlos sin anularlos del todo.

El mito de las elecciones judiciales

Por Vladimir Huarachi Copa

El nuevo orden establecido en Bolivia en 2011, relacionado a la elección de magistrados del Tribunal Constitucional Plurinacional por voto popular, con el principal objetivo de procurar una independencia real y efectiva de la jurisdicción constitucional a través del sistema de elección de sus miembros, se constituyó como novedoso. Pero también se sabe que todo orden imaginado siempre está en peligro de desmoronarse, porque depende de mitos, y los mitos se desvanecen cuando la gente deja de creer en ellos.

Siendo así, parece que, tras 12 años, la ciudadanía ha estado obligado a actuar de acuerdo con el orden imaginado de justicia real y efectiva. ¿Pero qué ha sucedido para que este orden imaginado se sostenga durante estos años? Se podría decir que ha estado y está sustentado de creyentes verdaderos ligado a operadores jurídicos y de justicia, y de algunos ciudadanos que se benefician de dicho orden. Es por ello que, los magistrados autoprorrogados, persisten en hacer cumplir el orden imaginado que ellos mismos no creen.

No obstante, los magistrados autoprorrogados a sabiendas de que este orden imaginado se ha desvanecido tras 12 años, en la actualidad, después de que la Cámara de Senadores ha logrado “garantizar” el camino hacia las “Elecciones Judiciales” a través de la sanción del Proyecto de Ley N° 144, pese a numerosos desafíos y obstáculos enfrentados; el mito de las elecciones judiciales transciende dentro la creencia de los ciudadanos fieles de un orden imaginado, debido a que esta garantía hizo que se detenga las medidas de presión de los de abajo.

Hoy, con una Convocatoria aprobada por unanimidad para la preselección de candidatos judiciales 2024, de nueva cuenta, aparece ese orden imaginado vinculado a la elección de magistrados, pero está vez, con un desgaste manifiesto que encamina a una reforma urgente de la justicia. ¿Pero cómo reformar la justicia? Puede ser admitiendo que la justicia es un orden imaginado que está sujeto a cambio y que no está creada por dioses, en este sentido, coadyuvar al principal objetivo de las elecciones judiciales, por ende, a la ciudadanía. Por tanto, las ficciones que se vayan a construir en torno a la justicia, se deben edificar con base a un orden sujeto a cambio.

¿Bolivia, un posible Estado fallido?

Por Vladimir Huarachi Copa

En el mundo académico se dice que el concepto de Estado fallido, carece de precisión a causa de ser utilizado de forma indiscriminada y abiertamente que entra en riesgo de ser aplicado para caracterizar a todo Estado que, en un momento dado, tenga problemas de estabilidad, ya sea política o económica, o cualquier otra de orden interno. También se le señala de ambiguo, ligero y políticamente utilizado por las potencias mundiales con el propósito de mantener o lograr sus intereses.

Sin embargo, en este escrito no se pretende hacer uso de algunas precisiones vinculado al concepto de Estado fallido, con el fin de validar la situación crítica que vive el país, sino, como una posibilidad producto de los eventos por los que está transitando el Estado, en este caso, en torno al contexto judicial; esto desde que los magistrados del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) hicieron conocer la prórroga de su mandando hasta que la Asamblea Legislativa preseleccione a candidatos, en diciembre de 2023.

Con base en lo anterior mencionado, ¿por qué se dice que Bolivia estaría transitando a un posible Estado fallido vinculado a la justicia? Por una parte, se puede decir que, debido a la prórroga de mandado del TCP, lo cual, se puede entender como abuso de poder y ataque contra la democracia. Por otra, a causa del manejo deficiente e incapacidad del TCP de dar respuesta a las demandas de la población. Con los cuales, el TPC ha expuesto una ausencia de institucionalidad consistente y reconocible, con ineptitud de representar al Estado ante su población y ante al exterior.

En ese sentido, lo anterior muestra al gobierno como incapaz de lograr estabilidad política por sus propios medios, por lo que, requirió de ayuda del TCP. Esto, se puede decir, a causa de haber perdido el monopolio en ambas cámaras de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Con lo que ha generado una crisis jurídica generalizada. Lo cual, está llevando al país a un proceso de debilitamiento o Estado fallido a través de un conflicto jurídico interno, en contubernio del gobierno y TCP en contra de las facciones políticas de la Asamblea Legislativa Plurinacional en desacuerdo con los magistrados autoprorrogados; por ende, en contra la ciudadanía boliviana.

El arrastre de la crisis económica boliviana

Por Vladimir Huarachi Copa

El 6 de diciembre del presente año, en un comunicado que emitió el Banco Central de Bolivia (BCB), se explica que el nivel alcanzado por las Reservas Internacionales Netas (RIN) a agosto de la presente gestión es de $us 2.147 millones, principalmente, por una parte, a causa de la no realización de inversiones en exploración ni producción en el sector hidrocarburífero, que provocó una disminución en la actual producción, implicando menores ingresos de divisas al país. Asimismo, se expone que, pese a ello, con la finalidad de proteger el poder adquisitivo de la población, se mantuvo la subvención del diésel y la gasolina.

Por otra parte, el comunicado también señala, que otros factores que generaron presión sobre las RIN, fueron el pago oportuno del servicio de la deuda pública externa pese al incremento de las tasas de interés a nivel internacional, el bloqueo sufrido en la Asamblea Legislativa Plurinacional con la no aprobación de créditos externos, y la política de fortalecimiento al sector productivo mediante la implementación del arancel cero para la importación de bienes de capital (Ley N° 1391).

¿Pero qué son las Reservas Internacionales Netas? Según el BCB, son recursos financieros que representan la capacidad de pago de un país ante el resto del mundo, tanto en situaciones normales, como en aquellas caracterizadas por perturbaciones exógenas tales como la disminución de las cotizaciones internacionales de productos básicos, crisis de mercados financieros internacionales que incrementan de manera súbita las tasas de interés internacionales, crisis cambiarias y cambios inesperados de la demanda externa.

No obstante, ¿será esta causa y estos factores el punto quiebre del nivel alcanzado por las RIN a agosto de la presente gestión?, según el informe del BCB, sí, sin embargo, con base en el análisis de la Fundación Jubileo, el nivel alcanzado de las RIN, no es una consecuencia a la causa y factores a los que se remite en su comunicado el BCB, sino, es una secuela de la desaceleración luego del periodo de bonanza que terminó en 2014, año en el que las RIN llegó a su pico mayor con más de 15.000 millones de dólares.

En ese sentido, posterior al pico mayor de bonanza, los años siguientes, la caída de las RIN se traducen en un arrastre de una crisis económica y no en una crisis circunstancial, como se expone en el comunicado del BCB. Ahora bien, esta salida con carácter circunstancial, posiblemente sucedió a causa de la situación crítica de desabastecimiento de combustibles. Asimismo, se puede decir que, por un lado, responde a la confrontación interna del partido gobernante (MAS – IPSP), por otro, al tema de las elecciones judiciales.

No obstante, el comunicado del BCB, también se puede leer como la estrategia de manipulación conocida como la caja china, es decir, de distraer la atención o llevar la atención pública hacia otra cosa, con el fin de tapar lo esencial de la verdad o de una irresponsabilidad. Dado que, no responde a la verdad de una crisis que se viene arrastrando desde 2015 hasta la fecha de emisión del comunicado. Por consiguiente, queda pendiente qué es lo quisieron tapar con este comunicado, sin embargo, está claro que da pie a una crónica de una crisis económica profunda anunciada.