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Chaves y la destrucción de la neutralidad costarricense

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

La neutralidad histórica de Costa Rica ha sido un pilar fundamental de su política exterior, generando enormes beneficios para el desarrollo del país a lo largo de décadas, así como posicionando nuestro nombre en el mundo. En un contexto global marcado por crecientes tensiones geopolíticas, esta postura no solo nos ha permitido posicionarnos como un mediador confiable, sino también mantener relaciones cordiales y constructivas con diversas potencias, independientemente de sus orientaciones políticas o ideológicas. Sin embargo, nunca falta un pelo en la sopa, el gobierno de Rodrigo Chaves parece dispuesto a destruir esta tradición, tomando partido de forma innecesaria y actuando como un brazo ejecutor de los intereses de Estados Unidos en la región, lo que está dañando relaciones estratégicas que llevaban años en construcción.

Una política exterior subordinada

El alineamiento del gobierno de Chaves con las exigencias del norte es evidente. Se ha deteriorado la relación con Rusia, una nación con la que Costa Rica ha mantenido vínculos desde 1872, utilizando como excusa el conflicto en Ucrania. Tanto ha sido así, que el gobierno envió al vicepresidente Stephan Brunner a una “cumbre de paz” organizada por la OTAN en Suiza relacionada con el conflicto en Ucrania, como parte de una campaña global anti-rusa y donde no se invitó a Rusia, un gesto vacío que solo refuerza la percepción de un gobierno sin criterio propio.

Resulta curioso y hasta contradictorio que el gobierno de Chaves, que se autodefine como conservador y cristiano, critique las relaciones con Rusia, un país que comparte muchos de esos mismos valores, especialmente en lo referente a la familia tradicional, mientras refuerza los lazos con Emiratos Árabes Unidos, una monarquía federal sin tradición democrática ni fundamentos cristianos. No estoy en contra de que se fortalezcan las relaciones con Emiratos; al contrario, considero que es una decisión acertada, ya que demuestra que es posible mantener vínculos mutuamente beneficiosos con países cuyas ideologías y sistemas políticos son diametralmente opuestos al nuestro. Esto evidencia que dichas diferencias no tienen por qué ser un motivo de distanciamiento o conflicto.

A esto se suma el distanciamiento con China, con quien establecimos relaciones diplomáticas en 2007 y país que se ha convertido en nuestro segundo socio comercial, utilizando pretextos como el supuesto espionaje de Huawei con el tema del 5G y la influencia del gobierno chino. Espectáculo al que algunos medios de comunicación también se han prestado. Estas decisiones no reflejan una evaluación crítica o autónoma de nuestros intereses nacionales, sino un servilismo preocupante que ignora el contexto global y las dinámicas del Sur Global, del cual Costa Rica forma parte.

La reciente declaración de la embajada china en Costa Rica, rechazando la injerencia de Estados Unidos en nuestras relaciones bilaterales, pone en evidencia la gravedad de la situación. Mientras China muestra disposición para fortalecer vínculos, el gobierno de Chaves se presta para ser un peón en la guerra comercial de Estados Unidos contra la segunda economía más grande del mundo. ¿No es eso acaso dispararnos en el pie? ¿Cuál es el objetivo final, romper con China y volver con Taiwán por el tema de los semi conductores?

Es particularmente alarmante que estas medidas sean selectivas y contradictorias. Mientras se alega moralidad para justificar el distanciamiento con Rusia y China, el gobierno negocia sin reparos un Tratado de Libre Comercio con Israel, pese a los graves crímenes perpetrados por ese gobierno contra el pueblo palestino, algo que el propio Comité Especial de Derechos Humanos de la ONU desde noviembre de 2024 ha calificado de genocidio y a pesar de que existe una orden de captura internacional contra Netanyahu por crímenes de guerra. Este doble estándar muestra una falta de coherencia y pragmatismo en nuestra política exterior que nada tiene que ver con la tradición diplomática del país.

Las consecuencias de un alineamiento innecesario

El distanciamiento de Costa Rica de China y Rusia no solo es absurdo, sino también profundamente contraproducente. No existe ninguna razón lógica para que nos involucremos en disputas geopolíticas que no nos corresponden, especialmente siendo un país sin ejército y con recursos limitados para enfrentar posibles consecuencias económicas o diplomáticas. Rusia y China son actores clave en el escenario global de hoy, guste o no, y Costa Rica debería esforzarse por mantener relaciones constructivas con ambos en lugar de alinearse ciegamente con una potencia que busca imponer su agenda por encima de nuestros propios intereses. Podemos llevarnos bien con todos por igual en el marco del respeto y sin condicionamientos, como lo hemos hecho históricamente a pesar de las turbulencias geopolíticas. Eso es algo que no debemos cambiar por capricho político o intereses particulares de terceros.

Además, es preocupante la ausencia de una crítica seria por parte de los partidos políticos y los medios de comunicación. La falta de perspectiva crítica para cuestionar estas decisiones refleja una peligrosa indiferencia hacia la erosión de nuestra soberanía y neutralidad. Costa Rica no puede permitirse este nivel de ignorancia y complacencia en un contexto internacional tan complejo.

Recuperar nuestra neutralidad

La política exterior de Costa Rica debe regresar a sus raíces: una postura neutral, soberana e independiente que priorice el diálogo, la cooperación y el respeto mutuo. Enemistarse con potencias como China y Rusia no solo es un error estratégico, sino un acto de irresponsabilidad que amenaza nuestra posición en el escenario global. El gobierno de Chaves debe reconocer que la neutralidad no es un signo de debilidad, sino una herramienta poderosa que nos ha permitido prosperar en un mundo de tensiones y conflictos.

Es momento de que los actores políticos serios y pensantes de este país exijan al gobierno una política exterior verdaderamente soberana, guiada por los intereses de Costa Rica y no por los de otros países. La neutralidad no debe ser sacrificada en el altar de intereses ajenos; debe ser defendida como un principio fundamental de nuestra identidad y proyección internacional.

Discurso presidencial se mueve entre el conflicto y el cálculo electoral

Por un lado, atiza la hoguera del escenario político con calificativos y confrontaciones con otros poderes de la República e instituciones y, por otro, hace manifestaciones sutiles sobre la conformación del Congreso en unas próximas elecciones presidenciales.

Al cierre de este 2024, este es el estilo del presidente de la República, Rodrigo Chaves, desde la perspectiva del Programa de Análisis de Coyuntura de la Sociedad Costarricense, de la Escuela de Sociología de la Universidad Nacional (UNA).

Al respecto, la conclusión es que el discurso toma dos direcciones: el electoral y el del conflicto. En este último aspecto, el análisis resalta que el mandatario promueve una única verdad sobre los temas que aborda, con poca o nula reflexión político-ideológica. “Podrían existir áreas comunes con distintos sectores, pero en ningún momento el presidente ha dado una carta de buena fe, esto es reforzado también por la oposición asumida por los diputados oficialistas”, indica el informe, presentado esta mañana.

En cuanto al tema electoral, los mensajes han hecho referencia a la necesidad de modificar la estructura actual de la Asamblea Legislativa e incluso muestra la idea de que los votantes apuesten por un partido político distinto en las elecciones del 2026.

Ese nivel de disonancia en la relación del Poder Ejecutivo con otros órganos se ha trasladado también al Congreso. “Durante este periodo, la Asamblea Legislativa ha vivido en un conflicto permanente en los debates tanto en las comisiones especializadas como en las comisiones de primer orden, como la hacendaria”.

La prioridad del Gobierno ha sido impulsar el proyecto de la ley Jaguar, en sus distintas versiones, incluso más allá de los pronunciamientos de la Sala Constitucional, que la declaró ilegal en cuatro artículos, y de los informes del Departamento de Servicios Técnicos del Congreso.

En medio de ello, el presidente acude al uso de un lenguaje duro para calificar la labor de los legisladores de la oposición, alimentado a su vez por esa misma postura de parte de la fracción oficialista hacia los demás partidos, lo que complica el entorno de negociación de proyectos.

Los choques más recientes han tenido relación con el permiso legislativo para la presencia de un grupo perteneciente a un ejército extranjero en territorio nacional, para la provisión de ayuda a los damnificados por las inundaciones de noviembre; el proyecto de rebaja del impuesto sobre la renta a los trabajadores independientes, así como la consulta de constitucionalidad del proyecto de Presupuesto de la República 2025.

El otro gran protagonista de los choques verbales ha sido el Poder Judicial. “El conflicto coyuntural se ha centrado en la figura del fiscal general de la República, a pesar de que no es la primera vez que quien ocupe ese puesto esté en la mira de quienes cuestionan. Además, varios magistrados y magistradas, por realizar su labor constitucional, también están de manera inédita e infundada bajo señalamientos”.

El análisis califica como “retórica manipuladora” la forma en la que el presidente Chaves señala a la Fiscalía, al decir que ha incurrido en actos de hostigamiento y acoso contra el Gobierno. Sin embargo, la tensión se incrementó luego de que la expresidenta ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Marta Esquivel, fuera detenido por el caso Barrenador. De nuevo, tanto el mandatario como la ministra de la Presidencia, Laura Fernández, enfilaron sus baterías en contra del Ministerio Público.

Otros sectores

El coordinador del Programa, Carlos Carranza, y las investigadoras Laura Brenes y Rebeca Espinoza, también hicieron un análisis del país en materia de educación, seguridad, presupuesto y relaciones exteriores.

En el ámbito educativo, el informe refuerza la tendencia de que se trata de un sector en crisis, carente de una estrategia y una ruta clara y que de manera recurrente ha visto reducida la cantidad de recursos que se le destina, al pasar de un 7.07% del Producto Interno Bruto (PIB), en el 2017, a un 5.41%, en el 2023, de acuerdo con datos de la Contraloría General de la República.

“El recorte en la educación para este 2024 fue el más bajo en los últimos años: sumó un 5.2% del PIB. Esto se manifiesta a través de la falta de infraestructura, la casi nula inversión en nuevos centros educativos o el mantenimiento de los ya existentes, lo que genera condiciones de insalubridad con un total de 881 órdenes sanitarias, de las cuales, al menos 101, son de clausura”, reseña el informe.

En esa línea, no existe una política de estímulos para la formación integral del personal docente que arrastra vacíos en áreas claves como matemáticas, pensamiento lógico, manejo de equipos computarizados y dominio de un segundo idioma.

Una parte del personal docente carece de estabilidad laboral, se le contrata a última hora o es movilizado entre instituciones, no cuentan con la infraestructura tecnológica requerida o se presentan retrasos en sus pagos salariales.

Para los investigadores del Programa existe una conexión entre el desempeño del sistema educativo y el resto de las dinámicas sociales. “No se puede pretender que persista el conflicto en las calles, en los hogares y las actitudes autoritarias, sin que esto se refleje en las dinámicas escolares. Por eso se hacen visibles en nuestros centros educativos prácticas que incitan a la violencia”.

En temas de seguridad, los investigadores llamaron la atención por el cambio en el discurso y el estilo mostrado por el ministro de Seguridad Pública, luego de grabar un video con directores de los distintos cuerpos policiales. “Es normal que un ministro de Seguridad efectúe declaraciones por su rango, pero eso es muy distinto a realizar pronunciamientos de orden que pueden rozar con el orden normativo”.

Ante ello, en el análisis se hace una excitativa a que desde esta cartera se centren en la resolución de temas como la falta de plazas policiales y la mejora logística para la operación de las diferentes dependencias y delegaciones.

Finalmente, en materia de política exterior, se enfatiza en la discrepancia de la posición costarricense, que, por un lado, reafirma su compromiso con la protección de los derechos humanos y el respeto al derecho internacional humanitario y, por otro, se abstuvo de votar ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) una declaración que promovía poner fin a la ocupación israelí en los territorios palestinos.

Otra contradicción se da en la forma en que se refiere a estados que son comandados por dictaduras. “Costa Rica ha condenado a las dictaduras de Venezuela y Nicaragua. Sin embargo, ha sido más fuerte contra el régimen de Nicolás Maduro, mientras que con Daniel Ortega ha mantenido un perfil más bajo”.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

Programa Análisis de Coyuntura de la Sociedad Costarricense presenta informe: Costa Rica en la encrucijada conflictos, decisiones y rumbo del país

El programa de la Universidad Nacional Análisis de Coyuntura de la Sociedad Costarricense presentó mediante una conferencia de prensa su informe sobre la situación actual del país en materia política, social y económica titulada Costa Rica en la encrucijada conflictos, decisiones y rumbo del país.

La presentación estuvo a cargo del máster Carlos Carranza, quien es coordinador del programa.

Carranza inició explicando que actualmente existen tres rasgos presentes en la discusión nacional, en primer lugar se presenta el proceso de discusión de conflictos en relación con la toma de decisiones por parte del presidente de la República, en segundo lugar se señala las interrogantes respecto a las decisiones que se deben tomar involucrando a su vez a la sociedad civil y otros actores además del gobierno, por otra parte, como tercer punto se señala el rumbo que debe tomar el país respecto al modelo político y socioeconómico.

Asimismo, el informe presentó ocho temas de suma importancia: el estilo del presidente, la Asamblea Legislativa, la educación pública, Presidencia y Poder Judicial, Ministerio de Hacienda, Ministerio de Seguridad, política exterior y comercio exterior.

Carranza explica que lo que define el actual momento que enfrenta el país son las tensiones y desacuerdos entre los tres poderes de la república, los cuales están cada vez más polarizados. Esta situación ha pasado por distintas etapas de tensión entre las que se encuentra las ocurridas con la Contraloría General de la República, la Defensoría de los Habitantes y fenómenos sistemáticos en crisis (por ejemplo: CCSS, educación pública y FEES).

Por otra parte, mediante la exposición se recalcó la constante intención del presidente de la república por modificar los tres poderes, es decir, hay constantes críticas a la Asamblea Legislativa, a los diputados provocando que no haya acuerdos, sino diferencias que agravan la situación.

Por otra parte, se señaló que en el gobierno de Rodrigo Chaves se mueven tres estilos en el discurso: 1) una necesidad de renovar, 2) intención de apostar por un partido distinto y 3) el discurso en la Asamblea y las comisiones es de conflicto. De esta manera, el expositor mostró algunos datos del informe referente a distintas instituciones, que a modo de síntesis se muestra lo siguiente: 

Respecto a la Asamblea Legislativa se exponen cinco conflictos: momentos de tensión durante distintos debates, el Poder Ejecutivo retiró distintos proyectos, la Ley Jaguar fue el caso con mayor connotación, el oficialismo ha mostrado una postura rígida frente a otros partidos, existe debate sobre el permiso que constitucionalmente se debe otorgar para permitir el ingreso de grupo o ejército al territorio nacional. Por otra parte, se destacó la crisis en el sector de la educación pública dada la falta de una estrategia y de la ruta de la educación que continúa ausente, se suman constantes recortes presupuestarios que agravan el problema. Asimismo se presentaron conflictos entre Presidencia y Poder Judicial, además de controversias con la fiscalía. Además, se presentó el fallo de la Sala Constitucional respecto a la asignación de 32.977 millones de colones al FODESAF y la incomodidad del Ministerio de Haciendo por la reasignación de fondos a otras instituciones.

Por otro lado, se expuso la situación del Ministerio de Seguridad Pública, así como un cambio en el discurso y estilo democrático, de esta manera, Carranza reafirmó la necesidad de prestar atención a dicha institución.

Finalmente, respecto a política y comercio exterior se indicó que de acuerdo con la ONU el país tomó una postura coherente en términos de derechos humanos (a excepción de su postura respecto al conflicto en Gaza); además, en términos de comercio se resaltó la importancia de fortalecer el vínculo con países asiáticos y no depender únicamente de Estados Unidos.

A modo de reflexión final Carlos Carranza reiteró que Costa Rica está viviendo momentos de tensiones y desacuerdos fuertes, señala que es necesario observar si para el 2025 se podrá mantener el crecimiento económico que se ha tenido, además de considerar dos dilemas, el primero radica en cómo crear un modelo económico acorde al bienestar social y el segundo sobre si el modelo democrático se debe modificar evitando caer en el autoritarismo.

Este fue un breve resumen sobre algunos puntos expuestos en el informe, si desea obtener mayor información y conocer los datos exactos le invitamos a ver la conferencia completa presionando el siguiente enlace: https://www.facebook.com/share/v/15ebG4KnhE/?mibextid=WC7FNe 

01| ¿Qué pasó en Cuba el 17 de marzo? Díaz-Canel y De la O responden en “Desde La Presidencia”. 20/3/2024

“Desde La Presidencia” es un nuevo espacio de comunicación que tendrá como anfitrión habitual al Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez,  y en el que se abordarán los temas que marcan la agenda del país. 

En este primer programa el Jefe de Estado comenta los sucesos acontecidos el pasado domingo 17 de marzo, cuando en algunas localidades del país se generaron protestas causadas por apagones y los atrasos en la entrega de la canasta familiar normada. Estos hechos fueron azuzados por plataformas contrarrevolucionarias y políticos estadounidenses, para generar un estallido social en la Isla, se explica en el programa. De fondo está el bloqueo que sufre Cuba.

Junto al ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, el presidente analiza la situación energética actual del país y las perspectivas de solución a corto y mediano plazo. 

Para visualizar este primer programa puede seguir el siguiente enlace:

Chaves Vs Amador. ¿Qué pasó con el Aeropuerto Daniel Oduber?

El día 21 de marzo del 2024, a las 7pm en DESDE LA OTRA ACERA, APSE realizó una transmisión en vivo donde el tema a tratar fue “Chaves Vs. Amador ¿Qué pasó en el Aeropuerto Daniel Oduber?”

En esta transmisión, se analizó la salida del exministro del MOPT, el posible caso de corrupción que se dio en el Daniel Oduber, y la crisis que vive el Poder Ejecutivo. Además, estuvieron como invitados: Vladimir de la Cruz (politólogo e historiador), Vivian Chaves Chinchilla (presidenta de APSE) y Fernando Chironi (productor y comentarista radiofónico). 

Si se lo perdió, puede visualizarlo en el Facebook y YouTube de APSE Informa.

Facebook: https://www.facebook.com/apseinforma?mibextid=ZbWKwL

YouTube: https://youtube.com/@apseinforma6270?si=UBnzSpWm88ZlSWyA

Análisis de Coyuntura Política Nacional

Julio a septiembre 2023

Este Análisis de Coyuntura incluye los meses de julio, agosto y septiembre del año 2023. Se da seguimiento a temas de importancia en una coyuntura con múltiples acontecimientos relevantes para la política y la democracia en Costa Rica.

En primer lugar, se describen los principales resultados de la última encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP), donde se evidencia la erosión de la aprobación presidencial y emerge la inseguridad como el problemas más importante del país. En segundo lugar, se analiza la gestión legislativa tras el cierre del trámite de los proyectos de ley de vías rápidas, que capturaron al Congreso en los primeros meses de 2023. El tercer acápite de este documento, recapitula los principales acontecimientos alrededor de la educación pública. En la cuarta sección, se discuten las tendencias de reconfiguración y reacomodo de las élites políticas, trayectoria que, desde el año 2020, el Observatorio de la Política Nacional (OPNA) ha caracterizado como las nuevas disputas entre élites.

Relacionado con estas tendencias y trayectorias, el pasado 18 de agosto se realizó un acto formal en la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR para la presentación del libro titulado “La realidad política costarricense 2017 – 2020: una memoria desde el Observatorio de la Política Nacional” del Dr. Rotsay Rosales-Valladares y con otras contribuciones de colaboradores del OPNA. Pueden conocer todos los detalles del libro y su acto de presentación en: https://opna.ucr.ac.cr/index.php/es/catalogo-2/articulos/313-presentacion- del-libro-la-realidad-politica-costarricense-2017-2020-una-memoria-desde-el-observatorio- de-la-politica-nacional.

Asimismo, el OPNA anuncia que, a partir del mes de octubre del año en curso, se hará seguimiento pormenorizado al proceso electoral municipal de 2024. Invitamos a nuestros lectores y lectoras a conocer los principales productos asociados a este proceso electoral. Todo el material estará disponible en la página web del Observatorio y sus redes sociales.

Puede consultar el Analisis de Coyuntura completo en el siguiente enlace: Análisis de Coyuntura 3 – julio a septiembre 2023

Movimientos y Protesta Social en la Coyuntura Actual en Voces y Política

Este miércoles 20 de septiembre tendremos el programa: “Movimientos y Protesta Social en la Coyuntura Actual” Con la participación de José Julián Llaguno, María Clareth Calderón y Carolina Somarribas.

Esperamos su participación en nuestras redes sociales o por medio de llamada telefónica al 2234-3233.

Miércoles 5:00 pm en Radio Universidad 96.7 FM y véanos a través del Facebook de Radio Universidad de Costa Rica

Una historia de papel

Manuel Delgado-Cascante

 Más que bisiesto y más aún que un año de jubileo, el 2020 estuvo iluminado por un hálito mágico: en solo su mes de junio, los alquimistas del tesoro de Estado Unidos imprimieron más dólares que en los 200 años transcurridos desde la Independencia de la Nación. El país brilló ese junio igual que un país de las Mil y una Noches o de una novela de Rushdie. Imagínense a ese monstruo de mil gargantas tragando papel impreso y esas máquinas llevadas al rojo vivo en alucinante producción que parecía no acabar jamás. Nunca había sido el capitalismo tan eficiente.

 Como resultado, el 35% de todos los dólares en existencia habían sido impresos en esa fecha y la masa monetaria se elevó de golpe y porrazo de 4 billones a casi 6,4 billones de dólares.

 La pregunta es qué se hicieron esos billetes, porque ni la producción de bienes y servicios ni el bienestar a sus 300 millones de habitantes sufrieron el menor ajuste. Eran, pues, dólares inorgánicos, es decir, no respaldados por la producción o la riqueza.

 Los dólares, como cualquier moneda, tienen doble naturaleza: una humana, material, y otra divina. La material es ese pedazo de papel que no debe costar, así producido por millones, mucho más que unos pocos centavos.

 La otra naturaleza, la divina, es la que cuidan los ejércitos, y que tiene que ver con su valor como medio de compra. Esta función santísima está determinada por su función en el mercado y debe ser igual, mutatis mutandis, a la suma de bienes y servicios de una sociedad, dividido por la velocidad de rotación del dinero, es decir, la cantidad de veces que el mismo billete hace compras en una unidad de tiempo.

 Para elevar la cantidad de dinero en un 35%, una sociedad normal debe elevar la producción del país en esa misma cifra o hace descender el precio del dinero en esa misma proporción para igualarlo al valor representado por esa suma de productos.

 Pero resulta que Estados Unidos no es una economía normal. Esos magos pueden producir todos los dólares que les dé la gana, y ni su moneda desciende de precio ni los bienes y servicios suben el suyo. (En la práctica la inflación en EEUU ha sido enorme en los últimos cincuenta años: más del 400%).

 ¿Cómo es posible este milagro? Pues sencillamente lo que esos magos hacen es pasarle la factura al mundo entero, es decir, hacer que los efectos malignos lo sufran los otros. Eso es lo que se llama imperialismo financiero.

 ¿Cómo lo hace? En primer lugar, el dólar es la primera moneda de reserva del mundo (un 59% en el 2020, en contraste con el 71% de 1999) y todos los países demandan esa moneda. Además, es el medio de pago mundial ampliamente mayoritario. Con él Estados Unidos paga su gigantesca deuda externa, envía recursos a los demás países a través de los bancos llamados de desarrollo, pagan su comercio exterior. Esos billetes son los que se usan para el pago de los combustibles (petrodólares) y también para el trasiego de la cocaína (narcodólares). Esos son los que tenemos aquí en exceso y hacen que el valor relativo de nuestra moneda se altere.

 La supremacía del dólar no fue eterna. Nació de las armas, en 1944 cuando Estados Unidos, amparado en la victoria militar en la Segunda Guerra Mundial, obligó a las naciones a abandonar la libra esterlina y convertir el dólar en moneda mundial. Fue en la conferencia de Bretton Woods. Allí Estados Unidos dispuso, además, que su moneda tendría como respaldo el oro, que se tasó en 35 dólares la onza.

 Bretton Woods dio origen a dos instrumentos internacionales, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), integrante del Banco Mundial, cuya misión era coadyuvar en la tarea de elevar el dólar a ese pedestal internacional. Hoy, la moneda norteamericana representa el 70% de las reservas mundiales de divisas, el 68% de los acuerdos comerciales internacionales, el 80% de las transacciones de divisas y el 90% de las transacciones bancarias internacionales.

 Pero ese reinado impoluto duró solo 27 años. Al dios del Génesis le bastó con decir: “Fiat lux” (Hágase la luz) y la luz fue hecha. Imitándolo, en 1971 el presidente Nixon, de manera totalmente unilateral, es decir, imperial, dijo: “Fiat dólar”, y salieron dólares que no necesitaban oro como respaldo, los llamados “dólares fiat”. Allí la maquinita impresora comenzó su rol mágico de convertir papel en oro, es decir, a emitir moneda sin respaldo aceptada y aceptable en todo el mundo. Con ella Estados Unidos podía pagar sus obligaciones internacionales y ustedes callen y traguen.

 El mundo hoy, sin embargo, es muy distinto al de hace 70 años, cuando empezó a ponerse en marcha el Bretton Woods.

 En 1950 EEUU generaba el 50% del PIB mundial y el 22% de las exportaciones. Para 1991 había bajado al 40% y el 25%, respectivamente. En el 2000 su PIB era solo el 31% del PIB mundial.

 Lo mismo ocurrió con su participación en el comercio mundial, que bajó del 21,7% al 10%. En contraste, Alemania ha subido del 1,4% al 10% y el nuevo gigante, China, subió del 0,8% al 15%.

 Con una economía muy dependiente, EEUU es el primer importador mundial, con un 11% y mantiene un balance deficitario con China, la Unión Europea, México y Japón.

 Del PIB de 24 billones de dólares, 9,7 billones (el 42,3%), son gasto público, gran parte para sostener su aparato militar (y aun así nos critican a nosotros, que tenemos un gasto público de apenas el 19,35% del PIB).

 Según el Fondo Monetario Internacional, para finales del 2022, su déficit se sitúa en el 4% (unos 700.000 millones). Nuestro déficit es de 2,5% del PIB, pero nosotros somos los malos de la película.

 La deuda externa de EEUU pasó de 11,1 billones en el 2011 a 24,9 billones en el 2022, que representa el 99,4 % y el 126,4 % del PIB, respectivamente. Y la regla fiscal nos flagela por un déficit de 60%. ¡Cosas de la vida! (Existen ligeras diferencias en los números según las fuentes; estos son de la revista Datosmacro).

 El principal acreedor es… ¡China! Y hacia allá van miles de millones sin los cuales se hundiría la economía norteamericana.

 Esa es la terrible situación de la economía del País-de-las-Hamburguesas, que condujo a la crisis del 2008 y ha vuelto a ponerse color de hormiga con la reciente crisis de algunos de sus bancos más importantes. ¿Cómo le hacen frente a esto los gobernantes? Con la fórmula mágica del aprendiz de brujo: la maquinita impresora. Esos enormes montos de billetes van a los bancos quebrados, pero generan poca inflación porque se realizan en el extranjero.

 Pero esos acreedores han dado un giro en su política. De receptores pasivos de dólares falsos, han pasado a convertirse en actores vivos de la economía y las finanzas internacionales.

 Así, se forman nuevas entidades financieras, contrarias a las de Bretton Woods y, sobre todo, sin Estados Unidos, para no decir contra Estados Unidos.

 Hay varias, pero la más importante es el BRICS, cuyo nombre proviene de las letras iniciales de los nombres de los países que lo integran. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Otras naciones se le han asociado como invitados.

 El BRICS representa la mitad de la población mundial; tiene la cuarta parte del PIB mundial y maneja el 45% de las reservas monetarias del mundo; de ellas (el 20% son de China). Aporta, además, una cuarta parte de la producción del mundo (un 18% es chino), una suma de 5 billones (millones de millones) de dólares de reservas internacionales en divisas y oro, que contrastan con los 716.000 millones de EEUU, una de las reservas más pequeñas del mundo desarrollado, que lo hace un país dependiente de los créditos externos y el mayor deudor del mundo (Datos del Banco Mundial para el 2021).

 La idea de esta unión es incrementar el comercio y la ayuda mutua de esas naciones, pero sobre todo abrir formas de comercio e inversión al margen del dólar y sin la participación de los tradicionales bancos de occidente. Es muy posible que en poco tiempo el banco de esta entidad, desde hace unos días presidido por la expresidenta brasileña Dilma Rousseff pueda crear una moneda en metálico o virtual, es decir, una criptomoneda, que permita los intercambios mutuos. Esa moneda, han advertido, sería respaldada por el oro para evitar los excesos del dólar a que hemos hecho referencia.

 Si ese programa se hace realidad, las consecuencias para la economía norteamericana será previsiblemente muy negativas. ¿Cómo piensa resolver EEUU este problema? Pues como siempre ha resuelto todos: por la vía de las armas.

 Este es el contexto de la nueva guerra fría. Pero esta tiene un contexto particular. En la anterior, el adversario de EEUU, la Unión Soviética, nunca alcanzó límites tan altos en su producción y en su participación del comercio mundial. Estuvo alrededor del 8%. Hoy solo China se coloca en el primer lugar mundial en esta materia, con el 15%, y amenaza con convertirse en la primera potencia económica en pocos años. Así lo apuntan sus acelerados ritmos de crecimiento. Entre el 2005 y el 2021, el PIB de EEUU creció un 97%; el chino, un 718%.

 El objetivo estratégico de Estados Unidos es cercar a China y a Rusia dentro de una nueva cortina de hierro y obligar a las demás naciones a volver a su redil. En ese contexto es que se desarrolla la guerra de Ucrania, provocada por la intención norteamericana de encerrar a Rusia con los misiles de la OTAN.

 Por eso son tan irresponsables las posturas maximalistas de rechazo a la guerra y las condenas unilaterales a Putin en nombre de una mal concebida paz. La paz verdadera solo puede nacer de la desintegración de la OTAN y de la creación de un nuevo orden económico mundial de trato justo y provechoso para todos, que supere las unilateralidades del Bretton Woods y le permita al Tercer Mundo un respiro a sus viejos males y una posibilidad de verdadero desarrollo independiente.

 La pregunta que queda es: Y cuando el BRICS entre en pleno servicio, ¿dónde colocará Estados Unidos sus dólares inorgánicos?

Encuesta: Chaves arriba, pero con dudas

Manuel Delgado

  El Estudio Nacional de Opinión Pública (ENAOP) de Borge y Asociados de este mes de marzo vuelve a mostrar un gran apoyo al presidente y a su gestión. Sin embargo, creo que el mandatario no debería cantar mucha victoria, porque ese apoyo está inserto en grandes signos de interrogación.

  Creo que los más llamativo es que los entrevistados consideran que en los temas más importantes el gobierno no está cumpliendo. El fracaso gubernamental, en algunos casos, es crítico.

  Para los costarricenses, los temas económicos y sociales, vale decir Desempleo, Situación Económica, Costo de Vida y Pobreza, suman el 48,8% de las opiniones cuando se les pregunta por los problemas principales del país. Cuando se trata de las familias o de sus familias, es decir, cuando se vuelve más íntimo y personal, se elevan al 57,3% de las opiniones.

  Pues bien, en esos tópicos, la mitad de los encuestados considera que la gestión gubernamental es mala (reducir el desempleo, bajar la canasta básica y otras).

  La Seguridad es, individualmente considerada, la preocupación que ocupa el lugar más alto (27,2%) cuando se les pregunta por el país, pero es de solo el 5,6% cuando se trata de la situación de sus familias. Como siempre ha ocurrido, la percepción de inseguridad es mucho más alta que la inseguridad misma y esa percepción es introducida, en gran parte por nuestra mala prensa.

  Y aquí el gobierno vuelve a delinquir: el 49,7% califica de mala su labor en el combate a la delincuencia, mientras que solo un 13,5% cree que ha hecho buena labor en el combate al narcotráfico y el crimen organizado.

  Aun así, la persona del presidente Chaves sigue siendo bien valorada (63% de los encuestados), y el apoyo a su gestión, si bien ha bajado, se sigue manteniendo en un 70%. Curioso, ¿no? Los ticos seguimos creyendo que el gobierno hace mal las cosas, pero le damos una alta valoración.

  El porqué de ese apoyo sigue siendo motivo de dolores de cabeza. No he escuchado la sola explicación convincente. Claro que yo no pretendo tener algo así. Pero voy a dar algunas opiniones.

  Pienso que el triunfo de Chaves y su popularidad nacen del desplome de todos los demás partidos. El elector costarricense ha vivido un trauma inédito. Se le destruyó el PUSC, el gran partido de Calderón Guardia, lo que fue para muchísimos costarricenses un golpe en el alma. Luego vivo el desprestigio, también traumático, del PLN, el partido de don Pepe, y que ya va por tres elecciones perdidas. Las emociones, las esperanzas, los entusiasmos, volvieron a surgir con el PAC, que termina escribiendo una de las páginas más vergonzosas de nuestra historia. Termina no obteniendo ni un 1% de los votos. Y esto fue tremendamente impactante para muchísima gente. Conozco personas que todavía lloran cuando recuerdan eso. Lloran literalmente, con lágrimas de agua y desengaño.

  Entonces los costarricenses, sobre todo los más humildes y olvidados, vuelven los ojos a un tecnócrata desconocido, sin nexos con la política, sin pertenencia a ningún partido, que muestra, además, un lenguaje antisistema. Una cosa muy similar ocurrió en Perú: los peruanos, hastiados de los partidos viejos y nuevos, terminan apoyando a un tecnócrata llamado Fujimori. Los resultados son bien conocidos.

  El segundo gran motivo es ideológico: no en todos los casos, pero en muchos el voto se decidió por un mensaje que gran parte de los ticos comparten, el del neoliberalismo, una ideología y un programa político antipopular por sus fines pero popular por las preferencias. Antisistema significó, en nuestro caso concreto, no anticapitalismo, sino anti-capitalismo proteccionista, no anti-empresa-privada, sino anti-estado-de-bienestar. La gente ha sido ganada por un mensaje que habla contra los empleados públicos, contra las desigualdades y privilegios, contra la burocracia, y termina votando por los grandes privilegiados y en contra de sus mismos intereses. Es el triunfo ideológico de la oligarquía, representada por los grandes partidos y apoyada por la gran prensa.

  En esa derrota ideológica nosotros, los que nos llamamos de izquierda, tenemos una gran culpa. Ha sido ni más ni menos nuestra derrota. Primero por nuestra debilidad orgánica, por nuestra manía fatal de ocultar nuestros fines y decir las cosas a medias, pero nuestra división y nuestro menosprecio por la labor teórica, que a veces consiste en renuncia a toda teoría, por nuestra falta de espíritu crítico. La derecha nos ha ganado la batalla en ese campo, el de las ideas.

  Mucho de nuestra derrota proviene de un apoyo acrítico de nuestro estado de bienestar y de derecho. Apoyamos el estado con todo lo bueno, pero también con todo lo malo, y en nuestra lucha por defender a los trabajadores estatales terminamos siendo defensores de la burocracia, de la ineficacia y de los privilegios de las altas esferas, de los sueldos indefendibles y demás. Allí incluyo a las universidades públicas y muchas de sus conductas insostenibles. No quisimos discutirlo a tiempo, y ahora nos cae encima el tsumani neoliberal. La gente está harta, todos estamos hartos, de este estado ineficiente y corrupto. Entonces, en estas circunstancias, quien perdió fue la seguridad social. Fue el PLN y el PUSC los que iniciaron el proceso, pero fue el PAC, un partido falsamente tildado de izquierda y vergonzosamente apoyado por la izquierda, quien nos pone al borde del despeñadero.

  De aquí se desprende una tercera cuestión, y que tiene que ver con el valor de la democracia. Un régimen político que nos aporta hambre, pobreza, corrupción e ineficacia se ve superado por el ideal de la dictadura. Necesitamos un régimen fuerte, dice la gente, un presidente que no le tenga miedo a nada. Igual que con Fujimori, Chaves logra canalizar ese sentimiento y llevarlo a Zapote. Mientras tanto, la izquierda sigue hablando de defender la democracia y en vez de proponerse sustituirla por una democracia nueva, sigue creyendo que el camino es ponerle betún a la bota vieja y rota, en vez de proponerse cambiar de calzado.

  La última cuestión tiene que ver con el machismo. La sociedad costarricense ha avanzado muchísimo en materia de los derechos humanos asociados al papel de la mujer y las opciones sexuales. Estas transformaciones han involucrado a personas de todos los gustos políticos, izquierda de primera, pero también al PAC, ministros y activistas suyos.

  Este cambio tan positivo crea, como es lógico, una reacción, una respuesta del mundo machista y discriminatorio que está herido y en su lecho de muerte. Y los representantes de ese mundo se levantan en respuesta. Curiosamente, pareciera que las acusaciones de este tipo en contra de Chaves que no lo dañaron, sino que lo impulsaron.

  De la mencionada encuesta hay cuatro cosas que me reconfortan. La primera es que las universidades públicas son las instituciones más respetadas, con un 76,0% de apoyo. Me reconforta no solo por la defensa de la institución, sino porque es una derrota de las prédicas de la derecha.

  Una segunda es que los encuestados no muestran un apoyo claro a la ley de empleo público. Los pocos que responde a esta pregunta se reparten casi por mitades entre apoyarla o rechazarla.

  La tercera es que solo una cuarta parte se manifiesta por ilegalizar totalmente el aborto. El resto, tres cuartas partes, lo apoyan con diversos matices.

 La última es que la iglesia católica apenas representa poco más de la mitad de la población (es, por cierto, el porcentaje más alto en Centroamérica). Los míos, los ateos o no feligreses de ningún credo, llegamos ya al 15%. Toda una noticia.

Perú: la Geopolítica detrás de la Crisis

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

La crisis que vive Perú ha sido analizada con detalle desde la ciencia política y los encuadres teóricos comunes a este tipo de eventos; se estudian los actores, los hechos, las desigualdades estructurales que marcan una clara polarización social y política, la historia política reciente, así como repercusiones en la vida democrática del país y su institucionalidad. Hasta ahí todo muy bien, justo y necesario. Pero hoy eso no basta. Subyacen razones también reales y profundas debajo del iceberg que chocó en diciembre pasado contra la democracia en ese país. Me refiero a la geopolítica y el entorno global dentro del cual se desarrollan estos acontecimientos.

En una época histórica de incertidumbre planetaria, dentro de un contexto de dependencia estratégica hacia los recursos naturales, guerra en Europa, crisis sanitaria y económica, colapso ambiental y disputa de hegemonías en América Latina, es que debemos estudiar los hechos suscitados en Perú. Trataré de explicar cada punto de manera resumida a continuación. El sistema internacional atraviesa por un periodo de turbulencias que se enmarca dentro de la transición hacia un orden mundial de carácter multipolar, o sea, donde emerge la presencia de actores diferentes a los tradicionales con el suficiente peso político, económico o militar, como para incidir en la toma de decisiones globales en el concierto de las naciones.

Esto sin duda, tiene impactos en todo el planeta y América Latina no es la excepción. Históricamente, potencias como los EEUU han visualizado desde su propia visión geopolítica a nuestra región como su patio trasero, donde la presencia de cualquier otra potencia es percibida como una amenaza directa a sus intereses y seguridad nacional. No obstante, y para su disgusto, la República Popular China ha llegado a ser en los años recientes el segundo socio comercial de América Latina y el Caribe. Igual molestia les genera el acercamiento de otras naciones como Rusia, Irán, India o Turquía a la región.

En esa dirección, el año pasado en la XV Reunión de Ministros de Defensa de las Américas, los EEUU presentaron a nuestros países la estrategia de la Doctrina de la Disuasión Integrada (integrated deterrence), considerada como una estrategia clave para su seguridad nacional. Busca integrar todas las herramientas del poder nacional a través de los dominios, la geografía y el espectro del conflicto, mientras trabaja con aliados y socios para contener el acercamiento de lo que ellos consideran países enemigos en suelo latinoamericano; entiéndase China y Rusia, especialmente.

Pero aclaremos algo, hoy estas disputas geopolíticas no son por temas ideológicos, sino por intereses comerciales ligados a los recursos estratégicos y materias primas que se encuentran en nuestros territorios, necesarias para sostener al mercado global con su maquinaria irracional de hiper-producción y sobreconsumo modernos. Hoy estos recursos dan o quitan poder, y hasta pueden llegar a ser razones para poner o quitar gobiernos. Aunque algunas veces nos quieran hacer creer que la lucha es por la democracia, en contra del autoritarismo y la tiranía, como fue en décadas pasadas, la realidad hoy muestra que la ruta del pragmatismo y los intereses económicos predominan por encima de aquellos nobles ideales. No se puede olvidar tampoco el contexto de escasez de algunos de estos recursos, de ahí la competencia encarnizada por obtenerlos.

Esta dependencia estratégica hacia recursos esenciales no presentes en todos los países, hace que se justifiquen todos los medios disponibles para buscar su control, administración y acceso, por ser tratado como un tema de seguridad nacional. En medio de la lucha por la independencia de los combustibles fósiles y la transición hacia matrices energéticas más amigables con el medio ambiente, existen ciertos recursos que cobran cada vez más importancia y que pasan a ser el objetivo primordial de todos los países que tienen en sus planes el competir en estos nuevos mercados. El litio es uno de esos recursos, considerado como el nuevo oro de la era energética verde.

Esto avanza sin detenerse, a pesar de ello y sin ser contradictorio, la guerra en Europa ha vuelto a poner el tema de la seguridad energética en el centro discusión. La dependencia energética de occidente hacia países considerados hostiles ha ocasionado que el tema del aseguramiento energético sea la prioridad número uno, especialmente en los países europeos, aunque eso implique, como en el caso de Alemania por ejemplo, seguir consumiendo o incluso aumentar el consumo de fuentes altamente contaminantes como el carbón y el petróleo. De ninguna manera se pueden dar el lujo de detener el funcionamiento de sus servicios básicos, industria y comercio.

Este traspié de la guerra, al igual que la crisis sanitaria de la Covid-19, no estaba en las variables estudiadas y proyectadas sobre el futuro hace tan solo un par de años atrás. Así, garantizar el acceso a la energía a precios razonables, aunque el sacrificio sea la naturaleza y las posibilidades de vida en el futuro, pasa a ser la prioridad estratégica de las potencias en este mundo de incertidumbres y turbulencias. No podemos olvidar que aún hoy, como afirma el especialista en geopolítica de la energía, Daniel Yergin, la economía mundial depende en un 80% de los hidrocarburos.

Volviendo de nuevo al tema de la dependencia hacia los recursos latinoamericanos y las relaciones económicas entre las élites locales y las potencias, cabe recordar las declaraciones que dio días atrás Laura Richardson, la general jefa del Comando Sur de Estados Unidos sobre la trascendencia que ha tomado para EEUU el triángulo del litio, conformado por Argentina, Bolivia y Chile, que conserva el 68% de los reservorios globales de este elemento indispensable para la producción de todo lo que tiene que ver con tecnologías en la era digital. Aquí el interés y la competencia entre potencias, una vez más, es por el acceso y explotación (concesiones) de dicho recurso. Desde luego, el hecho que haya gobiernos más afines a una u otra siempre es un valor agregado para sus intereses y el de sus compañías multinacionales, por lo tanto, no es de extrañarse que busquen naturalmente esa afinidad y acercamiento político.

En el caso de la República Popular China, su modelo de acercamiento con América Latina y el Caribe ha sido muy diferente y respetuoso; propone el establecimiento de relaciones complementarias y no necesariamente competitivas, muestras su voluntad de fortalecer los vínculos de cooperación sur-sur y respeta los asuntos internos de todos los países con los que establece relaciones comerciales y políticas. Dentro de lo ofrecido por China a la región se encuentra la Iniciativa de la Franja y la Ruta, una propuesta de desarrollo e infraestructura global que abre la oportunidad para la construcción de infraestructura estratégica de los países participantes para el fortalecimiento del comercio internacional y su crecimiento económico.

Como parte de esta iniciativa, China y Perú se comprometieron años atrás para construir en Chancay, un enclave pesquero y agrícola en la costa central de Perú, un mega puerto estratégico para el comercio con Asia-pacífico, que según expertos, cambiará totalmente no solo la geografía en el sur del continente, sino que por su tamaño y operación, pasará a ser un centro neurálgico del comercio internacional, más cercano geopolíticamente a Pekín, que a Washington. En ese puerto podrán atracar los cargueros más grandes del mundo que pueden llegar a transportar hasta 18 000 contenedores, lo cual lanza una clara señal de la magnitud de dicha obra de infraestructura. Existe también un proyecto para la construcción de otro mega puerto en Perú, en Arequipa, llamado Puerto Corio, que buscaría incluso construir un tren bioceánico con el fin de conectarse con el Puerto Santos en Brasil, el más grande hasta el momento en América Latina. Este proyecto en 2021 logró conseguir inversionistas de Brasil, EEUU, Inglaterra y España. No obstante, a hoy todavía el proyecto no arranca, mientras el Puerto de Chancay espera entrar en funcionamiento en el segundo semestre del 2024. Si no hay imprevistos de carácter político.

Pero no todo se reduce a la infraestructura, la posición geoestratégica y el comercio. Los recursos naturales de Perú son importantes para los ojos del mercado y las grandes potencias. El Ministerio de Energía y Minas del Perú dice que ese país es el segundo productor de plata, cobre y zinc a nivel mundial, y es el primer productor de oro, zinc, estaño, plomo y molibdeno en América Latina. También posee petróleo, con una producción de 40.538 barriles por día (al 2022), y grandes reservas de plata, y otros metales no menos importantes, sin dejar de lado la biodiversidad con la que cuenta.

¿Pueden ser todas estas algunas de las verdaderas razones de fondo del conflicto que sufre Perú hoy? ¿Existen contradicciones políticas e ideológicas internas entre las élites económicas más importantes del país, sus intereses y el pueblo? ¿Qué tipo de relación (¿negocios?) tienen dichas élites con la clase política peruana y los intereses extranjeros? ¿Existe una disputa encubierta por el control-explotación-distribución de los recursos estratégicos de Perú detrás de toda esta crisis política? Es algo que el tiempo nos irá aclarando con el pasar de los días. Lo cierto es que este es el escenario de fondo, uno que no se está tomando en cuenta y que sin duda, da una idea sobre la magnitud de los desafíos que enfrentan todos los países que cuentan con recursos indispensables para la maquinaria económica global, y hacia los cuales existe una dependencia cada vez más manifiesta, mientras los pueblos, en este caso el peruano, es la gran víctima de este ajedrez planetario.