“Debemos pensar en lo social”
Investigadora invitada compartió con trabajadores sociales costarricenses
Eduardo Muñoz Sequeira,
Periodista, Oficina de Divulgación e Información
“Debemos pensar el hacer, en lo social, para que la intervención que hacemos sea estratégica, critica, propositiva y pertinente”, dijo la magister Rosa María Cifuentes Gil, quien ofreció varias exposiciones en la UCR la última semana de octubre pasado, como parte de las visitas académicas promovidas por la Escuela de Trabajo Social (TS).
Cifuentes es docente e investigadora de la Universidad La Salle, en Colombia. Su trayectoria profesional incluye la formación de educadores, trabajadores sociales y consultora de diversas instituciones en materia social. Precisamente, durante su visita a Costa Rica impartió una serie de charlas a estudiantes de esa unidad académica en la UCR, a integrantes del Colegio de Trabajadores Sociales de Costa Rica y personal que ejerce en distintas instituciones públicas.
Sus talleres y conferencias se basaron en tres aspectos. El primero sobre la investigación cualitativa, desde una mirada dialogal y distintas perspectivas, y su relación con lo cuantitativo y las epistemologías contemporáneas. El segundo trató sobre la metodología e intervención del trabajo social como agente de cambio en las comunidades. Finalmente, expuso sobre la sistematización de experiencias como recurso para la construcción de conocimiento.
A criterio de la Dra. Cindy Calvo Salazar, investigadora de TS y coordinadora de la visita, “la sistematización de experiencias es un imperativo para cualificar los procesos de conocimiento a partir de la intervención profesional. De esta práctica fuimos protagonistas creadores en la década del 70; por razones de tipo ideológico y falta de claridad epistemológica, fue relegada. Hoy es inaplazable retomar la propuesta: conocerla, sensibilizar en torno a la misma, avanzar en su desarrollo y proyección, con el fin de promover la construcción de conocimientos a partir de la práctica y la construcción disciplinar”.
Un profesional contemporáneo
“Uno de los horizontes del trabajo social es trascender lo cotidiano, lo operativo, lo instrumental, lo burocrático, lo tecnocrático, para posicionarse desde una perspectiva comprensiva y transformadora del entorno social”, dijo la investigadora invitada.
Según Cifuentes, el rol actual del profesional en trabajo social implica conocer las comunidades en las que está inserto. Este proceso de acompañamiento significa que se trabaja lado a lado, desde una perspectiva ético política para la construcción de una sociedad plural, de dignificación de la vida y desde los diferentes actores con los que interactúa cotidianamente.
“Tenemos que tener el oído bien abierto, trabajar con otros, descubrir con ellos, crear con los demás”, afirmó la investigadora. Cifuenes recordó que los profesionales de trabajo social están en contacto directo con las personas, les apoyan a resolver situaciones apremiantes; cada caso se archiva como uno más. No obstante, la académica colombiana reconoció que a lo largo de América Latina los profesionales se enfrentan a instituciones que exigen muchos trámites, labores administrativas y otras que les deja poco tiempo para la investigación y sistematización de sus intervenciones.
“Las instituciones son demandantes de acciones, y no hay tiempo para hacer intervenciones críticas, oportunas y estratégicas. Pero esas condiciones no se dan por si mismas, hay que negociarlas con la institucionalidad. La formalización del conocimiento se construye con la práctica; es desafiante, pero no imposible”, insistió durante un encuentro con profesionales adscritos en hospitales públicos.
Precisamente, sobre las falencias en el ejercicio del trabajo social, la invitada dijo que los programas deben promover más entre sus estudiantes que se asuman como futuros científicos sociales que construirán y compartirán conocimiento. Que ese trabajo le aportará al desarrollo social de la Nación. Además, otro de los retos en la formación es concientizar sobre la sistematización de experiencias como insumo indispensable de ese sabe, cada caso encierra realidades que deben analizarse. Asimismo, abogó por la autonomía de criterios para sus intervenciones, sea en instituciones o directamente en las comunidades.
Universidad-comunidad
Actualmente, el trabajador social debe trascender la elaboración y archivo de informes. Detrás de cada uno de ellos, queda la construcción de un tejido social y están los aprendizajes. No es fácil documentar estas experiencias, se requiere una voluntad política, condiciones laborales y tiempo para eso. En este proceso el acompañamiento de las universidades son importantes, sobre todo en proyectos de desarrollo regional que vincule a muchos actores sociales.
Pero esa incidencia comunal requiere que estén disponibles los diagnósticos regionales, y a partir de ellos proponer acciones. Sin embargo, una de las principales quejas de estos profesionales, añadió Cifuentes Gil, es la falta de tiempo y los pocos recursos. Es aquí, recordó, que las universidades tienen un rol de acompañamiento desde sus distintas instancias de investigación. Además, el Trabajo Social tiene que trabajar más cercanamente con otros científicos de diferentes disciplinas, porque un problema tiene muchas aristas y cada ciencia social contribuye en su resolución, concluyó la magister Cifuentes Gil.
Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/
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