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Cosas raras

Oscar Madrigal

La política es como un iceberg, solo alcanzamos a ver una pequeña parte. El resto se encuentra sumergida y hay que bucear para apreciarla. En la política también hay que “bucear” para intentar conocer qué fuerzas o intereses se mueven detrás o por debajo de determinadas acciones que se hacen públicas.

De ahí la importancia de hacerse preguntas o simplemente no tragarse los acontecimientos como los presentan. O tal vez sirva solamente para explicitar la duda.

1-. Mayulí Ortega es una señora que tenía 30 años de vivir en Méjico donde se ligó con personas y grupos de dudosa reputación, incluso algunos que están actualmente encarcelados. Fraudulentamente quiso elegirse usando documentación falsa en alguno de los estados mejicanos con mayor influencia del narcotráfico. Esta señora, ausente del país por 3 décadas, aparece hoy como la presidenta de un partido político que promueve la figura de Rodrigo Chaves y ocupa un puesto de confianza en casa presidencial muy ligado al Presidente Chaves. No tiene ningún atestado político nacional, ni experiencia en el país que la haga acreedora de tal confianza. ¿Qué fuerzas se ocultan detrás de Mayulí? ¿Cómo adquirió esa influencia política? El proyecto político de Chaves y su grupo, evidentemente, se proyecta para las próximas elecciones municipales y a una eventual continuidad en el gobierno en el 26, con un partido político de su dominio total y con fuentes importantes de financiación.

2-. Es evidente que la Ministra de Salud, Joselyn Chacón, no tiene las competencias o pericias suficientes para gestionar y dirigir uno de los ministerios más importantes, especialmente en momentos de pandemia y postpandemia. Además, su dominio y relación con la ciudadanía ha sido desacertada, solo comparada con su prepotencia y seguridad en sí misma. Contra y viento y marea se mantiene en el cargo. ¿Por qué? No me refiero, por supuesto, a ninguna cosa morbosa o malsana.

3-. El ministro de Hacienda investiga, según sus palabras, denuncias anónimas de fraudes fiscales. El llamado megacaso y otros surgen porque alguien denunció la sinvergüenzada. Eso significa que, por trabajo propio, que corresponda exclusivamente a Tributación, no se le ha llegado a ningún fraude fiscal. ¿Cómo es esto posible? Entonces, ¿qué hacen los auditores e inspectores de Hacienda y Tributación? Perfectamente se podría concluir o que en Costa Rica no hay evasión fiscal o Hacienda no está haciendo su trabajo, o lo que sería peor aún, se hacen de la vista gorda.

4-. El gobierno de Chaves claramente cambió la forma tradicional de gobernar, asemejándose mucho a los gobiernos de extrema derecha de Trump, Bukele o Bolsonaro. Entre algunas características que se pueden apreciar están las de considerar que el que no está conmigo es mi enemigo, el abuso de su mayoría transitoria, el avasallante papel del “líder”, la deformación de las instituciones y de algunas características del régimen republicano, el ataque a la prensa, el peso de la religión, el propósito de un gobierno eficiente y de orden más que de prosperidad y democracia. La denuncia del ministro Nogui resultó un fiasco, pero terminó con la sustitución de la fiscala del caso y ella en la Inspección Judicial, por ejemplo. Este asunto pone de manifiesto que se aplicaron acciones gubernamentales como tomadas de un Manual, mismas que usa la extrema derecha o el llamado populismo de derecha en todo el mundo. ¿Quién o quiénes están detrás, dirigiendo toda esta metodología y formas de acción? Porque esto no sale de la cabeza de algún abogado penalista o funcionario presidencial.

Como decía un amigo, hay que afinar el lápiz y también el cerebro.

Disputa de hegemonías en América Latina

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

En la Cumbre de las Américas celebrada en Los Ángeles el año pasado, el gobierno estadounidense presentó una propuesta de comercio sobre la cual no agregó mucho detalle en aquel momento; la Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica. Una alternativa para la contención de China que entra en una novedosa estrategia de la Casa Blanca denominada la Doctrina de la Disuasión Integrada (integrated deterrence), dada a conocer también el año pasado en la XV Reunión de Ministros de Defensa de las Américas, realizada en Brasil bajo la presidencia de Bolsonaro. Esta estrategia es una forma de lucha por todos los frentes, medios, recursos y de manera integrada contra lo que para ellos es la “gran amenaza china”.

La coyuntura política de América Latina ha cambiado en los últimos meses y la llegada de Lula al poder en Brasil, así como la presencia de otros gobiernos de izquierdas o no alineados en la región están ocasionando las inquietudes geopolíticas de la nación del norte; las ideas soberanistas y el posible fortalecimiento del eje Argentina-Brasil en el sur, sumado a la amistad de la República Popular China con América Latina y el Caribe, no son para nada compatibles con los intereses de Washington que sigue creyendo en aquel viejo adagio de la doctrina Monroe. En ese contexto, sumado al interés de este país en los recursos estratégicos de la región, demostrado así en las declaraciones de la semana anterior de Laura Richardson, la general jefa del Comando Sur de Estados Unidos al respecto, con la trascendencia que ha tomado ahora el famoso triángulo del litio, y las complejidades de la guerra en Europa, es que el gobierno de Biden vuelve los ojos hacia el sur.

La semana anterior se llevó a cabo la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Buenos Aires, Argentina. Sin bien es cierto, se mostraron algunas debilidades típicas del proceso de integración latinoamericano, se dio un hecho de peso, que fue el regreso de Brasil al bloque y el fortalecimiento del proceso de cooperación entre ese país y Argentina, lo que geopolíticamente tiene su relevancia, en especial porque uno de los temas a tratar tuvo que ver con recuperar la idea de la creación de una moneda regional propia para no depender de la hegemonía del dólar. Eso implica la búsqueda del fortalecimiento del Mercosur y del comercio en la zona, así como del papel protagónico de Brasil como potencia regional y miembro estratégico de los BRICS en un entorno de transición internacional con miras a Asia-Pacífico y no solo a occidente.

Otro hecho importante de esta cumbre fue el mensaje que envió el presidente Xi Jinping por medio de un video, donde recalca el apoyo de la República Popular China al proceso de integración de América Latina y el Caribe, en la cual la CELAC se ha convertido en una fuerza indispensable para la cooperación sur-sur, la defensa de la paz y el fomento del desarrollo compartido de todos los pueblos de la región. El presidente Xi subrayó que el Foro China-CELAC es una herramienta importante para la construcción de confianza y cooperación en medio de un mundo que ha entrado en un periodo de turbulencias y profundas transformaciones. China por su parte, ha mostrado altos niveles de pragmatismo, apertura y deseos de cooperar con todos los países de la región, sin importar su tinte ideológico o con quienes tengan comercio esos países, bajo una filosofía de buscar que todos se vean beneficiados del libre intercambio comercial, respetando las diferencias y la soberanía de los pueblos.

En un escenario tan volátil donde se dan muestras de lo que puede ser un camino, pero no hay nada seguro, y después de la cumbre de CELAC, los EEUU anunciaron de manera oficial aquella idea lanzada en la cumbre de las Américas para la contención china, de la alianza para la prosperidad económica. El objetivo de esta iniciativa es neutralizar las inversiones que vienen de Asia en la región y poner freno a China en un momento histórico donde este país ha pasado a ser el segundo socio comercial más importante para la región. Según datos del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), el comercio entre las dos partes alcanzó los US$ 451.591 millones en 2021, registrando un aumento del 41,1% respecto al 2020.

El presidente Biden dijo que es algo histórico y que busca unir a todo el hemisferio, que generará crecimiento económico sostenible e inclusivo, y beneficiará a todos los trabajadores de la región. Veamos el guiño ideológico a las izquierdas que trata de hacer usando el término trabajadores, en una clara y directa disputa con China. Ambos hablan de fortalecer el multilateralismo, de un desarrollo sostenible e inclusivo, de mayor inversión, pero parece que el camino y el fin que tienen no es el mismo. Mientras China ha demostrado su apertura a trabajar con todos los países sin hacer exclusión alguna, en esta iniciativa lanzada por Washington no se incluyó ni a Brasil y Argentina, las dos economías más importantes del sur, aunque no descartaron que en un futuro puedan unirse.

Los países que se unieron a esa asociación son: Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, México, Panamá, Perú y Uruguay. Como parte de esos objetivos formales se encuentran, en palabras del presidente Biden: impulsar nuestra competitividad, construir cadenas de suministro regionales más resilientes, crear empleos de calidad, combatir el cambio climático y revitalizar las instituciones económicas de nuestro hemisferio. En una entrevista al diario El Clarín, el profesor de Mercados Financieros Emergentes de la Universidad de Columbia, dijo que una de las razones más importantes por la que EEUU lanza esta alianza es la creciente tensión entre China y Estados Unidos, no solo en lo comercial sino también en lo geopolítico, dada la actitud de China hacia Taiwán y la guerra en Ucrania.

Sin duda esta iniciativa puede entenderse dentro de la doctrina de la disuasión integrada desde el punto de vista geopolítico, una estrategia de contención y de hegemonismo en el siglo XXI. No obstante, y sin ser contradictorio, si se convierte en una forma real de hacer que nuestros países tengan más y mejores opciones de desarrollo independiente y mayor justicia social, puede ser una oportunidad muy buena, que, sumada con China, logre generar avances importantes en la lucha estructural contra la pobreza y la desigualdad en la región. Al final, no hay problema de donde vengan las iniciativas que puedan ayudar al bienestar, ese es el objetivo del libre comercio, no el de imponer restricciones políticas o exclusiones ideológicas, sino promover el libre y justo intercambio que beneficie a todas las partes involucradas, en una lógica pragmática y de respeto como hasta el momento lo ha hecho China.

América Latina no está para caer en los juegos típicos de épocas pasadas donde las potencias imponían el imperativo de alinearse con una u otra, esos tiempos ya pasaron, en ese sentido estamos en una coyuntura post hegemónica, como llaman autores de la región, y es necesario tener una sana equidistancia entre todas las potencias, para poder poner por delante los intereses propios, mirar lo que nos conviene y entender que ya no es un tema de uno contra otro, sino de unión, supervivencia y comunidad.

Los retos que enfrenta la humanidad son compartidos, por lo tanto, y como bien lo dijo el presidente Xi Jinping en su momento, todos vamos en un mismo barco, y el solo hecho de pensar echar a uno por la borda es impensable. El verdadero multilateralismo es incompatible con las practicas hegemonistas de poder, suma-cero, manipulación y hostigamiento que responden a tiempos ya superados. América Latina y el Caribe tiene en sus manos la capacidad de volver a brillar en el mundo con una posición propia, soberana, siendo un ejemplo de paz, diálogo, pragmatismo y de defensa del planeta.

La construcción de un nuevo orden mundial

Gilberto Lopes, en San José
Enero 2023

La duda de Olaf Scholz:
¿Cómo puede Europa permanecer como un actor independiente en un mundo multipolar?

I

“La agresión de Rusia contra Ucrania ha puesto fin a una era”, dijo el canciller alemán, Olaf Scholz, en artículo publicado en la edición de enero/febrero de la revista Foreign Affairs: The Global Zeitenwende. Algo así como un punto de no retorno. Es también el punto de partida del Foro Económico Mundial que se reunió en Davos a mediados de enero: “el mundo está hoy en un punto de inflexión crítico”, aseguran.

La cuestión central era esta, para Scholz: ¿cómo podemos, como europeos y como Unión Europea, seguir siendo actores independientes en un mundo cada vez más multipolar?

Algo sobre lo cual ha estado hablando también el presidente francés, Emmanuel Macron, para quien Europa debía replantear su “autonomía estratégica». Según Macron, “Europa debe desempeñar un papel más activo en la OTAN, reduciendo su dependencia de Estados Unidos y desarrollando sus propias capacidades de defensa para garantizar la paz en la región”.

Del lado ruso también se analiza el problema. Fyodor Lukyanov, director del Foro de Discusión de Valdai, señaló que la visita del presidente ucraniano Vladimir Zelensky a Washington, el pasado 21 de diciembre (dejando de lado la teatralidad que la envolvió) puede representar un hito para la definición de un nuevo marco de seguridad europea.

Con Ucrania transformada en un insumergible portaviones norteamericano –como dice Lukyanov, un papel similar al que jugó Honduras en la guerra de los “contras”, montada por Washington contra los sandinistas, en Nicaragua, en los años 80’s–, el esquema de seguridad que había propuesto Putin en diciembre del año pasado ya no tiene sentido. Con el ejército ucraniano bien preparado, con el apoyo de Occidente, sobre todo de Estados Unidos, se torna irrelevante su eventual pertenencia a la OTAN, dijo Lukyanov (su argumentación puede ser vista aquí: https://www.rt.com/news/568813-lukyanov-zelensky-visits-washington/).

Una posición similar ha expresado el exSecretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger. Ucrania ha adquirido uno de los mayores y más efectivos ejércitos de tierra de Europa, equipado por los norteamericanos y sus aliados. La alternativa de neutralidad ya no es significativa, dijo Kissinger, sobre todo después de la incorporación de Suecia y Finlandia a la OTAN (el artículo de Kissinger puede ser visto aquí: https://www.spectator.co.uk/article/the-push-for-peace/). Ideas que repitió en su intervención en el foro de Davos, el 18 de enero pasado.

Los ganadores de la Guerra Fría

¿Qué época, según Scholz, es la que está llegando a su fin? En los 90’s parecía que un orden mundial más estable –resiliente, diría– se había instalado en el mundo. Se trataba del orden instaurado después de la Guerra Fría, de un mundo que percibe como de “relativa paz y prosperidad”.

La excanciller alemana, Angela Merkel, diría, en una entrevista publicada el 7 de diciembre en el medio alemán Zeit Magazine, que “la Guerra Fría nunca había de verdad terminado, pues Rusia nunca estuvo realmente en paz”.

Alemania no había podido alcanzar su objetivo de derrotar a Rusia, entonces cabeza de la Unión de República Socialistas Soviéticas (URSS), en la II Guerra Mundial. Enfrentada al resto de Europa, especialmente a Gran Bretaña, todavía una gran potencia en esos años (y que hizo lo imposible por evitar entrar en esa guerra), y luego a Estados Unidos, Alemania fue derrotada, en una guerra en la que el papel de la URSS fue decisivo.

El mundo se dividió después en dos grandes bloques. El encabezado por Estado Unidos asumió la tarea de continuar la lucha contra el que lideraba la Unión Soviética. Un largo conflicto, que duró casi 45 años, y terminó, como sabemos, con la victoria del bloque occidental y la disolución de la URSS.

Liberados los países de Europa del este, hasta entonces sometidos a la tutela soviética, un nuevo orden internacional emergió: una Europa “unida y libre” (“whole and free”, en palabras del presidente George H. W. Bush), ahora bajo la dirección norteamericana, inició la construcción de ese nuevo orden internacional.

Por un lado, se consolidaron las políticas económicas neoliberales, impulsadas por los organismos financieros internacionales, con las vastas privatizaciones en los países del este europeo, que se extendieron también por América Latina, región tradicionalmente bajo la tutela norteamericana. Fue la época del “no hay alternativa”, anunciada por una de las más puras representantes del período, la inglesa Margaret Thatcher.

Por otro lado –hoy lo vemos con claridad– se fue diseñando, bajo el liderazgo norteamericano, una nueva política exterior y de defensa, cuya punta de lanza es la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El objetivo de la OTAN, como diría, en 1952, su primer Secretario General, el general británico de origen hindú, Hastings Ismay, era “to keep the Soviet Union out, the Americans in, and the Germans down”, muy en la línea de la política exterior británica de entonces.

Setenta años después, la decadencia británica ha permitido a Scholz decir, en su artículo, que “los alemanes tratan de ser los garantes de la seguridad europea que nuestros aliados esperan que seamos, un constructor de puentes en la Unión Europea y un defensor de soluciones multilaterales para los problemas globales”.

El sueño de Inglaterra, expresado por el general Ismay, ha quedado hecho pedazos y gran parte del resto de Europa –de mirada corta, en mi opinión– entusiasmada con la guerra contra Rusia, parece olvidar las consecuencias del último rearme alemán.

Scholz destacó el cambió de la constitución alemana, que le prohibía armar a países en conflicto, y anunció el destino de cien mil millones de euros para el fortalecimiento de sus fuerzas armadas.

Lo que pertenece a un mismo mundo debe crecer junto, diría el canciller Willy Brandt, luego de la caída del muro de Berlín. Brandt se refería a Alemania, pero se aplica a Europa como un todo, dice Scholz.

Es lo que Occidente llama “un mundo basado en reglas”. Lo que Scholz percibe como un nuevo orden, más resiliente, como un mundo de relativa paz y prosperidad, que algunos definieron como “el fin de la historia”.

La construcción de un nuevo orden mundial

II

Una catástrofe geopolítica

Scholz se lamenta de que Putin, en vez de ver la pacífica caída del Muro de Berlín y del orden comunista como una oportunidad para promover más libertad y democracia, la haya calificado como “la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX”.

La frase tiene una doble implicación. La primera es poner el fin de la URSS como una catástrofe mayor que las representadas por las I y II Guerras Mundiales. Parece un insensible error de evaluación del presidente ruso.

Pero tiene todavía otro significado, políticamente más importante para la construcción del discurso del canciller alemán: el de sugerir que el ataque de Rusia a Ucrania no es más que un paso en el esfuerzo por reconstruir la Unión Soviética.

No hace falta extenderse sobre eso para comprender el significado de lo que Scholz pretende atribuir al presidente ruso. “Cuando Putin dio la orden de ataque hizo pedazos una arquitectura europea e internacional de paz que tomó décadas construir”. “Su brutal ataque a Ucrania, en febrero pasado marcó el inicio de una nueva realidad: el retorno del imperialismo a Europa”.

La frase, tal como citada por el canciller alemán, deja al descubierto una sutil interpretación.

La cita a la que Scholz hace referencia corresponde al informe anual del presidente de Rusia a la Asamblea de la Federación Rusa (una versión en inglés de ese informe puede ser vista en la página oficial del Kremlin: http://en.kremlin.ru/events/president/transcripts/22931).

El texto citado por Scholz, en su versión en inglés, está en el sexto párrafo:

Above all, we should acknowledge that the collapse of the Soviet Union was a major geopolitical disaster of the century. As for the Russian nation, it became a genuine drama. Tens of millions of our co-citizens and compatriots found themselves outside Russian territory.

Como se puede ver, no es lo que dice Scholz, cuando, citando a Putin, afirma, entre comillas: “was the biggest geopolitical catastrophe of the twentieth century” (fue la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX).

Lo que dice el texto de Putin es: “was a major geopolitical disaster of the century”, lo que puede traducirse por “uno de los mayores desastres geopolíticos del siglo”. Un genuino drama para la nación rusa, agregó Putin. “Millones de nuestros ciudadanos y compatriotas se vieron fuera del territorio ruso”.

La clave del debate está en las palabras usadas en inglés: “the”, por un lado; y “a”, por el otro.

Stephen Frand Cohen, un erudito estadounidense de estudios rusos, afirma que Putin ha sido obsesivamente mal citado en este tema, repitiéndose la frase “The collapse of the Soviet Union was the greatest geopolitical catastrophe of the twentieth century” cuando, en realidad, lo que dijo fue que había sido “a major geopolitical catastrophe of the twentieth century” (ese debate puede ser visto aquí: https://medium.com/illumination-curated/did-putin-really-say-that-78b5f901e634).

Scholz no se hace cargo de esos detalles y cita la frase como conviene a su argumentación. Ya veremos que no es la única cita donde aplica este procedimiento. Es en este entorno que el autoritarismo y las ambiciones imperialistas de Putin “empiezan a emerger”, afirma. Cita entonces el discurso que el presidente ruso pronunció dos años después, en 2007, en la Conferencia de Seguridad de Munich. Un discurso “agresivo” donde se “burlaba del orden internacional basado en reglas como un mero instrumento de dominio norteamericano” (una versión de ese discurso de Putin, en inglés, puede ser vista también en la página del Kremlin: http://en.kremlin.ru/events/president/transcripts/copy/24034).

El fracaso del mundo unipolar

Es importante considerar la fecha en la que está hablando el presidente ruso: 2007, hace 15 años. ¿Qué es lo que dice Putin en ese discurso? Lo primero es que el modelo de un mundo unipolar, como el surgido después del triunfo de Occidente en la Guerra Fría, “no solo es inaceptable como imposible en el mundo de hoy”. Lo que está ocurriendo en el mundo de hoy –y eso es lo que empezamos a discutir– es el intento de introducir este concepto en los asuntos internacionales.

¿Y cuáles han sido los resultados?, se pregunta Putin. “Las acciones unilaterales, y frecuentemente ilegítimas, no han resuelto ningún problema”. A finales del 2001 Estados Unidos había invadido Afganistán y, en marzo del 2003, Irak. “Estamos viendo el uso prácticamente incontenible de la fuerza militar en las relaciones internacionales, un creciente desdén por los principios básicos de las leyes internacionales, que ha hundido el mundo en el abismo de conflictos permanentes. Un Estado –principalmente Estados Unidos– actuando más allá de sus fronteras, ha tratado de imponer sus políticas a otras naciones, tanto en lo económico, como lo político, lo cultural o lo educacional”.

El resultado –dice Putin, ya en 2007– es que nadie se siente seguro. “Estoy convencido de que ha llegado el momento en que debemos pensar seriamente sobre la arquitectura de la seguridad global”.

Putin hablaba de un mundo multipolar, cuya base era el crecimiento económico de países como la India, China, o los miembros de los BRICs, integrado entonces por Brasil, Rusia, India y China.

Destacó la importancia de un marco legal sobre las armas de destrucción masiva, defendió la necesidad de respetar el tratado de no proliferación nuclear, la supervisión multilateral de las tecnologías de misiles, la prevención del uso de armas en el espacio.

El discurso trata aun otros temas, pero Putin se extiende sobre el Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa, firmado en 1999. Han pasado siete años y solo cuatro países –incluyendo la Federación Rusa– han ratificado el tratado, dice Putin.

¿Qué ha ocurrido desde entonces? “La OTAN ha puesto sus fuerzas en nuestras fronteras, mientras nosotros seguimos respetando estrictamente las obligaciones del tratado y no hemos reaccionado a tales acciones”. Los países de la OTAN han declarado que no van a ratificar el tratado “hasta que Rusia elimine sus bases de Moldavia y Georgia”. Putin se refirió a la situación en Moldavia y aseguró que lo conversaban regularmente con el Secretario General de la OTAN, el español Javier Solana. No habló de la situación en Georgia.

Y recordó una afirmación de otro Secretario General de la OTAN entre 1988 y 1994, el exministro de Defensa alemán, Manfred Wörner, hecha en Bruselas el 17 de mayo de 1990: “el hecho de que estemos dispuestos a no colocar las tropas de la OTAN fuera del territorio alemán le dan a la Unión Soviética una firme garantía de seguridad”.

La expansión de la OTAN –agregó Putin– no tiene relación alguna con la modernización de la alianza, o con garantizar la seguridad de Europa. Por el contrario, “representa una seria provocación que reduce el nivel de confianza mutua”. ¿Dónde están esas garantías?, se preguntó.

Putin dijo también, en ese discurso, que “el único mecanismo que puede decidir sobre el uso de la fuerza militar como último recurso es la Carta de las Naciones Unidas”. Una afirmación difícil de conciliar con su decisión de atacar Ucrania, aunque revelaciones posteriores, sobre todo sobre las intenciones ocultas en las negociaciones de los Acuerdos de Minsk, agregan nuevos matices al escenario.

La construcción de un nuevo orden mundial

III

Visiones de un nuevo mundo

Volvamos al artículo de Scholz. En 2014 –dice– Rusia ocupó Crimea y envió tropas a Donbas “en directa violación de la ley internacional”. “Durante los ocho años que siguieron a la ilegal anexión de Crimea y el estallido del conflicto en el este de Ucrania, Alemania y sus socios europeos e internacionales del G-7 se enfocaron en salvaguardar la soberanía e independencia política de Ucrania, evitando una mayor escalada de Rusia, restaurando y preservando la paz en Europa”.

Junto con Francia –agregó Scholz– “Alemania se comprometió en el llamado Formato de Normandía, que condujo a los Acuerdos de Minsk y al correspondiente proceso de Minsk, que exigía a Rusia y a Ucrania un cese al fuego y a adoptar una serie de otras medidas. A pesar de los problemas y a la falta de confianza entre Moscú y Kiev, Alemania y Francia mantuvieron el proceso funcionando. Pero una Rusia revisionista hizo imposible el éxito de la diplomacia”.

Entonces las declaraciones de la excanciller Angela Merkel al ya mencionado Zeit Magazine dieron otra perspectiva sobre los acuerdos de Minsk. El primer acuerdo, de septiembre del 2014, dijo Merkel, tenía como objetivo “darle tiempo a Ucrania para fortalecerse, como podemos ver hoy. La Ucrania de 2014/2015 no es la Ucrania de hoy”.

Luego vino la batalla de Debatselvo, a principios del 2015, con un rápido triunfo de las fuerzas rusas, que llevaron a un segundo protocolo del acuerdo de Misnk, firmado en febrero de ese año. “Estaba claro para nosotros que el conflicto estaba congelado, que no se había resuelto el problema, pero esto dio a Ucrania un tiempo invaluable”, agregó Merkel.

Declaraciones similares hizo después el expresidente francés, François Hollande. Pyotr Poroshenko, quien asumió la presidencia de Ucrania luego del golpe de 2014, también reconoció que los Acuerdos de Minsk (en cuya negociación participó, así como Merkel) no eran más de una artimaña para ganar tiempo y fortalecer Ucrania militarmente. “Los acuerdos de Minsk, a pesar de las críticas, nos dieron tiempo para construir las capacidades de defensa ucranianas”.

Lo cierto es que el 10 de diciembre del 2019 el gobierno de Ucrania publicó un comunicado, luego de una reunión en París de los líderes de los cuatro países que dieron forma a los Acuerdos de Minsk –Francia, Alemania, Rusia y Ucrania– donde señalaba que seguían comprometidos con la completa implementación de los acuerdos y con la promoción de una arquitectura “sostenible e inclusiva de confianza y seguridad en Europa”.

La respuesta rusa fue que las declaraciones de Merkel eran “decepcionantes”. “No esperaba oír eso de la excanciller”, dijo Putin. “Pensaba que los líderes alemanes dialogaban con nosotros con sinceridad”. “La idea era llenar Ucrania de armas y prepararla para los combates. Nos dimos cuenta muy tarde”, agregó.

La visión de un nuevo mundo

Scholz afirma que “Putin quiere dividir Europa en zonas de influencia y al mundo en bloques de grandes poderes y Estados vasallos”. Afirma que “Putin no ha aceptado nunca a la UE como un actor político”. En su opinión, la UE es una unión de Estados libres, democráticos y soberanos, basados en el estado de derecho, antítesis de la “imperialista y cleptocrática” Rusia.

Es difícil encontrar en las propuestas de Putin medidas orientadas a esos fines. Aunque puedan parecer hoy completamente inviables, en 2010 Putin, entonces primer ministro ruso, hacía dos propuestas que hubiesen cambiado la cara de Europa. El 25 de noviembre de ese año la agencia alemana DW escribía sobre el tema: “No se ha secado todavía la tinta de los titulares que elogiaban como paso histórico el acuerdo entre los países miembros de la OTAN y Rusia en cuanto a la cooperación en la construcción de un escudo antimisiles en suelo europeo, cuando –después de la cumbre con la UE– se vislumbra, al fin, una integración de Moscú a la Organización Mundial del Comercio.

Por si fuera poco, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, abogaba, pocas horas después, en el diario alemán Süddeutsche Zeitung, por la integración de una comunidad económica armónica desde Lisboa hasta Vladivostok.

Desde entonces, las tensiones solo aumentaron. Deberíamos preguntarnos por qué no fue posible un acuerdo con Rusia, en los términos propuestos por Putin en 2010 o en otros términos.

Entre lo más sensible en este escenario estaba la conexión del gasoducto Nord Stream II, que se transformaría en un vínculo estratégico entre Rusia y Europa occidental. Impedir su conclusión se transformó en un objetivo fundamental de los Estados Unidos. Un día conoceremos los detalles en torno a la cancelación del acuerdo sobre ese gasoducto y sobre los posteriores atentados –atribuidos a la inteligencia inglesa– contra las instalaciones existentes, tanto del Nord Stream II (que nunca entró en funcionamiento), como del Nord Stream I, que sí funcionaba.

Una visión distinta

¿Cómo puede Europa permanecer como un actor independiente en un mundo multipolar?, se preguntaba el canciller alemán.

Cuando el Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania se reunió en la base militar aérea norteamericana de Ramstein, en Alemania, el pasado 20 de enero, el presidente francés, Emanuel Macron, se refirió al escenario europeo.

En el marco de una visita a España, sostuvo una larga conversación con el escritor español Javier Cercas, en París, publicada por el diario El País. Hay una crisis inédita en Europa, por la guerra. La respuesta debe ser una Europa poderosa, dijo el presidente francés. Una Europa que debe decidir si quiere tener su propio papel en el escenario mundial o alinearse con alguna de las dos potencias, Estados Unidos o China.

Pese al sostenido apoyo militar a Ucrania, Macron no ha dejado de señalar la necesidad de vislumbrar un nuevo orden europeo, con Rusia incluida. “Rusia es una gran nación en busca de su destino”, dijo Macron, para quien solo habrá una paz duradera con Occidente mediante el diálogo.

Europa no terminó de digerir el escenario surgido al final de la Guerra Fría; se extendió rápidamente hacia el este, pensando que todos los problemas estaban resueltos, para descubrir hoy que hay dos bloques de naciones en el grupo, con visiones diferentes sobre el futuro. Un problema que –en su opinión– no afecta solo a Europa, sino a todas las democracias occidentales, “que viven una especie de fatiga, una pérdida de referencias colectivas”.

El presidente francés tiene antecedentes políticos cercanos en los que inspirarse. En marzo del año pasado se conmemoraron los 60 años de los Acuerdos de Évian, en el que se acordó un alto al fuego en la guerra por la independencia de Argelia.

No significó la paz de inmediato, pero fue el inicio de un proceso llevado a cabo por el general De Gaulle, el mismo que visitó Argel siendo primer ministro y ministro de Defensa, en junio de 1958, donde gritó ¡Viva la Argelia francesa!

Cuatro años después, siendo presidente de la República, negoció un acuerdo y promovió el proceso de paz que lo enfrentaría con sus antiguos aliados, sobre todo los militares ultranacionalistas y los pieds-noirs, los más de un millón de colonos franceses en Argelia, opuestos a la independencia de Argelia y dispuestos a seguir con una guerra aún más cruenta de lo que había sido hasta entonces, para tratar de impedirla.

Pero era De Gaulle, extraordinaria figura forjada en la resistencia a los alemanes en la II Guerra Mundial.

La televisión española, en un programa sobre los 60 años de los Acuerdos de Évian, recordó cómo “a través de los discursos a la nación de De Gaulle se observa el giro político que experimenta, adaptándose a la realidad y al tablero internacional” de su época.

Pasó del intento inicial de retener la Argelia francesa a reconocer su autodeterminación y a confrontarse con la violenta población colonial de pieds-noirs, una vez proclamada la independencia.

Visión y coraje indispensables para forjar una nueva era, una que impida el progreso de la confrontación militar –único camino seguido hasta ahora en la crisis de Ucrania– en que se van imponiendo los pieds-noirs, sin que aparezca hasta ahora un De Gaulle capaz de ponerlos en su lugar.

FIN

Carta de Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, a jefaturas del gobierno peruano

A los Señores Jefes y funcionarios del gobierno del Perú.

Ministro de Defensa-Alberto Otárola Peñaranda

Ministro del Interior: César Augusto Cervantes Cárdenas

Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, General de División: Manuel Jesús Martín Gómez de la Torre Aranibar

Soy Adolfo Pérez Esquivel, hermano del Pueblo Peruano con quien compartimos el mismo caminar desde hace décadas entre angustias y esperanzas en alcanzar la “Tierra sin males”, de la libertad y derecho de los pueblos, en nombre de los pueblos de América Latina asumí el Premio Nobel de la Paz, como fruto de la Justicia y fortalecer el Estado de Derecho para superar el hambre, la pobreza y que los pueblos puedan tener una luz y esperanza por un mundo más justo y fraterno.

Hoy el derecho del pueblo peruano es violentado por el golpe de Estado contra el Presidente Pedro Castillo a quien mantienen prisionero sin causa alguna, es responsabilidad de las fuerzas armadas y de la derecha golpista de parlamentarios/as y la traición de la Vicepresidenta que no quieren un Perú libre y soberano, sino sujeto a los intereses políticos y económicos de los grandes monopolios de los EEUU.

Es preocupante y doloroso ver que las fuerzas armadas son cómplices y responsables de las muertes y represión contra el pueblo por los reclamos y defensa del gobierno constitucional del Pedro Castillo.

Ustedes no ignoran que son parte que bajo las órdenes del gobierno de los Estados Unidos, la embajadora en el Perú, Lisa Kenna, una veterana agente de la CIA, se reunió con el Ministro de Defensa un día antes del golpe de Estado que fuera respaldado por la gran potencia que busca someter y dominar a los pueblos latinoamericanos.

No pueden negar los hechos que señalo y que las fuerzas armadas no están al servicio del pueblo peruano, sino de los intereses económicos y políticos de los EEUU y las oligarquías.

Las democracias en América Latina están siendo violentadas y se encuentran en peligro por golpes de Estado a través de la “lawfare” y golpes encubiertos buscando descalificar a gobiernos elegidos por el pueblo, les recuerdo lo que ustedes no desconocen, el golpe de Estado en Honduras, Paraguay, Ecuador, Bolivia, en Brasil para encarcelar e impedir que Lula pueda presentarse a elecciones y someterlo dos años en prisión y los intentos de proscribir en Argentina a Cristina Fernández de Kirchner.

Señores soy un sobreviviente de las dictaduras militares, siempre que las fuerzas armadas tomaron el poder fue peor para los pueblos, siempre dejan más dolor, muertes, pobreza y desesperación de los pueblos.

Señores, ¿qué buscan, libertad o dependencia? ¿Construir un país libre y soberano o una colonia sometida a los EEUU y a los intereses económicos y políticos de las oligarquías?

Llamo a la conciencia y corazón de las fuerzas armadas que deben estar al servicio del pueblo y no contra el pueblo.

Los libertadores de la Patria Grande tenían muy claro dónde estaban parados y porque lucharon junto a sus pueblos por la libertad, derecho e igualdad de cada ciudadano y ciudadana. Sigan las huelas de sus mayores para no equivocar el camino. No olviden que lo que siembran recogen.

La democracia no se regala se construye con la participación del pueblo, es un hacer cotidiano entre luces y sombras que requiere voluntad, esfuerzo, trabajo y dignidad hacia la Esperanza de un mundo mejor.

Toda mi solidaridad y apoyo al pueblo peruano.

Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, 1980

Servicio Paz y Justicia en América Latina – Red presente en 11 países –

19 de diciembre 2022

Análisis de Coyuntura: La política nacional entre ajustes y acomodos

Para finalizar el 2022, el 15 diciembre la Universidad de Costa Rica y el Observatorio de la Política Nacional (OPNA) presentaron el Análisis de Coyuntura Nº 4, que ocupa los meses de septiembre a noviembre, concentrado en dos aspectos, en primera instancia un análisis detallado de los cambios en el gabinete en la administración Chaves Robles. Seguido de una sección que repasa los principales elementos de las relaciones entre Ejecutivo–Legislativo del período, desarrollando el análisis y criticidad en la política nacional. 

Además, se debe tomar en cuenta varios insumos producidos por el OPNA para generar mayor conocimiento sobre el tema: la grabación del panel realizado por el OPNA con el acompañamiento de la Escuela de Ciencias Políticas y la Facultad de Ciencias Sociales sobre los primeros 100 días de la administración y también, el más reciente Boletín Especial deL OPNA1, titulado De la administración Alvarado (2018- 2022) a la administración Chaves (2022-2026): Perspectivas para la política nacional que cuenta con colaboraciones de destacadas y destacados académicos. 

Para ver la información completa ingrese al enlace: https://opna.ucr.ac.cr/index.php/es/catalogo-2/analisis-de-coyuntura/288-analisis-de-coyuntura-septiembre-noviembre-2022

UNED PRO se solidariza con el pueblo peruano ante la crisis del golpe de Estado del Poder Legislativo en contubernio con el poder de facto en Perú

Comunicado

1. Los trabajadores administrativos y profesionales de diversas disciplinas de la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica, UNED, pertenecientes al gremio UNED PRO, nos solidarizamos con el pueblo peruano trabajador y sus diversas organizaciones gremiales, sindicales, artesanos, comerciantes, estudiantes universitarios, profesionales; y especialmente, con las organizaciones campesinas y sindicales del Perú profundo, fuerza social determinante para que Pedro Castillo llegara al gobierno nacional, que, en estos momentos enfrentan una brutal represión por parte del Estado a manos de la policía y la fuerza armada que según algunas fuentes, ya superan las veinte (20) personas asesinadas.

2. Denunciamos y repudiamos, ante las diversas organizaciones sociales, sindicales, de profesionales e intelectuales del Perú, América Latina y del mundo, sobre la violación del principio sagrado e inviolable que le asiste a cada ciudadano y menores de edad del Perú del derecho a la vida, principio elemental para hacer posible los DERECHOS HUMANOS integrales de las personas en una coyuntura de crisis política como la actual.

3. Exigimos al gobierno de facto instalado con la complicidad del poder legislativo a detener de inmediato el baño de sangre sobre el pueblo que lucha en las calles de varias ciudades, por liberar de la cárcel y restituir a su presidente electo democráticamente, la democracia y la autodeterminación del pueblo peruano para reconducir su destino en forma soberana sin injerencias externas.

4. Instamos a las diversas fuerzas sociales de América Latina, el Caribe y el mundo, amantes de la democracia y el respeto por los DERECHOS HUMANOS, sobre todo, cuando se trata de los más humildes y de las personas ciudadanas de ese Perú profundo. Invitamos a solidarizarse con su lucha por salvar la democracia del Perú y de América Latina hoy amenazada una vez más por el poder fáctico-oligárquico.

San José, Costa Rica, 20 de diciembre del 2022.

Monseñor Girardi: «Debe haber diálogo como solución a la guerra Ucrania-Rusia»

Como manifestación previa a la actividad de este 23 de noviembre El Niño que nació en Belén para ofrecer la Paz al Mundo impulsada por la Red de Solidaridad con Palestina, Monseñor Vittorino Girardi concedió una entrevista la cual será presentada como parte de esa celebración.

En sus declaraciones, Girardi hizo un llamado para la solución de la guerra entre Ucrania y Rusia. En información brindada a SURCOS por la Red de Solidaridad con Palestina, se explica que “tal expresión es muy importante cuando los europeos y estadounidenses, y desde luego el mismo Zelensky, se niegan a una salida a la paz que no sea continuar con la guerra y sanciones que solo han provocado más deterioro en el costo de la vida, los precios de los combustibles, la inflación para los pueblos del mundo que son los que la están pagando”.

Ofrecemos la entrevista realizada por la Red de Solidaridad con Palestina. El criterio de monseñor en torno a la guerra inicia en el minuto 4. Puede hacer clic en la opción Mirar video completo.

Este es el enlace para ir al video

EUROBONOS

Manuel Delgado

En la era del Thanksgiving, lo patriótico es comer pavo y estar a favor de los eurobonos. O al revés, estar contra los eurobonos es ser antipatriota. Como me ha ocurrido tantas veces en mi vida, resulta que he terminado cayendo en las fosas oscuras de este último partido. Antipatriota, antieurobonos, suenan como a hereje, impío. Masón decía mi abuelita.

La derecha nos ha metido en su lógica, y su visión del mundo es la única verdadera, educada, digna de mostrarse en público.

La discusión se ha desviado a cuánto (¿3.000 millones? ¿Y por qué no 2.500, o 3.275, etc.)? Se olvida el fondo del asunto: más deuda es más carga fiscal, que al fin y al cabo será pagada con los impuestos que pagan ya sabemos quién.

En la discusión, se ha dejado de lado el fondo del problema, que consiste en una vulgaridad de miles y miles de millones (2.400 millones de millones) que se evaden cada año, amén del contrabando y el lavado. Ya de eso nadie habla. Hasta el día de hoy no se ha avanzado ni un centímetro en la meta de acabar con ese robo descarado.

Por último, si los bonos son ya irremediables (como tomar Coca-Cola e ir el estadio los domingos), entonces debería condicionarse: eurobonos para pagar deuda con la CCSS, eurobonos a cambio de reducir la evasión, eurobonos a cambio de aumentos de salarios al trabajador, eurobonos para aligerar esta carga que ya no aguantamos, y no cheque el blanco para que los de arriba sigan comiendo pavo tan tranquilos.

Sectores sociales y productivos convocan a ‘’Encuentro Análisis de la Coyuntura Nacional’’ en la Universidad Nacional

El Observatorio Económico y Social Universidad Nacional, sectores de Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras del Banco Popular y Desarrollo Comunal, y la Federación de Estudiantes Universidad Nacional FEUNA, realizarán el próximo sábado un encuentro de análisis de coyuntura el cual tiene como objetivo ofrecer mediante la participación diversa de panelistas y del público en general, insumos para la discusión de Análisis de la Coyuntura, Nacional que permita, por medio del diálogo social de sectores y mesas temáticas de abordaje, precisar elementos que fortalezcan una ruta de trabajo estratégico frente a los siguientes temas:

  • Ambiente y Energía.
  • Economía Agroindustrial y Agropecuaria en el contexto Alianza Pacífico.
  • Educación pública.
  • Seguridad Social: Contexto de la salud pública en el país, énfasis en la CCSS.

Dicha actividad se realizará el sábado 5 de noviembre, a partir de las 8:00 am en el Auditorio Institucional Cora Ferro Calabrese, campus “El Higueron” de la UNA ubicado en San Pablo, Heredia y se proyecta una participación de 300 representantes de diversos sectores, entre ellos personas jóvenes vinculadas a las universidades públicas, sindicatos, sectores productivos agrícolas y agroindustriales, organizaciones asociativas, cooperativas de electrificación, sector educación, sector salud, sector ambiente y energía, sector de desarrollo comunal, sector derechos humanos y liderazgos diversos de fuerzas vivas de todo el país, además contará  con la participación especial del ex presidente ejecutivo de la CCSS Álvaro Ramos, quien será parte del panel de seguridad social.