El miércoles 14 de octubre se llevó a cabo la segunda sesión programada dentro del seminario «Crisis de la democracia en los tiempos del COVID-19. Crítica y propuesta”, con motivo de celebración de los 10 años de creación del Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE), el cual inició el miércoles pasado.
Para esta sesión la temática fue “Territorios, ambiente y organizaciones comunitarias” y la moderación de esta segunda estuvo a cargo de Eva Carazo Vargas, investigadora del CICDE. Las dos ponencias presentadas fueron a cargo de Tanya García Fonseca y Francis Muñoz Calvo, ambos investigadores pertenecientes al Programa en Gestión de Alternativas con Organizaciones Indígenas y Campesinas (PROICAM) del centro.
Antes de comenzar con la presentación de las primeras dos ponencias para la jornada de este día el director del CICDE, Luis Paulino Vargas Solís, hizo una reflexión sobre el momento de crisis que actualmente está atravesando el país. “De alguna manera, y de una forma no anticipada ni prevista, planteamos que el tema de este seminario fuera la crisis de la democracia y coincide precisamente con un momento nacional convulso como el que estamos viviendo en estos días, en estas semanas. Un momento que alguna manera pone en evidencia, dramáticamente, que efectivamente de democracia costarricense atraviesa por una crisis profunda, que esta cuarteada por profundas rupturas, por profundos desequilibrios, por graves asimetrías. Es lo que estamos viviendo en un ambiente de violencia que no deseamos para nuestro país, seguramente ambicionando que se encuentren vías para recuperar la paz y el entendimiento”, comentó Vargas Solís.
La primera ponencia fue la presentada por García Fonseca titulada “Más allá de la piña: contiendas sociambientales y alternativas comunitarias”, la cual se deriva de la investigación “El agronegocio de la piña ¿es realmente un buen negocio para Costa Rica?, que actualmente desarrollan García Fonseca y Carazo Vargas.
La exposición presentó datos sobre la situación socioeconómica de la Región Huetar Norte, datos que comprueban el rezago en que se encuentra esta región y lo poco que se ha visto beneficiada por la actividad agroindustrial piñera, la cual se ha extendido en este territorio, genera grandes sumas de dinero en concepto de exportaciones, pero esto no se traduce en mejores condiciones para estas comunidades.
En lugar de ser un beneficio para estas comunidades, se convierte en el origen de más problemas, por la transformación del paisaje y de los usos del suelo poniendo en riesgo la seguridad alimentaria no solo de la región sino también del país; el uso intensivo e irregular de agrotóxicos y sus impactos en la salud humana, así como de la flora y la fauna; las condiciones de explotación, inseguridad y vulnerabilidad a los que son sometidos los y las trabajadoras.
Pero ante este oscuro panorama, se expuso sobre las acciones que vienen realizando las comunidades, ejemplo de ello es un grupo de familias de La Virgen de Los Chiles, principalmente mujeres, grupo llamado la Feria Agrícola y Cultural El Cornizuelo, quienes se han organizado para producir alimentos y comercializarlos, y así demostrar que en Los Chiles aún se producen alimentos, que sus saberes y conocimientos aún cuentan y pesan.
Seguido de la ponencia se presentó el video “Sembrar para cosechar” que está incluido en el audiovisual “La era de sembrar”, producción audiovisual realizada entre el Programa de Producción de Material Audiovisual (PPMA), de la UNED, y el CICDE.
Francis Muñoz Calvo presentó la ponencia “Transformaciones socioproductivas de las economías campesinas durante la fase neoliberal: el caso de Potrero grande y la estrategia del sector agro-alimentario del Estado”, en la que exhibió pequeños avances de su investigación “Memorias agrícolas de Potrero Grande.”
Muñoz explicó que los pueblos de la zona sur del país estuvieron desvinculados del Valle Central y sus procesos políticos, sociales y culturales durante la colonia y el inicio del período republicano. Sin embargo, desde tiempos precolombinos los pueblos originarios tenían fluidas relaciones económicas y culturales con los pueblos del norte de Panamá. Fue hasta mediados de S.XIX que empezaron los intentos de las autoridades costarricenses por construir una vía de comunicación entre Cartago y el Valle del Diquís. Esta condición favoreció las migraciones de personas provenientes de la provincia de Chiriquí Panamá y la conformación de pueblos como Potrero Grande.
Es hasta mediados del S.XX que el Estado costarricense comienza a tener un poco más de presencia en la región e instala diferentes instituciones como el Banco Nacional, a través de las Juntas Rurales de Crédito, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Consejo Nacional de Producción (CNP) y la Caja Costarricense de Seguro Social. Antes de eso lo que existían eran diferentes corresponsales del estado (cartero, policía y el cura de la iglesia).
Además, el investigador plantea el concepto de Unidad Productiva Potrereña, que son las formas campesinas de producción en Potrero Grande. “Se caracterizaban por formas cooperativas de trabajo y sobre todo por lo que los teóricos llaman unidades económicas campesinas, que en realidad son pequeñas económicas basadas en la mano de obra familiar.” La economía en la región, tuvo un cambio importante a raíz de los énfasis de la política durante el desarrollo del proyecto histórico neoliberal.
Al terminar la exposición de las ponencias se presentó un mapa colaborativo, en donde días previos se les pidió a las personas participantes identificar los distintos conflictos socioambientales que se vienen dando en el territorio nacional, y propuestas que vienen desarrollándose desde las comunidades. Finalmente se facilitó un espacio de reflexión e intercambio entre todas las personas participantes.
Para acceder el video completo de la sesión lo pueden hacer aquí y el próximo miércoles 21 de octubre será la tercera sesión “Arte, cultura, política y subjetividad”, a partir de las 9 a.m.