
El uso de los medios de comunicación en la política
En la charla impartida por el profesor Gerardo Castillo durante el acto de fundación del Instituto Sindical de Formación Democrática se abordó un tema de gran relevancia: la estrategia mediática que domina la política actual.
Este enfoque comunicacional ha generado preocupación por sus consecuencias negativas, especialmente para la sociedad y los trabajadores. Según el profesor Castillo, se trata de un modelo que ha sido implementado en diversos países con efectos perjudiciales, señalando como ejemplos emblemáticos a Donald Trump en Estados Unidos, Jair Bolsonaro en Brasil y Javier Milei en Argentina. Asimismo, destacó cómo esta estrategia ha sido replicada en Costa Rica por el gobierno de Rodrigo Chaves.
¿En qué consiste esta estrategia?
El modelo comunicativo descrito se basa en varias tácticas claves:
1. Satisfacción y polarización:
– Inundar el espacio público con mensajes constantes y repetitivos.
– Dividir a la sociedad en grupos antagónicos, presentando una lucha entre buenos y malos.
– Fomentar un clima de confrontación mediante insultos, descalificaciones y burlas.
2. Uso del lenguaje provocador:
– Apelar a la emoción del público mediante un lenguaje soez y burlesco.
– Generar la sensación de cercanía con los simpatizantes al mostrarse anti-establishment o en contra de las elites tradicionales.
– Utilizar la política como espectáculo.
-Transformar el debate político en un show de masas, restándole profundidad y seriedad.
– Desvirtuar la función educativa de la política, sustituyéndola por un enfoque basado en el entretenimiento circense y la provocación.
3. Manipulación mediática y desinformación:
– Uso intensivo de redes sociales para saturar con mensajes simplificados, eslóganes y denuncias sin pruebas.
– Difusión sistemática de noticias falsas y tergiversadas para influir en la opinión pública.
– Empleo de troles para amplificar ciertos discursos y desacreditar a adversarios.
4. Control de la agenda informativa:
– Organización de conferencias de prensa en las que sólo participan periodistas afines, garantizando que las preguntas sean acordes a los intereses del gobernante.
– Uso de los medios oficiales como herramientas de propaganda en lugar de instrumentos de transparencia y rendición de cuentas.
Conclusión
El uso de estas estrategias mediáticas representa un desafío para la democracia y el ejercicio ciudadano informado. Lejos de promover un debate enriquecedor, buscan polarizar la sociedad, manipular la percepción pública y consolidar liderazgos autoritarios. Frente a esta realidad, es fundamental fortalecer el pensamiento crítico, exigir transparencia y promover un periodismo independiente que actúe como contrapeso ante la manipulación, el engaño y la mentira. La democracia está en peligro y debemos actuar.
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