Ir al contenido principal

La audiencia crédula

Oscar Madrigal

Al principio fue el cambio de espejitos por oro, ahora es el escandalillo por la venta del país. Y aún la mayoría sigue aplaudiendo.

El verdadero objetivo del gobierno de Chaves se refleja en sus prioridades de proyectos de ley a discutir en el próximo periodo de sesiones de la Asamblea Legislativa: Básicamente son 3:

1- Endeudamiento por 6 mil millones de dólares.

2- Venta del BCR

3- Jornadas flexibles.

El primer punto es solo necesario para pagar intereses de la gigantesca deuda del país, en este caso la deuda externa. La lógica es simple: pedir prestado para pagar los préstamos y sus intereses, aumentar la bola de nieve y ser fiel cumplidor de los organismos financieros internacionales.

Lo segundo es la venta o privatización de los bienes, empresas e instituciones de los costarricenses, cuya venta será -también- para pagar la deuda, los préstamos.

Y el tercer punto es las jornadas 4×3 que propone eliminar las horas extras, establecer jornadas extenuantes, todo ello en perjuicio de la salud y el ingreso de las trabajadoras y trabajadores.

En estos proyectos está recogida la esencia de las políticas de Chaves: neoliberalismo del puro que es privatización, endeudamiento, pérdida de derechos laborales.

Pero las políticas esenciales deben adornarse o vestirse atractivas para engatusar a una audiencia crédula.

La credulidad de la opinión pública, que no es más que la pérdida del sentido crítico, se abona con escándalos, bravuconadas y mentiras que se hacen aparecer como verdades. Llama la atención, por ejemplo, como los ministros y el Presidente mienten, se retractan y vuelven a mentir con una naturalidad o cinismo que solo se explica por su desprecio a la inteligencia ajena.

Aunque la pobreza, el desempleo o los bajos salarios, el alto costo de la vida, el desastre vial, la destrucción de las instituciones estatales, siguen siendo males que no encuentran propuestas de solución del señor Chaves, muchos siguen creyendo que La Nación y Chaves son esencialmente diferentes.

Ni siquiera alcanzamos a vivir en la ciencia ficción, porque ella siempre se fundamenta en la rebelión de los despojados, la lucha contra los opresores o de aquellos que vienen a destruirnos.

https://surcosdigital.com/suscribirse/

Entre la esperanza y la desconfianza

José Luis Pacheco Murillo

Lo peor que le puede pasar a un pueblo es que le roben la esperanza y desgraciadamente a nuestro pueblo se la han robado una y otra vez y como si fuera masoquista, ante nuevas promesas vuelve a llenarse de nuevas esperanzas y vuelve a confiar.

Sería imperdonable que el actual gobierno traicione esa esperanza y robe esa condición de quien de buena fe confía.

Ha cometido errores que dándole el derecho de la duda podría decirse que por inexperiencia y pese a ellos el pueblo en su mayoría, sigue confiando, aunque ya con menos vehemencia que antes.

Temas como reactivación económica, empleo, arroz, revisión técnica vehicular, tarifas eléctricas, precio de combustibles, han sido puntos débiles polémica y hay desconfianza en cuanto a que sea acciones propiamente del gobierno las que han generado los cambios que se han visto, por ejemplo, en lo de las tarifas eléctricas y las ganancias del ICE.

Decir una cosa hoy para luego hacer otra mañana, va creando desconfianza. Emitir un decreto hoy para modificarlo mañana, va creando inseguridad. Y a estas alturas y por lo vivido en los últimos años este pueblo requiere de más certeza y seguridad en cuanto a que lo que hace el gobierno es para bien.

Posiblemente mucho de lo que se dice puede ser motivado por la no aceptación del triunfo del señor Chaves, pero si fuese cierto sería desastroso, por ejemplo, el que desea beneficiar a sus amigos y financistas de campaña con temas como Caldera o la venta del BCR. Si así fuera, todo su discurso sobre combate a la corrupción quedaría en nada y estaríamos ante lo mismo de siempre y esperaríamos que en la Asamblea Legislativa eviten esos negocios si así lo fueran.

El gobierno y el señor Chaves deberían ser claros y demostrar fehacientemente que las cosas no son así y no dar cabida a las dudas, incluso hasta con los temas de la campaña política. La transparencia robustece las acciones de un gobierno y hace que quienes juzgan y señalan pierdan credibilidad, pero el silencio, la manipulación de la información o la falta de esta debilitan cualquier acción buena del gobierno porque quien pierde credibilidad es precisamente el gobierno.

Las conferencias de prensa son buenas y dependiendo de lo que en ellas se diga pueden ser útiles para fortalecer esa esperanza o acarrear la inseguridad y pérdida de confianza y ese sería el peor camino que pueda seguir este gobierno.

Dios quiera que todos los funcionarios públicos entiendan que el pueblo necesita urgentemente creer y mantener la esperanza y de esa forma fortalecer la institucionalidad y caminar hacia la Costa Rica que todos queremos y deseamos.

Lula, defensor de derechos

Rodrigo Aguilar Arce

La necesidad le obligó a empezar a trabajar con tan solo doce años, en cualquier empleo que fuese saliendo: limpiabotas, ayudante de tintorería, vendedor ambulante de tapioca, frutero…

Más tarde, con catorce años, comenzó a trabajar en una planta de producción de tornillos y abandonó la escuela, también como consecuencia de la mala situación económica de la familia.

Con 21 años arrancó su andadura en la industria metalúrgica, lugar donde se inició en el sindicalismo del sector, de la mano de su hermano mayor, repartiendo boletines críticos con el régimen militar de Costa e Silva y sus sucesores, y defendiendo los derechos de los trabajadores.

¿Dónde se quedó el centro?

Óscar Madrigal

Hace un tiempo leí una afirmación que me pareció interesante. Decía: “Desde hace muchos años en Latinoamérica EL CENTRO NO GANA ELECCIONES”, refiriéndose lógicamente al llamado centro político.

Las elecciones brasileñas de ayer confirman lo dicho. Lula ha vencido al fascismo en Brasil, en Perú, Castillo derrota a la ultraderecha de Fujimori, en Chile se triunfa sobre un simpatizante de los nazis al igual que en Colombia ante un candidato que decía admirar a Hitler, en Argentina, Méjico se derrota a las fuerzas ultraderechistas. Es la izquierda en toda América Latina que pone la cara a las derechas más derechas.

Los partidos que se llaman del centro político se han difuminado hasta prácticamente desaparecer, en unos casos por ser servidores del neoliberalismo y del proyecto político de la austeridad como nuestro PLN, y en otros casos por no enfrentar con fortaleza esas políticas.

El triunfo de Lula es recibido con los brazos abiertos por toda la izquierda latinoamericana.

Los dos gigantes de nuestra América, Brasil y Méjico, caminarán en un mismo sentido, junto con Argentina, Perú, Chile y Colombia, para hacer de nuestro Continente un bloque fuerte que defienda los intereses latinoamericanos y enfrente las arremetidas de los otros bloques políticos y económicos que se están configurando en el mundo. América Latina puede dejar de ser el continente solo y sin importancia para darse a respetar como unidad ante las grandes potencias.

En Brasil se logró conformar en la segunda vuelta, un amplio movimiento con partidos de centro aglutinados y dirigidos por el Partido de los Trabajadores y por un político de izquierda. El centro político parece entender que solo tendrá futuro al lado de los partidos y movimientos populares porque la derecha latinoamericana está muy enraizada con las fuerzas más retrógradas del mundo.

Hoy se ha abierto para nuestra América un nuevo futuro, que es contrario al neoliberalismo, al neoconservadurismo y a las fuerzas de la derecha facha o fascistas.

Como en muy pocos momentos de la historia contemporánea estamos ante la posibilidad de la Unidad Latinoamericana para la reivindicación y defensa de nuestros sufridos pueblos.

Abebe Bikila, el héroe etíope que ganó dos maratones olímpicas

Gabe Abrahams

Abebe Bikila (1932-1973) nació en un pequeño pueblo etíope, Jato, perteneciente a la región de Shewa.

En 1935, al ser invadida Etiopía por la Italia fascista de Benito Mussolini, el pequeño Abebe Bikila y su familia huyeron de su pueblo y se refugiaron en la ciudad de Gorro. Al cabo de un tiempo, todos pudieron regresar a Jato y seguir trabajando de granjeros.

Con 20 años, Abebe Bikila emigró a Adís Abeba, la capital de Etiopía. Y allí pasó a formar parte del 5º Regimiento de Infantería de la Guardia Imperial de su país, una división que estaba dedicada a la protección del emperador etíope Haile Selassie.

Poco después, Bikila se aficionó cada vez más a correr e inició su carrera deportiva, entrenando de manera planificada y regular con Onni Niskanen, un entrenador sueco empleado por el gobierno etíope. Los resultados no se hicieron esperar.

En 1956, Abebe Bikila terminó segundo detrás de Wami Biratu en el campeonato de las Fuerzas Armadas de Etiopía. Habiendo alcanzado el rango de capitán de la Guardia Imperial, las competiciones de Bikila empezaron a contarse por victorias.

Después de contraer matrimonio en marzo de 1960 con Yewebdar Wolde-Giorgis, su mujer hasta el final de sus días, Abebe BiIkila intensificó sus entrenamientos con el objetivo de llegar en las mejores condiciones posibles al maratón de los Juegos Olímpicos de Roma, que se disputaban en el verano de aquel año.

Los duros entrenamientos realizados en altitud, unidos a una genética privilegiada y a la motivación de triunfar en Roma, la capital del país que había invadido el suyo cuando él era muy pequeño, resultaron decisivos en la cita olímpica.

Llegado el momento, Abebe Bikila, corriendo descalzo y en medio de la noche romana, se impuso en el maratón de los Juegos Olímpicos de Roma 1960 con gran autoridad, con una superioridad aplastante, logrando la medalla de oro y la plusmarca mundial de la distancia.

Durante el maratón, el público romano no creía lo que estaba viendo. Un etíope descalzo llegado del país que Italia había invadido dos décadas antes derrotaba a todos y cada uno de sus rivales con una autoridad incontestable.

Probablemente, el momento de mayor carga simbólica ocurrió cuando Abebe Bikila pasó camino de su victoria frente al Obelisco de Axum, el cual había sido robado y trasladado a Roma desde Etiopía en 1937 por las tropas fascistas de Mussolini.

La gesta olímpica de Abebe Bikila le convirtió en un héroe, tanto en su país Etiopía como en el resto del mundo. El etíope descalzo causaba devoción en su país y una gran admiración en el extranjero.

En 1964, Abebe Bikila mantenía su excepcional nivel deportivo y todo el mundo apostaba por un nuevo oro olímpico del atleta etíope, pero surgió un contratiempo de última hora. Fue operado de apendicitis seis semanas antes del maratón de los Juegos Olímpicos de Tokio 1964.

A pesar de ese contratiempo, Abebe Bikila no falló. Se recuperó de la operación con rapidez, retomó sus entrenamientos y, en esta ocasión calzado y extraordinariamente delgado, volvió a ganar el oro olímpico en la prueba de maratón y a conseguir la plusmarca mundial de la distancia.

Su nueva gesta olímpica reforzó aún más su condición de héroe para millones de personas.

La vida del ya doble Campeón Olímpico de maratón Abebe Bikila sufrió un cambio espectacular a partir del año 1967 y resultó muy desdichada. En el maratón de los Juegos Olímpicos de México 1968, se retiró de la prueba. En 1969, sufrió un accidente automovilístico cerca de Adís Abeba que le produjo una paraplejia, de la cual no se recuperó jamás. Desde entonces, no pudo volver a caminar.

En 1970, envuelto en ese drama personal, Abebe Bikila participó en los Juegos de Stoke Mandeville en Londres, competición precursora de los posteriores Juegos Paralímpicos. Compitió en tiro con arco y tenis de mesa.

En 1972, Bikila fue invitado por los organizadores de los Juegos Olímpicos de Múnich y recibió un sentido homenaje. El público le dedicó una gran ovación en la ceremonia de apertura, mientras él saludaba desde el césped del Estadio olímpico sentado en su silla de ruedas.

El 25 de octubre de 1973, finalmente falleció Abebe Bikila a los 41 años de edad en Adís Abeba. La noticia fue impactante para millones de admiradores de todo el mundo.

En Etiopía, con buen criterio, Bikila fue enterrado con todos los honores militares y su funeral se convirtió en un funeral de Estado. Asistieron unas 65.000 personas, incluido el emperador Haile Selassie. Selassie, además, proclamó un día de luto por su muerte.

Desde su fallecimiento, ocurrido hace ahora medio siglo, Abebe Bikila ha recibido innumerables homenajes y reconocimientos desde muy diversos campos. Por ejemplo, el estadio nacional de Adís Abeba lleva su nombre. Su doble gesta olímpica ha permanecido en la memoria colectiva. No podía ser de otra manera.

La SUTEL ataca al ICE

Freddy Pacheco León

Sentimos que en relación con el gran negocio privado que se vislumbra con las «AUTOPISTAS DE 5G», los miembros de la Superintendencia de Telecomunicaciones (SUTEL) se están enredando en sus funciones.

Si su deber es velar por el uso eficiente del espectro radioeléctrico y vigilar y controlar el ordenamiento jurídico de las telecomunicaciones, es muy cuestionable que enfilen baterías indignas contra el ICE cual, si fuere éste, y no los que asoman por las esquinas, los invasores.

Hay decisiones subjetivas tomadas en una mesa de cualquier sodita, que tienen consecuencias muy relevantes para la Patria y por ende, para el pueblo costarricense. Hacemos pues, un llamado para que reconozcan que sus actitudes y acciones podrían dar al traste con la ejemplar labor del ICE, y para que, con un poquititico de humildad, los estimables miembros de la SUTEL reconozcan sus errores y, si es del caso, su incompetencia.

Quizá otros podrían cumplir mejor los deberes inherentes a esa vital superintendencia.

Consejo de SUTEL: Federico Chacón, Gilbert Camacho, Walther Herrera y Hannia Vega.

Agua en la COP27: sigue disputa entre negocios y derechos de los pueblos

Osvaldo Durán-Castro/ Sociólogo ITCR
FECON Costa Rica/Rivers for Climate Coalition

Entre el 7 y el 18 de noviembre de 2022, en Sharm el-Sheij, Egipto, se realizará la Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), dando seguimiento a las 26 conferencias anteriores; la última realizada en Glasgow, Escocia. Como siempre, la gente optimista espera que los gobiernos y el mundo corporativo, dialoguen y regresen a sus países a aplicar acciones efectivas para frenar y en el mejor de los casos, revertir las causas y efectos del cambio climático.

El agua está relacionada al cambio climático por su uso energético y productivo, porque es el elemento más determinante para la vida humana y porque de ella depende la sobrevivencia de los ecosistemas. El agua es también el origen de las más desafiantes disputas económicas y la desigualdad en el acceso a ella, delata la inaceptable inequidad social que vivimos.

LA FARSA DE LAS REPRESAS “SOSTENIBLES”

En todo el planeta el agua sigue siendo explotada de manera ilimitada en la producción de hidroelectricidad, que es una energía sucia y destructiva. En la “Declaración Global de Ríos por el Clima” presentada en la COP26 en Glasgow, Escocia por 340 organizaciones de 78 países, explicamos con detalle el aporte de esta energía a la contaminación y el calentamiento global. Un solo dato: “Las represas y embalses emiten cantidades masivas de metano, un gas de efecto invernadero 86 veces más potente a corto plazo que el dióxido de carbono”. Las represas impiden que los ríos cumplan su “papel vital en el secuestro de carbono y la creación de resiliencia climática”.

Algunos de los estudiosos más calificados, entre ellos Patrick Mc Cully, en su extenso y elogiado trabajo, y particularmente en su clásico libro “Ríos silenciados. Ecología y política de las grandes represas” (Proteger Ediciones. Argentina. 2004), explica que, si consideramos la definición de desarrollo sustentable de la Comisión Brundtland, se llegará a la conclusión de que “mediante la destrucción de los ríos y estuarios y la extinción de especies, las represas afectan las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus necesidades”. El autor explica que, contrario a la tesis oficial de gobiernos y empresarios, los embalses “…consumen y emiten grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4), los dos gases de efecto invernadero no sintéticos más importantes” (pág. 169).

En la “Declaración por los derechos de los ríos y los pueblos” de la “Movida global” realizada en Costa Rica en setiembre 2021, más de 2000 personas de organizaciones de América, Europa y África, expusimos también sobre la destrucción social generada por las represas hidroeléctricas, pues esa explotación del agua provoca el “desplazamiento forzado y violento de muchos pueblos del mundo que han quedado sin agua para tomar, pescar, cultivar y con sus culturas y tejido social destruidos. Muchas de las víctimas son pueblos indígenas originarios, cuyos ríos y territorios son un botín para las corporaciones”.

En la COP27 es indispensable reconocer que el negocio de las hidroeléctricas además de acelerar el calentamiento del planeta, ni siquiera asegura el acceso al servicio básico de electricidad a la gente más pobre. “Actualmente en América Latina y el Caribe, 17 millones de personas no tienen acceso a la electricidad”, dice la Comisión económica para América Latina, CEPAL. Es una tragedia humana para “el 15% de la población que reside en viviendas precarias sin acceso a electricidad” y en Bolivia, Chile, El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua esta carencia la viven entre el 30 y 40% de las personas. Esta carencia reafirma que la hidroelectricidad es una fuente de exclusión social y miseria, lo cual no impide que la presenten cono energía “sostenible” y “verde”, ni que empresas nacionales y transnacionales continúen acumulando fortunas.

SIN AGUA Y MÁS POBRES

Los modelos económicos excluyentes han provocado que miles de millones de personas vivan con agua de mala calidad, con escasa cantidad o sin agua. Los datos de la ONU siguen siendo alarmantes, pero las respuestas efectivas no llegan a pesar de los diagnósticos repetidos:

  • “2.200 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura.
  • Casi 2.000 millones de personas dependen de centros de atención de la salud que carecen de servicios básicos de agua.
  • Más de la mitad de la población -4.200 millones de personas- carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura.
  • 2.000 millones de personas viven en países que sufren escasez de agua.
  • El 90% de los desastres naturales están relacionados con el agua”.

Según la CEPAL, en América Latina “161 millones de personas (equivalente a 2,5 de cada 10 personas) no tienen acceso adecuado a agua potable”. Aún más grave, es que 431 millones de personas (equivalente a 7 de cada 10) en la región no tienen acceso a saneamiento “gestionado de manera segura”. La falta de agua de buena calidad está relacionada directamente con la inequidad. En muchas ciudades de América Latina y el Caribe millones de personas “no solamente no tienen acceso al agua potable, sino que tampoco tienen acceso a instalaciones de higiene para lavarse las manos: más de 9 millones de personas en Colombia, casi 5 millones en Bolivia y 2 millones en México”.

En países de África la situación es igual o peor. “En el África subsahariana“un 40% de sus 783 millones de habitantes -viven- sin acceso a una fuente de agua potable mejorada”. Con datos de 35 países, la ONU señala que “en las zonas rurales, el agua canalizada no existe en el 40% de las viviendas de los más pobres y menos de la mitad de la población tiene acceso a una fuente mejorada de agua”. En la vida cotidiana de gente como Issiaka Konate de Mali la existencia no puede ser peor como ella misma explica: “la situación del agua en nuestra comunidad es insoportable, la gente bebe agua sucia directamente. En algunas localidades de nuestro país, cuando una mujer da a luz, hay que caminar varios kilómetros para sacar agua del río para lavar al bebé y a la madre” (Com. Pers.).

Ya estamos viviendo en una “catástrofe climática” y con “la biodiversidad que se derrumba”, como advirtió el secretario general de la ONU António Guterres en 2021. A esto se suma que el abismo entre la élite ultrarrica y la mayoría sigue creciendo, pues “en el último año se ha producido un aumento de cinco billones de dólares en el patrimonio de los más ricos del mundo”, y por tanto urge un «cambio de paradigma que permita alinear al sector privado con las metas globales para hacer frente a los retos futuros”, dice Guterres. Pero esto será imposible si no se pasa de los diagnósticos y los discursos, a las obligaciones para gobiernos y empresas.

Si se mantienen las condiciones actuales de destrucción de la vida en el planeta y de inequidad social, será del todo imposible, como ha sido hasta hoy, cumplir objetivos de la Agenda 2030 como “6. Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos” y “7. Asegurar el acceso a energías asequibles, fiables, sostenibles y modernas para todos”. El acceso justo al agua es imposible dentro de sistemas aberrantes que privilegian la opulencia y exacerban la miseria extrema. Por eso no se pueden desligar los objeticos climáticos de las COP, de un cambio social radical orientado a la equidad. La justicia climática, antes que nada, debe ser justicia social.

En la COP27, los pueblos del mundo pueden reafirmar que no necesitamos “adaptarnos” al cambio climático. Esa adaptación es una falacia que tras 26 cumbres climáticas no arroja resultados positivos. Por el contrario, lo único comprobable es que los sistemas de producción siguen operando con energías sucias originadas en petróleo, gas, carbón, minerales, hidroelectricidad, etc, que implican la explotación ilimitada del planeta, de la gente y de los elementos más vitales y frágiles como el agua. Si las acciones contra el cambio climático siguen siendo voluntarias, no podemos esperar nada positivo.

NEGOCIANDO EL FUTURO DEL AGUA

Otra amenaza directa contra el agua que no debemos descuidar, es la creación del índice NQH2O para negociar futuros del agua en California, Estados Unidos. Este es otro paso alarmante que consolida negocios privados con el agua y eleva la disputa global y nacional por el control del agua entre corporaciones y gobiernos -muchas veces asociados- y los pueblos. Todas las formas de privatización atentan contra el dominio público del agua y su condición de derecho humano. Esta es una línea promovida por corporaciones privadas y también facilitada por entidades financieras como el Banco Mundial y hasta organizaciones no gubernamentales transfronterizas y sus referentes nacionales, con el pretexto de mejorar la “gobernanza” del agua.

Las disputas en los mercados del agua en California, Australia, Sudáfrica y muchos más países y regiones, permiten confirmar que el acceso al agua es una cuestión de riqueza y poder, frente a los derechos sociales y de la naturaleza. El agua privatizada en Chile está escribiendo un nuevo y brutal capítulo con la agroindustria del aguacate o palta, que en regiones como Petorca, al norte de Santiago, ha dejado innumerables ríos muertos, ecosistemas desaparecidos y sin agua a pueblos enteros. Los extensos monocultivos agroindustriales también acaparan el agua en otros países de Sur América, y hasta en países pequeños como Costa Rica, la agroindustria del monocultivo de piña dejó extensos territorios y pueblos sin bosques, sin agua, con agua envenenada y literalmente fumigados con tóxicos.

Esos, y todos los demás conflictos asociados con el agua, deberían discutirse y sobre todo ser materia de acuerdos y resoluciones vinculantes para los gobiernos que no hacen justicia con el agua y las corporaciones que la explotan. Por la urgencia de asegurar una agenda del agua verdaderamente inclusiva y democrática, es que la Conferencia del Agua de la ONU, que se realizará en marzo de 2023, podría tener una importancia relevante, pero, dado que los acuerdos de esa cumbre no serán vinculantes, es poco lo que podemos esperar. Es lo mismo que ocurre con las COP: los compromisos siguen siendo apenas voluntarios.

¿QUÉ PODEMOS ESPERAR DE LA COP27 en 2022?

Hasta ahora, tras 26 cumbres no hay evidencia de acciones efectivas, aunque sí, miles de escritos y discursos de diagnósticos científicos y políticos que aclaran sobre la catástrofe en curso. Si en la COP27 los gobiernos, las entidades de financiamiento y las corporaciones verdaderamente quisieran asumir compromisos reales para detener las causas estructurales que aceleran el cambio climático y la miseria, deberían obligarse a desafíos como:

  • Excluir de cualquier línea de financiamiento la explotación de agua para la industria hidroeléctrica, pues mientras ésta no se reconozca como energía sucia y contaminante, la tercera parte de los ríos del planeta que quedan libres, podrán ser represados o drenados.
  • Garantizar que las industrias energéticas y agroindustriales sean controladas y del todo excluidas de territorios vulnerables, y que respeten los derechos de los ecosistemas, de la gente, del agua y de los ríos. Europa, por ejemplo, no deja de hablar de “compromisos” pero se está “re-carbonizando” y pospuso el cierre de minas de carbón de 2030 hasta 2049.
  • Impedir que se legisle, facilite y justifique la explotación del agua para cualquier negocio privado de uso productivo como los monocultivos extensivos, o el megaturístico de los llamados “polos” de desarrollo, que en muchos casos conllevan al establecimiento de enclaves de inversión externa, o bien privados nacionales.
  • Asegurar que el agua y los servicios sociales derivados de ella sean reconocidos y operados efectivamente como un derecho humano. Esto implica que los Gobiernos y la institucionalidad internacional controlen y limiten cualquier negocio local, nacional o global, que no cumpla este requisito.
  • Es impostergable que el agua sea distribuida con equidad, solidaridad y entregada sin costo a la gente más pobre que no pueda pagarla. Todas las vías de privatización son peligrosas, pero en este momento merece cuidado especial la transacción de “futuros del agua”, se si bien se localiza geográficamente, es un negocio global que amenaza la totalidad de fuentes de agua del planeta.
  • Los usos prioritarios del agua deben iniciar con la protección de los ecosistemas, seguida del consumo humano, la producción para la seguridad alimentaria y otros usos de carácter colectivo y solidario.
  • Una urgencia prioritaria en todo el mundo es iniciar la eliminación del negocio del agua embotellada que no es más que una estafa que ha servido para privatizarla, y es, además, un foco de conflictos en los que los pueblos y los ecosistemas generalmente pierden ante los gobiernos y las empresas privadas.

Mes del adulto mayor y nuestro compromiso con esta población

José Luis Pacheco Murillo

En octubre celebramos el Día del Adulto Mayor y se acostumbra ahora a llamarlo el mes del adulto mayor.

Al finalizar este festejo es importante llamar la atención acerca de la forma en que tratamos a los adultos mayores. No se puede negar que no somos todo lo amorosos, dedicados y cuidadosos con ellos. No podemos ocultar las formas despectivas y omisivas con que actuamos con los adultos mayores.

La pandemia ocasionó serios daños en la salud física, mental y emocional de los adultos mayores y mucho más en esta última forma ya que si algo les afectó fue el distanciamiento y la lejanía de sus seres queridos. Aún hoy en día muchos adultos mayores se sienten solos y abandonados y no por tema de pandemia sino por una actitud malsana de sus seres queridos. Hijos y nietos han hechas en el olvido, en el abandono a sus papás y abuelos, no disimulan para nada el estorbo que les causan y tampoco disimulan el desprecio con el que los tratan.

Somos más agradecidos con aquellos que dieron alma, vida y corazón por tenernos en buenas condiciones y por brindarnos amor y cariño. Hoy, en muchos casos nos olvidamos de ellos. Hay quienes los dejan olvidados en hospitales o en hogares de ancianos. Es decir, que otros se haga cargo de ellos y que no nos molesten.

Es muy doloroso para ellos. Ellos, nuestros viejitos sienten esas formas de menosprecio que se les hacen y sufren en silencio, pero a pesar de ello, nos siguen amando y con cualquier gesto cariñoso, perdonan todo.

No sigamos siendo irresponsables y no sigamos siendo tan duros y miserables con nuestros adultos mayores. Demostrémosles el amor y el cariño que merecen como una forma de agradecerles todo lo que hicieron por nosotros.

Dios quiera que cambiemos de actitud y de comportamiento para con nuestros adultos mayores y seamos agradecidos con ellos y se lo demostremos con cuidado, atención y con darles la mejor calidad de vida que podamos. Insisto, ellos se lo merecen.

El estilo geren-dictatorial del presidente Chaves

Luis Fernando Astorga Gatjens

El día, jueves, 27 de octubre escuché decir, en una entrevista que realizó la periodista, Evelyn Fachler al presidente Rodrigo Chaves, que él había destituido a Álvaro Ramos como presidente ejecutivo de la CCSS porque no cumplió sus expectativas como gerente y que lo había remplazado por una excelente gerente.

Se refería a quien ocupaba el cargo de ministra de Trabajo, Marta Eugenia Esquivel, quien ha sido jueza y magistrada suplente en la Sala Constitucional. A decir verdad, no se le conoce una trayectoria significativa en puestos de carácter gerencial.

Lo que dijo don Rodrigo para justificar el despido de don Álvaro Ramos no se lo cree ni el mismo presidente Chaves. Aunque posee algunos dotes de actor no fue nada convincente. Quizás a quien si pudo convencer es a su legión de troles y a su séquito de seguidores fanatizados.

Lo que realmente sucedió es que don Álvaro Ramos no siguió los dictados unilaterales del señor presidente con respecto al aumento salarial, el cual fue adoptado con amparo legal por la Junta Directiva que presidía el destituido.

La nueva presidenta ejecutiva de la Caja llegó con dos únicas misiones: ser súbdita del “gerente general”, Rodrigo Chaves, que la única línea que le complace es la vertical y evitar que se haga efectivo el incremento salarial a las y los trabajadores de la institución, buscando violar con ello un acuerdo adoptado por la Junta Directiva de la Caja que está en firme y está plenamente fundamentado en estudios técnicos, económicos y jurídicos.

Afirmar que don Álvaro no es buen gerente y que doña Marta Eugenia es excelente, no es de ninguna manera justo, ni tiene fundamento alguno. Cuando el señor presidente nombró a don Álvaro, se deshizo en merecidos elogios con respecto a su trayectoria, formación académica y compromiso con la institución. Por supuesto que fue antes de la justa insubordinación de don Álvaro.

Es seguro que, por formación, experiencia en responsabilidades ejecutivas y trayectoria, don Álvaro merece el calificativo de excelente gerente. Contrario a ello, afirmar eso con respecto a doña Marta Eugenia, de cara su pasado como funcionaria, no se sostiene. Se trata de una afirmación antojadiza para justificar una decisión política errónea. Quizás la señora Esquivel podrá convertirse en una “excelente gerente”, pero eso por ahora, está en el orden de las expectativas y no de los hechos.

Cuando don Álvaro Ramos se despidió de su cargo –para el infortunio de la Caja y del país—, mostró en un texto enteramente patriótico que si entendía perfectamente el papel histórico y actual de la institución, tanto como baluarte de la salud de los habitantes de Costa Rica como de la salud de nuestro desvencijado Estado Social de Derecho.

Considero que esta parte del estilo del presidente Chaves relacionada con el despido de don Álvaro Ramos, retrata el todo. Estilo vertical, intolerante, marcado por la arrogancia y por formas irónicas inoportunas, que no son ni buenas, ni útiles para alguien que quiera gobernar, en un país democrático. Dialogar y negociar (especialmente, con la Asamblea Legislativa y sus distintas fracciones), con un partido que solo cuenta con diez diputados, requiere sustituir la prepotencia de un gobernante, que contó para ser electo solo con el 10 % del padrón, por la humildad y el incremento de su capacidad de escucha.

Han transcurrido menos de seis meses y ese ha sido el estilo del presidente, Rodrigo Chaves. Si quiere gobernar bien debe empezar a flexibilizarse y estar dispuesto a negociar con todos los sectores: Políticos (partidos y Congreso), sociales y judiciales. No hacerlo significará un progresivo e inevitable aislamiento.

Esperemos que no haya que esperar que el apoyo social actual disminuya tanto ante el incumplimiento de las efectistas promesas que ha hecho, y que no le quede más que el apoyo de sus seguidores fanatizados y su legión de troles.

(29 de octubre, 2022)

La bancomundialización de Costa Rica

Luis Paulino Vargas Solís

Inicios de los años ochenta del pasado siglo: la elevación, a niveles récord, de las tasas de interés en el mundo, gatilló la crisis de la deuda externa, en América Latina -incluida Costa Rica- y en otros países del sur, especialmente en África. Vinieron entonces los “programas de ajuste estructural”, y, con estos, la “década perdida de América Latina”, según el concepto que la CEPAL formuló para designar la devastación ocasionada.

Año 1989: el economista británico John Williamson propone el concepto “Consenso de Washington” para designar ese pernicioso conjunto de políticas estandarizadas que, bajo el epígrafe de “ajuste estructural”, le habían sido impuestas a los países endeudados del sur, especialmente nuestro América Latina. El término hacía referencia al hecho de que esas políticas eran promovidas, y de hecho impuestas, por tres organizaciones cuya sede principal está en Washington: el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Departamento del Tesoro del gobierno de Estados Unidos. Williamson lo dejó planteado como un conjunto de diez políticas de inequívoca inspiración neoliberal.

Años noventa: favorecida por la caída del muro de Berlín, el derrumbe del socialismo real y la agresiva globalización de la economía mundial, la propuesta neoliberal, convertida en poderosa marejada, arrasa por doquier en América Latina. Salinas de Gortari en México, Menem en Argentina, Collor de Mello en Brasil, Fujimori en Perú son las figuras más descollantes. Privatizaciones masivas, total liberalización de los capitales, desregulación financiera. En Costa Rica, Calderón Fournier y Figueres Olsen también lo intentan, pero la resistencia de los movimientos sociales solo les permite un avance parcial de su agenda.

Así, los noventas fueron una segunda década pérdida, cuya herencia fue sociedades aún más desiguales y violentas.

Las experiencias de los gobiernos latinoamericanos de izquierda y centroizquierda en el nuevo siglo, dejan un legado heterogéneo: algunas relativamente exitosas (el Brasil del PT, pero, sobre todo, el Uruguay del Frente Amplio); otros con una mixtura de logros y desaciertos (Ecuador, Bolivia, inclusive la Argentina de Cristina y Kirchner). Otros, simplemente fallidos.

Y en lo que a Costa Rica compete, entramos, a partir de 2009, en una crisis que se cronificó. La crisis pasó a ser normalidad, y no ruptura momentánea de esa normalidad. Quienes pensábamos que eso podía resultar terreno fértil para la emergencia de algún “outsider” con aires de redentor, tristemente acertamos.

El “outsider” llegó, vio y ganó. Y con él, un programa que reproduce en Costa Rica la experiencia latinoamericana de los noventa: una propuesta neoliberal extremista y autoritaria.

Misma propuesta, dije. Y, con seguridad, los mismos nefastos resultados.

 

Compartido con SURCOS por el autor y publicado en su página de Facebook.