Desprecio a los expertos y académicos

Sergio Ortiz Pérez

Por Sergio Ortiz Pérez
Administrador de Empresas
Presidente de ACOTEL

Este es otro de los síntomas que experimenta la democracia enferma en la que vivimos y que propicia el Gobierno de Rodrigo Chaves.

Desde tiempos muy antiguos la política y la religión, a menudo han entrado en conflicto con la ciencia. Pero muy en particular cuando existen orientaciones fanáticas, autocráticas o populistas.

En la actualidad, Costa Rica, experimenta un rechazo a los conocimientos especializados de académicos y expertos, cuando van en contra o señalan debilidades de alguna decisión populista del Gobierno de Rodrigo Chaves.

Este rechazo, a corto plazo, puede tener un impacto perjudicial en la toma de decisiones políticas, culturales, sociales, de infraestructura, manejo de fondos públicos, salud y hasta en el avance científico de nuestro país.

Minimizar o desacreditar la experiencia y el conocimiento de los expertos y en cambio favorecer opiniones basadas en emociones, retórica simplificada o en rencillas personales, nos traerá como país, políticas ineficientes, ineficaces o incluso dañinas, que nos afectarán a todos, seamos o no partidarios del Presidente.

Algunos ejemplos son: paralizar las obras de infraestructura de la CCSS, despedir a directivos que aprobaron un aumento a empleados de la Caja y que se basaron en criterios técnicos para hacerlo, incumplir el voto constitucional del Parque Manuel Antonio y perseguir a quienes dieron su criterio técnico, despedir a directivos de instituciones públicas que se oponen a decisiones arbitrarias del Gobierno y sus jerarcas, querer eliminar los criterios vinculantes del Lanamme, concentrar poder en los Ministerios y eliminar instituciones autónomas que hoy poseen criterios técnicos independientes y vinculantes o crear una mampara en el SINART para posiblemente asignar pauta publicitaria a medios de información aliados.

Para ello Rodrigo Chaves, se nutre de una retórica muy similar a la del señor Juan Diego Castro, en la que siempre se señala y generaliza con ciertos delirios de persecución que los mandos medios de las instituciones están tomados o que se lucha heroicamente contra la corrupción.

Muletillas y generalizaciones como «canallas», «sicarios políticos», «corruptos» «burócratas» o «filibusteros» «pericos» «resentidos» «comunistas enclosetados» también se nutren de un desprestigio hacia el empleado público que iniciaron los partidos como el PLN, PUSC y PAC para aprobar el TLC, Ley AntiHuelgas, Empleo Público y Combo Fiscal. Por esto es por lo que tampoco estos partidos pueden rasgarse las vestiduras en el plenario, con flaca memoria, porque antes deberían hacer un examen de conciencia, un mea culpa y una disculpa pública por haber preparado eficientemente el terreno para la llegada de un populista a Zapote.

Cuando los líderes políticos autocráticos o populistas desacreditan constantemente los criterios expertos, se genera una desconfianza generalizada hacia las instituciones científicas, colegios profesionales, universidades y sus hallazgos, además pone en entredicho el objetivo de la profesionalización de muchos jóvenes que hoy estudian para ejercer éticamente sus carreras, ya que podrían desarrollarla en un país que les desprecie cuando brinden sus criterios y estos no sean armoniosos con los discursos populistas.

Esta falta de confianza puede socavar el progreso científico, ya que la ciencia se basa en la evidencia, experimentación y el análisis riguroso. Además, la falta de credibilidad en las instituciones científicas puede llevar a una menor aceptación de medidas necesarias, como las relacionadas con la salud pública o el cambio climático y por ende qué retrocedamos en lo poquito que hemos avanzado y precisamente en temas que ante el mundo hemos dado un ejemplo a seguir.

Otro punto es que el desprecio de los criterios expertos puede alimentar la polarización y el debilitamiento del debate público fundamentado en la evidencia, por ello es por lo que, a pesar de evidenciarse hechos sumamente obvios, sin contar los troles, veremos comentarios tales como «crema de rosas», «usted es del PLN o del FA», «a usted le pagan los de Canal 7» y otras estupideces.

Las orientaciones políticas autocráticas o populistas suelen promover la idea de que la opinión de una supuesta mayoría es más valiosa que el conocimiento especializado, lo que puede desincentivar el análisis crítico y la búsqueda de soluciones equilibradas. Esto conduce a una sociedad dividida y menos capaz de abordar los desafíos complejos de manera constructiva.