“El ser humano no tiene miedo a la oscuridad, tiene miedo a la luz.” Nelson Mandela.
Alberto Salom Echeverría
A LA UNIVERSIDAD CON AMOR:
Al respecto escribió Miguel de Unamuno, rector de la Universidad de Salamanca, hace ya más de un siglo:
“Junto a estas doradas piedras de Salamanca, al pie de sus chapiteles, rozando los esplendores de los follajes arquitectónicos del renacimiento, palpitan los recuerdos, dorados también de los que aquí aprendieron más que a estudiar a amar y que en los lánguidos tedios del ocaso de su vida vuelven los ojos del alma a la ciudad en que se abrieron sus corazones al amor.” (Ref. Unamuno, Miguel. Obras Completas VIII. Madrid: Escelicer, 1970, p.257).
Tengo el enorme agrado de haber sido invitado en mi calidad de exrector de la Universidad Nacional (UNA), a impartir esta conferencia, con el afán de explicar cuál fue el propósito y los alcances que tuvo el equipo humano de carácter académico, con el que tuve la dicha de acceder a dirigir la Universidad durante el período 2015-2020. Con semejante propósito han comparecido otros colegas rectores que me antecedieron en la conducción de la Institución. Entre ellos únicamente la MSC. Ana María Hernández, me sucedió en calidad de rectora, ya que habiendo sido vicerrectora de Vida Estudiantil primero en la gestión que dirigí y después Rectora Adjunta, se le convocó por parte del Consejo Universitario, para que asumiera transitoriamente la rectoría, por un breve, pero muy fructífero período. La MSC. Ana María Hernández y el grupo que la acompañó lograron darle a esta transición una significación unitaria para la universidad. El equipo de trabajo estuvo constituido por un selectísimo elenco de compañeras, todas mujeres, que también había sido parte del conjunto de vicerrectores que coadyuvó en la dirección del trabajo académico durante mi gestión como rector.
También se me pidió señalar las dificultades que pudimos haber encontrado, pero sobre todo se espera que, pueda ampliar sobre los logros obtenidos, así como pronunciarme sobre las perspectivas y alcances que le veo a nuestra amada Institución en el contexto de la sociedad costarricense.
Procuré satisfacer todos los requerimientos que me fueron solicitados, para lo cual consideré menester explicitar primero la concepción de Universidad con la que el equipo académico que me honra haber dirigido tuvo a bien emprender la tarea.
Estamos en los albores de un nuevo paradigma científico.
Voy a leerles una frase que fue como un amor a primera vista para mí, pues desde que la leí por primera vez me sentí representado en ella; mi único temor ahora es que la sientan como una película vista varias veces. Me gusta tanto que suelo citarla. Mi disculpa es que es verdadera. Dice así: “Si pudiéramos darnos cuenta primero en dónde estamos y hacia dónde vamos, seríamos capaces de juzgar qué hacer y cómo hacerlo.” La frase es de Abraham Lincoln. Tal vez muchos de los aquí presentes no me crean si les digo que comencé a practicar esa idea mucho antes de conocer la frase. ¡Claro, no a cabalidad!, pues tenía menos de diecisiete años y la verdad, no sabía muy bien en qué parte del universo me encontraba (conste a ratos pienso que todavía no lo sé); menos podía deducir entonces qué hacer, ni cómo hacerlo. Lo que sí quiero decir es que, mucho antes de emprender una tarea, que juzgaba era importante para mí y mis compañeros, les proponía que tratáramos primero de ponernos de acuerdo sobre qué queríamos hacer y adónde deseábamos llegar. Me encontré de casualidad con la frase de Lincoln hace no mucho tiempo, cuando pienso que ya tenía alguna conciencia de mi ubicación por lo menos en el espacio, todavía no mucho en el tiempo. Rápidamente le encontré pleno sentido; solo que me la había imaginado al revés: pensé que primero era menester saber en dónde estamos y hacia dónde vamos, y después juzgar qué hacer y cómo hacerlo. ¡Vaya dilema!
Como quiera que fuese, les propuse a mis compañeros, todas personas muy serias y conocedoras de la universidad, ubicadas en distintas facultades que nos reuniéramos una vez a la semana, para hacer un análisis de la UNA, desentrañar sus nudos o problemas principales, conversar sobre sus raíces, y comenzar a prefigurar algunas tareas urgentes para dar continuidad a lo que la Institución llevaba andado desde su fundación en 1973. Todo ello pensamos que deberíamos hacerlo antes de abocarnos a redactar un programa. Éramos todavía un contingente algo heterogéneo de académicos de distintas facultades, algunos estudiantes y personal administrativo, también diverso. Al poco andar descubrimos lo que nos unía, aquello en lo que estábamos de acuerdo y fuimos postergando las diferencias para abordarlas en un segundo momento. Siempre que fueran menores, para estar seguros de que no nos íbamos a encontrar con un valladar de discrepancias grandes después, que dieran al traste con el trabajo. Hace poco, le oí la expresión a alguien de que para qué programas si ahí está el plan estratégico institucional. Pensé para mí que así es como se anquilosa una institución de educación superior. ¿Cuántas veces no hemos tenido en la UNA, en el nivel correspondiente, que corregir o agregar algo al plan estratégico, gracias a que el juicio crítico sobre nuestra experiencia nos arroja nuevas luces? No puedo entender una gestión universitaria que pretenda acometer una ruta sin haber hecho acopio de ideas innovadoras para forjar su propio programa de trabajo, el cual desde luego debe ser incorporado al plan estratégico por los canales apropiados.
Nuestra gestión había encontrado, antes de disponernos a acometer la tarea, una cantidad de problemas de los gruesos que, una y otra vez han sido dejados de lado…Y problemas antiguos, no se crea que solamente se trata de asuntos recientes. Pongo un ejemplo de uno o varios problemas que en las universidades de occidente tendrán algo más de cien años, pero cuya elucidación en muchos casos, todavía está pendiente. Don Miguel de Unamuno, excelso humanista, escritor y filósofo a la sazón rector de la Universidad de Salamanca, desde 1901 hasta 1914, se pronunciaba contra los que criticaban el saber filosófico, señalando que había que orientarse por la práctica, “la manía es la práctica” decía Unamuno; por contraposición “¡Basta de teorías!” pregonaban los afanosos del pragmatismo. Unamuno de inmediato reprochaba: “¡Cómo si la aplicación pudiera hacerse sin teoría!” Y enseguida agregaba: “La mayor utilidad de las universidades es el cultivo de la ciencia pura.” Luego espetó una daga punzante contra los adoradores de la “especialización”: “Otra manía actual es la especialización: el desenvolvimiento de las ciencias requiere especialistas, pero hay que tener una visión amplia, filosófica.” Y remató afirmando: “El que es un remachador de cabezas de alfiler, aunque reúna tantos hechos y noticias como Darwin, no se le ocurrirá la evolución.” Para Unamuno los progresos los traen los filósofos de una ciencia, aquellos a los que suelen llamar los bárbaros fuera de ella…” Es verdad -reconocía- que en España hay mucho generalismo, pero falta filosofía.”
Muy pronto, los que nos reuníamos a reflexionar alrededor de la elaboración de un plan de trabajo primero y después de un programa para un período de cinco años, ya cuando formamos parte de la gestión 2015-2020, propusimos a nivel de todas las universidades públicas, es decir de CONARE, dedicar cada año a un tema de vital importancia o crucial; fue así como decidimos también traer a colación a una camada de prestigiosos intelectuales y académicos, de filósofos y pedagogos contemporáneos, especialmente latinoamericanos y desde luego de nuestro propio terruño, para darle un gran nivel al debate académico alrededor de los temas álgidos que escogimos.
En el ejercicio de la gestión de rectoría, comparecieron presencialmente a nuestra “Alma Mater” y a otras universidades públicas, grandes personalidades de la vida intelectual y académica, como fueron: la especialista del “Doctorado Interdisciplinario en Ciencias Sociales” de la UNER, en Argentina, Dra. Denis Najmanovich; lo mismo que el filósofo y biólogo de origen chileno, Dr. Humberto Maturana; la especialista en epistemología, Dra. Ximena Dávila; el filósofo, historiador y teólogo de origen argentino, naturalizado mexicano, Dr. Enrique Dussel; así como los igualmente teólogos de grandes luces como Leonardo Boff, Frei Beto o Franz Hinkelammert; este último, a quién apreciábamos tanto, lamentablemente falleció en nuestro país en días recientes. Por otra parte, desde un inicio trabajamos también el pensamiento de intelectuales de la talla de Paulo Freire, muy célebre y recordado. Además, consultamos el pensamiento fecundo en materia filosófica, ética y política de la Dra. Adela Cortina oriunda de Valencia, España; en materia de biología y filosofía, investigador en el ámbito de las neurociencias del Dr. Francisco Varela, de nacionalidad chilena; consultamos al filósofo y sociólogo francés Dr. Edgar Morin, quién tanto ha contribuido a desarrollar el pensamiento complejo. También trabajamos el pensamiento del sociólogo brasileño, con trabajos además en educación y antropología, Darcy Ribeiro; fue el creador del concepto de “Universidad Necesaria”. Desde luego, tuvimos siempre en cuenta al padre Benjamín Núñez Vargas, principal fundador de nuestra Universidad Nacional, quien además hizo vernáculo el concepto de “Universidad Necesaria”, trayéndolo a nuestro terruño y apellidando a la UNA como una “Universidad Necesaria. Junto a todos ellos, cada uno de nosotros aportó el bagaje de su propia formación, sustentada en tantos intelectuales y académicos costarricenses de gran valía.
La Inter y Multidisciplinariedad, una aspiración.
El caso de Edgar Morin nos dejó un legado muy esclarecedor en torno a los conceptos de la interdisciplinariedad y la multidisciplinariedad como herramientas conceptuales que orientan el proceso de enseñanza aprendizaje, con vistas a elevar su calidad. La primera se basa en la investigación desde el espacio fronterizo de varias disciplinas. La segunda en el espacio común que comparten diferentes disciplinas entre sí. Tuvimos presente que, la profundización del saber inter y multidisciplinario, nos podía conducir a la transdisciplinariedad, que es la emergencia de una nueva forma de saber científico más allá del conocimiento fragmentario de la realidad. Hasta ahora, en su mayor parte el conocimiento racionalista, tras haberle aportado a la humanidad un gran bagaje cultural y científico, hoy parece haber llegado a un límite en su evolución y conocimiento de la realidad, por su visión segmentada y fragmentaria de ella misma. Por esa razón mantiene anquilosado el conocimiento filosófico y científico, derivado de esa escasa relación de los distintos saberes entre sí. En tanto que, la interdisciplinariedad adquiere sentido, nos dice Edgar Morin, en la medida en que reúne disciplinas diferentes por medio de las que se intercambian conocimientos y experiencias, o sea, se trata de una fuerte y continua interacción y cooperación entre intelectuales, especialistas, estudiantes y comunidades. Es pues una estrategia pedagógica que implica la cooperación entre académicos y científicos de varias disciplinas, donde ha de fluir el diálogo entre saberes diferentes y la conversación para hacer posible, como lo hemos dicho que aflore un nuevo conocimiento.
Como producto de esta reflexión, nuestra gestión propuso y llevó a cabo un auténtico “diálogo de saberes”, de acuerdo con la versión de varios autores y en diferentes momentos como fueron: Paulo Freire, el mismo Edgar Morin, Humberto Maturana, Ximena Dávila, Francisco Varela o Denis Najmánovich, entre otros. Nuestro propósito fue impulsar una nueva pedagogía (Freire) y una nueva y dinámica experiencia intelectual y humana, o una forma de relacionamiento entre diferentes disciplinas, que denominamos, merced a la propuesta de la Dra. Luz Emilia Flores “comunidades epistémicas”, sin que estuviesen normadas. No obstante, las mencionadas comunidades llegaron a alcanzar cierta significación puesto que se crearon más de quince de éstas en el período, las cuales contaron con la participación de valiosos académicos y en algunos casos de estudiantes que estuvieron dispuestos a integrar e intercambiar conocimientos y diferentes metodologías de investigación en torno a las temáticas escogidas por ellos.
Se trataba apenas de los albores de un cambio “copernicano” en la forma de conocer e investigar la realidad, de hacer filosofía, arte y ciencia, que atañe por lo tanto a las universidades en su relación con la sociedad, en particular con las comunidades. En la versión de Freire se trata de un diálogo o encuentro que solidariza la reflexión y la acción de los sujetos orientados hacia el mundo que debe ser transformado y humanizado. Se les llama también “diálogos interculturales”, porque se busca una más nueva, profunda y respetuosa interacción entre personas, grupos o comunidades que provienen de diferentes orígenes culturales.
En nuestra visión, no es un camino corto, ni fácil para los centros de educación superior, porque estamos todavía asidos a una fuerte influencia cultural del pensamiento racional, disciplinar y especializado, con frecuencia determinista y mecanicista del que, ciertamente nos hemos nutrido obteniendo grandes ganancias; pero, si nos quedamos ahí, la universidad irá lenta, sin poder avanzar con la celeridad que es necesaria para tener apertura hacia el mundo de la complejidad. Para poder comprender en toda su dimensión, enfrentar y ayudar a resolver fenómenos globales que son multicausales, es menester ir al encuentro del pensamiento complejo, inter y multidisciplinario, mediante el “diálogo de saberes”.
Cuando hablamos de fenómenos complejos y multicausales, nos referimos a realidades como el conocimiento del universo, o, sin ir tan lejos, el conocimiento de los océanos, o como el “antropocentrista” calentamiento global y el cambio climático, todas las guerras contemporáneas, la remisa desigualdad entre las sociedades y dentro de ellas, las profundas brechas abiertas en todas partes entre el mundo rural y el urbano, así como entre las sociedades desarrolladas y las que con cierto afán encubridor se les denomina “sociedades en vías de desarrollo”. En la física, la química y la biología, de acuerdo con la Universidad Autónoma de Barcelona, los sistemas complejos son los sistemas no lineales definidos como aquellos que, cito: “integran sus partes generando una sinergia para lograr un mejor funcionamiento y resolver problemas con mejores resultados que trabajando de manera individual”. Ejemplos de ello son: las oscilaciones de un rayo láser sobre unas placas ópticas que recogen su pulso o, la dinámica oscilatoria del sistema nervioso central. El cerebro es en la biología, lo más complejo descubierto hasta ahora en el universo, cito de nuevo: “ya que contiene cientos de miles de millones de células interconectadas a través de billones de conexiones.” (Cfr. “Descubriendo el Cerebro”. National Library of Medicine. www-ncbi-nlm-nih-gov. translate. goog).
En mi visión de las cosas, ‘hoy por hoy’ no me cabe duda de que la ciencia, sus diferentes disciplinas marchan en el sentido de la complejidad, hacia la inter y multidisciplinariedad; pero, evidentemente no marcharán solas, dependerá del impulso y la orientación que los seres humanos seamos capaces de imprimirle. Todavía más, me refiero a la ciencia en sí, en sus variantes, pero, la veo a ella en relación con el arte, la música y la misma literatura que se encuentra en esa zona intermedia entre la producción científica y la artística. ¿Qué tan humanística será esa innovadora producción científica y tecnológica del mundo de la complejidad? En otras palabras, ¿qué tan volcada estará a resolver los problemas de la humanidad y de las demás especies vivientes y su entorno? Eso dependerá de nosotros los sujetos actuantes en esta nueva realidad ontológica. Dependerá de nuestra consciencia ecológica. Mucho, tendrán que ver en ello las instituciones productoras de conocimiento por excelencia, de filosofía, de arte y de música, como son las universidades en todo el orbe.
En los países que están más adelantados en esta tarea, ya está naciendo un nuevo tipo de conocimiento integrado, una nueva ciencia de la complejidad que se ha denominado también ciencia de la transdisciplinariedad, este es el caso de la neurociencia. En Costa Rica y en nuestra Universidad Nacional (y me atrevo a vaticinar que en las demás universidades también), corremos el riesgo de quedarnos rezagados. En primer término, porque la fuerza de la costumbre, una especie de inercia nos empuja en la dirección de siempre, valga decir, en el sentido de la compartimentación, del extrañamiento de los otros, de la ausencia de auténtico diálogo de saberes. En segunda instancia, porque la organización misma de las universidades, esta universidad napoleónica tradicional que hunde sus raíces en el siglo XVIII, sigue caracterizada por la existencia de compartimentos estancos, las facultades y dentro de ellas las unidades académicas que en lugar de atinar a desarrollar centros de investigación multi e interdisciplinarios, como lo hacen las mejores universidades europeas y de los Estados Unidos, apenas si coordinan unas con otras; mejor dicho compiten unas con otras por exiguos recursos presupuestarios. Hay excepciones calificadas claro está, como algunos institutos de investigación en cada universidad o los que operan en CONARE, cito como ejemplo, el Programa de Ciencias Naturales que tiene asiento en la UNA, pero se encuentra patrocinado por varias universidades.
El mismo curso unidimensional prevalece todavía en la relación de las cinco universidades públicas entre sí; desde luego, es obligado recalcar la notable excepción que constituye el CONARE con sus grandes conquistas plasmadas a lo largo de años de esfuerzo conjunto. Bendita Institución, donde operan formidables centros de investigación como El Centro Nacional de Alta Tecnología, subdividido en el CENIBIOT, el PRIAS (sistemas de información geográfica), el LANOTEC, el Centro de Ingeniería en Materiales, el CNCA o Centro de Computación Avanzada, y el mismo HYPATIA que lleva el pulso por medio de indicadores del desarrollo de la ciencia y la tecnología, así como también es un estado del PEN. Mediante el Proyecto Educativo Nacional o PEN, que es el plan estratégico de investigación participativa e innovación para la promoción del desarrollo humano sostenible se han desarrollado los programas de: “El Estado de la Nación”, “El Estado de la Educación”, “El Estado de la Región” y “El Estado de la Justicia”.
La Autonomía Universitaria.
Sin embargo, ningún esfuerzo sería posible si no somos capaces de consolidar las Instituciones de Educación Superior y su estatuto autonómico del que gozamos desde que quedara plasmado en la Constituyente del 49 y que se afianzó después con otras reformas señeras. La Constitución, bueno es repetirlo, regula la autonomía de las universidades públicas, por medio de los artículos 78, sobre todo el 84, y los artículos 85,86 y 87. Al amparo de estos artículos se garantiza a las universidades públicas independencia en el desempeño de sus funciones, plena capacidad legal y desde luego, irrestricta libertad de cátedra. Lo anterior conlleva el derecho dado a las universidades para dotarse de organización propia, es decir, cada una de ellas posee libertad para administrarse y regularse de acuerdo con el respectivo estatuto orgánico. En pocas palabras, disfrutar de lo anterior implica que los poderes políticos externos a ellas no deben interferir en su funcionamiento; o, dicho de otro modo, el poder político externo a las universidades no debe inmiscuirse en la forma de emplear los recursos de los que las dota el Estado por medio del Fondo Especial de la Educación Superior o FEES y otros aportes que les confiere la ley. Desde luego, el Estado tampoco debería tener injerencia en lo que se denomina autonomía política, pero hoy pretende transgredirla.
Todo este capítulo de la autonomía universitaria, es justo decirlo, se sustenta en una ya larga tradición en América Latina, como la que nació especialmente con la Reforma de Córdoba en Argentina, conquistada en 1918. Posteriormente como lo acabo de expresar se solidificó en Costa Rica, desde la Constituyente de 1949 y luego ha quedado muy bien arraigada en nuestra legislación, mediante distintas declaraciones de las oficinas jurídicas de las universidades públicas y del propio CONARE. Además, estos documentos se retroalimentan de señeras resoluciones de la Sala Constitucional, que no admiten equívocos, como los que, en mi opinión han sido esgrimidos de manera alevosa y en forma reiterada en estos días, por el presidente de la República Rodrigo Chaves y otros ministros de su gabinete. Dice la Sala Constitucional en una de estas sólidas resoluciones que, a mi modo de ver han sentado precedentes legales: “En sus funciones, en todas sus funciones, la Universidad goza de independencia. La Constitución no restringe, ni limita tales funciones. Las funciones universitarias son todas aquellas actividades académicas, docentes, de investigación, acción social, de vínculo externo, de organización, de administración, de gobierno, de difusión del conocimiento, de análisis crítico de la realidad, de estudio y proyección de la cultura superior, etc., y además todas aquellas otras actividades vinculadas directa o indirectamente con ellas.” (Cfr. Sala Constitucional resolución número 1313-93, de 13:54 horas del 26 de marzo de 1993, considerando V). Esto no significa, -ha dicho el Lic. Luis Baudrit Carrillo- que la Universidad constituya una República Independiente dentro de Costa Rica, o sea un territorio aislado en el cual no tengan aplicación las leyes nacionales. Las universidades son poseedoras de persona jurídica creada por la Constitución y se encuentran sometidas a las leyes, no a todas, sino a las leyes que le sean aplicables de modo legítimo.
Hoy esta autonomía está amenazada como nunca por una élite política gobernante que muestra un enorme desconocimiento del valor que tiene para Costa Rica entera la autonomía universitaria. Si permitimos que se vulnere esta autonomía, el país entero perdería la independencia de la que han gozado las instituciones públicas de educación superior para producir conocimiento y ponerlo al servicio de la sociedad; así como también podrían ver afectada su capacidad de formar integralmente a los estudiantes, con pensamiento crítico, que les permita participar, descubrir y comunicar el desarrollo científico, de las artes y las humanidades, como se ha hecho hasta hoy. Desde principios del siglo pasado, Unamuno dejó sentadas las bases de la preponderancia de la libertad en el seno de la universidad, ya que luchó con denuedo por la salvaguarda de la libertad de cátedra y de conciencia, como lo más sagrado y a salvo de cualquier poder ajeno al propio profesor. Considero que este es el primer desafío que tienen ante sí las universidades públicas, en la actualidad; esta responsabilidad nos compete a todos los que en ellas nos hemos formado y hemos entregado nuestra energía laboral, con amor y pasión.
Durante mi gestión, desde fuera de las universidades, específicamente desde la Asamblea Legislativa, algunos diputados de oposición al gobierno cuestionaron el concepto de la autonomía y comenzaron a gestar conflictos contra las universidades en varios sentidos: el primero de ellos, fue en concreto contra mi gestión por iniciativas que llevamos a cabo para edificar obras en la plaza de la diversidad cultural y en sus alrededores. Se trataba de obras en el campo de la cultura y edificaciones para los estudiantes, los diputados cuestionaron el monto de las obras, pero objetaron también que fueran edificios para el arte y la cultura. Sin que mi gestión hubiese tenido nada que ver con el costo de las edificaciones que se licitaban, porque la rectoría no interviene nunca en esa materia, era en todo caso un asunto subsanable. Lo que no podíamos permitir que se cuestionara era el motivo de las edificaciones. Esta es precisamente una materia en la que una institución de educación superior se encuentra protegida por la Constitución. Se trata de la libertad que tienen las universidades para planificar y decidir las actividades académicas y las obras que se construyen con entera libertad. El presupuesto estaba debidamente refrendado por la Contraloría General de la República. Ceder en eso es permitir que la política se inmiscuya en los asuntos universitarios. En segundo lugar, los diputados por medio de varias comisiones legislativas comenzaron a cuestionar, entre otras cosas, el monto que mediante la negociación del FEES el gobierno les asigna a las universidades públicas. Aún más, se tomaron la libertad los diputados de modificar el presupuesto presentado por el gobierno a la Asamblea Legislativa, con relación a la asignación del FEES, un asunto claramente inconstitucional. La Constitución establece que la Asamblea solamente puede modificar el presupuesto de la República en esta materia, cuando se rompen las negociaciones del FEES entre el gobierno y las universidades, y este nunca fue el caso. En tercer lugar, un sector de la prensa intervino, acompañando los cuestionamientos que desde afuera se hacían contra las universidades, acusando a los rectores de querer manipular a los estudiantes, porque supuestamente les decíamos que, si se rebajaba el FEES, se reducirían las becas. En el caso de nuestra gestión, demostré que la acusación era falsa, pues días antes de la marcha de las universidades, grabé un comunicado, el cual circuló profusamente, al menos en la UNA, mediante el que comuniqué a los estudiantes que la asignación presupuestaria para becas, en ningún caso sería disminuida.
Sin embargo, la arremetida de los diputados y de la prensa repercutió a lo interno de la universidad afectando el clima universitario.
Durante la gestión que me correspondió dirigir, en el año 2019, las cinco universidades públicas presentamos en el marco del CONARE ante la Sala Constitucional, tres acciones de inconstitucionalidad, encaminadas a darle mayor solidez a los artículos de la Constitución que dan resguardo a la autonomía universitaria. Además, se presentó un recurso contencioso administrativo. Como puede observarse, las cinco instituciones mencionadas por medio de sus rectores y CONARE desempeñaron un papel muy dinámico en resguardo de la institucionalidad democrática del país, al luchar por la autonomía de las universidades estatales costarricenses.
La Actividad Sustantiva en la UNA.
En la UNA, desde su fundación en 1973, se ha entendido la actividad sustantiva como aquella que posee un carácter académico, que reúne en sí tres diferentes dimensiones del quehacer universitario: la docencia, la investigación y la extensión. Hay una cuarta dimensión que en la UNA denominamos producción. Ella cruza transversalmente o está presente en las otras tres. Para poder hablar de la academia, las tres dimensiones tienen que acompañarse de manera coordinada y entrelazada, de modo que cada una alimente a la otra. No se puede entender una docencia separada de la investigación y la extensión. La Investigación es un pilar, pero investigación no es tal sin conjugarse con la teoría y la praxis que se produce con la extensión o acción social. A la vez no puede haber una rica actividad de extensión comunitaria, sin la teoría y la investigación. En suma, la actividad académica en su conjunto debe poseer pertinencia, es decir, debe estar actualizada con respecto a la realidad social, económica, política y cultural, de la sociedad en la que está inserta, para contribuir a su transformación en aras del bienestar social de la mayoría de la población.
A nuestra gestión le correspondió coordinar la comisión que plasmó las modificaciones emanadas del IV congreso universitario en el estatuto orgánico y otras normas universitarias. El trabajo fue preliminarmente aprobado por el Consejo Universitario y finalmente debió refrendarlo la Asamblea Universitaria. Constituyó un esfuerzo enorme de coordinación para coronarlo con éxito. Entre los cambios más importantes se encuentra la abolición de las direcciones de área y en su lugar se crearon: la vicerrectoría de docencia, la de investigación y la de extensión universitaria, cuya coordinación se le otorgó a la nueva rectoría adjunta. Un enorme y meritorio esfuerzo realizaron tanto la Dra. Luz Emilia Flores, como posteriormente la MSC. Ana María Hernández, quienes ocuparon alternativamente la rectoría adjunta, para lograr planificar y darle coherencia a la actividad sustantiva de la universidad.
Sin esta coherencia y concatenación de las cuatro dimensiones descritas, no puede haber academia, tan grave como eso, porque ninguna de las dimensiones por sí sola es academia. Por eso es tan importante, que la universidad nacional le confiera continuidad a la reforma con la que se perfiló la administración superior de la UNA, para que ella se refleje en toda la comunidad universitaria, en cada sede, sección o campus, en todas y cada una de las facultades, hasta llegar con eficiencia y eficacia a las unidades académicas. En nuestro afán por lograr un avance de calidad en toda la universidad, nos tropezamos con un desigual progreso de la academia entre unas y otras unidades académicas y entre las mismas facultades. Cuando esto sucede, se produce indefectiblemente un retroceso de la calidad de la educación, que afecta en primer lugar al estudiante universitario. No puede haber verdadera calidad en la enseñanza universitaria, cuando una de las dimensiones flaquea, o deja por entero de existir en alguna unidad académica. La academia es en suma un crisol que emergerá en ebullición luminosa, como el oro, como la verdad, cuando cada uno de sus componentes está presente en la aleación y cumple su misión vivificadora. Lo dicho implica que, así como no puede haber unidad académica sin docencia, tampoco es dable que las haya sin investigación o extensión.
Ya que en alguna medida seguimos viviendo como organización universitaria, bajo el modelo de la universidad napoleónica del siglo XVIII, en la que continúan imperando los compartimentos estancos que son las facultades, seguidas por las unidades académicas, para paliar el aislamiento es imperativo redoblar los esfuerzos de la planificación institucional, de una conducción académica que ponga el acento en la integración de la actividad sustantiva que de pábulo, como la leña al fuego, a la misma inter y multidisciplinariedad de los conocimientos. Esta labor puede facilitarse en la UNA, por la razón de que ya se cuenta con lineamientos y prácticas para articular la actividad de la docencia, la investigación y la extensión, específicamente en la formulación de los “Programas, Proyectos y Actividades Académicas integrados.” (los PPAA). Dicho sea de paso, esta figura solamente existe en la Universidad Nacional. En el pasado quinquenio, se emprendieron esfuerzos denodados en la coordinación, articulación de acciones, tareas y temas de cada una de las vicerrectorías académicas con el Consejo de Decanos o CONSACA.
Podría creerse que con el advenimiento del desarrollo científico y tecnológico que espoleó la globalización, podría estarse subsanando o enmendando esta tendencia a la compartimentación ya no solo del conocimiento, sino de la organización misma de la Universidad. El gran investigador y teórico de la sociología que es Manuel Castells nos ha dejado constancia de lo contradictorio que ha resultado el desarrollo de las “nuevas tecnologías de la información”, las TIC’s, en el contexto del proceso de globalización. Leámosle: “La creciente presencia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), íntimamente ligada al proceso de globalización del capital, pareciera ser irreversible en el mundo contemporáneo. En tal sentido, cabe señalar que, si bien las TIC’s contribuyeron a la desconcentración de las actividades productivas, a la vez indujeron a una fuerte concentración territorial de la producción de información basada en el conocimiento, así como de la gestión de la producción informatizada […]. En el marco de estos fenómenos -puntualiza Castells- que acompañan al proceso de concentración y globalización del capital, se verifica un crecimiento generalizado de las ciudades como modo dominante de asentamiento humano. Esto, que supuestamente tendería a aumentar la proximidad entre las personas, facilitando el desarrollo de los vínculos sociales, converge con el despliegue de un conjunto de tecnologías de la información y la comunicación que potencialmente contribuirían al desarrollo de dichos vínculos. Sin embargo, -concluye afirmando- esta convergencia no logra escapar a los efectos disgregadores que genera la globalización del capital.” El gran peligro aquí radica en que, junto a estos procesos de concentración descritos, se sigan concentrando los conocimientos y se pongan al servicio exclusivo de los capitales. Por eso, las universidades, que son instituciones que gozan de gran independencia, están llamadas a desempeñar un papel democratizador, en favor de las personas más desprotegidas y desfavorecidas de nuestras sociedades.
La tarea que acabamos de describir que tienen ante sí las universidades públicas en nuestro país, la UNA entre ellas, es otro de los grandes desafíos institucionales de cara al futuro inmediato. Es indispensable, continuar desarrollando la administración académica, como creemos haberlo hecho en la pasada gestión, tendiente a contrarrestar la cultura del individualismo imperante en la sociedad contemporánea, y cuya ideología se ha hecho presente en las universidades. Sumado a lo anterior hemos tenido que vérnosla con una sociedad consumista, la sociedad extractivista y del descarte la llaman los sociólogos. Frente a todo ello, el reto mayúsculo lo constituye hoy, desde mi óptica, el de corregir radicalmente el rumbo de una sociedad que, junto con la profundización de la desigualdad y la pobreza, avanza irremediablemente a la par de todo el globo terráqueo hacia el flagelo del calentamiento global. Por ausencia de espíritu de cooperación y falta de consciencia de la mayoría de los líderes, el mundo no está logrando abatir el cambio climático, según las recomendaciones emanadas de la COP 15 celebrada en París y las sucesivas Conferencias de las Partes auspiciadas por Naciones Unidas. La próxima será, por cierto, la edición número 28 que tendrá lugar en los Emiratos Árabes Unidos, entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre de este año. Tampoco estamos logrando como humanidad erradicar la guerra, el odio sembrado por políticos inescrupulosos, como lo podemos constatar en estos días. En este contexto, la ciencia puramente disciplinar debe dar paso a la inter y multi disciplina, al pensamiento complejo, si no queremos que las universidades más sólidas dejen de constituir el puntal que han sido en la investigación científica, tanto en Costa Rica, como en el resto de América Latina, donde hasta el momento han tenido un enorme impacto social en diferentes ámbitos o proyectos nacionales científicos y culturales. Nadie quiere que mengüe la producción artística y musical de calidad de la América Latina y afrocaribeña. Como lo ha expresado con certeza Enrique Dussel, las filosofías del sur, deben aparecer como un pensamiento que demuestre que el ser humano, considerado como un “yo individual, necesita de la alteridad, o sea del otro, para alimentar su propio ser, todo en la pluralidad que nos rodea.” O sea, necesitamos más que nunca de la cooperación para hacerle frente a las colosales amenazas que nos acechan, a los retos que tenemos que acometer, especialmente en los campos científico y tecnológico.
Algunos de los más notables progresos en el quinquenio 2015-2020.
Solamente podré referirme a algunas de las más importantes conquistas alcanzadas en nuestra gestión, pues, aunque desearía ser exhaustivo, el tiempo no me lo permite.
Algunas importantes iniciativas de la Rectoría Adjunta.
Gobierno Abierto: La idea del “Gobierno Abierto” se planteó desde que se elaboró el programa para la gestión. Siempre lo entendimos y fue planteado como una nueva forma de gestión administrativo-académica. Contiene varios componentes que se conjugan entre sí y que la gestión que tuve el honor de presidir logró plasmarlos con amplios resultados que señalaré en breve.
-Gobierno Abierto supone en primer término que la universidad proporcione información fiel y exhaustiva de su quehacer, tanto al interior de la universidad, para docentes, estudiantes de manera preferente como para el sector administrativo. Asimismo, se deben brindar datos e información sustancial procesada en todos los ámbitos del quehacer universitario para las demás instituciones educativas del país, las del exterior y muy destacadamente para instituciones gubernamentales con las que coordinamos nuestra acción sustantiva y para las que ejercen una función contralora, como es el caso de la Asamblea Legislativa, la Contraloría General de la República, la Procuraduría y la Defensoría de los Habitantes. Conste se trata de una función contralora y no controladora, como con frecuencia se malentiende.
-Gobierno Abierto requiere trabajo riguroso en los distintos campos administrativos y académicos, para asegurar que la calidad sea perdurable y sostenible, verificable y objetiva.
-Gobierno Abierto quiere decir, como lo ha señalado el asesor de la CEPAL, de nacionalidad chilena, Dr. Peter Scharp Vargas, que con tanto esmero ha colaborado con la UNA en esta materia, que la institución universitaria debe crear valor público. Es decir, lo que se haga tiene que ser pertinente con respecto a la sociedad en la que estamos inmersos y contribuir a crear política pública orientada a la solución de los problemas sociales, económicos y culturales que ella padece.
-Gobierno Abierto debe crear gobernanza entendida en el sentido de que la gestión pública universitaria se torne cada día más participativa para todos los sectores que la componen, y debe ser al mismo tiempo eficaz y eficiente.
-Gobierno Abierto implica una gestión transparente de todos sus funcionarios, para toda la ciudadanía y los órganos contralores y decisivamente a lo interno, de modo que exista siempre una comunicación fluida de la gestión de la rectoría con el Consejo Universitario y CONSACA, así como con los demás órganos colectivos de conducción y decisión (como por ejemplo la Asamblea Universitaria y la Asamblea de Representantes).
-Gobierno Abierto implica que la rendición de cuentas de parte principalmente del órgano de conducción de la gestión administrativo-académica sea puntual con respecto a todos los órganos competentes. En este sentido, se registra que entre el 2015 y el 2020, se efectuaron la mayor cantidad de asambleas de facultad, centros, sedes, sección regional, y entre los estamentos estudiantil y administrativo, de toda la historia de la UNA, para informar sobre el tema de la negociación del FEES.
-Gobierno Abierto significa siempre una actitud de apertura ante los requerimientos de la prensa nacional, ante todos los temas de la universidad que sean de su interés y en particular los que estén en la agenda pública.
-Gobierno Abierto implica cumplimiento exhaustivo de los informes para ante la Contraloría General de la República, la Asamblea Legislativa, la Defensoría de los Habitantes, como los más importantes.
La UNA obtuvo la mejor ponderación de las universidades en dos años durante el período 2015-2020, en cuanto al “Índice de Transparencia”. Igualmente, la UNA se hizo acreedora de una alta calificación en relación con el “Índice de Gestión” que patrocina la Contraloría General de la República. En 2018 la UNA obtuvo el segundo mejor puntaje que ha tenido la institución desde el 2010, habiendo alcanzado un 95.1, para ocupar el lugar número 8 entre 160 instituciones públicas. En el 2020 tuvo una nota alta también, de 91.1, la primera entre las universidades que participan en dicho ranking. En cuanto al Índice de “Transparencia del Sector Público”, que patrocina la Defensoría de los Habitantes, se calificó a la UNA desde el 2015. El puntaje más alto se obtuvo después de un gran esfuerzo en el 2019, que fue de un 91.36. Equivalió a la posición 6 entre 254 instituciones participantes.
Carreras Itinerantes. Basados en la experiencia de la División Rural del CIDE, la gestión 2015-2020, fue incorporada una meta estratégica en el plan de mediano plazo institucional 2017´2021. Se acometió la tarea de ofrecer carreras itinerantes en diferentes regiones del país con bajos índices de desarrollo en zonas rurales del país. La RA generó espacios de diálogo tanto con unidades académicas como con sedes regionales interesadas.
El objetivo fue responder a las necesidades de educación superior formal y no formal en regiones, territorios y localidades, cuyas poblaciones se encuentran en situación de exclusión, vulnerabilidad o desventaja social. Se buscó que la oferta académica fuese coherente con la planificación para el desarrollo estratégico y humano. Otras universidades públicas se incorporaron, aportando de esa manera a un trabajo cooperativo e interdisciplinario, con el afán de aportar al desarrollo comunitario de acuerdo con los problemas evidenciados por ellas.
Se lograron concretar durante el período las siguientes carreras: Educación Rural, 8 grupos (2 en Lepanto, 2 en Guatuso, 2 en Upala y 2 en Los Chiles). Sede Chorotega: Un grupo de bachillerato en turismo sostenible en Guatuso y otro en aplicaciones Informáticas en Upala. CIEMHCAVI, se abrió la carrera de técnico en entrenamiento deportivo, 1 en Limón y 1 en Upala Guatuso. Sede Brunca: Un grupo en educación física. Escuela de Relaciones Internacionales, se imparte la carrera de licenciatura bimodal en comercio y Negocios: 1 grupo en Sede Brunca y 1 grupo en Sede Chorotega. Ulteriormente, como parte de la cooperación UNA-UCR, se abrió la carrera de
Comunidades Epistémicas: Se conformó la comisión académica, integrada por especialistas en interdisciplinariedad, el trabajo colaborativo y la producción colectiva del conocimiento.
Se realizó un diagnóstico para determinar la factibilidad de las comunidades epistémicas.
En total se crearon 15 comunidades epistémicas.
Sistema de Gestión de la Calidad: Se formalizó el inicio del proceso de conformación del sistema de gestión de la calidad para la excelencia (SIGEI-UNA).
Se desarrolló la página Web sobre Gestión de la Calidad.
Se asesoró a diversas instancias de la UNA, en el desarrollo de los procesos atinentes a la gestión de la calidad, mediante la realización de actividades como: talleres de inducción y talleres para el análisis de información.
Algunas de las Instancias que participaron fueron:
- Dirección de Tecnologías de la Información y la Comunicación (DTIC).
- Programa de Desarrollo de Recursos Humanos. Área de Atracción y Dotación del Talento Humano.
- Rectoría.
- Rectoría Adjunta.
- Oficina de Transferencia del Conocimiento y Vinculación Externa (OTVE).
- Vicerrectoría de Extensión.
- Escuela de Ciencias Ambientales.
- Laboratorio de Bacteriología, Escuela de Medicina Veterinaria.
- Laboratorio de Análisis de Residuos de Plaguicidas. Instituto Regional de Estudio en Sustancias Tropicales. (IRET).
Participación en el Programa Piloto (AUDIT) Centroamérica, del Sistema de Garantía Interna de la Calidad (SGIC), ejecutado por el Consejo Centroamericano de Acreditación (CCA), en conjunto con la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación de España (ANECA).
Comisión de Rectoría Adjunta y Vicerrectores: Comisión instaurada y en pleno funcionamiento. Integrado a ella la Dirección Ejecutiva de la Rectoría Adjunta, para efectos de la planificación, ejecución y control del trabajo integrado de las vicerrectorías.
A lo largo del quinquenio se le dio seguimiento a diferentes procesos de interés institucional, con el fin de lograr una verdadera articulación de la acción sustantiva.
Iniciativas más importantes de la Vicerrectoría de Desarrollo. Resumen de logros y retos
Logros:
En materia de sostenibilidad financiera:
1.Las negociaciones salariales durante los cinco años de gestión se realizaron considerando como criterio fundamental el comportamiento de la inflación. Todo ello, en el entendido que, el espíritu de este aumento salarial responde a la idea de conservar el poder adquisitivo del salario. Esto implicó siempre el acuerdo mutuo entre el Sindicato de Trabajadores y la Universidad como patrono.
En materia de infraestructura:
2.Sobre la base del empréstito del Banco Mundial se realizaron muchas obras. Destacamos entre ellas, las residencias estudiantiles en Liberia, Nicoya, Sarapiquí y Pérez Zeledón, así como, instalaciones deportivas – recreativas en esas mismas sedes. Con esta gestión se dio un apoyo significativo a las sedes regionales.
3.Con recursos institucionales se construyeron obras como:
a.) La pista atlética, piscina y casa internacional en el campus Benjamín Núñez.
b.) La construcción del edificio académico administrativo del campus Pérez Zeledón.
c.) Se concretó el campus Higuerón, donde se edificó un inmueble de múltiples plantas que albergaron a diferentes dependencias universitarias, entre ellas: proveeduría, asesoría jurídica, ingeniería y arquitectura, entre otras. Asimismo, se construyó un auditorio con un aforo de más de mil personas. Hoy este espacio se engalana con parte de la obra de Julio Escámez. La construcción de estas edificaciones le significó a la universidad un ahorro de 400 millones anuales por concepto de alquileres.
En materia de seguridad:
a.) Se modernizó el sistema de video vigilancia de la universidad, particularmente en el Campus Omar Dengo y Benjamín Núñez.
En materia de transporte:
a.) Se modernizó en un porcentaje importante la flotilla vehicular de la universidad.
En materia laboral:
a.) Se le dio estabilidad laboral a un porcentaje importante de trabajadores universitarios en condición de interinos.
B.) Se instauró el programa de Ambientes de Trabajo Saludables orientado a mejorar la salud integral de los trabajadores universitarios. En este marco, se colocaron bio parques en la mayoría de sedes y campus universitarios. En el Campus Omar Dengo se creó una cancha de uso múltiple y un anfiteatro para la vivencia de experiencias psico-socio-motrices. Además, se instauró la clínica de Quiropráctica, de Terapia Física y el Centro de bienestar integral.
En cuanto a tecnologías de la información
a.) Se avanzó en el proceso de integración de los sistemas de información universitarios, de manera que hubiese comunicación entre ellos.
b.) Se avanzó significativamente en el desarrollo del sistema de SIGESA, lo que facilitó la desconcentración de procesos académicos y administrativos institucionales.
Algunos retos importantes:
a.) Se debería fortalecer la línea de Ambientes de Trabajo Saludables como condición básica para el bienestar integral de los trabajadores universitarios.
b.) Se debe revisar la dinámica salarial universitaria ajustada a la realidad del presupuesto que se asigna por Ley a las universidades. Esto implica un análisis de la normativa interna relacionada con el tema salarial (anualidades, dedicación exclusiva), de manera que constituya un aporte a la sostenibilidad financiera de la universidad. Mi entendimiento es que la actual administración ha comenzado a hacerlo.
Principales realizaciones de la Vicerrectoría de Docencia.
1.Se le dio estructura operativa y orgánica a la Vicerrectoría de Docencia, a partir de la entrada en vigor del nuevo Estatuto Orgánico en el 2015. Elaboración y puesta en marcha del Plan Estratégico de la Vicerrectoría de Docencia.
- Se coordinó la Comisión organizadora del “Año por la Vida, el Diálogo y la Paz”, en 2017. Se coordinó la ejecución del plan de actividades, incluyendo la coordinación de todo lo relacionado con el diseño del monumento a la Vida, el Diálogo y la Paz, que se instaló en el Alto de Ochomogo.
- Realización del Congreso Universitario Transformando la Docencia en la UNA, que implicó:
– 6 encuentros Inter facultades y sedes.
– 41 conversatorios en Asambleas de Unidades Académicas.
– 17 conversatorios de temas específicos, tres encuentros de ideas y prácticas educativas disruptivas, seis conversatorios con diferentes grupos.
– Participación de 479 personas
– Se discutieron 73 ponencias
- Elaboración de resoluciones, algunas emanadas de los acuerdos tomados en el Congreso del 2019:
– Aprobación del proyecto “Memorias Académicas: “Una oportunidad de crecer juntos” y su implementación con estudiantes de nuevo ingreso, con el fin de facilitar su adaptación a la vida universitaria.
– Acciones para garantizar el derecho de los estudiantes de carreras compartidas, para ser reconocidos como estudiantes regulares de la UNA.
– Establecimiento de un régimen especial de cupos mínimos para carreras impartidas en la Facultad de Filosofía y Letras.
– Operativización del trámite de reconocimiento y equiparaciones del Convenio entre la Conferencia de presidentes de universidad (CPU), la Conferencia de directores de las Escuelas de Ingenieros (CDEFI), por la parte francesa y el Consejo Nacional de Rectores por Costa Rica.
– Aprobación del Procedimiento para la autenticación de documentos oficiales emitidos por la Universidad Nacional.
– Implementación de la Plataforma de Enlace Profesional.
– Elaboración del Procedimiento para avalar por parte de la Junta de Becas los pagos de cursos de profesionalización docente realizados en conjunto con la Maestría en Educación con énfasis en pedagogía universitaria.
- Elaboración de propuestas relevantes elevadas al CONSACA:
– Plan para la Instauración del Servicio Comunal Universitario en la Universidad Nacional.
– Plan Institucional para la Nivelación Académica, Adaptación y Permanencia del Estudiantado en la Universidad Nacional.
– Ideario Pedagógico.
6.Elaboración de propuestas elevadas al Consejo Universitario.
– Política institucional para la vinculación entre la Universidad Nacional y las personas graduadas de ella.
– Modificación del Artículo 17 del Reglamento de Contratación Laboral para el Personal Académico de la Universidad Nacional, para reconocer las diversas formas de docencia.
- Potenciamiento de los procesos de evaluación y mejoramiento docente e innovación de tecnologías en la docencia. Impulso a los procesos de capacitación, así como la consolidación e inicio de la automatización del proceso de evaluación docente.
- Ampliación y renovación de servicios de apoyo curricular estudiantil mediante: Tutorías estudiantiles, mentorías, guía académica, la propuesta del sistema institucional de transición estudiantil, las plataformas de nivelación, el apoyo para el rendimiento académico, y los talleres académicos y metacognitivos.
- Reorientación a los procesos de autoevaluación y acreditación de carrera: a resultas de lo cual se acreditaron 27 carreras, 25 de grado y 2 de posgrado; quedaron pendientes 50 carreras que estaban en proceso de autoevaluación. Se agilizó el proceso de ejecución del presupuesto para el equipamiento tecnológico.
- Actualización de la plataforma Banner, lo cual implicó el mejoramiento de servicios estudiantiles, tales como los procesos en línea vía web, cambio del proceso para registro de la documentación; repositorio de estadísticas estudiantiles, entre otros.
- Propuesta de Transformación de Espacios Áulicos en la Universidad Nacional.
- Modificación parcial del Reglamento de Contratación Laboral de Personal Académico para la inclusión de la modalidad de contratación de persona con saberes locales, ancestrales o experienciales, no tituladas
- Mejoras en el proceso de Admisión.
Garantizar el acceso a la información a postulantes, principalmente en las zonas rurales, indígenas y demás regiones de interés institucional:
– Realización de giras para la entrega de material de admisión y sesiones informativas para que puedan ingresar a la carrera de preferencia.
– Entrega del título de Bachiller en Educación Media para que se realice vía web
– Se logró eliminar las grandes filas de postulantes en nuestros Campus, para la entrega de los documentos solicitados; además la verificación de éstos ante el Ministerio de Educación Pública.
– Fortalecimiento de la labor informativa y orientación a la persona postulante mediante canales digitales de comunicación. El Departamento de Registro en los últimos años, asumió las trasmisiones en vivo en Facebook con el objetivo de explicar el proceso de admisión y atender consultas de los postulantes a lo largo de las etapas más importantes.
- Estrategias de apoyo y orientación académica. Se dio especial impulso a:
– Comunidades de aprendizaje para las personas estudiantes mediante dos procesos:
La disposición de una plataforma tecnológica que le permita al estudiantado solicitar los servicios vía Web y una base de datos para brindar apoyo y seguimiento a los estudiantes.
En total durante estos 5 años se ha atendido a 21.374 personas estudiantes de todos los campus y recintos universitarios.
15.Principales acciones de contingencia COVID-19
15.1. Representación en Comisiones especiales:
– Comisión especial para la atención a la docencia durante la situación COVID-19 (UNA-VD-DISC-003-2020, 12 de marzo de 2020).
– Comisión Estrategia de nivelación institucional o planes remediales (UNA-CONSACA-ACUE-045-2020, 20 de marzo de 2020).
– Comisión para modificar el proceso de juramentación para el I ciclo 2020 (01 de abril de 2020).
– Subcomisión COE.
15.2. Monitoreo del Aula Virtual y diferentes plataformas tecnológicas.
- Acompañamiento a docentes y estudiantes
– Desde el 12 de marzo del 2022, los diferentes procesos que lidera la Vicerrectoría de Docencia (actualización profesional, diseño curricular, éxito académico), contaron con acompañamiento a docentes y estudiantes desde lo tecnológico hasta lo pedagógico.
– Las diferentes iniciativas se comunicaron mediante infografías, videos y comunicados cortos en las diferentes plataformas y redes sociales de la UNA.
– Se les dio a conocer también los cursos que se ofrecen de forma gratuita para estudiantes y académicos sobre office, como refuerzo a lo que se hace desde la Vicerrectoría de Docencia.
– Se realizaron foros de mediación pedagógica para los docentes de la institución.
- Proceso de Admisión 2021.
– Durante el mes de abril del 2022, el último mes de la gestión, se llevó a cabo una encuesta, elaborada en forma cooperativa por la Vicerrectoría de Docencia y el Departamento de Registro, con el fin de intentar conocer las razones por las cuales las personas estudiantes no hacían el pago correspondiente de la Prueba de Aptitud Académica.
– El Consejo de Gestión para la Admisión, con base en un análisis exhaustivo de la encuesta, que abarcó a cerca de 9.000 personas estudiantes, pudo determinar tanto las razones que determinaban que los postulantes no pagaran la Prueba de Aptitud Académica, como cuáles eran las personas que carecían de los recursos para pagarla. Con base en ello el CGA exoneró a un gran porcentaje de los estudiantes de dicho pago.
Iniciativas relevantes de la Vicerrectoría de Investigación 2015-2020.
Durante la gestión 2015-2020, la inversión en la investigación y el desarrollo se mantuvo creciente. Se mejoraron los niveles presupuestarios de inversión para fomentar la calidad de la investigación y la divulgación de sus resultados: Fondo Institucional de Desarrollo Académico (FIDA), Fondo Universitario para el Desarrollo Regional (FUNDER), Fondo UNA-Redes, Fondos del Sistema del CONARE. Así como otros mecanismos, como el Fondo de apoyo para el fortalecimiento de alianzas estratégicas para el desarrollo de proyectos colaborativos internacionales, Fondo de apoyo a las revistas científicas y el Fondo de Fortalecimiento de Capacidades Estudiantiles (FOCAES).
Un elemento importante fue la consolidación del Portal de Revistas Académicas y del Repositorio Académico Institucional (RAI), ambas estructuras a cargo de la Vicerrectoría de Investigación, que le permiten a la ciudadanía acceder sin costo alguno los resultados de la investigación universitaria y otros documentos académicos de interés.
Diferentes acciones emprendidas para mejorar la indexación de las revistas institucionales dieron como resultado que para el 2018 el 100% de las revistas habían sido indexadas en dos o más índices. Destaca la inclusión en índice Scopus, en el que tradicionalmente el país tuvo una única revista y la región centroamericana dos. Para el 2019, el país tenía cuatro y Centroamérica cinco, tres de las cuales son de la UNA.
Un punto de inflexión en la investigación universitaria se observa en la aprobación de las políticas de investigación que surgen como resultado del II Congreso de Investigación que se realizó en junio de 2016 (el I congreso se había realizado en 1983), aprobadas mediante acuerdo UNA-SCU-ACUE-032-2018 4 de enero de 2018 y publicadas en la Gaceta Ordinaria 1-2018.
En cuanto a la cantidad de Programas, proyectos y actividades académicas (PPAA) de investigación, también crecieron, pasando de 647 PPAA en el 2015 a 708 en el 2019; pero, se produjo una disminución de 41 para arrojar un resultado de 667 PPAA en el 2020. La participación del personal académico en los programas de investigación fue creciente, ya que pasó de 1.447 personas académicas en 2015 a 1.805 académicos. En el 2020 se presentó una disminución en la participación a causa de la pandemia ocasionada por la COVID 19, pues se registra una participación de 1.480 personas académicas. Igual incremento se observa en la participación del estudiantado en los PPAA de investigación, pues pasaron de 215 estudiantes en el 2015 a 373 en el 2019. De nuevo en este caso se registra una importante disminución en la participación estudiantil en el 2020, también a causa de la pandemia de la COVID 19, reduciéndose a 123 personas estudiantes para el cierre del quinquenio. Es Importante señalar que hubo un crecimiento significativo de personas académicas dedicadas a la investigación con doctorado, ya que pasó de 137 en el 2015 a 177 en el 2020.
Como un proceso esencial para mejorar la calidad de la investigación en ciencias naturales, se formuló la propuesta Sello Laboratorios de Calidad UNA en el 2018. Una iniciativa de la Vicerrectoría de Investigación, para el acompañamiento en la implementación y gestión de Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL) en todos los laboratorios de la Universidad Nacional. El sello se definió como una herramienta con requisitos de BPL mínimos y procedimientos que permitieran su cumplimiento, paulatino y guiado, a lo largo de tres etapas, de manera que se faciliten los procesos para la implementación de sistemas de gestión de calidad para aquellos laboratorios que así se lo propongan
La Vicerrectoría de Investigación atendió especialmente el año 2016 dedicado a la Madre Tierra, con diferentes tipos de actividades y la participación de conferencistas, con la finalidad de incentivar y aumentar la conciencia ambiental de las personas que conforman la comunidad universitaria.
Se festejaron los meses de agosto de cada año dedicados a la ciencia, mediante la realización de ferias científicas y conferencias para la comunidad, con excepción del 2015. Este tipo de actividades se enmarcan en la meta de popularizar la ciencia. Con este mismo objetivo se logró a partir de 2017 iniciar el proceso de georreferenciación de los proyectos y actividades de investigación. Este proceso buscó construir información geoespacial del quehacer investigativo de la Universidad Nacional para visibilizar su impacto territorial en ámbito nacional. Además, le daba la oportunidad a la ciudadanía para conocer qué tipo de proyectos se realizaban en sus comunidades y la posibilidad de comunicarse con las personas investigadoras.
La Vicerrectoría de Investigación creó la Red Académica de la Universidad Nacional, como una plataforma de divulgación de perfiles de las personas investigadoras de la universidad. Esta plataforma permite visualizar la producción intelectual con afiliación institucional UNA y las redes de autoría. Facilita la construcción de diferentes tipos de estadísticas y mapas de producción intelectual de la comunidad universitaria (según área del conocimiento, áreas de impacto en la investigación, colaboraciones de investigaciones con otras universidades e instituciones y publicaciones por unidad académica, entre otras).
De igual forma, se elaboraron 124 producciones de divulgación científica como resultado de los Programas, Proyectos y Actividades Académicas (PPAA), los cuales están disponibles en el canal YouTube; se acompañaron por el diseño y puesta en marcha de campañas publicitarias de alcance nacional en áreas como mordeduras de perros, océanos, agua, animales silvestres, palomas, agentes antimicrobianos, valores y democracia y justicia, publicaciones de libros educativos y el documental Costa Rica 200 años de democracia.
Por otra parte, la Vicerrectoría de Investigación promovió la constitución y funcionamiento de redes institucionales y comunidades epistémicas específicas para el abordaje de distintas problemáticas que responden a las políticas de la universidad. Tal es el caso de la Red de Jóvenes en Investigación y la Red de Mujeres Investigadoras (RedMI), que se conformaron como respuesta a las inquietudes sobre algunas limitaciones que encuentran las personas jóvenes para incorporarse al quehacer investigativo y, por otra parte, sobre la ausencia de reconocimiento de las mujeres académicas que se dedican a la investigación en la UNA, inquietudes expresadas en el II Congreso de Investigación celebrado en el 2016.
Iniciativas seleccionadas de la Vicerrectoría de Extensión.
1.Se hizo una reflexión, análisis crítico, intercambio de experiencias, propuestas y acuerdos sobre el quehacer de la extensión, producto de los congresos de extensión que se planificaron y ejecutaron: La información de ambos eventos fue sistematizada y las memorias se publicaron.
2.Estas publicaciones fueron las siguientes:
2.1. III Congreso de Extensión Universitaria UNA: Dialogando en territorios, Concepto y políticas de extensión 2018-2028 (21-22-23 de nov 2017, Campus Pérez Zeledón).
2.2. I Congreso Interuniversitario de Extensión y Acción Social: Desafíos y oportunidades ante los nuevos contextos (Comisión de Vicerrectores de Extensión. CONARE, 16 al 18 set, 2019).
3.Se elaboró y aprobó la normativa institucional para fortalecer la extensión: Políticas institucionales de extensión, Política institucional de desarrollo regional, Política institucional de gestión de riesgo de desastres
4.Se desarrollaron las iniciativas de los Encuentros regionales y las jornadas territoriales de extensión en sitios públicos como estrategia para el diálogo horizontal, el intercambio y la rendición de cuentas de proyectos y actividades de extensión, a la ciudadanía y comunidades en general.
5.Se promovió la participación y vinculación estudiantil en proyectos y actividades para la formación de habilidades y experiencias de extensión, en la construcción de aprendizajes con pertinencia social y cultural.
6.Se desarrollaron acciones para la definición, comprensión y análisis de procesos de “curricularización” de la extensión en la UNA (inclusión de prácticas educativas de extensión en los planes de estudio), para el logro de la formación profesional humanista e integral del estudiantado.
7.Se planificó y ejecutó el fortalecimiento de acciones para la producción académica y la sistematización de experiencias de la praxis extensionista.
Aportes principales de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil.
Una Introducción Necesaria. El tema de la vida del sector estudiantil en la UNA contempla aspectos muy importantes que van más allá de lo que ocurre en el aula. Consideramos tan importante la vida académica propiamente dicha, como toda la actividad que la persona estudiante realiza fuera del salón de clase. Hay algunos aspectos de la vida del estudiantado fuera del aula, que tienen que ver con la actividad académica, como son las giras de trabajo que se realizan en compañía de algún profesor o instructor del curso. Estas actividades son parte del plan del curso y por lo tanto son parte consustancial de la vida académica de las personas estudiantes. Sin embargo, otra parte de la vida que se realiza fuera del aula está regida por una ética, que dicta la importancia de inculcar valores y principios de solidaridad, equidad entre las personas y de género, tolerancia, transparencia en el vivir y actuar para desarrollar un espíritu de convivencia civilizado, sano y maduro. Hoy se ha tornado fundamental la educación con respecto a nuestra Madre Tierra, de la que somos sus hijos y no sus dueños como se ha creído y cuyo entorno es obligatorio preservar y mejorar para el bien vivir de las generaciones futuras.
Es decir, nos preparamos todas las personas, académicos, estudiantes y administrativos, para forjarnos, como lo ha expresado Adela Cortina, para constituirnos en una ciudadanía cosmopolita, intercultural y multicultural. Cortina reincide en los pilares que deben ser los valores de la libertad, la igualdad, la justicia, la solidaridad, la honestidad, la tolerancia activa y disposición al diálogo constante; ello conlleva la idea central del respeto hacia toda la humanidad, a partir del respeto por uno mismo.
Planteamos esto hoy, para poner en manos de la comunidad universitaria una agenda propositiva de discusión para la construcción común de una práctica pedagógica, consecuente con nuestro ideal de una cosmopolita, versátil y humanista Universidad Nacional, o sea lo que entenderíamos como una moderna Universidad Necesaria.
Acciones fundamentales desarrolladas en la gestión.
- Se logró un incremento sostenido del Fono de Becas, el cual pasó de 6.810.022.000 millones de colones en 2016 a 10.067.526.903 millones de colones en el 2020, lo cual representa un 47% de incremento en este rango de tiempo. Esta mejora implicó un incremento en el número de estudiantes con becas Omar Dengo y Luis Felipe González, que pasó de 5.716 en el 2015 a 6.915 en el 2020 (datos de nómina de marzo del 2020).
- Se implementó la mejora cualitativa de las becas Luis Felipe González y Omar Dengo, lo cual impactó a 3.193 estudiantes, mediante el aporte adicional y permanente de 725 millones de colones al fondo de becas.
- Se incrementó de manera sostenida el Fono de Becas, el cual pasó de 6.810.022.000 millones de colones en 2016 a 10.067.526.903 millones de colones en el 2020, lo cual representa un 47% de incremento en este rango de tiempo. Esta mejora implicó un incremento en el número de estudiantes con becas Omar Dengo y Luis Felipe González, que pasó de 5.716 en el 2015 a 6.915 en el 2020 (datos de nómina de marzo del 2020).
- Se logró un incremento de 132 becas Omar Dengo como consecuencia de la dotación de los nuevos edificios de Residencias en las Sedes Regionales Brunca, Chorotega y en la Sección Huetar Norte y el Caribe. Los nuevos edificios reúnen mejores condiciones de infraestructura, con salas taller, amplias cocinas, equipo de refrigeración industrial, entre otras.
- Se desarrolló la iniciativa de ayuda para la equidad, orientada a estudiantes en condición de pobreza extrema, para lo cual se generó un aporte de 300 millones de colones. Esta acción afirmativa se desarrolló a partir del II ciclo del 2019.
- Para el año 2020 se dispuso de la Unidad Médica Móvil, con este proyecto se logró ofrecer servicios médicos, así como un abordaje en temas asociados a sexualidad, nutrición, salud bucodental, entre otros, en las diferentes Sedes y Sección Regional de la UNA.
- Se generó entre el 2017 y 2019 un apoyo para que fuera posible la apertura, equipamiento y supervisión de 7 salas de lactancia, ubicadas en el CIDE, en el edificio Registro-Financiero, en la Escuela de Química, en la Escuela de Medicina Veterinaria, en la Sede Interuniversitaria de Alajuela, Campus Nicoya, en el Campus Liberia y también en el Campus Coto.
- Se remodeló y quedó listo para operar el espacio para Centro de Cuido Infantil de Estudiantes UNA, el cual unido a otras acciones afirmativas, impulsó el Plan Integral de Madres y Padres de la UNA.
Retos pendientes. Juzgamos oportuno:
- Continuar con el plan de mejora cualitativa de las becas Omar Dengo y Luis Felipe González, de manera que los estudiantes dispongan de los recursos mínimos para mantenerse en la Universidad.
- Mantener las negociaciones con el CEN CINAI para disponer de la estructura necesaria para operar el Centro de Cuido Infantil para hijos de estudiantes de la UNA.
- Asegurar los recursos para la acción afirmativa de equidad de manera que los estudiantes en condición de pobreza extrema puedan mantenerse en la UNA y concluir sus estudios superiores.
- Ampliar los servicios médicos y odontológicos en las Sedes y Sección Regional de manera que todas las personas estudiantes dispongan de condiciones oportunas y accesibles para sus necesidades.
- Priorizar el trabajo de la VVE en materia de salud mental, deportiva y artística, especialmente de cara a las situaciones de riesgo emocional y estrés que sufre la población estudiantil.
DIEZ DESAFÍOS DE LA UNIVERSIDAD DEL SIGLO XXI. CONCLUSIONES.
- La Universidad del siglo XX ha quedado atrás, con todo y sus grandes logros. Es necesario que entremos en una nueva dinámica de organización de las Sedes, de las Secciones Regionales, de los campus, de las Facultades y hasta de las Unidades Académicas. Esta nueva organización debe estar acorde con los grandes avances científicos y tecnológicos que se han producido y se siguen produciendo con cambios vertiginosos en casi todos los campos del saber, del arte y la cultura en general. He hablado de esto a lo largo de mi intervención y no me propongo repetir lo analizado a lo largo de esta conferencia. Solamente añado algunas consideraciones que considero las más importantes. Las disciplinas no desaparecen, sus conquistas han de ser conservadas, pero ampliamente renovadas, en el marco de los progresos de la investigación inter y multidisciplinaria y la renovación organizativa que se impone a partir de las Unidades Académicas. De capital importancia serán los Institutos de Investigación, tanto a nivel de cada Unidad Académica como de las Facultades e Inter Facultades.
- En mi experiencia académica, valoro como algo esencial una reorganización profunda del sistema Universitario de Educación Superior. Considero imprescindible una revisión a profundidad de cada una de las “Casas de Enseñanza”, a nivel del CONARE. Desde luego, se debe partir del respeto irrestricto de la independencia conforme a la cual se han organizado las cinco instituciones; pero, aconsejo complementar esa particularidad, con una visión macro, que induzca a una interrelación más profunda entre ellas. Implica una mayor compenetración de los procesos de planificación, en las carreras, a nivel de los institutos de investigación, de los posgrados, de las escalas salariales, etc. con la mira puesta en universidades de mejor calidad, lo que implica una mayor capacidad de responder a las urgencias del desarrollo nacional, y de las expectativas del estudiantado, para aportar más intensamente desde la perspectiva universitaria de sostenibilidad y sustentabilidad del desarrollo socio económico, político y cultural.
- Desde mi perspectiva, la independencia universitaria debe ser bien resguardada, no con una vana intención de autarquía, sino para que el aporte científico y cultural en todas las áreas pueda dar todavía mejores frutos respecto de los que hasta ahora hemos sido capaces de dar. No es dable aceptar imposiciones de la política al saber científico, artístico y cultural emanado de las universidades.
- Las carreras tecnológicas, como se han denominado, no pueden convertirse, como se mira desde afuera de la esfera universitaria, en nuevas parcelas del desarrollo científico tecnológico, desprovistas de los grandes alcances filosóficos, humanistas alcanzados por la humanidad. No puede haber verdadero desarrollo tecnológico, desprovisto de una visión científico-filosófica y humanista de la vida de la especie humana, de las demás especies de flora y fauna; es decir de todo el entorno que constituye nuestro Planeta, nuestra Madre Tierra, como me gusta decir, o nuestra Casa Común. En mi visión de las cosas, la tecnología no se desarrolla al margen de todo lo demás. O la tecnología contribuye al buen vivir de toda la humanidad y su entorno, o no es tal desarrollo tecnológico. En este sentido las carreras del futuro deberán ser una simbiosis entre la tecnología al servicio de una ciencia que a su vez sea un pilar para la construcción de sociedades plurales, incluyentes de todos y todas, en las que la justicia esté en el centro del quehacer político, en las que prevalezca la paz y la civilidad y en las que las guerras, por utópico que parezca, pasen a ser vestigios de un pasado de odio entre los seres humanos y contra la Naturaleza. No existe en mi opinión ese tal mundo desarrollado tecnológico y otro en el que el atraso corresponda a un mundo que se quedó atrás con las ciencias sociales, el arte, la música y la filosofía. No hay tal. El desafío de las universidades es no dejarse imponer desde afuera de ellas es moldura que tiene mucho de pseudo ciencia y muy poco de verdadero desarrollo científico y humanista.
- El gran reto en toda América Latina y de manera particular en Costa Rica, es dar un gran viraje hacia el mundo rural. Las Sedes Regionales de la zona rural deben ser dueñas de sus carreras con la misma propiedad con la que hoy la patente de la innovación y el conocimiento la poseen aquellas partes de las instituciones públicas ubicadas en las urbes. Ese esfuerzo significa una batalla cultural que resignifique el mundo rural, y lo anterior implica una más justa distribución de los recursos humanos, o sea del capital humano que se ha invertido en las instituciones universitarias, y también, desde luego, del capital tecnológico y cultural en general. La música no tiene por qué ser esplendorosa solamente en las urbes; las áreas de las ciencias del movimiento humano, o ciencias del deporte, no tienen dueño en aquellas secciones universitarias de las zonas que conocemos como metropolitanas; las carreras de veterinaria, agronómicas, o de física, química y matemática no pueden ser privativas de las zonas tradicionalmente privilegiadas en perjuicio de la ruralidad. Este constituye un reto colosal que implica, desde luego un cambio en la forma como se gestiona el desarrollo a nivel nacional.
- Lo anterior impone monumentales esfuerzos que los que se han hecho hasta ahora en la dirección de una mayor democratización de la educación superior universitaria. Si las universidades han sido por antonomasia extraordinarios movilizadores sociales, para aquellas personas jóvenes que habitan los barrios marginales, deben volcarse ahora, con igual o mayor ímpetu a enfrentar y paliar la enorme brecha abierta entre el mundo rural y el urbano.
- En la misma dirección estamos obligados a zanjar la asimetría de oportunidades de acceso a la educación superior que, no obstante, los esfuerzos realizados, existe entre hombres y mujeres. Ello se conseguirá no solo introduciendo cambios, que de por sí son difíciles de alcanzar dentro de las universidades; es urgente que las universidades se vuelquen con mayor ahínco a contribuir con la educación nacional para provocar una transformación radical en el currículo de los estudios preescolares, en el de las escuelas primarias y los colegios secundarios, hasta alcanzar la equidad entre el hombre y la mujer, más aún la equidad de géneros y la erradicación de la violencia del hombre contra la mujer, y entre el género dominante “macho masculino” contra los demás géneros, así como también está pendiente la erradicación del acoso sexual y laboral.
- Los universitarios hemos venido dando pasos certeros contra todo tipo de discriminación en la educación y en particular en los estudios superiores; sin embargo, nuestro trabajo no parece haber rendido los frutos deseados. Hoy, hay más personas de las culturas nativas que hace 20 ó 30 años, hay más afrodescendientes que antes en los centros universitarios de Costa Rica, hay más personas de otras etnias minoritarias, pero la segregación y la discriminación es todavía abominablemente patente.
- Hay otra batalla que nos demanda esfuerzos tan colosales como los anteriores y es la lucha contra la odiosa discriminación que todavía se ejerce y practica contra las personas con identidades sexuales diversas. Las universidades continúan siendo foco del acoso contra los homosexuales, personas trans, o de otras identidades. En este ámbito las universidades puede que hayan llevado la batuta en la lucha por el respeto integral al ser humana en sus diferentes formas de pensar y de ser, pero ellas mismas requieren una especie de revolución cultural en ese ámbito. En breve se trata del respeto por la otredad, por el otro y la otra que son diferentes a la cultura dominante. Estas transformaciones deben estar presentes en los cambios curriculares en todos los ciclos de la educación. Este reto mayúsculo, según mi criterio deben asumirlo las universidades públicas.
- El desafío más grande desde mi óptica, es convertir a las universidades en bastiones en la gran batalla que tiene ante sí la humanidad contra el cambio climático. El calentamiento global de nuestra casa común es principalmente de origen antropocéntrico. Por lo consiguiente ello es debido a nuestros excesos con el planeta, nuestra forma de mal vivir y de mal convivir, al modo de producción depredador, a la cultura del consumo y descarte, al uso desmedido de los hidrocarburos como forma normal de producción en esta era del industrialismo, un sistema en breve devorador de la naturaleza y altamente contaminante. En este medio, las energías más importantes que mueven la producción industrial son como sabemos el carbón mineral, el petróleo, el gas natural que con frecuencia aparece en la naturaleza aleado al petróleo y no hay forma de extraerlo entonces sin arrastrar consigo al mismo mal llamado “oro negro”. Junto a ellos el gas metano está reputado como otro gran contaminante. No obstante, la ciencia y el desarrollo tecnológico nacido de ella han alcanzado ya gran conocimiento como para facilitar la producción de energías limpias, pero los enormes intereses de las empresas transnacionales, apoyados en sus gobiernos inconscientes, menosprecian avanzar por esa senda con la celeridad que nuestra Tierra requiere. Las universidades productoras de innovación y conocimiento por excelencia pueden y deben constituirse en ese gran motor para vehiculizar el gran cambio que se requiere para impedir que la Tierra se siga calentando y salvaguardar así la vida en el planeta. Ello requiere grandes cambios al interior de las universidades en el sentido que lo hemos venido indicando a lo largo de esta exposición. El futuro está en nuestras manos, vamos hacia una nueva forma de producir de vivir y convivir y, sin permitir que nuestra esperanza en un nuevo mundo decaiga. Una universidad con mente abierta, con unidad de espíritu y corazón y los brazos bien extendidos hacia la sociedad.
Muchas gracias.