Causalidad de una guerra

Por José Luis Callaci

Con la intención de justificar lo injustificable se está difundiendo en las redes un escrito en el cual se describe, con extrema minuciosidad, las diversas presencias a lo largo de la historia de Estados e Imperios en Palestina.

Termina esa larga descripción con la falaz aseveración de que nunca existió un Estado Palestino como tal, y por tanto pone en entredicho el justo reclamo de libertad y soberanía de un pueblo con identidad propia, que desde siempre ha ocupado esas tierras.

Pareciera ser una forma más de desacreditar y rebatir lo que se afirma como derechos a luchar contra el despojo y la humillación de un pueblo por parte de quienes, irrespetando todos los acuerdos internacionales de los Dos Estados, actúan como verdaderos invasores al expandir sus dominios por medio de la fuerza, confinando al pueblo palestino en guetos, en campos de concentración en su propia tierra.

Palestina también es de los palestinos y no se justifica bajo ningún concepto que se le continúe arrebatando con violencia sus posesiones, destruyendo las vidas de millones de personas a quienes despectivamente los extremistas sionistas acaban de llamarlos públicamente “animales humanos”.

Que los buenos deseos unidos a meditaciones y profundas reflexiones permitan que la verdad se imponga y triunfe la justicia para con un pueblo que, a pesar de todas las agresiones, aún resiste.

Revertir esta trágica historia dependerá de que se hagan cumplir los acuerdos suscritos sobre los Dos Estados y evitar así que se continúe con la confiscación de tierras, los asentamientos ilegales de colonos, y esa implacable discriminación generalizada que alimenta la violencia y le sigue infligiendo un sufrimiento inmenso a una población palestina, que ha sido despojada de sus derechos fundamentales.

Que haya paz entre palestinos e israelíes, entre israelíes y palestinos.