Mes del adulto mayor y nuestro compromiso con esta población

José Luis Pacheco Murillo

En octubre celebramos el Día del Adulto Mayor y se acostumbra ahora a llamarlo el mes del adulto mayor.

Al finalizar este festejo es importante llamar la atención acerca de la forma en que tratamos a los adultos mayores. No se puede negar que no somos todo lo amorosos, dedicados y cuidadosos con ellos. No podemos ocultar las formas despectivas y omisivas con que actuamos con los adultos mayores.

La pandemia ocasionó serios daños en la salud física, mental y emocional de los adultos mayores y mucho más en esta última forma ya que si algo les afectó fue el distanciamiento y la lejanía de sus seres queridos. Aún hoy en día muchos adultos mayores se sienten solos y abandonados y no por tema de pandemia sino por una actitud malsana de sus seres queridos. Hijos y nietos han hechas en el olvido, en el abandono a sus papás y abuelos, no disimulan para nada el estorbo que les causan y tampoco disimulan el desprecio con el que los tratan.

Somos más agradecidos con aquellos que dieron alma, vida y corazón por tenernos en buenas condiciones y por brindarnos amor y cariño. Hoy, en muchos casos nos olvidamos de ellos. Hay quienes los dejan olvidados en hospitales o en hogares de ancianos. Es decir, que otros se haga cargo de ellos y que no nos molesten.

Es muy doloroso para ellos. Ellos, nuestros viejitos sienten esas formas de menosprecio que se les hacen y sufren en silencio, pero a pesar de ello, nos siguen amando y con cualquier gesto cariñoso, perdonan todo.

No sigamos siendo irresponsables y no sigamos siendo tan duros y miserables con nuestros adultos mayores. Demostrémosles el amor y el cariño que merecen como una forma de agradecerles todo lo que hicieron por nosotros.

Dios quiera que cambiemos de actitud y de comportamiento para con nuestros adultos mayores y seamos agradecidos con ellos y se lo demostremos con cuidado, atención y con darles la mejor calidad de vida que podamos. Insisto, ellos se lo merecen.